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- No lo entiendo del todo maestro, si se supone que es tan fuerte ¿Por qué se esfuerza tanto en llamar la atención? -
Le pregunto la chica de rosa a su maestro que sentado sobre una roca los observaba fumando un puro mientras recargaba su arma.
- Presta atención niña, aunque los magos tengan esa fama la fuerza no siempre viene de la inteligencia, hay babosos que solo tienen suerte, ese es especialmente estúpido al creer que puede andar a sus anchas -
Le dió una calada a su puro y dejó salir el humo en una gruesa nube gris.
- ¿Cómo te sientes? -
- Estoy bien, he descansado y comido adecuadamente como lo ordeno, la herida que me provocó el mago que asesine ese día casi ha sanado por completo -
- Eso es bueno, igual, no te sobre esfuerces, eres mi mejor guerrera del grupo, se que lograrás convertirte en una gran cazadora de magos, no debes morir ahí, te cubrire -
- Entendido señor, me voy -
Puso su pie al borde del acantilado y se dejó caer.
...
- ¿Q- Que es lo que hace ahora? -
Pregunto Lala mientras tomabas aquella ramita.
- Quédate detrás de mi, ya vimos el nivel de su magia -
La chica se aferró de la llave mientras tu lanzabas la ramita al aire y está caía señalando el Este, ambos parpadearon un par de veces al ver que solo se trataba de una tontería.
- Ammm -
- ¿Cuando se este yendo lo atacaremos por la espalda? -
- No, no, ya cállate, deja que se vaya, es mejor que regresemos al espacio confinado, esa cosa debió llamar mucho la atención -
La chica giro la llave y la puerta se abrió detrás de ella, dando un par de pasos se escondió en las sombras mientras su puerta desaparecía en una estela de humo blanco.
Estabas listo para irte y seguir con el viaje en busca de respuestas, aunque la información de Paracelsus no era certera al menos tenías sobre quien preguntar a partir de ahora, al fin te habías desecho de la bruja del acantilado y no parecía haber más problema, eso parecía al menos ya que en ese momento viste tu propio cuerpo...
Tardaste alguno segundos en entender, mirabas el cielo y luego la tierra, un líquido rojo emanaba desde el lugar en el que debía estar tu cabeza, entonces ¿Fuiste decapitado? Esa maldita chica, seguro no se aguanto a atacarte por la espalda, bruja no es por nada, no, un momento, no era ella, había otra persona, tocaste tu cuello, tu cabeza aún seguía ahí, volteaste.
https://youtu.be/WE7lxrFe_hY?si=lXWx2JQ0tHksf1ST
Era ella, esa chica de rosa que avanzaba a paso tranquilo, otra desconocida, esa visión, un reflejo de lo que pudo haber sido, si su intención hubiese sido atacar al momento tu, ya estarías muerto, la miraste de pies a cabeza, joven, seguro apenas alcanaba la edad minima para beber si es que eso, delgada, baja estatura, a simple vista la hija de un aldeano promedio, incluso su ropa la delataba.
- Detengase porfavor, soy Djeeta, la cazadora de magos, en el pueblo han reportado una masacre y estoy aquí para detenerlo -
Desenvaino su espada, era corta y un poco mellada, su pose de combate parecía tener muchos puntos abiertos pero desapareció en medio parpadeo y una vez más la imagen se repitió, esa espada con tan poco filo te había rebanado la cabeza, no, era nuevamente solo su intención, no podías confiarte con ella, era diferente a la bruja del acantilado.
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- Primer movimiento -
Posando con fuerza su pie derecho se lo contra tu como una bola de cañón, levantaste tu guadaña y ambas armas chocaron creando una lluvia de chispas.
- Segundo movimiento -
Una patada, la lanzo girando y golpeando tu arma haciendo que retrocedieras para tomar distancia nuevamente.