La muerte es para los seres vivos; en internet, solo somos entidades sujetas al olvido. Cuando ya nadie recuerde pasarse por aquí, es cuando realmente desaparecemos. Aún estamos a tiempo de gritar y hacernos notar, de recordarle a los demás que existimos. Pero, más importante aún, de recordarnos a nosotros mismos que todavía seguimos aquí.
Lamentablemente, pese a que solo somos entidades, seguimos siendo presas de las desventajas de la carne, y esta se ha ido pudriendo lenta pero inexorablemente. Ya no contamos con los dones de la juventud y nuestros ánimos por reafirmar nuestra existencia han ido decayendo. Muchos de los nuestros prefieren disiparse en el éter cósmico antes que seguir adelante, mientras que la otra parte solo busca revivir las glorias del pasado en lugar de disfrutar del presente.
Si las cosas siguen así, tarde o temprano acabaremos siendo devorados por el agujero negro del olvido. Por lo tanto, a menos que quieran ver cómo eso ocurre, les sugiero recordar. Recuerda que forma tenías. Recuerda, pero sin convertirte en el recuerdo. Recuerda, pero sin encerrarte en el recuerdo. ¡Recuerda! ¡¡Recuerda!! ¡¡Recuerda que estás aquí!!
Recuerda el ahora y recuerda el ayer, porque es solo el recuerdo el que te dejara ver que el futuro se extiende a nuestro placer.