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ÍNDICE GENERAL Index TABLONES HERMANOS En inglés tg Hispa hisparefugio Tablones regionales arepa / esp / col / cc / pe / mex Tablones de intereses y ocio ac / vt / hispol / arte / av / hispatec / teyvat

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Crater Abyss [Cap:4] Rolero 28/01/2025 (Mar) 02:45:47 Id: 3f6aed 106802
Crater Abyss: [Episodio IV - Esto... Es Personal] https://youtu.be/tYE462wwjWk 1d100 = 26 El dadito. = = = https://youtu.be/gNL2aJTYwAU En tiempos de sombras, en tierras de luto, se abre el abismo, un reino sin fruto. Allí yace el Cráter, donde el mal reinó, mazmorra sin fin que la muerte engendró. Un eco profundo seduce a los vivos, susurra promesas, sueños furtivos. "Desciende, mortal, al umbral sin piedad, hallarás en mi seno la verdad de tu ansiedad." Fue un joven valiente, Khorin el Justo, con fuego en los ojos y un corazón robusto. Su hermano caído por garras del mal, era su razón, su pena abismal. "Te traeré de vuelta, oh sangre perdida, te arrancaré de la muerte prohibida." Con espada y linterna, su paso marcó, al fondo del Cráter su alma entregó. Cuentan los bardos que al cruzar el umbral, Khorin encontró el deseo mortal. No habló su boca, mas su mente traicionó, y el ansia secreta su suerte selló. Al alba emergió, dorado y cargado, con riquezas que harían a un rey humillado. Monedas y gemas, un trono sin par, mas sus ojos vacíos no podían mirar. Susurros corrían en cada taberna: “Khorin el rico, mas no halla linterna. ¿Qué vale el oro si el alma perece? ¿Dónde está el hombre que tanto enloquece?” Un día, sin rastro, el rico se esfumó. Ni trono, ni joyas, ni sombra dejó. Dicen que el viento en las noches de hiel, aún canta su nombre en un eco cruel:
[Expand Post] "Busca, oh necio, lo que el alma desea, mas teme el abismo, su verdad golpea. Lo que ansías no siempre es lo que ves, y el Cráter sólo da lo que tu llama cree merecer." = = =
>>106802 Ayyy kek. Guardado. No sé si debería responder o esperar la movida del Gerardo, pero dejo esto de todos modos. Ma'am <Habilidades >Berserker lvl.3: Atacas 8 veces en 1 turno, pero después caerás inconsciente por 2 turnos (es posible esquivar ataques) ~ >Grito de Intimidación lvl.1: Intimidas a un enemigo, este causa la mitad de daño por 3 turnos ~ >Espíritu Bárbaro lvl.1: Tiras 3 dados en turnos de Esfuerzo físico (eliges el más alto) ~ >Catapulta lvl.1: Agarras a un enemigo con tu fuerza y lo lanzas como una catapulta usándolo como arma {1d4} ~ >War Stomp lvl.1: Da un fuerte pisotón en el suelo, dañando las unidades enemigas cercanas {1d5}. Puede aturdir 1 turno si sale 5 ~ >Bloodlust lvl.2: por 3 turnos tu evasión aumenta +3, tu daño un 45% y tu precisión +5 Garrett <Habilidades >Cleptómano lvl.3: Tiras 6 dados en turnos de robo, poner objetos en alguien o forzar cerraduras (eliges el más alto) o tiras 3 dados, pero sumas los 2 más altos ~ >Uno con la oscuridad lvl.2: Con tus habilidades de sigilo puedes mimetizarte con el ambiente, siendo invisible por 5 turnos, tampoco produciendo ruido ~ >Detrás de ti, Imbécil lvl.1: Si te encuentras detrás de un enemigo sin que se dé cuenta causas crítico (Atacas 3 veces) ~ >Crafteo de venenos lvl.1: Crea venenos ~ >Evasión lvl.1: Aumenta la Evasión en 4 por 3 turnos ~ >Tajos lvl.1: Causas varios Tajos al enemigo en zonas dolorosas. Por el dolor, el enemigo baja su precisión [-4] y puede sangrar. Lanza un {1d4} [4 o crítico sangra, {1d3} cada turno] Granhijo <Habilidades >Armadura mágica lvl.2: Dota de armadura mágica a él y a otro. Aumenta la evasión en +2 y reduce el 30% de todo daño (2) ~ >Sabiduría lvl.3: Tiras 6 dados en turnos de Inteligencia (eliges el más alto) o tiras 3 dados, pero sumas los 2 más altos ~ >Purga lvl.1: Rompe maleficios o armaduras mágicas ~ >Absorción de Alk lvl.1: Drena todo el Alk del contrincante y se lo queda (3) ~ >Cadena relámpago lvl.1: Lanza un rayo que rodea al enemigo, dañándolo por 3 turnos (cada uno sacando menos) {1d10} {1d5} {1d2} y lo deja con ticks eléctricos por todo el turno [-2 de precisión] (5) ~ >Préstamo de Alk lvl.1: {1d3} Por dos turnos intentas comunicarte con el más haya para mendigar Alk. Estar empericado reduce el proceso a un único turno
[Expand Post]~ >Faerie Fire lvl.1: Un fuego rosita con textura similar al polvo quema al enemigo y nunca se apaga, también causa desorientación. {2d2} cada turno, [-3 de precisión] (10) ~ >Cripple Curse lvl.1: Bajas la Evasión de la víctima un 50%, su daño un 30% y su precisión un -2. (las criaturas malditas son inmunes, solo se puede usar 1 vez por combate) (20)
Ayyy, que puta obra de arte el Pov del Hurr, respondo hoy, deja que pongo esta mierda aqui para facil acceso. Eirim la monja <Habilidades >Curandero de Convento lv2: Tiras 4 dados en turnos de primeros auxilios, puedes improvisar en heridas graves sin vendas o botiquines (eliges el más alto) >Luz curativa lv1: Con tus rezos, tus manos brillan con un aura curativa (Recupera solo daño físico leve) {1d12} [3 de Fé] >Luz de Purgadora lv2: Lanzas una luz sagrada que purga el alma de tus enemigos {3d7} paraliza por 1 turno [7 de fe] >Devotion Aura lv1: Dotas un aura bendita a un compañero (+3 en evasión y Armadura mágica) [2 de fe] >Escudo Sagrado lv1: Generas un escudo al rededor de ti o un objetivo (inmunidad por 3 turnos) [8 de fe] >Juicio de absolución lv1: Juzga a los enemigos con compasión y misericordia, concediéndoles una oportunidad de redimirse al convertir parte de su daño en sanación para su objetivo (Transforma el %45 del daño infligido en vida) [gasta 10 de fe] >Llanto de Arrepentimiento lv1: Emite un llanto sagrado que conmueve los corazones de los enemigos, haciendo que se arrepientan de sus acciones y reduciendo su voluntad de luchar durante un tiempo. (Dura 5 turnos, no se puede volver a usar en el mismo objetivo) [gasta 13 de fe] Por obvias razones no funciona con seres sin alma >Círculo de Redención lv1: Crea un círculo de luz que otorga a los aliados cercanos la capacidad de purificar sus propias heridas, restaurando gradualmente su salud durante un período de tiempo indeterminado. {1d5} cada fin de turno [gasta 16 de fe] >Rezo: recupera Fé {1d5} HP:78 Evasion 11 Fé: 20/20 >-5 a atletismo >+5 a exploracion INVENTARIO >Túnica de Monja de los Observadores >Rosario de los observadores >Tus puños {1d3} >Una muleta {3d2} >Una silla de ruedas >Thurible: [Aumenta los rezos a {1d12}, y +4 en curación] >25 de cobre Wes el cagadero <Habilidades >Adaptado para Sobrevivir lv2: Vivir en condiciones tan precarias te ha preparado para todas las Situaciones improvisando, tira 2 dados en todas las acciones ~ >Lanza caca l1: Tiras caca a tu enemigo causando que falle más sus ataques y baje su moral {1d20} [-4 Precisión] ~ >Hacerte el muerto: te haces el muerto tan excelentemente que nadie nota que estás con vida y te ignoran. ~ >Alto metabolismo: La comida te cura más y el veneno termina más rápido ~
[Expand Post]>Embestida Desesperada lv1: Un Ataque frenético y poderoso que sacrifica la defensa por un golpe desbastador (no puedes esquivar) {+15 de daño} ~ >duelo a muerte con cuchillos lv1: Foco intenso en un solo oponente, ignorando distracciones y ataques de otros enemigos. (Solo puedes luchar con un enemigo hasta que muere, la habilidad termina hasta entonces) {+3 de daño, +3 de precisión} Un solo uso ~ >Determinación de Cucaracha: No importa cuantas veces te aplasten, volverás a levantarte, una voluntad inquebrantable para sobrevivir y superar cualquier obstáculo, por más insuperable que parezca. Si mueres, puedes regresar de la muerte 1 vez ~ >Recurso Desesperado: Capacidad para improvisar armas y herramientas a partir de objetos cotidianos o para encontrar refugios improvisados y recursos {1d20} ~ >Resentimiento lv1: Un ataque potente, pero desesperado, que aumenta en fuerza más herido este el Condenado {1d20} HP:70 Evasion:??? <Inventario https://youtu.be/VqdkS6PL1lw
>>106517 >>106525 >Wes Todo desquiciado, asi bien insano, el polillon arremete contra el Goblino y salva al Manatie de que le apuñalen los riñones y lo infecten de tetanos. Lo aplasta contra la pared como garrapato, pero la furia racial del condenado era tanta que jorgea de forma muy realista y no a la manera de Koku el violador: El arranca cacas, de forma que solo podia ser hecha por un salvaje sin educacion o como el. De fondo el grandote se cae como fiambre por un patatus del abismo, con suerte saldria de esta, si tenia la suficiente voluntad y fuerza para bajar tantos niveles en el abismo (al menos desde la perspectiva del West coast), era posible, si no, tendrian comida de emergencia para el viaje. Se queda jorgeando al goblin con mucha concentracion, que nisiquiera nota a los spooky skeletons que tratan de hacerlo bosta, sino hasta que lo golpean de a deveras. "¡AGHHH, el diavlo mmguevo' ¿yo que le hice para que me haga eso?" Sus mas bajos instintos le estaban bajando todavia mas su reducido IQ. Por suerte el mamas lo salva del spooky skeleton con un putazo bien dado. Pero entre que el mago se roba su diseño caracteristico de ojos rojos brillantes https://youtu.be/qp5ZODWUvPk otro de los esqueletos le apuñala la pierna "¡AHHHH!" Grita como solo sabe el >Eirim Eirim ignora los jorgismos que la rodean y quiere seguir con sus intentos de catedra como psiquiatra, y la respuesta del Draugr es empujarla al suelo, al final esta ciudad con calles de mierda, ese gremio de bastardos y renegados, y mas que nada esta prision llena de desviados y herejes, ninguno de esos lugares son tan distintas al convento donde crecio. Sean sus compañeros de fé o sus compañeros cadavericos, todos la pisoteaban, todos se aprovechaban de su cuerpo debil, todas la ignoraban, le quitaban su comida, le dejaban las tareas pesadas, nada habia cambiado. Y asin seguia siendo tan, pero tan tonta, ante todo lo que le hicieran de daño >El... dolor... ¿por qué duele...? Ella seguia queriendo intentar, tal vez era deseos genuinos de bondad o un sentido enfermo de querer sentirse util y ser vista como alguien capaz de ayudar ante los ojos de los demas, producto de algun trauma por años de abuso y vivir con las expectativas de alguien de gran poder y estatus sobre ella, quien sabe. El encapuchado entonces hace una de sus magias paganas judeo-mormonas satanistas y oscurece todo mas que el peludo culo cagado del Wes. Ataca al Mamas y al Pupus, el ario era una pared y podia aguantarlo mentira la monja es mas tanque, pero el evasor de impuestos era un monje como ella y eso venia predispuesto a ser un nerdo debilucho. "¡Caius!" Tampoco puede hacer mucho, ¿que debia hacer, saltar en una pierna y arañar al mago para que un goblin le apuñale la garganta?. Si se moria ella la party perdia su segundo healer y se iba al carajo el poco balance que tenian. Aunque cambia un poco de opinion cuando el goblinoide dos le da puñaladas de motochorro al Pupus. "¡Oye, dejalo!" Entonces el Goblino lo deja y se va por el Wes "Uhh..." Pero Goblino uno le hace relevo y le rompe un dedo al Pupus "¡Oye!" La cosa se pone a mal cuando el Draugr 1 se le acerca de nuevo y casi le corta la mano de un tajo. Estaba en la mierda y no ayudaba un carajo, a lo mucho distrajo a los huesudos para reducir el daño, pero poco ayudo. "La monja se apoya en la pared para ponerse de pie, entonces empieza a dar saltitos hasta acercarse al calor de la batalla, y le salta encima a Goblin dos. Con sus dientes malformados, en su mayoria de leche, le muerde su grasosa oreja al enano puto como distraccion mientras le intenta robar el cuchillo, almenos asi le daria mas chance al polillon. si funciona "¡Caius!" Como las armas no son lo suyo, le pasa el cuchillo al Pupus tirandolo por el suelo. Dandole un ultimo intento a sus poderes redentores, mira al Draugr 1 para querer convencerlo de nuevo. "¡Mirame padre, soy yo tu hija!" Ahora grita con fuerza frustrada, y queriendo ser oida "¡Debes ayudarme, debes cumplir tu mision y proteger la sala del señor de estos invasores, se robaron tu escudo, debes atacarlos!" A lo mejor colaba o era una tremenda esquizada y quedaba como loquita, pero valia la pena, si el esqueleto le hacia caso le iba a indicar que se piteara al goblin 2 para ayudar al polillon. >Wes Mientras sufria por heridas de causas calcicas, el goblin dos le hace relevo al uno y lo viene a apuñalar, pero el Wes no se anda con giladas en esto, el ya estuvo en estos juegos y se las sabe todos, como todo un pastabasero alterado, se hace el loco y empieza a darle con su cuchillo al suelo entre puñaldas, mientras se agacha al nivel del goblin para poder darle, entre medio suelta canticos guaranies olvidados por el tiempo como tactica intimidatoria. Lo cual no sirve porque después viene el otro goblino puto a querer hacerle un 1 vs 2, tramposos de mierda. "Por cosas asi los goblinos son considerados raza inferior, ni siquiera esa carcelera gorda bien" Continua sus movimientos locochones de villero mientras trata de soltar puñaladas "Acerquense y me cago encima de ustedes" Las amenzas eran muy poderosas "Pero a ti, te voy a hacer mierda" Mira al goblin uno y se centra en el para el dueloca muerte con cuchillos, aunque de cuchillos solo lo tenia el, ya que obviamente iba a querer matar primero al que ya estaba tocado
[Expand Post] <Eirim >Turno 1 Saltarle encima al Goblin 1 y robarle su cuchillo 1d20 = 19 >Turno 2 Carisma al Draugr 1 1d20 = 4 >Turno 3 Carisma al Draugr 1 1d20 = 14 salva al polillon mamas, que los goblinos le quieren hacer un gangbang >Wes >Turno 1 https://youtu.be/EjMM1EzyKPs >Turno 2 1d20+3 = 18 2d3+3 = 6 >Turno 3 /roll{1d20+} 2d3+3 = 9 >>106535 >Solo como Buen Gnomo, busca la manera de que tu producto sea vendible a ese público Es un trabajo para Wes
>>106880 kek 1d20+3 = 5
>>106880 que soy imbecil, era a goblin 2 robarle el cuchillo el cuchillo y el duelo a muerte con el uno, el calor tambien me esta afectando
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>>106517 >>106525 >>106534 >>106880 La magia una vez más probaba tener poder, el poder de manipular las leyes naturales dictadas por Allah o tu dios de confianza, más sin embargo el mago oscuro usuario de la magia sangrienta todavía no aprendió el hechizo de Ver Invisible básico, así que se tiene que comer una mierda porque no puede atrapar a la negra de cabello banano. No importa las triquiñuelas mágicas, no importa si tienes el poder para derribar montañas, no puedes atacar si no hay objetivos. Mientras Tablón pierde agro, el ario lo recibe en forma de un duende puto con su cuchillo carcelario infectado en hypersida. Podríamos decir que el Matan tiene la ventaja en cuanto a alcance, es más alto y tiene un hacha, pero es retrasado y le dibujan un tajo en el brazo... De alguna manera el goblino llegó hasta ahí, no pregunten. Por eso mismo hay que saber pelear y saber técnicas, no ir como un retardado y confiar en la ultraviolencia hasta que el enemigo muera. >Manat (*Moai face*) Debería gritar, hacer alguna queja cual personaje masculino de videojuego al ser herido, pero para este punto su espalda es un lienzo sanguinolento gracias a uno de estos dos goblinoides. A este punto está parado ahí por pura adrenalina, ya debería estar desmayado por la pérdida de sangre y alimentación de época. >Manat (Todo esto va a doler por la mañana.) Por suerte el tipo negro y cagado activa su instinto primario de chimpancé y en un abrir y cerrar de ojos comienza a maulearse al goblino del cuchillo. Fue a matarlo y el goblino no lo evitó, le estaba propindo terrible verguiza. Se puede ver sangre volar por los aires y los gritos de horror se podrían escuchar por toda la mazmorra, hasta el Gerardo y la otra niña desaparecida y en un bucle extraño. >Tabla (¿Es bueno dejar salir de aquí a este simio?) Curioso decirlo cuando su hermano es igual de jorge, pero probablemente este tipo ande así de bellaqueo porque al final del día estos son sus carceleros, cualquiera actuaría así en este escenario y tocando la salida con las yemas de sus dedos cagados. No muy lejos de la contienda algo se desploma como el coloso de Rodas, levantando el polvo del lugar, y al mirar se trata de nada más ni nada menos que el gigante enano y feo, pálido y sin vida como si le hubieran robado el alma o si le hubieran dado la chupada de su vida. Ahora recién pueden percatarse de su cara, sin embargo no es momento porque la pelea sigue y el goblino que lo iba a atacar cambia de objetivo hacia el Mamas que logra esquivar la movida sin contraatacar. Por el lado de los zombis, la niña monja sigue hablándoles, algo que parece terrible esquizada porque ninguno de los otros puede escuchar a los muertos. Es empujada y luego le van a romper el culo al negro, Manat entonces moviéndose a intervenir y dejar de estar pendejo, metiendo un golpe que hace temblar al cadáver. Posteriormente el ario amigo entra en estado de meditación o alguna mierda. >Tabla (Esa cosa del abismo, creo que nos la había comentado.) Tabla en modo incógnito escucha lo que menciona el sacerdote exiliado y posteriormente pregunta sobre la maldición o esta cosa que no los deja actuar bien, este mismo mencionando que las mandangas místicas son algo más mental que otra cosa, cosa que quizás tenga sent- ¡EL MAGO ENANO Y PUTO COMIENZA A LANZAR RAYOS! ¡¡¡RAYOS DIABÓLICOS!!! ¿Por qué diabólicos? Porque son rojos. >Manat https://youtu.be/0T_NR2KY8uI?si=auugbV9dLaDwinn4 Ahora sí lo puede sentir, el dolor es explosivo desde adentro y el Pupus también lo siente, también le han disparado con ese rempálago rojo de sith. Por suerte este intenso dolor le ayuda a "entrar" dentro de sí mismo, ahogarse en una intensa oscuridad en la que no hay nada además de algo tenue, algo pequeño. Una mitad candente envuelta en serpentinas cadenas que duelen al ser sacudidas, la mente no da para tanto. >Manat (...) La mente duele, el oscuro frío del toque mortal llama; el segador está cerca, puede sentirlo. Ya ha estado muchas veces al borde de la muerte, en el filo del precipicio hacia donde quiera que se vaya cuando se perece. Tal vez sería lo mejor, quedarse ahí hasta desangrarse y morir... En el mundo físico, la oscura habitación de celdas es iluminada por los rayos rojos lanzados contra el sacerdote y el bárbaro, así hasta que la negra hace aparición. >Tabla Nada personal, chico. Lo agarra con los pantalones abajo, no puede hacer nada para defenderse y hasta le da tiempo de flexear. Se le aparece por detrás al cultista y comienza a lanzar golpes precisos para no matarlo, después de todo lo necesitan con vida. Por suerte se va a dormir rapidito, sus compadres no hacen un carajo para defenderlo. Luego tendrán que curarlo antes de que se desangre.
[Expand Post]>Tabla Bien. La negra mueve su vista hacia lo que está pasando en el otro lado, terrible mierdón. Al Hurr le cortaron los dedos de salchicha y ahora anda lolmuerto, Manat medio muerto meditando y el Putus siendo apuñalado múltiples veces, lo bueno para él es que andan siendo protegidos por una especie de fuerza sobrenatural que les recarga la energía y repara daños luego de dormir... Por un costo, obviamente. >Tabla ''(¿Dónde carajos se metió el mago que demora tanto? ¿Ya está muerto?... ¿Y por qué esa tonta sigue hablando con los cadáveres?) No entiende un carajo, lo importante es que deben escapar con los fiambres antes de que vengan esos supuestos refuerzos..., pero por otro lado no puede abandonar su preciosa faja única, metiéndola en un dilema. Quitando eso, el combate sigue y se quieren turbodetonar al negrito de ojos rojos, por lo que hay que ayudarlo. >Manat (...) Marduk sigue en su movida y el mago que parecía inconsciente procede a usar un último ataque de cuchillas mágicas, impactando de lleno en el inerte ario de las arenas, sin embargo este manteniéndose centrado, ajeno a lo que ocurre fuera de su cuerpo físico. Alinear los chakras es más importante. >Tabla ¡Manat! Se le chispoteó, la situación se le fue de las manos, aunque una vez más va y remata al macumbero para que deje de tirar movidas, dejándolo ahora sí fuera de combate para bien. >Tabla Y no vuelvas. Procede a limpiar la sangre sucia de su hacha para volver al ruedo, después de todo el combate continúa. = = = Oscuridad, dolor. Las cadenas físicas del pesar que atan las almas de los retoños condenados, nacidos malditos por los pecados de los padre. Dolor en cada centímetro, dolor viscoso y sangriento, como ahogarse en la sangre de todas las personas que pasaron por sus armas. Pero todavía hay que luchar, todavía hay que seguir adelante y no perecer en este lugar, no hoy. Las cadenas se quiebran con el esfuerzo titánico que les pone y la metralla de la explosión lo arrastra afuera, a un mundo cruel y violento donde él es otro engranaje de los designios divinos. >Manat (Todavía no es mi momento.) El sonido del combate le da la bienvenida junto al dolor físico, aunque esa sensación maldita ha desaparecido, ya es inexistente. Lo único que puede hacer es levantar su brazo y mirarse, mirar esta fuerza renovada que invade cada fibra de su ya fibroso cuerpo. Posteriormente observa a los enemigos. >Manat ¿Dónde están los que quieren bellaqueo? https://youtu.be/BSsfjHCFosw?si=CGjrTP18Fcy9dxzs Con energías renovadas y aún a puertas de la muerte, activa el modo insano y corre a turbocogerlos, sobretodo a los goblinos porque quiere sangre y los no muertos no tienen. Desde luego después del discurso Hitleriano del amigo, no lo va a interrumpir. >Tabla (Bien, ya volvió a ser él. Hay que acabar con esto.) = = = ¿Puedo usar otras habilidades dentro de estos 8 ataques? Si es no, tira dados por mí. Manat >t1 Bloodlust >t2 War stomp 1d5 = 5 >t3 vs Goblino 2 Berserker 1d5 = 2 (War Stomp) 1d5 = 5 (War Stomp) 1d20+5 = 11 1d12 = 10 1d20+5 = 20 1d12 = 6 1d20+5 = 15 1d12 = 12 1d20+5 = 10 1d12 = 6 1d20+5 = 12 1d12 = 6 1d20+5 = 16 1d12 = 7 Tabla >t1 vs Skeletor 2 1d20 = 16 1d12 = 5 >t2 vs Skeletor 2 1d20 = 19 1d12 = 7 >t3 vs Skeletor 2 1d20 = 4 1d12 = 3
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>>106926 Turno todo de mierda, debo volver al ruedo. 1d12 = 12 >>106819 >Dormir lvl.1: Duermes por 3 turnos, recuperas la mitad de tu vida Siempre me olvido de esto.
>>106880 1d20+4 = 24
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>>106802 Ay, que buen dibujo. Mis dieces OP No quiero quedar como el rarito del grupo, así que yo también posteare las habilidades de Hurr y Misella. Aparte que es una buena manera de hacerme presente. Recordatorio diario de que cuando digo que tirare turno durante cierto día, deben agregar uno o dos días extra como margen de error Hurr <Habilidades >Fortaleza de muralla: Tiras 3 dados en turnos de resistencia o aguante (eliges el más alto), esto también te hace inderribable por seres de tu nivel o inferior ~ >Tackle (lv2): De un Tackle derribas a 2 enemigos dejándole inconsciente {1d4}, o {2d4} si es contra 1 solo enemigo ~ >Puto el que no me pegue: Puedes llamar la atención de un enemigo a tu elección para que te ataque solo a ti (es útil para salvar a un compañero) ~ >Último aliento: Cuando te maten, tienes 2 turnos extras antes de caer en combate ~ >Armadura de Escarcha: Crea una armadura congelada a tu alrededor, El escudo agrega +3 de Armadura y Ralentiza al Enemigo que lo dañe (baja 2 de Evasión). ~ >Robustez Rocosa: tu piel se endurece como una piedra, para recibir daño te tiene que destruir esta defensa, mientras tanto eres inmune. Solo se puede usar 1 vez por combate Misella <Habilidades >Manos del inframundo: {1d6} gasta 3 de Fé (dejas atrapado a un enemigo entre manos del inframundo, y cada turno estas le harán daño 1d3) ~ >Muñeco vudú: Cuando hagan daño, el agresor recibirá un 80% de ese ataque (puedes elegir a quien darle este poder, o ti mismo) gasta 1 de Fé ~ >Bestia maldita: invoca un Minion que ayude a su amo, {1d8} gasta 5 de Fé ~ >Rezo: recupera Fé {1d5} ~ >Cuchillos sangrientos: Generas cuchillos de sangre que dañan a distancia {3d2} gasta 2 de Fé ~ >Aliado del mal: Sabes el idioma del reino de los demonios, y normalmente serás la última opción para ser agredida por monstruos ~ >Nariz de Gnomo (pasiva creo): ganas un +5 en tiradas de regateo ~ >Chain Blood: Un rayo carmesí es disparado a un enemigo, que salta a los enemigos cercanos. Cada salto causará más daño (+3). {1d5} gasta 6 de Fé ~ >Resurrección: resucitas a un muerto, quien es tu esclavo (sus estadísticas dependerán del cuerpo). Lanza un {1d10} Gasta 5 de pus ~ >Portal: un portal que teletransporta (útil para bajar y subir del abismo). Gasta 10 de Fé. Sufre bastantes limitaciones a bloqueos y Magia ~ >Drenado: recupera Pus al tocar a alguien o a ti mismo. {1d3}
>>103673 >>103674 >>103722 >>103723 >>104615 >>106517 >>106525 >>106534 >Mencione a Misella antes de desaparecer Que vergüenza...Al menos no cometí un horror ortográfico ¿Verdad? >Hurr Pupus aparece con sus vergüenzas al aire, detrás de él se encuentra una negra también en paños menores. La pelea empieza con la aparición de los exhibicionistas. Cada quien se va a hacer lo suyo. En el caso del gigante, se tira hacia el encapuchado para cagarlo a piñas. Lamentablemente, entre la lluvia de puños que tira, uno se le escapa hacia el concreto por culpa de la sangre y el sudor. Y porque no tener el saco de papas en la cabeza le altero la percepción de la profundidad. ¡Hijo de...! Agita la manota y sopla su pobre dedito que termina apuntando hacia donde no debe. Mucho tiempo para sentir dolor no tiene. Ahí venia un goblino enfurecido por el mierdaso que recibió literalmente por parte de Wes. El Hurr levanta sus brazotes para defenderse como si siguiera teniendo armadura encima. La costumbre le juega una mala pasada y tres de las cinco salchichas que tiene de dedos terminan cortados y cayendo hacia el piso. ¡HIJO DE...! Frena, aprieta los dientes y resopla por la nariz intentando aguantar el dolor y ardor que le provoca el metal atravesando su cuerpo. Teniendo la cabeza descubierta, no puede ocultar como se le retuerce el rostro. Aunque gracias a las deformidades, cuesta saber si se encuentra extremadamente enojado o sufriendo o sintiendo algo perse. Una ventaja de ser feo es que nadie le importa cómo te sientes. Gigantón va y se desquita con el pobre encapuchado que nada tiene que ver con el asunto hasta que este se despierta junto con goblino1. Esperando que le hagan un truco de magia o algo, Hurr prefiere retroceder y esperar a ver que sucede. Instante en que recibe tremendo hachazo a traición por parte del mismo Goblino que le corto los dedos. Menos mal que esta vez fue con menos fuerza y no lograron penetrarle la piel. Matanga Como está harto de que le anden rebanando cual jamón ahumado, decide quitarle el arma de las manos al moco verdoso para dársela al manati. Poco le sirve esto, pues el guardia se saca un cuchillo de la cintura. Por el amor de... ¡Y peor aún! ¡El mamas termina apresado por unas manos super jorgeantes del no tan allá! Causando que quede totalmente inmovilizado, imposibilitando que se pueda defender contra los ataques que recibe. .... Suspira y se da media vuelta. Ve como medio mundo se le tira encima al encapuchado para rematarlo y el resto está entreteniéndose con los subordinados, ya sea muertos en vida, o a segundos de morir. La sangre vuela, el sudor cae, hay mierda por todos lados y el olor a decadencia se impregnaba en las armas y cuerpos de los presentes. El cansancio pronto llega al gigante. https://www.youtube.com/watch?v=BGZw6K_UCb0 El mar de violencia logran que Hurr se abstraiga por unos instantes que parecen eternos. La escena transcurre en cámara lenta a sus ojos. Puede ver los rostros de sus compañeros, y de sus enemigos, con total lucides. No hay detalle que se le escape, ni arruga que no pueda ver. El dolor, la adrenalina, la rabia, el miedo, la incertidumbre. Realmente no tiene una palabra para describir que se encuentra viendo. Simplemente es una pelea. Es caótico. No puede comentar mucho al respecto al faltarle vocabulario. Si, simplemente es un mar de emociones y alteración por intentar sobrevivir un día más. Y, aun así, siente que falta algo ahí, alguien. Ese vacío le hace dudar. ¿Por qué pelea? ¿Para qué está aquí? Con un par de vueltas llega a la conclusión de que es innecesario tirarse a literalmente un abismo para ganarse la vida. Ni siquiera eso: la gente que se encuentra dentro de este agujero seguramente no son distintos a él. Amigos, familia, metas, sueños. Puede que los medios y a lo que aspiran sea distinto, pero sin lugar a duda están ahí. Con un poco de charla de seguro vería la vida que hay en ellos. El potencial que se encuentra en su futuro. La historia del pasado que marco su presente. El ruido queda atrás y las sensaciones también. Con suerte puede notar como el pecho le sube y le baja por culpa del jaleo que se armó en unos segundos. Los rostros que ve se desdibujan hasta confundirlos. No nota diferencia entre ellos. Hasta cierto punto, puede afirmar que empiezan a ser idénticos. ¿De que servía esta batalla? Al salir de aquí se meterían en otra. ¿Luego de esa? Otra le seguirá. Así sería un ciclo sin fin y eterno donde no habría paz. Ni afuera, ni encerrados aquí. No hay lugar donde ir. Puede que sea la falta de sangre por culpa de los chorros que salen de sus dedos, o el hecho de que estar metidos en el abismo juega con su mente, cuerpo y alma y no ha tenido un buen descanso en quien sabe cuánto, pero la debilidad se apodera del grandote. Cae, de rodillas. Se mantiene así un instante y el cuerpo le sigue. El armatoste con patas que se jactaba con cierto orgullo de su resistencia se derrumba en una profunda oscuridad por culpa del patatun mambistico del abismo. .... No hay nada dentro de la mente de Hurr. Vacío. Vacío y la impresión de que se encuentra atado. Sin moverse, sin alterarse y sin pelear, se queda rendido en posición esperando...Esperando.
[Expand Post]¿Esperando que? No hay nada afuera, no hay nada dentro. Si una eterna batalla le aguardaba a donde fuera, ¿Para qué intentarlo? A pesar del mal sabor de boca, rendirse parecía ser la única opción que le dejaría descansar. Nunca fue un guerrero de todas maneras. Tampoco tiene una ambición que requiera sacrificar su salud y bienestar, de hecho, nunca tuvo una ambición para empezar. Lo que sea que le empujo a meterse al agujero del diablo, ya no estaba. Puede sentirlo, en lo profundo de su ser, que lo que le hacía seguir bajando desapareció. Su mente no alcanza a comprender completamente eso que le falta, pero está ahí, mermándole la fuerza. El malestar le gana. Se encoge y decide que estar atrapado es mejor. Si no hay nada para él, no tiene para que seguir. Cuando esta por tirar la toalla para siempre, unas palabras emanan de la nada. Cualquier camino que elija, estaré allí para ella.... El gigante sube la cabeza buscando a quien acaba de hablar, pero no encuentra a nadie. Se demora en comprender que fue él quien dijo eso. Lo dijo en algún momento que prácticamente no alcanza a rememorar. NI siquiera recuerda a que se refería, o de quien se encontraba hablando, pero esa frase, a pesar de no tener nada en especial, cargan un enorme peso para Hurr. El suficiente para hacer que se agite y vuelva a mover con vigor. ¡JUMMMMM! Recobrando la vitalidad, jala. Tira de las cadenas con toda la fuerza que es capaz de sacar en ese espacio donde se encuentra confinado. Lo intenta. Lo intenta una vez más y lo vuelve a intentar. Aunque duele y apriete. Aunque asfixie y deje marcas que ardan, no se rinde. Esa brisa que trajo el murmullo de su interior le da el empujón que necesita para seguir protegiendo lo que le importa frente a cualquier calamidad que tenga enfrente. Porque una torre no se derrumba. Porque un escudo no se rompe. Porque una pared no muestra signos de debilidad. Así no tenga claro a quien debe de estar siguiendo, tiene claro que le esperan. Puede que no ese alguien especial, pero si los integrantes de su equipo bananero. Le daría vergüenza salir de este estado y encontrarse con que les dejo la tarea difícil a ellos siendo que es su trabajo hacer de esponja de daño. ..... No se si puedo hacer esto, pero es para no tirar por la borda un round entero de pelea Aparte que así ya tiro a Hurr por el camino del monje tibetanoQue no se note leí el turno de manat -Hurr >Turno 1, 2 & 3 pasado: intentar liberarse de la maldición 1d20 = 14 1d20 = 20 1d20 = 19 Ahora es cuando le sale un 1, 6 y 4 respectivamente y me da un ataque de risa enfrente del computador 1/2
>>106986 >Hurr alcanza la iluminación de la nada Independiente de lo que ocurre dentro de la cabeza de Hurr, el gigantón despierta lentamente. La sensación le vuelve a los dedos (los que le quedan) y la visión se le ajusta. El ruido de la batalla regresa. Se tarda unos instantes en darse cuenta de que se desmayó en pleno combate por falta de azúcar. (Ay, qué vergüenza...) Al menos el reseteo le sirvió para volver a adquirir las ganas de sobrevivir a los horrores del abismo, y del culo de Wescoast también. Apoyando ambas manotas en el frio y sucio piso, se va levantando. (Abandona tu ego, Hurr...En esta aventura no te servirá de nada. Jamás has sido mejor que nadie de todas formas...) Exhala y termina de pararse. Con una escaneada, saca la conclusión inmediata de que no estuvo mucho tiempo fuera. Eso es bueno, supone. El cultista de satán se encuentra inconsciente en el piso, y el resto anda separado, preocupándose de encargarse de los no muertos y los goblinos que quedan. Pupus parecía estar en problemas y el Manat esta hecho colador por los golpes recibidos. Los demás se mantenían firmes, excepto quizás la monja, pero esa se ve puteada de base. Le cuesta saber si Wes anda bien o no por el exceso de plumaje y tercermundismo. (...Mejor me meto rápido...) Sin preámbulos ¡Hurr regresa al combate! ..... Ya sé que están feos, pero estos turnos son más que nada para reincorporarme. Hurr (turno de combate actual implicando duro que me acepten la paja anterior) >T1: Tackle a Goblin2 y Draug2 1d4 = 4 1d4 = 4 >T2 & 3: Putazos locos a Draug2 1d20 = 16 2d6 = 6 1d20 = 10 2d6 = 9
>>106880 >>106926 Se me olvido agradecerles por no poner nada que cambiara mi turno. Gracias. >Aldo OP, no se si sigues respondiendo preguntas todavía, pero tengo dos que hacerte una ya la hice y la otra te la sabes. >¿Qué hubiera pasado si lográbamos ganarle por obra y gracia de la mememagia al violador de la cripta? Siendo que era un jefe oculto, supongo que tenia una recompensa especial. >Si Misella hubiera sacado buenos dados cuando le pidió ayuda al Rey Demonio durante la tortura el interrogatorio, ¿Se hubiera podido salvar de desaparecer o no? Yo vote por Hitler mágico y me abandono También tenia pensado intentar llamar Bob u algún sirviente del Diaulo, pero me decante más por el anti-cristo sentía que eso le quedaba más a ella, que es una fanática religiosa
>>105493 >>103733 -Las catacumbas olían a piedra mojada y heces, faltaba el polvo, y era el mismo olor a cuando estabas en las minas. Los muy leves quejidos de otros prisioneros y ratas se mezclaban con el goteo incesante del agua filtrándose entre los muros. Y ahí estaba él. Un coloso verde, encorvado contra la pared como si estuviera descansando... o esperando. En la penumbra, sus ojos pequeños, pero brillantes te escrutaban con la paciencia de un depredador que sabe que la presa no irá a ninguna parte. Entonces tu le diste tu nombre. El semi-ogro ladeó la cabeza, mascullándolo como si intentara saborearlo. <Semi-Ogro "Ger... Ger... Hardo." -Frunció el ceño. <Semi-Ogro "Hmmm." "Nombre demasiado guerrero para enclenque tu ser." "Pero respetar." -Tú continuaste hablando, tanteando el terreno. Él te escuchaba, sí, pero no como un bruto desinteresado. Había algo en su mirada, algo que hacía que cada pausa en su discurso se sintiera intencional. <Semi-Ogro "No, humano." -Hizo un gesto con la mano, corrigiéndote. <Semi-Ogro "Throm-Ka. Throm-Ka ser saludar." -Una pausa. Luego te miró fijamente. <Semi-Ogro "¿Ser idiota?" *No esperó respuesta.* "Humanos duros como piedra… aunque sabor bueno crudos." *Chasqueó la lengua.* "Ignorar." -Dejó caer su mano sobre su rodilla y, tras un momento de aparente reflexión, declaró. <Semi-Ogro "Yo llamar… ehmmm… Kersh." -Había algo teatral o de duda en la manera en que pronunció su nombre, como si lo hubiera inventado sobre la marcha, sus ojos viajando por la habitación en busca de inspiración. Entonces tu usas tu labia de víbora para tener a ese verde idiota a tu favor, como si fueras mujer, con mentiras y provocaciones, dijiste que los guardias lo consideraban un imbécil, que se burlaban de su piel verde, de sus anillos en los pezones, que su madre era una vulgar meretriz. Si, un idiota se encendería en ira, y podrías manipularlo con facilidad. Pero Kersh solo asintió lentamente... talvez su idiotez era tanto que ni le daba la capacidad de procesar tus insultos indirectos. <Kersh "Jaa, ser verdad."
[Expand Post] -No había rabia en su voz. Ni siquiera molestia. <Kersh "Madre ser zorra, abandonar al verme." "Y tonto? No haber mayor ignorante que el que juzga sin conocer." "Todos pensar que los demás ser de su condición. A mí no afectar." *Se señaló el pecho con orgullo.* "Mi color verde gustar. Es natural." "Y mis anillos… no sorprender que ni tú saber para qué servir." -Sus labios se curvaron apenas en una sonrisa. No burlona. Satisfecha. <Kersh "Ellos limitar a su mortalidad, y más tú, ser que estar por caducar." -Entonces mencionaste la posibilidad de liberarlo, de que los guardias harían cosas malas con él y con los otros prisioneros. -Eso sí lo hizo reaccionar. -No con furia, no con súplica. -Con una carcajada seca, corta y casi silenciosa. -Su enorme mano se alzó, extendiendo un solo dedo grueso como el mango de un martillo. Te lo clavó en el pecho con golpecitos que parecían amistosos, hasta que te diste cuenta de que cada toque tenía la fuerza de un toro embistiendo. <Kersh "Tú creer que ser imbécil???." "Y razón no faltar." -Su voz bajó de tono, casi un murmullo. <Kersh "Si yo serlo, padre decir: ‘Ser idiota como ogro, débil como humano.’" "Palabras sabias." "..." "Pero aunque ser imbécil…" -Su puño descendió lentamente, deteniéndose a centímetros de tu cuerpo. <Kersh "No ser idiota." -Silencio. -Solo el sonido de su cuello tronando mientras giraba la cabeza. <Kersh "No jugar con fuego, escuálido." "A mí no gustar los bocazas." "Yo poder ver detrás de tu llama." -Susurró esa última frase con la certeza de quien ha visto muchas veces el mismo truco. <Kersh "Niño vendido." -Su palma de su mano descendió al piso, quedando al lado de tu cuerpo, como un amistoso recordatorio que podría matarte así sin más. Entonces tú te presentas, no por tu nombre, sino Quien eras. Hubo una pausa. Luego, su expresión cambió. <Kersh "Oh, ¿tú ser Arcano?" *Entrecerró los ojos* "Yo no ver espíritus hablándote." "Hmmm." "¿Tú tal vez estar maldito? O tal vez me estar mintiendo." *Se encogió de hombros.* "Sea lo que Urk-Kahal quiera." -El quedo en silencio, viendo en tu dirección, o mejor dicho, viendo al lado de tu oreja, como si tuvieras algo en tu hombro. Él saca de su bolsillo su Nenju y empieza a mover las "bolitas" con sus dedos, como si estuviera pensando. <Kersh "Padre no gustarle los Arcanos." -Su mandíbula se endureció, su mirada se perdió un instante en el suelo. <Kersh "‘La magia ser para maricas’ Si señor, eso decir." *Su expresión no cambió.* "‘Igual a la madre, salió maricón.’" "‘Mijo, deje de mariconerías y use garrote como su viejo.’" "‘Mente y alquimia ser para homosexuales y enfermos mentales.’" -Se rascó la barbilla con la uña de su pulgar, como si recordara una anécdota vieja. <Kersh "Sí, eso decir… antes de decidir tratar comerme." *Volvió a mirarte.* "Tú saber, él ser de la vieja escuela." -Dijo en un tono más sarcástico, abriendo sus brazos con las palmas abiertas. https://youtu.be/WPpVMmTt74Q -La celda seguía oliendo a piedra húmeda y carne sudada, la clase de hedor que se pegaba en la garganta y te recordaba que aquí adentro el tiempo no avanzaba. Solo se acumulaba. Kersh te miró de reojo al escuchar tu invitación de salir de aquí. Luego, lentamente, sus nudillos crujieron cuando apoyó sus enormes manos en las rodillas y se levantó con un gruñido gutural. La forma en que lo hizo, sin esfuerzo, con la calma de quien nunca se ha sentido apresurado en su vida, dejaba claro que salir de aquí no era cuestión de “poder”, sino de “querer”. Se estiró, alzando los brazos, haciendo que los huesos de su espalda sonaran como un árbol viejo sacudido por el viento. <Kersh "Hnnng. Perdido no estar." -Se rascó la cabeza, buscando las palabras. <Kersh "Yo... yo saber dónde estoy." -Hizo un gesto con la mano, como si empujara una idea flotante. <Kersh "El problema ser… no saber dónde estar lo que buscar." -Se giró hacia la pared y extendió su mano. Sus dedos gruesos se deslizaron por la roca fría, siguiendo grietas con la precisión de alguien que estaba acostumbrado a leer lo que la piedra tenía que decirle. <Kersh "Este lugar... ser viejo. Muerto, pero latir lento." -Se inclinó un poco, acercando su oreja a la pared, golpeando con los nudillos. <Kersh "Hnnng. No ser solo prisión." -Sus ojos se desviaron hacia el suelo, como si calculara algo. <Kersh "Gran multitud venir hacia aqui ¿Venir por ti?, sus intenciones ser malas." -Chasqueó la lengua, decepcionado. <Kersh "Este" "Ser camino. Laberinto de huesos y ladrillo." "Pero perderse en él... ser para idiotas." -Se giró de nuevo hacia ti, su rostro neutro. <Kersh "Entonces, flaco. ¿Tú saber salir? O ser de los que caminan en círculos hasta morirse de hambre?" -La pregunta parecía burla, pero no lo era. Kersh hablaba con la misma naturalidad con la que respiraba. No había necesidad de adornar nada. <Kersh "Yo querer salir, sí." -Se agachó y te miro a los ojos <Kersh "Porque si salir, yo poder seguir buscando." "Y tú ayudarme. O al menos, no estorbar." -Te miró de arriba abajo una vez más. <Kersh "Además tener que buscar cinturón" "Duendes verdes Robar, yo poder Oler" "¿Saber donde guardas cosas robadas?" "Al parecer a ti tambien robar cosas ¿no?" 1/2
>>107003 <Barras de metal oxidado {3d2} -La voz de Gerardo resonó en la penumbra como un eco distante, viajando entre las paredes mohosas y las celdas húmedas. Pero ningún alma respondió. Solo el murmullo del agua filtrándose entre las piedras y el jadeo monótono de aquellos que aún respiraban. Quizás la esperanza los había abandonado hace tiempo, o tal vez temían que fuera otro cruel espejismo de su mente debilitada. Mientras tu avanzabas, el Bastón oxidado y torcido que ahora usas emitía un sonido metálico con cada paso: un "cling" áspero y hueco, que retumbaba en la piedra. -La primera celda aguardaba como la boca de una fosa común. La cerradura oxidada resistió, pero con un chasquido grotesco, el mecanismo cedió. Dentro, un hombre yacía sobre un charco seco de su propia sangre, su piel cetrina adherida a los huesos como un pergamino maltratado. Su rostro, oculto en la sombra, se alzó lentamente, como el de un topo ciego olfateando el aire. Al sentir presencia ajena, su mano temblorosa tanteó la pared en busca de un ladrillo suelto. Pero sus dedos no obedecieron. Su intento de cerrarlos fue en vano, sus tendones cortados de manera quirúrgica, luego suturados con una precisión cruel. ¿Por qué no simplemente le cortaron sus manos? Era algo más fácil, y menos laborioso, pero al parecer se tomaron las molestias. <Ictericia "Q-q-qqq-Q…" -Su voz emergió como un susurro roto, ronca y áspera, como si su garganta hubiese sido desgarrada de tanto gritar. Tú lo sostuviste, ayudándolo a levantarse. El hombre inspiró con dificultad, y un suspiro escapó de sus labios secos. <Ictericia "¿No eres una ilusión, verdad…?" -Su aliento llevaba más miedo que alivio. Entonces tú mencionas eso sobre que aún le esperan otros lugares para morirse, y con eso el hombre bajó la cabeza... Tú te percatas que su delgadez era alarmante, sí, tú eras flaco, pero este tipo, decir que estaba en los huesos era poco. Pesaba menos que un saco vacío y sus piernas tambalearon al intentar sostenerse. <Ictericia "¿Luchar…?" -Murmuró, con una sonrisa amarga. Su mirada, hundida en un pozo de desesperación, se fijó en sus manos inertes. <Ictericia "¿Qué guerra vale la pena, cuando mis manos ya no pueden invocar la melodía de un laúd, ni esculpir la belleza en el mármol frío? ¿Cuándo mis dedos no pueden seguir la danza del pincel sobre el lienzo? ¿Cuándo mi pulso ya no es mío, y mis ojos, otrora testigos del esplendor del mundo, solo ven la sombra de lo que nunca más podré crear…?" -Su voz se quebró al final, no por debilidad, sino por la cruel certeza de su pérdida. Tú con él logran salir de la celda, donde el Semi-Ogro los esperaba. Este los mira a los dos, una vieja con bastón, anoréxica y con tuberculosis, y un ciego, aún más flaco, amarillo y manco. <Kersh "Estrategia buena, si dar lástima, talvez darnos cosas" -Ya con el artista con Ictericia liberado, vas a abrir la siguiente celda. Te acercas a la siguiente celda, donde la tenue luz apenas deja ver la figura de un orkoide sentado sin su brazo, que aún sangraba. Su rostro era como una piedra, y su pose como estatua, cuál monje budista, quieto y mirando un punto fijo. Pero no está solo. Más atrás, entre sombras, ese escroto humanoide mordisquea algo con torpeza. El sonido es nauseabundo, chrrk… schlk… krchh…. Masticaciones húmedas, tendones desgarrándose con esfuerzo, como si su dentadura apenas pudiera cumplir su función. No necesitas esforzarte mucho para notar qué está comiendo... Kersh observaba la escena en completo silencio y tu le haces esa pregunta sobre liberar al orkoide. <Shrek "....." "No creer que mucho poder hacer ayuda…" "l estar… vacío." -Su nariz se arruga levemente mientras inhala el aire rancio de la celda. Entonces, su expresión cambia. <Kersh "Pero señor escroto y… *snif snif*…mascotas poder ser útiles." -¿Mascotas? Desde donde estás, lo único que ves es al orkoide y a la cosa que le devora el brazo. No hay nada más. Entonces .tú le preguntas al semi-ogro que era el Escrotoide, y Kersh te lanza una mirada indiferente y encoge los hombros. <Kersh
[Expand Post]"No saber. Pero él oler a humano… y a mascotas." "Mascotas él." -Entonces tú intentas llamar la atención del Orkoide.. Pero nada, no hay respuestas. El tipo ni pestañea. Su pecho apenas se mueve y jutas que esos movimientos no lo hace alguien al respirar. Podría ser un cadáver y no notarías la diferencia. . -Sigues con la siguiente celda. No hay mucho que hacer aquí. El goblin, una ruina de ser vivo, apenas alza la vista cuando la puerta chirría al abrirse. Sus huesudos dedos temblorosos no hacen más que arrastrarse por el suelo, demasiado gastado para reaccionar. Que salga si quiere. O que se pudra ahí. La siguiente puerta, sin embargo, es otra historia. El interior huele a hierro oxidado y podredumbre. Y ahí está ella. La elfa. Su piel, antes seguramente tersa y radiante, ahora parece una máscara de ceniza estirada sobre huesos frágiles. Sus ojos están abiertos, pero no miran nada. Perdida en un lugar al que no puedes llegar. No reaccionó cuando entraste. No reaccionó cuando hablaste. Ni siquiera pestañeó cuando chasqueaste los dedos. Su mente está en otro sitio, en algún rincón lejano donde el horror ya no puede alcanzarla. -Hasta que la sacas a la fuerza. -El golpe resuena en la celda como un latigazo. Tu palma en su mejilla. Sus pupilas se contraen, su mandíbula tiembla. Y entonces, se rompe. La elfina empieza a llorar y de manera automática, agarra tus pantalones y trata de bajártelos. >Pero tú la ayudas a levantarse, entonces ella habla. <Elfa "¿Salir...? ¿Salir...?" -Su voz es un hilo roto, como si cada palabra fuera un cristal a punto de desmoronarse. Sus labios se mueven, pero no hay vida en su rostro. <Elfa "No. No otra vez. No vuelvas a decirme eso. No eres real. Nunca lo son." -Se abraza a sí misma con fuerza, clavando las uñas en su propia carne. Se tambalea, respira entrecortado. <Elfa "Siempre dicen "salir"... Y siempre es mentira... Siempre..." -Su cuerpo se sacude. Y de pronto, sus ojos te enfocan. Y su rostro cambia. Su miedo se convierte en rabia, en pura desesperación. <Elfa "n-NO ME TOQUES!" "NOOO NO ME TOQUES, SUÉLTAME SUÉLTAME!!!!" -Ella te empuja, y mierda, sí que tenía fuerza. Te lanza contra el suelo, y tu bastón de metal hace un ruido ensordecedor al caer https://youtu.be/iDLmYZ5HqgM. Apenas tocas el suelo, sin darte tiempo de reacción, sientes como su mano está en tu garganta, cerrándose con una fuerza monstruosa. Aprieta. Aprieta con suma fuerza, y eso que sientes que está maldita como tú, que sus capacidades están muy limitadas. Entonces, como si fueras un muñeco de trapo, empieza a tironear tu cuello de arriba hacia abajo. Tu nuca golpea la piedra, una 1d3 = 3, dos 1d3 = 1, tres veces 1d3 = 2. Sientes la presión en tu tráquea, el calor sofocante, la falta de aire. Pero antes que llegue a peores... un solo dedo verde aparece en el rabillo de tu ojo. 1d30 = 16 -Como si espantara una mosca de su sopa, el semi-ogro la golpea de lado con su dedo, enviándola lejos de ti con una facilidad casi ridícula. Su cuerpo rueda por el suelo hasta quedar encogida en posición fetal, sollozando, temblando. No muerta. No ilesa. Sorprendentemente, estaba relativamente bien, o mejor dicho, su estado no podría empeorar más de lo que ya estaba-. Y, por primera vez, parece realmente aquí. En la realidad. Ya fuera de su ataque psiquiátrico. Llorando, pero consciente. -Pasas por las siguientes celdas, primero con... ese caso ya perdido, el hombre de larga cabellera rubia, prefieres dejarlo con la puerta abierta por si aun hay suerte en este mundo olvidado y reacciona. La siguiente, está ese Orko flaco y grisáceo, quien parece más consciente que varios de aquí, aunque tampoco eso significa mucho. -El orco parpadea lentamente. Su aliento es un arrastre áspero en su garganta, como si cada respiración fuera un esfuerzo monumental. Su piel, tensa sobre huesos y grasa mal repartida, se estremece con un leve escalofrío. Tu voz lo alcanza. Se clava en su mente empolvada por el dolor y el abandono. Su mirada, antes vacía, titubea. <Ork "Gggghhh..." -Un sonido brota de su garganta, algo entre un gruñido y un susurro ahogado. Sus labios temblorosos intentan formar palabras, pero solo se abre y cierra, como un pez moribundo en la orilla. Su cuerpo, torpe y herido, se mueve con lentitud. Un temblor lo sacude cuando sus músculos intentan responder. Al principio, apenas logra girar su cuello hacia ti. Luego, con un esfuerzo colosal, levanta un brazo vendado, la piel tirante crujiendo con la presión. <Ork "S-s-seh..." -su voz suena como grava cayendo en un charco de lodo <Ork "Se...guir..." -No es claro si entiende lo que dijiste, pero su instinto lo empuja. Se tambalea, apoyando su mano contra la pared mohosa. Su cuerpo quiere caer, pero una voluntad primitiva lo mantiene en pie. Sus pies desnudos tocan la piedra fría fuera de la celda. Sus ojos, enrojecidos, se fijan en ti. Es como si intentara recordar qué es lo que sigue después de levantarse. Puedes notar que tiene una especie de relicario oxidado como collar, con grabados similar a las mierdas religiosas que tiene la Monja Teletón de tu equipo. -Y con eso, terminas en la siguiente celda, con el Beatboxer de feria, Javier el Asesino. No deja de hacer esos ruidos, esa especie de golpeteo rítmico con la boca, una mezcla caótica de "beatboxing" y risas descontroladas que parecen salir de algún lugar profundo de su mente rota. Cada golpe de su lengua contra el paladar es acompañado por un “tsk, tsk” que se arrastra por la celda, como si su propio cuerpo estuviera creando un ritmo que solo él puede comprender. -El sonido se mezcla con risas maníacas, como si su cerebro hubiera colapsado en un ciclo interminable de ruidos. Pero tú no eres alguien que se rinda fácilmente. Tú, como siempre, piensas fuera de la caja kek. En lugar de ser afectado por sus sonidos incesantes, decides unirte al juego. Sin pensarlo, imitas sus ruidos con una precisión sorprendente. Empiezas a responderle con tu contra parte, aunque menos finos y profesionales, eran mejor que un amateur. https://youtu.be/jm6T_nUwyaI -El ambiente cambia al instante. Lo que antes era una serie de ruidos erráticos se convierte en algo mucho más organizado. Es como si en ese momento ambos estuvieran conectados en algún nivel incomprensible. El lenguaje de los ritmos se convierte en una conversación, una que no tiene ni pies ni cabeza, pero que tiene su lógica esotérica. Se mezclan los sonidos de la risa, las exhalaciones, los golpes de lengua. Nadie sabe de qué trata realmente, ni quién está ganando, pero ambos están completamente absorbidos en la disputa, atrapados en una danza de sonidos que solo ustedes entienden. -Finalmente, después de unos segundos interminables, algo cambia. El hombre, con una enorme sonrisa en el rostro, deja de hacer ruidos. Su expresión es la de alguien que ha ganado algo, aunque no se sepa exactamente qué. -Cuando la puerta se abre, el tipo se levanta con agilidad, casi como si estuviera liberado de alguna carga invisible. En un parpadeo, se planta frente a ti. Sin pensarlo, coloca sus dos dedos en tu rostro y, con la sonrisa que no ha dejado de mostrar, tira de tus labios para formar una sonrisa exagerada en tu cara, y con eso te despeina el cabello con una caricia, que haría recordar a la que da un padre al ver a su hijo después de mucho tiempo. Luego, como si fuera un truco aprendido, se aleja caminando, sin mirar atrás, desvaneciéndose hacia el pasillo oscuro fuera del habitáculo. Su risa, ahora en susurros, sigue resonando por los pasillos mientras se aleja.
