>>14143
Me parten el alma estos casos. Tranquilamente podría haber sido yo, pero tuve la suerte de tener uno o dos amigos en las mismas. Tuve la suerte de refugiarme en los hobbies sin importar lo que digan los demás. De darme cuenta que el puto infierno llamado secundario era algo pasajero, y que después empezaba algo llamado vida.
La verdad es que a las autoridades les chupan un huevo los chicos vomitados por el sistema muchas veces. Porque tras que tenía que bancarme forros que me puteaban, me burlaban y me escupían tenía un rector que le parecía gracioso burlarse de algunas de las pelotudeces que yo decía de puro autista.
Y no digo que yo no decía pelotudeces, pero la puta madre, tenía 15 años, un adulto no debería buscar cómo usar las cosas que dice un pibe para vulnerarlo sino tratar de entender qué le pasa y por qué lo dice para ayudarlo. Por suerte un profesor que terminó siendo un amigo de la vida siempre estuvo ahí para apoyarme, para hacerme ver cosas que por formación o por mi imbecilidad no podía ver. Y cuando se fue el forro del rector vino otro que en cuanto se enteró que había bullying nos apartó a los que éramos víctimas de él un día y los recontra cagó a puteadas a los demás.
Supongo que esta chica nunca tuvo eso. Lamentablemente nadie le dijo que en el peor de los casos y aunque en el secundario nadie le diese bola, la tratasen para el culo y no tuviese amigas, la vida es mucho más que la adolescencia. Que iba a crecer e iba a conocer gente que le gustaba lo mismo que ella, que tenía años por delante para encontrar su llamado, que el mundo es inmenso y hay mucha gente a la que no sólo le gusta lo mismo que ella, sino que además vivió experiencias similares y entiende su dolor.
No sé cómo estarán las secundarias en esta época porque soy demasiado viejo, demasiado hechicero y demasiado hikkikomori como para saber qué pasa en la sociedad, mucho menos entre los pibes. Y lamentablemente cuando veo casos como este me suena a que todo el marketing del bullying es simplemente otra etiqueta vacía que ponen algunos idiotas para sentirse bien consigo mismos, pero que en el fondo más allá de algunos posteos en face no cambió un carajo.
Ojalá haya más docentes y rectores que sepan darse cuenta que en todo grupo hay personas apartadas y sepan darles contención, porque a veces estos chicos lo único que necesitan es una palabra amable de alguien para seguir adelante. El fenómeno de los chicos que no encajan es propio de cualquier grupo de adolescentes, y a veces lo que se necesita no es intentar integrarlos a la fuerza, sino dejarlos ser quienes quieren ser en paz.
>>14180
¿Y por qué carajo tenía que maquillarse o vestirse como las demás si no sentía que ella era así?