>>31432
>Yo eso no lo pude tener por la formación religiosa rayando en lo fanático de mis viejos
Mucho de la psicología del incel viene de casa. Desde valores religiosos fanáticos hasta madres sobreprotectoras o padres ausentes; valores y enseñanzas propias de un mundo y una sociedad que ya no existen.
>Además en esa época los adolescentes no cogían tanto, en clases medias y altas era mucho más raro que ahora.
Es que no es solo el hecho de mojarla, es el haber podido y culminar ese sueño idealizado por peliculas, series y libros sobre un amor prematuro, violento y puro en los años formativos de nuestra vida. Muchos crecieron viendo esas cosas y con palabras tipo "si lo deseas lo suficiente, lo vas a tener" y la vida no es asi. Mucho del resentimiento viene de haber sido alimentado a base de consejos y expectativas falsas.
>El resentimiento también lo alimentan constantemente desde los micrófonos (para no variar). Nadie piensa en lo espantoso que es que se te rían en la cara, te señalen, te digan que es culpa tuya y todavía encima que está bien burlarse porque vos sos inferior.
Es asi. Como dije, a un incel misógino donde su único foro discursivo es el internet, no se le deja pasar ni una. Se lo trata peor que a un villerito o turro promedio, solo porque le falta calle o habla despectivamente sobre la conchita.
>Indudablemente algunos pinceles que sienten odio genuino a las mujeres existen, pero ni en pedo son así todos los casos
Y no pasa de misoginia discursiva. El pincel no va a salir a matar minas o violarlas; la fobia social no le permite siquiera acercarse a una mujer. El que sale a matar minas es el negrito, el marginal; el que les hace mojar la conchita por ser un rebelde.
>Y también hay mujeres pinceles
La mujer, gorda, flaca, negra o blanca; fea o linda, puede cojer. Las femcel son otro invento mas de la conchacracia en la cual se vive para usurpar una problemática masculina.
>Pero es más fácil meter a todos en la misma bolsa para poder escupirlos desde arriba
Es mas fácil perseguir al infeliz que hablar sobre las malas decisiones que toman las minas o la problemática de las villas y la gente que la compone.