>>107133 -Y entonces llegas a la última celda de tu caminata.... La figura dentro te observa sin parpadear, sus ojos negros como el carbón brillan con intensidad. La piel grisácea, las garras largas, el aire pesado que lo rodea. Su apariencia era como la de un Ghou, pero algo estaba mal, cada fibra de su ser grita peligro, y por un momento te detienes, sientes la mirada de Kersh en tu espalda. El Ogro te observa, esperando que pienses dos veces antes de liberar a este ser. Pero no lo haces. Abres la celda sin vacilar. La puerta chirría con un ruido metálico, y el ser, al principio, parece a punto de lanzarse hacia la salida, como un chimpancé. Pero algo lo detiene. Se queda quieto, observándote fijamente. Sus ojos no dejan de moverse en tu dirección, como si te estuviera analizando. -Con el sonido de saliva, como cuando alguien tiene los labios mucho tiempo cerrados y abre la boca, esboza una sonrisa, que muestra su innumerable fila de dientes amarillos, eran, eran demasiados, es más, parecía una ilusión ver dentro de su boca, esa cantidad de dientes lógicamente no tendría que entrar ahí dentro, pero rompiendo cualquier lógica, lo hacían, era como ver una figura 4d en este mundo 1d. La criatura da un paso adelante, y al caminar, sus movimientos son extraños. Se movía como un guardia, como un blandengue, pero cuando tus ojos posan en sus músculos, notas que no tienen logica alguna, sus músculos y tendones no siguen una lógica acorde a sus movimientos, es como, si los músculos de su pierna estuvieran haciendo la acción de centarse u otra acción, y su pierna en vez de hacer caso, hace lo contrario. Como si fuera un camuflaje, que repite una textura pregrabada, pero no es lógica a lo que está haciendo, causando un gran valle inquietante. -También podías ver cómo su cuerpo parece no respirar, pero aun así, cuando tus ojos se desvían por un segundo, el ser está frente a ti. La sensación de cercanía es inmediata, estaban a apenas algunos centímetros uno del otro, y su expresión de sonrisa, cambia a una "O". La "O", crece y crece, y sin que puedas hacer nada, su rostro empieza a abrirse de forma grotesca, la boca se expande, como si toda su cara fuera a convertirse en un agujero negro. Cuando menos te das cuenta, todo su rostro era su "boca" en forma de "O", pero ¿y su nariz u ojos? Es como si hubieran desaparecido. Entonces, como si fuera un chupón, ese hueco gira, como si el espacio de su rostro se distorsionara, dejando solo un vacío giratorio en donde antes estaban sus ojos. La imagen te recuerda a cuando un niño prueba un limón por primera vez, esa mueca de dolor y sorpresa, pero multiplicada por diez. Tenía una pic de Homero con rostro de espiral, pero la perdí -En ese segundo, el rostro regresa a su forma normal, pero antes de que puedas reaccionar... Te apuñala al instante con sus garras en tu costado con una rapidez sorprendente. La punzada es rápida, casi no la sientes, pero el dolor es instantáneo. Luego, sin un sonido, se aleja corriendo como un niño travieso que acaba de hacer una broma cruel. El eco de su risa, si es que eso se puede llamar risa, se queda en el aire (como si tuviera lag) mientras su figura desaparece por el pasillo. Instintivamente, tocas el lugar donde te apuñaló, pero algo no cuadra. No hay sangre. No hay herida. Sin embargo, puedes sentir que algo en tu interior ha cambiado. Algo se ha movido, algo te ha tocado, pero no puedes identificar qué exactamente. = = = -Con eso, sigues caminado a las Siguientes celdas. Vas a la que te queda mas cerca primero. -Al abrir la puerta, el aire pesado y rancio se te mete por las narices. Dentro, hay una figura casi irreconocible, un hombre bastante pequeño encorvado en el rincón de la celda. Su piel está pálida, casi translúcida, y sus ojos no son más que dos círculos vacíos, como si ya se hubiera rendido a la vida. Sus huesos parecen sobresalir por toda la piel, especialmente en sus brazos, que están cubiertos de cicatrices profundas. Pero lo más perturbador es su boca, entreabierta, de la cual caen hilos de baba amarillenta. En un rincón, un trozo de pan seco yace a su lado, pero ni siquiera lo mira. Parece estar esperando que todo termine. La celda está impregnada por un olor a descomposición. De vez en cuando, se agita un poco, como si tuviera algo de vida en él, pero rápidamente se vuelve a su letargo. A su lado, hay una pequeña silla rota, una reliquia del pasado que alguien olvidó. -Tras eso vas a la siguiente. Dentro de la celda, hay una mujer con el cabello enmarañado, cubriendo parcialmente su rostro. Su ropa está hecha jirones y su cuerpo cubierto de cortes y moretones. La piel de sus manos está desgarrada, y hay marcas de quemaduras antiguas en su rostro. Ella está sentada en el suelo, con las rodillas dobladas contra su pecho, sus brazos rodeándolas en un intento de protegerse de algo invisible. La piel de sus muñecas está marcada por cicatrices profundas, las cuales parecen haber sido hechas con algo afilado. Es probable que haya intentado escapar de su propia mente en algún momento. Cuando te ve, algo de esperanza se dibuja. -Al abrir esta celda, el aire se torna denso, con un leve olor a humedad y algo mucho más espeso. En el centro de la celda, hay una figura tumbada en el suelo, cubierta por una manta sucia que no logra cubrir su cuerpo del todo. Es un hombre, pero no parece humano en su totalidad. Su cuerpo está marcado por grandes laceraciones y cicatrices, algunas de ellas tan profundas que podrían haber sido hechas con garras. La piel está tensa, como si algo estuviera por rasgarla desde dentro, poco más parece un globo. https://youtu.be/E7Iia8DUxrc Sientes unos Ojos viéndote en la oscuridad de la esquina de la celda, y unos gruñidos si te acercas. -Por último, vas a la siguiente. La celda en la que te acercas es pequeña, y el aire está viciado por la humedad y la suciedad. La luz tenue que entra apenas ilumina el interior, pero a medida que avanzas, puedes distinguir en el suelo dos Goblinos muertos recientemente y la figura encorvada de una mujer gato en el rincón. Sus ojos verdes brillan al verte, su cuerpo es ágil, con una postura felina, aunque su respiración es algo agitada, como si estuviera atenta a cualquier movimiento. Tiene las orejas puntiagudas, y su cola, que se encuentra enrollada cerca de su cuerpo, se tensa al notar tu presencia. En la frente, una mancha de sangre seca le cae por la cara, pero su herida parece superficial, nada que haya podido detenerla demasiado. Aún lleva piezas de su armadura, aunque desgastada por el tiempo y la privación. <Hello Kitty ".....................::" -Cuando te acercas, sus ojos, de un verde intenso, se fijan en ti con rapidez, y sus orejas se agudizan, elevándose ligeramente. La tensión es palpable en su cuerpo, pero no se mueve, como si estuviera calculando tus intenciones. <Hello Kitty "¿Quién...? ¿Quién es?" -Su voz, rasposa pero firme, resuena en el silencio de la celda. Te observa con cautela, los músculos de su cuerpo tensándose, como si estuviera a punto de saltar en cualquier momento. Notas que su cola se mueve lentamente, al principio curvándose hacia ti, como una serpiente esperando a atacar. <Hello Kitty "No me digas que eres otro de esos miserables que me han dejado aquí... " -La mujer gato pregunta con un suspiro, mientras se incorpora ligeramente, dejando que sus manos se apoyen en el suelo para equilibrar su cuerpo. La herida en su cabeza apenas sangra, pero molesta un poco en su ojo. <Hello Kitty "¿Qué es lo que mierda quieres? No busco compañía... no en este maldito lugar. ¿Viniste a matarme también?" = = = -Después de esos encuentros, terminen como termines, seguiste avanzando. Más adelante, al continuar por las celdas, la escena es aún más sombría. La gente que queda allí está en peores condiciones de lo que pudiste imaginar. Los cuerpos están tan deteriorados que apenas se reconocen como humanos, y el aire está tan denso que parece que cada respiración se convierte en un esfuerzo, como si la misma oscuridad estuviera absorbiendo las últimas fuerzas de esos prisioneros. El silencio es opresivo, interrumpido solo por los leves susurros de la agonía de algunos. A cada paso, la atmósfera se vuelve más densa, más pesada, como si te estuvieras hundiendo en un abismo. Un escalofrío recorre tu espalda, y esa oscuridad se siente algo peligrosa. -> Regresas al punto donde habías encontrado el elevador dorado, y con una antorcha en la mano, te diriges hacia una puerta apenas visible en la penumbra. El metal de su pestillo cruje con dificultad cuando lo tocas, y al abrirla, una oscuridad pura te recibe, tan densa que ni la luz de la antorcha logra penetrarla por completo. Solo logras distinguir débilmente otras dos puertas al fondo, pero lo que realmente te inquieta es el sonido de pasos. Se acercan rápidamente, una multitud, y puedes sentir la tensión en el aire. Están cerca, demasiado cerca, apenas tres turnos de distancia. Si quieres salir rápido, si tú y tus compañeros quieren escapar, debías agarrar tus cosas y moverse ya, o tratar de enfrentar lo que sea que viene ahí con tus refuerzos sacados de una beca del estado por una vivienda justa.
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>>107003 >>107133 >>107135 Un gordo verde con olor a grasa y una anciana anoréxica con un pie y medio ya en el otro lado, en el mundo del descanso o así se dice y se cree... Una conversación entre tonto y retonto que va y viene, empezando con gritos para que se despierte y posteriormente tirando de nombres, presentándose como caballeros respetables. >Gerardo Antes mi cuerpo tenía músculos en los músculos, créeme. La vida de la granja y la mina de sal no es fácil para los débiles, esos acaban muertos. El verde amigo menciona la verdad, pero el Gerardo mete algo de contexto de que antes te ponía a bailar macarena de una cachetada, ahora no siendo más que un esqueleto andante envuelto en ropas oscuras y cuero, dependiente de la mememagia. Literalmente un muerto, una marioneta de su propio espíritu que la mueve en un intento de no pasar a la otra vida, luchando constantemente contra extremas ganas de desmayo y luchando contra sus pulmones. El VIH poder de esta enfermedad degenerativa es algo con lo que tiene que luchar constantemente o se lo va a comer... Nah, ahora en serio, ¿es este tipo tonto? Hay mil maneras de obtener la inmortalidad o una forma de prolongar la vida. Convertirse en vampiro, robar la piedra filosofal, comerse una sirena (de ambas formas), etcétera, y el imbécil elige la más complicada, bajando aquí y arriesgando morir. El tipo no es demasiado listo por más que tenga un IQ elevado. >Gerardo Ignorar a los demás siempre es bueno. Pero el amigo se presenta como Kersh, inventándose su nombre por el camino porque no lo tiene debido a malas figuras paternas. Lo más interesante es lo siguiente, esta calma del compadre que lo hace ver como alguien más vivo de lo que parece a simple vista, algo que obviamente toma al míster magia por sorpresa. >Gerardo (Este tipo es más listo de lo que parece.) Y... es recibido con golpes que podrían romperle las costillas por hacerse el listillo. >Gerardo ¡O-oye! Escucha el parloteo del ogro y posteriormente intenta cubrirse de la inminente muerte a manos de un puño gigante, aunque gracias al misericordioso no ocurre ya que el gigante color moco se detiene. Al final todo queda en una advertencia de que no se haga el gil porque ya lo tiene fichado, algo que hace tragar saliva al mago. >Gerardo Está bien, está bien, no más juegos. Eres alguien bastante despierto y todo eso, hasta sabes que voy a morir. Posteriormente más presentación, todo eso de ser mago puto y alquimista, médico y todo eso, palabras que desatan una anécdota del amigo que saca su collar, algo que se asemeja a la movida del Manatí que compró en la tienda del persa ese de la esquina. ¿Tendrán estos tipos alguna creencia en común? No sabemos de momento, ni siquiera se sabe si este tipo procede de aquí abajo. >Gerardo Bueno, las generaciones anteriores siempre suelen ser así, mi padre me vendió a una mina... Pero espera, ¿tú no estás maldito? Siento esta cosa que me comprime el pecho y la mente, me siento drenado. Después de ello es invitado a salir, levantándose con la tranquilidad de un infante que no anda metido en la mazmorra oscura, la sex dungeon. >Gerardo Bien, ¿qué estás buscando? Y cual NPC, Gerardo pregunta por lo que anda buscando en esta zona... ¿Qué zona? Mi cabe-zona. Lo observa entonces hacer esa maroma de la pared y explicar movida, aquello de lugar antiguo y todo. ¿No era esto el reino en ruinas del Archirei o algo así? No recuerdo si el Gerardo dispone de esa data, pero al final del día es erudito trolo. >Gerardo Sé de un elevador, amigo, aunque este solamente es para bajar. Todos podríamos bajar en él y perder a esos idiotas que vienen. Es la mejor y la única idea que tiene, sin embargo hay cosas que hacer antes de ello y el gigante verde también necesita recuperar cosas robadas por los cananeos color moco. >Gerardo
[Expand Post]Yo también ando en busca de algo, puede que podamos ayudarnos. Y no, no sé sobre el sitio donde guardan lo confiscado, pero es algo que debemos encontrar. Sin equipo podemos morir ahí abajo. Todo a su tiempo, el Kerchak decide seguir al nieto que toma una barra de metal para usarla de bastón, siguiendo su corazón hacia las demás celdas con olor a podredumbre y desesperación. = = = Cero voces en intento de salir, solamente ratas chillando y un eco incesante de las gotas cayendo en charcos. Es como si aquí no hubiera nadie, o al menos nadie consciente de lo que ocurre afuera de esa oscuridad latente de las celdas. >Gerardo Detesto las celdas... El *clang* *clang* de su bastón improvisado lo arrastra hasta la primera celda donde un tipo rubio hecho un cristo los espera ahí, ahí mismo sentado bajo su propia sangre en espera de algo, de un final. Las palabras del Gerardo al menos lo hacen reaccionar. >Gerardo (Estos depravados si se ensañaron con este.) Tendones afuera, ciego y amarillo. La celda se abre y el mago va directo a ayudarlo aunque él no se puede ayudar ni a sí mismo. La empatía mueve a hacer cosas, son hermanos de "No a la tortura". >Gerardo ¿Qué? No, no soy una ilusión, maldita sea. Ya quisiera y no estar sufriendo en esta prisión de carne. Aunque para prisión de carne ya tenemos a este tipo todo hecho mierda al que ayuda a caminar como puede, mismo que se vuelve doomer de repente al escuchar lo de la guerra. >Gerardo (¿Qué demonios hacía un artista aquí abajo?) Mi hermano en las artes... Vivimos en un mundo de magia y mística; todo es posible. Tú y yo recuperaremos lo que perdimos. Además, que estés luchando ahora mismo por salir de este agujero dice que quieres vivir, de lo contrario ya estarías muerto. Apuesto de que hay alguien esperando ahí arriba. El magias intenta dar ánimos al compadre y darse ánimos a sí mismo, darse esperanzas de que al final va a encontrar lo que busca. Y bueno, que salen de la celda y se encuentran con Shrek que observa a los mendigos del centro. >Gerardo ¿Puedes llevarlo? Yo no estoy en mi mejor condición. Le carga el muerto al gordo > y se prosigue hacia la siguiente celda donde el orko y esa cosa gris comiendo carne. Una situación... peculiar, extraña, de esas que no se sabe el proseguir. ¿Qué se hace en esa situación? Pues preguntar al experto. >Gerardo ¿Mascotas? ¿Eso? La forma de hablar del amigo atrapado en Dagobah puede ser confusa a veces, pero comprende lo que quiere decir... a medias. Por otro lado hablar al orko no hace nada, ya está perdido para este punto. >Gerardo Bien, bien, déjame abrir esto. Sin más prueba llaves y abre la celda para interactuar con el sir escroto depilado. >Gerardo Erm... ¿Hola? ¿Puedes hablar? Se acerca cautelosamente con barra en mano por si lo quieren atacar. Si la criatura no contesta, intenta silbar como un intento de llamar un perro y tocarlo o algo, hay que intentar que se una a los Vengadores de Auschwitz. Sea como fuere que haya terminado esa interacción (probablemente en Gerardo muerto por pendejo), sigue a la siguiente en la que un goblin moribundo le espera. El mago únicamente abre la celda porque no puede hacer mucho por él, tal vez ahorrarle el sufrimiento y matarlo allí mismo, probablemente sea uno de estos degenerados cultistas que no merece nada de él, pero al menos le deja la libertad a mano, queda en él tomarla o no. Próxima celda, una elfina en condiciones iguales, mejores o peores que los otros, eso ya queda en el criterio de cada uno. La voz del Gerardo no parece despertarla y el entrar en la celda tampoco, ni siquiera los chasquidos de dedo cercanos, anda en otro mundo. >Gerardo ¡Hola! ¡Hola! Hasta que no le queda de otra que recurrir a lo que aprendió de casa con sus padres, más precisamente de su padre hacia su madre: https://youtu.be/AD1YG_nhbyE?si=pB0_JQXlrdi9DN5O Un cachetazo que la hace reaccionar, el cuero contra la piel anteriormente prístina. Esto la hace romperse, comenzar a llorar y meter ambas manos por debajo de la túnica mágica del mago que reacciona con rapidez. Qué miedo el contacto femenino. >Gerardo ¿Q-qué haces? Céntrate, hay que salir de aquí antes de que vuelvan. La toma de ambas manos y la pone de pie, esta entonces poniéndose como loquita y en un par de moviemntos el Gerardo anda en el piso como siempre, aunque esta vez con manos en el cuello. Intenta con todas sus fuerzas sacársela de encima aunque con resultados poco favorables. >Gerardo A-- y-- u Por alguna razón tiene una fuerza a temer o simplemente el Gerardo es un pobre bastardo, y pronto su cuello es sarandeado. Sus ojos se pierden en la oscuridad del techo y la sangre brota de su boca, pero su espíritu lo mantiene vivo, sus pulmones no van a fallar. >Gerardo A-- y Por suerte la ayuda viene de parte de un dedo verde que empuja a la reclusa y deja por fin toser tranquilo al amigo, toser sus pulmones afuera. Se da la vuelta para echar esos gargajos cuagulados de sangre y muerte, arrastrándose como puede hacia su bastón. >Gerardo (Hacer el bien puede acabar con alguien. El mundo es un lugar horrible.) Con fuerza se pone de pie gracias al bastón y escupe lo último, con esa sensación horrible de ardor y comezón infinita dentro de su pecho, lejos de sus dedos que se han dejado uñas rascando contra este mismo pecho, pero nunca puede ni podrá alcanzar la comezón. >Gerardo Gracias, amigo. *Cof* Mira y agradece a Shrek para toser una última vez y manchar su guante, luego mirando a la mujer que casi lo mata, llorando y ahí tirada. Su rostro se mantiene neutro mientras se acerca y... extiende su mano manchada de rojo. >Gerardo Levanta, hay que salir de aquí. No es mentira esta vez. Sonríe con aún sangre en su boca. Va a ayudar a estos como alguna vez lo hizo un árabe random con él. = = = Otra celda con una causa perdida, no hay nada que puedan hacer por ese pobre diablo, dejando únicamente la puerta abierta, sin embargo la siguiente tiene a alguien salvable, un orko del Congo. Al parecer su mente anda algo perdida, pero responde bien cuando la celda se abre y se le deja salir. >Gerardo Wops, ¿puedes caminar? Intenta ayudarlo cuando se anda tambaleando y también observa mejor el collar cagado ese, al parecer algún tipo de sacerdote o seguidor de la religión del cristianismo los Observadores. >Gerardo (No es raro que lo hayan capturado.) Estos pobres desgraciados siguen hacia la siguiente celda donde se encuentra Godofredo y se produce una batalla rítmica que, aunque Gerardo ando con la voz hecha una mierda, sigue siendo una especie de bardo y entiende la movida. Batallas legendarias. Un tira y afloja rítmico únicamente entendido por los insanos o los dotados en el arte de la música, probablemente los demás anden viendo a estos dos como terribles esquizos (que lo son), aunque al final acaba con un buen final. La celda se abre y el tipo hace tp enfrente del Gerardo para hacer una Coringa referencia y posteriormente irse al carajo, dejando pálido al Gerardo... que pronto escupe al piso. >Gerardo Iugh, ¿por qué todos tienen que ser tan raros? (Sabe horrible.) Por suerte no mató a nadie, simplemente desapareció en la oscuridad. Vamos Jeff, ayuda a la ganga. = = =
>>107157 Otra celda con un raro espécimen, algo que intenta hacerse pasar por un ghoul normal y corriente, aunque obviamente hay algo más, algo insidioso y oscuro, más oscuro que la negra de antes. Un aire pesado y una falta de sonido hacen la situación más compleja, es obvio que no hay que liberar a este tipo. >Gerardo (Que lo libere dice.) Lo juzgan sin siquiera conocerlo. Anyway, abre la celda como todo un pendejo y habla, el tipo corriendo como un chimpancé en celo para detenerse poco después, mirando al mago y sonriendo de manera siniestra. Pronto se nota lo extraño, como si todo esto frente a él fuera una mera ilusión, algo etéreo no hecho de carne, algo detrás de una mera ilusión. >Gerardo (¿Qué cosa es este tipo?) Ciertamente hipnótico, lo observa caminar hacia él y después toda esa movida de la boca, y pronto se le escapa el aire al ser apuñalado. Típico recluso hijo de puta apuñalado a un padre que lo viene a mover por el camino del bien. Esta criatura se va corriendo sin más, soltando risas por el camino. >Gerardo ¡Qué dem- Se revisa rápido: nada, no heridas. Su interior por otro lado... tiene algo extraño, algo que no se puede describir y que no puede investigar ahora mismo porque anda maldito. >Gerardo ¿Qué era eso? ¿Ustedes también lo vieron? Pregunta a los otros prisioneros, sin embargo no le dio importancia y siguió su camino hacia la siguiente celda. Con suerte esa criatura lo ayudó y lo están malinterpretando (No). La próxima celda cae en la pila de los no salvable. Un humanoide pequeño y de aspecto cadaverico, parece un no-muerto más que otra cosa y probablemente lo sea. El Gerardo se acerca a la puerta y le habla. >Gerardo Oye, ¿estás vivo? ¿Puedes escucharme? Una vista horrible. Es impresionante lo que la cana mazmorra le puede hacer a uno, infectados con la oscuridad latente del lugar y la maldad de estos cultistas. Si el tipo no responde, Gerardo entra a la celda y utiliza sus 3 puntos en fuerza para golpearle la cabeza y sacarlo de su miserable estado. Es mejor que dejarlo ahí pudrirse en vida. La próxima celda viene con otra mujer, qué miedo. Al igual que todos los demás, hecha un desastre, con signos de tortura y al parecer un intento de autosuicidio, la forma más rápida de salir de este infierno. >Gerardo ¿Hola? ¿Puedes escuchar mi voz? Al parecer sí, escucha cuando se acerca y habla por detrás de la puerta. >Gerardo Te voy a sacar..., solo no me ataques, por favor. No te voy a hacer nada. Ya hay que andarse con cuidado, no joder tanto con los reclusos. Abre y entra para observar mejor a la mujer y este tipo muerto, con heridas profundas a simple vista. Se acerca hacia el muerto para quitarle la manta y mirar mejor su raza y demás, investigar las heridas. 1d20 = 3 >Gerardo ¿Qué pasó aquí?
[Expand Post] Pregunta a la mujer, y entonces esa mirada extraña en la oscuridad a la que no piensa meterse. Se voltea hacia la misma. >Gerardo ¿Hola? ¿Eres un cachorro? Unos mínimos pasos y gruñidos. Se hace todo pendejo y espera que la mujer le ayude en esta movida. Con suerte otro "aliado". = = = Otra celda, otra historia. Esta huele a muerte reciente, y al acercarse puede notar la razón de ello, unos goblinos muertos y una figura tenue en la oscuridad, uno de estos medio gato medio hombre... ¿Quién fue el depravado sexual que se la metió a un gato para crear esto? De todas formas sí, una mujer gato muy atenta al mago. >Gerardo Te ves solitaria. Se ríe un poco y no contesta nada mientras prueba llave tras llave, ya habrá tiempo para hablar. Al final la celda se abre y esta debería de estar viendo a los otros tipos todos hechos cagada, así que la respuesta es obvia. >Gerardo Hay que salir de aquí rápido, vamos. Vienen muchos enemigos. ¿Puedes andar? Con la gata Hola Diablo en el equipo, se sigue caminando un poco más, sin embargo ya la oscuridad es demasiado densa no en un sentido literal... O sí, también. Los cuerpos demacrados y unos susurros cargados en agonía dicen que aquí ya no hay lugar para la salvación. "Abandonad toda esperanza los que aquí entréis". El mago se para en seco. >Gerardo Pobre gente... No hay nada que podamos hacer para salvarlos. Avisa a sus lacayos y se da la vuelta para caminar hacia el ascensor y aquella puerta, no sin antes tomar una antorcha. Nadie habla, todos andan ahogados en sus propias mentes y el Gerardo también, ahogándose en que no puede salvar a todos. Para hacer un omelette hay que romper algunos huevos. Llegan a esta puerta que es abierta para observar nada más que una densa oscuridad que no puede ser rota ni siquiera por esta antorcha. Dos puertas apenas visibles y muchos pasos que vienen hacia aquí, un pequeño ejército. >Gerardo Mierda. Una gota de sudor frío cae por su frente. Ahora debía actuar rápido antes de que ocurra una masacre en ambos bandos, aunque ellos serán los más perjudicados. >Gerardo Por aquí deben de andar nuestros objetos. Kersh, ¿puedes escuchar por dónde viene el enemigo? Tengo esperanza de que la otra puerta es la del tesoro. Pide ayuda de su BFF y posteriormente le habla a los del campo de concentración. >Gerardo Ustedes quédense aquí, ese es el elevador que nos va a sacar de este agujero. Mis compañeros deben de estar por aquí, deben de andar detrás de esa puerta luchando. Si quieren echar una mano, adelante. Consiga ayuda o no para los demás, el plan está en investigar una de esas puertas. Obviamente no puede parar las tropas enemigas con estos pordioseros y tampoco los va a sacrificar, todavía le queda algo de humanidad.
>>106926 >¿Puedo usar otras habilidades dentro de estos 8 ataques? Si es no, tira dados por mí. Kek no, aun no 1d20+5 = 19 1d12 = 6 1d20+5 = 10 1d12 = 10
>>106989 >>106986 >>106926 >>106880 -El estruendo del combate resonaba a lo lejos, amortiguado, distorsionado, como si lo escucharas desde las profundidades del océano. Todo era confuso, las voces se reducían a ecos distantes, irreconocibles, como si ya no tuvieran significado. Tu mente era un torbellino de pensamientos fragmentados, recuerdos borrosos que se disolvían en la negrura, como si jamás hubieran existido. Tu cuerpo flotaba en la nada, atrapado en un abismo de sombras. La fría neutralidad se apoderaba de ti, envolviéndote en un letargo implacable. No había dolor ni angustia, solo un vacío absoluto, una calma artificial que se extendía como veneno en tu ser. No había ira, no había lucha. Solo un vasto olvido que susurraba que dejarse ir era lo más fácil. -Pero algo dentro de ti se resistía. Una chispa, un pensamiento, un simple acto de negación. No ibas a dejarte consumir por este abismo. No ahora. No así. Intentaste moverte, pero la gravedad te sujetaba con fuerza descomunal. Brazos amorfos emergieron de la oscuridad, atrapándote, aferrándose a tu piel con garras etéreas, intentando arrastrarte más y más profundo. Eran incontables, fríos como la muerte misma, su contacto drenaba cada vestigio de fuerza, cada rastro de tu identidad. Querían devorarte. Querían convertirte en nada. -Pero no lo ibas a permitir. -Luchaste. -Tiraste con toda la fuerza que tu voluntad podía reunir. El esfuerzo era abrumador, una tarea imposible, como si intentaras mover una montaña con las manos desnudas. Pero no cediste. La resistencia era inhumana, pero tu determinación lo era aún más. Las sombras gimieron. Las manos comenzaron a ceder. Sus formas se deshilachaban, desgarrándose con cada intento de liberarte. Un crujido resonó en el vacío. Otro. Y otro. Los brazos se rompían, su agarre aflojaba. Y entonces, una luz cegadora estalló ante tus ojos. La oscuridad chilló. Tu corazón dio un latido atronador. -Y despertaste. -De golpe, tus pulmones volvían a llenarse de aire. Todo a tu alrededor era caos y guerra: el choque de acero, los gruñidos de los moribundos, el retumbar de la batalla. Tu cuerpo aún estaba herido, las cicatrices del combate ardían en tu piel, pero algo había cambiado. La presión que había estado oprimiendo tu pecho, esa fuerza invisible que te ahogaba y consumía tu potencial, se había disipado. El peso se había desvanecido. Y en su lugar, una energía renovada corría por tus venas. Tu fuerza había regresado. Tu voluntad, inquebrantable. La batalla aún no había terminado. Y tú tampoco. -Tabla al notar que el mago encapuchado aún Semi muerto era una amenaza termina por decidir rematarlo con su hacha. El golpe baja y cortándole la traqueo acabando con su vida, esta vez definitivamente. Las manos que rodeaban a Manat desaparecen y dejan de atacarlo. -Los dos goblins fijaron sus miradas en Wes, sus dientes podridos expuestos en una mueca de risa. El primero, con el rostro reducido a una masa irreconocible de carne y hueso astillado, gruñía como un animal rabioso. El segundo, blandiendo su navaja con dedos huesudos, la hacía girar entre sus manos con la destreza de un maleante de taberna. Ambos avanzaron, sus pisadas rápidas y feroces, con la intención de cortar y destrozar https://youtu.be/WBMMqk3TQHM. Pero Wes no era presa fácil. Sus instintos se afilaron en un instante, su cuerpo reaccionando antes que su mente. La sangre hervía en tus venas, su pulso se aceleraba como un tambor de guerra. Tu brazo se adelantó instintivamente formando distancia, la navaja firme en tu puño, lista para atravesar carne. https://youtu.be/W_ZBacZUlQI -Tu instinto de supervivencia Lucha & Huida se había activado, y aquí no habían cagones. El mundo alrededor se desvaneció. No existía el ruido del combate, no había gritos ni chispazos de acero contra acero, ninguna distracción. Solo eras tú y tus enemigos. Tus plumas se erizaron, cada fibra de tu cuerpo estaba lista para actuar. La visión de túnel se cerró sobre tu objetivo. Tus músculos se tensaron, tu respiración se volvió un silbido afilado. Un duelo carcelario. Un solo movimiento en falso y alguno terminaría destripado. Ambos goblins se lanzaron al mismo tiempo. Y entonces… https://youtu.be/PRc2vx4xTVM ¡¡PUMMMMMM!!! -La realidad explotó en un estruendo brutal. Como un tren desbocado arrollando a un grupo de Hindúes, una masa colosal emergió del suelo y se precipitó contra los goblins. Hurr. https://youtu.be/tvxEKGKaPkc El titán despertado del letargo. Hurr appears with a blast. -Su cuerpo, como un muro de carne, atropelló a los dos goblins con la fuerza de una avalancha. Un grito sofocado escapó de sus bocas antes de ser despedidos por los aires como muñecos rotos. Sus cuerpos se estrellaron contra la pared con un impacto seco, huesos resquebrajándose, aire escapando de sus pulmones en un jadeo agónico. Los dos quedaron inmóviles. Desmayados y El polvo se asentó. -Entonces Wes aprovecha. Rápidamente se acerca al Goblin 1 que estaba desmayado, aun el duelo no había concluido entre ustedes hasta que uno deje de respirar. Zas! El filo perforó la carne verde con un chasquido húmedo. ¡ZAS! ¡ZAS! ¡ZAS! Cada estocada hundía la hoja más y más en el cuerpo del goblin desmayado. Sus plumas se tiñeron de escarlata mientras su brazo se movía como un resort. Y Mientras Wes apuñalaba a un duende, Eirim se movía. -Tus ojos observaban como al Pupus le estaban haciendo el Bulling de su vida mientras estaba AFK porque su madre lo llamo a comer. Literalmente hasta le quebraron un dedo por los kekes, entonces con valor avanzas rápidamente... o al menos, lo más rápido que una niña sin una pierna podía hacerlo. Saltando un tope tras otro, casi tropezándote varias veces, pero a paso torpe llegas hacia el Goblin 2. -Este yacía en el suelo, aún inconsciente por el brutal embiste de Hurr. Su cuchillo descansaba en su mano huesuda, sus dedos aún cerrados con firmeza alrededor del mango. Tú te arodillas junto al cuerpo del goblin y tiras del cuchillo con ambas manos. Pero la garra del duende no cedió. Sus dedos estaban crispados en no soltarlo, su agarre aún fuerte a pesar de estar inconsciente. Cualquier otra niña podría haberse rendido. Pero Eirim no era una niña común. -Años de limpiar el convento, de mover su propia silla de ruedas, de sostener libros enormes todos los días, de pintar la capilla con paciencia y fuerza, habían convertido sus brazos en pilares de resistencia. -Y entonces… -¡TIRÓN! -El cuchillo se liberó con un chasquido seco. Entonces, ya con ese tosco cuchillo en tus manos, volteas a ver al Pupus, quien ahora se encontraba Curando a la Enana Cornelia. Entonces tú llamaste su atención, entonces este voltea, probablemente confundido, aunque no le ves el rostro. Entonces tú le lanzas el cuchillo por el suelo. -La hoja giró en el suelo. Era un lanzamiento limpio, directo, pero el piso no lo era... Con una loza más elevada con la otra, el cuchillo choco y se elevó unos centímetros en el aire, esta giro y el mango del cuchillo golpeó a Pupus justo en su dedo roto.
[Expand Post]<Pupus "tsss ayaya" -Instintivamente, se agarró el pie, y después observo que lo golpeó. Este rápidamente lo agarra, y parece que sonrió estaba listo para cometer un crimenes. <Pupus "Eh, ah…" "Gracias pequeña." -Pupus agarro el cuchillo con más firmeza y te miro antes de apuñalar a alguien con su nueva adquisición. "Ten cuidado, ¿sí?" -Mientras tanto, en el mismo momento que ocurría todo esto, Dos espadazos se dirigían en el aire hacia el cuerpo del Manati. El corte fue bastante superficial, pero no habías podida esquivarlos, el daño apenas sumaba, ya que tu cuerpo estaba ya de por sí, hecho piñata. A pesar de que no estabas muerto y estabas a tu 100% sacándote ese mal de ojo mamaguevistico, un tenías literalmente agujeros que habían atravesado tu puto pulmón, y tu sangre manchaba todo el suelo, estabas quedando pálido y tu visión era doble. -Tabla aprovecha este momento para clavar su hacha en el hombro de uno de los Draugr, hundiéndose entre hueso y músculo seco. Él no-muerto gruñó y con un movimiento brusco, se sacudió a Tabla de encima, empujándola hacia atrás. Mientras tanto el Mamas, podía oler ahora más que nada todo ese hedor metálico a sangre, y con eso, su cuerpo entro en adrenalina. -Un nuevo latido golpeó en su pecho. BA-DUMP. El dolor se desvaneció. BA-DUMP. El frío desapareció. BA-DUMP. Tus sentidos se agudizaron. Cada detalle se volvió claro. Tu agarre en el arma se volvió firme. Tus músculos se tensaron. Tu mente se despejó. El bajón de azúcar y el cansancio se esfumaron. -Manat con el modo sexo activado y enojado como Marrano, levanta su pierna con suma fuerza y la dejó caer con un gran pisotón ¡¡BOOOMM!! -El impacto fue como el rugido de un trueno atrapado entre las paredes de piedra, Como un pedo trancado de Ogro de montaña. El suelo se resquebrajó. Las grietas se expandieron, y el polvo se alzó en una nube sofocante. Toda la habitación tembló. Los Draugr se tambalearon como muñecos rotos, sus huesos crujieron, sus armaduras golpearon entre sí con un ruido seco y metálico. Los Goblins, que apenas intentaban recuperar el conocimiento, sintieron la sacudida bajo ellos y Punck Volvieron a caer de bruces. Sus cabezas golpearon contra el suelo con un sonido sordo, dejando un eco de pura torpeza en el aire. La sacudida fue tan fuerte que hasta los escombros del techo se soltaron, pequeños fragmentos cayendo como una lluvia de polvo y piedras. -Aprovechando que todos los enemigos estaban fuera de combate, Hurr va hacia el Draug 2 y le empieza a golpear con sus puños de gigante. Tabla también se une al Bullying y empieza a machetearlo también, quedando este como la representación de una narco ejecución en vivo. Eirim trata de hablar con el Draug 2, pero como está siendo atacado por todas partes mientras está fuera de servicio por el pisotón, no puede escuchar mucho. Mientras tanto Wes, sigue empeñado en matar al Goblin 2 y sus manos siguen yendo y bajando apuñalando ese cuerpo verde. 1/2
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>>107178 -Mientras los enemigos seguían en el suelo, Hurr se acercó al Draugr 2 y, sin mediar palabra, comenzó a golpearlo con sus puños enormes. Cada impacto hacía que el cuerpo seco del no-muerto se sacudiera como un saco de huesos mal amarrado. <Pupus "Que bien que volviste con nosotros Amigo" "..." "Mierda, pensé que te había dado el patatús permanente..." -A Pupus le vienen flashback de Vietnam, como si ya hubiera visto como gente al bajar el abismo muere así sin más. Pero entonces, Tabla, viendo la oportunidad, se sumó a la turba. Blandió su hacha y empezó machetear al mismo Draugr que Hurr apaleaba. Esto parecía una Narco ejecución en vivo y en directo. Eirim intentó hablarle en medio del ataque, pero, sin embargo, el Draugr 2 apenas podía procesar lo que ocurría, su cuerpo estaba siendo destrozado antes de que pudiera responder algo coherente o siquiera escuchar a la niña tetrapléjica. -Al otro lado de la habitación, Wes seguía en su propia cruzada personal. El Goblin 2, todavía inconsciente tras el golpe de Hurr, no ofrecía resistencia, pero eso no parecía importarle al hombre polilla. Con la mirada clavada en su enemigo, su cuchillo subía y bajaba sin pausa, perforando el cuerpo verde con una insistencia casi mecánica, esto ya no parecía un duelo, sino que parecía más a una caminata tranquila en el reino de Englaterrano. <Pupus "Mierda manat, déjame arremediar eso" -Entonces Pupus se acercó al cuerpo todo destrozado de manat. El monje, con su mano en el corazón empezó a recitar algo en voz baja, y está con un brillo algo oscuro, se iluminó. Él estiro su mano contra las lastimaduras y aunque con dolor, se empezaron a cerrar y curar lentamente, no todas, pero sí las de mayor importancia y mortales. Con su poder de fe poco a poco te ibas regenerando, aunque notabas que en el cuerpo desnudo de Pupus, ahora se empezaban a marcar las heridas que tenías, como cicatrices, aunque se iban desvaneciendo rápidamente. -Este se acercó a ti, ya que tenías el cuerpo hecho bosta. Se arrodilló a tu lado, colocando una mano sobre su propio pecho mientras empezaba a recitar en voz baja. Sus palabras apenas eran audibles, pero tampoco es que sean cosas importantes de oír. Un tenue resplandor oscuro emanó de su mano y, con cuidado, la acercó a las heridas de Manat. El dolor no desapareció de inmediato, pero las lesiones más graves comenzaron a cerrarse lentamente. La piel se reconstruía con esfuerzo, los músculos volvían a unirse, y aunque el daño no desapareció por completo, al menos dejó de ser algo que tiraba chorros de sangre y amenazaba con liquidarte. -Mientras Manat recuperaba parte de su fuerza, notas algo extraño en Pupus. En su cuerpo desnudo, comenzaron a formarse cicatrices. Eran marcas de las heridas que te curo momentos antes. Sin embargo, estas no duraron mucho, se desvanecieron poco a poco, dejando apenas un rastro antes de desaparecer por completo. <Pupus "tshh" "Con eso deberías estar bien por ahora" "No te preocupes por la niña, su cuerpo está en un mejor estado solo... sigue sin tener conciencia, probablemente esté desmayada" -El Goblin 1 y el Goblin 2 lograron ponerse de pie, tambaleándose. El primero se sujetaba el costado, donde las múltiples puñaladas de Wes lo habían dejado en mal estado, mientras que el segundo notó con frustración que le habían robado su puñal. Wes, aún decidido a terminar el trabajo, lanzó otra estocada contra ellos, pero su ataque falló. Entonces tú haces tu amenaza, si uno daba un pazo mas, lo ibas a llenar el rostro de mierda... Ellos se miran, estaban algo asustados, pero toman coraje tras pensarlo 3 veces y avanzan. El Goblin 1 le lanzo un puñetazo en la cara, haciendo que la cabeza de Wes se echara hacia atrás. El Goblin 2 intentó hacer lo mismo, pero estaba tan asustado en que le tiren mierda que su golpe no llegó a conectar. -Entonces, desde la penumbra, Pupus apareció detrás del Goblin 1. Sin previo aviso, le propinó una tajada en la tripa con su nuevo cuchillo, abriendo un corte en su abdomen. Mientras tanto, el Draugr 1 se puso en pie con dificultad y trató de apuñalar a Tabla por la espalda. Sin embargo, ella lo vio venir y esquivó el ataque con facilidad, haciendo que el Draugr tropezara unos pasos hacia adelante. Hurr seguía golpeando al Draugr 2, cuyos intentos de levantarse eran interrumpidos por los pesados puños del gigante, que le quebraron varias costillas con cada impacto. En ese momento, Eirim se acercó al Draugr 1, ignorando el caos a su alrededor. Y con eso, intento usar la ruta pacifista. -Eirim gritó con todas sus fuerzas, intentando convencer al Draugr 1 de que ella era su hija. Su voz atravesó el bullicio del combate, y algo en sus palabras pareció resonar dentro de la mente fragmentada del no-muerto. El Draugr se detuvo. Sus movimientos torpes y violentos se ralentizaron. Sus ojos vacíos parpadearon con una chispa de reconocimiento. <Draug 1 "H-h-hija…" -su voz era áspera, entrecortada, y lenta, como si apenas tenía energía para formar esas palabras, pero aun así trataba. } <Draug 1 "Hija, hija… Papá… va a regresar pronto… Papá te lo prometió…" -Se inclinó lentamente, su mandíbula ya desencajada por los golpes intentó articular esas palabras con dificultad. Soltó su espada y, con una mano huesuda y fría, acarició tu mejilla, de una manera suave, como haría un padre, a pesar de sus manos estar frías, se sentía cálido. <Draug 1
[Expand Post]"Hija… qué grande te has vuelto… Papá se disculpa por no haber estado tanto tiempo… "..." "Papá promete regresar, hija… Cuida de tu hermanito y de tu madre…" "Cuando termine aquí, regresaré… Te traeré ese bollo dulce que tanto te gusta…" -Su mano se retiró, temblorosa, y su expresión cambió. Un leve brilla se reflejó en sus cuencas secas. Se puso de pie con firmeza y tomó su espada nuevamente. Esta vez, la sostuvo con más determinación. <Draug 1 "Ahora papá debe terminar su trabajo… Los observadores me necesita." -Sin dudarlo más, el Draugr 1 giró sobre sus talones y avanzó hacia los enemigos, su postura más erguida, su propósito más claro. https://youtu.be/oJjwMmOC_Cw -El grito de marrana rasgó el aire, un sonido chirriante que resonó en toda la sala. Manat había sucumbido por completo a la ultra violencia temporal. Sus músculos se tensaron hasta el límite, su cuerpo se contorsionó en espasmos y calambres de pura rabia, y sin perder un segundo, se lanzó contra el Goblin 2 con una velocidad primitiva y brutal. El goblin ni siquiera tuvo tiempo de reaccionar. En un instante, Manat ya estaba sobre él, y la fuerza de un vendaval imparable cayó sobre su pequeño cuerpo. Con su hacha en mano, Manat descargó golpe tras golpe sin pausa ni piedad. Primero las piernas, luego las rodillas, el pecho, el cráneo, el costado, los brazos que inútilmente intentaban bloquear el ataque. El cuello fue lo último en recibir la acometida despiadada. -Cada tajo salpicaba sangre sin control, cada impacto quebraba huesos y despedazaba carne. En un punto, el goblin dejó de gritar, pero Manat no se detuvo. Su cuerpo se movía como si estuviera poseído por algo más allá de la razón, un instinto puro de destrucción que no distinguía entre la vida y la muerte. Pero su cuerpo no soportó la sobrecarga. El esfuerzo extremo lo llevó al límite, y de golpe, sus músculos entraron en un espasmo paralizante. Un calambre brutal recorrió cada fibra de su ser, dejándolo inmóvil. Sin más, se desplomó de espaldas con el hacha aún firmemente aferrada en su mano, en sí, esto ya era rutina. -El goblin, o lo que quedaba de él, yacía irreconocible en el suelo. Un charco de sangre roja y verde se extendía lentamente a su alrededor, mezclando los restos en un manto viscoso.
>>107178 >Tabla al notar que el mago encapuchado aún Semi muerto era una amenaza termina por decidir rematarlo con su hacha NoN, era dejarlo inconsciente. Que siga tankeando el Manat, kek.
>>107181 >Me doy cuenta lo automático que escribí esa parte Ah kek, pensé que se pudrió y lo mataba ya de una para que deje de joder. Asumamos que esa parte nunca ocurrió
>>107179 >>107178 Manos Mamaguevas /roll {1d8} 1d8 = 7 Goblin 1 >t1 a Hurr 1d20+5 = 13 1d2 = 2 >t2 a Wes 1d20+5 = 12 1d2 = 2 >t3 a Tabla 1d20+5 = 7 1d2 = 2 ¿Draugr? 2 >t1 War Instructions >t2 a Manat 1d20 = 4 1d8 = 6 >t3 Gran patada a Tabla Pupus >t1 a Sanctify el cuchillo >t2 a Goblin 1 1d20 = 1 2d3+5 = 9 >t3 a Goblin 1 1d20 = 6 2d3+5 = 9 ¿Draugr? 1 >t1 a ¿Draugr? 2 1d20 = 4 1d8 = 7 >t2 a ¿Draugr? 2 1d20 = 9 1d8 = 1 >t3 a Goblin 1 1d20 = 11 1d8 = 1
>>107186 1d8 = 5
>>106991 >¿Qué hubiera pasado si lográbamos ganarle por obra y gracia de la mememagia al violador de la cripta? -Primero no hubieran quedado prisioneros. -Ganaría 3 items especiales Su máscara y otros dos que no voy a nombrar porque lo pueden encontrar más adelante -Probablemente más lore del abismo Implicando qué interese kek >Si Misella hubiera sacado buenos dados cuando le pidió ayuda al Rey Demonio durante la tortura el interrogatorio, ¿Se hubiera podido salvar de desaparecer o no? Respuesta corta, Sí. Aunque ojo, no es que se haya sacado particularmente malos dados.
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>>107178 >>107179 >>106880 >>106926 >Hurr El grandote revive con energías renovadas. Sin dudas ni peso en los hombros. Totalmente como nuevo, mira la escena y se dispone a ponerse manos a la obra. Vale... Murmura y exhala. Posa la mirada en el dos contra uno que le están a punto de meter al Wescoast y se hace tronar el cuello. Poniéndose en posición, corre directo hacia el par de goblins. Poco a poco va ganando más y más velocidad hasta volverse una bola de boliche gigante que posee la potencia de una bala de cañón. Mete tremendo Strike al par de guardias, mandando a volar a los pobres directo a una pared. Los dos mocos verdes caen inertes al suelo inconscientes. Puff...Bien Se sacude el polvo y mira al polillon. Pensé que necesitarías ayuda Levanta el pulgar. Wes se retira a tajear a los ahora totalmente indefensos goblins y de seguro a quitarle las zapatillas de paso. Gigantón voltea y se pone a mirar a quien caerle a putazos cuando de la nada siente una sacudida bajo sus pies. Manati paso a creerse elefante y de un pisotón casi se tumba la pieza entera. Al menos, con ese estruendo, logro derribar a los enemigos que seguían de pie. Hurr no demora en tomar la oportunidad para turbo putear al Draugr más cercano como si odiara a los de su raza. Si *puño* es bueno *puñito* estar de vuelta *puñote* Sin detener la arremetida, le contesta al Pupus. Aunque casi casi me desconecto de esta realidad.... En eso Tabla se une a la paliza y el muerto viviente termina por experimentar lo que se siente caminar de noche por un callejón letrinoamericano siendo mujer (o vistiendo bien). Diferente a la negra, Eirim quiere usar el talk-no-jutsu, pero la party ya se encontraba en modo no te pregunte tu vida, bro; lo que imposibilita hacer que el Draugr recapacite y se una al equipo. ¿M-Me hablas a mi...? El gigante frena unos segundos los golpes para mirar a la niña, porque no se le ocurre que la monjita le ande hablando a literal un cadáver en plena putrefacción. Eso sería raro. Los goblins regresan del letargo en forma de picadillo. Con un pie dentro de la tumba, se enfrentan al quintomundisto en persona hecho manta de plumas. Aunque intimidados, se mantienen firme y atacan, fallando la mayoría de los ataques que le dan al wes gracias al poder de las calles repletas de mierda de la india. Por otro lado, la monja ya-no-tan-turbo logra al fin convencer a una de las criaturas que se una a cristo rey y de vuelta la página. Mientras eso ocurre, al manat, que ya no esta tan herido, se le sube la adrenalina y se pone a hacer carne molida de goblin hasta que le pega el bajón ultraviolento y se desmaya. (....Si me da asquito ver tanta sangre....) Hurr, sudado y con los nudillos ligeramente adoloridos por andar pegándole a literal un saco de huesos, ve la pintoresca escena que el tuerto se acaba de marcar. (Tanto jorgismo brutalismo me recuerda a alguien, pero no se quien...) Al estar perdido en su cabeza, no se percata de que el goblin1 se le acerca y le pega, logrando hacerle un rasguño. Gigantón frunce el ceño y encara al guardia.
