Taaffeita, Leucozafiro (2/2)
>Cuando Tara acercó el artefacto ella le respondió a Taaffeíta quien preguntó en tu nombre. Tanzanita también estaba intentando hablar contigo, y Tara escuchando eso preguntó por ambas. Naturalmente, tal vez no al mismo nivel que Rutilo, ella se desconcertó por el hecho de que hayan hecho contacto con la Tierra Cristalina. Aún así, el contacto no es lo que parece confundirla, ella esperaba hablar con alguien más. Tara retrocedió con el té y tras dejarlo sobre la mesa, la esfera también se alejó a un radio seguro. Era un espacio libre en el que podía ser contenido fácilmente por la superficie sólida que te brinda estabilidad, la esfera Ravata que es idéntica a Emeth. Exclamó justo como antes, pero ninguna barrera se levantó en esta ocasión.
(Tara) Ay, no me gusta nada de esto… ¡Ravata!
(Emeth) Meth
(Tara) A-ah. ¿Por qué? ¡Oye! ¡Ravata!
(Emeth) Meth
>Al intentar dejar de oír a Taaffeíta y a Tanzanita, Tara señaló hacia donde están las dos bases de Ravatas juntos. Intentó manipular a uno de ellos, pero es el segundo el que contestaba y decía solo la fracción de su nombre. Aquel que contenía a Rutilo y aquel que luego engulló los pedazos de Rutilo y se disculpó contigo porque ya no podías comer más, es el mismo que “negaba” la orden de Tara. Rápidamente, debido a esto, Tara se puso más nerviosa. A tus palabras, de que ya no tendrían por qué capturar a Dioptasa, ella respondió mientras servía vapor que cae hacia abajo en una taza. Lo que se caía directamente se difuminaba en el aire.
(Tara) ¡Olvida los juegos! Incluso si… ¡Incluso si Fluorita está dispuesta a venir o hablar conmigo, Rutilo debería estar dispuesta a devolverme a Ravata! ¿Ahora qué haré?
>Al parecer Rutilo estuvo en control de la situación todo el tiempo, el tal Emeth se encuentra adiestrado a tal punto que incluso después de destruida no le deja demasiadas opciones a Tara. La existencia de nubes dejó de intentar tener una sesión de té, ella se acercó hacia donde está el sirviente de Rutilo, a un lado exacto de donde estás tú y le pidió al suelo. Juntaba sus manos por completo mientras cerraba los ojos en una posición extraña que de hecho parecía muy propia de sí misma. Tara es el tipo de existencia que basaba muchas de sus decisiones en sus creencias. Las gemas son así de cierta manera, pero lo suyo era claramente exagerado. Esperar por algo de un enemigo era inutil, así que era evidente que por más grandilocuente fuera el plan, Emeth se negaría.
(Tara) Tú puedes hacerlo, ¿no es así?, pequeña bestia negra Airavata. Vuelve a la tierra cristalina, trae a Axinita, Anatasa, Dioptasa. Secuestra a Fluorita, Almandine, trae los pedazos de Kunzita, Zircón y a Ferromanganoantofilita. De esa manera Rutilo se impresionará y…-
(Emeth) No.
(Tara) ¡No funcionará, lo sé! Eres defectuoso, ni siquiera puedes beber té.
(...)
>La voz que no se definía como piroclasto ni gema se quejó de una segunda voz ininteligible que sonaba demasiado extraña para ser comprendida. Es el tipo de sonidos raros que hacía una criatura durante su aparición, el piroclasto que balbuceaba cualquier tipo de cosas a la antesala de la aparición de Rutilo. Solo Howlita y Bentonita podían entenderlo, pero también esta voz y al parecer Zafiro. Luego de mencionar un extraño té, la criatura detrás comenzó a hacer preguntas lejos del dispositivo, pues se escuchaba a una distancia considerable en base a la intensidad de su voz. Ella se escucha mucho en falta de opciones.
(-) ¿Cómo es que Rutilo puede darte órdenes? ¿Cómo sometió a Ravata en primer lugar? No basta solo con convencerte…¿Es una especie de habilidad de gema?
