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(New) Familias de humanos, familias de gemas, ¿es que acaso soy la única que permanecerá sola en esta habitación?. Nop, no puedo sentir envidia. Porque Lamme es mucho más joven que yo después de todo. ¡La inteligencia se desarrolla con la edad! Tal vez el pastel le sepa mejor a quienes tienen mayor iq. Claro que, eso significa que varios aquí fueron negligentes con su desarrollo, jojo. ¡Ya dime! ¿Cómo se siente ser parte de alguien más?
>Luego de hacer evidente su frustración, New cierra los ojos y agita su cabeza. De inmediato, ella toma y acaricia la cabeza de Lamme, tanto como una forma de demostrar cariño, como de alzarse en importancia gracias a su edad. Como una humana blanca su rango de edad se encuentra entre los 0 a 150 años. Aunque sus tres partes juntas posean cientos de miles de años, técnicamente el nacimiento de Lamme apenas abarca una mínima cantidad de tiempo. Probando también parte del pastel, ella fácilmente esconde sus respuesta y regusto amargo con una sonrisa. No parece que ningún humano a parte de ella quiera llevarse lo mismo a la boca, aunque no tiene nada que ver con su raza distinta a la de New. (...) La humana de combate se acerca a detener a la gema que atravesó todos los controles avanzados de la Metacorteza hasta esta casa. Sin embargo, como si fueran afectados por una presión sobrehumana, cada uno de los humanos son reducidos tanto en altura como en ancho y son transfigurados a pequeñas formas casi idénticas a la de insectos. Uno de los varios cristales que se mantienen flotando a los lados de la tal “Ónice” se ennegrece y se deshace como si se desintegrara. De inmediato surge otro del suelo que reemplaza al anterior en lo que la gema a blanco y negro responde con falsa vulnerabilidad.
(Gidc) ¡Onice, finalmente te rebelaste contra la Corteza! ¡Prepárate-!
(Ónice) Por favor no me llames de esa forma, podrías crear una abertura en mí.
(Espectrolita) ¡No, no, no! N-no se vayan. Todavía no he repartido llaveros de recuerdo.
>Los humanos tienen dos estados a los que acceden de forma involuntaria, la primera es la compactación que es lo que permite albergar cientos de millones en un solo nivel de la Corteza, y la segunda la vaporización, o aniquilación, que al asegurar que los humanos se conviertan en un humo rosa, no vuelvan a su forma original. Ónice forzó el primero. Tomando a varios de los pequeños humanos en sus manos, Espectrolita todavía les habló mientras se preocupaba por todo excepto por la nueva amenaza frente a ustedes. Las gemas no pueden ser afectadas tan fácilmente por armas de sonido o lo que sea que lleve Ónice flotando junto a ella, por lo que Espectrolita por ahora es tu única aliada. Antes de exponer el motivo de su visita, o antes de lanzar cualquier otra ofensiva siquiera, la gema desconocida que ahora tienes frente a ti se distrajo con los insectos desplazando a Espectrolita. Sus maneras, y su forma de hablar corresponden casi a la de una niña, aunque su aspecto diga lo contrario.
(Ónice) ¿No se ven graciosos? Como una pequeña bolita de hormigas que salieron de lo profundo de su nido siguiendo algo dulce. Pequeños, pequeñitos, muy diminutos. Esa es su verdadera forma. ¡No era creíble! Que seres tan débiles sean capaces de soportar esta presión, obviamente hacen trampa. ¿Me permiten? ¿Qué tomaré…? Espero que no sea importante.
>Dos de tres escarabajos negros los tiene Espectrolita en sus manos, el tercero junto a lo que parece ser una cucaracha blanca se mantienen en el suelo mucho más cerca de el alcance de Ónice. Es evidente cual es cual en base a su color, pues aunque no puedes identificar a ninguno de los primeros tres, la blanca es claramente New. Es Ónice quien se encoge solo para intentar tomar al insecto blanco en sus manos, o arrancar parte de él. Estuvo allí durante varios segundos, haciendo gestos con las manos, dudando, pero eventualmente colocando su vista de nuevo en ustedes. Percatandose de que Espectrolita intentaba reunir al tercero, ella la sorprende con una pregunta rápida.
