>>118481
El anciano entrecierra los ojos, intentando procesar tu verborrea sobre panes radiactivos, partos anales y serpientes. Rasca la visera de su sombrero y te observa como si fueras un insecto particularmente interesante que se hubiera colado en su merienda.
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(((Muchacha… no entendí la mitad de tus palabras.))) "
Su voz suena grave, aunque amable, con un ligero temblor que hace vibrar el carrito que sostiene con ambas manos.
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(((Pero lo que sí entendí es que estás detrás del pan picante radioactivo.))) "
Sus ojos, de un azul casi traslúcido, se clavan en los tuyos.
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(((Pues será mejor que busques rápido otro paquete, porque mi nieta también lo quiere.))) "
Señala con su bastón un cartel muy conveniente que titila en rojo anunciando que quedan quince unidades, entonces se apago un segundo y al volver a iluminarse, dice que quedaban solo 5.
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(((No pienso irme con las manos vacías. Si le llevo cualquier otra cosa, se va a poner a llorar como si la hubieran desheredado.))) "
El anciano se encoge de hombros con resignación y murmura.
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(((Esto es peor que el saqueo de papel higiénico del 2020… por el amor de Dios.))) "
Entonces sin añadir mas, agarro 3 bolsas de pan y las dejo caer sobre su carrito. ¿Dejarias que un octogenario se llevara tu pan?, ¡para nada!
tira dado