[Expand Post]Pequeño, sé que no estoy en posición para decirte esto, pero... Con total calma, posa una de sus manotas en el hombro del moco verde mientras flexea los pectorales en un intento de demostrar lo preparado que se encuentra para grabar un video snuff de tintes homoeroticos. Lo mejor sería que te pienses si quieres seguir luchando...Puedo intentar convencer al resto para que no te hagan embutido, pero claro, eso es solo si quieres...O si me entiendes para empezar Como no sabe si está explicando apropiadamente lo que quiere transmitir, empieza a hacer señas apuntando a la masa de carne que termino hecha el otro goblin y los pocos aliados que le quedan, a ver si eso le hace recapacitar. De lo contrario, le caería a golpes nuevamente. .... >Hurr >T1: ¿Intimidación? (supongo) a Goblin1 1d20 = 17 >T2 & 3: putazos a Draugr2 (cambiar a Goblin1 en caso de que no funcione la intimidación) 1d20 = 16 2d6 = 9 1d20 = 16 2d6 = 7 >>107234 >Ganaría 3 ítems especiales Mi predicción: la mascara, el dildo y su traje sadomaso lleno de espinas. >Aunque ojo, no es que se haya sacado particularmente malos dados. So-so. Es cierto que no fueron totalmente malos, pero creo que fue un 10 el máximo que saco. Hablando de la jorgita, estaba pensando responder el turno donde se muere desaparece para ver si puede hacer una última tirada de salvación (aunque a mi entender, no puede liberarse por sí sola, pero si no me equivoco el rey de los huecos profundos medio que se le apareció antes de ser borrada, así que puede que "haya una salvación" entre muchas comillas) Independiente de esto, seguramente responda para adelantar tarea y no tener que tirarme un turno de 2-3 post más tarde porque me entraría la flojera abismal hacer eso
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>>107178 >>107179 >>107241 >>106880 Un único coscorrón con el dorso del hacha es lo que necesita, ni siquiera se va a defender, principalmente porque no puede hacerlo. El mago puto este ya había tocado demasiado los huevos y todavía lo sigue haciendo estando medio muerto, con su sangre asquerosa creando un charco debajo de su cuerpo y ensuciando un ya de por sí sucio suelo de piedra. La mujer color desesperanza se acerca con tranquilidad, levanta su hacha, la bendice con el poder de Dios y la deja caer sobre la cabeza del sujeto. Rápido e indoloro, irse a la oscuridad del sueño. De nuevo, tendrán que curar a este imbécil si es que quieren sacarle información valiosa no solamente sobre sus objetos robados, sino también sobre la secta esta y demás movidas del abismo. Por otro lado al gigante de hierro con menos dedos de lo normal se le ajustan los niveles de azúcar y despierta renovado, otro más libre de la extraña maldición que les pusieron. Este mismo atropella sin problema a los goblinos con los que andaba luchando el negro, al mismo tiempo que los otros miraban la movida sin hacer nada. >Tabla Ya creí que te íbamos a tener que dejar aquí, gigante. Procura no volver a morir. Y entre esas palabras viene algo, una especie de sensación extraña, como esos sueños que recuerdas y luego te preguntas si son recuerdos reales o el simple recuerdo de un sueño pasajero que por alguna razón sigue bailando en tu mente. Hay algo que no tiene sentido en este sujeto, una especie de seguidor del archidiablo como estos mismos con los que andan peleando... ¿Cómo lo habían descubierto? No tiene sentido. >Tabla (...) ¿Por qué no habían matado a este tipo antes? Fue Manat el que lo decidió, pero ¿por qué? Después la babosa esa que tampoco habían matado, y anteriormente un demonio asqueroso cubierto de vendajes salido de algún sitio. Pero faltan partes, faltan fragmentos, fragmentos muy dispersos. >Tabla (¿Esa gata de antes?) No, la gata espadachín no tiene nada que ver, no los ha acompañado. Su mente se va un poco del combate para pensar, su rostro absorto en un punto blanco la delata, aunque al final no llega a nada además de que hay algo que no concuerda en todo esto. Igual se va a desquitar corriendo por ahí y clavando su hacha en el no-muerto más cercano, todavía hay que acabar con esto y sus horos no van a volver por pensar. Mamas por otro lado pasa totalmente del tema mental y pronto la sangre comienza a correr rápidamente por su cuerpo, puede que más hacia afuera que hacia adentro, pero correr al fin y al cabo. Siente que se le sale el tórax, aunque no por mucho al activar el modo insano y, con la fuerza de cincuenta diablos, mete un pistón atómico que casi tira el rancho a la mierda. El suelo se quiebra y el techo desprende pequeños escombros y polvo, pero los enemigos se acaban cayendo que es lo importante. >Tabla ¡Deja eso! Pero Manat no sigue órdenes, está demasiado subido y perdido por la adrenalina que corre por su cuerpo. Lo que importa es que la negra y el compadre cultista se van a detonar al muerto mientras el negro hace lo mismo con los duendes cagados. También, teniendo al Pupus post Vietnam cerca, le habla. >Tabla ¿Podrías evitar que ese degenerado de ahí se muera por el sangrado? Puede que podamos sacarle información o usarlo de rehén... Pero antes hay que cortarle ambas manos y pies para que no use magia o pueda escapar. Menciona ese jorgismo con gran tranquilidad mientras se pijea al drauger. Podrán dudar de sus métodos poco ortodoxos, pero nunca de sus resultados... Tampoco nadie le da bola a la monja, por otro lado y como es de costumbre. No muy lejos de allí el Maná anda todo hecho mierda, acosado por manos que lo tocan sin consentimiento, pero parece perdido. Pupus se acerca y hace su trabajo de healer, cerrando un poco las heridas del amigo que ni siquiera se da cuenta que estas mismas heridas se marcan en el cuerpo del sanador. Sus ojos andan moviéndose de un lado a otro; sus dientes apretujados y visibles, cayendo de su boca sangre y babas que manchan su pecho que debería tener todo enmierdado, pero está cubierto de sangre de la goblina gorda. >Manat ... Sus oídos cerrados hacia lo que menciona el sacerdote, todo eso de la niña ahora en un mejor estado, pero el frenesí de locura no lo deja pensar ni decir nada además de estar ahí parado..., amenazante, respirando pesado y como cargando el poder. Haciendo el comando mental de la fatality. >Tabla ¡Ole!
[Expand Post]Por otro lado la negra pendeja flexea esquivando un ataque del muerto, uno de ellos, ese que por alguna razón la monja a pata le anda hablando. La misma se acerca y comienza a gritarle sobre que es su hija y demás mierda, cosa que... ¿funciona? La criatura acaricia a la monja, probablemente algo que nunca le ha pasado en su vida. >Tabla Sabes que interactuar con no-muertos está penado, ¿verdad? Por suerte, aunque no pueda escuchar lo que anda hablando esta criatura, de alguna forma se les une. Ahí mismo ya la negra tiene fichada a la monja por si se quiere pasar de lista y mandarlos en cana. No solamente se codea con un seguidor del Archirei, unos árabes y un mago puto que quiere trascender a la carne, sino que también es bruja y habla con los muertos. Manaos por fin se mueve en un frenesí violento y gritando cual marrana aunque yo tendría más miedo de un retrasado de dos metros corriendo hacia mí en puro silencio se tira hacia el goblinoide de cara normal que no puede hacer nada además de poner ambas manos hacia adelante. Lo que ocurre a continuación es pura y desagradable violencia, pintando los alrededores de rojo mientras se escuchan los gritos desgarradores. >Tabla (Sí, al final esos dos son igual de simios.) Sin remordimiento, sin piedad, un vendaval de destrucción hacia la carne, una de las tantas formas físicas de la ultraviolencia. Pronto no hay más que carne picada en un charco de rojo y verde. El hombre, antes de caer por la falta de azúcar y en una cara de poker, se unta la sangre de su hacha y manos sobre el cuerpo como si él fuera una tostada y la sangre mantequilla. Claro síntoma de la hematofilia. Sin más cae al suelo de espaldas, manchado de sangre y plácidamente desmayado por el exceso de ESENCIA. = = = En otras instancias, el gigante de hierro feo procede a hablar con el duende. Este verde tiene la cara hecha mierda y probablemente ande todo cagado porque son como cinco negros violentos contra él y el zombi que le queda. Aunque vengan refuerzos, la tiene jodida para sobrevivir. >Tabla ¡No! Guarda las orejas, pagan bien por ellas en la superficie. La negra intenta meter más presión mirándolo con ojos caníbales y limpiando su hacha con su brazo, pero pronto se mueve para seguir luchando contra el drauger 2. Hay que acabar esto de una vez. Manat >t1 Inconsciente >t2 Inconsciente >imagina que te esquiva un tipo inconsciente >t3 vs Skeletor 2 Catapulta Lo lanza contra la puerta por la que salieron los goblinos y el mememago, kek. 1d4 = 3 Tabla >t1 vs Skeletor 2 1d20 = 20 1d12 = 2 >t2 vs Skeletor 2 1d20 = 2 1d12 = 10 >t3 vs Skeletor 2 1d20 = 1 1d12 = 6 = = = = = = = = = >>106991 You're welcome. >>106986 >Que vergüenza...Al menos no cometí un horror ortográfico ¿Verdad? No sé, pero menos que yo seguro. Kek >>106880 Se puede ganar dividendos jugando pulseadas con enanos y robando.
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>>107157 El gerardo se ha vuelto de mis personajes favoritos en todo el trayecto de este tablon y comunidad cagada, mis dieces negro >>107178 >>107179 >>107186 >>107241 >>107428 escribir muerto de calor y cagando, mejor forma de ponerse en personaje al rolear a Wes >Wes Solo existia el enemigo. Nada mas que el enemigo, aquel que caeria ante el filo de SU navaja. No existia la distraccion, todo se habia apagado, sus ojos rojos y brillantes se contraen y se fijan en el asqueroso goblino verde moco olor a vomito. Ya se habia olvidado porque queria matarlo, su memoria a corto plazo no tenia tanto espacio. Pero no importaba, las razones, los motivos, las consecuencias, nada de eso importana, lo unico que importaba ahora era la lucha. Blandiendo su arma, en este duelo a muerte acabaria con el goblino puto. Mientras el combate se acerca a su climax igual que el aquella vez que tuvo que cagar en un lago y se encontro una ninfa de agua que lo quiso castrar con la espada que resguardaba, el polillon estaba por abrirle una nueva nariz en la frente al goblin y-- el grandote del grupo se levanta con mas azucares y lo salva del spitorast que los goblinos le querian meter de a dos con la viaje confiable de la aplamadora, Wes no usaba esa desde la era Heian y con gente que no fueran de razas enanas. El Hurr abia interrumpido su staredown epico con el goblino desfigurado, pero tampoco le iba ver los dientes a caballo regalado asi que fue y como aprovecho el bug, y lo lleno de puñaladas como hicieron con el adicto a la pastabase en la esquina de mi casa. Lo apuñala para hacerle nuevos orificios que seguro podrian ser aprovechados por los que eran mas degenerados que esta party de sociopatas. Apuñala y apuñala, apuñala tanto que apuñalar se vuelve un nuevo sentimiento el cual iba s compartir con cada fibra de su alma maldita a estas pestes verdes repugnantes. >Eirim Su plan termina siendo mas sencillo cuando el Hurr se levanta y arrolla a los Goblins "¡Hurr, estas bien!" Le da alegria ver al gigante de nuevo, le parecia confiable, aunque tuviera las ropas esas de los seguidores del ARGD...un momento, ¿porque vestia asi si no parecia creyente?, en lo que trata de pensar se encuentra xon un monton de lagunas raras, llegaron aqui por un portal, ¿pero quien lo hizo?...mejor piensa en eso después que esta en el calor de la batalla y debe tirar de su propio peso. Se acerca y trata de quitarle el cuchillo de las manos huesudas y seguramente sin lavar del verrugoso y asqueroso goblin olor a culo. Aun estando inconsciente tenia tremenda grip strenght, Eirim apreto los dientes, ya la patearon, cortaron, y tuvo que estar al lado de un geiser de mierda, un puto goblin que estaba a un paso de ser mandado a dormir con los peces no iba a ganarle. "¡Suelta, mierda!" Ejerce mas esfuerzo y sus huesudos brazos sacan el 1% de su fuerza contenida y logra sacarle el cuchillo al goblin "¡HAHA~~!" No puede evitar celebrar al fin algo que salia bien. Tuvo el robo mas facil posible, mas facil que cuando las monjas del convento le robaban sus monedas al ciego del pueblo y lo engañaban dandole agua meada diciendo que era bebida exóticoa del este. Le roba su cuchillo al goblin, y como es anti-violencia que no implique lucecitas, se lo pasa al Pupus. Pero el diseño medieval y disparejo de los seguidores del ARGD que no pudieron conseguirse un buen arquitecto, el cuchillo rebota por formas antinaturales y se le pega en el dedo to' pocho al Pupus "Ah, ¡Perdon!" Resuella y se disculpa, aun asi el buen amable evade impuestos le dice que se cuide "Lo hare" Vuelve entonces a su tarea de redentora mirando al los skeletons "Lo hare" Entonces el Manat sacude todo el sex-dungeon de un pisoton, ¿donde coño estaba esa fuerza antes?, el polvo cae junto a escombros, mejor se apura en su plan de traer a los skeletors de su lado para los inevitables refuerzos que vendrían antes de que se los maten. Cuando se da cuenta, los demas estaban dandole matarile a uno y sus intentos de habla quedan sordos, era igual que el convento. "¡Oigan, no, e-escuchenme!" Era una chica, a nadie le importaba lo que fuera a decir >¿M-Me hablas a mi...? "¡No, no a ti!" >Wes El cagador siguio apuñalando, apuñalo tanto rato que les dio tiempo a los cabrones de levantarse, ¿how in tye fuck?. Daban pimpslaps y sobreivieron una lluvia de puñales estando indefensos, ¿de que carajo hacian a los goblins en el abismo?, ¿o acaso el Wea fue tan retrasado que no se le ocurrio apuñalarlos en la garganta?, todo era posible en el misterioso abismo. A la tela del asunto, los enanos putos le pegan en la zona general donde estaria una nariz, no sabemos donde la tiene el porque a este adefecio solo se le distinguen los ojos y con tan mala iluminacion es aun peor.
[Expand Post] Estos goblinos eran fuertes y valientes como para aguantar tanto y no huir luego de su amenaza coprofagica, mas razones para matarlos. El tipo desnuda y con mascara viene en ayuda y se navajea al goblin como todo un brayan, el trozo de moco escapa como putilla cobarde. Mientras tanto los demas agarran al huesudo number two como si fueran los zetas y le dan peor que los maras en salvador. Wes no, Wes aun tenia un objetivo, y no lo iba a perder. El goblino choca con el Hurr que le da un consejo, pero entonces el goblin es oscurecido por la sombra del Wes, al que la sangre ajena le manchaba el cuerpo y marcaba sus facciones. Alterado como adicto y chillando como chimpance, ninguna frase coherente le sale de su boca, solo gruñidos y mas alaridos de autista mientras agarra al goblin el cuello y corre hacia la pared como ejecutivo de Warner huyendo de buenas ideas, y aplasta de nuevo al goblin puto contra la pared antes de volver a apuñalarlo con todo lo que tiene hasta que el pedazo de puto se muera, atras el Manat tambien mato al otro goblin, pero who cares, el Wes se ensaño con este. >Eirim Los demas empiezan a darle al Draugr 2, ese ya era caso perdido, mejor seguia con lo que tenia, ¿era raro, o hasta herejia ponerse a hablar con un muerto?, sin duda, ¿era esto nigromancia o alguna otra mamada endiablada?, no tenia ni idea, pero ahora mismo estaba siendo guiada por su fé, y en el esqueleto solo podia ver un alma torturada que necesitaba ayuda, que necesitaba ser liberada, y ella estaba dispuesta a extenderle la mano y ayudarlo a recorrer ese camino. Grita, grita fuerte para que el esqueleto la escuche, y funciona, el soldado caido se acerca a ella, sus memorias difusas y fragmentadas aun teniendo espacio para aquello que lo motivo y en vida y aun en muerte. "Si padre, soy yo..." El esqueleto se acerco, recordando una promesa que que seguramente fue rota y jamas pudo ser "Si lo se, pero queria verte..." Con aun los recuerdos de un amor pasado en su memoria, la caricia del reanimado es la mas calida que recibio jamas, tomo la mano del esqueleto un segundo "Esta bien papa, esta bien..." Esto se sentia mal, por mas que quisiera engañarse diciendo que lo queria ayudar, al final solo estaba manipulando una pobre alma condenada, pero tal vez, solo tal vez podia hacer sentir mejor a esa pobre alma antes de que partiera "Lo hare padre...los cuidare, te lo prometo..." Eirim se empieza a ahogar en sus palabras, aparte de ser una sucia mestiza y abida creyente, tambien tenia el superpoder de la empatia, muy raro en estos settings "Ten cuidado, ese guerrero robo las ropas de uno de los nuestros y esta sacando a nuestros aliados" Señala al skeleton dos y aprovecha para que se una a la paliza que le daban a su compañero. >Sabes que interactuar con no-muertos está penado, ¿verdad? "Lo se, pero esto es distinto, no es magia negra, alguien con la luz de los observadores no podria hacerlo, pero...pero yo pude escuchar sus voces. Y como un creyente de los observadores, quiero que el alma de ese soldado pueda descansar en paz" Demasiadas mariconerias de niña idealista "Ademas necesitamos ayuda cuando vengan los refuerzos que llamaron, si lo puedo dirigir, entonces no hace falta que lo maten, dile eso a tu hermano" Esa negociacion estaba mas por la avenida de la negra seguro, de paso el Hurr debia de poder escucharlas tambien y enterarse del plan "Ahora--AHHH" En eso el mamas pasa corriendo al lado suyo como pollo sin cabeza y procede a jorgear de modo ultra-realistaRTX8K con texturas escaladas con IA, la jorgeada es tal que la monja se mearia encima si tuviera algo dentro de sus intestinos, y eso que cerro los ojos a la mitad, pero los ruidos de desmembramiento y los pedazos de carne volando pintaban otra imagen muy realista. Cuando los abre lo primero que ve es al musculoso de Hurr posando con su pecho sucia de mierda y flexeando frente al Goblin para intimidarlo. "???????" No sabia si sentir asco, quedar extrañada o que sus hormonas se despertaran de su letargo ocasionado por la castidad y desarrollara algun fetiche por musculos, demasiadas emociones muy seguido Suspiro "Dame fuerzas, dios...¡!" https://youtu.be/Uh1PwFhEWzc ¡Era eso!, era cuestion de tener fé, solo asi podia librarse de esta maldicion. Junto sus manitas y las apreto bien fuerte, entonces empezo a rezar, todas las plegarias que le enseñaron en le convento y todas las que aprendió en los libros, todas las que le enseño Severina, mientras buscaba que cada rincon de su mente y alma fueran iluminadas por la luz que otorgaba esta misa fé. <Wes >Turno 1 Embestida desesperada al goblino 1d20 = 5 3d2+15 = 20 >Turno 2 28 puñaladas al goblino 1d20 = 16 3d2 = 5 o si se murio Almuerzo 1d20 = 5 >Turno 3 si sigue vivo el muy puto mas puñaladas 1d20 = 14 3d2 = 4 si ya esta muerto aqui entonces, kek Almuerzo 1d20 = 10 <Eirim >Turno 1, 2 y 3 1d20 = 13 1d20 = 5 1d20 = 17 Escapar de la macumba mental
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>>107428 >Se puede ganar dividendos jugando pulseadas con enanos Hay que montar circulo de apuestas al regresar Adjunto mi headcanon todo pendejo de las alturas de la party de enfermos, y un manat en todo su arioesplendeor. Se me hace muy graciosa la idea que Misella sea mas baja que la monja desnutrida, so much para ser mitad gigante
>>107157 >>107158 -La conversación con el Semi-Ogro se desarrolla en ese ambiente lúgubre y húmedo de la mazmorra, donde ese hedor a caca, carne podrida y moho ya se estaba volviendo algo digerible, al punto que tu nariz se había acostumbrado y empezó a ignorar. Entre el sonido de gotas cayendo y el leve eco de cadenas lejanas, tú y él son dos figuras contrastantes. Él, grande, robusto y con una presencia imponente; tú, delgado, anguloso y con una fragilidad evidente. A primera vista, parece el típico bruto de fuerza descomunal y cerebro pequeño, pero no tardas en notar que detrás de su habla tosca hay un tipo que, si bien no es un genio, tampoco es un idiota. Su forma de hablar puede ser lenta, pero su mente no lo es tanto como la de un ogro común. -En medio de la charla, sueltas un comentario sobre cómo, en el pasado, eras más robusto, musculoso, en sí "que lo que ve ahora es solo una sombra de lo que fuiste". El Semi-Ogro alza una ceja con esa expresión de puro escepticismo, una mirada que dice sin palabras "Sí si, claro, campeón. Y yo soy el Hada de los dientes." *pic*Pero en lugar de desmentirte o reírse, solo suelta un gruñido corto, como si prefiriera dejarte con tu ilusión, él en su mente probablemente estaba asumiendo que esa proto-larp and cringe, era tu especie de Larp para afrontar tu estado actual, como los Boomers que dicen que serían campeón de futbol y súper atléticos si no fuera por una lesión en la rodilla, que casualmente todos obtienen días antes de ser famosos. -A medida que la charla avanza, te das cuenta de que Kersh, aunque no sea un sabio, tiene una astucia particular. No, no es inteligente con alto IQ, probablemente su cerebro sea del tamaño de una manzana en tiempos de sequía, pero tampoco es del tipo que se deja engañar fácilmente, no es un ogro torpe que se traga cualquier historia. Es alguien que sabe cuándo lo están cagando. Su inteligencia no está en los libros, sino en la 'calle', en la experiencia. Y cuando sueltas una indirecta o tratando de jugarle alguna, él simplemente esboza una sonrisa torcida, entrecerrando los ojos. Entonces Cuando mencionas que "Hasta sabes que voy a morir", su rostro se vuelve serio. Levanta su enorme palma en un gesto de alto, deteniéndote antes de que sigas con tu diálogo. Y con tranquilidad, casi con paciencia, habla. <Kersh "No, no. Yo no lo saber. No malinterpretar." "Uno no poder sacar información de la nada, como si de una tirada de dado depender." "Ellos me lo dijeron." -Mientras dice esto, señala con su grueso dedo hacia tu lado. Si volteas a ver, te das cuenta de que no hay nada allí. Solo aire y sombras. Pero la manera en que lo dice, con tanta calma y certeza, hace que no lo veas como el típico lunático cultista que empieza a ver cosas por tanta magia negra. No suena como un delirio ni como una broma. Lo dice con la seguridad de alguien que simplemente está describiendo un hecho.... aunque ahi no hay nada. Como sea, después de eso, mete ese dedo en su oído y empieza a hurgar con una mueca de molestia. <Kersh "Dah, si" "Ellos ser muy metiches, hurgar en todo." "Útiles si te ayudar." "Pero metiches. A Kersh no gustar. No, señor." -Y con eso, suelta un gruñido breve y sacude la cabeza, como si tratara de deshacerse de un zumbido molesto. ... -La conversación sigue su curso, las palabras flotan en el aire húmedo y pesado de la mazmorra. Entre frase y frase, le preguntas al Semi-Ogro si él también estaba maldito, como tú. Esa cosa que es como si sintieras tu cuerpo drenado, que tu alma parece limitada, como si algo dentro de ti te impidiera alcanzar tu potencial. Pero Kersh solo frunce el ceño con confusión y sacude la cabeza con firmeza. <Kersh "¿Maldito? ¿Mi?" "No." "Yo no estar." -Hace una pausa, se rasca la barbilla con uno de sus dedos gruesos y luego señala el suelo con desdén. <Kersh "Notar que este piso del Abismo estar maldito, sí." "Pero solo afectar a gente de mente débil." "Si tener poca fuerza de voluntad, si estar roto, te jodera."
[Expand Post]-Suelta una risa corta, mientras se da unos golpecitos en la frente con su dedo enorme. Un sonido hueco resuena, como si estuviera golpeando un tronco seco. <Kersh "YO" "Yo no estar maldito" "Pero no por ser mente fuerte, no señor." "Al contrario." -Una pausa, buscando las palabras. <Kersh "Mente muy débil ser como escudo contra engaños e ilusiones." -Hace una mueca de esfuerzo, como si intentara poner en palabras algo demasiado complejo para él. <Kersh "Maldición restar mente... hasta llegar a cero." "Cero ser mente dócil." -Levanta un dedo y lo sacude en el aire, como si estuviera explicando una gran verdad. <Kersh "Pero…" -Se queda en silencio un momento, pensando. Luego suelta una sonrisa torpe. <Kersh "Ya saber... Negativo + Negativo igual a Positivo." "Hacer mente fuerte." -Con un gesto exagerado, vuelve a golpear su frente con fuerza, imitando una flecha chocando contra una roca y rebotando sin causar daño. <Kersh "Si ser muy tonto... simplemente no funcionar, como escudo." "Las ilusiones no afectar a ser que no saber el concepto de ilusión." "No poder engañar mente... si no hay mente." -Se encoge de hombros, como si lo que acaba de decir fuera la cosa más obvia del mundo. Luego te señala con su dedo grueso. <Kersh "Pero tú verte listo... mientras más listo... más difícil de escapar." "Tener que esforzarte mas" -Y con eso, vuelve a reír, como si la ironía de todo el asunto le divirtiera. -Kersh se limpia una lagrimita de risa con su enorme dedo y vuelve a mirarte fijamente, como si esperara a que siguieras hablando. En un momento, el Semi-Ogro menciona que tiene que buscar algo, y tu le preguntas sobre qué es exactamente lo que anda buscando. Kersh, sin prisa alguna, se rasca el trasero con una mano mientras piensa en su respuesta. <Kersh "Yo buscar cosas mías." -Se queda callado un segundo, como si eso fuera suficiente explicación, pero luego decide continuar. <Kersh "Cosas mías importar a Kersh." *Otra pausa.* "Eso." *Más silencio*. -Kersh parpadea un par de veces, como si hubiera olvidado que tú no puedes leer su mente. <Kersh "Claro... Tú no saber qué cosas mías ser." -Levanta un dedo, como si estuviera a punto de revelar un gran secreto. <Kersh "Cosas mías… Ajos. Muchos ajos." -Dice esto con total seriedad, como si fuera el objeto más valioso del mundo. Luego su rostro se ilumina un poco más. <Kersh "Y también Garrote de Kersh." -Golpea su palma con el puño, pero luego sacude la cabeza y levanta un dedo en señal de advertencia. <Kersh "Pero no garrote para golpear." "Garrote para comunicar." -Te observa con intensidad, como si esperara que entendieras de inmediato. <Kersh "¿Tú entender?" -Su expresión es genuina, sin rastro de burla. Parece que realmente está hablando en serio. = = = -El prisionero rubio, con la piel amarillenta y el cuerpo debilitado por el encierro, parpadea con incredulidad al escuchar tus palabras. Sus ojos, que hasta ahora parecían vidriosos y vacíos, de repente muestran un destello de emoción. Al principio, su boca se mueve sin emitir sonido, como si su lengua hubiera olvidado cómo formar palabras. Luego, su expresión se relaja y una leve risa seca escapa de su garganta. <Ictericia "Ja… ja ja… M-maldita sea… Qué alivio." "Sabes... P-pensé que mi m-...mente finalmente había cedido" "Pero no." "N-no soy solo una idea en mi propia cabeza… ¡Estoy aquí! Maldita sea, estoy aquí." -Decir lo último en voz alta le partió la voz, sentiste como se hizo mierda internamente, pero esa gota de esperanza en este lugar hizo que ignore el dolor, era como Arquímedes gritando Eureka. Este respira profundamente, con una intensidad que sugiere que ha olvidado cómo se siente llenar los pulmones de aire. Se apoya en ti, aceptando tu ayuda para ponerse de pie, y cuando sus piernas temblorosas logran sostenerlo, una pequeña sonrisa cansada se dibuja en su rostro. Tras el hablar tu le cuentas esa frase motivacional al artista que le sacaron todas sus herramientas para ser feliz. Entonces, por un momento, sientes como su silencio pesaba. Su rostro estaba otra vez decaído, mientras notas como intenta, fallidamente cerrar sus manos, para sentir su propia carne, su propio ser. Sus labios tiemblan, como si estuviera a punto de responder con otro lamento… pero se niega. <Ictericia "…Mierda… Q-quisiera creer en esa esperanza tanto como tú." -Exhala y suelta una risita entre dientes, sin burla, solo resignación. "Pero… supongo que no pierdo nada con intentarlo." -Su postura, aunque frágil, se endereza un poco. Ahora, en lugar de ver el suelo… mira hacia adelante.... aunque no ve nada, esta ciegazo el desgraciado. ... -No podrías cargar ni un saco de harina, mucho menos a un prisionero medio muerto. Tu tendrás un buen corazón que puede ser grande, pero tu cuerpo sigue siendo de papel, así que cuando sales de la celda, decides delegar la tarea al ogro. Tú le dices a Kesh que te ayude, y el Semi-Ogro no hace preguntas, solo actúa con naturalidad. Simplemente agarra al prisionero por sus harapos con dos dedos, como si estuviera recogiendo un pez muerto. Luego, con la misma naturalidad con la que alguien guardaría un cuchillo en su funda, lo ata a su anillo del pezón..... No, no parecía ser una acción para burlarse o con un fetiche oculto no tan oculto... Tal vez Kersh era demasiado grande para tener bolsillos, y esta era su solución más práctica... maybe. -Con eso resuelto, avanzan a la siguiente celda, tú apoyándote en tu bastón como un anciano prematuro, y el Semi-Ogro caminando con su nuevo “colgante” tambaleándose a cada paso. .... -Ya con los siguientes prisioneros, Tu al final al ver que no recibes respuesta decides entrar... La celda se abre con un chirrido oxidado, y el aire dentro es denso, cargado con un hedor agrio que se aferra a la garganta como una garra invisible. Ahora que estás dentro, te percatas de algo... suelo está cubierto de una sustancia viscosa, pegajosa, que parece haber rezumado de las paredes de piedra mohosa. Algo gotea desde el techo, un líquido oscuro y espeso que cae en hilos perezosos, formando pequeños charcos brillantes en la penumbra. Pero fuera de eso, todo está igual. El orco sin brazo sigue en la misma posición en la que lo viste antes, su cuerpo rígido como se hubiera congelado en el tiempo. Detras de él, la otra criatura está encorvada, masticando con lentitud, su mandíbula trabajando con un sonido húmedo y pegajoso. -El sonido de su masticación llena el aire, un ritmo irregular de dientes afilados desgarrando carne endurecida. El brazo del orco, reducido a un muñón sanguinolento, cuelga de sus manos huesudas mientras lame con avidez cada gota restante, como un animal que se niega a desperdiciar su comida. Este no reacciona a tu presencia, no levanta la vista cuando hablas. Está demasiado absorto, demasiado entregado al ritual primitivo de devorar. Cuando el silencio entre los dos se prolonga, pruebas otra táctica, Silvar, y con eso... El cuerpo del orco tiembla. -Su piel flácida se sacude con un temblor violento, y sin advertencia, el orco se desploma hacia adelante. El impacto resuena en la celda, su rostro golpea el suelo con un ruido sordo y enfermizo, pero lo que realmente captura tu atención es lo que deja al descubierto. La espalda del orco… está abierta. No hay órganos, no hay sangre, no hay rastro de lo que debería estar dentro de un cuerpo vivo. Solo un hueco cavernoso, un espacio vacío en el que la carne se curva como un caparazón abandonado. Pero dentro de ese vacío algo se mueve. 1/?
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>>107513 -Bultos gruesos y redondeados, como sacos hinchados de pus, se retuercen en la oscuridad de su torso abierto. Se hinchan y se contraen con un ritmo inquietante, una pulsación orgánica que sugiere algo más que simple putrefacción. Y entonces, El ser, deforme y cubierto de una piel arrugada como un escroto abandonado al tiempo, que se estaba deleitando con su comida se detiene. <Escroto "........????????????" -Sus hombros se tensan y su cabeza gira lentamente, revelando unos ojos enormes y vidriosos, desprovistos de pupilas, que parpadean de manera asincrónica. Su boca, demasiado ancha y flácida, se curva en una sonrisa que deja entrever unos dientes irregulares y ennegrecidos. <Escroto Hrrriiik "¿Ssssiii? ¿Quién es? ¿Quién molesssta al pobre Hrrriiik mientras come su bocadito?" -Su voz es un susurro rasposo, goteando con una mezcla de curiosidad y burla, como si saboreara cada palabra con su lengua bifurcada. Deja caer el brazo del orco con un sonido húmedo y se levanta en un solo movimiento, demasiado fluido, demasiado elástico para su forma. <Escroto Hrrriiik "No tocar mis mascotasss... No-no-no… no gustar que miren mis mascotasss. No gustar que las robeeen. No gustar ladrones… ¿Eres un ladrón? ¿Vienesss por ellas?!!" -Se acerca tambaleante, sus articulaciones crujiendo con un sonido seco, como ramas quebrándose. Cuando está lo suficientemente cerca, mete sus manos largas y nudosas en el hueco del cadáver del orco, sus dedos huesudos palpando en la oscuridad del interior vacío. Su expresión se retuerce en un éxtasis enfermizo cuando siente lo que busca. Con un tirón húmedo y viscoso, extrae una garrapata del tamaño de una pelota de baloncesto. Su piel gris se estremece con pequeños espasmos, y su abdomen palpitante brilla con un lustre enfermizo. <Escroto Hrrriiik "¡Mira-mira! ¿Hermossssaaa, no? Tan gordiiiita, tan lleniiita… tan bueeena..." -Acerca la garrapata a su cara y la acaricia con un afecto enfermizo, dejando que sus pequeñas patas le rasquen la mejilla. <Escroto Hrrriiik "No gustar compartirlas… No gustar que las vean… ¡Las mascotas son de Hrrriiik!" -Sus ojos se clavan, vibrantes, expectantes. Su lengua se arrastra por sus labios secos, como si estuviera saboreando algo que aún no ha sucedido. .. . . . ... -Y sigues avanzando. Con cada puerta que se abría revelaba horrores cada vez más profundos, y con cada prisionero rescatado, el aire se hacía más denso, más pesado, como si la mazmorra misma estuviera absorbiendo el sufrimiento que en ella se acumulaba. El grupo de desdichados “avanzaba” entre comillas porque casi todos estaban colgados en los anillos de Shrek como si fueran instrumentos vudú, pero sí apreciabas sus cuerpos débiles, apenas sostenidos por la promesa de una salida. Pero entonces entraste a las últimas celdas que decidiste explorar. -La primera.. -Un olor fue lo primero que golpeó. Un hedor tan abrumador que parecía adherirse a la piel, un cóctel vil de carne descompuesta, amoniaco y algo más indescriptible, algo húmedo y penetrante que se filtraba en las fosas nasales como un gas venenoso. Dentro, el mediano yacía ahí, su piel pálida, desprovista de todo rastro de vida salvo por los espasmos involuntarios de sus extremidades. Su boca se entreabría en jadeos silenciosos, dejando escapar burbujas espesas de pus y vómito que se derramaban en hilos pegajosos por su barbilla. Sus ojos, opacos y lechosos, estaban infestados de parásitos que se retorcían en la cavidad como larvas hambrientas. -Era evidente. No quedaba nada que salvar. Solo sufrimiento. Entonces tu "Baston" de metal oxidado se alzó en un movimiento preciso. No hubo resistencia. Al primer impacto, la carne podrida cedió como una fruta pasada de fermentación. El cráneo del mediano se hundió bajo la presión, blando y frágil, como una calabaza enferma que implosiona al menor toque. Un sonido viscoso y repugnante resonó en la celda cuando la cabeza se abrió como una bolsa llena de líquido fétido. -Y entonces, el hedor. -No era simplemente el olor de la muerte, era la esencia concentrada de toda la corrupción orgánica posible. Un golpe de podredumbre que se precipitó en oleadas, una peste tan insoportable que provocó un espasmo inmediato en el estómago. Arcadas brutales, incontrolables. Un reflujo ardiente que subía por la garganta como una marea de náusea pura. El suelo ahora estaba cubierto de una sustancia amarillenta y gris, una sopa densa donde flotaban restos de tejido, parásitos desorientados y un líquido espeso que parecía haberse convertido en el sustituto de un cerebro que ya no existía.
[Expand Post] -Si alguna vez hubo algo de consciencia en aquel cuerpo, ahora se había desvanecido completamente. ... -Tras esa situación, tú avanzas a la siguiente... La figura de una mujer maltratada, apareció en tu vista. Estaba ahí existiendo prácticamente, viva pero apagada a la vez, hasta que tú hablas y un sobre salto la sacudió, y sus ojos, desorbitados, comenzaron a buscar en todas direcciones, como si intentara comprender si este nuevo ser, frente a ella, era una amenaza o algo peor. <Mujer "¿Qué… qué quieres?" -Au voz temblorosa, quebrada, apenas se alzó por encima de un susurro. A cada palabra, un estremecimiento recorría su cuerpo y, al levantarse un poco, sus piernas cedieron, temblorosas, incapaces de sostenerla completamente. <Mujer "No… no me hagas daño… no más daño" -Musitó, apenas un eco de un alma rota que ya no creía en la bondad, que había sido despojada de cualquier resto de esperanza. A medida que te acercabas, ella se aferró a las rejas con desesperación, un acto reflejo, como si las rejas fueran su último sostén. Su cuerpo estaba tenso, preparado para lo peor. Y entonces, cuando tú volviste a hablar y mencionaste que no le harías daño fue contestado por un grito estridente que cortó la tensión del aire: <Mujer "¡Déjame en paz! ¡No me toques!" -Sus palabras estaban llenas de terror, pero no solo miedo, sino de una angustia tan palpable que casi se podía tocar. Cuando finalmente logras ver su rostro con mayor claridad, notas que las quemaduras que marcaban su cara eran profundas, como si hubieran sido provocadas deliberadamente por alguien que encontraba diversión en esto. Como si varias personas con antorchas la quemaban, y algunas formas largas, daban a entender que también fue quemada con metales al rojo vivo. De repente, antes de que pudieras reaccionar, la mujer, en su desesperación y miedo, se apartó de la celda y corrió hacia la oscuridad. Pum...Pum...Pum... el sonido repetitivo de carne golpeándose contra piedra empezó a resonar, hasta que de repente, un ruido espantoso retumbó en la celda, el sonido de algo impactando la piedra con una fuerza brutal. -El ruido era horrible, algo entre un golpe sordo y el crujir de huesos desmoronándose. El eco del cráneo quebrándose resonó en la celda, con el sonido de un cuerpo desplomándose, y con eso un charco rojo sale de la oscuridad hasta tus pies. ... -Tras presenciar con tus oídos tal acto, notas el otro cadáver que había en la habitación, y la presencia de un canino en la otra esquina. Un cuerpo, hinchado por la acumulación de gases y líquidos en descomposición, parecía a punto de estallar. El aire estaba impregnado con el olor nauseabundo de su carne podrida, tan denso que te obligaba a contener la respiración. La piel, a esta altura, estaba casi translúcida en algunos puntos, dejando entrever el estado de los órganos internos que ya no eran más que una sopa informe de fluidos y bacterias. Cada intento de intentar discernir la causa de la muerte era inútil; lo único claro era que el ser frente a ti ya no era más que un cadáver que, en su último suspiro, se había rendido ante el paso del tiempo y la enfermedad. -Pero fue entonces cuando los gruñidos bajos y profundos comenzaron a resonar en la habitación, interrumpiendo tus pensamientos. Un ruido que iba en aumento conforme te acercabas al cadáver. Al principio, apenas perceptible, luego más fuerte, hasta que un chillido bajo y gutural emergió de las sombras. De repente, una figura emergió de entre la penumbra, un perro enorme y descuidado. Su pelaje, gris y desarreglado, estaba impregnado con tierra y suciedad, aunque todavía se notaba su musculatura bajo la piel flaca. Aunque era evidentemente flaco, la fuerza latente de su cuerpo seguía siendo peligrosa. El tamaño era impresionante: su altura alcanzaba casi el metro, y si decidiera atacarte, sabías que no sobrevivirías al encuentro. -El perro se acercó al cadáver con un olfateo ansioso, explorando su entorno mientras emitía un murmullo bajo, casi como un gruñido contenido y agudo. Con sus ojos fijos en el cadáver, olisqueó una última vez, y luego, con un salto brusco, giró hacia ti. El perro te observó fijamente, y mostró sus dientes blancos y afilados. Con sus fauces al descubierto emitió un sonido gutural y amenazante, una advertencia clara para que te alejaras. Las orejas, rígidas y apuntando hacia ti, no dejaban duda de que estaba dispuesto a defender algo a cualquier costo. 2/3
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>>107513 nunca puse la pic del ogro
>>107524 -En la Celda de Gatubela, tú empiezas a abrir la puerta mientras dices esas palabras diciendo que se ve solitaria. La chica gato se quedó en silencio por un momento, su nariz se movió un poquito y sus ojos verdes se movieron a los Goblins muertos y después hacia ti. <Hello Kitty "Es que... no me gustan las visitas" -Cuando abriste la celda y le diste la orden de moverse, la chica no reaccionó de inmediato. Sus ojos felinos te analizaron con detenimiento, buscando algo en tu rostro que, al parecer, no encontró. Sin prisa, apoyó las manos en el suelo y se puso de pie en un solo movimiento. Probó su equilibrio con un pequeño ajuste de sus pies descalzos sobre la piedra fría, luego llevó una mano a su frente, donde ese corte mal curado marcaba su piel. Hizo una ligera mueca, pero no dijo nada al respecto. <Hello Kitty "Puedo andar" -Con su mano se sacó la mugre de sus hombros, estiro su espalda de una manera muy flexible y movió rápidamente su cabeza. Tras eso, dio un par de pasos hacia la salida y pasó a tu lado sin mirarte, su cola apenas moviéndose tras ella. <Hello Kitty "Si, puedo sentir que se acercan.. Son varios" "..." "¿Has visto un hombre de Armadura color Latón?" -De la nada te tiro esa pregunta, para después voltearse y observar al enorme semi-ogro. Los demás prisioneros no reaccionaron asustados, porque estaban tan hechos mierda que ya el hecho de encontrarse un ser del tamaño de una casa, les era indiferente al estar medio pie en la tumba, pero esta gata probablemente fue capturada hace un día, así que aun su cuerpo tenía reacciones de auto preservación. Sus cabellos se erizaron completamente, su cola quedando como un largo ponpon. Saco las garras de su mano y quedo viendo atentamente al semi-ogri. <Hello Kitty "¿Viene contigo?" <Shrek "Jeje... Gatito" = = = -La Comitiva de Treblinka, tambaleantes y aún desconcertados, avanzan junto a ti de vuelta a la zona céntrica, donde se encontraba el elevador dorado. Allí, esperándolos con una sonrisa que parecía tatuada en su rostro, estaba el hombre del beatbox, quien seguía murmurando ruidos y ritmos con la boca. Pero los demás liberados no compartían su entusiasmo. Sus cuerpos y miradas vagaban sin dirección, como si la realidad de su libertad apenas estuviera penetrando sus mentes entumecidas. No estaban a salvo realmente, porque sí, son libres… pero también siguen en el Abismo. -Mientras tanto, Kersh deja a los prisioneros que tenía colgando en sus anillos en el suelo, con calma y sin rudeza porque si los mueve mucho probablemente los desarma. Luego, te adelantas con el Semi-Ogro hacia la puerta oculta por la oscuridad. Allí, la negrura era sin duda algo más que ausencia de luz, sino como algo más denso, más tangible… Era espesa, pegajosa, como un miasma de brea gaseosa que parece querer tragar todo lo que se le acerque. En su interior, apenas distingues dos puertas más allá de la tiniebla, mientras que los ecos de la multitud que se aproxima resuenan con más fuerza. -Necesitas saber por dónde vendrán y, con suerte, dónde podrían estar los objetos que buscas. Así que giras hacia Kersh y le pides que escuche por si podría saber por donde viene toda la oleada de haitianos. El Semi-Ogro frunce el ceño y niega lentamente con la cabeza. <Kersh "Escuchar no, Kersh mal oído… Pero sí buen nariz." -Hace una pausa y aspira profundamente el aire, con la misma concentración de un sabueso rastreador… o un borracho intentando detectar si el vaso que le acaban de servir es realmente agua. Luego, se rasca la nariz. <Kersh "Ellos venir por la puerta de arriba…" "La otra puerta no oler a cosas de Kersh, ni cosas nuestras… Solo oler a patas y mugre." -Una segunda pausa. Kersh ladea la cabeza, olisqueando con más insistencia.
[Expand Post]<Kersh "¿Escaleras? *gruñe con leve sorpresa* "Tambien venir por ahí, pero estar más lejos" "..." ... -Tras eso regresas a la sala céntrica, donde los demás prisioneros parecen cualquier cosa menos un grupo listo para la batalla. La escena parece más bien un pabellón psiquiátrico o un asilo en su peor día. Uno de ellos está mirando fijamente la pared, sin parpadear ni moverse, como si estuviera viendo algo que los demás no pueden. Otros simplemente están sentados en el suelo todos cagados y meados, con la mirada perdida. Tú, les dices que se queden ahí, que ese elevador dorado es su salida de este agujero. Y con eso, la chica gato, que hasta ahora estaba de cuclillas observando todo en silencio, levanta la vista con una expresión de duda genuina. Sus orejas se aguzan y su cola se tensa mientras murmura en voz baja: <Hello Kitty "(No creo que vaya hacia arriba… Esa cosa solo es de bajada.)" -Dicho eso, se pone de pie, estirando un poco las piernas tras haber estado agazapada. <Hello Kitty "Bueno, te debo una, así que te ayudaré con lo que pueda." -El siguiente en dar un paso al frente es el orco puertorriqueño al que ayudaste antes. y obviamente el Ogro te iba a seguir porque le resultaba entretenido ver todas las paripelas que hacías... y tenía que encontrar sus pertenencias como tú. Al final, al igual que tú, Kersh aún tiene cosas que recuperar en este maldito agujero. 3/3
>>107428 >>107241 >>107483 -Las manos macumberas convocadas por el cultista encapuchado seguían reventando al Mamas con fuerza, ya que como este aún seguía vivo, nunca desaparecieron. A pesar de la curación parcial que había recibido de Pupus, la acumulación de impactos comenzó a pasar factura. Tus costillas crujieron bajo la presión, y nuevas heridas se abrieron, dejando surcos rojizos y hematomas que se sumaban a las cicatrices previas. Mientras tanto, Tabla se volvió hacia Pupus, sugiriendo que mantuvieran con vida al cultista para interrogarlo más tarde. Y claro esta, fiel a su genética Árabe - Níger, propuso la jorgita idea de amputarle las manos y los pies. Pupus salió de su trance, mirando a Tabla algo confundido y se quedó pensando. <Pupus "Sí, puedo hacerlo." "Aunque lo de las manos…" "..." "Mientras tenga lengua, nos va a lanzar alguna mierda seguramente." "Mejor le quito el ‘aparejo’ que usan para rezar y le corto los tendones de los pies." -La batalla seguía su curso. El Draug 1 levantó su espada y lanzó un ataque contra su antiguo compañero, pero este logró bloquear el golpe con su propia arma. Con un rápido codazo, se apartó de él y, dejando escapar una energía tenue a su alrededor, señaló al Goblin 1, infundiéndole una nueva determinación, como si fuera un comandante dando ánimos a sus tropas en medio del combate. -Entonces el Goblinoide va determinado hacia Hurr y, con un golpe bien colocado, impactó contra el gigante. A pesar de la fuerza del ataque, el cuerpo de Hurr apenas se inmutó. El dolor estaba ahí, pero no fue más que una molestia menor, un simple moretón en comparación con lo que había recibido antes. Entonces, Hurr, flexiando su cuerpo, empezó a intimidar al goblin. Lo que Hurr decía era verdad, le hizo notar la diferencia de números: eran siete contra dos. Luego, sin necesidad de más palabras, simplemente señaló el amasijo de carne que alguna vez había sido el otro goblin. El Goblin 1 sintió un escalofrío recorrerle la espalda. Sus ojos pasaron rápidamente del gigante a los demás combatientes, luego a los restos de su compañero. Sus labios se torcieron en una mueca de duda, una mezcla de rabia y temor evidente. Finalmente, soltó un gruñido, una expresión de resignación que podía traducirse fácilmente como un "No me pagan lo suficiente para esto". -Mientras tanto, Wes, consumido por la pobreza, se lanzó nuevamente contra el Goblin 1 con una serie de ataques frenéticos. Sin embargo, esta vez el goblin reaccionó con rapidez, saltando ágilmente para esquivarlo. Al caer al piso dio un paso hacia atrás y, sin perder tiempo... giró sobre sus talones y salió corriendo de la sala. <Goblin 1 "https://youtu.be/guEKxUxbm4Q" Si el Wes sigue ensañado con el Goblin, lo puede seguir kek, y le da las apuñaladas del turno 2 -Mientras tanto, el Mamerto de Manat seguía tendido en el suelo como borracho después de una intensa noche de travestis, su cuerpo aún rígido por los calambres tras su ataque arrebatao. La respiración era pesada, pero estable. En ese estado inconsciente, no parecía más que un despojo inerte en medio del combate. El Draug 2 lo observó por un momento antes de avanzar. Su mano firme en la empuñadura de su espada, con la intención de acabar con el guerrero caído. Sin embargo, antes de que pudiera concretar su ataque, Tabla irrumpió en la escena. Su hacha descendió con fuerza, rasgando la piel reseca del no-muerto, hasta que el filo se hundió en su brazo, cercenándolo por completo. -El miembro caído golpeó el suelo con un sonido seco. Del muñón emergió un goteo espeso y oscuro, pero el Draug 2 no reaccionó con dolor ni duda. Simplemente ajustó su postura y, levantó su espada con la única mano que le quedaba. Su hoja descendió rápidamente en una estocada, directa al estómago de Manat. Pero entonces, por algún extraño motivo como si fuera una broma, el cuerpo inconsciente del Manati se movió por sí solo..... -Tal vez un espasmo involuntario o reflejo/reacción primitiva de auto permanencia... O talvez simplemente es sonámbulo, y se movió por pura suerte. Lo cierto es que, con un brusco movimiento de cadera, Manat evitó el golpe. Gif Related El Draug 2 quedó inmóvil. Observó al hombre en el suelo, su expresión muerta reflejando una incredulidad absoluta. Empezó a apuñalar 4 veces más, y las cuatro veces fue esquivadas por el cuerpo inconsciente de Manat. Antes de que pudiera procesar lo ocurrido, Hurr apareció de golpe. Y sin titubeos, asestó dos golpes contundentes. El impacto lanzó al Draug 2 hacia atrás, apartándolo del camino. Mientras tanto en el sueño de Manat: https://youtu.be/zpDGJEH-4FM -Pero sin quedarse con eso, Hurr no perdió el ritmo tras derribar al Draug 2. Como si se creyera Little Mac de Punch Out, avanzó sin dudar y, antes de que él no-muerto pudiera reincorporarse, le asestó dos nuevos ganchos demoledores. Cada golpe sacudió el cuerpo del Draug como si fuera un saco de huesos sueltos, arrancándole pedazos de carne reseca con la fuerza del impacto. Tabla se unió al asalto, levantando su hacha para atacar. Sin embargo, cada intento resultó inútil. A pesar de haber perdido un brazo y de estar claramente debilitado, el Draug 2 parecía haber recuperado sus reflejos tras los constantes coscorrones del hurr. Con movimientos torpes, pero efectivos, esquivó cada tajo con una precisión inesperada. -Entonces, aprovechando un momento de apertura, el Draug levantó su pierna con la intención de propinar una patada devastadora. Justo cuando estaba por impactar, su cuerpo se elevó repentinamente. En un abrir y cerrar de ojos, salió disparado por los aires como si fuera un simple saco de trigo. Manat había despertado. Se había levantado y había tomado al Draug 2 como si fuera una bolsa de papas para luego lanzarlo con la fuerza de una catapulta. Él no-muerto voló y se fue a la puta, hasta chocar contra la puerta al otro extremo de la sala. La madera crujió y se astilló bajo el impacto, cediendo en el acto. El Draug atravesó la abertura y desapareció al otro lado. -Lo extraño fue lo que se reveló tras la puerta rota. En lugar de otra habitación, un abismo de oscuridad absoluta yacía más allá del umbral. No era una simple falta de luz, sino una negrura tan densa que parecía devorar cualquier atisbo de claridad. El Draug 2 se hundió en ella sin resistencia. No hubo gritos, ni sonidos de su cuerpo golpeando el suelo. Simplemente dejó de estar ahí. Y por alguna razón, Hurr sintió un escalofrío recorrerle la espalda. No era exactamente miedo, ni una sensación de peligro inmediato. Solo una extraña inquietud, como si algo más estuviera en esa oscuridad, esperando. Combate ¿terminado? >>107486 kek, me lo guardo
>>107780 Mientras tanto Pupus Pupus >Pierna 1 1d20+5 = 18 >Pierna 2 1d20+5 = 12 >Luz curativa 3d8 = 15
>>107780 ahora que lo leo, me doy cuenta que no puse la parte de Eirim y la borre, así que la tengo que rescribir otra vez kek
>>107483 >>107780 1d20 = 13 -Cierras tus ojos y tus manos se entrelazan con fervor. Los dedos se crispan, como aferrándose a algo que pudiera anclarte a la realidad. De tus labios surgen letanías, oraciones heredadas de las monjas que te criaron, invocaciones a los Santos Observadores, a la piedad de los justos, a la misericordia que jamás se posó en ti. Nombras los salmos del perdón, los cánticos de intercesión, las súplicas grabadas en tu memoria con el hierro de la disciplina y la culpa. Y, entre ellas, murmuras los rezos prohibidos que solo Severina te enseñó, aquellas palabras que resonaban en las bóvedas de piedra cuando nadie más escuchaba. -Poco a poco, tu cuerpo se siente más liviano, tu mente se despeja en un vacío sereno. Entonces, una brisa helada acaricia tus cabellos, y la calidez del sol atraviesa tus párpados cerrados. Un murmullo de hojas mecidas por el viento se mezcla con el canto de los pájaros, formando una melodía rítmica, envolvente, como si el mundo entero estuviera respirando en sincronía contigo. https://www.youtube.com/watch?v=b6fwBOhDOOs -Abres los ojos lentamente. -El prado verde se extiende bajo tus pies descalzos. Estás sentada en una mesa de madera, el roce áspero de la superficie conocida contra la palma de tu mano. Frente a ti, el convento se alza solemne, su torre principal desgarrando el cielo con su aguja de hierro, dividiendo la luz del sol en haces brillantes. A tu alrededor, arbustos florecen en los senderos de piedra, el aire impregnado con el perfume de la primavera. Este era el patio del convento.... Y allí, al otro lado de la mesa, Severina. -Alta como un monolito, Imponente como una estatua, vestida con su armadura sagrada, cada filigrana dorada reflejando la luz como si ella misma fuera una reliquia viva. Cada centímetro de la coraza estaba grabado con inscripciones sagradas, filigranas de fe cinceladas con manos devotas. Su yelmo cerrado oculta su rostro, pero entre las rendijas se asoman sus ojos celestes, fríos y duros como zafiros incrustados en acero. Jamás has visto su cara por completo. Solo sus mechones rubios que escapan de su casco, solo su boca afilada y severa cuando levanta apenas el yelmo para probar un bocado. Pero esta vez, hay algo distinto en ella. -En su costado, la armadura tiene una abolladura enorme, los bordes mellados como si colmillos monstruosos hubieran intentado devorarla. La herida en su coraza es profunda, pero ella sigue ahí, erguida, inquebrantable. 1d20 = 5 Entonces, habla. Un filo de desprecio envuelto en el deber, una sentencia que aplasta el alma. "Mírate." -Una sola palabra, y el veneno empieza a filtrarse en tu sangre. "Mira cómo tiemblan tus manos." -Sin emoción. Solo constatando un hecho. "La abominación reza. Implora a los santos que la repudían, clama al cielo que le niega su luz." "..." "Una aberración sentada en la mesa de los santos. Un despojo al que jamás debí haber permitido vivir. Cuánto me arrepiento de esa debilidad." -Tomó un pedazo de pan, desgarrándolo con los dedos antes de llevarlo a su boca. Hizo una pausa antes de continuar. "¿Crees que ellos te escuchan? ¿Crees que el Altísimo inclina su oído a las súplicas de una aberración?" -El pan crujió entre sus dientes. Su casco seguía cubriendo su rostro, solo permitiendo que su voz fluyera. "No deberías estar aquí. Nunca debiste estar aquí. A veces me pregunto por qué no te maté aquel día, cuando te encontré tirada en los escalones del convento como un despojo." -Levanta su taza de té y bebe con parsimonia, como si cada palabra fuera una carga que le pesa en la lengua. "Las monjas me rogaron que te diera clemencia. Que te viera como una criatura de Dios y no como lo que realmente eres: el fruto de la depravación, una herencia impura de la unión de un cadáver y un hombre sin alma." "Una bastarda. Una deformidad nacida del pecado. No eres humana, pero tampoco eres bestia. Eres la mancha que queda cuando la sangre se seca." "Pero la piedad es un lujo que solo los ciegos pueden permitirse. Yo no soy ciega, Eirim. Yo veo lo que eres." -Deja la taza sobre la mesa con un golpe seco.
