Soy el tipo de persona que algunos creerán que está loquita porque está obsesionado con la limpieza o algo así. Para la psicología si no eres un pendejo más que no piensa y hace todo a lo pendejo, entonces eres un obsesivo compulsivo o un psicópata narcisista. Si no eres un baboso más que no es ordenado, que no es exacto, que no destaca en algo, que no busca hacer las cosas completamente bien, entonces estás mal. Soy esa clase de persona que no se sienta en sillas ni en asientos públicos o ajenos (a menos que tenga certeza de que pueden ser utilizados por una persona decente y limpia). Me repugna la idea de poner mis nalgas en una silla que seguramente algún prieto asqueroso hediondo ya sudó con su repugnante culo sucio de mierda, y que esos vapores y hedores se impregnen en mi pantalón y en mis nalgas. Primero el asco que es llenarse de caca ajena, y luego ir apestando de la cola por la culpa de alguien más, de un malnacido moreno que no es responsable de su ano asqueroso y que va por ahí llenando de caca todos los asientos que ocupa. Multipliquen eso por cientos y cientos y cientos de veces y de casos al día en este país de morenos hediondos sin educación ni conciencia que andan con las nalgas sudadas y encacadas todo el día. Hay gente que se pedorrea en los putos asientos, no mamen. Y luego vas tú de pendejo y ahí te sientas quedando todo impregnado de la cola de alguien más, de un señor o señora con sobrepeso color caca que deja ahí todo hediondo el asiento sólo para ser ocupado después por otro especímen igual, y luego otro igual, y luego otro igual, y luego otro igual, y todo eso se va acumulando en un asiento que nunca desinfectan ni limpian. Yo me cuido mucho la cola porque soy un ser evolucionado cuya inteligencia le da para entender lo repugnante que es andar con la cola cagada, y cuya sapiencia también le da para notar la diferencia en la calidad de vida que es andar con el culo bien limpio, bien lavado, y bien fresco todo el día. Jamás entenderé a los putos indios asquerosos que viven como viven con todas sus limitaciones cognitivas y su nula educación o decencia. Sean conscientes de sus culos, pinches negros. No sean hediondos ya sea por su propia irresponsabilidad o por la de los demás.