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Con suavidad, esos dedos reptan a través de tu rostro en un recorrido lento y dulce, pero más desconcertante que el retorcer de unos gusanos. Ese tacto, sin embargo, no era real. Preparaba tu piel para la crueldad que hervía en su ser, y te deja tan fuera de ti, que no supiste si la vista del tinte rosa antes del corte es azúcar o sal en la herida.
Pudiste pensarlo un poco momentos después en frío, generando un nuevo malestar. El cariño se vuelve la plaga que ahora más quieres evitar. Sea falso, o sea real. Sea María o sea tu hermana, de quien te decides apartar...
Estás en tu habitación. Es tu lugar seguro. Nadie entra sin tu permiso, incluso en la medianoche, cuando las caras que te miran y se deforman en las paredes, sabes que estás en soledad. Los monstruos son de papel, las caras de susto de los protagonistas inaudibles, ficticias. En el mundo real hay cosas que preocupan en verdad. Incluso en esta casa. Sería cosa de preguntarle a Marcy, pero ella no habla...
Tomas a tu pequeño amigo. Los bates no hablan, son buenos para guardar secretos... pero no para conversar. No quita que sean inseparables. Descansa en tu hombro, como tu método de aposematismo casero. Puedes bajar los viejos escalones.
El patio. Caminar y ver te traen recuerdos, que aunque quizás ni sean tan lejanos, hoy se ven a través de un filtro sepia.
>Cody (memoria)
"¡Puaj! ¡Paj!" -tras separarse de ti de un empujón, se tiró en el suelo a escupir- "¡¿Qué carajo, roja?!, ¡SABES QUE TENGO NOVIO!"
...
...no eres ni de cerca su persona favorita desde ese entonces. Cuando cruzan miradas, él simplemente ve para otro lado, indiferente. Pero... no es como que te importase de todos modos, ¿verdad? Es solo un nerd... y su 'novio' es un muñeco Ken... Seguramente lo escondió por ahí para que participe de las escondidas.
Amélie si te importa. Está en tu lista negra, y tú en la de ella. Quién sabrá la razón, pero ha hecho su objetivo molestarte cuanto pueda. No eres la única a la que molesta, pero sí del puñado a los que trata mal cada segundo que pasa.
>Amélie (memoria)
"...¿Cómo te llamas?, ¿Quieres ser mi amiga...?"
...eso fue cuando llegó. Su actitud cambió demasiado... y muy... muy rápido.
Marcy, por su parte, llama tu atención. Siempre callada, siempre dibujando. Puede que sea muda. También es de las pocas personas en la casa que son llamadas por el psicólogo... Es lo poco que sabes de ella... Incluso si el pasatiempo compartido es buena forma de empezar a platicar, te abstienes de siquiera intentarlo.
Te centras en lo que querías. Ni dibujos, ni luchas... sino información. ¿Quién era?, ¿Adónde ibas? Barclay, apellido que es casi conocimiento general, llama la atención de tus compañeros... Y les vuela la cabeza cuando sueltas la sopa.
>Lee/Chowder
<El tipo quiere adoptarme
"¡¿EH?!"/"¿Huh?"
Lee se ve mucho más sorprendido, Chowder mantiene ciertos recaudos.
>Chowder
"¿Lo dices en serio, Roja?"
Consulta, como si, incluso a pesar de la cara que llevas, aún existiera la posibilidad de que estuvieras haciendo una broma.
<¿Qué empresa? ¿Qué comida?
"¡La empresa Starlo!, seguro la conoces, hacen de todo..." -mira al cielo y comienza a enumerar levantando dedos- "café, harina, pan, mermelada, picadillos, caballa, arroz, arvejas, maíz, lentejas..." -esos son los diez dedos- "¡De todo!"
Antes de que pueda contar más, llega Molly, atraída por el chisme y la oportunidad de deformarlo. Barclay es un monstruo, Barclay es gigante, Barclay te convierte en galletitas después de comerte. Es como la clásica historia del amigo de un amigo... pero Molly no teme ponerse como la protagonista. Nadie le cree, es la niña mentirosa.
