>>121421
>Marie en Elm Street
<¡Griffin, arriba!
"¡AH! ¡OHHH!"
Casi saltó de donde sea que fuese que estaba reposada. Se dio un golpazo de esos que te hacen agarrarte la cabeza y duelen como jaqueca de helado, se quejó con voz rasposa.
"Fruta madre..."
Sobando su mate casi quebrado, abrió los ojos de forma repentina porque la vista era digna de sorpresa. En un sobresalto, ignora el dolor y mira en todas direcciones, hallándose dentro de un vehículo, y no como pasajera -lo usual- sino de copiloto.
<Pon tu huesudo trasero a trabajar. No lo repetiré dos veces.
¿Eh?
"¡A-ah- sí, señor! Ya- ya voy."
No tenía ningún sentido, no recuerda esto, no sabe dónde está, pero de algún modo su estructura mental, falta de pasado se acomoda como para que todo tenga sentido incluso con una década de vacío. Marie se apresura a ir al asiento de atrás, tomando lo único que tenía encima como si ya supiera que estaba ahí: una cámara de fotos. Robusta, de buen peso y un diseño que la nerd calificaría de vintage lo fuese o no. Se pregunta por un segundo si esta cámara le gustaría a Luz, y aunque eso fuese su primer pensamiento no había lugar a tenerlo como el único por mucho tiempo. Debe moverse.
Apurada abre la puerta y baja, casi se va de frente al piso como pajarito picoteando gusanos. 'woh' dice, trastabillando hacia adelante, casi cayendo. Sus piernas se sienten como si no fueran suyas, su altura definitivamente no era suya, y sin embargo no podía darle importancia a pesar de la confusión mareante. Como si no tuviera mente en su totalidad, Marie camina, sus movimientos se sienten como desparramados, no acostumbrada a su propio ser.
Movida como en una experiencia a raíles, alcanza un lugar. Una casa, no importan los detalles, es una casa cualquiera como la de ella o la de algún otro policía de menor rango que el negro, de recursos más promedio. Pero más allá de las apariencias habían sensaciones, algo andaba mal ahí, fuese un aura, perturbación en el aire o lo que sea, Marie lo presentía. O más que eso, lo sabía, como si reconociera este lugar que nunca jamás vio antes, un deja vu por compararlo a algo.
Oh, espera, las apariencias suman. Ve cosas moviéndose dentro de la casa, sombras, y duda que sea un negro jugando a las escondidas. Ya se ha dicho, en casa, Marie tenía miedo de ver por la ventana de noche, es extraño, pero le inquietaba. Era como si fuese a ver algo aterrador solo porque era de noche, donde reinaba la calma. Esto también funciona a la inversa, imagina salir de tu casa a sacar la basura y al voltear ver a tu ventana. También esperas algo, aunque no haya nada, la inquietaba. Lo peor es que esta vez había algo, incluso si no fuesen esas sombras... le ponía los nervios de punta.
Marie pasa, saludos vienen con naturalidad y de su parte van tímidamente. Ingresa al hogar, otra vez, no tiene opción. En el camino halla un espejo. Está familiarizada con esto. El reflejo...
No. No es una niña sonriente. Como si hubiera tocado far lands, siente que no puede avanzar más del impacto. Es una adulta con cara de sorprendida, Marie finalmente parece ganar algo de control sobre sí misma. Su mano va a su cara y el espejo la imita a la perfección.
"¿...?"
¿Esa era ella? Estaba-
<¡Griffin! ¡¿Qué estás esperando? ¡¿Navidad?!
"¡Ah!"
Se sobresalta, saliendo del trance. Estaba tardándose demasiado. Eso estaba. '¡V-voy!' exclamó y continuó apretando el paso de los nervios. En el camino tose un poco.
"Agh..."
El olor le asquea, no sabe si es nueva en este rubro, pero sabe que le asquea, que quizás nunca se acostumbrará y que debería exigir un cubrebocas o algo si querían que vuelva a hacer algo así. Intenta ignorar las imágenes, pero no puede evitar sentirse mal solo con ojearlas, algo terrible pasó aquí. Antes lo sabía, ahora el sentimiento está presente en su mente con intensidad.
Atraviesa la puerta y no le da el estómago. Arcadas, tiene unas ganas de vomitar casi incontrolables, le duele la garganta de estar ahí. Se tapa la nariz, pero es inútil, el olor penetra entre sus dedos como un taladro, es tan nauseabundo que preferiría estar esnifando lavandina. No le extrañaría que este olor esté incinerando sus pobres pelos de la nariz como el químico más potente. Debe recargarse en el marco de la pared, su almuerzo al borde de la frontera.
"Ugh... Oh cielos..."
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De hecho se supone que sí debía tener una máscara...
"P-pero-pero burp-" -suelta un eructo que casi es vómito-
<Toma las fotos de rigor y vete. Es obvio de qué se trata, no necesitamos reconocimiento.
Pues sí, no podía más. Mejor termina con esto. Levanta la cámara, hace el esfuerzo. Solo mover el dedo y pulsar el botón requiere mucha fuerza, porque debe mantenerla estable y preferiría tener la mano en la boca para tapar la cascada que se avecina. Hace click, esa era la parte más fácil.
"Ugh... Cielos..."
Camina, con cuidado, con asco, con náuseas. Esta caminata del lado correcto de la ley debe ser más debilitante que la milla verde para el reo que va a conocer la silla electrica. La cámara parece una mancuerna en manos de alguien con Parkinson, de cerca es peor, siempre es peor. Contiene la respiración, es la única forma de tener buen pulso ahora mismo, acepta el riesgo de luego tener que tomar una bocanada de aire grande. Con suerte será suficientemente rápida como para tomar la foto y huir antes de necesitar respirar.
Snap snap y snap. Yup esto irá a mi colección de cringe parece que serán suficientes, ahora desea huir... Pero como que no puede. Se queda en el lugar, contemplando la escena, tomando más fotos, recabando horribles datos que cuadran con la escena. ¿Cuánto le falta para jubilarse...?
<Marieeeee... matame hija de putaa
"¿...?"
Una voz que hiela la sangre, que hiela todo. Que la congela como en sus primeros días en los backrooms en que su única respuesta al horror era la parálisis total. Mira a la cara al miedo, donde el sinsentido la recibe. La bestia, el monstruo, la voz proviene del podrido ser recostado, bañándose en su repugnante grasa. Marie estaba temblando, todo su ser estaba temblando. La cámara en sus manos la movía como el Noba a su volante antes de chocar.
<Siempre juraste que tendrías fe en mi... ¿Cómo pudiste darme la espalda? ¿No... soy... suficiente?
Sus pupilas se contraen viendo a lo peor. ¿Le estaba hablando?, ¿El Burster le estaba hablando? Esto iba más allá de lo raro, lo que decía, la forma en que lo decía. Todo estaba magistralmente elaborado para que se cague encima... Que no lo hace, ¿ok? Pero casi.
Le agarran el hombro y la arrastran, Marie quiere saltar del horror, pero no puede hacer más nada. Solo ver directamente a la perdición, el rostro del infierno con un calor comparable. Un monstruo horrible que hierve el escenario y a sus actores sin piedad. El dolor es abrumador, los gritos de Marie desgarradores.
"AAAAAAAAHHHHHH NIGGAAAAAAAAAAAA"
<Soy Dios.
NOOOOOOOOOOOOOOOOO ESE ES EL DIABLO WEY
Y entonces despertó cagada y miada
3/4 ya ya ya