[Expand Post] "Hubiera sido más misericordioso aplastarte la cabeza con mi bota cuando eras una recién nacida. Pero no. Te permití crecer, te permití respirar el aire de este mundo que no te pertenece. Y aquí estás, pretendiendo ser una de nosotras, fingiendo que el aliento de los santos sopla sobre tu frente." -Se inclina un poco hacia ti, su voz baja. "Pero no importa cuánto reces. No importa cuántos versículos aprendas, cuántos ayunos hagas, cuántas veces te postres ante el altar. La fe no puede borrar lo que eres. Y tarde o temprano, este convento, esta Iglesia, este mundo... lo entenderán. Y entonces, Eirim, te purgarán como la impureza que eres." -El viento se lleva sus palabras en un susurro cruel. Y tú, pequeña ante su sombra, sientes cómo el peso de su juicio te atraviesa el pecho como un puñal divino. "Dime, Eirim, ¿te has mirado en el reflejo del agua? ¿Has visto lo que eres?" -Un pájaro cantó en la distancia. -Entonces todo empieza a ponerse oscuro. Primero fue el peso, brutal e implacable, aplastando tu espalda, inmovilizándote, hundiéndote en el suelo. Cadenas invisibles, pero frías como el acero, se enroscaban en torno a tus extremidades, a tu cuello, a tu torso, cada eslabón arrastrándote más profundo en la penumbra. Los pájaros habían enmudecido... el viento ya no traía más el eco de sus trinos. Solo el silencio quedaba. Tu carne se retorció, se deformó más de lo que ya estabas. Sentías cómo tu fe, y tu voluntad (que ya estaba en mal estado por esta maldicion) se desmoronaba por completo, convirtiéndose en ceniza entre tus dedos. Era un vacío absoluto, la ausencia de todo, incluso de la voluntad para moverte. La derrota pesaba sobre ti más que las cadenas. Y entonces, la voz. 1d20 = 17 "Eirim". -Fue un susurro, no un grito. No fue un llamado, sino un eco. Era una voz etérea, desconocida y, sin embargo, familiar. Un murmullo lejano de algo olvidado, de algo enterrado en los pliegues de tu alma. Tenía la pureza de un himno celestial y la severidad de una sentencia divina. Sonaba a duda, a certeza, a incertidumbre y a convicción al mismo tiempo. Era como si alguien hubiera pronunciado tu nombre por primera vez, con el peso de quien crea algo desde la nada. -Entonces, al escuchar esa voz que se desvanecía en tu mente, te das cuenta de algo... Tu nunca habías escuchado la voz de Severina antes. -Severina jamás te habló. Nunca, pero nunca había malgastado su voz en ti. Ni siquiera las mínimas molestias de hablarte, o hacer un más mínimo ruido ante ti. Ni un susurro, ni un murmullo, ni un insulto. Como si asegurara que una abominación tan patética como tú no tuviera el derecho, el honor de poder escucharla. No conocías su voz... o eso tú pensabas, pero SI sabías desde lo más profundo y oscuro de tu ser, que ella, o mejor dicho, ESO, no era Severina. ¿Cómo podía esta sombra pretender ser ella? Ella ni siquiera hubiera malgastado su tiempo en insultarte, menos en dedicarte más de dos palabras. -Y entonces, las cadenas comenzaron a partirse. -El sonido del metal fracturándose resonó en la nada. Una a una, cayeron, golpeando el suelo con el eco de un látigo quebrado. La penumbra a tu alrededor se desmoronó como un espejismo, la luz filtrándose a través de las grietas en la ilusión. Sentiste tu alma liberarse, cada vez más liviana, cada vez más real. La “falsa” Severina entró en pánico. Sus ojos se abrieron en un horror que ya no podía ocultar. Se arrastró por la mesa, desesperada, sus guanteletes de armadura arañando la madera en su intento por alcanzarte. Su mano se cerró en torno a tu cuello, apretando, intentando retenerte en su ilusión. -Pero era demasiado tarde. -Su carne ilusoria se desmoronó en polvo entre sus dedos. La falsedad se disipó como un sueño olvidado. -Y tú... despertaste. ya no estas limitado
>>107524 ayy me dio pena la elfina, ¿cuantas son las probabilidades de que el gerardo la pueda estabilizar para que aguante hasta que se aparezcan los demas y la monja o el pupus la curen?¿metaroleo?, no se de que hablas, jamas escuche esa palabra >>107780 >>107954 >Eirim Junto sus manos, se puso de rodillas, rezando todas las oraciones, todos los salmos, los rezos que solo se conocian entre las camaras mas reconditas de los observadores, su fé la guiaria y salvaria, la luz en su alma volveria a brillar y la libraria de esta opresiva oscuridad. ... Cuando se dio cuenta, ya le habia dicho adios al calabozo, al abismo y sus horrores, un bello prado se extendia ante su vista, y la brisa acariciando su piel palida y el verde cesped su unico pie. La vieja mess de madera, aspera como una lija, la podia reconocer donde fuera, estaba en de vuelta en el convento, de vuelta a su hogar. La torre con su aguja, los arbustos que ayudo a plantar, estaba igual que cuando se habia ido hacia unos dias...parecia tan lejano como un año y frente a ella...Severina. Una sonrisa se le escapo de sus labios descoloridos, por mas fria que fuera la paladin con ella, por mas imponente y atemorizante, con su cara oculta tras un velo de misterio, era una vista familiar, reconfortante, y en ella estaban sus mejores recuerdos, los 3 almuerzos que tenia al año con ella. "Severina, ¿como llegaste aqui?, ¿te hirieron?" Entonces hablo, palos y piedras pueden romper los huesos, pero las palabras podían cortar mas profundo que cualquier navaja. Su sonrisa se desvanecio, su figura pequeña y delgada se encogio aun mas en su asiento, temblando ante el miedo. Una abominacion que rezaba esperando el perdon de los cielos, un adefecio que caminaba junto a los creyentes con esperanza de ser uno mas, una paria debil cuyas suplicas caian sordas ante aquel en lo alto junto a la luz todopoderosa. Esa era ella, no necesitaba recordatorio, se veia todos los dias en el viejo espejo roto junto a su cama, recibia las burlas y desprecio de sus compañeros y de las monjas. Y lo unico que podia hacer era estar de acuerdo con ellos. ¿Quien le tendria compasion a un error como ella?. Ciertamente ella no. Era una mancha en el nombre de la iglesia, en el nombre de toda la religion de los observadores. Una bestia malformada nacida de un acto de clemencia, cuando la verdadera clemencia hubiera sido tal vez haberle dado fin a su vida, una criatura nacida del muerto y el vivo y que no tenia cabida en el mundo de ninguno. Con la cabeza baja, dando la otra mejilla y recibiendo todo el veneno que le escupian, como le habian enseñado, como la tenian acostumbrada. Ser tratada de menos, denigrada, menospreciada...esa habia sido toda su vida en el convento, habia aprendido a recibirlo todo con la cabeza baja. Pero que la persona que mas admiraba, que mas apreciaba, la unica con la que pudo formar un vinculo significativo, fuera aquella tratandola asi...era demasiado. Dolia mucho, dolia mas que cualquier golpe o puñalada, dolia tanto como para que sus lagrimas se empezaran a derramar. La oscuridad empezo a reptar y arrastrarse a su alrededor, como la serpiente del pecado empezo a envolverla, mermando las fuerzas, cuerdas que quemaban sus extremidades por la friccion de cada movimiento, ataduras que cortaban su circulacion. La densa oscuridad crecia y crecia para extinguir su luz. La agradable brisa, la hermosa luz del sol, los cantos armonicos de las aves, todo era consumido y borrado por la oscuridad, el denso manto de la penumbra carcomiendo su forma y desfiguradola mas alla del reconocimiento. Su cuerpo y alma se partian abre ls presion de la maldicion, no era lo suficientemente fuerte al final, su fé no era tan brillante como caia... >Eirim Su nombre, alguien la llama, un eco pasado, una voz celestial portadora de juicios para la divinidad, ¿quien podia ser?, Severina frente a ella no podia...Severina. Ante esa simple realizacion, es que la oscuridad se debilita ante ella, Severina jamas le habia hablado. https://youtu.be/i8tVEqiH4gw Ningun sonido, ninguna palabra o suspiro, por mas que se lo imaginara, su idealizacion jamas se acercaria a realidad, y en especial, jamas se acercaria a esta pesima ilusion frente a ella. La historia no cuadraba, miles de veces le habian dicho que Severina era la responsable de ella, ella la perdono, ella le dio el regalo de seguir viviendo a pesar de ser un monstruo mestizo, y una honrada paladin jamas se gastaria en tratar de menos a alguien como ella. Levanto la vista, su fé restaurada, su voluntad mas fuerte que nunca, y se mofo "Patetico"
[Expand Post]Las cadenas se rompieron, la oscuridad empezo a ser consumida por la luz mientras su alma iba recuperando cada vez mas su fuerza, la luz de los observadores regresando a ella. La falsa Severina se le acerca desesperada para tratar de continuar su ilusion, sobreponerse con la ilusion de superioridad fisica. "Ustedes los herejes y seguidores del ARGD son pateticos" Los guanteletes se cierran sobre su cuello, ella no cambia su expresion, por primera vez en su vida estaba en una posicion superior ante alguien que si se merecia ser mofado, sonrie "Puedes empujarme en la oscuridad todo lo que quieras, pero esa es la cuna donde naci, creci con ella, no vi la luz divina hasta que me volvi una adulta. Y entonces...me volvi tambien su fiel observadora" Tiro un oneliner epico, probablemente el unico que tendra en toda la partida "Conversaria mas...pero hablar con cadaveres esta prohibido" La ilusion se disuelve en polvo que es llevado por la brisa, la ilusion termina, y la fiel monja de los observadores despierta con su fé mas fuerte que nunca. ... Aquellos presentes habran visto a Eirim arrodillarse para rezar y empezar a recitar canticos de iglesia como por 5 minutos como si estuviera en trance. Hasta que de repente, la luz divina cubrio sus manos, como una llama encendida que cargaba la esperanza de un campamento, la monjita se puso de pie y abrio sus manos con su lucecita para iluminar durante un segundo el sex-dungeon, era como la version Tenmu de las resurrecciones misticas del pupus. Y entonces, la luz se apaga fue puro efecto visual la mamada esa, sin embargo, la monjita desnutrida ya no se veia tan asustada o insegura, estaba mas lista que nunca. <Faith restored "¡La maldicion fue levantada!" Celebra, como si alguien fuera a entenderla asumo que la fe esta en 0 1d5 = 5 1d5 = 3 1d5 = 5 minimo 9 pa las 3 curas Se mando unos rezos para llenar el tanque, era hora de trabajar. "¡Hurr!, ¿puedes conseguir tus dedos?, si somos rapidos podremos pegarlos con el milagro sin necesitar suturas implicando 1d12 = 11 le da una cura al medio-gigante Seguia el ario, que incluso con la ayuda del Pupus, estaba fragil teniendo menos HP que la niña que tenia la mitad de su tamaño y todavia estaba siendo afectado por la maldicion del hereje, necesitaban sus dealers de daño en buena condicion si querian salir de esta. "Manat, dejame ayudarte" 1d12 = 12 >Wes Aun enseñado como animal, el costa oeste se choca contra el muro luego de errarle al goblino puto que se le escapaba, pero el no lo iba a dejar ir, lo siguio con todo lo que tenia para asi apuñalarlo y robarle su ropa. Lo persiguio con sus piernas mas largas y le salto encima para terminar de abrirle huecos en la nuca. implicando que con el turno 2 lo mata Con su nueva presa, la levanta en el sire sacudiendo el cuerpo como macaco y chillando como tal, estaba listo para descuartizarlo miembro por miembro como las tribus carnívoras de chimpancés de esas que trauman a los cientificos. Pero lo detienen antes de que su jorgismo vuelva el rol demasiado edgy y pasen a burlarse de este rol. >Eirim "¡Deja eso!" >Wes El pollion bajo el moco verde "¿Que pasa?" >Eirim "Quedate quieto" 1d12 = 10 le aplico una cura al weas implicando que alcance la fe >Wes De la nada el polillon se sintio curado, sus heridas se cerraron "¿Que hiciste?" >Eirim "Te cure, nos estas ayudando a escapar, y como sabes pelear, seria bueno que estes sano" >Wes "¿Cual es el truco?, nadie ayuda a nadie si no es por alto cambio" Asi era la regla de la vida para los gnomos judios >Eirim "Ninguno, solo quiero ayudar, ama a tu vecino, asi enseñan en la iglesia" >Wes "..." El polillon se queda callado, no tenia nada que decir, solo se queda con sus ojotes rojos de acosador viendo a la monja, la verdad nadie jamas de los jamases le habia ayudado, hasta los leprosos y rechazados de los desagues eran dificiles de querer, y ciertamente era la primera vez que alguien de los observadores usaba su luz para curarlo y no intentar matarlo, esta pendeja se veia deforme y seguramente no tenia amigos, ¡como el! "Gracias" listo, ahora ya tiene excusa para estar pegado a ella >Eirim "Muy bien ahora..." Mira alrededor, cae en que el skeletor seguia ahi implicando y tambien una puerta to' oscura Primero lo primero, se acerca al skeletor > para dejarlo quieto y que nadie haga nada. "Padre, padre escuchame, debes quedarte quieto y vigilar, manten tu puesto por los enemigos que se acercan" Esperaba que eso colara Luego seguia la puerta to oscura "¿Creen que nuestras cosas esten ahi?, fue alli de donde salieron los goblins y el cultista...podria iluminar el interior con luz" Sugiere pero no toma ninguna iniciativa, como buena creyente cagona >Wes El polillon anda con hambre, asi que mientras los demas discuten, va y carroña alguno de los cadaveres de los goblin para recuperar HP y llenar su estomago, para asi tener cosas que cagar en el tanque 1d20 = 12 Tambien va y como buen judio saquea al skeletor que lincharon por su arma y armadura 1d20 = 14 antes de que la negra se lo robe.
>>108385 <Fe:13/20 <3 curas 11,12,10 uff <Fe:4/20
>>108387 La Negra solo sirve para robar, la Monja para curar, la mememagia se encargará que sean inútiles con todo lo demás, perfectamente balanceado, como debe de ser.
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>>107513 >>107524 >>107627 Más inteligente que el ogro promedio pero sin llegar a nivel de humano desarrollado, sin lugar a dudas todo un personaje, igual después de todo es un híbrido según lo dicho. >Gerardo (Yo podría conquistar este mundo, pero me cagué la rodilla.) El míster no dice nada sobre la cara del ogro, nunca nadie le cree lo que su cuerpo, ahora pareciendo una anciana con tuberculosis y cagada, por algo siempre va con bastón. Posteriormente el amigo hace una movida digna de esquizo y menciona aquello de (((ellos))), esos a los que Gerardo voltea para ver pero que obviamente no puede hacer. No ve más que pared y pasillo. >Gerardo (¿Están ahora mismo esos "amigos" aquí contigo?) Ajáaaa... Sí... Probablemente se le haya subido el zaza, pero teniendo en cuenta que supo lo de su muerte, mejor creer en el adicto de la esquina sin llevarle la contraria, no vaya a ser que saque un cuchillo carcelero. = = = La celda sigue fría y con ese olor desagradable, pero las palabras siguen yendo y viniendo como si el mago no tuviera nada mejor que hacer, hablar con el gordo verde en lugar de mover el culo y hacer lo que tiene que hacer. Allí se habla de la maldición que el compadre comienza a explicar. El sujeto no estaba maldito por la falta de cerebro, y todos los demás lo están por traumas personales y demás mierda. >Gerardo Oh, eso tiene sentido para mí. Eres demasiado listo para haberlo descifrado. Escucha la explicación del Shrek y menciona aquello último. Este tipo es como el Pupus, se anda haciendo el gil pero sabe demasiado... Hay que silenciarlo. Posteriormente el Gerardo NPC pregunta por los objetos perdidos/robados gracias a los cultistas cagados estos y el verde responde con sus formas inusuales, inusuales pero entendibles al final. Ajos y un garrote que no es garrote, y bien se demoró el hijo de puta para decir eso. Es una suerte que el mago tenga una gran paciencia. >Gerardo ¿Garrote para comunicar? ¿Como un khakkhara? Sí, creo que lo entiendo. Entendió a medias, probablemente el amigo de Burro ni siquiera sepa lo que es un khakkhara, pero bueno, al menos ya andan en movimiento para salir de esa celda meada. >Gerardo (¿Para qué quiere ajos? ¿Va a pelear con un vampiro trolazo?) https://youtu.be/BfW5uQVexQY?si=1QouvUoi1ywofu-8 = = = = = = = = = El mundo siempre maltrata a los artistas, esa es una constante, hasta suelen morir jóvenes... o no son admitidos en escuelas de arte y, después de volverse locos en una guerra, comienzan un genocidio totalmente justificado hacia minorías. En este caso le habían dejado hecho un trapo, ya queda en él intentar vengarse haciendo un genocidio. <Pero… supongo que no pierdo nada con intentarlo. >Gerardo
[Expand Post]Lo único que nos queda es tener esperanza, amigo. Es lo único que puede decir. Tener esperanza, y si no la hay, buscarla. Afuera de la celda el mago le pasa al muerto y el verde lo cuelga en su pezón porque eso será lo que le gusta, es toda una diva que le gusta que le tiren de sus joyas y el pelo por detrás. >Gerardo ... No hace preguntas o dice nada, cada persona tiene sus fetiches y el que diga que no los tienes es el raro, pero bueno, prosiguen en la búsqueda de más moribundos para el grupo de moribundos. = = = >Gerardo (Qué horrible día para estar en una mazmorra.) Poner el pie en el sitio se siente raro, el olor es desagradable y sus zapatos de baja calidad pronto notan el chapapote, el ruido de las pisadas también delatan. Algo pegajoso debajo, y no es sangre precisamente. >Gerardo ¿Qué dem- Y por otro lado ese señor bola que come sin modales, ni siquiera tiene una mesa, anda comiendo en el suelo todo cagado con quien sabe que sustancia. Luego el orko quieto que no habla, todo hasta que el Gerardo silba y... el orko cae de cara al suelo. >Gerardo Ä, era un muerto, con razón no contestaba. No puede ver mucho por la oscuridad, pero ve que anda vacío por dentro, con la espalda destrozada, sin mencionar esas bolsas de pus que se retuercen en su carne. No anda muy sorprendido a este punto, ya ha visto mierda bastante heavy. Al menos míster bola se percata de la presencia del mago. >Gerardo Oh mierda, lo siento. No quería interrumpir tu comida. Rusky hace la típica escena del Residente Vil (esa del zombi volteando) y mira al mago ahí parado, apendejado. La verdad es que es feo como golpear a un padre, es como si no hubiera dormido por bastante tiempo y se haya convertido en esto a causa de ello. <¿Ssssiii? ¿Quién es? ¿Quién molesssta al pobre Hrrriiik mientras come su bocadito? Su voz tampoco es demasiado agradable, un atentado contra los oídos y los ojos, pero nunca hay que juzgar un libro por su portada, sino por su corazón de pollo. >Gerardo Gerardo. Menciona su nombre en esa oscuridad mientras el tipo extraño se levanta y se acerca a él tirando todo un ranteo sobre sus mascotas que el mago no puede ver. ¿Qué mascotas? >Gerardo ¿Ladrón? No, no, solamente estoy de paso. ¿De qué mascotas hablas, amigo? Allí el escroto se agacha frente al cadáver y busca en la oscuridad de su cuerpo hasta que toma algo y lo saca, pronto descubriendo que son garrapatros, garrapatas de toda la vida pero más grandes por culpa del abismo. >Gerardo Era eso, te referías a los garrapatros. Peculiares mascotas, sí. Todo un espectáculo a los ojos eso que hace. Este sujeto es como una de esas señoras con gatos que nunca han conocido el amor, pero ¿qué amor quieres siendo un feo deforme? Difícil la verdad, no hay que mentir. Gerardo le mete una última mirada a la salida, decidiendo si dejar aquí a este tipo o llevarlo con él. Es verdad que los garrapatros son criaturas violentas y tener a alguien como este tipo en el equipo puede ser bueno, parece entender a estas cosas. >Gerardo Nadie va a robarlas, ¡pero los cultistas sí! Escucha, Hrrriiik amigo, ellos están viniendo para quitártelas... ¡y comerlas! Hay que irnos, empaca tus mascotas. Lo agarra de los hombros y le menciona eso. Hay que agenciarse a este tipo y meterlo al club de fútbol como defensa, no queda de otra. Y nuevamente usa sus tácticas de manipulación para llevarlo. Carisma: 1d20 = 16 = = = Más celdas, más historias. El tipo decide silenciar a un paisano y casi vomita en el proceso debido al hedor, un hedor de pesadillas que ahorca la tráquea y viola la nariz. Por suerte no vomita porque lo único que ha comido en días fue literalmente vómito, comida regurgitada. >Gerardo Qué los dioses se apiaden de tu alma. Si es que aún quedaba un alma en ese cuerpo para este desafortunado punto... Luego esa mujer humana maltratada (que no es la elfina), con cicatrices en cuerpo, mente y alma, siendo consumida por la oscuridad del abismo con cada segundo que transcurre. >Gerardo Voy a liberarte, ¿bien? La voz de la mujer no está demasiado en confianza, por lo que tiene que caminar con cuidado. Este es terreno peligroso y no quiere que se autosuicide o nuevamente le metan una paliza al no poder defenderse el pendejo. <No… no me hagas daño… no más daño >Gerardo No, no, cálmate y respira. Mírame, no soy uno de ellos, ¿vez? Intenta mostrarse bien, aunque al final todo acaba con la mujer corriendo hacia la oscuridad de la celda y, con una serie de repetidos golpes que escucha perfectamente, se abre la sandía. La sangre lentamente llega hasta su calzado. >Gerardo Dios... Las mierdas que andaba mirando en el abismo ya lo andaban convirtiendo en creyente. Da unos pasos hacia adelantado pisando la sangre y se agacha junto al cadáver de la mujer para al menos cerrarle los ojos, ojos quemados que ya vieron demasiado hacia el abismo. >Gerardo Qué lástima. Esa es una manera horrible para morir. La idea del suicidio ocasiona un pavor horrible en su mente. La muerte es horrible, pero quitarse su propia vida es algo que le pone los pelos de punta. >Gerardo ... Pronto revisa el otro cadáver con su bastón, descubriendo nada más que un muerto en descomposición. La falta de luz no ayuda demasiado para determinar la razón de la muerte, aunque para este punto ya no importa, mejor salir rápido... ¡Si no fuera por gruñidos! Una especie de can en la oscuridad profunda de la celda. >Gerardo (No sé si esto sea buena idea.) Acercarse mucho al cadáver hace que el animal salga a la tenue luz, mostrando que en efecto es un perro, uno bastante grande para ser exactos. Parece ser que ese tipo muerto era su amo o algo así..., de todas formas al Gerardo no le gustan los perros, la última vez casi se lo come una manada. >Gerardo Okay... Okay... Tranquilo. Comienza a caminar hacia atrás sin perder de vista a la bestia gris, hasta que está afuera y regresa a cerrar la celda con sus llaves maestras. Ya tiene suficiente carne, que se deje de joder. >Gerardo Bien, sigamos. Aquí no hay nada que ver. = = = = = = = = = Celda de muertos... y con una bola de pelos, de esas con lengua rasposa según el Mamacita. Hola Demonio andaba ahí junto a dos cadáveres y el Gerardo decide abrir la celda. Esta no se fía mucho de él, pero al final cede y sale de la misma entre tambaleo y tambaleo. >Gerardo ¿Estás bien? Puedo vendarte, pero no hay tiempo para eso. Mi grupo tiene sanadores. Su herida no se ve muy cómoda, pero va a tener que esperar hasta llegar con el Putus y ruedas calientes... si es que todavía siguen vivos para este punto. <¿Has visto un hombre de Armadura color Latón? >Gerardo ¿Hombre con armadura de latón? No, no creo que lo conozca o haya visto. ¿Mató a tu padre o algo? ¿Tiene seis dedos en su mano derecha? Repite lo mencionado cual protagonista japonés genérico y luego menciona aquello, siendo lo importante el gigante tetón de afuera por el que la gatubela se sorprende. Ambos son aberraciones, ninguno puede juzgar a nadie. >Gerardo Calma, él y los demás están conmigo. Guarden sus energías para verdaderos enemigos. = = = = = = = = = El equipo de fútbol nacional de Zimbabue camina de regreso y se asientan cerca del ascensor, lugar donde inesperadamente encuentran al guasón haciendo freestyle hacia la nada. Bueno, mejor tenerlo cerca. >Gerardo Ahí estaba. El ogro mitad deja a los desvalidos y con el mago se mueven hacia la puerta, observando la oscuridad profunda detrás de ella. Allí pregunta a su BFF por donde vienen, este nuevamente dando explicaciones. Dos puertas más unas escaleras, una de estas puertas estando libre de monos, aunque al parecer no tienen lo que andan buscando. >Gerardo (Puta madre, no creo que nuestras cosas estén aquí, o al menos aquí cerca. Esos malditos cultistas...) Carajo, creo que entonces deberíamos pasar de entrar aquí. Y sin nada más, cierra la puerta con llave si es que puede. Ya la oscuridad es peligrosa y entrar ahí sin conseguir nada es perder el tiempo, sin mencionar que les pueden llegar por atrás y game over. Se dan la vuelta y el Gerardo le habla al grupo de circo que se consiguió por cinco pesos, y la gata se une a la party para ir a donde sea que vayan a ir ahora, que es hacia donde están los otros. >Gerardo Kersh, puede que nuestras cosas estén más allá de esa oscuridad o detrás de mí por esa puerta, pero necesito que te quedes... (No vaya a ser que alguno de estos loquitos pierda el norte y mate a alguien). Menciona aquello susurrando. Alguien no ausente mentalmente se tenía que quedar cuidando a estos retarders, y lo mejor es el gigante que también puede aguantar la puerta. >Gerardo Intentaré buscar tus cosas, lo prometo. Sin más, deja al gordo de niñera y se va con hello kitty y el conguitokek hacia la habitación donde está la ganga no solamente para ayudarlos, sino también para apurarles. Van a morir si no salen de aquí rápid
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>>108709 Se me borró una parte por razones incomprensibles. >>107780 >>108385 >>and Hurr Aunque fuera de combate, las manos mamagüebo del sacerdote oscuro siguen jodiendo al árabe que apenas no se puede cubrir porque anda inconsciente y porque es un ataque sin dados de precisión. Otra vez la magia le andaba dando dolores de cabeza, y dolores en otros sitios porque sus costillas crujen con los impactos repentinos. Ya no sabe cuantas veces le rompieron las costillas, esto es algo que pasa bastante seguido afuera o dentro de la mazmorra, pero al menos anda inconsciente como para notarlo. La noches árabes de Tabla por otro lado le habla al sacerdote bueno para que practique sus cirugías de la época en el cuerpo del cultista, o literalmente hospital público en américa latina, y aunque acepta, explica un poco de la magia que no es importante para Tabla. >Tabla No me importa la asquerosa magia y su funcionamiento, tú hazlo. Le interrumpe su mierda y se regresa a la contienda... o a mirar la movida y esperar su turno para atacar, siempre haciéndolo por detrás como buena negra. Ve que los skeletors andan peleando y luego uno de estos le da poderes al goblin que queda con vida, mismo que se tira contra el gigante ahora sin dedos de morcilla. Le clava un golpe no letal, pero la intimidación y el flexeo de pectorales asustan al compadre que no puede hacer mucho más, no le pagan lo suficiente al becario del ARGD. Era de esperarse que el hambriado y sediento de sangre negro polilla no aceptara la rendición del goblino y se lanza a por el al igual que Frederick Leopold Fazbearington. No lo mata. >Tabla Da igual ese insecto verde, es irrelevante. Que quiera irse corriendo o no le chupa un huevo, lo único que quiere es encontrar sus movidas e irse a hacer las misiones y obtener dividendos, nunca hay suficientes dividendos. = = = La inconsciencia es lo mejor, solamente oscuridad, oscuridad reconfortante y descanso. No hay dolor, ninguno de ellos. Entre esa oscuridad, una voz lejana que se acerca rápido, un ángel calvo cantando hermosas canciones de amor. Se pondría a bailar si tuviera cuerpo, y tal vez eso se refleja fuera del sueño con semejante movimiento sexy de caderas con los que esquiva al difunto con espada y armadura. >Manat ... También sonríe, hace tiempo que no tiene un sueño bonito como el que está presenciando... Y por alguna razón lo anda atacando un muerto mientras los demás se andan rascando los huevos. La monja tiene pase porque anda en sus rezos raros, ¿pero los demás? Hasta su hermana no anda haciendo absolutamente nada para evitarlo, solamente le sacó el brazo y le dejó actuar. >Tabla Vaya, es mejor esquivando cuando anda dormido que cuando anda despierto. Su risa es acompañada por los puñetazos del Hurr que le mete un shoryuken y lo manda a la puta, posteriormente siguiendo con el machaqueo del esqueleto en armadura. Tabla, como buena mujer, intenta colarse y atacarlo por la espalda mientras anda distraído con el gigante, más esta estrategia no cuela más y le esquiva todo como si se hubiera aprendido los patrones de ataque. El daño cerebral producido por el hash la hace demasiado predecible, por eso ataca por detrás. >Tabla De repente se hizo bueno en esto. Esquiva, esquiva, fium* fium*, corte, todo. Entonces la patada viene, cosa que no le va a servir de mucho en el caso que la conecte, situación hipotética que no ocurre porque el Manat ya despierto se cuela por detrás y lo levanta con su brazo dominante. >Manat No me gustan los esqueletos. Y de una lo manda a tomar por culo hacia una puerta. Es bueno rompiendo puertas. La madera cruje y con ella el muerto desaparece entre la oscuridad detrás de la misma ahora visible para la ganga. Luego silencio, silencio o el goblino ese siendo destripado por el pájaro loco negro. >Tabla ¡Bien hecho! Siempre confié. Levanta el pulgar cubierto de cuero.
[Expand Post]Manat se sienta en el suelo y cierra los ojos para descansar unos momentos mientras la negra se da un garbeo por el sitio intentando buscar los dedos del gordo Hurr y así se los puedan colocar de nuevo con cirugía. El Putus tortura a un paisano y la monja reza, pronto volviendo a la realidad con sus poderes de monja casta. = = = El Hurr es restaurado, el Manaos también es restaurado. Este siente el espíritu santo curar su cuerpo y abre los ojos (ojo) para observar a la monja niña. Sonríe, una visión un poco perturbadora porque el tipo anda todo crikoso y cubierto de sangre y demás fluidos. No debe oler agradable. >Manat Gracias... ¿Niña?... ¿Cuál era tu nombre? No espera mucho hasta contestar, buscando en su cabeza por unos instantes. >Manat Eirim. Pero esto no era rato para conversaciones sin sentido o hacerse amigo de underages. Se pone de pie y su único ojo escanea el sitio mientras su mano toma el hacha con fuerza. Observa, además de a los otros, a la niña tirada, y por otro lado al Putus con el sacerdote ese. >Manat ... En lugar de elegir el amor y la familia e irse con la negra y la niña cuerno a ver si anda bien, elige el camino de la violencia al caminar con paso pesado hacia el Caillou. >Manat ... Sin decir nada, toma al sacerdote del ARGD... y comienza a golpearlo de forma ultrarrealista y no a la manera de Manat, hasta suelta el hacha para que no estorbe. Gancho en el estómago, izquierdazo en la mandíbula que lo manda a volar y probablemente le saque algunos dientes. Va y lo manda a violar con un tubo toma de vuelta por el cuello, sacudiendo su cuerpo para traerlo al mundo real. Tablos mira la violencia e interviene por si alguien quiere interrumpir la movida, no vaya a ser que al tipo se le crucen los cables y ataque a alguien del grupo. A los locos hay que dejarlos ser. >Tabla ¡Oye, hermanito!, no tires el trabajo de Pupus a la basura y lo mates, lo necesitamos vivo. Pero puedes arrastrarlo tanto como quieras, sí. >Manat Despierta. Nuevamente lo sacude hasta que despierta, teniéndolo por el cuello con una única mano y listo para aplastarlo como si fuera una manzana. Su rostro se mantiene neutro, pero su único ojo y la sangre en todo su rostro demuestran ultraviolencia™. >Manat Tienes un minuto para explicarte y decir donde andan nuestras cosas, de lo contrario tú y yo nos vamos a dar un paseo por los pozos ardientes del infierno. Juntos. Le mete un último cachote de revés y aprieta su mano más fuerte mientras sonríe, observando la vida escapar de ese cuerpo. Ya, ahora ya sí se pueden reír de lo filoso. Intentará meterle todo el dolor físico posible para que cante el muy puto. De esta no de va a salvar, hasta romperle oso brazos si no canta, y de brazos hacia dedos. ¿Dolor?: 1d20 = 6 1d20 = 17 1d20 = 4 = = = = = = = = = >Tabla (Bismillah... ¿Por qué tiene que ser tan dramático?) La negra como persona responsable camina hacia la niña mientras su madre tiene un ataque de psicosis con su amante. Se acerca hasta la misma y se agacha para tomarla entre sus brazos, después de todo tiene tremendos brazos de albañil en el dibujo. Te mete una cachetada y te deja tiritando. >Tabla ... Estás pesada. La carga entre sus brazos y su hacha cuelga de su capa. La mira un poco desde arriba, desde detrás de ese cabello rubio banana que cubre su rostro y... sonríe por un microsegundo, se dio cuenta que lo estaba haciendo y volvió a su rostro de siempre. La ve algo adorable ahora que la observa en sus brazos como un bebé. >Tabla (Este sentimiento no es del todo desagradable.) Las maravillas de la maternidad. Mamá pato oscuro entonces camina hacia la puerta de arriba para investigar lo que hay detrás y también ya de paso contestar a la pendeja sobre el agujero negro ese y lo que sea que haya detrás. >Tabla Podrías probar. ¿Qué opinas tú, máscara? Y ponte algo de ropa. Por cierto, la babosa está en la celda por la que salimos, pero ¿de quién es la babosa? Hay cosas aquí que no cuadran, ¿no les parece? Anyway, intenta cruzar esa puerta de arriba en espera de que no venga nadie. Por precaución utiliza el modo oscuro porque anda con la pendeja encima y no la va a meter en otro fregado. Implicando desde aquí. https://youtu.be/Xw4ujZPK1NY?si=V4HM1AXPWsuF5NXx En eso aparece el Gerardo... con extremo retraso, no es una entrada épica ni nada porque tienen que hacer fuerza para mover la puerta esa de siete mil kilos por la que se fue y por la que regresó. >Gerardo Un mago nunca llega tarde. Dice, intentando ocultar el cansancio de anciano por mover una puerta. Cargando un barrote de celda como bastón, un orko africano embarazado y una catgirl. A su vista todos parecen estar vivos, no murió nadie por suerte, aunque no gracias a él que anduvo pendejeando por ahí, pero al menos consiguió una salida. También hay por ahí un lolmuerto que le puede ser de ayuda así como el sectario que el Mamas anda cagando a piñas. >Gerardo Hay que movernos rápido y salir de aquí lo antes posible, vienen muchos enemigos y no creo que podamos pelear, pero tengo una salida hacia abajo. ¿Encontraron nuestras cosas? ¿Están todos bien? >Manat ... En lugar de alegrarse por el regreso de su compadre mágico, un pesar se apodera de él al divisar uno de estos compañeros que se trajo. ¿Por qué siempre tiene que ser una catgirl? ¿No hay catboys por ahí? Al menos un macho no le haría recordar a su hermanamante muerta que no pudo proteger. >Manat ... Deja caer al tipo y le mete una patada que lo manda contra la pared. Aunque con pesar, todavía tiene que mantener la fachada. = = = = = = = = = >>107483 No me hubiera imaginado que este personaje autista le pudiera gustar a alguien de forma no irónica, pero me alegro de que te haya gustado. :^) >>107486 Está hitteando la pose del Gumball mamado, kek. Guardado.
>>108720 >Se me borró una parte por razones incomprensibles. El límite de caracteres es un b8, en realidad es de 11mil y algo, y te borra texto si lo supera
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>>107780 >>108385 >>108720 >Hurr El gigante revive, y entre el alivio y felicidad que es tener de vuelta al supuesto tanque del equipo Todos sabemos que Mamas es el que tiende a recibir más daño, muchas preguntas surgen, como por ejemplo...¿Quién putas le habla a un cadáver que intenta matarte? Al parecer Eirim suele hacerlo. N-no es necesario gritarme... Puños y espadazos más tarde, el Hurr se pone a hablar con Goblin1 para hacer que recapacite, hermano. Entre la diferencia de cantidad y el tremendo jorgismo que se cargan los hermanos hinduistas, el moco verde termina convencido de que no le pagan lo suficiente para sacrificarse de esa manera. El armatoste con patas asiente. Buena decisión. Ahora quizás podamos- ¡Entonces Wes sale volando de la nada para destruir todo con sus rayos láseres! Menos mal que Goblin1 es más rápido y se va muy a la mierda antes de terminar echo composta. Ay... ¡Pero el polillon no le importa! Le persigue siendo consumido por la marginalidad. Alcanzándolo y despedazándolo cual pitbull a niño de 5 años. AYYYY... Ahora el Hurr se siente mal por convencer al moco verde de bajar las armas. Bueno, nada que hacerle. Dándose media vuelta, nota que se estaban aprovechando del manat que anda inconsciente en el suelo o algo así. Esos movimientos de cadera eran demasiado precisos a la hora de esquivar para creerse que anda fuera de sí. De todas maneras, se acerca al Draug para darle coñazo y medio a ver si así deja de intentar dar pinchitos a la gente que anda durmiendo. En eso Tabla se le une, e increíblemente, falla todos los golpes que tira. Al parecer, los puños de Hurr buffean el esquive. Um... Se guarda los comentarios, no vaya a ser que le tiren unos cortes locos por decir lo que piensa. Entonces el big Mamas sale de la nada y manda a la puta al cadáver. Lo arroja directo a una puerta random del lugar. De la pura fuerza con la que se estrella termina por derribar la puerta, enseñando la profunda oscuridad que se hallaba del otro lado. El Draug se pierde en ese pozo que parece no tener fin e intenta tragarse todo cuanto pudiera. El Hurr se quedó viendo la espesura que había en esa habitación, inquieto. Sintiendo la necesidad de abalanzarse en la eterna noche buscando algo. Algo que no tiene idea de que es, pero sabe es importante para él. ¿Hmhm? La monjita le distrae. Le pide los dedos de salchicha a ver si con eso no tiene que ir al medico medieval. Porque ese fijo que le termina cortando el brazo entero antes de que se le gangrene o una cosa así, y de paso cobrando caro por el corte de filete. Deja buscarlos. Deben estar por ahí tirados Exhala y se mueve por la habitación buscando sus salchichas. Cuando las encuentras, hace lo posible por dejarlas en la posición adecuada. No vaya a ser que termine con un dedo chueco por idiota. Curaciones y media más tarde, toca seguir moviéndose por el abismo. ¿El problema? Al manat se le sube rápido el azúcar y comienza a choricear al sacerdote de satanás. Ay...Manat, no creo que- Tabla le frena antes de que pueda acercarse a detenerlo. Según la negra, al tard se le cruzan fácilmente los cables cuando anda en modo babuino en celo. ...Solo, que no lo mate, por fis... Se pasa la manota por la cara, cansado de aguantar tanta violencia y jorgismo. Las ganas de tirarse en la cama y no despertar hasta el año 300.000 después del anticristo más fuerte que nunca. Agradece que tiene algo con lo que distraerse: la puerta que da al negro más oscuros que se ha visto desde el culo de Wes. A Eirim se le ocurre que ahí podrían estar las cosas del grupo, Tabla pide la opinión del Pupus que además de carnicero le sabe a la magia.
[Expand Post] Ahí dentro hay algo Suelta al aire como si fuera un loquito del centro. No sé qué, pero es algo importante...Algo que debería tener a mi lado Mencionan a la babosa. El gigante recuerda a la criatura salida del averno, puede rememorar de donde salió, pero no como es que termino con ellos, por qué los acompaña. Por mucho que lo intenta, lo único que logra obtener es un dolor de cabeza y frustración. Según yo, no es posible romper la habilidad de la bola de cristal a punta de mememagia, pero igual tirare dados ya que Hurr medio que conecta esas lagunas que tiene en el cerebro con la negrura esa. 1d20 = 17 No creo que esa oscuridad sea normal...Deberíamos intentar meter algo dentro primero, como uno de esos espadones o las hachas Meter, sacar y ver si no le paso nada a la hoja/mango. Igual y esa habitación era extremadamente radiactiva. Por los instantes, se retira a buscar a la babosa. Puede que ese pequeño animalejo le de una pista de que le falta. .... Ignorare lo del Gerardiño de momento. Ya en el siguiente turno, si aparece sin jaleo alguno, le pregunto a cuanto tiene el only. >>107486 >Se me hace muy graciosa la idea que Misella sea más baja que la monja desnutrida, so much para ser mitad gigante Approved. Es canon de ahora en adelante.
>>110233 >>110233 Quiero añadir a mi turno ahora que aparecio nuestro not!tanque, que la monja vuelve su sugerencia de iluminar la oscuridad con su lucecita totalmente no magica, un definitivo mientras el Hurr la testea tirandole cosas a lo oscuro >approved Kek, cuando la recuperemos lo primero que ve es la monja de pie y se ofende al ver que es ligeramente mas bajita
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>>110233 >>108720 >>108709 >>108385 https://youtu.be/8V7AxNJWKYU ¡Heey todo el mundo, ¿se filtró la noticia Sobre un tipo llamado Carnicero Pupus? Oh, Pupus acaba de llegar a este pueblo Y está cortando la carne de todas las mujeres Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Simplemente Tajea, Cercena, Rebana esa carne Pupus tiene un cuchillo largo y afilado Cuando empieza, no sabe como parar Más les vale cuidar a sus mujeres Porque a Pupus no le importa de quién corta la carne. Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Simplemente Tajea, Cercena, Rebana esa carne -El cántico se escuchaba por la sala, Pupus se arrodilló junto al cuerpo desmayado del encapuchado, con el cuchillo oxidado y roído en su mano. La hoja, mellada y con menos filo que una tramontina, temblaba por un instante entre sus dedos antes de afianzarse en un agarre firme. Su otra mano se posó sobre la pierna del cultista, palpando la carne, como un carnicero decidiendo por dónde empezar a despiezar. -La primera incisión fue torpe y crujiente. La sierra del filo comió la piel, partiéndola en jirones mientras un hilo de sangre espesa brotaba, oscura y densa. La carne se resistía, tensa como cuero viejo, pero el filo la mordía sin piedad, hundiéndose entre los músculos y deshilachándolos con lentitud. Un espasmo recorrió el cuerpo del encapuchado. Aunque seguía inconsciente, sus nervios despertaban al tormento, retorciendo sus extremidades en una danza involuntaria de agonía muda. -El hueso era otro obstáculo. La hoja oxidada se atascó en la primera embestida, chillando como un diente roto al rechinar contra la tibia. Pupus apretó la mandíbula, ejerciendo más presión, moviendo el cuchillo de un lado a otro en un intento de desgarrar el periostio que cubría la estructura ósea. Un crujido grotesco marcó la fractura parcial. Un segundo, completó la separación. La pierna, ahora suelta, cayó sobre el suelo con un sonido opaco, dejando un reguero de sangre a su paso. Pupus se secó el sudor y siguió cantando. Desde que Pupus llegó al pueblo Se lo ha pasado en grande Rebanando y Tajeando por kilómetros a la redonda Solteras, Casadas, Viudas, Divorciadas monja, gitana, muchacha enamorda. Le da igual. Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Simplemente Tajea, Cercena, Rebana esa carne Se despierta por la mañana, a las cinco y media Rebana desde el amanecer hasta el atardecer No veo cómo se mantiene vivo La carne lo va a enterrar, ya verás Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando
[Expand Post]Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Simplemente Tajea, Cercena, Rebana esa carne -No había tiempo para permitir que el encapuchado se desangrara. Pupus apoyo sus dos manos en el muñón expuesto que chorreaba sangre y siguió tarareando, como si fuera una trompeta. Un brillo brotó de sus palmas, escurriéndose como hilos de luz sobre la carne abierta. Las fibras musculares respondieron al llamado divino, cerrándose sobre sí mismas, tejiéndose con la misma lentitud con la que antes habían sido rasgadas. El sangrado cesó, pero el dolor persistía, vibrando aún en los nervios como un eco de la mutilación. -Pupus repitió el proceso con la otra pierna, Otra vez, el hueso. Otra vez, el forcejeo del cuchillo. Otra vez, el crujido seco que marcaba la separación de una extremidad. Y, de nuevo, los rezos, la herida selló, dejando sólo cicatrices frescas y palpitantes donde antes había miembros completos. -Con eso, avanzo a la parte superior. Hundiendo la punta del cuchillo en el codo, perforó el cartílago con un gesto rápido y lo desgarró. El encapuchado arqueó la espalda en un espasmo violento, un sonido gutural, como un gorgoteo atrapado en su garganta, escapó de sus labios. No podía despertar del todo, pero su cuerpo era incapaz de ignorar el sufrimiento. Corte, Rebanada, Tajeada, y Cercenada, el cuchillo de Pupus bajaba y subía, adelante y hacia atrás, cortando el cartílago, ligamentos, hueso y carne. La Guardia metó a Pupus en la cárcel Sí, finalmente encontró su destino Pero cuando vinieron a pagar su fianza Lo encontraron Rebanando a su compañero de celda Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Él sigue Tajeando, Cercenando, y Rebanando Simplemente Tajea, Cercena, Rebana esa carne Ese carnicero Pupus es un loco Intenta cortar el viento y el Llueve Simplemente ataca a cualquier cosa que pueda conseguir -El encapuchado yacía aún en el suelo, la respiración entrecortada, con el sudor goteando por su frente en un reflejo de la fiebre agónica que lo consumía. Pupus se tomó un momento para observar su obra. Era un éxito, a su manera. El hombre viviría. -Pero mientras que Pupus realizaba su obra de arte cuál el Manitas de Art attack, El gigante de Hurr se encontraba completamente absorto en aquella negrura insondable más allá de la puerta destrozada. Lo que sea que se había tragado al Draugr, seguía allí. Un vacío que parecía extenderse más allá del entendimiento, sin fondo ni forma, pero con una presencia tan absoluta que su mera existencia era un abismo que exigía ser contemplado. -No sabías qué era, pero algo en ese negror devorador despertaba un impulso irracional dentro de ti, mirar más, mirar más profundo. No se trataba solo de oscuridad, sino de una ausencia total, una negación de todo lo que existe. Su profundidad era infinita, su naturaleza, inexistente. Y, sin embargo, algo parecía estar allí dentro. Aunque tus ojos estaban fijos en él por pocos segundos, sentías como se te hubiera ido la vida en ese vacío oscuro, y justo cuando tus ojos empezaban a captar una silueta, cuando apenas podías empezar a enfocar sus contornos con el rabillo del ojo, esta se desvanecía en la nada, como si nunca hubiese estado allí, y esto se repetía todo el tiempo, cuando tu conciencia se daba cuenta de que notaba algo, se esfumaba. -Pero tu trance se quebró de golpe cuando la voz de la monjita resonó, devolviéndote al mundo físico con la gracilidad de un balde de agua helada. Esta te manda a buscar tus dedos, asi te curaba de una vez. -Eirim se acercó al hiperbóreo de Manat, susurrando plegarias que llegaban a lugares tan recónditos como este abismo. Sus manos irradiaban un resplandor cálido, un bálsamo sagrado que se filtraba en cada herida abierta, en cada desgarrón del cuerpo del Argelino. La fe obró su milagro, la carne desgarrada comenzó a cerrarse, los tejidos se tejieron de nuevo, y las heridas que antes eran abismos en su piel ahora eran apenas cicatrices recientes, latentes pero cerradas. -Mientras tanto, Hurr rebuscaba en el suelo hasta encontrar sus dedos cercenados. No estaban en las mejores condiciones, pero servían. Entonces, como si estuvieras resolviendo un puzle, los posicionaste en su lugar con la meticulosidad de un relojero. Eirim no perdió tiempo, alzó las manos y dejó que su luz fluyera a través de ellos. Primero fueron los tendones, anudándose como cuerdas invisibles que volvían a tensarse, luego la piel, cerrándose en una cicatriz brillante, apenas una marca del destino que casi te deja con una manopla de carne mutilada. Tus dedos se movieron. Doloridos, rígidos... pero funcionales. -Manat, con el cuerpo ya remendado gracias a la ayuda de Eirim, se pone de pie. Su mirada se fija en Pupus y el amasijo humano que una vez fue un hombre encapuchado. Pupus huele en el aire la Tard Rage del Manat, y sin siquiera mirar a Manat directamente, alza las manos en un gesto de rendición y da un par de pasos atrás. No porque tenga miedo sino porque no es pendejo. Sabe muy bien que cuando un niño con down no ha tomado su Cocoa en hora, lo último que debes hacer es intentar calmarlo, excepto si quieres terminar con el rostro arrancado, como si de un chimpancé se tratase -Manat no dice nada, solo acción. Toma al encapuchado, o lo que queda de él, con la facilidad con la que se levanta un saco de arroz. Ya no era un hombre, era solo un torso con cabeza, pesando la mitad de lo que debería. Sin más preámbulo, Manat empieza a golpearlo. Puños cerrados como martillos caen sobre el estómago, sobre la mandíbula, sobre los costados. Cada impacto suena como el crujir de madera podrida partiéndose en dos. El encapuchado, inconsciente, se retuerce por puro instinto. Golpe tras golpe hasta que el amasijo de carne es lanzado contra el suelo con fuerza. -El hombre se despierta por el dolor. Intenta levantarse. Su cuerpo reacciona antes que su mente. Pero no tiene extremidades. Se retuerce como un gusano en la tierra, hasta que su cerebro finalmente registra lo que ha ocurrido. Se queda inmóvil por un momento. Pero Manat no le da tiempo para procesarlo. Lo levanta otra vez, sacudiéndolo como si intentara quitarle el polvo a una alfombra vieja. La violencia lo arranca del borde del desmayo, lo fuerza a la realidad en la que está atrapado. Gime. Se queja. Y entonces lo ve. El rostro de Manat, puro odio, pura rabia contenida en un solo ser, totalmente consumido por la ultra violencia jorgita edgy del 2011. -Pero este sonríe. -No una sonrisa de terror. No una sonrisa de súplica. Es una sonrisa con los labios partidos, con dientes faltantes, con sangre y pus goteando por su boca. Tú le dices que tiene un minuto para hablar, pero este levanta las cejas, sonríe y te escupe sangre con flema y pus. Un escupitajo espeso y tibio que aterriza justo en tu cara. <Encapuchado "Ejeje... ejeje... JAjajja... cof cof" -Se ahoga en su propia risa. Tos violenta. Más sangre. Se ríe otra vez. <Encapuchado "Uy uy, q-qué m-mi-miedo... a-a-al infierno." -Su cuerpo se sacude con espasmos entre el dolor y la diversión. <Encapuchado "Mira cómo tiemblan mis brazos *su torso se sacude débilmente* "gfffffffffffj sjsajajaja" -Sonríe con los dientes partidos. <Encapuchado "Ahora me pongo de rodillas... cof cof... para pedirte perdón" "pffffffff gjjjjjjjjajajajjjjjjjJJ" -El encapuchado empieza a reír más, con ese tono todo roto de vagabundo de pueblo, que su risa parece más un freno de camión que una carcajada, y toser, escupiendo sangre, y retorciéndose del dolor. Era un sonido seco, roto, a medio camino entre la agonía y la diversión. <Encapuchado "¿Qué pasó? ¿T-te comió la lengua el gato?" -Se ahoga en otra tos. Más sangre. Se retuerce, riéndose de su propio dolor. <Encapuchado "Vamos, cof cof, pégame más." "¿o es que la negrita te tiene de los huevos?" -Este te mira con esa sonrisa toda sangrando, hasta sus ojos están sangrando, de manera literal, parecía el Doomguy a 1HP. El bastardo si tuviera brazos, te estaría señalando con un dedo tu cara, con señal de burla. Pero no los tiene. Tampoco los necesita. Su boca lo dice todo. más que miedo, parecía que te provocaba para que le pegues más. Pedía más golpes. Le gustaba verte cada vez hundirte más en la ultraviolencia 1/¿2?
>>110975 https://youtu.be/GTsxcw9vwGY -Mientras Manat seguía dándole uso recreativo a su piñata humana, alguien tenía que tomar el papel de adulto responsable en la party. Y, sorprendentemente, ese alguien era Tabla. A pesar de ser de piel oscura, que ataca por la espalda, roba hasta al más necesitado y trata mal a medio pueblo porque nada mas la soporta su hermano. A pesar de todo eso, en algún rincón remoto de su ser, quizás en un capilar perdido entre su sangre fría, existía una diminuta, microscópica, casi imperceptible gotita de corazón. Y esa gotita era suficiente para hacerla moverse en dirección a la niña cornuda, que seguía tendida en el suelo. Desmayada, pero por suerte, aun con vida. -Cuando te agachas para levantarla en brazos y tu piel hace contacto, notas de que su temperatura es más alta de lo normal, o al menos más alta que tu temperatura corporal. Un contraste aún más notorio con el aire frío del ambiente. Sus párpados, aunque cerrados, no están inmóviles. Sus ojos se mueven frenéticamente de un lado a otro, como si estuviera atrapada en un sueño profundo Como la escena de Avatar. Pero fuera de esos detalles, estaba tranquila, probablemente muy agotada. Su cuerpo es ligero, mucho más de lo que esperarías… salvo por su cuerno, que es ridículamente pesado. Como si estuviera hecho de un material como acero o hasta oro por tanta densidad. -Con la niña en brazos, caminas hacia la puerta en la parte superior de la sala. Al llegar, notas que está asegurada con un candado viejo y oxidado (aquí no tienen presupuesto para nada nuevo, están quebrados), pero antes de que puedas siquiera considerar cómo abrirla, escuchas los pies descalzos de alguien detrás de ti, era el pendejo del Pupus, aún completamente desnudo. Ahora, además de desnudo, está cubierto de sangre de pies a cabeza, cortesía del encapuchado tras ser dejado como un torso tras esa jorgiada edgy de antes. En ese estado, parece una de esas viejas ilustraciones de guerreros celtas raros haciendo sacrificios a la Pachamama al completo natural, solo le falta la pintura celeste. <Pupurumin "Deja que pruebo." -Saca una llave oxidada de... Su ano quién sabe dónde. <Pupus "Le saqué la llave al tipo ese." "..." "no tengo ropa... espero que este ahí dentro" -La introduce en el candado, gira tres veces, y con un clic, la puerta se abre. El interior de la habitación es pequeño, con un aire denso, impregnado de incienso. Dentro hay dos cofres de mimbre, una enorme ristra de ajos colgando de la pared, y un gran garrote de hierro... De este parece provenir el olor a casa de mi abuela. Este último tiene un diseño simétrico y está adornado con inscripciones grabadas en el metal. Parecen palabras… aunque es difícil decir en qué idioma. = = = Mientras tanto con el brujo pirujo -Cuando el semi-ogro te menciona sobre (((ellos))), tú le respondes afirmando, con la misma actitud que uno le responde al loquito del centro, ósea, decirle que si, para que no le dé un mal viaje y te vuele la cabeza de un machetazo, o para evitar que te clave un destornillador en el ojo. Pero Kersh será tonto, pero sabe leer las intenciones de las personas (probablemente tras ser estafado por muchos años). Te clava una mirada seria, rascándose la mandíbula con sus dedos gruesos y callosos. Parece estar evaluándote, midiendo tu reacción, como si hubiera notado algo extraño en tu respuesta. <Kersh "Uhmmm..." -Su ceño se frunce un poco más, su mente trabajando despacio pero con firmeza. <Kersh "¿Tú no las ver?" -Hace una pausa, inclinando ligeramente la cabeza, con una mezcla de sorpresa y decepción. <Kersh "Yo pensar que sí..." -Se queda en silencio por un momento, buscando las palabras para explicar lo que está rondando en su cabeza. <Kersh "Tal vez tú poder escucharlas... pero pensar que solo ser 'ideas flotando en tu cabeza'." "Por eso no saber su existencia."
