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Porque nuestro espíritu nacional está atrofiado y reina el individualismo, cortesía de la atomización social planeada, causada y dirigida por
(((los buscas de siempre))). "Yo me beneficio, el otro que se joda" es la cantinela popular. Todo mundo sea de clase trabajadora o clase media se preocupa por cómo llegar a fin de mes, pero nunca se les ocurre juntarse entre todos, acoplar recursos y organizarse para salir adelante.
Ya sean memes capitalistas/libertarias de
(((libre mercado))) y la noción de que hay que competir con el otro en vez de armar un ecosistema financiero de beneficio mutuo o memes socialistas/zurdos de dependencia de dádivas estatales y parasitismo sindical, la cultura popular ha sido masajeada para promover la desunión y el egoísmo en vez de promover el antedicho espíritu de cuerpo.
A esto sumale la degradación del concepto de responsabilidad civil y de la acción política. Fijate que la mayoría de la gente trata a las cuestiones políticas como si fuera un partido de fútbol, donde no importan las propuestas que se hagan (mucho menos el cumplimiento de las mismas) si no patearle los huevos al otro. Tanto Milei como Macri como los K y muchos anteriores hicieron menos de cero para beneficiar al pueblo.
Ganamos menos, la comida es más cara, hay menos trabajo a pesar del desempleo rampante, el nivel de educación no para de bajar, la atención médica es peor, las calles tienen más cráteres que la Luna y están a oscuras, la infraestructura se cae a pedazos, te jugás la vida cada vez que salís a la calle y ni en tu casa (que parece una prisión de tantos barrotes, alambres y cámaras que tiene) te sentís seguro. Y ningún político mejoró nada en esos (y otros) aspectos. Lo que sí hicieron fue llenarse los bolsillos con nuestro dinero. Pero se da cuenta la gente de que ningún político representa nuestros intereses?
No, por supuesto que no. Lo único que parece importarle al Juan Pérez es "hacer mierda a [Insértese político de la administración anterior]".
Inmediatamente anterior, para aclarar, porque el regreso triunfal de Cavallo, Bullrich, Sturzenegger y demás figuritas repetidas a pesar de su rol protagonista en las peores crisis y escándalos de corrupción en las últimas décadas demuestran que el populacho no sólo no tiene conciencia crítica si no que tampoco tiene memoria. La puta madre, ni siquiera hay orgullo nacional, excepto cada cuatro años cuando Argentina sale a la cancha. Ahí sí que vuela la celeste y blanca.
Volviendo al tema de la atomización social, fijate cómo se manejan las familias, especialmente de clase media. La doctrina de pensamiento que reina es que los pibes una vez que crezcan se vayan a Buenos Aires o al exterior, y los padres envejecidos convierten la casa en un condominio o en residencia estudiantil o directamente la venden y se mudan. En vez de crear un núcleo familiar y un sentimiento de pertenencia generacional, va cada uno por su lado. Tus parientes se convierten en gente con la que hablás por WhatsApp, no gente con la que compartís vivencias y de cuya guía te formás como persona.
El concepto de oficio se está perdiendo también, ya casi nadie educa a sus hijos en habilidades útiles para que luego puedan desempeñarse en el mismo oficio y mantener la cadena de mentor-aprendiz. El concepto de tomar aprendices para mantener vivo el oficio también está moribundo. Y aparte, para qué molestarse en hacer de mentor a un joven argentino y darle trabajo cuando podés manotear un bolita o veneco y ponerlo en el mismo puesto a una fracción del costo?
Hay un montón más, pero me tengo que ir pronto. No sé si alguien se va a molestar en leer todo esto, pero aún así tengo la esperanza de que le llegue a alguien. Ojalá, idealmente, impulse a un chori a tomar acción y ayudar a cambiar el rumbo de nuestro país.
Lo que sí quiero recalcar, porque es lo más importante: Nada de esto es orgánico ni accidental. Está todo planeado y aplicado con plena conciencia e intención. Los
(((responsables))) tienen nombres y apellidos.