>>22333
Albert
La señorita asiente, aceptando su pedazo de fruta para luego observarlo posado sobre las palmas de sus manos como si desconociera por completo el objeto, no es sino después de mirar el trozo durante varios segundos que finalmente se lo lleva a la boca.
—
Blando. Dulce. Jugoso. Como pera — describe el sabor tras algunas mordidas, su expresión cambia a una de asco a medida que sigue comiendo —.
Tiene un sabor algo fuerte, concentrado. — Su cara se arruga como la de un bebé probando un limón por primera vez, sin embargo sigue tragando. —
Un momento... — Sus manos se tensan, agarrando fuertemente el vestido a la altura de los muslos, sus ojos cerrados como si estuviese pasando por una experiencia dolorosa —.
Sí... sí. — Asiente un par de veces y exhala con fuerza, dejando escapar el aliento que contenía. Cuando abre nuevamente los ojos debilita el agarre que tenía sobre su ropa y sube la cabeza para ver de arriba a abajo a las otras dos personas en la habitación como si fuese la primera vez —.
Este... Gracias, señor Mel Nike. — No hay cambios notables en el cuerpo herido de la chica, pero sí en su actitud. Logra mantener la mirada en alto y sus labios son capaces de formar oraciones enteras sin titubear excesivamente —.
Bueno... Sobre Saber. No es tanto una espada, sino un espíritu que habita una espada. Antes era humano, pero ascendió al trono luego de convertirse en espada... — Una expresión difícil se dibuja en la cara de Alice mientras recuenta la información, sus ojos divagan por la habitación —.
Disculpe, es que estoy... es difícil distinguir recuerdos todavía. De Saber cuando estaba vivo y... — se aclara la garganta —.
Era la historia de un héroe que decapitó a un dragón inmortal con una espada... Pero el humano no era el héroe de la historia, él ni siquiera tenía nombre; el héroe de verdad era la espada, Saber. Su nombre es... es... — El esfuerzo que hace para recordar este pedazo vital de información se puede ver en su rostro congestionado —.
Es-espada Vorpal, viene de un poema. — Un torrente de información nueva inunda la cabeza del hechicero en silla de ruedas apenas escucha el nombre, la apropiadamente llamada Alice continúa narrando lo que conoce del Servant sin ser consciente de esto —.
Por si solo no es muy fuerte, por eso necesita poseer a alguien. Su alma invade el cuerpo del que toque la espada y lo controla, convirtiendo al huésped en una especie de Espíritu Heróico o Servant mientras está poseído, también lo fortalece y corrompe su mente como un tipo de Mad Enhancement. — La chica vuelve a bajar la mirada luego de haberla mantenido en alto por más tiempo del que había logrado en todo el día. Llevó una mano a su abdomen, sosteniéndose el costado —.
Mi Contrato con la espada se rompió, es por usted... No podía sanar las heridas que me hizo Saber así que fue a buscar a un nuevo Master, seguro. — sin agredecerles por haberla salvado de Saber ni culparles por haberla herido en el proceso, Alice muestra una cara complicada al decir esto, limitándose a relatar los hechos con incomodidad —.
Su otro Noble Phantasm no es tan fuerte. Es la habilidad de herir y matar seres inmortales o invencibles, pero solo eso, no hace mucho daño contra un Servant normal.
Alice se acomoda en la banca, mirando sus manos juntas sobre su regazo en silencio, aparentemente habiendo terminado de compartir todo lo que conoce de su antiguo Servant.
—
Si la Panacea funciona contra la Maldición de la espada sería bueno guardarla en caso de emergencia — añade Saber sin abrir la boca o hacer contacto visual —,
aunque sería complicado obligar a un poseído a tragarla en medio de un combate. — Tras una breve pausa, la voz del Servant adquiere un tono más serio —.
¿Qué planea hacer con ella ahora? Mantenerla bajo protección y participar en la Guerra al mismo tiempo será complicado si no tiene algo en mente.
—
Yo... — interrumpe la conversación secreta que para ella solo pareció un silencio de medio minuto —.
No tiene por qué molestarse más de lo que ya lo ha hecho por mí... solo me iré de la ciudad, debería estar bien si me mantengo alejada... — dice cabizbaja en una voz algo apagada —.
Aparte de lo que le dije no tengo cómo pagarle lo que ya hizo por mí, pero puede tener esto. — La joven lleva una mano detrás de su espalda, es entonces que la misma sirena sonaría por todo el edificio, esta vez en un tono diferente que indicaba el uso de magia ajena en el edificio. El ruido alerta de inmediato a Saber, quien salta frente a ambos con su espada en mano. La chica igualmente se nota alterada, retrocediendo hasta caer de su asiento, sosteniendo ambas manos contra su pecho y apretando una joya rojiza en una de ellas. —
P-p-perdón. Y-yo. Yo no quería. Solo quería. Esto. Darle esto — tartamudea con gran pavor, dejando lo que parece ser un rubí del tamaño de un puño en el piso frente a ella. Albert puede identificar el objeto por su cuenta, pero la chica recupera algo la compostura y explica de todas formas —.
T-todavía tiene algo de Mana. ¡Pero ningún hechizo peligroso! Es de las que se pueden usar varias veces, por favor tómela, es todo lo que tengo.
>>22525 (((Información Actualizada)))