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Desde la independencia de Latinoamérica y la destrucción del viejo orden colonial Español, las nuevas elites independentistas tuvieron la tarea de crear países a partir de lo que hasta entonces súbditos coloniales, esclavos e indios lejanos a la ilustración. Unos como Iturbide y el Imperio Brasileño intentaron preservar dicho viejo orden, mientras que los Caudillos e Intelectuales Liberales vieron a EU, Reino Unido y la Republica Francesa como los países modelo que Latinoamérica debía emular. Para principios del siglo XX, concluidas las múltiples guerras civiles post-independencia, esta visión Liberal resulto vencedora, y las nuevas republicas y dictaduras de corte liberal y positivista, realizaron políticas con la esperanza de alcanzar la modernización e incorporarse en occidente y la nueva economía global capitalista bajo el lema de Orden y Progreso, mientras que EU cada vez ganaban mas influencia cultural y política en America sobre las viejas potencias Europeas, hasta que finalmente, con el fin de la Guerra Fría y la derrota del Comunismo soviético, el Capitalismo Norteamericano se volvió la brújula ideológica definitiva para generaciones de políticos e intelectuales latinoamericanos en oposición a la izquierda. De modo que paradójicamente, el conservadurismo en LaTam implica la búsqueda de una modernización perdida, siguiendo las tendencias de EU.
El problema fue que esta visión nunca fue aceptada del todo por dichos súbditos coloniales, esclavos e indios, quienes pertenecían ajenos a estos valores e incapaces de incorporarse al nuevo orden.