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Lady Dama ya había abandonado el centro gravitatorio del planeta donde se encontraban, su cuerpo era ahora uno con el universo, flotando en el infinito vacío como basura espacial cualquiera. Alejándose sin parar de la trama y el mundo que le concierne a esta pero no a ella, la nueva encarnación miró el puntito azul por una última vez con lágrimas en su ojo colgante, sabiendo que ya no había algo para ella en ese lugar.
<...
Las palabras le faltaban, pues, como es bien sabido, en el espacio no hay sonido, pero sí hay pensamiento, y ahora una niña de cabello a veces verde, a veces amarillo.
<(((Esto está todo mal, las cosas no deberían ser así.)))
Otra vez la dama veía la falla en la arquitectura del todo. Ese "dios" telefonoso que se encargó de construirlo no hizo un buen trabajo, probablemente porque nunca cursó la asignatura completa. El planeta, que muchos decían que era plano y otros que era redondo, era ninguno de los dos. La cosa amorfa que Lady veía desde su nueva posición en el espacio sideral era tan deforme como un implante de seno hecho en brasil a precio de remate, demasiado detestable para seguirlo viendo.
Por primera vez en muchas vidas, LD sintió desesperación, una desesperación tan fuerte y pesada que la hizo perder la ingravidez y caer como un meteorito de regreso al mundo del que creía haberse desligado.
<Ya qué, bala de cañón.
La desesperación se desvaneció nuevamente, solo fue un sentimiento pasajero, tan fugaz como una estrella.
Gracias a su gran puntería y la visión 20/20/20 de sus tres ojos sanos, la dai dama logró planear su descenso de manera tal que cayera donde mismo se elevó, para así aplastar, machacar, destrozar, mutilar, destripar, descuartizar, matar y verbar a los dos robots fisicoculturistas del futuro.
Ya el momento estaba cerca, la niña era ahora una bola ardiente que se aproximaba a la tierra con toda la fuerza de su masa por aceleración, anunciando el fin de algo. Pero, en el momento previo al impacto, ajustó su trayectoria para golpear a Mordecai, ya que los otros dos ya habían sacado dados altos, un ataque suyo sería innecesario y ella quería por lo menos darle algún sentido a todo lo escrito antes matando algo o causando algún tipo de destrucción propia.
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