Un brayan se mete en tu casa. Por una sucesión de eventos que no voy a explicar, logras reducirlo, atarlo a una silla y amordazarlo. ¿Qué hace el negro promedio? Empiezo yo: Si mo estáuy golpeado, le tomo una foto y le aplico filtro de mujer. Si es fea, llamo a la policía, porque todo lo que haga excede la legítima defensa; ahora, si resulta estar buena, convierto al caco en mi saquito personal. Imagínense, negros. Un saquito hormonado y sumiso a base de días y días de lavado mental. Iría dándole confianza de a poco, sacándola de la silla, pero encadenada de un tobillo y una muñeca a la pared hasta que simplemente no quiera escaparse. Serían un par de años de costoso trabajo, pero tendría al saquito definitivo: fiel, sin contacto con otros hombres, imposible de corromper, siempre dispuesta e imposible de embarazar. Solo de pensarlo se me pone como diamante. Puntos extra si tienes una casita en el medio de la nada.