(Ónice) ¡Te pregunté qué tan graciosos son!
(Espectrolita) Um.. ¡Ah! Pues… Son muy lindos. Me permitieron reunirme en su casa. Y-y gracias a ellos las tres hermanas encontraron que hacer-
(Ónice) No es a lo que me refiero. ¡Un show, algo divertido! Tienen la altura perfecta para controlar pequeñas figuras de acción, ¡o marionetas!. ¿Tienes experiencia como directora? No, creo que lo mejor sería usar tu fea ropa como material de vestuario, sería ilimitado. ¡Y tendremos tres cámaras! ¿Les acoplamos lentes de aumento? Sí es así podrían actuar, de forma dramática. Con el enfoque justo las tragedias también pueden ser graciosas. ¡Entretenimiento, por los próximos 100 años!
>La respuesta que obtuvo Ónice la decepcionó claramente, pero ella no tardó en animarse a sí misma exponiendo claramente sus ideas. Con un segundo quebrar de uno de los cristales alrededor de Ónice, los humanos cayeron fuera de las manos de Espectrolita, agrietando parte de ellas, como si una gran masa se hubiera apoderado de cada uno de los pequeños animales. Reuniéndonos a todos con sus brazos, Ónice mantuvo toda su atención sobre los humanos en miniatura. De vez en cuando levantaba la cabeza para recibir retroalimentación con una sonrisa. Pero, si no eran los cristales los que reaccionaban a sus movimientos, lo era una delgada capa metálica en la pared que lentamente parecía apoderarse de los bordes de la habitación. Antes de aplastar a los humanos en el suelo, Ónice dirigió su mirada a ambas y pareció conmoverse por un instante. Bajó la cabeza en disculpa y retrocedió pensativa.
(Ónice) Lo siento… Las gemas con las que solía compartir no parecían importarles la vida o la integridad de los humanos. Parece que adquirí algo de ellas… (...) A decir verdad, estoy conmocionada. No esperaba que fueras capaz de lucir así, vieja Ambar. Me preguntaba, qué pasaría si una gema desconsiderada o Peridotita las obligara a unirse las tres otra vez. La respuesta está frente a mi y… ¡Es una tan llena de esperanza! Es tanta, que me voy a derretir. ¡Gracias! Por ser quien eres y como han sido hasta ahora. A partir de ahora, ¿pueden prestarme su fuerza?
>Tardó su tiempo, pero ella finalmente se refirió a Lamme con plena consciencia de su ser original. Su desprecio solo fue temporal porque de inmediato, ella comenzó a expresarse de forma alegre. Extendió los brazos con felicidad y se vio fascinada por únicamente decir esas palabras. Las celebraba a todas, excepto a Espectrolita, como si fuera una especie de fanática. Cuando pudieron ver las paredes a los lados, una de ellas ya se encontraba perfectamente bañada en un extraño metal, la segunda tomaría solo unos minutos en completarse. Ónice haciendo gala de su bipolaridad, cambió su expresión rápidamente y comenzó a juzgarlas con un aire sombrío.
(Ónice) Ustedes tres son extremadamente egoístas… Quedarse con una habilidad tan cautivadora como esa, para su uso personal, es tan tan grosero. ¿¡No se pusieron a pensar en las demás!? Hay gemas que pudieron haber salvadas, en lo profundo de la Corteza, o allá arriba. Una delicada gema que cree en cuentos de hadas. No es nada para ti, ¿verdad, Ambar?. ¡Sé que estás ahí! ¿Lo estás? Tal vez… bueno, no. Es un hecho que abandonaste a tus hijas, por lo que no es raro que hayan crecido del lado incorrecto de la moralidad. Pero yo lo arreglo ahora. ¡Puedo ser su hermana, o su madre si así lo quieren! ¡Elijan!