[Expand Post]-Prácticamente está hablando solo de su paja astral. Entonces se cruza de brazos, asintiendo como si ya hubiera resuelto el misterio. A sus ojos, el asunto está zanjado. Si no dices nada, simplemente lo tomará como concluido, no te explicara más y seguirá con lo suyo, como quien cierra un libro que ya terminó de leer. -Entonces, sea como transcurra esa conversación, terminan hablando del garrote del ogro, no su garrote de abajo, sino ese que él insiste en llamar "Garrote para comunicar". Tú mencionas un Khakkhara, lo cual hace que Kersh se quede completamente pasmado. Su ceño se arruga mientras frota sus manos contra la piel de su frente, formando pliegues de concentración. <Kersh "¿Kjakra??" "uhm..." -Repite la palabra, probándola en su boca como si fuera una piedra que no sabe si masticar o escupir. Luego, empieza a frotarse la mandíbula, mirando hacia arriba con una expresión de pensamiento profundo. Murmura la palabra en voz baja, como si intentara desentrañar su significado a base de repetirla. De pronto, su rostro cambia por completo. Sus ojos se iluminan con una chispa de comprensión. Levanta un dedo en el aire, triunfante. <Kersh "¡Claro!" -Asiente con energía, convencido de que ha alcanzado una revelación. <Kersh "Sí." "¡Humano listo!" -Golpea su pecho con orgullo, como si él mismo también se hubiera vuelto más inteligente por asociación. "Exactamente, como un Khakkhara." -Lo dice con una seguridad absoluta, como si siempre hubiera sabido lo que era, pero solo necesitará un recordatorio. = = = -Mientras Hrrriiik escuchaba a tus palabras, sus pequeñas y repugnantes criaturas no cesaban en su inquieto ajetreo. Los garrapatos se arrastraban por su cuerpo con una devoción casi amorosa, hinchándose y deshinchándose con un pulso irregular, como si estuvieran respirando a través de su piel. Otros se amontonaban en sus brazos, enredándose en su áspera piel mientras los acariciaba con ternura, como si fueran tiernos gatitos y no hinchazones andantes de parásitos y sangre coagulada. -Desde la oscuridad, más de ellos emergían. Primero uno, luego otro. Luego, una docena de ojillos negros reflejaban la tenue luz, escabulléndose desde las esquinas, reptando por las paredes, chorreando desde el techo como gotas de algo mucho peor que agua. Entonces, tú lo agarras de los hombros y le hablas con seriedad. Le explicas que nadie aquí va a robarle sus garrapatos. Pero los cultistas… esos sí!. Esos los arrancarán de su piel. Los aplastarán. Los comerán. -Hrrriiik se queda petrificado. Sus enormes ojos desorbitados parpadean un par de veces, tratando de procesar el horror que acaba de escuchar. <Hrrriiik "¿¡NO... NO NO NO NOOO!?" -De inmediato, abraza a varios de sus garrapatos contra su pecho huesudo, como si pudiera protegerlos de un peligro que ya estuviera sobre ellos. Su respiración se vuelve entrecortada y febril. Sus manos huesudas tiemblan al acariciar sus hinchazones amorfas. "¡MALDITOS... MALDITOS…! ¡MIS PRECIOSOS GARRAPATROS, NOOOO!" -Su angustia se transmuta en furia. Con un alarido de rabia, empieza a golpear el suelo con fuerza, su pie descarnado repicando contra la piedra con una violencia brutal. Sus garrapatos chillan y se agitan, sensibles a su ira. "¡LOS MATARÉ! ¡LOS DESOLLARÉ! ¡LOS HARÉ SUFRIR POR CADA PATA QUE TOQUEN!" -Con un silbido áspero y agudo, su llamado se propaga por la oscuridad como un eco macabro. Y la oscuridad le responde. Desde el techo, desde los rincones más profundos, desde los resquicios que ni siquiera habías notado… empiezan a caer. -Primero uno. Luego cinco. Luego decenas. -Garrapatos grotescos, deformes, empapados en un brillo aceitoso, con patas rígidas y repugnantes vientres palpitantes, se arrojan sobre Hrrriiik. No lo atacan. No lo devoran. Lo cubren. Se adhieren a su piel en un frenesí repugnante, trepando por sus brazos, enredándose en su espalda, formando una grotesca armadura viviente de pústulas, hinchazones y pus. Se compactan sobre su carne como un manto de pesadillas palpitantes. -Si este tipo hubiera decidido matarte en el acto, probablemente lo habría conseguido sin que siquiera tuvieras oportunidad de reaccionar. Esas garrapatros estuvieron acechándote desde el segundo que pusiste pie en el pasillo. Ahora él obre rodeado de garrapatas sale de esa celda iracundo, tu podías escuchar todas las patitas y quelíceros moverse y rosar entre sí con nerviosismo, y los susurros de Hrrriiik cantando canciones de cuna para calmarlos. = = = -Cuando tú le dices que no crees conocerlo ni haberlo visto, la chica gato no responde de inmediato. <Hello Kitty "Oh... ok." -Su voz es neutral, pero su cuerpo dice lo contrario. Su cola se baja lentamente hasta casi arrastrarse por el suelo. Sus orejas caen a los lados de su cabeza, perdiendo esa postura atenta que tenían antes. Incluso su pequeña nariz se mueve sutilmente, como si olfateara el aire con resignación. Un gesto mínimo. Pero entonces su cuerpo se tensa de golpe cuando mencionas "¿Mató a tu padre o algo?" -Su cola se arquea bruscamente, con los pelos erizándose por la sorpresa. Sus orejas se disparan hacia arriba, y sus pupilas se agrandan hasta ocupar casi todo el iris. <Hello Kitty "¿¡No!? ¿¡Cómo dices eso!?" -exclama, ofendida y alterada <Hello Kitty "¡Eres tonto!" -Su tono es una mezcla entre indignación y desconcierto. Sus manos se mueven rápido, casi como si quisiera arañarte en reflejo, pero las frena antes de hacerlo. Niega con la cabeza repetidamente, bufando. <Hello Kitty "¡No es eso! ¡No es eso en absoluto! Es alguien que respeto mucho, ¡imbécil!" -Y justo cuando el enojo aún le estaba erizando la piel, tú lanzas otra pregunta absurda.... ¿6 dedos?. Sus orejas se tuercen ligeramente, y su cabeza se ladea hacia un costado con un movimiento repentino. Su cola se mueve de un lado a otro, pero no con molestia, sino con confusión. <Hello Kitty "¿Eh?" -Parpadea varias veces, mirándote con incredulidad. <Hello Kitty "¿Qué? No." -Su voz suena más insegura ahora, como si tratara de encontrarle sentido a esa pregunta. <Hello Kitty "Es... como un humano... normal..." —Dice, frunciendo el ceño y observándote como si estuviera tratando de entender si estás bromeando o si realmente eres un idiota. 2/3
>>111195 = = = -Cuando te estas por marchar con la chica gato, y el orco congolombiano hacia la puerta donde tu habías venido, sientes que algo se acerca rápidamente. La puerta se abre de golpe, el portazo resuena como un cañonazo. Y antes de que tú siquiera puedas reaccionar, un goblin sale disparado al interior, tropezando torpemente y cayendo de cara contra el suelo. Antes de que pueda levantarse, una masa oscura se abalanza sobre él. Un Hombre Polilla salta sobre su espalda como un chimpancé rabioso, hundiendo sus garras en su carne. <Gobli "AAAHHH!" —grita el goblin, pero su grito se corta en un gorgoteo cuando la criatura lo empieza a Jorgear de manera realista -Las garras desgarran carne, los dientes arrancan trozos a mordiscos y las manos golpean con una agresividad simiesca. En cuestión de segundos, el goblin ya es solo un amasijo de extremidades destrozadas. Con un último espasmo de furia, el Hombre Polilla levanta el cuerpo inerte del goblin y lo sacude en el aire, agitando los brazos, chillando y berreando como un macaco desquiciado. -Detrás de ti, sientes un tirón en el hombro. La chica gato se ha pegado a ti, sujeta a tu ropa, observando la escena desde un costado, con la cola completamente erizada, hinchada como un pompón de algodón electrocutado. No está horrorizada, no ha gritado, no le afecto la brutalidad de la escena, simplemente se sobresaltó por el estruendoso portazo que la dejó tensa como un resorte. -El orco congolombiano, en cambio, sigue ahí, imperturbable. Ni siquiera pestañeó. Observa la escena con la misma energía con la que uno mira a una paloma comer migajas en una plaza. -Con la puerta abierta, el desastre del otro lado queda completamente expuesto. El Árabe de Manat (con el pecho cubierto de sangre, mierda y quién sabe qué más) está golpeando brutalmente a un hombre con ambos brazos y piernas amputados. Un tipo completamente desnudo, con el cuerpo empapado en sangre, deambula con una bolsa de papas en la cabeza. Una niña está teniendo una conversación con un cadáver que, por su postura, parece llevar muerto mucho tiempo. Una puerta en el fondo del pasillo parece contener un agujero negro, devorando parte de su estructura. Una mujer (probablemente gitana) sostiene en brazos a un niño que claramente no parece pertenecerle. Y el suelo… bueno, el suelo está cubierto de vísceras, mierda y sangre. -La chica gato, aún detrás de ti, asoma un poco más la cabeza y susurra. <Hello Kitty "(¿Dónde mierda nos metimos…?)" -Alfin se encuentra toda la familia. = -Eirim se acerca al no-muerto y le habla aún con el papel de su hija. Le da la orden de vigilar los alrededores en busca de enemigos. El cadáver reacciona al instante, poniéndose firme como un soldado entrenado. Antes de marcharse, se toma un segundo para acariciar su cabeza con un gesto mecánico, casi afectuoso. Luego, se aleja, patrullando con la determinación de alguien que ni siquiera tiene pulmones para suspirar de cansancio. -Con eso resuelto, Eirim se dirige hacia el agujero negro junto con Hurr. Pupus también se une, porque Tabla le pidió su opinión sobre eso. Pupus observa el abismo inexplicable y rasca su cabeza, como si con eso fuera a acceder a algún conocimiento ancestral escondido en su cuero cabelludo. <Pupus "No tengo la más remota idea de qué es esto..." -Se cruza de brazos, inclina la cabeza. Reflexiona como si realmente estuviera pensando en algo importante y luego chasquea los dedos. "A ver, ¿por qué no? Prueba con la luz. No suena como una mala idea y... no creo que pase nada malo." "...." -Eirim invoca una luz mágica Ni idea cuál de todos tus ataques de luz, todos terminan igual, proyectándola hacia el agujero. Pero la oscuridad es absoluta. No refleja, no se disipa, no se fragmenta. Simplemente la devora. Es como ver algo más allá del negro, un vacío tan denso que parece absorber incluso la idea de la existencia. Hurr, con ese tono de viejo de los Apalaches que ha visto cosas que nadie debería ver, suelta su frase inquietantes. Pupus traga saliva. Se le forma una gota de sudor en la frente. <Pupus "¿A-algo dentro?" -Era justo como la escena de Depredador, cuando Poncho dice "Hay algo allá afuera esperándonos". Pupus estaba metiéndose demasiado en el guion. Entonces deciden hacer pruebas. Hurr y Pupus meten y sacan objetos al azar del agujero. Pupus, mete y saca una pierna del encapuchado desmembrado. El miembro entra y sale sin problema, sin mostrar signos de haber sido afectado. 1d20 = 17 Pero entonces Hurr es atacado por una migraña repentina, intensa. Algo lo llama desde dentro del agujero. No es una voz, ni una sensación tangible. Es más bien un eco, un vacío que lo envuelve desde dentro. Lo puedes ver y, al mismo tiempo, no. Lo puedes sentir y, al mismo tiempo, no. Es una presencia que no debería estar ahí, pero lo está. -Y de alguna forma… te hace sentir increíblemente triste. Después de eso > te alejas de la anomalía y te diriges a la habitación del medio, aquella con la puerta destrozada. Dentro, la criatura te espera. Encadenada contra la pared, la babosa tiembla con espasmos descontrolados. Su carne, palpita con un ritmo enfermizo. Puedes jurar notar como se marca en su piel amalgama de extremidades y rostros deformes se entrelaza en su piel viscosa, como si la tortura que sufrió aún no hubiera terminado... aunque puede ser la poca luz, pero era como si estuviera formada por la fusión abominable de múltiples cuerpos.
[Expand Post]-Cuando entras, la criatura intenta moverse hacia ti. Sus cadenas se tensan y crujen, impidiendo que avance más. Ahora que lo piensas ¿por qué este bicho los acompaño hasta aquí? Algo no encaja en esta ecuación. Algo se te escapa. Alguien. Alguien estás olvidando. = -Entonces, cuando la Hello Kitty ve la cornuda en los brazos de Tabla, a Manat, y más o menos toda esta situación extraña.... Se altera de manegra agresiva -Se eriza de inmediato. Su cuerpo entero se encrespa como si la hubieran frotado contra un generador eléctrico, la cola hinchada como un plumero viejo y las orejas apuntando hacia atrás con una mezcla de alerta y agresión contenida. Adopta una postura extraña, en cuatro patas, algo entre un felino listo para saltar y una persona que no sabe si va a pelear o a salir corriendo. Su espalda se arquea ligeramente, sus uñas se clavan en el suelo con un chasquido sutil, y sus pupilas se dilatan como platos bajo una luz intensa. -Entonces su boca se abre. <Hello Kitty "Ñmñmñ...mñmñyu...mñyumy......" "....." "..." "Grrhhkkhh... hhhkrrrghk..." -un sonido gutural, profundo, entre un ronquido y el sonido de un motor fallando. Su pecho se contrae, su cuello se tensa, y su cara se arruga en una mueca de puro esfuerzo. <Hello Kitty "Hhhrkk..." -otro espasmo. -Sus hombros vibran con el esfuerzo, sus garras arañan el suelo como si tratara de aferrarse a la realidad misma, su cabello parece haber cobrado vida con lo encrespado que está. <Hello Kitty "Khhhk… khhhrggk...!" -Tose. -Una vez. -Dos veces. <Hello Kitty "HHRKKK… PFFAH!" -Y entonces, con un sonido húmedo y poco elegante, escupe una bola de pelos. Una esfera compacta de mechones enredados, húmedos, posiblemente con restos de saliva y otras cosas que mejor no pensar. La bola rueda un par de centímetros en el suelo. Ella se queda ahí, en cuatro patas, respirando hondo, con el ceño fruncido y la expresión de alguien que acaba de pasar por una experiencia desagradable. <Hello Kitty "Ugh… " -parpadea, sacudiendo la cabeza, y se relame los labios. Como si nada hubiera pasado. <Hello Kitty "Hola" <Cultista "aghh que puto asco"
>>111196 3/3 después escribo que se afano West del cadáver
>>108399 Si la puerta de la derecha es por donde se fue gerardo, yo interprete que el cultista habia salido por el medio y desde arriba fue que salio el Pupus con la puerta que lo mando a la mierda, o viceversa, aunque puede ser al reves con gerardo yendose por el medio y el cultista o el pupus saliendo por cualquiera de las otras dos puertas. Te soy honesto, jamas cai en la otra puesta donde esta la oscuridad, kek. totalmente canon ese edit, kek >also ¿Tienes la pica original del Pupus, OP?, me vendria bien para algo >>108720 >>110233 >>110975 >>111195 >>111196 >>111197 >Eirim La monja estuvo demasiado concentrada en sus rezos y luego en sus curas, que se perdio al Pupus carnicero, lo cual a lo mejor venia para bien que seguro le daba un patatus a su corazon de pollo. Primero a Hurr, que consigue sus dedos de chorizo, y los acomoda como puede, con sus manitas mas delicadas y enanas, Eirim ayuda al trabajo de precision lara que todo quede en orden y lo cura con luz divina. "Eso deberia de aguantar por ahora, se agradece tu trabajo de absorber el daño, te curare de nuevo de ser necesario" Ella nunca tuvo a nadie que le agradeceria por algo antes de venir a este agujero cagado(y no el de Wes, el abismo), lo cual era algo preocupante, al menos le podia dar amabilidad y esas cursilerias a los demas. Sigue el Manat, que recien se levantaba de su bajon de azucar y frenesi ultra violento, cubierto de mas mierda y visceras que los demas, por suerte ser media-muerta le atrofiaba el olfato a la monja cuando convenia. Lo cura con su lucecita y lo devuelve a este plano con ambos ojos abiertos. "No hay de que, era--" El ario recuerda su nombre antes de que ella se lo diga "Si, Eirim, descuida ahora que Pupus y yo estamos de vuelta, tu y la niña estaran a salvo" El Manat se levanta sin mas animos de charla y va en busca del cultista, Eirim lo ignora porque le faltaba un paciente y porque su compasion estaba vaciada para un cultista, aunque cada golpe que le suelta al cultista puto la hace brincar por su abertacion a la violencia, estos monjes y sus mariconeras. >Wes El goblino trata de escapar, pero Wes es muy rapido, si fura oscurece cuando sale por el marco de la puerta y se abalanza sobre el moco verde antes de jorgearlo de manera ultra realista y la manera de Wes, le cayo encima y le dio 20 puñaladas en la nuca, el metodo de suicidio favorito de los que tenían info que no le gustaba al FBI. Le lo levanta y lo sacude como macaco estando a punto de pasar al modo jorge explicito, pero aparece la monja, lo cura, y tiene la conversacion de antes. Ahora que la linea de eventos fue reordenada, Eirim ve que gerardo vino con los refuerzos. Wes aprovecha y se empieza a desmembrar, destripar y merendarse al goblin. Este ve el team B del gerardo y los saluda "Yoh whatsup!" Y sigue comiendo en la esquina junto a la puerta >Eirim "¡Gerardo, estas bien y viniste con compañia!" La monja ve a la catgirl y al ogro, la primera parecia herida "Estas herida, acercate, dejame rezar y conseguire la fé para curarte" La monja entra de nuevo y de paso le da su charla al skeletor que adopto como su papa luchon, el esqueleto le da una ultima caricia antes de irse a vigilar. La catgirl se arrepiente de sus decisiones por la tremenda fiesta de wicas en la que se metio. Eirim va checar el agujero negro con Tabla y Hurr, Pupus se les une. Nadie tenia idea de que era esto, Eirim y el concuerdan en que no habia perdido usando la luz, asi que Eirim aprovecha mara hacer multitasking y usa el poder narrativo para rezar y hacer luces al mismo tiempo, si tan solo tuviera las neuronas suficientes para hacerlo en combate. <Fe:4/20 1d5 = 4 1d5 = 4 1d5 = 2 Pero la oscuridad era muy fuerte, no habia resultado, Hurt suelta palabras malvividoras y eso hace que el Pupus se cague, y como niña impresionable que ademas cambiaba de odio a miedo a todo lo satanico, ella tambien se caga. "¡¿Hay algo ahi?!, uhhhh" Se aleja unos saltitos, todo este tiempo se estuvo moviendo saltando en una pierna a falta de su muleta, muy gracioso imaginar todas las interacciones empezando asi. Hacen pruebas, tiran cosas, meten y sacan, pero nada, Hurr parece tener una epifania pero > no parece acabar en nada y va con la sospechosa babosa que nadie sabe de donde salio. Eirim mira de nuevo al agujero "Tal vez me faltaron ganas" Si, porque eso seguro funcionaba, intenta usar la luz de nuevo, pero con mas fuerza 1d20 = 20 a los guerreros de Oriente que tenian tanto mana que sus cabellos cambiaban de color siempre les servia, ¿porque a ella no?.
[Expand Post]Luego de eso > y ver que la Catgirl se escupe tremenda bola de pelo, le hace señas oara que se acerque y la pueda curar. y al ogro tambien, kek Curas a Catgirl y ogro 1d12 = 8 1d12 = 9 ... >Wes Mientras se merendaba el Goblin, la pussycat tiene una realistic depiction of an anxiety attack al ver a la niña cornuda, pero era solo una bola de pelos...Wes se roba la bola de pelos tambien, podria servir mas tarde. Se agarra tambien el taparrabos del Goblin para taparse su entrepierna y contener su verga de negro de tamaño indefinido, era imposible medirla porque se perdia entre tanto pelo y oscuridad de su ser. Wes termina su almuerzo, va y saquea al skeletor muerto, y piensa que hacer a continuacion...ve que anda haciendo la negra y como esta husmeando la puerta con los cofres. "A ver~~" Se le aparece a la negra de la nada, con tan poca luz se camuflaba naturalmente con el ambiente, sus ojos rojos y falta de sentido comun no ayudaban, Wes era de los que corrian Sir Usain de la casa Bolt, para rebasar a las mujeres que caminaban por calles peligrosas, solas en la noche, para asi no hacerles pensar que las estaba acosando "Soy Wes" Se presenta formalmente Invadiendo el territorio y especialidad de la negra, se acerca al cofre que tuviera mas al alcance para acapararlo y ver que consigue 1d20 = 5 1d20 = 19 me doy cuenta que me falto un segundo dado cuando fui a robar al skeletor, kek ... >Eirim Luego de hacer sus curas, rezos y experimentos cristianos, va con el Ario-mamado a ver como le iba con su interrogatorio. "¿Dijo algo que nos ayude?, porque no podemos estar aqui mas tiempo" Habia escuchado los pedazos de antes y el cultista no habia dicho ni mierda, y ahora se ve que tampoco "Los seguidores del ARGD son para reirse, no pudiste ni hacer una ilusion capaz de mantener a raya a una niña como yo, ¿y tienes el valor de hacerte el fuerte?" La lisiada sonaba muy valiente cuando le hablaba de menos a un saco de papas, teniendo a un tard de 100 kilos en medio como defensa. "Si no nos dices nada...tendremos que recurrir a algo mas extremo" La violencia directa no parecia funcionar, a lo mejor un experimento social y algo de engaño colaba "Tal vez no te importa que te golpeen, ¿pero que opinarias de que el negro de por haya te abre el estomago y te coma las entrañas?, tu empleada a la goblin puede decirte como le fue" Señala al cuerpo todo jorgeado de la goblina "Lo mejor de todo, con nuestros milagros podremos sanarte para extender ese dolor todo el tiempo necesario, hasta que nos digas lo que necesitamos. De lo contrario podría ir listandote las torturas que se muestran en los tomos secretos de los obserdores, seguro que eso te gusta" 1d20 = 18 tira dado para su amenaza/bluff, si no colaba, seguia siendo una underage tarada queriendo hacerse la hardcore(el balance de la party estaba poniendose raro de repente, monja jorge, negra maternal, era como si algo faltara y el universo quisiera llenar el lugar), si servia, era una maestra de la intimidacion, que lista que sos Eirim. "O tal vez quieres que el condenado te cague encima, elige tu" Eso tambien podia servir
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>>111276 <Fe:4/20 +4 +4 +2 <Fe:14/20 <2 curas, 8, 9 <Fe:8/20 >Eirim mira de nuevo al agujero "Tal vez me faltaron ganas" Si, porque eso seguro funcionaba, intenta usar la luz de nuevo, pero con mas fuerza 1d20 = 20 Ayyy mi primer 20, el agujero negro me la pela >19 a robar/lo que se necesite para el cofre >18 al bluff contra el cultista Gracias Mememagia-tan, aprecio tu regalo >also 2 Opecito, ¿me pasas las habilidades de los clerigos del reinicio?, no es que me vaya a hacer otro personaje, pero me gustaria saberlo por cuestiones de que necesito inspiracion para algo si no es mucha molestia, claro
>>111276 >tema del mapa Si te soy realmente sincero negro, ya ni me acuerdo ayyyy me marie kek. Mañana mando el mapa con todas las puertas, capaz cuando describí sus posiciones lo hice mal. >>111277 >¿me pasas las habilidades de los clerigos del reinicio? Claro negrito: >Re-Roll: Gracias al Poder de Larp-Chan El clérigo puede influir en los eventos aleatorios a su favor, manipulando dados, sorteos y otros juegos de azar (haces re-roll No daño o precisión) ~ >Intercambio lv1: Usas la suerte ajena (Cambias 1 de tus dados por los de otro individuo a tu elección No puede superar tu daño). Consume 2 de Fé ~ >Toque de Fortuna lv1: +5 en un dado de un aliado (elije cual) por 3 turnos. [6 de Fé]  ~ >Expiar Pecados: recupera Fé {1d8} ~ <Fé: 8/8 esto es en lv1, no se si quieres ver los que se desbloquean después
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>>110975 >>111195 >>111196 >>110233 >>111276 <Manaos Primero tienes un sueño hermoso en donde canta un ángel árabe y luego esto, levantarte todo cubierto de sangre y herido para peor. Esto despertaría el instinto asesino más primitivo en el corazón de los hombres, pero bueno, eso para después que ahora le anda curando la monja monopie porque el Pupus anda haciendo cosas de carnicero y al que nadie le para pelota. <Si, Eirim, descuida ahora que Pupus y yo estamos de vuelta, tu y la niña estaran a salvo >Manat ... Eso es lo que tú crees. Y al curarlo suelta esto antes de su ataque de psicosis. Nunca estuvo seguro y nunca estuvieron seguros, ni aquí abajo ni allí arriba... o algo así. Su hermana y él tuvieron la chance de salir de este espiral pero no la tomaron, regresando una vez más al agujero que ahora lo tiene totalmente manchado en más de un sentido. >Manat (Yo soy... todo de mí.) Ignorante del gesto del Papúa que se aleja para no joder al retarder, toma al sacerdote oscuro este que ahora mismo no es más que un saco de papas sin brazos ni piernas y comienza a revolearlo como quiere, después de todo no tiene nada para defenderse. A simple vista es un interrogatorio, sin embargo su hermana sabe que no es nada más que el deseo de suplir oscuras ansias de violencia contra el prójimo, de alguna forma devolver el dolor que el mundo le provocó y provoca. Golpe tras golpe, tampoco es como si hubiera demasiado para golpear o causarle dolor. El amigo por su parte, aunque con visible dolor de que lo estén haciendo mierda, al hablarle se hace el picante con el musulmeme, y todo mundo sabe que no hay que joder con un seguidor de Mahoma y menos con uno que además es indio; esa gente de peligroso color de piel puede sacarse las cosas más crueles. >Manat ... Mantiene su sonrisa sin mencionar nada, absolutamente nada ante las palabras del cultista, ni siquiera con ese escupitajo de sangre hacia su cara. Diga o no lo que quiere saber igual lo iba a seguir cagando a piñas, cosa con la cual prosigue para hacer tiempo mientras los demás hacen cosas importantes. Y hablando de los demás... = = = <Tablas Como la gran mayoría de veces, Tabla tiene que interceder entre el sujeto con la realidad totalmente alterada al que llama hermano y las otras personas a su alrededor, la sociedad. A veces es difícil estar con alguien mentalmente inestable y que es una bomba de violencia y un peligro público, pero al final es su hermano y se quieren de cierta forma, son lo único que fue y lo único que les queda, no puede existir Manat sin Tabla y no puede existir Tabla sin Manat. <...Solo, que no lo mate, por fis... >Tabla No lo hará, tú confía. Menciona con ese tono despreocupado y con esa sonrisa para que se calme el gigante, posteriormente yéndose hacia la niña de tez Sir Donaldo Trompetas que todavía sigue desmayada por los ataques anteriores de la gorda puta y verde. Allí se agacha y recoge a la renacuajo rojo para sentir ese calor por debajo de su ropa oscura, ese mismo como cuando camina por las calles con un sol tremendo. Por suerte aquí el calor no es demasiado criminal como en sus tierras meadas. >Tabla (¿Tendrá fiebre?) >por otro lado, además de su peso de niño haitiano, está esa cosa en su cabeza que pesa lo suyo, incluso más que su cuerpo. Piensa que debe de ser algo natural, pero entonces cae en que esto tiene que ser artificial, esta niña debe de ser humana jodida por los experimentos de los elfos que mató el viejo ese de antes o el cambiaformas, todavía no sabe lo que ocurrió allí y no quiere saberlo, no le pagan por ello. >Tabla (No pareces uno de esos asquerosos mitad demonio, al menos no uno al 100%, eres artificial.)
[Expand Post] Se queda con eso, con que es algún tipo de humano con el que experimentaron para llegar a esto. De todas formas deja todo eso de lado y se mueve hacia la puerta cerrada que la llama, el botín la llama como buena negra. Allí un candado oxidado que le impide el paso. >Tabla (Este lugar ruega por una mejor seguridad y limpieza.) Por suerte llega el Pupus desnudo y todo manchado de mierda, de lo contrario debía dejar a la niña y su hacha para intentar forzar la cerradura. Este mismo se saca una llama que traía en el ano y procede a abrir mientras la mujer de cabello banano lo mira de arriba hacia abajo, principalmente el desastre que se hizo encima por andar de jorge. >Tabla ¿Nunca has desmembrado un cuerpo? Para la próxima puedo echarte mi mano izquierda hacia las dos que ya tienes... Se ríe un poco de su mierda de carnicería y simplemente le deja el trabajo, pronto el candado cayendo ante la llave esa también oxidada, aquí todo metal está oxidado por culpa de la húmeda. Anyway, la puerta se abre y deja observar una pequeña habitación donde se guardan algunas cosas, una especie de pebetero junto a ajos por alguna razón, pero lo importante son los cofres. >Tabla Bien, veamos si aquí están tus ropas y mi mochila. Lo demás no me importa. Que le jodan a las cosas de los demás, ella solamente quiere su dorada faja única. Tal vez ese libro extraño de la expedición anterior sea importante para el Putus y el Gerardo, aunque no recuerda si es que lo trajo o lo dejó en su casa, de todas formas no pueden perder tanto tiempo buscando por aquí. Con suerte y todo estará en los cofres. Jódete negro, yo llegué primero a la habitación. No modifique los eventos. 1d20 = 18 1d20 = 14 = = = = = = = = =
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>>111410 <Gerardo Nieto A los locos hay que darles la razón, siempre es así, te sientas en la parada de carruajes y se te acerca un consumidor de kush para hablarte de que todo esto es una simulación, que si gnomos, que si le Demiurge y luego te termina convirtiendo en un hombre loco, cosa que le pasó al mago. Todo un tema, puede que esos individuos sean ascendidos gracias a la merca, por eso hay que consumir de vez en cuando, de ahí que llevara un pucho antes de todo esto. Este caso particular no era un consumidor (o tal vez sí), sino el ogro de sangre humana que lo observa analizando lo que dijo. Le habla con esas formas lentas y aunque se mantiene en silencio escuchando lo que menciona, llega a la conclusión de que entiende de lo que está hablando. >Gerardo Creo que sé de lo que hablas, pero este no es el mejor momento. Asiente en compresión, dejando el tema hasta allí y no mucho después hablar sobre el Kakaraja ese, un instrumento religioso de tierras lejanas donde se limpian el culo con la mano pelada o eso leyó en los libros, nunca estuvo allí. <¿Kjakra?? >Gerardo Khakkhara. Kakara. Corrige porque es un nerd de mierda y luego explica un poco el instrumento, un bastón que hace sonidos, un bastón de "comunicación", ya sea para ahuyentar criaturas o pedir comida porque esos putos hippies no se ganan el pan con sudor, sino que lo hacen con palabrería vacía... como cualquier otro sacerdote de otra religión. >Gerardo (Malditos ladrones del proletariado.) Pero bueno, ya se pasó de fedora al igual que el Manat de filoso y el turno no siquiera termina. Lo bueno es que el gordo entiende la movida y sí, eso que anda buscando es algo parecido. >Gerardo Bien, a buscar entonces, pero primero lo primero. Y allí estos dos inadaptados sociales proceden con lo suyo que es liberar otros inadaptados de sus celdas. = = = He aquí un hombre... o lo que queda de uno. Mr escroto anda tranquilo en su celda oscura mientras al Gerardo ya empieza a temblarle la cola al ver tanto de estos bichos que lo pueden matar si a este tipo le sale de los huevos. Mascotas de pesadilla que podrían tener su utilidad, por eso mismo procede a usar sus técnicas de manipulación señalando a un enemigo invisible que puede que no lo sea tanto, después de todo ellos estaban aquí encerrados y en pésimas condiciones por culpa de los cultistas del anticrasto. >Gerardo ¡SÍ! ¡SON BÁRBAROS! ¡BÁRBAROS! ¡SERES INHUMANOS! No son como tú o yo, demonios deben ser. Apela a que ambos son iguales y que ellos son diferentes para más impacto mientras el tipo está todo cagado por lo primero que le dijo. Tú métele miedo a alguien y este aprenderá a odiar, cosa que al final termina ocurriendo y se come la trampa. <¡LOS MATARÉ! ¡LOS DESOLLARÉ! ¡LOS HARÉ SUFRIR POR CADA PATA QUE TOQUEN! >Gerardo ¡SÍ! ¡SÍ! ¡LOS CULTISTAS DEBEN PAGAR! ¡MÁTALOS, MÁTALOS A TODOS! Se le escapan unas risas mientras observa el odio, la función de garrapatros cual mente maestra, cual sargento del ejército que le enseñó a odiar a un pobre cadete que únicamente se unió para hacer el bien pero ahora es personal. Por otro lado es hasta increíble lo que puede hacer este tipo deforme, llamar a docenas de criaturas chupasangre y controlarlas como si no fuera nada, como si fueran perros de caza entrenados. Sin dudas no hay que hacer enojar al señor escroto. >Gerardo
[Expand Post]Bien, ahora hay que salir. Así saldrían el mago y el tipo con armadura de parásitos, llegando con el ogro y los demás trastornados del Vilardebó. = = = Aunque con apariencia casi siempre humana, estas criaturas con algo de sangre animal le dan el yuyu al Gerardo con esas cosas que hacen. Es como ver a un perro hablando y comiendo cereal en su mesa, algo antinatural y hasta perturbador. >Gerardo (No entiendo como el tuerto le metió su verga a uno de estos.) No es racista, pero... No, no, no es racista, solamente le dan cosa estas acciones animales. Pero dejando estas cosas de lado, el mago pregunta haciendo referencia a su colega Sir Iñigo de Montonia y su búsqueda de venganza porque a su papá lo mató un tipo de seis dedos, pero no, esta historia no es de venganza, sino que busca a alguien que aprecia. <¡No es eso! ¡No es eso en absoluto! Es alguien que respeto mucho, ¡imbécil! >Gerardo Calmao lacra, era una pregunta genuina. No hay razón para ponerse así. Posterior a eso no menciona nada sobre lo de los seis dedos, solamente le estaba tomando el pelo por los jajas. = = = = = = = = = Por suerte los prisioneros se estaban portando bien, ningún Jeff ni ningún escroto o ningún Hannibal ha hecho un desastre, por lo que se pueden dar el lujo de regresar y ver si los otros pendejos están vivos. Allí los tres caminan por el pasillo y la puerta es abierta por un goblino todo cagado, hecho mierda con la cara destrozada. >Gerardo (Este tipo debe de ser un gladiador para mover esa puerta tan fácil.) O el propio Gerardo es una vieja. Allí ajusta su bastón para verguear al goblino pero una sombra aparece desde la habitación para comenzar a maulear al amigo verde y rojo. Era ni más ni menos que el negro polilla comedor de gordas. >Gerardo ... De verdad, ¿por qué esta gente se comporta como unos simios? Observa la escena sin decir nada y con el rostro serio, ese programa de discovery channel sobre los primates y sus costumbres. >Gerardo Este está con nosotros. Menciona hacia atrás, hacia hello kitty que lo toma del hombro y hacia el colombiano que no ha dicho nada en todo este tiempo. <Yoh whatsup! >Gerardo Hey. Saluda al conguito para luego pasarle por el costado, allí apareciendo la monja para curar al compadre y hablar. El mago hace todo aquello que se mencionó en el turno anterior pero todo mundo pasa de él, a todos le chupa un huevo que haya una cuenta atrás. >Gerardo (Siempre me hacen lo mismo.) <(¿Dónde mierda nos metimos…?) >Gerardo (Ssshhh, todos están mal de la cabeza aquí. No los mires mucho a los ojos.) Susurra al ver el espectáculo frente a él. Mejor no hacer preguntas, aunque es bueno que todos estén vivos. = = = <Ahora sí The Trio El sudor cae en forma de gotas saladas por una frente cubierta de este cabello de color particular. Los nudillos ya se sienten cansados para este punto, aunque no duelen para nada. Sí, lo patea y lo manda al carajo para después volver a agarrarlo, sin embargo ahí para, mirándolo fijamente ahora con un rostro neutro, casi reflexivo. >Manat Creo que ya terminé contigo. Ya me siento mejor. Sonríe, ahora sí secándose esa mancha roja en su mejilla. Tal vez observar los alrededores le calmó un poco, ver a la Catgirl como un recuerdo pasado y también ver a su hermana cargando un niño, algo tal como ver al mismísimo Satanás dándole monedas a un mendigo, algo inaudito, aunque algo que le parece bueno, le parece bien que su hermana descubra un poco de su propio corazón de pollo. Al final todo mundo tiene debilidades. >Manat Tú eres inútil si no hablas... Aunque te puedo dar otros usos... Manhole personal. Sonríe. Por el lado de Tablón, haya o no conseguido sus movidas, antes de la interrupción de los nuevos habla con los presentes sobre el tema del agujero negro que atrae al gigante que se hace el místico con eso de que hay algo ahí, algo malvado y con mano de veneco pero que nadie recuerda. En silencio observa toda la movida que hacen de meter y sacar cosas, en eso consiste la vida al final, igual no parece estar haciendo nada. >Tabla ¿No hay huevos de entrar? Si hay algo tuyo allí, entra. >Gerardo Mmm muchachos, no creo que haya tiempo para estas- >Tabla Ya, ya, ya te escuchamos antes. En eso a la Catgirl le da un ataque que capta la atención de estos tres, Tablos y Maman sabiendo perfectamente de lo que se trata, esa postura y sonidos ya lo han visto cientos de veces en el pasado. No es demasiado agradable de ver la verdad, pero al final todo fluye como debería y una bola es expulsada. El negro más adelante se robaría esto porque es un degenerado en toda la palabra. >Gerardo (No quiero ni imaginar de donde es ese pelo...) >Manat Calabaza. Come más calabaza. Sin mirar dice aquello, llevándose el tipo papa a la espalda como Chewbacca con C-3PO, amarrando con la misma túnica del amigo. Según sus experiencias anteriores, la calabaza ayuda con las bolas de pelo. Allí el colombiano y la misma Gatubela son atendidos por la monja. >Gerardo Hay otros por allí que también necesitan atención médica. Señala con su pulgar hacia la puerta, algo preocupado por los demás prisioneros heridos. Igual el mismo mago camina hacia la habitación de botín junto al negro, guiado por el incienso. Si puede conseguir sus cosas mejor que mejor, pero primero es el ajo y el kakaraka ese del gordo, objetos que captan sus ojos apenas entrar. >Gerardo Bingo. Allí estaban. Suelta su bastón de cagada y procede a hacerse con los ajos y el instrumento que apenas puede mover debido a sus brazos de pasta, pasta no siquiera hervida. >Gerardo Voy a tomar esto, espero no sea problema. Le menciona al negro y posteriormente se va al carajo, se devuelve hacia el elevador mágico preguntándose la razón de que haya un muerto por ahí caminando, luego tiene que mirarlo mejor. >Tabla ¡Espera! Yo también voy, ya no soporto el olor de este sitio. Tablos y la niña le acompañan. Manat por su lado vuelve a tomar su hacha y la niña cadáver se le acerca, este mirando con ese rostro neutro casi muerto. <¿Dijo algo que nos ayude?, porque no podemos estar aqui mas tiempo >Manat ... ¿Qué te parece? Ya hasta hostil su comportamiento. Otra vez le había dado un cableado mental que le cambió la personalidad, demasiada merca y golpes en la cabeza después de usar el berserker. El cráneo le comprime el cerebro. >Manat El mueble no va a decir nada, pero ya le tengo otros usos... Solamente debo quitarle todos los dientes, los que le quedan. Hay silencio por unos momentos y luego ríe, mostrando esa sonrisa de blancos dientes como perlas rodeados de un cuerpo manchado de sangre y demás. Tiempos desesperados requieren medidas desesperadas, Manat todo sacado no la había puesto por un tiempo... Probablemente todo esto sea una amenaza para que hable, en lugar de algo real, de que le va a romper el culo si no habla... ¿Verdad? Es algo de mentira, ¿verdad? Como la monja no parece seguir su extraño y retorcido sentido del humor, regresa a su rostro serio y se da la vuelta para que le hable. Probablemente no saque nada, pero la intención es lo que cuenta. >Manat ... Y como todos sus compañeros son altos cagones, sigue las palabras del sabio Sócrates antes de beber ese veneno de cicuta: “Él que tenga miedo a morir que no nazca”. Con hacha en hombro y cuerpo en espalda camina hacia la oscuridad de esa puerta para entrar en ella. >implicando que la monja no le haya hecho nada con el crítico Tiene al idiota detrás, si es peligroso dirá o hará algo.
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>>108399 Y ambas tienen algo en común: ser mujer, el peor handicap que alguien puede tener. Kek >>111410 Me faltó pic relatada en el post anterior, un retrasado a punto de pegarte.
>>111378 >Pic mapa >>111762 ayyy
¿B-bump?
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>>115651 Estoy esperando a Hurr por si saca o no a su hermana del agujero de Nikocado si hace algo o no, que cambia el mambo (ya que en el siguiente turno ya van a llegar todos los negros del ARGD)
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Andaba releyendo el rol desde el principio y no podía dejar de kekear por la cantidad de retraso y alma contenido en el mismo. Gracias por la gran Calidad, OPe. Hurr, por la puta madre, da señales de vida AAAAAAAAAAA
>>118680 Me estoy muriendo, pero estoy vivo soy el rolero de schrödinger. Intentare ver si mañana puedo responder. No irónicamente se me olvida a veces que este sitio existe/que debo turnos Lo que me preocupa porque mi familia tiene mucho historial en problemas cerebrales
>>118680 >>118684 Usare mis poderes paganos que adquiri pasivamente viviendo en un barrio lleno de macumberos para invocar al anon de Hurr y que puede mandar turno AHHHHHH
>>118814 Te equivocaste de spell, negro. Durante dos días seguidos me desperté en medio de la noche porque algo me jalaba del pellejo del ojete. Aunque eso me ayudo a terminar los turnos. Supongo que si podemos decir que funcionaron tus memepoderes. >>102563 >Milfsella ya quisiera La luz abrasadora le envuelve hasta hacerla licuado. No hay partícula ni mota de polvo que se escape de la tortura que transcurre en esa habitación sin terminar siendo reducido a un lienzo blanco carente de sensaciones. El proceso es tortuoso por decir poco. Agobiante, lento y brutal. Avanza desollando capa por capa. Piel, músculos, huesos y nervios. Devora con la piedad que tendría el ser más desalmado que se puede hallar en el abismo. Los oídos de la pequeña chirrían al igual que sus dientes, cualquier grito que pueda emanar de sus labios se pierde entre la eternidad cándida. Ni siquiera los espasmos y contorsiones alivianan la tortura. Hasta la opción de desmayarse desaparece de la mesa ante la explosión de tormento. Cada vez más fuerte, cada vez dejándole más claro que no hay escape, solo desconsuelo, solo una crueldad tan profunda que alcanza lo más hondo del alma. De milagro la naturaleza hace lo suyo y el cuerpo de Misella comienza a ceder. Los músculos se relajan. La piel se destensa. La consistencia de la carne pierde cualquier atisbo de firmeza mientras pasa a derretirse hasta hacerse una con el entorno. A pesar de estarse derritiendo, no hay signos de que fuera a morir. Lo que empeora la experiencia. Aunque la niña intenta resistirse, no puede. El pánico se apodera de ella mientras siente como cada parte de su existencia se va perdiendo en el vacío eterno hasta hacerse nada. Ni siquiera puede hiperventilarse o conjurar un mínimo de esfuerzo para sobrevivir a tal condena. Cualquier suplica y esperanza se esfuma en el aire sin ser contestada. Cuando el dolor parecía estar llegando al clímax, cuando la cacofonía tormentosa le estaba consumiendo hasta lo más profundo, Misella recurre al único hilo que le mantenía aferrada a esta existencia: su fe. A duras penas es capaz de exprimir lo ultimo de fuerza que le queda para escupir un rezo hacia su Dios en medio del estupor. Palabras que ni siquiera sabe si son reales o no se le escapan en un corto y entrecortado alarido que busca consuelo frente a lo que parecía ser una eternidad desgarradora. Fue, en ese pequeño instante, que la luz desvanece y empieza a tomar una nueva forma. Las sensaciones que le atacaban quedan atrás junto a cualquier interferencia, dejando enfrente a la niña una figura colosal, magnánima. Una presencia única capaz de a extinguir todo y a todos. Algo que se escapa de la lógica humana. La mente de Misella se apaga unos segundos. Solo puede apreciar la aparición, aun si es incapaz de contemplarla en su plenitud. Pero, así como llega, se desvanece. Y junto con ella, lo hace el resto de esta realidad. Nada. No hay frio, no hay calor, no hay ruido. Si su alma fue elevada hacia otro plano o simplemente paso a una nueva vida, es incapaz de comprenderlo. No hay pistas, atisbo de vida, o tiempo al que consultar. Pasan eones en un parpadeo, cualquier sensación o experiencia de lo que es estar viva, presente en un sitio, en un punto concreto, se ve borrada y reemplazada por un vacío abismal. No hay nada que no se pierda dentro de la cárcel que le encerraron por ir en contra de los suyos, e incluso ese recuerdo se pierde junto a todo lo demás. Llorar no puede, tampoco lamentarse, ni siquiera hay remordimiento. No hay nada, no queda nada. Hasta su fe, la única cosa con la que contó en los momentos más duros, se ha perdido en la vastedad de una cárcel que ni siquiera se podría decir que existe del todo. Rindiéndose ante una fuerza superior, se deja caer frente al abismo, teniendo de ultimo recuerdo la imagen de su hermano antes de fusionarse con la nada, perdiendo el conocimiento.
>>110975 >>111195 >>111196 >>111276 >>111410 >>111411 Se me olvido como se escribe de manera única y detergente >Hurr Al Pupus le da por hacerse el carnicero y comienza a trocear al encapuchado como si se tratara de una narco ejecución, solo que en esta ocasión dejan vivo al pobre diablo para ver si le sacan info. El Hurr desvía la mirada haciendo lo posible por ignorar la escena. Aun si se presenta al exterior como una masa de carne repleta de músculos, por dentro sigue siendo blandito y esponjocito. Menos mal que el tremendo negror estaba ahí presente (No wes, la habitación oscura) para carcomerle la cabeza, seguido de una monja medio muerta por la desnutrición que le pide se ponga bien los dedos a ver si de esa forma no pierde un brazo entero por culpa de la gangrena. Muchas gracias Agradece que le vuelvan a poner las salchichas donde deben estar, aunque se sientan todas entumecidas. Reza porque no se les haya metido nada dentro durante su corto tiempo en el suelo. Con las curaciones listas, tocaba avanzar, o así sería si al manati no le entrara el tard rage y comenzara a desquitarse con el seguidor del diaulo. La paliza que le da al invalido es tal que logra despertarlo, e, increíblemente, este no suplica ni se preocupa de estar en una situación paupérrima, sino lo contrario: disfruta ver como el tuerto perdía la cabeza por la colera. Ay... Por supuesto que al terronzote de azúcar de Hurr le preocupa ver a nuestro musulario amigo caer a sus más bajos instintos de terrorista indio con ideaciones sexofurras así es, yo sí me leo sus turnos entre comillas, pero ahí estaba la negra para calmar las aguas. ...Confío Suelta con inseguridad y se da media vuelta para seguir observando el agujero negro que parecía rechazar el exterior por completo (No wes, la habitación oscura). Medio mundo se había juntado para ver el espeso negror e intentaba iluminar la habitación a ver si con eso podían observar el interior sin la necesidad de tener que acercarse más de lo que a cualquier le gustaría. Lamentablemente, los intentos se ven fallidos, y de paso, a Hurr le da por hacerse el misterioso soltando frases cripticas que le saca un susto a los presentes. ...Mejor, intentemos ver si podemos ingresar sin morir en el intento así es como inician con la tarea de meter-sacar diversidad de objetos en el agujero negro (No el de wes, la habitación), terminando con la conclusión de que no destruye ni daña nada de lo que termina tragando. No se si quiera meterme ahí dentro. No se ve muy...Seguro Pero, a pesar de lo que dice, y a diferencia del resto, el gigante parece verse afectado por el velo oscuro. Había algo dentro, algo que es importante para él, algo que siente debería de consciente más allá de ese abismo. Y, aun con eso, no alcanza a envolver su cabeza tras esa sensación para descifrar de que trata. Iba a contestar lo que Gerardo dijo, pero me hace mucha gracia que todo el mundo le ignore La tristeza lo invade, por mucho que intenta, es incapaz de resolver el enigma. Entre más se esfuerza, más le duele la cabeza y le apretuja el pecho. Con un suspiro, se rinde. Presiente escapa a su poder el quebrantar esa barrera que le impide alcanzar la verdad. Es en ese instante que recuerda a un pegajoso compañero que les acompañaba en la aventura: la babosa. Con permiso... Se disculpa sin notar a los nuevos invitados por andar depresivo y perfila hacia la habitación con puerta destrozada y asoma la cabeza. Entre medio de la lúgubre pieza, sucia y maloliente, ve a la pseudo mascota del equipo encadenada a la pared, temblando del frio o del dolor. .... Atravesando el umbral, se acerca a la pobre criatura que no parece pueda liberarse de las ataduras sin ayuda ajena. Agachándose, se le queda mirando unos segundos pensando en como diablos termino adoptando al Frankenstein de cuarta. ¿Cuántos equipos allá afuera pueden decir que tienen dos Frankenstein en el equipo? Ninguno de seguro Si te dijera que no recuerdo como nos conocimos, ¿Qué me dirías...? Bueno, no es como si pudieras responderme De seguro si la babosa pudiera hablar, le diría algo en plan: libérame rápido hijo de puta o algo en esas líneas, porque nadie se quedaría teniendo una conversación tranquila y calmada estando metido en las profundidades del abismo, menos si andas lleno de cadenas, que deben ser más incomodas que sentarse en clavos oxidados. En fin, que el gigante se pone manos a las obras e intenta romper las cadenas Creo que gerardiño anda con la llave, si no me equivoco 1d20 = 7 Independiente de si lo logra o no, sale de la habitación, notando ya sí que la familia se había reunido y de paso llegaron un par de tíos/primos lejanos.
[Expand Post] ¿Quiénes son tus nuevos amigos? Le pregunta al maguito hasta que nota como al Mamas le importa una mierda todo y se tira de cabeza al agujero oscuro (No la habitación, el wes), seguramente por culpa de los efectos secundarios del perico. Hurr avanza a paso raudo y medio le detiene a mitad de camino. Emmm...Quizás, una cuerda o algo para evitar que te pierdas ahí dentro. Dudo que puedas ver donde queda la salida, ni siquiera sabemos que tan grande es la habitación... Puede ser una alabarda, o una cuerda humana, lo que sea con tal de no perder un miembro del equipo. Lo dejare aquí por ahora. Con esto bastaAldo. En caso de que Hurr no haya podido liberar a la babosa, pide al Gerardo/Pupus (o a alguien más), que si puede ir a liberarla
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>>115908 >OP espero tanto a Hurr que aprovechó ese tiempo para inmigrar a Europa. no b8 Cuando termine unas cosas todos los papeleos de residencia mando turnos negros, nos vemos en un Mes con suerte, disculpen la extrema demora de todo kek >>118814 ayyy que buena picosa.
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>>119738 >OPuto escapo de latinoamerica Increible, se suma las filas con el legendario australianon. Disfruta de la baja inseguridad, supongo, kek Me da mas tiempo para hacer otros edits mierdosos
>>119738 >escapo de sudamerica felicidades negrin. ojala ser tu ganes buena plata en europa y te consigas una esposa trad aria de ojos azules y 1.80 metros t. negro que ni esta en este rol
Repara tu mierda, Zeta Ácido. >>118884 >>118885 Bueno saber que todavía sigues en el mundo de los vivos, negro. Bienvenido de vuelta. >>119738 OP por fin escapó del abismo del cráter llamado tercermundo. Buena suerte en las europas e intenta no ser apuñalado por una Tabla Abdul o un Motumbu, kek. >>118814 >>119739 >Godofredo Hola Gerardo, tenía muchas ganas de verte. >Gerardo Lo mismo puedo decir. ,kek. Guardadas para la posteridad, también voy a guardar el banner.
>>119738 Voy a aprovechar y dejar estas preguntas ahora. ¿si el HP de uno llega a 0, es muerte instantanea o es como en DnD que el jugador queda en una especie de estado moribundo y da chance de que lo puedan curar?. >also 2 Y releyendo los otros hilos para refrescarme >>88478 de haber estado ahi, el muy pendejo de Wes se habria bebido el agua que no es agua de la fuente, a pesar de que sus instintos basicos dijeran que no, ¿que habria pasado?. >also 3 ¿Cuales son los limites de la cura con fe?, supongo que no va a poder regenerar una extremidad a una persona, ¿pero que hay de cicatrices o deformidades?, supongo que si naces con pies de elefante no va a poder arreglarlo, lo mismo con cictrices de lo contrario la cara de Hurr se debio de haber arreglado hace rato, kek Tambien, ¿que pasa si hace un transplante o algo (por ejemplo, de un tendon) a la hora de hacer una cura, funca o no funca?kek Pregunto mas que nada para cuando la monja vea a los vengadores de Auschwitzh que armo el gerardo. >also 4 ¿Cuanto tiempo mas va a estar la feria arabe en el pueblo?para asi hacer cositas y sacar profit >also 5muchas preguntas ¿Vuelves a pasar las conversiones de los horos?, porfa >also 6kek ¿Puedo adiestrar a uno de esos perros cagados del abismo? >also 7 Nunc me dijiste el loot que Wes se robo del skeletor >>108385 >also 8ya termino ¿Con que haces los mapas esos que usas?. que no se note la espera por tanta pregunta, hasta me hice otro personaje del aburrimiento, kek no lo voy a usar, pero bueno
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>>119840 >¿si el HP de uno llega a 0, es muerte instantanea o es como en DnD? Es similar a DnD o Lisa, queda fuera de combate, aunque lo cures, esta chupipajeado en el suelo, pero si, te pueden matar si no haces algo rapido cuando esta KO, o sí, es demasiado fuerte la cogida. Pero esto, es más que nada para dar más libertad a que se arriesguen hacer “cosas”, y no limitarse por un "si lo hago muero y termina el rol, asi que no hago nada", hay consecuencias, sí, pero no te limites a la hora de decir o hacer cosas raras o estúpidas por la presión de "mala memagia, cago" kek >¿que habría pasado si Wes hubiera tomado el agua? ¿Viste Made in Abyss? Parecido, pero afectaría a la larga. Aunque se podría vender como Artefacto <¿Cuales son los limites de la cura con fe? La curación por fe, en esencia, solo actúa como un catalizador de la regeneración natural del cuerpo, un retorno a su estado original, impulsada por la devoción y la pureza de intención. Esto significa que tiene límites claros no puede revertir enfermedades internas, venenos, malformaciones congénitas o cicatrices permanentes. Cuando una persona herida es tocada por esta energía, el tejido dañado comienza a reorganizarse y fusionarse nuevamente, restaurando la integridad física. Cortes, moretones y fracturas responden de manera proporcional a la fuerza de fe: un creyente de fe baja podría cerrar rápidamente una herida superficial, mientras que alguien con devoción moderada podría recomponer huesos rotos o reconectar extremidades separadas, siempre y cuando el órgano o miembro permanezca intacto. En casos excepcionales, la fe extrema puede inducir la regeneración de tejidos que se han perdido por completo, como un brazo amputado, aunque este proceso requiere alto lv. Sin embargo, esto no funciona con deformidades congénitas: si alguien nace con un defecto o una malformación, la fe no lo corrige. Tampoco puede “reesculpir” órganos que siempre estuvieron malformados. La fe no puede borrar cicatrices antiguas ni marcas de la piel que sean permanentes. Puede ayudar a que nuevas heridas sanen de forma más limpia, pero la historia del cuerpo permanece. Por eso la cara de Hurr sigue como está, no importa cuánta devoción haya. La curación por fe no elimina venenos ni enfermedades internas, ni cura condiciones crónicas o cáncer. Intentarlo en estos casos podría incluso empeorar la situación. Si se realiza un transplante o se intenta reparar un tendón ajeno, la fe puede ayudar a que el cuerpo acepte el tejido y sane más rápido, pero no puede “fabricar” un órgano o tejido que no estaba allí originalmente. Funciona como acelerador de la regeneración natural, no como reemplazo perfecto de biología o cirugía. (Por algo existen "medicos" matazanos, curarte de un corte no te salvara de la tremenda gangrena que te va a dar). La fe puede obrar milagros sobre heridas y tejidos dañados, incluso reconstruir miembros en circunstancias excepcionales, pero no es un remedio universal ni una herramienta para la perfección corporal. Su poder está en restaurar integridad, no en eliminar la historia o el dolor del cuerpo. Si alguien se te muere, podras estar 5 horas tirando fe, que no vas a lograr nada, solo dejar el cuerpo mas fresco kek. >¿Cuanto tiempo mas va a estar la feria arabe en el pueblo? No creo que puedan subir antes de que cierre Pero eso no significa que no encuentren algo "similar" más abajo >¿Vuelves a pasar las conversiones de los oros?, porfa me las olvide <100 cobre = Plata <10 Plata = 1 horo >¿Puedo adiestrar a uno de esos perros cagados del abismo? En sí, puedes , él ¿cómo?, ya es otra cosa kek. Tienen rienda suelta a hacer lo que quieran siguiendo coherencia y mememagia Más o menos lo que respondí a la primera pregunta, "no te limites a la hora de decir o hacer cosas raras o estúpidas." >Nunc me dijiste el loot que Wes se robo del skeletor Si kek >¿Con que haces los mapas esos que usas?. Uso esto: https://donjon.bin.sh/d20/dungeon/ para tener un "mapa" base, pero después lo edito y cambio todo en Gimp para que tenga la forma y cosas que yo quiera. <Also Si hay suerte, respondo hoy, que me quede leyendo los turnos, y me volvió la magia autista, ~~aunque va a estar algo oxidada**.
