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El hablar las cosas no lo está llevando a ningún lado, Kelvin necesitaba pensar en algo más para salir de esta situación, pero ¿Qué? ¿¡QUE!?
¿¿¿¡¡¡QUE MÁS PUEDE DECIR PARA QUE CATHERINE RETROCEDA!!!??? Desesperado y sin opciones Kelvin utiliza lo que espera sea su carta definitiva y le pide tener sexo ipso facto creyendo que eso la ahuyentará. Craso error, el tener sexo dentro de instalaciones públicas y a la vista de todos (Mauricio vio el inicio de esto mientras recogía su espada de hecho) es un acto sucio, vil e inmoral
y eso es precisamente lo que Catherine estaba buscando.
Antes de que las neuronas de Kelvin puedan siquiera hacer sinapsis para pensar en una forma de escapar, Catherine ya yacía desnuda frente a él y con una caja de condones en su mano. Atrapado y sin escapatoria a Kelvin no le queda otra más que aceptar la situación en la que se encuentra, le pide a Catherine ponerle el condón con su boca. En un despliegue de habilidad que le sorprende incluso a ella, agacha la cabeza, conecta el interior del condón con la punta del pene y lo envuelve por completo dentro de la funda de látex.
Se aferran el uno al otro, unen sus lenguas, dejan que estas exploren a fondo las cavidades bucales de cada uno, la saliva se entremezcla, su temperatura corporal sube, sus cuerpos se pegan deseosos del contacto entre sus pieles. Había visto y leído sobre esto, pero experimentarlo era algo distinto, hoy era el día en el que Kelvin se volvería un hombre (En un hombre que se deja controlar por su mujer). Posa su mano con delicadeza sobre la de Catherine, desliza la yema de sus dedos sobre la aterciopelada piel femenina, su mano sube poco a poco en una larga caricia que recorre por completo el brazo de Catherine hasta llegar finalmente a su pecho, la empuja y deja que yazca recostada sobre la cama de la enfermería.
Observa desde arriba el cuerpo desnudo de la mujer frente a él, desde aquel ángulo podía disfrutar viendo al completo todo lo que hacía de Catherine una mujer. Centrándose su mirada en las zonas de mayor interés para él, siendo estos la vagina y pezones de la dama aristocrática, un fetiche el cual Kelvin admite tener. El vuelo de su vengador malva estaba experimentado turbulencias, debía de hacer un aterrizaje de emergencias dentro del aeropuerto de Catherine (Referencia a Rangu, él la hizo no yo) una vez dentro se balancea de adelante hacia atrás, realizando múltiples maniobras de emergencia con su vengador malva a lo largo de la pista de aterrizaje (Ok, esto si lo escribí yo).
Su cuerpo estaba extasiado por la experiencia, aumentando cada vez más la velocidad de empotramiento, pero muy en el fondo la mente de Kelvin sufría por la decisión que había tomado. Una sola lágrima brotó de sus ojos, deslizándose a lo largo de su mejilla para luego perderse entre el sudor de sus cuerpos. Catherine rio con un sonoro
Ohoho buscando satisfacer el fetiche de aristoputas de su amado, pero aquella risa escondía malévolas intenciones. Había conseguido lo que quería, Kelvin se había obsesionado con su cuerpo y se convirtió en su propiedad.
Los pechos de Catherine se sentían como bolas antiestrés en las manos de Kelvin
https://www.youtube.com/watch?v=IlD08Rh6xa8 y su pene comenzaba a inflarse, estaba listo para liberar su carga. Consciente de la situación, Catherine utiliza sus piernas para envolver la cintura de su hombre, lo atrapa en un abrazo y vuelve a conectar sus lenguas con pasión. No había forma de cambiar de posición, lo único que podía hacer Kelvin era seguir penetrando con fuerza la apretada vagina de Catherine hasta que finalmente eyacula llenándola de éxtasis y placer. Tanto es el goce del gamer helado que ni siquiera se percata del momento en que el condón se rompió por culpa de una aguja helada que liberó durante el acto.
Pero Catherine, oh Catherine, sí que se dio cuenta, no dijo nada al respecto, no se mostró sorprendida por aquel hecho. Ella sabía que esto iba a suceder, esto es lo que ella buscaba, todo lo sucedido no fue más que el maquiavélico plan de quién debo decir, es sin lugar a dudas el antagonista más malvado, manipulador e inteligente que Kumiko ha escrito. Desde el principio, Kelvin no fue más que una mosca dentro de la telaraña de engaños de Catherine. Puede que Mauricio sea el villano, pero Catherine es la verdadera supervillana de esta historia. Levántense, levántese todos y aplaudan a la gran mente maestra que solo Kumiko es capaz de escribir y teman, por lo que le deparará a Kelvin ahora que no es más que el juguete de Catherine.
𝕋𝕆 𝔹𝔼 ℂ𝕆ℕ𝕋𝕀ℕ𝕌𝔼𝔻↪