>>120233
¡Estarás bien! No dudas en dar una respuesta automática y levantarte, la mano de Carla se separa de tu muslo y antes de que pueda decir cualquier cosa en respuesta, tú ya te habías ido en marcha atlética al baño, cerrando la puerta a tus espaldas.
>Carla
"¡Carajo!"
Carlita da una patadita al aire, haciendo rozar la suela de su calzado en el piso, gesto de frustración. ¡Estabas vulnerable, era su oportunidad! Pero bueno...
Carla se retira como accedió a hacer, mientras tú veías tu rostro mancillado por manchas de sangre en el reflejo. Debes lavarte, el agua y el jabón se llevan el rojo, la peste a metal, y revelan una vez más tu piel, perfumándola con el dulce aroma del pachuli.
Poco a poco vuelves a verte a ti, no a la asesina, esa máscara roja se va por el desagüe del lavabo, aunque vestigios quedan en tus nudillos, donde portas el acero medio fundido que es desde hoy, un arma criminal.
Estás irritable, así como irritada... Mejor terminar de limpiarse. ¿Una ducha? Quizás ayudaría, pero aún debías salir, conseguir algunos dólares y pagar en el cajero.
Te bañes, o te limpies un poco más y ya -pues tus piernas tambíen tenían vestigios de violencia y vómito- al final sales, secando tu rostro.
Necesitabas mantenerte ocupada, un poco al menos. Algo tan cotidiano como preparar el almuerzo resulta útil. Eres hábil con el cuchillo, ojalá solo debieras usarlo para trocear ingredientes, pues eres buena. Tu elección para el plato del día no tiene qué envidiarle a la que maquinaría la mente de un chef.
Crema, fajitas... descansan calientitas en los platos, esperando a las comensales. Las llamas, ellas bajan, y las tres toman asiento para comer.
>Carla
"Jojooo... De lujo. ¿Qué es esa crema?" -la apunta con su tenedor, luego ve el agua- "eh, ¿no hay coca?"
>Lynn
"Hola, Cat..." -te saluda- "¿Oramos?"
Tú ya andabas comiendo cuando preguntó eso, un poco más en tus pensamientos que en la mesa. Lynn te queda observando, esperando alguna respuesta. Carla come también, ganándose una mirada inexpresiva de tu hermana, la de verde levanta una ceja. ¡¿Qué le mira?! No puede leer mentes, y es más difícil sin siquiera un gesto de por medio.
"..."
>Carla
"¿Khéh?" (¿Qué?) -habla con la boca llena-
<Entonces... ¿Que tal su día, chicas?
"¡Ah, moi weno!, ¿yel tuio?" -no cuenta mucho-
>Lynn
"...bien. Tuvimos música... nos pidieron que aprendiéramos un instrumento." -¿y cuál eligió?- "el piano." -así que era ella- "¿Y tú?" -misma pregunta que Carla- "¿Estuvo bien...?, ¿Tu clase?"
Fue tu primer día de clases después de todo.
"¿Nada... raro?"
Pregunta que podría o no disparar alarmas. Aunque hay que recordar que incluso si no sabe lo del ranking, ella ya desprecia las peleas clandestinas que sí sabe que llevas a cabo desde antes.