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no me esta dejando mandar turno la cagada >>118885 >>111411 >>111410 >>111276 Turnito cortito para reengancharme, porque ahora todo se va al caco y perdí el turno que escribí hace unos meses -El Pupus, todo cagado, miado, con sangre y mugre en su cuerpo empelotado y pateado, tras escuchar la broma de tabla no puede evitar kekear un poco, una risa genuina, como si por un instante, toda la mierda en la que se encontraban desapareciera, y hubieran salido de este agujero, aligerándole un poco los hombros. https://youtu.be/fJrYgmXhYPA?si=oaiUOn8792lR2TNP&t=4 No responde nada más tras reírse, pero, tampoco era necesario. Con eso, el roído candado crujió y se abrió con algo de dificultad, dejando a la vista donde al parecer estaban sus cosas. Tabla abrió uno de los cofres, habían varias cosas, todas de ustedes, pero lo que llamo el foco de tu atención al instante, era esa faja dorada, decorada con perlas y gemas, cuál reflejaban tu rostro avaro, casi judeo, que, por la forma de las gemas pulidas, parecía como esas caricaturas cabezonas con ojos grandes por la perspectiva y la luz. También ahí estaba tu sable, las cosas del manatí, la mochila, el jabón, y más mierdas, además del dinero... pero estaba todo desordenado, lo tuyo, lo de Eirim y lo de Hurr estaban en el mismo montón. Dineros: 16p, 609c <-Shamshir con funda {2d7} <-Arco {1d7} <-10 flechas <-Karkaj <-1 Mochila de explorador Enano <-1 Riñonera gastada <-2 sábanas <-8 raciones de comida <-2 Poción de Curación bajo nivel <-Faja de oro y gemas <-1 carne seca <-jabón <-30 Cerillas Estas son las de la niña y Mamerta por si las agarra también: <-1 Ojo Rubí que todo lo ve Ya me olvide si lo tenía en su cuenca o se lo confiscaron, si es esto último, está aquí, sino, ignora esto kek <-1 Piedra Brillante del sueño <-1 Ración de cómoda <-2 Carne seca <-Maristas hippyes <-abrigo de invierno (de la Cornelia) -El Pupus mientras tanto, también se acercó a agarrar algunas de sus cosas, más que nada la ropa primero porque ya le había agarrado frío en las pelotas, Y mientras esto ocurría, unos pasos detrás de ustedes se podían escuchar, y aunque tenían esa aura de violador en la oscuridad, solo era el Polijone de Wes que también se había adentrado en la habitación para literalmente robar todo, porque ahí no había nada de su propiedad el muy sorete, pero los salvajes no tienen concepto de propiedad privada o intelectual, solo lo que agarran es de ellos hasta que otro más fuerte se los arrebatara de las manos. Si este negro tenía síndrome de Diógenes, o como dice mi madre, de negro de mierda acaparador, esto era la panacea. Entonces mientras las dos criaturas negras, de dudosa moralidad, con olor a mierda y tendencias cleptómanas, hurgan entre propiedad ajena confiscada por la guardia fronteriza brazuca del Chuy, el Pupus, tras encontrar su máscara, lentamente se saca esa bolsa de la cabeza, y cuando lo hace.... una especie de "luz", empieza a salir. <Pupus "......:" -Rápidamente, toda la habitación se llena de luz por unos pocos instantes, golpeando de lleno en el Rostro de Wes y de Tabloide, por instinto sus ojos se cierran para no quemarse, pero.... No encandilaba. Esa luz era extraña, no parecía la luz de una antorcha, o de la que te tiran los monjes de los observadores para purgarte al desgraciado de Wes, era como si estuviera y a la vez no, y entre todo ese brillo, que lanzaba esos rayos cuál amanecer pero al mismo tiempo, como esas bolas de fiestas que giran la luz moviéndola por toda la habitación, pudieron ver, su rostro.... *mp4 related*. Eso dura solo unos segundos, era simplemente Pupus sacándose esa bolsa y poniéndose la mascará, pero sus cuerpos se sintieron raros, raros de malo, no saben muy bien el que, pero era como cuando se te baja la presión y necesitas una coquita. El único detalle extra que pudieron notar, era el contraste de color de piel de su cuerpo, y el de su rostro. Todo era pálido, pero del cuello para arriba, su tono de piel era de un color bronceado, cuasi dorado, algo irónico, ya que al tener todo el día esa máscara, su rostro nunca toco el sol. A Tabla le resulta familiar ese color de piel. Lo que encuentra Wes (es el inventario de todos los negros, ahora organícenlo kek):: >-Un palo! {3d2} >-Juego de Runas de mano Con estas haces magia >-2 anti-dreadlocks >-Anillo Ilusorio (-Ilusión: Un clon tuyo [3 alk] =Invisible: Vuelve a todos invisibles por 5 turnos [12 alk] >-Reliquia: Artilugio ceremonial homero >-1 Cleaver de Bronzata {2d3} >-1 Funda de Cleaver
[Expand Post]>-Garras {1d7} >-Talismán del Archirei Generalizimo Demonio >-Armadura de Cuero: Armadura Ligera Calidad >-Target de Cuero (no equipada): {1d6} >-1 Galleta Negra >-2 libros >-Frasco con Líquido verde moco >-2 Carne Secas >-1 ración de comida >-1 carne seca >-Una flauta de Hueso. >-Nudillos de Bronzata +2 >-1 Riñonera gastada (+3) >-Pedazos de metal “armadura”: Armadura Ligera reforzada >-1 anillo >-1 carne seca >-1 ración de comida >-Hojas de Caló >-3Provisiones para 1 día sí, faltan cosas <Pupus "ahh, extrañaba el olor a romero" ":.." "Bien" -Con eso, la Oscuridad que se refugiaba en las esquinas volvió a cubrir el cuarto con olor a ajo, y El Putus tras acomodar sus sandalias y ya estar mas o menos presentable (con ropa, en vez de estar como Deus lo trajo al mundo), se marcha de ese habitáculo húmedo y destartalado con cofres, Esto más que ser las mazmorras del ARGD parecían las ruinas de un imperio y tres goblins larpeando sobre que hay algo. Camina para acercarse donde se encontraban los demás, más en especifico se acerca a Eirim. Que, hablando de la coja tuerta coge tuertas, esta se estaba enfrentado (con buena mememagia) a un ataque de diálogo digno de panel de manga, texto tras texto, demostraba lo badass que era, tratando de asustar el cultista que... No la escuchaba. Si, talvez en su cabeza todo eso había quedado genial, ojo, pudo haber funcionado, la amenaza de usar al polilla era muy buena, pero, tras terminar tu monólogo digno de debate de internet, te diste cuenta de que el tipo ni siquiera estaba consciente, sí, estaba vivo, pero completamente fuera de sí, solo había contestado un poco a Manat, y respondia algo por reflejo, pero realmente no estaba consiente de entorno, ya que el Manati lo pijeo tanto y lo revoleo como pelota de trapo, que ahora abría que esperar que vuelva su concia, y no quede en un estado catatónico o senil. Asi que si, en perspectiva, tú quedaste hablándole a un muñón con cabeza que estaba desmayado kek. Pero entonces sientes una mano tocar tu hombro, pero era el Pupustrucus. <Pupus "Hey, Eirim" "Ven, toma esto que te vas a caer si sigues así" El pupus estuvo aguantándose la risa cada vez que te veía saltar con un pie -Y con eso, el Pupus con cuidado te entrega tu muleta, porque si, él se trajo tus cosas cuando vio al negro polijone entrar a su mismo cuarto, es tonto no idiota. Y tras ayudarte con eso, agarra y te entrega todas tus cosas, que tampoco son muchas. >Rosario de los observadores a ver si Eirin se da cuenta de un pequeño detalle de esto.... >Una muleta {3d2} se puede romper fácil >Thurible [Aumenta los rezos a {1d12}, y +4 en curación] <Pupus "Encontré nuestras cosas, pero fíjate que este todo ¿sí?, porque no pude encontrar tu silla con rueditas esa" *siente algo de culpa de dejar una niña discapacitada solo con una muleta* "..." "A, cierto, y ten esto.. Estás curando a todo el mundo, pero nadie te cura a ti kek" >Entonces el Putus se agacha para quedar en la altura de la monja, y como si fuera un vagabundo en NY frente a un barril con fuego, frota sus manos, las sopla, haciendo que en el interior de sus manos se encienda un tenue brillo, y acercando sus palmas, empieza a curar tu cuerpo.... En retrospectiva, no está curando mucho, pero probablemente es más simbólico que otra cosa O es idiota, y malgasta fe por malgastar. 3d8 = 10 3d8 = 5 = = = -Ya con toda las movidas cumplidas, toda la party se rencuentra como familia en cena de año nuevo, y cada uno con su nueva respectiva mascota, el Gerardo trayéndose un felino, y los otros un... vagabundo? Sea lo que sea esa criatura, el Gerardo intenta advertir algo importante al grupo, pero es brutalmente ignorado, ya que están todos prestándole atención a algo más divertido, que es meter y sacar cosas a un agujero negro, en vez de agarrarse los calzones y cruzar a ver que se encuentran, es más, el cagon del Hurr se va de ahí sin más ayyyy a ver a la babosiña y la Tabla como buena mujer tira sal a la herida incitando que alguien tenga huevos y se meta ahí, algo que, en cierta medida es bueno, porque al menos mete iniciativa kek. Pero todo plan kamikaze al agujero de Wes es interrumpido por el sonido gutural y asqueroso del gato que se trajo Gerardo, que probablemente ni vacunas tenga esa cosa. Esta escupe esa Bola de pelos, y en un instante el Wes se roba esa cosa pegajosa, peluda y probablemente con cachitos de vómito, el Pupus pone un gesto de asco (que no se ve, pero se siente), irónico tomando en cuenta todo lo que se vivió, y la gata se encrespa y saca sus uñas, como cuando un perro corre al lado de un gato. <Hello Kitty "https://youtu.be/HQRLuREwEoo" -Pero antes de que pueda hacer algo que lleve todo más a la mierda, las palabras del Ario amigo Manitas captan su atención. Esta levanta una ceja, sus ojos filosos estaban completamente confundidos la correlación de una cosa con la otra.... Entonces las pupilas de Hello Kitty se agrandan bastante, y mira para un costado pensando, lo que termina haciendo que gire un poco su cuello, y quede así por un rato. Entonces vuelve en sí, y sonríe aun mirando al costado, mencionando algo en voz baja, como si estuviera sacando notas mentales. <Hello Kitty "Calabaza..." >Mientras esto ocurría, Gerardinho aprovecha para ir a la sala del Loot, donde se encuentra el Palo Dialogador y lojos Ajos.... muchos ajos, era como esas trenzas de ajos, pero tanta cantidad que alguien podría usarlo como cinturón, y ese garrote, tratas de agarrarlo, te cuesta mil muertos, tus débiles brazos de fideos, apenas lo mueven, y por el tambaleo, se te cae arriba. Por suerte te da el tiempo para esquivarlo aunque si no te mueves te aplasta kek, y si lo haces escuchas como esa mierda truena contra el piso de piedra sacando chispas por el golpe. Era un garrote de hierro trazado de casi tu altura, y más pesado obviamente, porque al caer no sonó hueco. Eso sí, puedes notar sus patrones intrincados, pero, no logras verle una coherencia, solo decorativas... Buen toque artístico. Entonces arrastras ese garrote a paso de tortuga, el Pupus te ve y te ayuda porque así te va a dar un quiste en el lumbar. <Pupus "Déjame ayudarte con eso" -La Gata y el Haitiano también van a ayudar, y con eso los 4tro arrastran ese poste de hierro, hacia la otra habitación, el horroroso sonido de metal raspando los ladrillos de piedra retumban por todas las paredes, Tabla los acompaña, pero apenas cruzan la puerta, el aire ¿se tensó?..... 1/?
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>>119877 Se me escaparon las picosas de los Goblinos, iban en este turno kuek ............ https://youtu.be/dEsGSNiEflY https://youtu.be/AJZVB-sqKus -Como un fuerte latigazo, hubo un estruendo catatónico. Un rugido sordo y abismal atravesó la piedra, y todo en la pared que estaba frente a los que salvaste y el elevador explotó en una erupción de polvo húmedo y piedra vieja. Fragmentos de roca, salieron disparados con presión, y con impactos secos golpearon la puerta donde estaban Ustedes, Partiéndola con facilidad. Todo paso en segundos, apenas cuando Gerardo pudo procesar como la pared de enfrente reventó en pedazos, Una roca le rozo la bocha, tirándolo contra el suelo, con un enorme tajo en la frente. Al Pupus un pedrolo le partió una pierna (literal, se la quebró), a Tabla recibió un gran golpe en un costado que la mando al suelo, sintiendo como uno de sus pulmones se perforaba con algo, y la gata quedo agarrada del techo por el cagazo.... El Haitiano sé salvo también la cornuda. -Obviamente, ustedes no eran los únicos afectados. Los fragmentos de roca golpearon las rejas del elevador doblándolas, también a algunos prisioneros que libero Gerardo antes recibieron esa bienvenida en toda la cara, con la metralla arrancando jirones de carne, astillando huesos, y arrancando gritos ahogados de las gargantas. El olor acre de moho y cal recién quebrada se mezcló con el hierro de la sangre. -Entonces, a través de la nube espesa, una forma se delineó... un ariete improvisado, su madera oscura empapada en grasa y sudor, empujado por una marea metálica de cuerpos. No eran tres. No eran quince. Eran decenas. Treinta, quizá más. Goblins cubiertos de piezas de armadura despareja, hierro corroído y cuero remendado, los ojos amarillos brillando con un odio febril. Avanzaban como un solo organismo, jadeando, escupiendo, pisando los restos de piedra que todavía rodaban por el suelo. -Cada paso de esa horda resonaba con un cacerolazo que retumbaba en toda la habitación. No había espacio para medir, para pensar. La penumbra se cerraba sobre ellos, y el polvo que caía en cascada del techo parecía marcar el lento derrumbe de cualquier esperanza. Detrás de la nube, el pasillo se llenaba de ese ejército, y el golpeteo del metal contra metal anunciaba que la siguiente embestida no tardaría. https://youtu.be/ogTDa-vG2MQ -El ariete retrocedió entre la marea de goblins como si fuera absorbido por un organismo vivo. Los cuerpos pequeños se reacomodaron con precisión: las primeras filas alzaron escudos anchos, de madera reforzada con hierro oxidado, formando un muro compacto. El metal golpeaba contra metal con cada movimiento, un retumbar desordenado, pero constante que llenaba el pasillo. Desde los flancos, otras filas se cerraron, bloqueando cualquier hueco. Entre los escudos, se asomaban lanzas toscas, astilladas, pero firmes en sus manos callosas. La formación se comprimió en un rectángulo perfecto, cada goblin ajustando el paso del otro, imitando con grotesca disciplina a los ejércitos de reinos más civilizados. Sus armaduras improvisadas chocaban con cada movimiento, generando un rugido metálico que resonaba en la mazmorra como si fuera un solo y lento tambor de guerra. -Detrás de esa pared de acero y madera, emergió una figura distinta. Un goblin más grande, ancho de hombros, el rostro marcado por cicatrices antiguas y frescas, y un hueco vacío donde debería estar un brazo. Sobre su cabeza, ladeado con insolencia, llevaba un sombrero de ala doblada, con tres puntas gastadas y manchadas, que parecía fuera de lugar en aquel túnel húmedo. Sus pasos eran lentos, medidos, y aunque su cuerpo parecía deforme por viejas heridas, su sola presencia tensó más el aire. La horda se mantuvo firme, abriendo un estrecho pasillo para que él avanzara hasta quedar detrás de la primera línea de escudos. Cuando habló, su voz era grave y seca, cargada de una seguridad que no necesitaba gritar. <Goblin Manco "Zez... ke manga de negrozzz" -Dijo, arrastrando la última palabra con un tono casi paternal pero a la vez decepcionado <Goblin Manco "Vashan kalmmdo el ortito… y loh zerraré rapido… zsin jueguitos. O pueden zer terkoz… y los dejo pa’ ke mis chicoss practiken. Ke el mazzz joven aprenda a kortar cuellos con calma. -Se inclinó apenas, levantando una ceja y sonriendo de costado. <Goblin Manco "No esz nada perzonal… pero yo mando akí. Y akí… nadie zsale vivo zsin mi permizo." -La formación de goblins no se movió ni un palmo, los escudos permanecieron firmes, las lanzas como un bosque de puntas oxidadas apuntando hacia adelante. La mazmorra se llenó del eco de su respiración conjunta, como si todos compartieran un solo y enorme pulmón. <Goblin Manco "Agora, CHOP CHOP" -Dijo y con dos aplausos, los goblins empezaron a avanzar a paso lento pero seguro, con puntas de lanzas al frente en la dirección de ustedes. Pupus intenta levantarse del suelo, pero al apoyar con su pie quebrado, se cae como muñeco de trapo, al parecer no se percató que estaba roto. Con más esfuerzo se levanta e intenta levantar a Tabla y a la cornuda del suelo, mientras que Gerardo es levantado fácilmente por el Ogro grandote de Kersh. <Kersh "El tiempo se nos acabó, brazos de fideo" -Deja a Gerardo en el suelo, y este agarra sus ajos y el garrote para dialogar como si fuera de papel. 1.5/2
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>>119879 -Pero, mientras tanto, un poco antes de que el desastre se desatara, y al mismo tiempo que todo lo demás, Manat estaba de pie frente a aquella puerta. Si, frente a ti, se abría un hueco tan negro que parecía devorar incluso la forma del marco, como si dentro hubiera un pliegue del mundo. No era una puerta común, no era madera, ni hierro, ni siquiera sombra. Era un rectángulo absoluto, tan negro que parecía no existir, como si su interior fuera un pozo sin fondo donde la luz no había nacido nunca. No parecía un lugar al que entrar, sino un agujero en la realidad misma. Todos se cagaron, prefirieron tirar cosas y probar antes de siquiera ocurrirse la idea de meter un pie ahí dentro... todos excepto tú. Talvez motivado por las palabras de un Sabio de un sueño, talvez porque tus cromosomas son desparejos por culpa del incesto prolongado en medio oriente, lo que si se sabe es que tú avanzaste. -Con el hacha firme en la mano, cruzaste el umbral con la seguridad de quien avanza hacia lo inevitable. Un paso. Otro. El tercero. Y algo extraño comenzó a revelarse. El marco de la puerta, qué momentos antes parecía al alcance de tu brazo, se alejaba con cada zancada, pero a la vez ¿no?. Avanzabas... pero apenas. Como si el espacio se estirara y se burlara de ti, o talvez te fallaba el sentido de profundidad por culpa y causa de faltarte un ojo. Cinco pasos, y la entrada aún parecía allí, justo fuera de alcance. La rareza no fue suficiente para detenerte. Seguiste adelante y fue entonces cuando el mundo empezó a callar. -Un silencio estrangulo tus tímpanos. Pero no era el silencio de la noche, el silencio de un bosque, ni el de un pasillo vacío. No había goteos, ni respiración, ni ese murmullo invisible de la vida que siempre acompaña a los vivos o el latido de tu mismo corazón... No, esto era un silencio distinto, absoluto, un silencio sepulcral, total, tan vasto que no permitía ni el eco de tus pensamientos. Y cuando te diste cuenta... ya no había nada alrededor. Nada. Oscuridad pura, llana, interminable. Aunque llamarlo así también estaría mal, mejor dicho, no había nada. ¿Viste como es ver detrás de tu nuca? No volteando, sino, VER con tu nuca, exacto, no se puede, no hay ojos ahí, no vez nada, pero tampoco vez negro, simplemente no hay visión, no hay imagen. Tu cuerpo comenzó a sentirse pesado y distante, envuelto en esa somnolencia extraña que no es sueño, pero tampoco vigilia, ese instante previo a quedarte dormido, donde la conciencia es apenas un hilo que no quieres soltar. Avanzaste por inercia, hasta que notaste algo curioso, no estabas pisando suelo alguno. No sabes desde cuando no había suelo, capaz nunca lo hubo, pero si sabías que no caías, pero tampoco te sostenía nada. -Estabas solo. https://youtu.be/027CADe35LI -Te sientes... Solo. -Y no, no era ese "solo” como lo entiende un hombre que pasa unos días sin compañía. No era la soledad de las ciudades, ni de las montañas, ni de los desiertos. No el “solo” que se compensa con recuerdos, ocupaciones o una voluntad obstinada. Si, todo el mundo se había sentido solo alguna vez, preocuparse o sentirse afectado por sentimientos tan mortales y normales no dan importancia, no era lógico excepto si eras un marica, es como sentir frío o sentir calor, ¿no?. Tu podrías estar solo en el medio del océano, aquí abajo en el abismo, y no abría diferencia.... Pero, no, no era ese “concepto” humano de "Solo". Tú, en serio, te sentías SOLO. -Esto era otra cosa. Un aislamiento primal, como si el de un niño diminuto se tratase, perdido, arrojado en la bastedad muda, infinita y vacía del Cosmos. En un espacio tan grande que este deja de imaginar que pueda haber un final. Una soledad que no venía de perder algo o a alguien, porque perder implica que hubo algo antes. No había nada que buscar, ni nadie que encontrar. Solo vacío. -Sí, uno cuando se pierde está solo, pero el concepto de perderse, implica ser encontrado, implica alguien, y eso implica una esperanza. Pero aquí no había esperanza, porque esperanza significa la posibilidad de encontrar. Aquí no había nada que encontrar, o que te encuentren. No estaba nadie, ni tu hermana. Sino un sentimiento de vacío. -Tu mente empieza a jugar contigo, a girar sobre sí misma, a morderse la cola. Te mostró cosas que solo tú conoces, que tu solo podrás saber, y que *yo*, no podre narrar. Viejas sombras, ecos de rostros, pedazos rotos de días pasados. No eran lindos, pero por reflejo te aferraste a ellos, aunque tú no quieras, incluso cuando dolían, porque eran lo último que quedaba contigo. -Y entonces… incluso esos recuerdos se apagaron. Te dejaron solo. -El frío estaba en todas partes, pero no dolía. Y pronto, ni siquiera recordaste si debías sentir frío. No sentías, no, no te quedaban manos, ni tus pies. No recordabas haberlas tenido, ni siquiera el eco de su existencia. Ni siquiera recordabas quién eras. -No recordabas que alguna vez hubieras sido algo. -Ni siquiera podías decir que “eras”. ¿Eras?. “Cogito, ergo sum" -Pero ya no piensas. Y si no piensas, ¿existes?. ........ .................... .......................................... -Hasta que lo sentiste. -En medio de la nada. -En ese vacío muerto.... algo. -Alguien!. No con los sentidos, porque ya no tenías sentidos. Sin ojos, lo viste. Sin oídos, escuchaste su lamento. Era igual de olvidado que tú, igual de roto, igual de solo. Una presencia, frágil y rota, igual de abandonada que tú. Lamentos sin voz. Calor sin piel. Una forma apenas forma, colgando en el mismo abismo sin tiempo.
[Expand Post] -Y sin manos, lo tocas- -Vértigo. -El vacío se rasgó. Un tirón brutal te arrancó de ese no-lugar, como si fuera agua y de pronto hubieras emergido, todo se rompió. El aire, áspero y frío, golpeó tus pulmones. Tus pies golpearon piedra. Tus manos sujetaban un brazo. Y cuando miraste, viste a esa niña, sus ojos abiertos, arrastrada contigo fuera del abismo, como quien arranca a un náufrago de las garras del mar. -La luz, el suelo, el mundo... todo volvió de golpe. >Respiras <Misella existe ahora todos la recuerdan >>118884 https://youtu.be/otYAAvD79uw -La mente, no existe sin conciencia. -Y ambas, sin un cuerpo, no son nada. Y si pierdes esto, no eres nada, no eres ni una idea. -Ni palabra, ni imagen, ni siquiera eco. -Nada. -Ni siquiera un pensamiento errante en el cosmos. -¿Qué ha dado la muerte tanto temor? ¿Porque el hombre teme a la inexistencia, creando creencias, dioses, sabiendo que dejara de existir, y con ello, la nada, sin el pensar, sin los recuerdos?. -Todo para tapar la verdad de que, algún día, ya no serás. -Eso es lo que siempre ha temido el hombre: no la muerte, sino su consecuencia. -La inexistencia. -El borrar de todo lo que fuiste, el olvido de ti mismo incluso por ti mismo. .. . -Allí, en una distancia sin medida... algo... Una figura. Borrosa en la bruma. Un hombre, cabizbajo. No por pena, no por derrota. Había algo en su postura que no tiene nombre, que no cabe en el lenguaje... pero era agradable. -Después... nada. ............... ........................ ................................ ................................... -Vacío. -Tan... sola. .......... ....... .. .. .. . . . . * -El vacío fluía. Sí, un oxímoron imposible, pero real. No había conciencia. No había alma. No había forma de sentir. -Y, sin embargo.... todo se movía, como si... como si se balanceara. -Tan suave.... Tan suave que era casi imperceptible, tan.... Cálido. -Calidez. -No calor, no temperatura, solo... calidez. -Como un murmullo sin sonido que atraviesa todo lo que eres. .... .. . -Arrullo. -La nada te arrulló. -Como si unas manos inmensas, invisibles, sosteniéndote, acunándote con un ritmo infinito. Como si existieran. Y en ese balanceo, una calma imposible, envolviéndote. Estabas acurrucada... No temas. -La nada... ¿había escuchado tu lamento... había sentido tu soledad?. -No podías pensarlo. No podías sentirlo. -Y, a la vez… sí. -Estabas sola, absolutamente sola en la inexistencia... pero acompañada. -Por algún motivo te sentías tan.... tan confortable -Era como volver al primer instante de la vida, cuando aún no eras más que un suspiro sin nombre en los brazos de tu padre. -Triste, Pero feliz... Sola, Pero acompañada. Inexistente... Pero sentías más que nunca. -Un oxímoron. -Un oxímoron reconfortante. -El de ser abrazada por algo que no existe, y aun así sentir que nunca te dejará ir. -De ser acompañada, en esta inexistencia. ... . . . . >Despiertas. >>118885 -Hurr se adentra en esa celda. El aire es espeso, saturado con el olor rancio de desechos humanos y sangre seca. Las paredes, húmedas y frías, transpiran días de abandono. En algún rincón, algo gotea... y el sonido se mezcla con el retumbar grave de cadenas oxidadas, que tiemblan con tu presencia. -Su portador está allí. Una masa viscosa y palpitante, la piel como carne podrida bajo la luz mortecina. ¡Era la Babosa!. Tiembla... por miedo, por dolor... o por ambas cosas. El arrastrar de sus cadenas se detiene cuando te oye acercarte. Entonces, lentamente, intenta aproximarse a ti, pero es retenida por el cruel abrazo del hierro. -Al fijarte bien, notas que el óxido ha devorado los eslabones, hasta el punto de que la fuerza de la babosa bastaría para partirlas. Y, sin embargo.... no lo hace por sí misma.¿Pero, porque?, A derrumbado rejas, tiene fuerza más que suficiente... era como si, no fuera fuerza física lo que la retiene, sino algo más hondo, ¿algo más "psicológico"?. Te hace acordar cuando la encontraron, aunque no sabes bien por qué se la llevaron... Siempre pudo salir por su cuenta, pero si la retienen, esta aunque tendrá la fuerza física para salir, no tiene la fuerza de voluntad para atreverse a hacerlo, como un elefante en un circo. -Tú, le hablas, pero no responde, bueno.... no tiene boca que pueda formar palabras... pero lo sabes, te escucha. O al menos sabes que siente tu presencia. Tú tomas la cadena con tus manos enormes. La notas áspera, húmeda, casi viva bajo tus dedos. Tirar de ella es como arrancar un nervio del mundo. El chirrido que estalla cuando el óxido cede es un grito de metal que reverbera por toda la sala. -Éxito. -Entonces, con ella, la criatura se arrastra fuera de su rincón, el cuerpo dejando un rastro brillante sobre la piedra, hasta alcanzar la entrada de la celda. Si la sigues, atraviesas esa penumbra que parece querer aferrarse a tus hombros. Y entonces los ves. -Manat.... y junto a él, tu hermana. >Recuerdas
>>119882 2/2 casi perdia todo el turno banano por cerrar la ventana de "Respuesta rápida"
>>119877 >>119879 >Wes Mientras se pone a hurgar en busca de loot como el drogo de la esquina que se lleva tu basura a su basurero que tiene de casa para sacar cobre y revenderlo por merca. El polilla es que es capaz de presenciar un milagro, un a luz cegadora que traia consigo un rostro esculpido por los ángeles, una muz tan poderosa que deja a Wes encadilado y fascinado. "..." Sus ojos ya de por si grandes se hacen mas grandes mientras camina como zombie hacia el Pupus por ser la fuente de esa luz, quien diria que a la polilla le atraia la luz. Pero tan pronto viene la luz, se acaba, y Wes regresa a la normalidad "..." "Tienes buenos pomulos" No homo Después de eso habia un monton de cosas que no le dejan robarse porque todavía andaba de okupa y no lo habian añadido a la fila de conga. >Eirim Estaba muy concentrada en su dialogo, paso todos los checks por su alto carisma y si quisiera hubiera podido ganar desde el principio por si alto carisma y le habria dado al enemigo ganas de suicidarse ante su TREMENDO poder diplomatico. Pero nada de eso servia si no la escuchaban, Manat lo dejo tonto y ahora andana durmiendo. "https://youtu.be/LJPCjqL4eA0 " Su cara se retuerce del enojo "*Ptchoo*" Le escupe al cultista, como esa vez que los demas niños le hicieron cuando ella se tropezo en un charco Entonces viene el Pupus y le da sus cosas, ahora ya no iba a tener que andar de a saltitos "Gracias Caius" Acomoda su muleta debajo de su axila como pequeño Timmy, se coloca el rosario en el cuello, y lo sostiene un segundo para rezar en estos tiempos de duelo. En su otra mano sostiene el Thurible, monja tactica lista para la accion "Podremos conseguir mas cosas en el camino de regreso ¿los personajes siquiera tienen ganas de seguir con las misiones?, kek ahora solo salgamos de aqui" Entonces el Pupus hace su acto de caridad y le cura luego de la paliza que le dio aquel Skeletor. El Gerardo estaba intentado adverrir de algun peligro inminente, pero todos estaban mas concentrados en joder con el agujero oscuro de la habitacion (la puerta, no el culo de Wes). Hurr se va mejor con su babosa y mientras la monja se prepara para tirar una luz a ver si funcaba de alguna forma, como todo el Chad pecho aceitado y cagado que era, Manat se mete dentro del agujero a ver que consigue. "¡Espera, deja que te atemos una cuerda o algo y...ya se fue" Mientras eso pasa, la Catgirl vomita y Wes se roba su pelo por motivos que es mejor no saber, Eirim tambien tira tremenda cara de asco. "(Nos esta ayudando...solo dejalo ser hasta salir de aqui)" >Wes "(Que lindo pelo, es como los que vomito yo)" Era parte pájaro asi que a veces tambien vomitaba los huesos y pelo de lo que comia como un buho. >Eirim Se quedo observando preocupada la puerta oscura esperando que viniera Manat, no vaya ser que dejarla huérfana a su niña demonio y a cargo de la negra de su hermana. Es entonces que oara su alivio, el ario amigo aparece al marco de la puerta, y con eso le viene un pinchazo al cerebelo, durante un momento su vista se pone borrosa y cuando enfoca de nuevo ahi estaba...Misella. "Es...ella" Su cara se vuelve a desdoblar en una expresion de desagrado al recordar su existencia y tener que verla de nuevo...le dolia tener que decir lo siguiente, no queria, pero tenia obligacion moral y legal al estar en la party "...¿Es-Es....Estas herida?" >Wes
[Expand Post]"Que onda" El polillon de dos metros saluda detras de la monja, mas negro que la noche, aparte de su silueta solo se le distinguian sus ojos rojos de acosador, la sangre, mierda y vomito por todo el cuerpo, y el taparabos mugriento y posiblemente tambien cagado que le robo a un Goblin que canibalizo hace como dos minutos in-universe. Toda una primera impresion. "¿Esta con ustedes?" >Eirim "Lamentablemente" Entonces todo se va a la mierda https://youtu.be/tHYJWn2jLaM ... Todos los soldados del ARGD se hacen presentes con una explosion de las gordas, Pupus se queda con la pierna hecha mierda y la negra pierde sus privilegios de respirar, el resto tambien reciben sus dosis de mineral+blunt damage. Un escuadron de Goblinos dirigidos por un Goblin mas grande. Eran un escuadron perfecto y ordenado, como la version verde de los Spartanos, El gordo no dice mucho, sin embargo Eirim sabe algo, ahora no era momento de pelear. >Eirim "https://youtu.be/uVunMd76_NQ " Aquellos de oidos sensibles empezaron a sangrar de las orejas, posiblemente Entre su grito rompe cristales la monje hace signos raros y lanza uno de sus milagros de fe. "¡Sacrum Scutum!" Usa el escudo para bloquearles el paso al ejercito al cubrir toda la zona de la puerta/pasillo y darles al grupo unos lindos tres turnos para hacer cosas. Primero que nada, se acerca al Pupus y se echa a su lado para curarle "Me quede sin fe, remplaza ese escudo cuando se acabe y yo curo a los demas, ¿de acuerdo?" Se gira para ver al Wes "Rapido, ayuda a los que--!!!¿QUE PUTA MIERDA ESTAS HACIENDO?!!!" Alcanzo un punto de quiebre y perdio los estribos, ¿pero que hizo el hombre polilla? >Wes https://youtu.be/xy_NKN75Jhw Los ruidos fuertes le reiniciaron el cerebro, si queria irse, pero habia tiempo, asi que no hay estres, se agarra un Snack (un brazo de goblin que se guardo de antes) y camino hacia el ahora escudo que habia entre el grupo y el ejercito, todo tranquilo, empezo a comer del brazo de Goblin frente a los suyos. Mientras el escudo empezaba a ser empapado, porque si, puede que haya cagado antes, pero esa solo era la mierda que se habia acumulado desde hace 3 semanas. Todavia le hacia falta mear. Y a mear se puso. Wes mancha el escudo sagrado y toda esa zona de sus meados, pero no meados claros, ni meados espumosos amarillos, no, meados rojos anaranjados de colores oscuros que no expulsan ni los que van a quimioterapia, meados que venian con premio de piedras para los riñones de tamaño de un nudillo, sin embargo la cara de Wes seguía increíblemente calmada y placida mientras meaba y masticaba Goblino. No era que fuera masoquista que es un poco ni inmune al dolor, por dentro estaba sufriendo peor que cuando lo quemaron, nada mas se habia acostumbrado a ocultar su sufrimiento. Todo esto era para poder quedarse tranquilo con su organismo, y burlarse de los goblinos putos por los kekes ya que habia un escudo magico entre ellos, como los perros que te ladran todo el dia desde sus casas pero se quedan callados cuando cruzas la reja. El negro era un hijo de puta asqueroso. Solo se queda ahi meando, los demas ya podrian hacer sus cosas y los seguiria. <Eirim >Turno 1 Escudo sagrado para bloquear al ejercito <Fe:8/20-0/20 >Turno 2 Rezo 1d12 = 8 >Turno 3 Cura a Pupus 1d12+4 = 9 <Wes >Turno 1, 2, 3 Mear 1d20 = 20 1d20 = 13 1d20 = 18 Ya estaba mentalizado que iba a hacer falta hacer stalling para sacar a Misella de la zona fantasma, pero no me voy a quejar, con permisito dijo monchito pero por los kekes, no estaria de mas que el gerardo tire unos relampagos por la zona de meados de Wes antes de irse, que los goblins va a tener que pasar eso de una forma u otra o que el manat se mande unos warstomps para stunearlos o tirarles el techo encima o que Misella estrene su regreso con el bob o reviviendo unos muertos metaroleo?, no se que es eso >>119871 >Es sinilar a DnD Gud >Parecido Que bueno que no me uni en ese momento, kek >Curacion por fe mucho texto Comprendo >No creo que puedan subir Que lastima, yo queria estafarlos con artefactos 100% exclusivos del abismo™ que no van a encontrar en sus cajas de arena >Si Y sigues sin decirme, hijo de putakek >Rosario ah ya entendi, ¿pero eso no va a servir ahora, no?
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>>119887 A espera, que son dos dados por acción para Wes, pero viendo el resultado solo tiro para el segundo, kek 1d20 = 2 >d20=20 d20=18 al mear ¿Que habra querido decir la mememagia con esto? >Eirim <Fe:8/20 >cura a Pupus <Fe:5/20

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>>119887 Lo que encontró Wes en el cadáver del cadáver kek >Espada Mellada {1d8} Perforante Probabilidad de dar tétanos A pesar de que se partió por el combate y carece de filo, aún puedes apuñalar con ella. >Cota de Malla Deshilachada: Armadura Mediana Deplorable Está oxidada y agujereada, apenas resistirá 3 a 5 golpes, pero algo es algo. >Un Libro pequeño. Parece un Diario, está viejo, con algo de Moho y manchado con sangre seca. Seria interesante si supieras leer. >Llave Oxidada? No sabes si es un viejo amuleto o una pequeña llave, pero no tiene la forma de una llave común, está oxidada y con marcas extrañas en su superficie. -Lo demás estaba demasiado roído y golpeado para siquiera saber que es, la tela se hizo tirones apenas la tocaste, probablemente por culpa de las polillas. Algún que otro resto de armadura, parecian más una obra de arte moderno, oxidada y agujereada que "armadura". Lo que queda después es el cadáver, hueso y ¿carne deshidratada y podrida?. En sí es basura, pero puedes agarrar algo si quisieras, un dedo de muerto como suvenir nunca viene mal.
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>>119840 >hasta me hice otro personaje del aburrimiento kekito, si podes pásala para mirarla >>119887 Ayyyy kekie bonito
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>>119910 >Nombre Lugh de la Media-Luna >Edad 25 >Raza Mestizo. Mitad Lunarian. Son como tu raza humanoide promedio, pero tienen cabeza rocosa de Luna y una conexion mística rara con la luna y estrellas Y es parte Thri-Keen, es parte bicho por su madre y tiene 2 brazos extra(mas debiles que los principales), aunque los mantiene ocultos para que no lo jodan mas de la cuenta por ser un puto mestizo. >Clase/Profesión Soldadocon multiclase a Hechizero >Historia El abismo...siempre llama. Lugh tuvo la suerte de ser de esos pocos en el mundo con Don de la hechicera para usar el Alk...el problema era que no solo tenia un don y conexion patética con esta, tambien es un vago de mierda que nunca aprovecho su minusculo potencial. Prefiero ganarse la vida a golpazos, enlistandose en el ejercito real de su reino para luego ser echado por ser tambien un puto vago, borracho y buscapleitos, ese era el camino mas sencillo. Jamas fue alguien de muchas ambiciones, nacio de familia humilde, con la suerte de no haber sido vendido de esclavo, trabajo desde los 12 años, apoyando a su padre, asi era el dia a dia y asi seria para siempre, podia vivir con ello, y cuando no pudiera mas, tuvo otras chances. Mas un dia, luego de haber sido pateado de un bar...sintio algo, algo distinto a esos ataques esquizos que te dan cuando le sabes a la magia, que para el esa parte suya se habia atrofiado hace años por el desuso. Pero era algo distinto...el abismo llamaba, debia ir a aquel lugar, ¿para que?. No lo sabia. Pero primera vez en su vida, tenia una mision, tenia una ambicion he iba ir por ella. <Habilidades >Gran patada: Anula cualquier ataque, es tan fuerte que te manda a volar, así que se puede usar para llegar a lugares lejanos >War Instructions: +3 en puntería en 4 turnos a toda la Party >Corazon de Leon: Te hace inmune a Debufos por 5 turnos >Entrenamiento Militar: Tiras 3 dados en turnos de Atletismo (eliges el más alto) >Inventario Se amable Op Dados porque si 1d20 = 3 1d20 = 1 1d20 = 15
>>119877 >>119879 >>119882 >>119887 Turno corto al no haber mucho a lo que responderAldo, ¿Por qué siempre que todo se va a la mierda alguien se caga o mea encima? >Hurrhurr Al Hurr le entra la chiripiorca y le da por dejar de observar el agujero negro (puede que el de wes, puede que no) al recordar a su amiga la babosa. Adentrándose en una de las tantas celdas, se encuentra con la gelatinosa y deforme mascota del grupo encadenada. La babosa se arrastra hacia el grandote hasta que el metal, frio y corroído por el paso del tiempo, le frenan. A pesar de la poca iluminación, Hurr alcanza a notar lo maltratadas y desgastadas que se encuentran las ataduras. Puede no recordar de donde sacaron a la abominación, pero tiene presente las capacidades de esta: la babosa fácilmente podría romper a su captor oxidado con tan solo jalar un poco. Aun así, la pobre desgraciada parece ni querer intentarlo. Como si se rindiera contra la vida, como si no tuviera esperanza alguna, prefiere quedarse quieta en el sitio en espera de algo, o de nada. .... Si bien le habla, no hay respuesta por parte de la criatura. Con un suspiro, toma entre sus dedos regordetes las cadenas y jala. Prontamente el captor frio y húmedo da tregua, partiéndose. La babosa es liberada sin problemas. Hora de irse, amiguito Ambos avanzan hacia la puerta, instantes en que una explosión retumba por el sitio. Hurr se apura para atravesar la celda, y allí, más allá del umbral, hay una batalla campal al puro estilo al qaeda contra isis. Ayyyy Todo se fue a la puta. Un ejército de goblinos hace una entrada dinámica y manda a medio equipo a la mierda. Gigantón hace un escaneo rápido de la zona cuando de la nada un chispazo le llega al coco, desbloqueando millón y medio de recuerdos que parecían estar encerrados en lo más profundo de su ser. De forma involuntaria los ojos se le desvían hacia Manat, y junto a él, ve a su hermanita, quieta como piedra. Ay no... Susurra. .... >Con Misella Un par de minutos antes de que todo se fuera por el caño. Vacío. Tan grande e inexistente, una contradicción hecha realidad, pero que, sin embargo, ahí se encontraba. Sin siquiera tiempo al que consultar, Misella se halla atrapada en un trance que parecía no tener fin, al punto de que la idea de un inicio y final se perdió en ese manto carente de lógica. No había nada, e incluso la nada era un sin sentido dentro de ese espacio, si es que siquiera se le puede llamar espacio. Con la soledad como único aliado, la mente de la pequeña en algún punto dejo de funcionar, quedándose totalmente en blanco, intentando lidiar contra la enorme tortura de desaparecer de la existencia a través de una desconexión total con la realidad. Lo único que pudo sacarla durante unos segundos de ese estado catatónico, fue divisar la figura de un hombre por el rabillo del ojo. Misma figura que parece desvanecerse cuando intenta fijar la mirada en ella. El vacío perdura...Hasta que se ve perturbado. Como una gota cayendo en un lago, todo empieza a temblar y moverse. Avanza. El espacio se deforma hasta acurrucar a la pequeña ocultista en un cálido arrullo. La soledad se transforma en un sentimiento acogedor. Con un susurro suave y afectivo, similar al de una madre, cualquier ápice de desesperanza desaparece. Lagrimas comienzan a rodar por las mejillas de la niña. Sin aliento ni voz, gimotea en una mezcla incoherente de alegría y anhelo, anhelo por querer tener alguien a su lado a pesar de ya no estar en soledad. Un manto le recubre, le reconforta. Cerrando los ojos, se deja cubrir hasta que los pulmones se le llenan de aire. Reacciona. Siente el suelo bajo sus pies descalzos y la poca luz de la cárcel golpearle los ojos. El olor a suciedad y mugre le llenan las fosas nasales. La humedad y el frio le penetra la piel intentando situarse sobre sus huesos. Existe. Vuelve en sí. Aparece en el mundo en un segundo nacimiento. Es incapaz de escuchar y ver, de procesar la información que tiene enfrente. Sonidos y formas se combinan en una masa amorfa sin ton ni son que le sobrepasa. Sin poder obrar correctamente, sus instintos, o puede ser la costumbre, la empujan a juntar las manitas cerrando sus ojitos vidriosos. Ora. Entre temblores y escalofríos, levanta una plegaria que espera le llegue a alguien dentro de este basto abismo. ..... >Ahora si el grandote y la diminuta juntos. Volviendo al presente. Explosión, meados y ejércitos verdes. La sala entera se va a la casi literal mierda no de nuevo por favor, y empeorando la situación, Misella regresa traumatizada hacia el espectáculo en el peor de los crescendos. Al Hurr no le toma ni media mirada darse cuenta de que su hermanita no podrá actuar dentro de un rato y que el resto tampoco está en el mejor de los estados para enfrentarse a un ejército armado hasta los dientes y listos para dar caza.
[Expand Post]<Hurr Hay que moverse rápido... Estipula lo obvio, pero al ser un manojo de sospechas, inseguridades y nervios, no tiene fe de que ese escudo pueda aguantar mucho. Si el Chombo puede anular magia y particularidades especiales, nada indica que el goblino manco ese no tenga un as bajo la manga. Cualquiera sea el caso, también siempre está la posibilidad de que más problemas se presenten a la puerta y terminen rodeados por el ejército del anticristo. <Hurr Hay que encontrar una salida antes de que lleguen más o encuentren una manera de pasar la barrera Con eso dicho, agarra a la babosa para ponérsela debajo del brazo, y se va a por su hermana para echársela como saco de papas encima y poder salir por patas de ahí. ............. Aquí hasta ahora. >que Misella estrene su regreso con el bob o reviviendo unos muertos Yeahhh, naahhh. Pero ya luego luego despabila y vemos que pasa. -Hurr >T1, 2 y 3: ayudar a agarrar cosas e intentar escapar. Básicamente, ayudar con el equipamiento u otra cosa No se si deba tirar dados para esto. Supongo que depende de lo que requieran los demás. -Misellas >T1 y 2: traumas del nacimiento No hace nada >T3: rezo Ni idea si sigue bajo las mancumbias del violador culero de la cripta, pero igualmente reza por motivos esquizofrénicos de carácter psicóticos. Ve avisándome OP para ver si debo tirar dados o no.
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>>119738 >OP logro salir de Latinoamérica Felicidades, negro yo ando medio en las mismas, aunque no creo que funcione >>119739 >>119910 Ay, que buenos edits. Y uno aquí que con suerte puede hacer un Manat Moai todo feo. Puede que vuelva a intentar aprender a dibujar y hacer videos/soundtracks. >>119820 Gracias. Es terrible estar de regreso. ¡Terriblemente fenomenal! Aunque no sé por cuanto tiempo pueda estar presente
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Voy a hacerme un café y a comenzar a escribir porque de lo contrario no voy a sacar turno nunca. Aunque me cueste toda la noche, cosa que pasó. >>119877 >>119879 >>119882 >>119887 >>118885 >>120060 El aire frío de la mazmorra trae una calma falsa luego de semejante combate entre inválidos físicos e inválidos intelectuales, ya cada quien decide cual grupo es cual, pero lo importante es que la ganga había salido victoriosa y ahora se procede a saquear, jorgear a unos paisanos o lo que sea que vayan a hacer y que se ha mencionado en turnos anteriores. Tabloide con la niña inconsciente en brazos luego de ser atacada por Palpatine pero en gorda procede junto al Putus a abrir esa puerta, tirando unos chistes por el camino para aligerar el ambiente y todo eso, no parece sentirse insultado al decirle manco de mierda. <¿Quiénes son tus nuevos amigos? >Gerardo ... Detrás de la negra ocurre una mínima interacción entre el mago y el gigante de hierro donde este último suelta una pregunta y el Nieto Gerardo sube y baja los hombros. Tal como Manat se lo consiguió, él se consiguió a estos y los otros que esperan pacientemente en el pasillo probablemente con las pelotas en la garganta porque vienen sus captores. >Gerardo Ellos estaban en otras celdas por esa puerta, lástima que no pude liberar a todos... Realmente una lástima. Aunque conflictuado por aquello último, conflictuado por ver a una mujer autobanearse de la existencia o tener que romperle la sandía a un compadre para liberarlo de su sufrimiento, no había mucho más que explicar. Bueno, al menos Manat y Gerard son más parecidos de lo que se piensa. Regresando con el instrumento musical ladrón de color azabache, la habitación les recibe con olor a incienso de esos que se les compra al persa de la esquina y también por alguna razón a ajos, aunque lo más importante son los cofres, cofres a los que se lanza a abrir cual tigre en plena caza. La niña se deja a un costado mientras rebusca entre toda la mierda, sus guantes y ojos pronto chocando contra un dorado que brilla como el sol, o así lo ven los ojos de la negra. >Tabla Mi precioso, eres mío una vez más y para siempre. The One Ring.mp3 Ahí estaba ella, tan hermosa como el día que la encontró entre la grasa fría del gordoputo elfo muerto..., día que ¿fue ayer? No, no, no fue ayer, pero ¿cuándo? Mirando el stash también se le viene a la mente bastantes cosas, es como si el tiempo se estuviera deformando de una forma brusca y la memoria se va hacia la oscuridad, los recuerdos se vuelven difusos. >Tabla ¿No había vendido este arco? ¿Entré aquí con un arco? Pregunta al tipo desnudo a un lado, el alzheimer estaba potente o simplemente el abismo anda jugando con la realidad y poniendo movidas en el cofre, uno no puede saber, puede que el arco ni siquiera fuera suyo. De todas formas procede a equiparse, tomando sus cosas junto a las de Manatí y la niña que todavía no tiene nombre, guarda todo en la mochila. Por alguna razón el tocar el Japai Malo le da como cierta paz, cosa que no le interrumpe hacer lo siguiente: >Tabla (Muchas gracias for dollaris, idiotas.) Con una sonrisa que delata ser descendiente de Sem toma los horos, esos 16 con 609 no porque se los vaya a quedar (tal vez), sino porque no confía nada en el negro puto ese que se pone a revisar el otro baúl. Siempre es mejor el mal conocido que el mal por conocer, no va a dejar la lana al aire mientras anda ese socio por las inmediaciones. Literalmente podría comprarse la ciudad cagada de arriba, pero si encuentra un cobre en el barro obvio que lo va a tomar aún así deba ensuciarse. Mientras aquello ocurría, Pupus también se viste porque ya andaba dando bastante pena con esas miserias; encuentra su túnica, luego su máscara que procedería a intercambiar por la bolsa con vómito, dándose en el acto uno de esos momentos de los que nadie pregunta nada y todos se hacen pendejos. Su rostro emana luz, una que no quema pero sí te baja la presión, también el color de piel de su cabeza tiene un parecido muy sospechoso con la de Hulk Hogan, y por consiguiente con la niña desmayada contra la pared. Su cara parece tallada por los dioses, rubio con ojos celestes y todo, un verdadero herbolario hyperboreo Chad. Esta visión y juego de luces no dura más que unos pocos segundos, volviendo a esa máscara eterna de trolo. <Tienes buenos pomulos Y hablando de trolo... >Tabla
[Expand Post]¿Vamos a hacer de cuenta como que todo esto nunca pasó una vez más? Está bien. La negra por su lado se hace las preguntas importantes, el Pupus es más de lo que parece a simple vista, parece ser más que un borracho que se gasta los cuartos en vino y vive en un cagadero, pero de momento esto se deja en segundo plano cuando lo primero es salir de aquí. Así es como el Pupus toma algunas movidas y se va al carajo. >Tabla ¿Qué hay en ese baúl? Su faja estaba segura, ahora solamente faltaba ese otro baúl en el que se encuentran un poco de merca, un poco de ídolos y toda la mierda de los otros personajes. ¿Cómo cargaba el gigante con tanta cosa? >Tabla ... ¡El palo del mago estaba intacto! ¿Qué estaba pasando en el abismo? Estaba jugando con su mente, jura con toda su oscura alma que el bastón lo rompió Manat en el combate contra el Chombo, sin embargo ahí estaba como si nada. >Tabla (Voy a perder la cabeza.) Oye, polilla amigo, estas cosas son de los otros... ¿Por qué el gigante necesitaría una armadura de cuero tan pequeña? También divisa el líquido sospechoso verde en frasco, algo que recuerda perfectamente, ¿pero a quién se lo dio? Otra vez habían lagunas extrañas en la mente. >Tabla Lo que sea. No puedo cargar todo esto en mi mochila y llevar a la niña, ayúdame y te pagaré; lleva el baúl hacia la otra habitación. No puede dejar que el negro se quede con nada que no sea suyo porque podría traer problemas internos y es mejor mantener a todos estos pendejos juntos hasta salir, y como ella conoce bien a los negros, le ofrece cosas brillantes. Por allí entraría el Gerardo, aunque antes hay asuntos más importantes. = = = = = = = = = Una tunda pidió y una tunda llevó tal como hacía su padre con él... Padre inexistente, aunque de vez en cuando imagina como sería su padre y su madre y por que carajos lo trajeron a este mundo que solamente le entrega dolor. Lo importante es que el cultista que ahora es literalmente un mueble estaba inconsciente después de semejante verguiza, así este no escuchando las palabras cool de la monja motorizada ni el acoso sexual del agarthense. >Manat ... Creo que está muerto. Había prometido no matarlo y ya lo mató, de paso importándole un culo. “El que a magia mata, a puño muere”, lástima que el Pupus gastó Fe en este tipo. La monja le escupe, esta vez por suerte el gargajo no cayendo en el Mamas, luego esta interactuando con el sacerdote y dejando al ario solo con sus movidas mentales y lo mencionado en el turno anterior que no recuerdo y me da paja volver a leer. = = = >implicando duro >Tabla ¡Hey, aquí están sus cosas! Tú y el mago. Cambiando un poco mucho los acontecimientos recientes, Tablón sale junto al negro, el cofre y la niña, avisando que el Hurr y el Gerardo muevan el culo y tomen sus mierdas, cosa que el último hace. Runas, merca, anillo, también recuerda que el Pupus le había regalado algo antes de entrar, sin embargo anda con tremendo cagazo y simplemente quiere irse de aquí, los refuerzos ya andan llegando, ni siquiera se da cuenta de la vara de la verdad reconstruida. >Gerardo ¿Había algo más en la habitación? >Tabla Mucho ajo y una maza extraña. >Gerardo Bien, las necesito. El mago amigo entonces se adentra en la oscura habitación, encuentra la movida y casi se muere en el acto; sus brazos de palillos apenas y pueden mover el bastón de chat. La cosa es que luego de más texto, Potis, el orco, Hola Demonio y Gerardo de Rivera se llevan la movida. >Gerardo Gracias, gracias. Creo que me va a salir una hernia. Otra movida que me salto, Tablón sigue a este grupo con la niña en brazos como en esa escena de la pasión de Cristo donde Lucifer anda por ahí con un enano que simula un bebé. Tabla también se quedó con la figura de homero en el baúl, después de todo su hermano y la niña la encontraron. = = = Hablando de hermano, teniendo en cuenta la total cobardía de sus compadres, se ajusta bien los huevos y camina hacia la profunda oscuridad de esa puerta que le llama como insecto hacia el fuego. <Emmm...Quizás, una cuerda o algo para evitar que te pierdas ahí dentro. Dudo que puedas ver donde queda la salida, ni siquiera sabemos que tan grande es la habitación... <¡Espera, deja que te atemos una cuerda o algo Hurr durr medio lo detiene y Eirim se agrega a esto, aunque él ya está decidido, observando con determinación en su único ojo. Cruza la mirada con el gigante amigo, luego con la monja muleta. >Manat La prudencia puede salvar, pero también puede destruir. Sigan adelante si no salgo pronto. Se le metió lo Barroco poeta, todo alucinado con un hacha adelante y un inconsciente detrás, se adentra en la oscuridad sin miedo, con valor, con instinto. Su cabeza que muy pocas veces hace sinapsis había llegado a la conclusión de que faltaba alguien en el grupo, no porque recuerde a ese alguien, sino por las lagunas mentales, y si no estaba por aquí el lugar oscuro es el más sospechoso, de ahí salieron los ahora cadáveres goblinos y el cultista. Los pasos se dan, todo se glichea. El espacio en la oscuridad se vuelve extraño, más extraño de lo que ya es, se siente lejano, no puede adentrarse. Cierra su ojo para evitar la ilusión de la vista, sigue paso a paso, la falta de sonido no lo altera. Después una falta de sonido absoluto, ni siquiera su respiración, cosa que le hace devolver su vista hacia un negro absoluto, ni siquiera puede observar su nariz o el hacha que lleva en su mano. >Manat ... No puede hablar, o si habla no puede escucharse. La sensación extraña en los pies se intensifica, no sabe si está caminando, su cabeza no lo puede comprender del todo cuando no tiene su vista para confirmar. Entonces la soledad. Un sentimiento único, "más allá" de lo que se considera una soledad estándar del hombre de a pie, no, era algo más profundo, demasiado ajeno y nuevo. A este punto es como si le hubieran arrancado la mitad, un fragmento minúsculo perdido en el infierno... o el paraíso. Un simple mono bailando en la palma del iluminado7. Aunque corra hacia los dedos, no puede salir de la palma infinita, aunque en este caso era una oscuridad absoluta y deprimente, deprimente porque los mortales están atados al ego y las sensaciones, a la ilusión; tiempo, amor, odio, muerte, vida, ego, etcétera. Camina, anda errante en la oscuridad, con su mente yendo de un lado a otro, aferrándose a los fragmentos de vidrio de sus recuerdos que abren venas con solo tocarlos, aquellos que no pudo salvar, la muerte y destrucción que deja a su paso como un huracán, la esperanza que se pierde... Nunca se recuerda lo bueno, demostrando una vez más que el peor enemigo es uno mismo, que los monstruos siempre están en el lugar del que no se puede correr, y ese lugar es la mente. Aún así Manat se aferra a esas esquirlas como si fueran palabra divina mientras todo desaparece en el infinito insonoro. ¿Miedo? El concepto es difuso. ¿Miedo a desaparecer? Ya no existe, esas memorias se disuelven en la nada absoluta. Sus sentidos se apagan como una vela dejada al viento. Su cuerpo otrora musculoso se disuelve. Las cadenas que lo atan ya no están. No hace frío, no hace calor, no hay hambre, no hay sed, no hay amor, no hay odio, no hay mundo. Una gota perdida uniéndose al mar. > (Oh Dios mío... Ya lo entiendo... Ya lo entiendo.)