(Tanzanita) ¿…? ¿Té?
>Tanzanita giró a verte confundida. Desde hace un momento ella se encuentra entendiendo muy poco debido a la conversación de aquella criatura no piroclástica con el balbuceo de Happy. Leucozafiro también se escucha de fondo, pero más que explicar de inmediato la situación intenta hablar con aquella criatura que sí pueden escuchar. En su nerviosismo y desesperación, parece que la no gema cancela de inmediato lo que debería ser una actividad del té. Tienes constancia de Anatasa realizando ese ritual con Turmalina desde hace mucho y Turmalina con sus compañeras que ahora mismo no se encuentran en la Tierra Cristalina, excepto Tanzanita. Quizá es por eso que ella replica a palabras de la voz extraña mientras continúa escuchando.
(...)
(Tara) Solo tengo una idea de que es lo que ella quería hacer... Creo que iba a rogarle, la trataría bien y luego la iba a confundir hasta romperla. Sea lo que fuera, estoy segura de que al final, ella intentaría modificar sus inclusiones a escondidas de los humanos exocrodos. Luego de que Fluorita la eligiera, si Dioptasa empezaba a sentir necesidades, dolor, comenzaba a olvidar, irradiar y seguían sus disformidades… Ella ya no habría podido resistir más, la reina lunar se habría rendido.
>Sitadel retrocedió, ella se sentó sobre la silla que antes puso de pie y comenzó a servirse su propio té. Parece que intentaba calmarse luego de que te haya negado por completo la posibilidad de hablar con Dioptasa o Fluorita para solucionar las cosas. También está el hecho de que apenas descubrió lo limitada que está por culpa de Rutilo. Según lo que dijo, convencer a Emeth no era suficiente para robarselo de Rutilo, aunque ello abre la posibilidad de que realmente puedan convencerlo, más que cerrar la de robárselo. Tara al final te responde sobre lo que se iba a hacer con Dioptasa cuando Rutilo la capturara, en una especie de charla de doble consuelo mientras toma algo de té. Por la inclinación que ella lleva, luce algo deprimida. Aunque, lo que dice es incluso más grave de lo que ya te había revelado Rutilo. Inducir ciertas propiedades a una gema incluso luego de su formación, ello solo era posible en contacto con Uranocircita y como Ametrino tuvo alguna vez su accidente. Según Tara, la respuesta que recibiste de Rutilo hace un rato, sobre su trabajo y como este era hacer sufrir a las demás en base a inestabilidades es cierta. Aunque, ella no se enorgullece del mismo, su reacción era similar a la de Padparadscha responder si le gustaba destruir piroclastos y si no, por qué la alegraba ser la mayor defensora. Tanzanita estaba a la espera de tus palabras, pero por lo impaciente que suele ser, ella llamó a Tara.
(Tanzanita) ¡Oye, piroclasta! No entiendo lo que dices. Pero si planeas capturar a tantas gemas, hay muchas gemas fuertes aquí que lo evitarán.
(...)
>Crisocola ya había marcado como una imposibilidad dañar la nube que se llevó a Leucozafiro con el uso de tu humo, prefirió verlo como algo que escalar, pero ello simplemente era imposible. Tanzanita inconsciente del alcance de tus habilidades se aseguró de intentar asustar al no piroclasto con sus grandes declaraciones. Naturalmente, Tanzanita hablaba lo suficientemente alto, con un tono alegre y una sonrisa en el rostro que sería complicado tomarla en serio. Sin embargo, la voz detrás de la cabeza piroclástica se encargó de aclarar tomando en cuenta sus palabras. Mencionó a Leucozafiro y su voz se intensificaba conforme entendía las palabras de Tanzanita. Hacia el final Tanzanita intentó utilizar la última exclamación de esta criatura para fastidiarla.
(Tanzanita) ¡Taaffeíta está dispuesta a tintar toda tu nube piroclástica cenizosa de violeta!
(-) No soy un piroclasto. Y mis nubes… No son fabricaciones, están hechas solo de agua. ¡Soy tan natural como Leucozafiro!
(Tanzanita) Oh, claro. Es cierto. Entonces, veamos, demuéstralo.