Algunos solo le llevan la corriente, sólo es una niñita muy imaginativa. Otros la ignoran... Y Amélie no tiene piedad con las palabras. 'nunca crean nada de lo que les dice la niña mentirosa' ha dicho más de una vez.
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De todos modos, solo viene a molestarte. Le das la espalda y tomas a Lee de la muñeca.
>Lee
"E-espera-"
Tiras, este es tan ligero que lo levantas como si nada. Queda de pie, pero tambalea, su cabeza da vueltas.
"aHhHh..." -se mareó por ponerse de pie repentinamente- "no estaba listo..."
Chowder niega con la cabeza, decepcionado de la debilidad de su alumno.
>Amélie
"Tremendo inútil..." -Murmura- "¿Y cómo que no?" -pregunta, ceja arriba, cabeza ladeada, labios en una diagonal de molestia- "este lugar es básicamente mío, soy la princesita~ todo me incumbe... Hasta los problemitas de los campesinos, Cecilia..."
>Chowder
"¿Campesinos?"
>Amélie
"No te metas, gordazo."
>Chowder
"¡Ey! No me digas así... ¡Le diré a María!"
Amélie sonríe ante esa amenaza, como si la sola idea de la señorita María moviendo un dedo para detener algo así fuese risible. Porque lo era... Chowder infla una mejilla tragándose la molestia.
>Molly
"Yo también soy una princesita. Mi mamá era la reina de Inglaterra, pero no podía cuidarme y me dejó aquí."
>Amélie
"Tú eres más... Juanito." -de ese cuento del niño que gritaba 'lobo'-
>Molly
"¿Quién...?" -no es que no lo conozca, simplemente no hace la conexión. Amélie, por su parte, no tiene intención de unir los puntos por ella-
>Amélie
<Si sabes algo de Barclay, escúpelo o lárgate
"Apuf"
Sus labios se hacen de patito y escupe en el suelo, a centímetros de tu zapato. Luego sonríe, sin decir más. Ella sabe.
<¿Pero qué sabrás? Eres una mindundi como el resto nosotros
>Molly
"..." -cree que esto se está poniendo incómodo-
>Chowder
"Ey..."
>Amélie
"Pfff... bu-hahaha~ ¿Que qué sé?, te recuerdo que no soy como tú, yo soy una princesita y-..."
Cerraste por completo la distancia entre ambas en lo que hablaba...
Y así, estaban una contra la otra... Espejadas. Y eran en realidad tan similares... Misma altura, misma tez, un lindo moño en la cabeza y otro en el cuello, ojos claros...
Pero eran tan diferentes a la vez. Amarillo contra rojo, como un indicador de riesgo. Su cara seria, transformada por la cercanía, ha de ocultar también pensamientos menos violentos que el que añoras ejecutar ahora.
"¿Qué?, ¿Crees que me asustas? Sácate esa cara de menstruación, Cecilia." -Molly se tapa las orejitas- "¿O qué?, ¿Quieres golpearme?"
>Lee
"Esto no me gusta..."
>Chowder
"Chicas-"
>Amélie
"Sé que sí, ¿No? ¡Supongo que un campesino no puede controlarse! Mírate. Fea, marimacha, cargando un bate..." -pone cara de que le extraña, mirando a Napoleón un segundo- "¿Con clavos?, ¿Me quieres golpear con eso?" -le apunta con un dedo- "bu-hahaha~ ¡Irás a prisión si lo haces! Nadie dejaría que una niña horrible lastime a una hermosa princesita como yo."
>Chowder
"¡Chicas!"
>Amélie
"¡Yo solo venía a contarte de Barclay y me amenazas!" -dice apuntando a a tu pecho- "Adelante, golpeame. Muestra lo que eres realmente, ¿Y luego? Pfft..." -niega con la cabeza- "Nadie se pondrá de tu lado. Sola, solasola como perro malo. ¡Así quedarás! Pudriéndote en prisión bu-hahaha~"