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>>120157 Los mínimos retazos de consciencia despiertan espiritualmente antes de desaparecer. Si tuviera lagrimales estaría llorando. Este es Dios, lo que ellos conocen como Dios, el alfa y el omega, el principio, final e intermedio. De ahí salió y ahí volvió, libre, siendo de vuelta uno con todo y con nada, finito e infinito, solo que la falta de una consciencia hace difícil saber debido a que no eres, no existes. Liberado del mundo de la carne, mente y alma. Eventualmente, Manat Behram dejó de pensar. Pero si dejó de existir, dejó detrás el mundo de la ilusión, ¿por qué siente eso? Hay algo, hay alguien, alguien apenas perceptible y en pesar cual náufrago. ¿Aún no está preparado para despegarse? ¿Dios, todo y nada, todavía tiene un plan para él en el Maia? Ahí estaba, frágil y perdida, igual sin poder mezclarse, todavía manteniendo gotas impuras de la individualidad. Él aún no estaba preparado, ella todavía no estaba preparada, todavía les falta mucha ilusión para comprender, para ser y luego despegarse. Su no mano toca, toma como si esta fuera un perro mojado y arrastra su no existencia hacia la existencia. Eventualmente, Manat Behram existió. = = = La luz tenue golpea fuerte. Sonidos, un terrible olor a mierda, sangre y muerte. En su espalda un tipo inconsciente, en su mano un hacha y en la otra una niña de unos diez años. Todos los recuerdos golpean su cabeza con fuerza, mas no dolor. Manatí el iluminado, aunque se está armando terrible mierdál en el pasillo de más adelante, mantiene una expresión serena, despierta, como si supiera los secretos mismos del universo. Cualquiera habría tenido tremendo viaje de horror cósmico como la pendeja a su lado, pero no él. La mente occidental sin Kush de calidad no lo entendería. >Manat Todo lo que amamos y respetamos está amenazado por la posibilidad de su inexistencia. La realidad es solo un punto de vista. Tira al aire el sabio Manat del estanque. Posteriormente cae en cuenta de todo lo que lo rodea con más consciencia.
[Expand Post]<...¿Es-Es....Estas herida? <Ay no... <¿Esta con ustedes? Los otros que se quedaron en la habitación cagada reaccionan a la súbita aparición de la enana, y Manat, también estando en la habitación cagada, reacciona. Suelta a la niña y esta misma mano repleta de sangre seca por la pelea anterior le sacude el cabello, las rastas esas que por alguna razón son blancas. Quizás y la chica es en realidad una vieja de 80 años, de ahí la altura. >Manat Casi te olvidan, casi te olvidas. Por fin mi instinto de hermano mayor sirve para algo. Ella parecía más tocada que el ario porque estuvo como seis meses varios turnos en el shadow realm, además es mujer y no es de la casta Brahmin, por lo tanto no puede ascender. Techo de cristal espiritual, por algo anda detrás del archirey que es un falso profeta. = = = Cuatro idiotas llevan un palo de llamado, y fíjate y acontece que cuatro idiotas junto a los demás lejos de la habitación cagada son rameados por goblinos. La pared frente a ellos se hace cagada porque trajeron un ariete. El que vaya a reparar esto va a cobrar extra. >Gerardo ¡NOOOOOO! En el suelo y con sangre corriendo de su frente, grita porque su equipo de fútbol fue herido de gravedad. Godofredo, la elfina, el tipo ese de las garrapatos, todos. Por otro lado el Pupus se queda con una pierna rota pero se lo tanquea, no grita ni nada, andará haciendo memewing. Tabla acaba con una costilla rota por intentar defender a la pendeja, una vez más demostrando su humanidad muy en el fondo perdido, aunque lo único que se escucha es un chillido muy bajo por el dolor y la falta de aire. >Gerardo (¿Quién carajo es este?) Los hoplitas del tercermundo y negros verdes (obviamente un sinónimo) hacen aparición entre la cascada de polvo, y con ellos lo que parece ser su líder, un manco verde que habla como el culo. Después de un monólogo, las tropas avanzan, aunque por suerte andaba toda la ganga por aquí. <El tiempo se nos acabó, brazos de fideo Lo ponen de pie, el rengo pone de pie a Tabla. Los recuerdos de la pendeja 1 hacen aparición en la cabeza de todos y entonces pendeja 2 mágica hace aparición para salvar el día, dejando a todos sordos para luego crear un muro que empuja a los goblinos de regreso por donde vinieron >. Mamas también anda por ahí, con su mochila hombre inconsciente y hacha en la mano. <Hay que encontrar una salida antes de que lleguen más o encuentren una manera de pasar la barrera >Gerardo ¡EL ELEVADOR! ¡EL ELEVADOR! ¡RÁPIDO! Había una urgencia, no como el negro que se pone a mear el muro, un meado por el que debería ver a un profesional certificado, uno que no sea un farsante como el Gerardo. Tabla toma a la niña, se hace invisible y se mueve hacia el elevador sin importarle los heridos, tal vez el Putus, pero a ese seguro lo ayudan porque es el primer healer. Manat por su lado ayuda con los heridos en silencio, transportando primero al artista gay. >Gerardo Kersh, hay que enderezar esas barras. Y tú niña, trae al esqueleto, ese se va con nosotros. Comanda al ogrohumano y a Eirim mientras se limpia la sangre de la frente, el primero para que arregle el elevador y la segunda para que traiga al Skeletor del que todos se olvidaron. Manat también echaría un cable en el elevador con su fuerza hercúlea, golpeando las barras dobladas con el dorso de su hacha. Manat >t1 ¿Llevar heridos? >t2 Reparar elevador Fuerza 1d20 = 13 1d20 = 20 1d20 = 18 >t3 Reparar elevador Fuerza 1d20 = 12 1d20 = 5 1d20 = 14 Idk, estoy más perdido que Willy Wonka en el día del padre. Tabla no hace un carajo en el turno, Manat hace lo mencionado y Gerardo ayuda como puede a los heridos y supongo que intenta accionar el elevador, no idea si necesito dados. Comprender/accionar elevador (?) 1d20 = 11 = = = = = = = = = >no estaria de mas que el gerardo tire unos relampagos por la zona de meados de Wes antes de irse El Gerardo todavía anda macumbiado, es demasiado tonto listo para quitársela o eso le dijo Shrek. >que el manat se mande unos warstomps para stunearlos o tirarles el techo encima Estaba pensando eso último. Si las cosas se van de madres sacrifico mi carta a Manat y a la mierda. No creo que pueda causar un derrumbe en un lugar específico sin que toda la fachada se venga abajo y mate a todos los que estén cerca kek >>119910 Guardado, kek >>120061 Guardados. Dejen de presumir su arte que yo no sé dibujar, me olvidé. >Aunque no sé por cuanto tiempo pueda estar presente Intentaré estar más presente entonces. >>119911 Pupus es Ralsei en esta historia. Y bueno, ya me voy al carajo que son las nueve de la mañana y empecé a escribir a las dos. Perdón cualquier falta que se me haya pasado.
>>120157 >>120158 No me puedo creer que escribir esto me haya costado tanto, la puta madre.
>>119887 >>120060 >>120157 >>120158 Disculpen la demora, estuve sumamente ocupado -El pulso de la tierra se dejaba sentir incluso en las entrañas más profundas del abismo. A medida que se descendía a los confines de aquella mazmorra, más nítido se volvía ese rumor antiguo: un murmullo sordo que hablaba de la piedra desgarrándose bajo su propio peso, del mundo entero exhalando su fatiga a través de grietas invisibles. El aire, cargado de humedad, hacía que cada gota de agua que resbalaba por las paredes resonara como si marcara un compás lento y ominoso, un eco que se extendía en la penumbra y parecía diluirse sin llegar nunca a morir. Allí, donde el tiempo se confundía con la roca, la inminencia del caos era tan evidente como inevitable, y sin embargo, como ocurre con las tormentas que aún no descargan, una calma extraña y casi solemne impregnaba la atmósfera. -La figura de la monjita, perdida en aquella penumbra, encontró su momento de desprecio kek. El cultista todo descuartizado y sin extremidades igual que un bebe de lego, ahora inconsciente o tal vez ya cadáver por la crudeza de las torturas sufridas, había ignorado completamente el diálogo 100/100 de fallout Nev Vegas que se largó la monjita, ya que los sordos y muertos no oyen, así que ella lo escupió. El escupitajo voló en un arco corto y quebró el silencio con un sonido húmedo al estrellarse contra su frente. La saliva descendió con lentitud, marcando un sendero viscoso por entre los pliegues de su rostro inmóvil, hasta perderse en la sombra de su mandíbula, un puto asco. -Mientras tanto, el semigigante se dirigió hacia la criatura encadenada, esa masa informe, mitad humanoide y mitad babosa, cuya piel exudaba un brillo enfermizo bajo la tenue penumbra. Más adelante, el Ario de Manat se internó en lo desconocido, un umbral que no era puerta ni pasaje, sino un vacío devorador, un agujero de tinieblas tan absolutas que parecían carecer de principio o final. No lejos de allí, el Polilla, el Pupus y Tabla, acompañados por la niña demonio, se sumergieron en otra estancia, aquella donde reposaban los objetos incautados, y el corredor quedó entonces en un silencio roto solo por la respiración de los que permanecían. Eirim aguardó en ese pasillo que había sido su prisión, acompañado por Gerardo y sus dos nuevos amigos, que era ese Congolombianito anoréxico, y la chica gato con pelos en la pucha. -En ese breve intervalo, el tiempo pareció trastocarse. Aunque lo que sucedió no pudo durar más de cinco o seis minutos (lo que tardó Hurr en liberar a la criatura viscosa de sus ataduras, lo que demoraron los otros en recuperar lo perdido, o lo que resistió Manat en la negrura sin forma), para ti se sintió más largo, como si la mazmorra misma estirara los instantes, engrosándolos con una pesada densidad. Hubo un destello repentino, un resplandor que se filtró por la rendija de la puerta de la sala de los objetos, iluminando el pasillo con un resquicio de claridad casi profana, antes de apagarse con la misma rapidez con que había surgido. Y tras un rato, los demás regresaron. Hurr acompañado de la criatura informe, Tabla y el Polilla cargando consigo lo recuperado, Pupus, ahora vestido, con su máscara devuelta y el gesto de quien devuelve lo ajeno, colocándote en las manos lo que era tuyo. -Por último, Manat emergió. No caminó ni avanzó, fue escupido por el agujero de sombras, arrojado hacia afuera como un desecho no deseado por aquella negrura. Apenas su cuerpo cruzó el umbral, el vacío se cerró con violencia, borrándose de la existencia con la indiferencia de un espejismo. Había desaparecido como esas cosas que solo parecen reales mientras se observan, pero que dejan de ser al apartar la mirada. Y, sin embargo, cuando tus ojos volvieron al pasillo, alguien más estaba allí. -Misella. -La presencia era tan tangible como los recuerdos que, al verla, regresaron a ti con la crudeza de algo que nunca debió olvidarse. Y también el puto asco de tener una macumbera que probablemente se coge gallinas y destripa ranas para rezarle al santo chamuco, pero por ahora se lo perdonarías. -Y hablando de Misella. -Exististe. -El frío de la losa bajo tu cuerpo se desliza en tu piel como un filo muerto, y aun así lo sientes cálido frente al recuerdo inmediato de la nada. La piedra húmeda arde en contraste con el vacío donde no hay carne ni hueso, donde no hubo latido ni aliento. Ahora, el simple contacto con el mundo es un estremecimiento absoluto: la luz, tenue y débil, se quiebra en destellos multiplicados, un millar de chispas en comparación con aquella negrura que no era sombra, sino inexistencia pura. Respiras. El aire, húmedo, pesado, estancado y mohoso se adentra en tus pulmones y lo sientes como si fuese el primer aire que jamás alguien aspiró. Y escuchas, con nitidez imposible, tus propios sentimientos, resonando en tu pecho como un tambor lejano. -Pero sobre todo, sientes. Sientes todo lo que jamás pudiste sentir cuando no estabas. La soledad te embiste como una ola helada, el abandono se posa en tu lengua como ceniza amarga, el olvido se cuela como espinas en tu memoria, y la inexistencia… esa cárcel sin paredes, sin silencio, sin siquiera un tiempo en que perderse... ahora regresa y te golpea como un cañonazo directo al corazón. Es como un niño que, tras el aturdimiento del shock, despierta de pronto a la conciencia del horror. Y tú despiertas, como si tu ser fuese arrancado a la fuerza de un abismo que no conoce regreso. -Cuando abres los ojos, ya no estás sola. Ahí está tu hermano Hurr, y los demás, como si jamás hubieras partido. Como si todo lo que viviste (como lo que no viviste) hubiese sido un sueño espeso, apenas un mal espejismo. Pero tú sabes que fue real, demasiado real. Las figuras, los sonidos, los vacíos, los sentimientos, los segundos que se multiplicaron en eternidades.... todo se condensa ahora en tu interior como un grito contenido. Y reaccionas de la única forma en que el cuerpo sabe hacerlo ante la avalancha de la existencia: instintivamente. Los recién nacidos lloran porque el mundo los hiere con su exceso de estímulos. Tú, en cambio, rezas, porque el rezo es lo único que queda en tu memoria cuando el dolor es inconmensurable. -Tus manos tiemblan, se unen en un gesto que se clava más en la carne que en la fe. No ruegas, no suplicas, ni siquiera agradeces, simplemente, rezas, como quien quiere sentir que alguien, en algún lugar, escucha ese murmullo. Quizá lo haces para no sentirte tan sola, quizá porque no sabes qué otra cosa hacer, tu sabrás. ... -Pero entonces lo percibes. Un hueco profundo, instalado en lo más íntimo de tu pecho, una ausencia tan punzante que se confunde con dolor. Es un vacío conocido, como ese instante en que bajas del transporte y, al palparte los bolsillos, descubres que tu celular no está, que falta, que no existe allí donde siempre había estado. Esa incomodidad visceral, esa desesperación muda que se enciende en el estómago. Tú lo sientes ahora, pero elevado a un nivel imposible de soportar. -Tú horas, murmuras oraciones, etc, pero por primera vez, nadie responde. Ninguna vibración invisible, ningún eco sutil que devuelva tus plegarias. Y es entonces cuando la certeza se abre paso como un cuchillo, no lo habías notado al principio, cegada por el torrente de estímulos, pero ahora lo sabes. -No sientes al Archi Rey Generalísimo Demonio. -Y no se trata de un silencio ritual, de un contrato bloqueado, de una cadena momentáneamente anulada. No. Es más abismal que eso. Es como si nunca hubiera estado allí. Como si el pacto jamás hubiera sido firmado. Como si la voz que ataba tu existencia a la suya hubiese decidido desvanecerse, borrando todo rastro de sí misma. -El.... ¿Te abandonó? No puede ser... ¿Te rechazo? ¿O acaso lo que regresó al mundo no es exactamente lo mismo que partió? <ARGD no responde...... No está contigo. Ya no posees ningún poder de su fuente, no te escucha. Pero al menos aún tienes esa mano podrida tuya con Pus (Resurrección) (mientras tanto, antes de eso, y al mismo tiempo en la sala de los cofres).
[Expand Post]-Entre el requecheo, recuperar objetos, oros y faja, te percatas de incoherencias, cosas que están, pero no deberían estar ¿o sí?, y al intentar pensar en ellas, también te percatas del tiempo ocurrido, segundos son días, meses son minutos, la neblina mental ataca como a vieja en geriátrico, y también al Putus. Este al escuchar a Tabla, la mira confundido, al punto de agarrarse la frente con su mano mientras su mirada se queda fija en una esquina, como cuando intentas recordar si trancaste o no la puerta. Después mira los objetos que recuperaste, como si buscara una respuesta, pero al contrario, esto le causo aún más dudas y desconcierto. <Pupus "Yo.... no recuerdo" "Pero ¿creo que si?" "...." "Mierda ahora me duele la cabeza" -Queda un rato en silencio, como alguien que se percata de algo que no estuvo consiente de su ambiente por un tiempo. >Putus "Si te soy sincero, ya deje de prestarle atención a lo que ocurre" "Este lugar es como un agujero de conejo, me marea" "Aparecen, desaparecen cosas, tengo un dolor en la nuca, diciéndome que hasta desapareció alguien de nosotros" "pero, supongo que los objetos nunca son reales" "si no un resto estructural de la falta" -Se tira eso sin contexto, cuando encuentra su ropa ocurre el evento de la luz, que nadie va a nombrar y todo asumen que es algo más del montón, porque no estamos en momento de estas preguntas, solo de escapar de esta prisión kek, Solo el polillonn sabe que si quiere drogarse con luz, ahora tiene una fuente de la cual conseguir. = = = -Y con una explosión, el caos terminó de irrumpir. -El estruendo fue seco, absoluto, un desgarrón en las entrañas de la mazmorra. Gerardo lo vio todo en primera plana, sin filtros, como si el destino hubiera querido que contemplara cómo se desmoronaba cada intento de salvación que había construido con tanto esfuerzo. Los pocos que logró liberar, aquellos prisioneros que apenas respiraban tras el cautiverio, fueron arrojados de nuevo al suelo por la violencia de la metralla de piedra, igual que él. El impacto lo dejó tambaleante en su propia carne: un zumbido seco lo envolvió, y la realidad se quebró en ecos borrosos, como cuando una granada estalla demasiado cerca y el mundo se reduce a un parpadeo blanco y un pitido insoportable. Las voces se deformaron, las formas se multiplicaron, todo se volvió lento, distante, como un recuerdo deshilachado. La realidad misma vibraba, dejando tras de sí un silencio abismal que no era silencio, sino el retumbar apagado de un mundo en agonía. -Los que habían sufrido demasiado en las celdas intentaban incorporarse, apenas sombras torcidas en el polvo, sus cuerpos marcados por cortes, huesos astillados y la resignación de quien sabe que lo inevitable ya ha llegado. El ejército goblin avanzaba en su formación de hierro, y en esos corazones quebrados, la certeza de que serían desmembrados como ofrenda a la violencia ya era un hecho consumado. Pero entonces, un grito desgarró la mazmorra. 1/?
>>120617 -El alarido de Eirim. Su voz estalló como una tormenta aguda, como una banshee condenando a todos los presentes a sentir su dolor. -No fue un grito humano. Fue un chillido desgarrador, agudo como el filo de mil cuchillas raspando contra piedra, chirriante como un vidrio quebrándose en los oídos. El sonido reverberó en los escombros, recorrió las rejas del elevador dorado y se expandió como un torrente insoportable. Todo aquel que lo escuchó, se llevó las manos a la cabeza por reflejo, buscando ahogar esa violencia sonora. Los goblins, con sus grandes orejas hechas para el murmullo de túneles y cavernas, fueron los más afectados: se doblaron, gimieron, cayeron sobre sus rodillas, tapándose los costados de la cabeza en una coreografía de sufrimiento colectivo. -En ese resquicio de distracción, en esa grieta breve entre el terror y la acción, Eirim se aferró a su fe. Sus rezos ardieron en el aire, y ante ella se levantó un muro de luz, un resplandor sólido, una muralla sagrada que dividía el pasillo en dos mundos. De un lado, la marea goblin; del otro, los pocos que aún resistían arrinconados junto al ascensor dorado. La claridad hiriente del escudo era un contraste grotesco con la penumbra mohosas de la mazmorra, como un rayo clavado en medio de un cementerio. -Pero el ejército, disciplinado como un enjambre de hormigas, pronto se recompuso. El dolor se volvió furia. En perfecta sincronía, lanzas y espadas golpearon contra el muro de luz. No era la fuerza de un golpe lo que importaba, sino la suma de todos, una marea de acero oxidado embistiendo en un mismo compás. Cada impacto reverberaba en la muralla, expandiéndose en ondas que hacían vibrar los huesos de quienes se encontraban detrás. El estrépito metálico llenaba el pasillo, un retumbar uniforme que recordaba a un tambor de guerra sin melodía, sin alma. El muro no mostraba grietas, pero el ruido, la presión, el temblor, transmitían desconfianza, como si aquello no pudiera resistir para siempre. -Entonces, sin aviso ni lógica alguna, el Polillon camino y si se paro frente al ejercito de goblins. Como si el mismísimo universo lo hubiera arrojado ahí, se plantó justo contra el escudo de luz, separado de la horda como una bestia enjaulada en un zoológico. Pero esta vez, la bestia era consciente de su condición... y la disfrutaba. Con la indiferencia de quien mastica un tentempié, Polilla devoraba el brazo de goblin arrancado, los tendones colgando como cuerdas húmedas que chasqueaban entre sus dientes. Y mientras masticaba, como si de repente se aburriera de la solemnidad de la situación, comenzó a orinar. No un hilo discreto, no un charco vergonzante, sino un chorro brutal, desmedido, con la presión de una manguera de bomberos desatada. -El líquido golpeó la superficie del muro sagrado con un chisporroteo repugnante, salpicando en todas direcciones. Los goblins, al otro lado, lo presenciaban con los ojos amarillos muy abiertos, obligados a mirar el acto de burla más primitivo y humillante posible. La orina, lejos de ser normal, era un brebaje infernal, espesa, de un ámbar oscuro cercano a la brea, arrastrando consigo coágulos, pus y diminutas piedras de vejiga que repiqueteaban contra el escudo como granizo de carne. El hedor que se desprendió era indescriptible, como cloaca podrida mezclada con hierro oxidado. -Y entonces, lo imposible ocurrió: el chorro traspasó el escudo de luz. Como si la divinidad misma se negara a contener tal blasfemia, el muro dejó pasar aquella cascada repugnante, y de pronto, toda la primera línea de goblins se vio empapada. Sus cascos y escudos chorreaban con la pestilencia, y algunos incluso tragaron sin querer aquella mezcla al gritar, escupiendo entre arcadas. Pero la marea no se detuvo ahí: el rocío alcanzó también al propio Polilla y a algunos de los tuyos, salpicando los pies, pecho y hasta el rostro de quien tuvo la mala fortuna de estar demasiado cerca. -El silencio que quedó tras el chorro fue espeso, pegajoso, cargado de una indignidad indescriptible. Y como era de esperarse, la consecuencia fue inmediata. La horda de goblins estalló en furia. Un rugido colectivo emergió de sus gargantas como si compartieran una sola rabia ancestral. La disciplina opresiva de su formación no se rompió, pero la violencia de sus golpes contra el muro se multiplicó con un frenesí inhumano. El escudo tembló, retumbó, y cada impacto ahora llevaba no solo la fuerza de la guerra, sino la humillación de ser bañados por la vejiga más podrida de la creación. -Gerardo, ordenó correr hacia el ascensor. Pero había un problema: los barrotes de oro habían cedido y deformados al impacto de la explosión. El marco estaba torcido, hundido como la mandíbula rota de un cadáver, los barrotes doblados impedían la entrada, un obstáculo cruel entre la vida y la muerte. El tiempo se deshacía como agua entre los dedos, y cada golpe contra el escudo era una sentencia más cercana. Manat avanzó sin pensarlo, tomó su hacha con furia y empezó a forzar los barrotes. Su fuerza descargándose contra el metal con hachazos y embates que retumbaban con un sonido sordo. Cada golpe retumbaba como si la mazmorra entera se estremeciera. Y entonces, con un estruendo seco, el mango de su hacha se partió en su propia mano, astillas volando, la hoja girando en el aire hasta rebotar contra la piedra y caer inerte. El eco del quiebre sonó como un mal presagio. -El ogro, sin perder tiempo, se adelantó. Sus manos desnudas rodearon los barrotes doblados, y con sus gruesos dedos y fuerza bruta, los enderezo sin esfuerzo, acompañados de un crujir metálico que dolía en los dientes al escucharlo. A su fuerza descomunal no le costó demasiado lo que para otros hubiese sido imposible, y poco a poco, la entrada quedó abierta. Gerardo fue el primero en entrar, seguido por Tabla que cargaba a la niña demonio. -Dentro, la sensación amarga fue inmediata. El elevador, diseñado como una jaula de carga, era espacioso, sí, pero no lo suficiente. Con el tamaño de Hurr (que apenas cabía) Ya el espacio se sentía reducido, la Babosa tambien era tan grande como este, y las pertenencias recuperadas ocupaban un lugar insalvable. Y el ogro de Kersh, directamente no podría pasar por el marco, Aun si lo intentara, no habría lugar para todos. No todos bajarian. -Las runas que adornaban el interior del elevador, grabadas en los barrotes como cicatrices brillantes, parecían pulsar con un lenguaje incomprensible. Y aunque no entendías su significado, sabías que al tocarlas, o mejor dicho intuías sin comprenderlo del todo, que al recorrerlas con tu mano, el elevador obedecería y descendería. No hacia arriba, no hacia la salvación, sino más profundo aún, en dirección incierta. -Mientras tanto, el escudo de luz comenzaba a agrietarse. No habia mucho tiempo, cada golpe resonaba con mayor fuerza, vibraba y se agrietaba mas y mas con un tono más grave, casi se sentía como si las murallas mismas de la mazmorra estuvieran a punto de quebrarse. Pero mientras esto ocurria Eirim fue con Pupus, que aún yacía con la pierna toda pateada por el pedrolo. Ella rezó, y sus manos brillaron con un fulgor cálido, y el resplandor envolvió la pierna destrozada del Caius. -El hueso crujió al recomponerse, la piel se estiró, el cartílago se soldó con una lentitud dolorosa. Al final la herida cauterizo, no estaba curado del todo, pero podía caminar, y cuando pudo apoyar la pierna, aunque no perfecta, sí lo bastante firme, soltó un suspiro entrecortado. Tras un rato de silencio, se voltea a Eirim, y sin contexto, pero aliviado, posó su mano sobre la cabeza de la niña, un pat pat. >Pupus “Gracias, niña.” “....." “Pero ahora ve al elevador.... esto no va a resistir mucho más.” -Los reos de Gerardo (o quizá sería más justo llamarlos los condenados que él intentó rescatar) recogían a manotazos los fragmentos de piedra que todavía rodaban por el suelo. Con desesperación los lanzaban contra la horda, como si fueran la barra braba del Cerro FC. Las piedras pasaban entre los huecos del muro de escudos y golpeaban con crujidos secos los cascos abollados de los goblins. Algunos tambaleaban, otros alzaban las manos por reflejo, apenas un respiro en medio de la marea metálica que avanzaba. -En un rincón, Hrrriiik se arrodillaba sobre el suelo cubierto de polvo y sangre, acunando los cuerpos deformes de sus garrapatas muertas, que habían muerto protegiéndolo del impacto de los escombros. Sus brazos temblaban, su cuerpo se sacudía con sollozos entrecortados, lágrimas espesas corrían por sus mejillas como lodo brillante en la penumbra. Frente a él, el artista rubio, ese despojo marcado por la ictericia, sostenía un hierro torcido como si fuese un cetro de teatro. Sus labios moviéndose rápido, decía algo a Kersh mientras el caos se deshacía a su alrededor. -El Pupus, alzó sus plegarias, y una nueva ola de luz brotó de sus manos. El primer escudo de Eirim se disipó, pero en su lugar otro lo reemplazó, un muro de resplandor que volvió a separar a la marea goblin de los supervivientes. El aire chisporroteaba con esa energía sagrada, que no era más que tiempo prestado. -Manat cargaba con los heridos uno por uno hacia el ascensor. Levantó al rubio como si no pesara más que un pliego de papel. Cuando lo dejó cerca de Gerardo, sus miradas se encontraron. Esos ojos ciegos, que habían contemplado alguna vez la belleza de un mundo que ya no veía, Ojos de un artista que ve la belleza a pesar de no ver mas la vida, brillaban con una calma dolorosa. No hacía falta hablar, el con su cuerpo lo sentia, espacio reducido del ascensor ya había dictado sentencia. El rubio rompió el silencio con una voz quebrada, pero firme como quien ensaya las últimas líneas de una obra: >ictericia "Mírame"
[Expand Post] "…" "Nosotros ya estábamos muertos antes de que nos rescataras de nuestras cadenas." "Nos diste esperanza. No nos dejaste morir solos, y eso vale más que todo." -Su voz vibraba como un violín desafinado, pero cada palabra tenía fuerza. >ictericia "Por eso... Vive. Y vivan por los que ya no pudieron." -Hubo un instante de duda, un vacío. Después, la frase final. >ictericia "No." "Sé creativo... Observa, siente y expresa" "Haz arte, por los que ya no pueden. -El rubio inclinó el torso en una reverencia lenta, como un actor despidiéndose del público en un escenario vacío. Sus dedos rozaron las runas grabadas en el dorado del ascensor, activando su mecanismo. En ese mismo momento, la mano inmensa y verde del ogro lo arrancó del interior y, con un movimiento brutal, empujó a los que quedaban fuera (ustedes), obligándolos a entrar. El rubio, los otros reos, el ogro mismo quedaron atrás. -El marco del ascensor crujió con un sonido de hierro vivo, y los barrotes dorados se cerraron como los huesos de una jaula, atrapándolos a todos en el interior. Desde dentro, podían ver todavía cómo el segundo escudo de luz vibraba bajo los impactos, resquebrajándose como un vidrio demasiado tenso. -Y entonces estalló. El muro de fe se desintegró en una explosión de chispas, y la marea goblin entró como cuchillas en carne blanda. Las lanzas atravesaron sin misericordia los cuerpos débiles de los prisioneros. Gritos secos, huesos quebrándose, el olor metálico de la sangre alzándose como un humo invisible. Pero el ogro no se detuvo: blandió su garrote de hierro y pronunció palabras inhumanas, runas rotas que se entrelazaron en el aire. Los reos, aun sangrando, fueron envueltos en destellos oscuros: sus cuerpos recuperaban fuerza, cerraban sus heridas a medias, y se lanzaban de nuevo contra el enemigo. El choque fue desigual, desesperado, pero no completamente en vano. 2/?
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>>120618 -Y en ese escenario de hierro y carne, Hrrriiik se alzó de rodillas. Su rostro estaba marcado por lágrimas, sus labios aún temblaban, pero de su garganta surgió una carcajada rota, cortada, que se transformó en un alarido desgarrador. No fue un grito de furia, ni siquiera de venganza: fue el grito de un padre que llora a sus hijos, un sonido saturado de amor y pérdida. La mazmorra entera tembló con él, más fuerte que la voz de Eirim, más hondo que cualquier rugido. -Los goblins se detuvieron, confundidos, volteando hacia todos lados. El silencio se volvió espeso, y el suelo vibró con una nueva presencia. Desde cada esquina, cada grieta, cada sombra del pasillo, comenzaron a brotar cientos de formas oscuras y repulsivas: Garrapatros, sus cuerpos hinchados y redondos, repletos de sangre, moviéndose en oleadas. El suelo se cubrió de aquella textura nauseabunda, un crujido húmedo como de costras abiertas. -Fue justo en ese instante cuando el ascensor comenzó a descender. Lento, como un ataúd bajado a la tierra, chirriando en su descenso. Desde dentro, apenas alcanzaban a ver lo que ocurría arriba. A través de los barrotes, las luces parpadeaban entre cuerpos, armas y zarpazos. El ogro lanzaba goblins por los aires con cada embestida, su garrote quebrando armaduras como si fueran huesos secos. Los reos, revitalizados por la magia, resistían con ferocidad inesperada, esquivando lanzas, devolviendo golpes con piedras, cuchillos, o con las mismas manos ensangrentadas. -Y en medio de todos ellos, la marea oscura de garrapatas se abalanzaba sobre los goblins, trepando por sus piernas, mordiéndolos con fauces diminutas, arrancando trozos de carne. Los chillidos de los goblins se mezclaban con el crujir de los insectos, con el estrépito del hierro, con el rugido del ogro y el beat box maniatico ultra violento de Godofredo. -El ascensor seguía bajando, y la penumbra se espesaba más con cada palmo. Pronto solo quedaron destellos, sombras deformes en la distancia, choques metálicos que retumbaban como un eco lejano. Luego, únicamente gritos, y después, nada más que un murmullo apagado. -La oscuridad se tragó todo. 3/?
>>120619 -El elevador no se movía con la brusquedad de una máquina, sino con la cadencia lenta y solemne de un féretro descendiendo a tierra. No había luz, no había referencia visual alguna: solo el murmullo de las respiraciones, los pequeños roces de la ropa contra los barrotes dorados, y ese sonido sordo, metálico, como de cadenas o engranajes en lo profundo. -El vacío era tan absoluto que cada uno sentía el propio cuerpo como un obstáculo. El silencio, pesado, parecía un líquido denso que se colaba por la garganta y pesaba sobre el pecho. Nadie podía estar seguro de cuánto tiempo había pasado. Podían ser minutos, podían ser horas. Solo el fluir lento y constante hacia abajo, la sensación de que las entrañas se hundían un poco más con cada palmo de descenso. -Quince minutos. Veinticinco, quizá. El tiempo había dejado de tener significado, reemplazado por esa repetición inmutable. El crujido distante, el leve zumbido vibrando en los huesos, el vacío total de la oscuridad. -Y entonces, sin aviso, la negrura cambió. Una pálida claridad empezó a filtrarse desde abajo, primero como un resplandor difuso que apenas delineaba las siluetas encorvadas de los cuerpos en el ascensor. Después se volvió más definido, hasta que se reveló lo imposible. El suelo mismo comenzaba a desvanecerse. El elevador traspasaba la roca como si fuera humo, atravesando lo que antes parecía un límite impenetrable. -Y de pronto, el mundo se abrió. -El aire cambió primero. Húmedo, cargado de un aroma verde y turbio, con ese olor penetrante del agua estancada, de musgos y resinas. Luego, los ojos pudieron ver. El vacío era colosal: bajo sus pies, a una altura tan absurda que mareaba, se extendía un mar de nubes de lluvia, grises y pesadas, agitándose lentamente como un océano vivo. Desde el techo por donde descendían (un techo que ahora parecía un firmamento invertido) se abrían enormes grietas y cavidades. De ellas colgaban lianas gruesas como columnas, arraigadas a la piedra antigua y descendiendo miles de metros hasta perderse en la niebla y el agua. Eran como órganos gigantescos de un cuerpo vegetal que respiraba entre mundos. -A través de las aberturas en la roca, se veían otros ascensores dorados bajando a su vez, como cápsulas brillantes que descendían en silencio hacia ese nuevo abismo. -El ascensor penetró la masa nubosa, y por un instante todo fue bruma. Gotas finas empapaban la piel, el cabello, los labios. El sonido del agua golpeando contra la estructura dorada retumbaba como un tambor. Y entonces, al emerger por debajo de las nubes, el paisaje se reveló en toda su magnitud. Este piso no parecía como los anteriores, que eran un laberinto de Mazmorra, con muchas paredes, y un techo apenas alto como 8 metros o mas, era distinto... -Era un pantano, una sienaga. Pero no uno común. Era un bioma monstruoso, un pantano de dimensiones míticas, extendiéndose hasta donde alcanzaba la vista. Árboles colosales, de troncos húmedos y oscuros, se alzaban como torres petrificadas, cubiertos de líquenes y raíces que se retorcían como serpientes. El suelo era casi inexistente: charcas, riachuelos y extensiones de agua negra se entrelazaban, separadas solo por islas de barro y vegetación. Un bosque fósil en movimiento, como si hubieran abierto los ojos dentro del mismísimo Carbonífero. -Tambien, notaron algo... -Hacia un rincón, apenas en un cuarto de todo ese océano pantanoso, pequeños puntos humanos se arrastraban entre las aguas y raíces. A simple vista parecían aventureros como ustedes, pero había algo roto en ellos: caminaban torpemente, desorientados, con movimientos erráticos, como marionetas sueltas, siguiendo un espejismo invisible que los mantenía confinados en aquel sector. Ninguno parecía alzar la mirada, ninguno parecía ver más allá de sí mismo. -Más lejos, hacia otra dirección, se erguía la silueta de una ciudad abandonada. O lo que quedaba de ella. Torres cubiertas de enredaderas, muros de piedra derrumbados bajo capas de musgo, pasillos ahora ocupados por raíces gruesas como brazos. Era un reino vegetal creciendo sobre las ruinas, un lugar devorado por la selva y olvidado por cualquier dios. -El ascensor seguía bajando, lento, solemne, hasta que la superficie del pantano estuvo ya apenas a unos metros. El agua bajo ustedes reflejaba la luz difusa de los hongos que crecían en troncos lejanos, destellos verdosos que se confundían con el movimiento de insectos alados del tamaño de cuervos. Cuando la plataforma tocó tierra firme, no fue un golpe, sino un suave aterrizaje en una pequeña isla de barro y raíces que emergía entre las aguas. -Las varillas doradas se deslizaron hacia abajo con un suspiro metálico, y entonces se escuchó un sonido tan ridículamente mundano, tan fuera de lugar en esa solemnidad. “Ping.” -La puerta del ascensor se abrió, y el mundo del Pantano los envolvió. -El suelo era blando, saturado de agua, cubierto de helechos que les llegaban a la cintura. Plantas gigantes, de hojas palmeadas y tallos fibrosos, se alzaban a los lados como muros vivientes. Mosquitos enormes, con alas translúcidas y zumbidos tan graves que vibraban en el pecho, revoloteaban entre charcas de agua lodosa. Desde la distancia, el croar de criaturas invisibles retumbaba como tambores huecos. El aire era sofocante, una mezcla de humedad, dulzor vegetal y la podredumbre inevitable de la vida en exceso. -No había muros, no había techos de mazmorra. Solo un pantano colosal, antiguo y vivo, esperándolos como si fueran intrusos diminutos en un ecosistema mucho más vasto que su propia comprensión. -Tienen hambre. https://youtu.be/ssMoTRDbkWg?si=Bh5xW4ZmIkNhCy3p 4/4

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>>120620 >>120619 >>120618 >>120617 >>119892 >>120158 >>120157 >>120060 >Wes preterito Saquear tumbas lo hace conseguir la loteria!. Se agarra la espada echa pico y se mete la cota de malla destrozada, se guarda el libro en las nalgas, sabria matematicas y economia pero no leer, a lo mejor podia venderlo a algun lado, y se pone la llave al cuello porque todos saben que estas viene con cuerdita. Ve el cadaver, y se lleva un femur, a lo mejor seguia teniendo tuetano para comer después 1d20 = 16 1d20 = 13 ... >Wes presentoso De nuevo en el galpon donde esta a guardada toda la mierda, ya saqueo el cadaver asi que ahora no se queda con ni un peso porque la negra tenia un nivel de negrismo superior al suyo y no la deja robarse nada. Tambien tiene discusiones filosóficas sobre la nada y lo nada con el compadre de bonitos ojos, pero el polillas carece de contexto asi que no le da importancia. >¿Vamos a hacer de cuenta como que todo esto nunca pasó una vez más? "¿Que la que cosa de que?" Ahora se hace el boludo, tal vez lo era o solo queria joder >Oye, polilla amigo (...) ¿Por qué el gigante necesitaría una armadura de cuero tan pequeña? "Para la entrepierna, esa es una zona mucho mas vulnerable para razas tan grandes" En resumen, asume que el Hurr debe de cargar tremendo culebron entre las piernas, no homo claro. Todavia no podia flashear confianza, pero la negra le lanza el bait para meterlo en el sistema judeo-capitalista en donde se intercambia labor manual por una moneda se cambio "Me anoto" Levanta el cofre y lo lleva a la otra habitacion supongo que para eso no se necesitan dados, kek .... >Eirim "¿Que?" Miro hacia atras y vio una luz rara salir del otro cuarto con el loot, pero no le da importancia, estaba con otra cosa. El manat se puteo muy duro al cultista, o tal vez el pendejo se queria hacer el dormido para evitar que lo jodan, ve como su escupitajo le baja por toda la cara hasta la boca "Puerco" Cuando ella fue la que lo escupio, tipica hipocresia cristiana >Creo que está muerto Puede que el ario-amigo se haya pasado de rosca y le diera daño cerebral, la monja niega con la cabeza "Lo dudo, si antes estaba hablando contigo, entonces no perdio la suficiente sangre u oxigeno como para tener daño cerebral, nada mas estara inconsciente, aunque ojala se ahoge" En su saliva, claro Después es que el manatie se adentra en el oscuro ignorando toda advertencia y casi como entra, sale expulsado como si la oscuridad misma lo hubiera cagado, trayendo de extra a Misella que se veia muy patoteada como para reaccionar "¿Hola?" La monja se acerca y le pasa la mano al frente para que reaccione y si fuera menos maricona se reiria si se entera que perdio su patron demoniaco kek "...bueno" Tampoco se iba a quejar si salio con secuelas y ahora necesitaba ayuda para bañarse, no era su problema ...
[Expand Post]Todo se va a la mierda, mas mierda una vez llegan los goblinos, la monja pega su grito capaz de exorcizar almas por la potente vibracion que desgarra espiritus y la pared de la caverna. Hace tiempo con un escudo y se pone manos a la obra para curar al putus que pueda caminar. Todos se llevan su mierda, sus babosas, sus armas y su loot, mientras que el Wes gasta el tiempo meando y taunteando a los enemigos, si pudiera les haria un teabag pero ya habia gastado su accion de cagar. Mas el escudo no era perfecto, los Goblinos lo estaban rompiendo con su poder de cantidad y de todos modos esa mierda no iba a gastar, de paso, el polilla prueba ser un verdadero ser del averno cuando sus meados radioactivos permean el escudo magico. >Eirim "¿Que carajo esta mal con el?" >Wes "(Ese color no es bueno...tal vez deberia dejar de comer goblin)" Era como los que comian papas con olestra y luego debian ir al hospital por el desgarro anal de la diarrea, pero que igual lo comian Sus meados son igual de sobrenaturales que el y le causan reacciones de asco y horror a los goblinos, lo que en respuesta le causa kekes al polillon. "Kekekeke" Ni se inmuta cuando su meado maldito lo golpea, estaba acostumbrado a su propia inmundicia. Los goblins se ofenden fuertemente y Wes solo pueda darse la vuelta y tirarles un pedo de despedida mientras se separa, y de paso se agarra el cofre corriendo porque no lei que se looteara todo 1d20 = 5 1d20 = 19, va hacia el ascensor y como el malviviente que es no espera a nadie y se cola sin esperar que suban las mujeres o niños. >Eirim Mientras el polilla se mea, Eirim cura a pupus oara que haga relevo con le escudo mientras los demas arreglan el dichoso ascensor. "Lo se, pero ve detras de mi" Se apura y va a carreritas con su muleta, mientras los reps todos puteados van apedrando a los goblins, se apura a subir. "¡Vamos, suban antes de que el escudo ceda..." Su voz se va apagando mientras reconoce su alrededor, no habia espacio, no todos iban a poder bajar. Un loco con garrapatos estaba teniendo un quiebre nervioso, un musico hecho pija se manda un dialogo de esos profundos. Se iban a quedar. "¡No, no podemos dejar a esta gente aqui!" Su grito agudo esta indignado, ¿alguien se sacrificaba para que ella ELLA viviera?, no podia ser, no era justo, era ridiculo, esa gente debia de tener personas esperandolos afuera, personas como el esqueleto poseido, familias y amigos, ella no tenia eso, nadie la extrañaria, ¿porque debia irse?. "Y-Yo..." Pero no hay tiempo, el ogro inmenso los empuja a todos dentro y las runas se activan. "¡No, no!" La monja cae sobre el polilla clavandole el huesudo y filoso codo en un ojo, pero este ni se inmuta. >Wes "(Le hace falto estofado a esta niña)" Mientras el tenia sus cosas casuales la monja se tira a los barrotes gritando y viendo como los reos hacen un last stand, el de los garraptos volviendose un mvp con su magia de ultimo minuto. Incluso cuando no hablo con ninguno y apenas si los vio por menos de un minuto, lagrimas le caen de los ojos al ver ese acto de sacrificio y valentia, hace un cruz con sus dedos frente a su pecho y reza por esas pobres almas. "Por favor señor, ayudalos a encontrar la luz una ves se reunan contigo" >Wes "¡Denles a las rodillas, son su punto debil!" Los aconseja, ahora estaba libre de culpa ... El ascensor siguio bajando, cada vez y mas, con la oscuridad haciéndose mas espesa. >Eirim Esto iba a tardar un rayo, junto las manos y se puso a rezar, debia aprovechar el tiempo. <Fe:5/20 1d12 = 10 1d12 = 4 1d12 = 2 Iba a aprovechar el subidon de fe para una cura grande, un circulo de absolucion, que con suerte iluminaba tanto como curaba, como estaban apretados como en auto de payaso, todos se iban a llevar una cura. 1d5 = 4 ... >Wes El elevador se tardaba su cosa, y como niño con ADHD se aburria sin estimulo constante, asi que hizo el suyo propio, se puso a cantar...si a esa voz totalmente desafinada se le podia llamar cantico, era incluso peor que los gritos de la monja aunque no tan altos. La monja ni siquiera podia ponerse emo luego de tener intenciones de hacerse martyr y ser blueballeada, el polilla la estaba volviendo loca. >Eirim "Entonces, ¿cual es el plan una vez salgamos de esto?" Alguien debería hacer la pregunta >Wes "Si podemos volver al nivel 5, puedo guiarlos devuelta a partir de ahi, pude bajar todo yo solo" Debia venderse para ser aceptado, tecnicamente no estaba mintiendo si la segunda parte era verdad y el era ignorante de que la primera estaba errada ya que la mazmorra cambia todo el tiempo. Pero no hay tiempo de discusion, llegan al nuevo nivel, todo un nuevo ecosistema pantanoso autosostenible por la gran magia que habia en el abismo. Algo que la monja nunca habia visto, apenas si habia visto en su camino hacia el abismo desde el orfanato, pero esto era algo de otro nivel, un pantano como ningun otro, tan atractivo, imponente como ningun otro bioma que hubiera oido, y bello de cierta manera, aunque seguro era ella proyectandose porque estaba de la patada. Wes no estaba impresionada, ya habia cagado en muchos pantanos, son un 6/10 en su tierlist, serian mejor sin tantos insectos. La pequeña mueca de asombro o admiracion de la monja se va al ver los restos de antigua civilizacion y de los probables aventureros perdidos y presas de este lugar, seguian en el abismo, y aqui todo los quería matar. >Ping Habian llegado, la monja sale y su bota se entierra en el lodo, su muleta hundiendose mas, no era el mejor lugar lata ser discapacitado. >Eirim "Odio este abismo" Apenas hay espacio, Wes extiende sus alas https://youtu.be/gft2w1d6gZE y suelta el mayor quejido posible. >Wes "Ya se me estaban acalambrando las alas" Por donde quiera que vieran, solo habia pantano, humedad, y mosquitos queriendo comerles el culo. Wes se va a lo importante. "Bueno, ¿alguno de ustedes ha estado en un pantano antes?" Habia dos areneros, puede que no, el gigante y la niña de la oscuridad junto al gerardo y la catgirl eran un misterio, igual sigue como si le hubieran preguntado. "Primero que nada, hay que ver si tenemos una fuente de comida, o algún repelente natural a los insectos, lo ultimo que nos faltaria seria que les diera hiper-malaria" Habla como si fuera Bear Grills ya que sufrio en todos los biomas y porque su habilidad lo dice. Recurso Desesperado: Capacidad para improvisar armas y herramientas a partir de objetos cotidianos o para encontrar refugios improvisados y recursos 1d20 = 8 En corto, busca para ver si algo asi funca >Eirim Mientras tanto la monja se manda otro rezo para el tanque Rezo 1d12 = 10. "¿Hay alguien que todavia necesite sanación?" pido amablemente a OP que pase el HP actual de los monos Necesitaran o no, ve el panorama actual, asi que usa su ojo de no muerta con un rico +5 a exploracion para ver si ve algo curioso, como un camino o algo que ayude a mover la trama, porque no cree que sea sabio quedarse cerca del ascensor este mucho rsto 1d20 = 4 ..... >¿Por qué siempre que todo se va a la mierda alguien se caga o mea encima? ¿Acaso tu pelearias contra alguien que se esta cagando?, no lo creo, es la forma perfecta de ataque y defensa. >"pero, supongo que los objetos nunca son reales" >"si no un resto estructural de la falta" Profundo >>119911 Como dije, no voy a usarlo, pero me gusto el concepto de un mono que redescubre habilidades que técnicamente siempre tuvo en lugar de aprenderlas a la fuerza. >>120061 Lindos moais, mi proximo edit va a ser de Misella y Hurr >also >>111378 Gracias opecito >esto es en lv1, no se si quieres ver los que se desbloquean después Ya que te ofreces, no me quejo, kek
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>>120627 <Fe:5/20+16 <Fe:20/20 -16 (circulo de absolucion) <Fe:4/20 <Fe:4/20+10 <Fe:14/20 >also kek, me falto el +5 para exploracion, aunque no creo que un 9 ayude mucho >wes 8 se va a comer algo venenoso el muy imbecil, lo veo venir >also2 ¿Opecito la catgirl y el orko de los observadores estan con nosotros o se quedaron arriba?, es que no los mencionaste >>120158 >Pupus es Ralsei en esta historia. Puede ser, puede ser
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>>120628 >>120627 >circulo de absolucion que imbecil, es circulo de redencion lo que estaba pensando y eso que tenia anotado al inicio las habilidades, kek, arregla eso en post-produccion opecito
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Mientras intentaba escribía turno en otro rol me topé entre la cantidad de mierda que dejo en mis notas la ficha a medio cocinar que iba a reemplazar a Barroco. Me hizo gracia, ya pasaron como dos o tres años, y supongo que al final me ganaron los hermanos ariedad. >Nombre Joachim Barbarossa, hoy conocida como Attila porque está siendo buscada por crímenes de lesa humanidad en su tierra natal y las tierras circundantes. >Edad Nació en el año 17 del 4to siglo. Una vieja, la osteoartritis va pegando duro para alguien de su raza que no vive mucho, o eso diría si no se viera como si estuviera en una edad temprana, inerte al paso de las décadas. >Raza Espécimen hembra de Homo lupus, aunque los más eruditos en el tema cortarían la parafernalia y simplemente le dirían furro aberración de la naturaleza. Su longevidad se debe a una bendición o maldición que le pide alimentarse del calor, de la llama de otros, esa que todos llevan dentro. No necesita comer, no necesita beber, no necesita ir al baño, no necesita dormir, solamente necesita calor, combustible, mismo que también se puede obtener a través de la sangre sin necesidad de matar a la víctima... No, no es un vampiro, sería raro que sea un lobo vampiro. Gran resistencia, gran fuerza y gran velocidad. Puede morder. >Clase/Profesión <¿Sabes curar? No. <¿Bueno lanzando cuchillos? No creo, pero puedo jugar a atrapar ramas que me lancen. También puedo disparar una ballesta, ¿eso ayuda? <¿Almenos puedes mover las orejas? También puedo echarme al suelo y que me rasquen la barriga si quieres... Eso fue bastante racista de tu parte, no lo voy a hacer. Gay Espadachina comandante.
