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—Heh— La chica rio brevemente. Ella te observa, y sonríe, sin mostrar los dientes. —Yo no soy quien necesita ayuda, chico… Aunque cierto es que puedo ayudarte.
Dicho esto, continúas interrogando a la chica, cuyas respuestas se vuelven mas esclarecedoras, pero sin dejar de confundirte, mas que todo por su tendencia de, referirse a ella en tercera persona:
—Oh, yo. Si, Agatha es mi nombre. Sobre lo segundo, Agatha ya lleva sus años dentro de la escuela, pero la complexión de ella es muy tierna, Agatha no se encuentra sorprendida que la confundan con una niña.
Agatha acabo de introducirse, y pregunta sobre los eventos de ayer. Ella lo sabe, pero no puedes saber cómo obtuvo la información:
—Por cierto, Agatha tiene una duda: Ayer hubo una falsa alarma de incendio, no se a encontrado aun al responsable, pero hay algo que llamo la atención de Agatha en ese evento… En uno de los baños de la escuela se encontraron pedazos de cristal y porcelana, metal hecho girones y destrucción total, pero eso no es lo que le interesa a ella, mas bien, es aquella sustancia negruzca y pegajosa que apestaba el lugar. ¿Sabes que podría ser? Agatha tiene sus apuestas, pero ella no está segura aún.
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Aun con tiempo de sobra, comienzas a dar un paseo por los pasillos en busca de algún club al cual pertenecer, al menos con la promesa de tener un arma a la mano; Llegaste al boletín de la escuela, el cual rebosa de papeles y chinchetas de colores varios; grande e imponente, toda la información que pudieras obtener está ahí.
Mientras analizas los avisos, observas que los clubes están clasificados de muy conveniente forma, lo cual, te permite fijarte en la categoría de “actividades físicas” La lista, aunque muy corta, es suficiente para que decidas que a que club vas; la lista dice:
>Actividades físicas (Deportes)
<Baseball
<Kendo
<Esgrima
<Snooker
<MMA
Las opciones están ahí, solo es cuestión de que elijas; En tanto, una voz familiar llamo tu atención, regresándote a prestar atención a tus alrededores. Volteas, y ves a una figura acercándose hacia ti, con su cárdigan crema y pelo rosa, si, es Ohno, y parece feliz de encontrarte.
—Katzuo, Hey. Kazuo~o, Aquí.