La ignorancia y la pendejez son temerarias y atrevidas. Es triste cuán se ha bastardeado y ridiculizado la figura del Rey de Reyes, más que nada porque la chusma nunca se ha ocupado en instruirse ni en meterle tantitas ganitas a conectar dos neuronas. Cuando se habla de Cristo, en automático pareciese que aparece la imagen de una especie de hippie cuck que se dejaba pegar y que hacía truquitos de magia para impresionar pendejos y que le creyeran que él era hijo de Dios. Esta es la concepción común de la perrada, y lo que suma 'creyentes' o ateítos pedorros detractores; ambos funcionando con la misma ignorancia y pendejez porque son igual de mediocres y basicones. Una de las cosas cabronas que promueve Cristo, o el 'poner la otra mejilla', es el acto de no dejarse contaminar por las cosas del mundo ni perder la paz nunca. Si una persona fue pendeja y culera contigo, y tú le señalas por eso jactándote de ser mejor que él y de no ser mierda, Cristo te enfrenta contigo mismo y te cuestiona sobre qué harías cuando esa persona a la que le pediste ayuda no te ayudó y sobre cómo te comportarías cuando esa misma persona viene arrastrándose a pedir la tuya. ¿Acaso se la negarías también por 'venganza'? ¿Entonces por qué te consideras mejor que él si hiciste lo mismo y te portaste igual de miserable? Para Cristo, lo correcto es ayudarle y eso le confronta a uno con su orgullo herido y con su sensación de merecimiento y de reconocimiento. Cristo te desmadra el egoísmo, el egocentrismo, el egotismo, la egolatría, y todas las perversiones y distorsiones del ego. Cristo enseña que uno no ha de llenarse de rencor debido a las miserias del alma ajena, pues la paz no tiene precio alguno y siempre será preferible conservarla antes que perderla como si se fuese un desgraciado más. Si uno va por ahí señalando a los otros de no portarse a la altura de un buen hombre, lo mejor es que no actúe como uno de esos que tanto desprecia y apunta con el dedo después. Cristo es cabrón, mis negros. No te perdona una cuando te andas con mamaditas y cuando abres de más el hocico. ¿Y tú ayudarías con sinceridad y buen ánimo a alguien que anteriormente te despreció y te negó su mano? ¿O te sentirías justificado a decirle que no y mandarlo a la chingada 'pa que aprenda'?