>Les gritó y las señaló, a cada una individualmente, aunque estaban unidas en una sola. Ónice comenzó a actuar de forma errática incapaz de distinguir por completo en cuanto te hablaba a ti como Lamme o como tu antecesora. Se rinde de inmediato y luego descaradamente te expone. Los cristales detrás de ella dan una vuelta de reloj de arena antes de que Ónice de un paso atrás con una mano en palma hacia su pecho. Tras intentar acercarse a ustedes, creando un vínculo artificial, Ónice se observa más segura de decir. Su palma abierta se convirtió en un puño que empujo hacia adentro más y más hasta que comenzó a desprender parte de su material.
(Ónice) Solo necesito que me acompañen a la superficie. Haré lo que tenga que hacer, pero antes, ustedes se unirán con otras tres gemas. Eso las salvará, ¿lo comprenden?. ¡No me importa, cuanto tenga que gritar! Ya no me preocupa mi cuerpo o el de ustedes. Pero sí es por terminarlo todo, yo… Yo.
(...)
(Ojo de Halcón) Alterar la mecánica de las inclusiones significa cambiar la composición del mundo. Es posible que, como resultado de la salvación de 42 mil billones de humanos, todo termine en extinción, tanto para gemas como otras formas de vidas en base a inclusiones. El campo cuántico que sustenta las inclusiones obedece un principio de irreproducibilidad. Las alteración de las inclusiones podría ser irreversible, por lo tanto, es vital comprender la magnitud de la demora en la desintegración de los protones. (...) Ambar, ¿sigues aquí?. Significa que me escuchaste.
>El resto de la grabación parecía ser solo la joven dirigente del centro de investigación plasmando sus teorías en video. Ello hasta que la silueta de Ambar se convierte en la imagen clara de Ambar. Frente a Ojo de Halcón, Ambar se observa grande y antigua, lo suficientemente desarrollada como gema para dar una imagen maternal. Ello desde su punto de vista, pues a Ojo de Halcón parece importarle poco o nada que una nueva gema haya dado la cara. Ella regresó a su pantalla hojeando uno que otro documento antes de realizarle una pregunta.
(Ojo de Halcón) ¿Soportarías vivir compartiendo el cuerpo de alguien más? Si se trata de posibilidades, hay varias que no involucran la extinción. Otras formas de vida podrían surgir a partir de nuestros cuerpos. Por ejemplo, si sobreviven remanentes de nuestras memorias, así como la naturaleza se ha acomodado a nuestra eternidad, entonces podrías apoderarte de un verdadero cuerpo biológico tras una espera de millones y millones de años. No es cuestión de paciencia… Solo necesitarás preocuparte más por tu integridad, unas dos o tres veces, como mínimo.
(...)
>Incluso desde hace mucho, existían varias gemas que se preocupaban por la forma del mundo, antes que la del individuo. Pero, recordar o no esa grabación no sirve de nada. New volvió a manos de Espectrolita quien sentía demasiado miedo como para observar por completo a Ónice desprender pedazos de ella misma. Los insectos tienen el suficiente espacio para esconderse dentro de ella después de todo. Sin esperar su respuesta, Ónice dejó que el metal que probablemente ella trajo o controla genere estructuras que se conectaron detrás de ella. Enraizadas en medio del aire, el hierro se expandió y consumió la luz del ambiente para transformar un objeto en medio de la habitación. Lo que surgía era un cristal tan claro que se asemejaba al vidrio de cuarzo puro. Con un tono cada vez más propenso a intentar hacerte daño, Ónice levantó y empujó suavemente uno de sus cristales cercanos en tu dirección. Comenzó a ennegrecerse.
(Ónice) Ambar, no eres la primera gema a la que le pido ayuda. Y por eso mismo sé que, aunque la consiguiera, no tardarías en decepcionarte de mí. En respuesta, he tenido que ingeniarmelas, una y otra y otra vez. Tú estás rota, partida en 3 partes, y yo… no necesito las partes de tí que están indispuestas a cooperar.