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Te ha costado trabajo levantarte, pero después de cinco minutos has logrado vencer a la dysania una vez más. Parece que tu guerra no va a acabar pronto, así que decides dirigirte al baño.
Abres el grifo del agua caliente y dejas que el liquido acaricie tu cuerpo. Te sientes cómodo, la sensación es reconfortante y te pierdes en ti. No obstante, sabes que tienes que salir, no por nada transcendental, mas bien, porque tu familiar también desea bañarse con agua caliente. Vamos, ¿A quién le gusta bañarse con hielos?
Sales del cuarto de baño, listo, y te diriges a la sala de estar: Puedes ver a dos personas, una de ellas se encuentra sentada mientras lee algo, la otra, se encuentra en la cocina preparando los alimentos de la mañana.
El sujeto de la mesa se dirige a ti:
Buenos días— Responde con calidez, pero sin perder su concentración de su lectura— Bueno, la comida ya se encuentra lista, ¿podrías despertar a “Aoko”?
Asientes con la cabeza, respondes con un “huh” en señal de aprobación.
Bien—
Sin mas que decirse, te decides a subir las escaleras y traer a Aoko a la mesa. Mientras subes, no dejas de pensar en ellos: Son tu familia, si, pero no son tu “familia”. Sucede que tus tíos y tu prima te han acogido después de algunos incidentes que no valen la pena traer a discusión, pero esas emociones no te dejan muy tranquilo que digamos, decides ignorarlas y seguir con tu día como siempre.
Te encuentras en frente de la puerta, la giras lentamente, abriéndola con cuidado. Si bien tenias que despertarla, ser bruscos no ayudaría en nada. La habitación esta decorada como una habitación típica, si bien la única diferencia es la pila de peluches en las que tu prima descansa, de ahí en fuera todo es igual.
Te acercas a la chica, quien parece placida en su cama, rodeada por peluches de diferentes tamaños y animales; mueves su hombro con algo de insistencia, recordándola que debe despertar, acción la cual recibe respuesta:
Si~ Unco min— Es lo único que llegas a entender, el resto son incoherencias y ruidos mal vocalizados a razón de su letargo—
Viendo que no va a levantarse, decides recordarle que si no se levanta se va a perder de los wafles que tu tía, su madre, esta haciendo.
La tentativa de los wafles y la amenaza de no poder disfrutarlos parece hacer efecto; La pequeña Aoko se encuentra de pie, y sin cruzar palabra, comienza a bajar las escaleras con rapidez.
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Para Talos
Este es el hilo del rol. El hilo de meta es para dudas y comunicados y asi.