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>>120710 >Historia La historia estaba parcialmente escrita, casi un 30% y tuve que terminarla. >procede al autodox “Y en el terrible funeral donde un hombre tiene que enterrar a su primogénito heredero, observé con mis propios ojos al lobo, el zorro y la liebre bailando alrededor del árbol”. –Duque Rofl III La historia de un desastre con patas y pelaje blanco comienza en una tormenta en alta mar, un barco de negreros transportando mercancía valiosa y viva (al menos la mayoría) hacia la Tierra del Hierro, un ducado portuario de un reino de nombre apenas recordado por los centenarios. Una mujer perro aparentemente virgen, luego de mucho esfuerzo y casi la muerte en la bodega de la embarcación, da a luz a una única cachorro fuerte y sana, tan fuerte y sana como si se hubiera comido a sus otros veinte hermanos en el vientre, pero no, solamente era ella, ahora una esclava recién nacida. Su llanto de infante calmó la tormenta atroz, una que los iba a hundir. La infanta bendecida por la tormenta y su mamá acabaron en la tierra del puño de hierro que en esos tiempos no la estaba pasando nada bien por movidas de nobles, peleando entre ellos y todo eso, cosas de ricos que nuestra mente pobre no puede comprender. El duque había perdido a su hijo por la guerra y su mujer murió de pena, y cual Denethor II del Señor de los Rabillos, él cayó en la total esquizofrenia, mandando sus tierras a una época de oscuridad si no fuera por su segundo al mando que, mediante acuerdos y partes de la tierra, pudieron acabar con una guerra ridícula. Lo importante de toda esta historia es que la joven lobo y su madre acabaron de sirvientas en el castillo... Un momento, ¿lobo? Pero si su madre es un perro presuntamente virgen, ¿cómo puede su hija ser un lobo? Pues gran observación. ¿Por qué estamos cuestionando movidas raciales cuando es una mujer virgen embarazada? Lo hizo un mago. Bueno, que estas acaban siendo vendidas al castillo por unos cuantos horos y una bolsa de harina. Tal vez para mal de su ducado, tal vez para el bien general, tal vez el destino o los Dioses metiendo mano, pero el duque, hasta arriba de intensos delirios o por la movida mística que vio en el funeral de su hijo, ve en la lobo infanta a su primogénito segado por la parca, una total locura. Sin otros familiares o alguien que le pare el carruaje esquizoide, el duque adopta a la chica y lo convierte en su hijo: Joachim II Barbarossa. El tiempo pasa, el Juaquín Fénix crece con su dieta extraña de "almas" la cual a nadie parece importarle. Pasaría como cualquier otro individuo de cuna alta, con gran educación, lujo, aunque siempre contrastando con su raza llamada inferior. ¿En qué otro lugar el hijohija de un duque es un canino superdesarrollado? Igual siempre encontró consuelo en su padre que aunque loco, no es es un mal hombre, solo alguien que lo perdió todo y solamente le quedan riquezas, tierras y gente a la cual explotar. Por parte de su madre la esclava, no vivió mucho, un día simplemente no despertó de su sueño, con un rostro calmo como si su misión de vida ya hubiera sido cumplida, dejando entonces la incógnita infinita de ¿quién carajos es el padre de la niña? ¿El espíritu santo? ¿Horrores más allá de la comprensión limitada de los mortales? Nadie sabe, probablemente ella tampoco. El ducado del hierro no avanzó, simplemente se mantuvo en el tiempo, un aislacionismo puro digno de los chinks que hasta el puerto dejó de funcionar, rodeado de una niebla fantasma por la que no cruza ningún barco, solamente el canto espectral de las sirenas. Esto por supuesto debía parar en algún punto de la historia, de lo contrario tarde o temprano algún noble se iba a sacar del culo algún título fraudulento sobre estas tierras y se las quedaría porque su padre está gagá, pero claro que eso no lo iba a permitir, tuvo que comerse a sus hermanos para poder nacer, el fuerte gobierna ante el débil... ¡NO! La fuerza debe gobernar ante todo, la fuerza es virtud, y su padre se había vuelto débil, muy débil. Como cualquier fémina, sabe cuando dar cariño, y también sabe cuando apuñalar. Su padre murió en circunstancias extrañas, no muy viejo y sobre su cama, y ella subió al poder porque a nadie del exterior le importa esta tierra cagada, solamente tiene buen hierro y nada más desde que pasó lo que pasó, nadie va a intervenir mientras siga pagando la cuota mensual a base del bien de la zona. Esto en lugar de verlo como una desventaja, lo vio de maravilla, nadie tiene los ojos puestos aquí y puede hacer lo que quiera. Algunos lo vivieron como una era de terror, pero los más fanáticos adoptaron el lema de la fuerza ante todo. Ancianos murieron, niños murieron, mujeres murieron, los enfermos y discapacitados murieron, la gente con gafas murió, pero muchos otros que aceptaron el dolor y la fuerza siguieron adelante. Un regalo para los más capaces. Trabajar de sol a sol en el campo y forjando armas no es tarea fácil, luego vino el adiestramiento militar hasta para niños. Los rebeldes fueron asesinados, los puertos fueron abiertos. La tierra del hierro, conocida por sus armas, fuerza naval y guerreros de alto calibre experimenta un resurgir de las cenizas luego de veinte años de capa caída, un resurgir gracias al dictador Pol Pot Joachim II Barbarossa, Duque del Hierro. Luego de acabar con el 37% de su población, los inmigrantes que aceptaban el regalo del dolor y la fuerza rellenaron cupos. Aquí todos trabajan para el estado y son felices, la vida es buena. Ahora estando preparada debía terminar lo que comenzó su padre hace muchos años, conquistar todo el reino o algo así era, no está del todo segura, aunque como se dice por ahí, la espada más afilada se blande con la palabra. Su gran labia y estatus le hizo contraer matrimonio con una noble de un reino cercano para su deleite después, matando a su familia y haciéndose con sus tierras... Sí, con otra mujer, recordemos que al ojo público es un hombre, es como Lady Oscar pero del cuartomundo. Extremadamente rancio que te cases con un hombre lobo y luego en la cama veas que no tiene lápiz labial entre las piernas (nunca pasó). Siguiendo con lo dicho, su superpoder como mujer le hace mover hilos en las altas esferas locales, codearse con la élite, hacer ataques de falsa bandera con sus peones controlados mentalmente. La guerra da bastantes beneficios cuando controlas una tierra militar y puedes vender armas a altos precios. Así los alrededores cayeron en el caos y su tierra se benefició, la tierra de los mercenarios de hierro. Como dijo un pelado belicoso alguna vez: “Dale una oportunidad a la guerra”. El estatus y poder crece, y con ello tus tierras y sus habitantes. Veinte años de conjuras, asesinatos, guerras... Las calles y sus manos estaban manchadas de tanta sangre, pero al menos había llegado hasta la corona en un total speedrunAny%. Ahora era Joachim II Barbarossa, Rey del Hierro, o más bien Conquistador del Hierro, y sus ansias expansionistas no cesaron ahí, porque todos siempre quieren más y más, siendo una total semita al bloquear el comercio marítimo y terrestre entre oriente y occidente; todos van a pagar peaje quieran o no, cabrones. Un nuevo Archirei santísimo demonio había surgido para conquistar toda Europa tierra y que todos bailen bajo un único estandarte, el estandarte blanco del lobo bélico que trae dolor y fuerza por igual. Pero entonces... el conquistador desapareció de su trono de oro. Simplemente se esfumó sin dejar heredero o rastro, su mujer entonces volviéndose reina pero la unión soviética terrestre se resquebrajo y los años regresaron todo a su sitio, con más caos que en antaño. Los trovadores cantan que el conquistador del hierro murió probablemente por la puta de su mujer por no darle pene, otros dicen que fue detenido por los Observadores, algunos que fue detenido por el bien de la trama, mientras que los más cercanos, sus generales y El Consejo, dicen que el conquistador lentamente perdió la cabeza y comenzó a escuchar voces hasta que escapó y se perdió en el mundo, cosas de familia... La cosa es que algunos todavía mantienen la fe de que siga vivo ya sea para castigarlo por sus atrocidades en contra del mundo moderno o para que devuelva la prosperidad, lo bueno, que las tierras sean cubiertas por un domo de gloria y todos sean bendecidos por las manos justas del hierro. = = = = = = = = = https://youtu.be/brhVcif_Bq4?si=NReGK1dDcmURqHbI Joachim II Barbarossa perdió la cabeza, tal vez. Las cientos de batallas comandadas y la sangre desparramada con su espada en primera fila tal vez le hicieron perder la cabeza y escuchar la voz del Mesías, no uno relacionado a los Observadores, no, sino otro, uno que le habla sobre de que su misión de vida no está en la conquista y en repartir su palabra como cualquier Dios que se respete, sino más bien en otro lugar del que no da detalles. Y esa fue una de las pocas veces que lo escuchó, como cuando observas un ojo gigante saliendo de la pared y luego desaparece como si no hubiera estado allí. ¿Quién es ella para ir en contra de las palabras del hijo de Dios? ¿Un emperador? No, debía seguir las palabras, este camino de sangre también ya la había cansado y hasta cierto punto aburrido. Autobautizada como Attila, la anciana loba en el armario se funde en la noche y camina por los páramos siendo una especie de cazarrecompensas, luchando por los débiles para lentamente cambiar sus formas de ver el mundo además de como un extenso campo de batalla. Ya no le dan asco los débiles, los deformes o los pendejos con gafas, incluso deja un poco de lado la seriedad para soltarse con los demás, vínculos personales como los que compartió con su padre y madre, que ya viene siendo hora que un personaje tenga buenos vínculos parentales. tl;dr: Lady Oscar furra entra en un frenesí de locura explosiva y conquista tierras occidentales a lo loco para luego convertirse en protagonista de spaghetti Western gracias a Cristo Rey. La idea de un Rey todavía seguía fresca en mi cabeza, aunque supongo que lo dejé en el tintero porque se va mucho a la mierda, se supone que la gente en la party son puros don nadie kek >Equipo Cubre su cuerpo con una capa blanca que en realidad es una bandera de su reino caído hace décadas, también su rostro va cubierto con una máscara de cuero negro que cubre desde nariz hacia abajo, mientras su cabeza y orejas son cubiertas por un elegante sombrero marrón con pluma y todo, aunque lamentablemente el presupuesto no nos da para poner una imagen con la vestimenta puesta. Debajo simples ropas coloridas para combate, ni siquiera tiene botas porque se las robaron. De arma lleva la espada de plata que le regaló su padre cuando cumplió 14 años, o 14 años traducidos a la edad de hombre lupino.
[Expand Post]Le di spoiler all. Soy retrasado, lo siento. = = = = = = = = = >>120628 >¿Opecito la catgirl y el orko de los observadores estan con nosotros o se quedaron arriba? Yo supongo que se quedaron luchando contra los goblinoides, igual quizás y el hecho de que estén con nosotros cambie algo del turno que voy a escribir. >>120639 Negra cute y judía guardada. Mañana tiro turno.
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>>120617 >>120618 >>120619 >>120620 >>120627 >>and Hurr Durr & Agua Micelar El carisma check es ignorado totalmente por una inconsciencia no sutil, solo ignorada, llegando entonces ese escupitajo que arrastra la mugre y sangre en ese desagradable rostro de enano puto y mágico. Mamas está de espaldas, no puede ver todo esto porque después de todo tiene a este tipo como en una mochila humana, todavía se le necesita sacar información de todo lo que ha pasado en los últimos turnos minutos... horas... días... Bueno, desde la pelea contra el cantante panameño, así está mejor. <Lo dudo, si antes estaba hablando contigo, entonces no perdio la suficiente sangre u oxigeno como para tener daño cerebral, nada mas estara inconsciente, aunque ojala se ahoge La monja le responde con una negativa y una idea que comparte, le encantaría matar a este hijo de puta con sus propias manos, rodearle el cuello y romperlo en extrema violencia para su deleite, pero al parecer su hermana lo quiere con vida por la misma razón de por que lo estuvo golpeando antes: info, data. >Manat Todavía lo necesitamos, pero comparto. Quiero derramar más de su sangre en mi cuerpo. Quiero... Su voz tenue en esas últimas palabras se ve cortada con una pequeña risa al mismo tiempo que su ojo observa un punto muerto en la pared. El tipo ya se estaba pasando de jorge y filoso, mejor ponerle un alto a todo esto saltando a un agujero oscuro y siniestro en el marco de una puerta, seguro no ocurre nada. = = = Haciendo honor a su raza y religión, Tabla saquea la tesorería local para recuperar su mierda y de paso llevarse algo ajeno, sin embargo la cocoa mental que se produce en su cabeza una vez observa el arco la alejaría algo de su objetivo de entrar y salir rápido. El pasado es nebuloso, el futuro lo es todavía más, aunque ella no piensa en él muy a menudo. <Yo.... no recuerdo El Don Pupus y la negra ya estaban octogenarios, ninguno sabe nada, duro alzheimer, aunque ese "creo que sí" le da algo de alivio a la negra, alivio de que se está volviendo loca en este estercolero, en literalmente el culo del mundo. <Mierda ahora me duele la cabeza >Tabla Deberíamos pasar más tiempo afuera de este agujero, ni siquiera puedo recordar con claridad mi vida antes de esto. Tal vez no era la merca consumida con anterioridad, tal vez era nada más y nada menos la influencia del cráter lo que les andaba afectando la mente a su hermano y a ella, puede que hasta ni siquiera estando en rango del mismo. Este sitio en verdad era siniestro, un maestro en jugar con las mentes. El sacerdote luego de contar cosas importantes se marca la terrible frase como para tatuarse, pero no somos salvajes como para pintar nuestros cuerpos con cosas que no sean sangre y caca, eso último más de una vez por cierto. >Tabla ¿Siquiera nosotros somos reales? Mientras sostiene su mochila abierta levanta la mirada seria para ver al polilla, luego al máscara. Los segundos de eso se pierden con una risa nasal que la regresa a guardar las cosas en su mochila de enano. Una broma, todavía no se le están pegando las movidas místicas del tuerto. >Tabla (Y por alguna razón seguimos aquí en lugar de haber abandonado este barco.) En cuanto al personaje desaparecido, la verdad es que le importa un pingo. Intenta llegar a algo pero nada, como si hubieran partes nubladas en estos últimos días. ¿Cómo siquiera habían llegado hasta este piso? Alguien no estaba, pero le importa un carajo porque no es su hermano el que anda perdido, así que se desprende de todo esto. Posteriormente ocurriría las magias del Caius de las cuales nadie pregunta nada, ni siquiera por ese torso sin ombligo. Este se retira y quedan estos dos personajes de dudosa pigmentación para discutir sobre el loot restante mientras la niña sigue inconsciente en un costado. <Para la entrepierna, esa es una zona mucho mas vulnerable para razas tan grandes
[Expand Post] >Tabla ... Nigga what? La mujer solamente puede observarlo de costado, estaba resolviendo tremendo misterio sobre un supuesto sujeto perdido que puede estar relacionado a esto y le salen con comentarios sobre pitos. No solamente era un caníbal y desagradable, sino también una aberración de la naturaleza y probablemente homosexual con todo lo comentado hasta el momento; ¡Haram!, persona no grata, un puto hereje, aunque uno que debía tolerar por el momento, al menos hasta que hayan salido de esta alcantarilla. >Tabla No estoy jugando. Obviamente no lo va a dejar juntarse con su hermano, terrible mala influencia. La party no pegaba una a vista de la negros, solamente el Putus y la monja y hasta por ahí nomás. Igual luego ladrona le pediría lo del cofre, terminando con esta interacción al salir de la oscura habitación. = = = = = = = = = Un tiempo y espacio relativo, visiones recientes, estados inconexos unos con otros... O algo parecido. Todos por fin estaban allí, la niña, la polilla y la monja, los dos gigantes enanos y cultistas, los drávidas y el Caius Pupus... Ah, también el Gerardo cargando con una movida junto a sus goons, pero ese no cuenta. Siguiendo los acontecimientos, todo se va a la puta y los botones tiran la puerta abajo para el allanamiento, haciendo pollo a los compadres del Gerardo que ve esto en primera fila además comiéndose una piedra de regalo. Una visión desesperanzadora para el amigo, habían escapado del averno solamente para caer en este momento; su poca empatía luego de vivir tanto desgaste se apunta hacia estos, él sabe bien todo lo que pasaron. Su reciente dolor de cabeza y las vueltas que da este mundo no son nada, no va a evitar la salvación. >Gerardo (No hemos llegado tan lejos para morir aquí.) Y como un rayo se dan eventos seguidos de eventos, primero ese muro de cristal gracias a la creyente, posteriormente el sujeto negro vuelve a ser desagradable cuando se mea de forma violenta en el mismo muro. Míster magia no ve la idea de arderles el culo como algo muy inteligente, solamente los va a enojar más y hará que Berlín vuelva a ser una sola mucho más rápido, entonces metiéndoles terrible follada porque no andan demasiado aptos para pelear contra esta gente, ¿o tal vez sí? Los meados raros aunque desagradables por andar cargados de supersida, no dejan un impacto, esos tres ya andan curados de espanto luego del incidente marrón. >Manat ... El compadre se hace hacia atrás para que no le caigan meados en su calzado Kike y pantalón Abridas manufacturados por manos infantiles del reino de Banglaresh. Mamasita ya anda manchado de sangre seca propia y ajena, diarrea de este tipo por culpa de la goblina puta de antes y saliva de la monja que le tiro en el pecho sin siquiera decirle que lo ama; ya andar manchado de meados sería demasiado, muy humillante, sobretodo cuando recuerda aquella vez en la tierna infancia cuando otros niños del orfanato se le mearon encima. Traumas de la niñez, con razón ahora solamente quiere violencia para poder matar el odio. Así, luego de tal espectáculo de lluvia dorada que nadie pidió presenciar, el mago un poco recuperado del golpe da las comandas y se mueven hacia el ascensor mientras la marea verde sigue intentando destruir el muro. Todos pendejos, literalmente podrían volver a utilizar el ariete. La cosa es que la negra se adentra al elevador junto a niña, Gerardo y el hombre polilla, pronto el mago dándose cuenta de lo que pasa al mismo tiempo que Manat intenta reparar las barras de metal. >Gerardo No... He calculado mal... La sangre escurre de su frente cuando, con unos ojos casi muertos, observa el poco espacio del sitio. El elevador era algo amplio, lo que ocurre es que debían bajar a dos obesos que apenas y caben. Era demasiada gente para un único elevador. >Manat (No está funcionando.) Manat golpeaba y golpeaba metal contra metal, consiguiendo literalmente nada. Un martillo sería mejor, anda sudando la gota gorda para nada, así, un intento desesperado sin desesperación personal que acaba cuando la madera del hacha cede ante la fuerza de los golpes, volando hasta acabar en los pies de la hinchada de cerro, directamente en el estadio del Tróccoli. Los hombres y mujeres lanzan piedras de una forma desesperada hacia la ola verde de escudos y armadura. >Manat Mierda. Por suerte el ogro le cubre la espalda cuando con sus propias manos con dedos de salchicha regresa el metal a su sitio como si se tratara de arcilla, el hijo de puta como si estuviera haciendo alfarería. >Manat ... Yo la aflojé. No era tiempo para chistes malos, tampoco sabe quien es este gordo, pero se alegra de que ande por aquí o de lo contrario estarían acabados. Sin mucho más deja ese mango de madera por ahí y se mueve para ayudar a los lisiados, intentando no tocar de más a la mujer y tomando por último al rubio en su hombro como si fuera una hoja de papel, tampoco es como si él o el cultista sin extremidades en su espalda pesen mucho. Un ida y vuelta para dejarlo en el elevador. >Manat ... Al dejar al rubio también se da cuenta, no dice nada verbalmente pero su mirada lo dice todo. Mira al mago, luego observa a todos los demás con su único ojo. <Nos diste esperanza. No nos dejaste morir solos, y eso vale más que todo. Entonces el rubio habla al Gerardo en el reducido espacio, el mismo no sintiéndose para nada bien, como si fuera un verdugo a punto de empujar el banco donde ese desgraciado está parado, su cuello atado a un a soga verde que probablemente no les va a dar una muerte demasiado bonita, sobretodo a las mujeres... Se sabe bien que los goblinos son unos viciosos, por algo son tratados como una raza inferior. >Gerardo Sé lo que tengo que hacer pero no creo tener la fuerza para hacerlo.
>>120756 <¡No, no podemos dejar a esta gente aqui! Al menos no era el único bastardo que andaba preocupado por esta gente, la monja que recién había llegado y el Maná también andaban en esto. Aunque su rostro no lo demuestre, la cabeza del moro piensa si es que debería quedarse aquí y darle su lugar en el elevador a otro, al menos morir en combate peleando por otros, sangrando por el débil. En cuanto a Gerardo, ¿debía él abandonar a esta gente? ¿Debía morir ahora antes que después? Iba a morir hoy o mañana, pero pues parece que sí, la cobardía o un miedo al final no le dejarán poner un pie afuera de este elevador. Al menos utiliza todo su poder para no desmoronarse con las palabras del compadre artista. <Haz arte, por los que ya no pueden. Los labios temblorosos no le permiten decir nada además de asentir una única vez, un gesto casi imperceptible, casi fantasmal que obviamente el otro tipo no puede ver al ser ciego. Lo siguiente ocurre rápido, el amigo es quitado y la party es empujada dentro del elevador que inmediatamente cierra sus puertas como si hubieran caído en una trampa. Ahora solamente eran ellos, los de siempre... ah, y el negro también por alguna razón. Los que tienen una pizca de alma en el equipo se mueven hacia los barrotes para observar la ruptura de ese muro divino. >Manat (Azahara...) Una de sus manos toma un barrote con fuerza y la otra apenas se cuela entre estos, extendiéndose apenas un poco hasta darse cuenta de que nunca la va a alcanzar. Su cíclope visión y su rostro manchado de rojo seco andan apuntando a la chica gato con pelos en la pucha (ya sabemos de donde era la bola de pelo). Un fantasma, un recuerdo constante de lo que se perdió. Al parecer había actuado demasiado lento, una vez más no va a poder ayudar a otros y simplemente será un espectador, cosa que comparte con el Gerardo que solamente puede ver en horror. Dar esperanza en vano. >Gerardo (No, no, ¡no! Cuando ya no queda nada, ¡la esperanza es lo último que queda naciendo de esa nada! ¡Un estandarte para ponerse de pie!) El primer embate es doloroso de ver, lanzas chocando contra la carne, aunque el ogro se marca sus magias pachamamescas y el amigo escroto por fin mueve el culo al traer a las siete mil mascotas que todavía le quedan. La luz de la esperanza nunca va a ser apagada. >Gerardo ¡LUCHEN, LUCHEN Y SOBREVIVAN! ¡NO LOS HE LIBERADO Y NO HAN VIVIDO TODO ESO PARA MORIR AQUÍ! ¡LEVÁNTENSE Y LUCH- Ricardo, ganado de coraje, intenta dar aliento gritando como marrana pero se hace cagada la voz, tosiendo fuertemente en su mano pero teniendo que tragarse la sangre porque no hay sitio donde escupir. Así lentamente bajan, una lentitud dolorosa mientras la pelea se pierde en un lejano. Entonces oscuridad. >Manat Dicen que el sacrificio es la forma más pura de amor... Su mano toca su párpado donde no hay ojo presente para soltar ese comentario poco después. Gerardo no tiene ninguna reacción además de sentarse allí como con un pesar eterno y a Tabla todo lo anterior le importa un carajo, simplemente anda molesta por el hecho de andar pisando un elevador. >Tabla (Apenas puedo respirar y tengo que pisar uno de estos.) >Gerardo (Sé que no soy el hombre más devoto de este mundo, pero por favor no los dejen caer en estos tiempos de necesidad. Protéjanlos de esta oscuridad, por favor.) El aspirante mágico suelta mentalmente aquello, pidiendo protección por esta gente que se quedó atrás. Suelta en general, no hacia alguna entidad en especifico, como cuando tu hijo se está muriendo en el hospital y se te sale la vena creyente porque tampoco se pierde nada, metiéndote en el cristianismo, budismo, hinduismo o cualquier otra cosa que termine en ismo para pedir y salvar su alma. Con suerte su atracción de la calamidad no había causado todo este mierdero, eso de que la gente que le rodea acaba muerta por un motivo u otro. Igual alguno de ellos iba a morir, es imposible que todos salgan vivos de eso, de ahí el pesar. = = = La oscuridad del descenso a los avernos es casi absoluta, apenas se pueden ver sus siluetas bañadas en negro, un negro más negro que los dos negros del sitio. El silencio es roto por el mecanismo que baja esta cosa, puede que cadenas... y también el silencio es roto por el negro con tdah. El olor de tanta gente tan cerca tampoco es demasiado agradable, literalmente un infierno de descenso, alto olor a cebolla y otras cosas que no estoy autorizado de describir. Antes de que Tabla pueda pedir por asistencia médica, la monja cura a la fiesta en AoE, calmando algo el dolor, tal vez regresando las cosas a su lugar, liberando esta un suspiro de alivio. La mememagia una vez más tenía su utilidad. <Entonces, ¿cual es el plan una vez salgamos de esto? <Si podemos volver al nivel 5, puedo guiarlos devuelta a partir de ahi, pude bajar todo yo solo Se dan las pregunta, alguien por fin estaba preguntando cosas en este loquero en lugar de simplemente ir con la corriente como parece estar sucediendo desde hace un buen rato. Obviamente la negra tiene que responder todo esto porque es la adulto responsable (?).
[Expand Post] >Tabla Bueno, tenemos trabajo que hacer, no hemos venido aquí solamente para ser secuestrados por cultistas asquerosos y que nos patee el culo un nigromante. No podemos irnos de aquí con las manos vacías, sería una pérdida de tiempo. En general, que al menos hagan una misión para luego salir del abismo aun así le paguen tres bolívares que deben compartir entre varios. >Tabla Y hablando de eso, ¡tú, mago! Tú pareces conocer a ese nigromante de antes. ¿Por qué? ¿No serás otro cultista? >Gerardo ¿Quién? ¿Sir Chombo? No, él fue un sacerdote de los Observadores y bardo de mis tierras. Es curioso, la historia dice que él se ganó su puesto por su propia cuenta, con meritocracia, sin papás con dinero o contactos, sin nepotismo. Un tipo respetado, aunque la pregunta está en ¿qué hace aquí? ¿Cómo se corrompió un Observador para acabar en nigromante y liche? Bueno, no es como si los Observadores sean los más incorruptibles o buenas personas, pero él era diferente. El pendejo se da cuenta que anda con dos de estos, o al menos uno y medio, así que tiene que recoger cable. >Gerardo Sin ofender. >Tabla Sí, muy bien lo de tu marido, pero ¡¿qué es eso de querer ser liche?! ¿Sabes en la posición que nos pone eso? >Gerardo Eso, escuchaste bien. Voy a morir, creo que ya es bastante evidente a este punto. Al final la inmortalidad es lo que buscan todos los magos de vidas finitas, ¿no? No estoy en este agujero para encontrar riquezas de tiempos olvidados o lo que sea, solo quiero no morir por un destino que me impusieron. >Manat Este tipo estaba en una jaula colgante por cierto, tuve que matar a un guardia de la ciudad para liberarlo. >Tabla https://youtu.be/VsJc2ZhbXIg?si=_1e3BQT4kzDWiZRX La cosa se pone seria, el Manaos se marca un poco de troleo porque le encanta atacar de los nervios a su hermana por los kekes. >Manat No creo que me haya mentido, no lo colgaron por ser un asesino o violador. Es un buen tipo. >Tabla ... Estoy con dos cultistas de raza dudosa, esa cosa babosa, esta niña que parece un demonio, un hombre enmascarado que no creo que sea humano y ¿tú vienes con esto? No necesitamos más atención de la que ya tenemos encima. ¿Qué ocurre si a esta niña en muletas se le ocurre hablar? ¡Vamos a acabar todos en la horca! Eso último no es demasiado agradable de decirle al amigo ario, sobretodo con su trauma de gente colgada del cuello. >Manat La silenciamos. Kek Uno nunca sabe si el ario anda hablando en serio o tirando bromas, incluso más ahora que no hay luz porque no pagaron los impuestos. >Tabla Solo... Augh Al final simplemente se resigna al status quo, al menos de momento. Sin mucho problema le pasa la niña al Mamas. >Tabla Solo necesito respuestas, eso es todo. Razonable. Ella fue la primera en decir que todo esto eran relaciones meramente profesionales, pero teniendo en cuenta que su pellejo y más importante, el pellejo de su hermano anda en peligro por estas mismas relaciones, quiere saber qué pitos con esta gente. Esto mezclado con la presión del abismo y obviamente va a estar de los nervios. Con eso dicho, luego tendrá que hablar con la enana que perdió a su sugar daddy con razones más que obvias, yo también mandaría al carajo a una creyente que me cuckea vendiendo su mano a cualquier mierdas. = = = = = = = = =
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>>120757 La terrible oscuridad, luego de lo que haya parecido horas en ella, comienza a quebrarse no desde arriba, sino desde abajo por muy extraño que suene. Una luz abajo que, cuando las vistas se acostumbran, el mágico elevador atraviesa el piso, el final del viaje, la roca. Obviamente nadie se hace ninguna pregunta, ya andan simplemente asintiendo a todo lo que ocurre. Después del agujero en la roca y dándole la razón a los loquitos con sombrero de aluminio, hay ¿un cielo? Otra tierra adentro de la tierra, con su luz y todo, aunque no se ve el sol por ningún sitio. >Gerardo Esto en verdad es nuevo. Nubes que amenazan con lluvia, también lianas gigantes, probablemente de las que hablo el Hurr. ¿De verdad pretendían bajar por ahí? El mago agradece que hayan tenido que pasar por toda esta mierda, al menos consiguieron una forma más fácil de descender. Tablón observa por un microsegundo hacia afuera y al toque se coloca su capucha para cerrar sus ojos, no quiere vomitar en este lugar tan cerrado. El meterse en una nube los moja, pero por suerte no les cae un rayo. Manat intenta proteger a la niña del agua hasta salir de ahí, y bajando de las nubes lo único que se puede ver es un pantano demasiado extenso. Gerardo el Magias recuerda el sueño o la movida mística que tuvo mientras andaba inconsciente IRL, eso donde conoció a Shrek metálico observador de revistas hentai. Por ahí también se pueden divisar otros elevadores bajando, algo que lo dejaría cagando ladrillos porque andá a saber quién está bajando. >Gerardo (¿Cómo podríamos explicar este lugar?) Las vistas viajan hacia unas ruinas, también por ahí siluetas perdidas en el mar verde que vagan sin rumbo algunos. Colores raros, criaturas extrañas, materia muerta, charcos, barro. Era sin lugar a dudas un sitio. Al final terminan por aterrizar y el elevador baja sus rejas, dándoles la bienvenida con el típico sonido de elevador. Por fin Tabla puede abrir los ojos para ver toda la movida. Todos por fin salen del ataúd de metal, algunos estirando, otros cagándose en Dios como la negra, alguno que otro curioso del nuevo ambiente que no es un laberinto de concreto, sino que uno verde. La temperatura es la que uno podría esperarse en uno de estos lugares, húmeda y bastante incómoda. El hambre les carcome las entrañas también, dando a entender que habían estado aquí abajo más tiempo del que parece. <Bueno, ¿alguno de ustedes ha estado en un pantano antes? Sin dirección y sin nada, el polilla hombre es el primero en moverse. >Gerardo No. >Manat Sí. Y el mago se hace el pelotudo porque si cuenta lo de su inconsciencia lo van a tildar de terrible esquizo, más de lo que ya es de por sí. Lo que él no sabe es que casi todos ya habían tenido sueños y visiones fumadas. <Primero que nada, hay que ver si tenemos una fuente de comida, o algún repelente natural a los insectos, lo ultimo que nos faltaria seria que les diera hiper-malaria >Tabla ¿Hiper-qué? ¿Por qué todos ustedes hablan tan raro? Decía la verdad el Costa Oeste, aunque la negra se pierde con esa palabra así como lo que dijo el Gerardo. ¿Qué carajos es nepotismo? Anyway, el Manat devuelve a la niña a su hermana, deja al cultista por ahí y se quita su abrigo para acercarse al agua y limpiarse toda la mierda que lleva encima. Su abrigo sería guardado en la mochila mochila de Dora la negra. >Tabla Tengo tus cosas. Yo llevaré a la niña, no te preocupes, la mantendré segura. Tú encárgate de ese tipo, puede que tenga información útil para luego. Luego de limpiarse se le haría entrega el Hari Krishna y, con cuidado, Tabla le coloca el Sharingan en su cuenca vacía. Mejor que no toque nada importante con esas manos mojadas en agua de ciénaga. >Tabla ¿Y bien? >Manat Hermoso.
[Expand Post]>Tabla (No frente a todos, cuchurrumín.) Anda, ve. Y toma esto también. Le entrega el hacha mamagüebo porque el muy imbécil rompió la suya. Con eso Manat está servido, se adelanta, aunque no sin antes despedirse de la niña con un pat pat, obviamente también llevándose al cultista, no va a dejar su cumdump olvidado. Geralt mandaría el elevador de regreso con la fe de que los demás puedan bajar. Él también estuvo pensando en el viaje sobre la maldición esta que los otros más tontos que una piedra se pudieron quitar casi sin problemas, por lo que ahora debía centrar sus esfuerzos en eso o de lo contrario sería tremendo npc, ni siquiera tiene arma a menos que se haga con el palo ese del cofre, cosa que haría si todavía sigue ahí. Cierra los ojos y en el montículo de barro respira los gases de la ciénaga. Se centra en el alk que le queda para intentar romper esas ataduras desde adentro. Gerardo: 1d20 = 8 Lo haya logrado o no, este seguiría de cerca al musulmán que no es musulmán, por momentos guardando silencio. Al parecer tampoco nadie necesita curación por parte de la lisiada. = = = = = = = = = <Manat & Goon El dúo en Dagobah pasaba hambre, aunque ahora mismo no era el mejor momento para comer. La negra tenía comida para un rato, pero de nuevo, no es el mejor momento, tal vez luego tengan que mandarse un campamento en tierra más firme. Estos dos no se alejan mucho del grupo. >Manat Antes no estaba hablando en serio con lo de silenciar, Tabla tampoco te va a matar. Ella simplemente está preocupada por todo lo que ocurrió en estos días, piensa demasiado. A veces no hay que pensar nada. Mamas intenta hablar con la monja no para intentar convencerla de que no diga nada de la pequeña fiesta a las autoridades, sino más bien llevar a cabo lo que dice su hermana pero de una forma más cercana. Esta quiere saber intenciones y responder preguntas, él piensa que para llegar a eso tal vez se deba conocer mejor a estos pintorescos personajes que tiene alrededor. Las relaciones sociales en verdad no son lo suyo, su timidez oculta en silencios largos y rostros serios junto al hecho del miedo de nuevamente ser herido por la muerte de un cercano no se lo permite, pero tantos cambios de personalidad y el despertar espiritual seguido le dan un impulso. Este hombre ario se acerca a un árbol cercano seguido por el amigo mágico que solamente anda escuchando lo que se dice. Le ha llamado poderosamente la atención el hecho de estos árboles subterráneos y él sabiendo de madera, intenta descifrar el tipo de árbol. Tal vez debería volver a hacer pequeñas esculturas. Manat: 1d100 = 33 >Manat ¿Puedo preguntar algo? ¿Cómo perdiste las partes de tu cuerpo? ¿Por qué te falta un ojo? Este hombre a pecho descubierto, con unas cuentas atadas a la muñeca, un hacha en una mano y un tipo inconsciente a la espalda, acerca su oreja al árbol y escucha, lo toca con su mano libre como si este pudiera decirle todos los secretos del pantano. Su conexión con la Pachamama es fuerte, pero más fuerte es Jesús. >Gerardo ¿Qué pregunta es esa? Es obvio que este chica no es una humana como tú o como yo. El cantante de plena apunta a lo obvio cuando sus ojos pasan a la joven, Manatí dejando lo que estaba haciendo para ver a la misma. No le ve nada extraño además de la desnutrición severa y su cuerpo hecho cagada como si hubiera sido jorgeada en un pasado... Puede que la pregunta sobrara, lo último que querría es hacerla recordar traumas. Sus cejas fruncidas y ojos de diferente color pasan al Gerardo. >Manat ¿Lo dices porque es lisiada? >Gerardo Sí. No, lo digo porque es mestiza, así como la chica gato de antes es un mestizo entre un humano y una "bestia"... Bueno, llamarle bestia a ellos sí es racista, pero yo no inventé los nombres. Su parte humana es más fuerte, de ahí que no tenga pelo en todo el cuerpo o una nariz de gato. >Manat (¿Esa chica Kanon también era un mestizo?) Sí. Donde el ario no ve nada, el mágico ve todo. Eirim, Hurr y Misella no son del todo humanos, y bien como dijo Tablón, Caius Putus tampoco parece un humano, al menos se hace a la idea de que es un homúnculo o alguna mierda parecida. Hasta ahí bien, la cosa es que no está seguro la cruza que es la chica lisiada. Dejando de lado la conversación sacada de /Pol/onia sobre razas, debían avanzar si quieren comer así como un esclavo trabaja para poder comer. El polisha tenía claro el flow, o no porque le salieron dados malos, pero igual le siguen porque por algún sitio hay que avanzar. >Gerardo Deberíamos caminar hacia las ruinas, tal vez intentar despertar a esos rezagados por el camino. Debíamos conseguir mandrágoras o algo parecido, no recuerdo. >Manat Cuidado las sanguijuelas. Si no hay objeción, se moverán hacia allí. = = = = = = = = = <Tabla Tabla es esa típica tía en toda familia a la que su hermana le deja la criatura a cargo para irse de fiesta, la tía o la abuela de la bendición, la historia siempre es la misma, siempre hay mujeres irresponsables, pero no ella, ha hecho todo lo que ha estado en sus manos para ayudar a su hermano... Que esas ayudas hayan sido efectivas o las mejores ya es otra historia. El tema ahora es que estaba a cargo de la niña en sus brazos, todo porque el Manat es primera línea y puede que este sitio sea hostil, así que mejor llevarla ella que se puede hacer invisible y toda la pesca. Suspirando, la mujer banano llama al Pupus con su mano libre para después acercarse a los hermanos jorge, los tipos más problemáticos que ve en la party por razones más que explicadas. Meciéndose un poco en el lugar, habla con los presentes. >Tabla ¿Está todo bien aquí? Solo quería avisar que tengo comida para un rato, suficientes para varios días si se racionan, no quiero imaginar lo peor... También conseguí recuperar nuestro dinero, aunque esos idiotas lo mezclaron todo y no quiero problemas. ¿Tú trajiste monedas? Le pregunta al Pupus esto último. Ella cuenta por Manat y el Gerardo, luego estaba la monja y el Pupus si había traído dinero, así que eran cuatro, no cree que le hayan sacado nada al polilla. >Tabla Solo... Solo toma el dinero y repártanlo entre ustedes, yo puedo reponer lo de Manat y mío. Y lo impensable ocurre cuando entrega el dinero al dedos de morcilla, todo, diciéndole que el suyo va para estos también. Entregar esa bolsa fue como entregar su alma, pero lo hace como buena voluntad, había que crearse confianza. >Tabla Aunque me quedaré con este, todavía debo pagarle a ese tipo. Entre sus dedos descansa una única plata que muestra y guarda en su bolsillo. Ya acabando con esto, piensa en si ahora es buen momento de pedir respuestas al mismo tiempo que mira a la niña demasiado enana, con mano cadáver y probablemente daño cerebral, aunque al final simplemente desiste, no era tiempo ni lugar. >Tabla Eso era todo. Se da un giro de 360 grados y procede a seguir a los demás sin decir mucho, solo encargándose de cuidar a la niña sin nombre. ¿Tiro dado para caminar? Manat: 1d20 = 7 Tabla: 1d20 = 10 Gerard: 1d20 = 14 Me fui a la mierda con los caracteres, debería bajarle un cacho al autismo.
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>>120758 Tiré un 1d100 y salió la edad de Cristo. Soy tonto. 1d20 = 8
>>120628 >>120712 >¿Opecito la catgirl y el orko de los observadores estan con nosotros o se quedaron arriba?, es que no los mencionaste. >Yo supongo que se quedaron luchando contra los goblinoides, igual quizás y el hecho de que estén con nosotros cambie algo del turno que voy a escribir. <implicando. https://youtu.be/njxtkbT1tzs?si=5PY3WB_7GSec9QGM
>>120760 <HK 1d20+3 = 18 1d20+3 = 14 1d20+3 = 5 <Putus 1d20 = 14 1d20 = 11 1d20 = 20
>>120627 >>120756 Turno corto de preludio Mientras espero al Hurr Y úsenlo para comer y dormir así suben de lv, se curan el daño, y no les da una muerte satánica por estar tanto tiempo despiertos https://youtu.be/cYv1_l7SSsM -El elevador descendía con calma en la oscuridad, hundiéndose más y más como una vieja ancla de hierro en el mar. No había sobresaltos ni chirridos metálicos bruscos, simplemente el elevador bajaba a una velocidad limpia, casi flotante, acompañado de solo ese zumbido mecánico constante entre el silencio. Era un murmullo seco y profundo, como el latido de un corazón oculto en la piedra, con cada palmo que bajaban, el sonido se hacía más íntimo, más familiar, hasta volverse parte del vació. -Habían sobrevivido. Eso era un hecho. Y, sin embargo, en esa jaula de oscuridad suspendida, algunos de ustedes no se sentían victoriosos. No había sonrisas, ni siquiera alivio, solo ese vacío tibio que se instala después del horror, cuando el cuerpo todavía late, pero el alma se queda atrás. La negrura era tan densa que borraba los contornos, no podían ver sus manos, ni los rostros, ni los ojos de los otros. Y aun así, de algún modo, cada uno sabía qué expresión llevaba el vecino, como si en la oscuridad se transparentara la verdad de las emociones. -Habían escapado, sí, habían sobrevivido un día más, pero el alivio no tenía sabor. Era un hueco en el estómago, un silencio diferente. -Mientras tanto, ellos seguían ahí, Los desconocidos habían quedado arriba.. Sí, las imágenes de los que habían quedado atrás aparecían en la mente sin esfuerzo. Desconocidos que apenas habían compartido unos minutos, con suerte algún cruce fugaz de nombres, miradas o respiraciones. Vamos, ellos eran tan solo otros mercenarios, como ustedes. No los unía sangre ni pacto ni historia. No había lógica en sentir nada por ellos, y, sin embargo, algo en su sacrificio, en esa coincidencia, se sentía. Era algo raro... Quizá era ver reflejado en otros la misma fragilidad, la misma desesperación, reconocer en otros la misma condición. Ver a otros cuerpos iguales al tuyo, con las mismas cicatrices y el mismo miedo, Condenados al mismo castigo, hace que la llama del alma simpatice con completos desconocidos, para progresar y sobrevivir, causando que, a pesar de ser desconocidos, uno, se sienta mal. Es la empatía que no se anuncia, algo ilógico, la chispa que recuerda que uno sigue vivo. -Por eso el silencio era pesado, porque en él estaba latiendo la culpa muda de seguir respirando. Excepto por Tabla y el Polilla, ellos son negros, no tienen alma menos llama. -.... -El elevador seguía bajando, y el ruido del mecanismo seguía allí. Si uno de ustedes se había tomado el tiempo de ver el Elevador antes, y ahora se detenía a pensar sobre esto, se percataría de una incoherencia. No había cadenas, ni poleas, ni engranajes visibles. Era puro artificio mágico, y un ascensor puramente mágico no debería sonar como engranajes sumergidos en aceite, pero aun así, sonaba como una máquina antigua, respirando. Probablemente solo se limitaron a aceptarlo, a normalizarlo, o al menos el Pupus hizo eso, el sonido se había vuelto parte del aire, parte del descenso, porque cuestionar era romper la tenue cuerda de calma que les quedaba. -En un momento, un susurro se escapó de los labios de Eirim, un murmullo en un idioma tejido de rezos. Y en el suelo, bajo los pies descalzos y la piel manchada de sangre y cacas, se dibujó y encendió un círculo de luz, decorando la plataforma. No era una luz cálida, era un destello crudo, que lastimaba los ojos por el contraste con la penumbra. Por un instante pudieron verse unos a otros: las caras demacradas, la piel salpicada de mugre, los músculos tensos. Ese breve reflejo fue como un espejo. La luz sanadora les recorrió como agua tibia, cerrando heridas, las heridas cosiéndose por dentro, la carne cauterizándose sin ese dolor áspero que suele acompañar las curaciones. Fue un parpadeo de alivio, una pausa breve en medio del descenso, y luego la oscuridad volvió a cerrarse sobre ustedes. -Y en ese rincón de penumbra, las voces empezaron a romper el silencio. La conversación empezó casi sin querer, como un hilo que alguien tira en medio del silencio. Primero fue una pregunta pequeña de Eirim, respondida por Polilla. Después Tabla intervino, y la charla se fue expandiendo, creando una especie de frágil hoguera de palabra. Los hermanos árabes, el mago de Gerardo, cada cual aportaba palabras sueltas, trozos de historias y pensamientos. Discutieron, tiraron lore, se doxearon, el sonido de sus voces llenaba el espacio negro, devolviéndoles un poco de humanidad. Hablar, discutir, explicar.... era una manera de no perderse dentro de ese pozo sin fondo. Era decir: “Todavía estamos aquí.” -Solo Pupus permanecía callado. Su silencio no era del tipo que se toma para pensar, era el silencio de alguien que guarda algo entre los dientes, como cuando ibas a contestar algo que ya quedo atrás en la conversación. No había pronunciado palabra desde lo ocurrido arribar, probablemente le afecto. Hasta que, por fin, habló. >Pupus “...” “Ustedes... ¿Tienen pensado subir?” -Su voz sonó cansada, pero no vacía, había algo de curiosidad, Pero una curiosidad con filo, de preocupación en ella. La pregunta parecía estúpida, Sí, era sumamente estúpida, casi absurda. Talvez el abismo le pudrió el cerebro, claro que querían subir. Nadie en su sano juicio seguiría bajando esta mazmorra y quisiera quedarse. Allí abajo había muerte, monstruos, tortura, cosas peores que no querían nombrar... como más scat. ¿Verdad?.... Entonces, ¿por qué habían bajado? ¡¡Dinero!!, sí. Pero... arriba había mejores maneras de conseguir dinero, y más fácil, más seguro. La excusa parecía cada vez más frágil. Más que un motivante para arriesgar su vida y seguir bajando, parece una escusa, para ocultar algo. Arriesgarse por dinero, por un contrato, por lo que fuera, siempre había sido un disfraz, una excusa. Pero en la penumbra, con tiempo para respirar, la pregunta se volvió distinta. <¿Qué es lo que los motiva a bajar aquí desde un principio? ¿Por qué estaban realmente aquí? ¿Qué es lo que los está llamando con tanta fuerza? Ahora, fuera del peligro, en la calma donde uno puede hablar y escuchar sus pensamientos, uno se percataba de esto. Era un pensamiento que ninguno había formulado en voz alta, pero que todos habían sentido. A medida que descendían, ese llamado se hacía más fuerte. No sabían qué era, ni si había un fin, pero se sentía más cerca, más urgente, como si algo invisible tirara de ustedes. Quizá el Pupus, con su pregunta de niño de 5 años cuando le dicen que no se puede quedar más tiempo en el cumpleaños de su primo, intentaba poner eso en palabras -Allí, en la calma del ascensor, entre la respiración compartida y el ruido imposible del mecanismo, algo se hizo evidente: cuanto más descendían, más fuerte se hacía el impulso de seguir bajando. No era solo la inercia. Era un llamado. Un tirón invisible en las entrañas. Lo que buscaban (algo que solo ustedes sabían) parecía acercarse con cada metro. >¿Realmente piensan subir? >¿O ya están demasiado lejos, demasiado hondo, para recordar por qué bajaron? 1/? Mas tarde hago la siguiente parte en el pantano <Todavía lo necesitamos, pero comparto. Quiero derramar más de su sangre en mi cuerpo. Quiero... https://youtu.be/5XD1epzr6O8
>>120763 -Tras el destello, la oscuridad se rompe como una tela fina. Primero son líneas, manchas, luego formas enteras. El mundo se dibuja frente a ustedes con nitidez. Desde esa altura el aire es frío y lento, la sensación es de estar colgados del cielo, suspendidos en un instante que no debería existir. Abajo se extiende un océano verde, no un bosque sino un cuerpo de pantano, de agua y musgo, una ciénaga interminable donde la vida hierve en silencio. La bruma gris que cubría todo empieza a abrirse a jirones, las nubes quedan por arriba, densas y húmedas, como si hubieran atravesado el pecho de una tormenta. La vista que se abre es de pájaro, de espíritu, de algo que no debería ser humano. La mente tarda en entenderla, como si el ángulo y la escala fueran un idioma nuevo. -Y entonces, al fondo, prestan atención a ese antigua ciudad. -No una aldea de ruinas desperdigadas, no torres solitarias: una ciudad entera, colosal, encajada dentro del abismo como una pieza de otro mundo. A simple vista parece un único bloque marron, pero al enfocar se distinguen los volúmenes. Son edificios, montones de edificios, una masa de arquitectura apilada, comprimida sobre sí misma. No hay calles visibles. No hay plazas ni avenidas. Es como si un enjambre hubiera edificado su nido hacia arriba, hacia dentro, conectando todo por pasajes invisibles dentro de cada cuarto. -Talvez hayan visto edificios similares **Cliff Dwellers, La Ciudadela de Shibam, etc), alguna ciudad, algún pueblo con edificios de barro, uno al lado de la otra, los cuales para moverte de un punto al otro, tienes que meterte por la ventana de tu vecino, o bajar por el techo del otro, como si la privacidad no existiera, bueno, como esos antiguos pueblos pero multiplicadas hasta el delirio, y mil veces más colosales. No son chozas: son bloques de terracota, arcilla endurecida, ladrillo ciclópeo, reforzados con vigas de piedra y un entramado de metales que aún brillan bajo el musgo. Algunos se elevan tanto que parecen intentar tocar las nubes del abismo. Desde arriba se ven como enormes cajas de colmena, cada módulo encastrado con el siguiente, compartiendo paredes y techos. Ninguna fachada es recta del todo; hay rampas, escaleras exteriores medio derrumbadas, balcones convertidos en nidos de plantas. Lo que antes fueron ventanas ahora son bocas negras, abiertas a la nada. El conjunto ocupa un espacio inimaginable, tan grande como ninguna ciudad que hayan visto. Un tapiz de edificios apretados, más altos que catedrales, apilados como rocas gigantes. La vegetación se cuela entre las junturas, tapizando muros enteros, colgando de las cornisas como mantos. Hay raíces que bajan kilómetros desde el techo del abismo, lianas gruesas como columnas, que atraviesan el aire y se enredan en las torres. Todo yace en silencio. Ningún humo, ninguna señal de vida. Solo viento y humedad. Es una ciudad fósil, petrificada en el acto de existir, un hormiguero desierto donde la humanidad (o lo que vivió allí) desapareció hace tiempo. -Como las civilizaciones que creaban sus ciudades cerca de un punto vital (un río, un arroyo, un acantilado, un puerto, o alrededor de un abismo), esta ciudad está pegada a la pared de este nivel, como si taparan algo, o estuvieran pegados a algo que está en esa pared, que es sustancial para ellos, o lo era al menos. -Más abajo, moviéndose apenas en otro rincón del pantano, algo distinto rompe la homogeneidad. Puntos. Puntos diminutos sobre el fondo verdoso. Al principio parecen animales, pero la forma del movimiento delata lo humano: aventureros, otros como ustedes. Se los ve caminar sin rumbo, en círculos, como si siguieran un espejismo. Si uno de ustedes se tomara un tiempo para verlos más a detalle y no ignorarlos, notaria algo curioso: no están realmente en el pantano abierto. Es como si ese sector entero estuviera encerrado dentro de un espacio invisible, un cubo o un globo de nieve sin paredes que sin embargo los contiene. Allí dentro dan vueltas, desorientados, sin poder avanzar hacia el resto de la ciénaga. Como insectos atrapados en una caja de cristal, moviéndose pero sin escapar. -Y mientras el ascensor sigue bajando, lento, la imagen entera se despliega como un mapa: la ciénaga infinita, las ruinas titánicas, los cuerpos diminutos encerrados en su rincón. Un mundo dentro del mundo, visto desde el cielo por ojos que no son de ave. https://youtu.be/qCz31Bdb3iU -El descenso terminó y la puerta se abrió frente a ustedes. El suelo bajo la plataforma era blando y oscuro, el ascensor encajó con un suspiro metálico y el zumbido se apagó. A su alrededor, el pantano respiraba. El aire era espeso, tibio, cargado de humedad y un olor agrio a vegetación mojada y tierra fermentada. No era el verde amable de un bosque vivo, sino un verde pesado, antiguo, casi mineral. La luz era difusa, filtrada a través de una bruma verdosa; los contornos se desdibujaban y parecían moverse. En cada dirección se extendía una maraña de agua y tierra: islas pequeñas cubiertas de plantas, charcas que reflejaban un cielo sin sol, raíces sumergidas como serpientes dormidas. -La vegetación lo llenaba todo. Helechos tan altos como torres, con frondas gruesas y dentadas, formaban bóvedas sobre charcos silenciosos. Entre ellos, troncos primitivos (no delgados como árboles modernos sino gruesos, con corteza escamosa y fibras que parecían músculos petrificados) se levantaban en racimos. El lecho del agua estaba cubierto de plantas pequeñas, hojas flotantes que se movían apenas al paso de algún pez oculto. Nada en ese verde parecía domesticado, todo tenía una forma tosca, arcaica, como el primer borrador de un bosque. -Sonidos. El aire estaba lleno de ellos. Zumbidos graves, chillidos finos, un coro de insectos que no terminaba nunca. De tanto en tanto, el croar profundo de algo parecido a una rana, pero con un eco que resonaba en la distancia. En los troncos, posadas como joyas oscuras, libélulas del tamaño de águilas abrían sus alas translúcidas y desaparecían en un solo batir, dejando remolinos en el aire húmedo. -En el agua, algo se movía. Un cuerpo largo y segmentado, con patas finas que rozaban la superficie como dedos, emergió un instante. Su cabeza era plana, sus ojos brillaban como cuentas húmedas. Al notar las miradas, se sumergió entre la vegetación acuática con un chapoteo suave. Más lejos, entre dos troncos caídos, algo todavía más enorme se arrastraba: un ser anaranjado y acorazado, largo como una barca, con decenas de patas poderosas que hundían el fango mientras avanzaba lentamente. Sus antenas agitaban el aire como varillas de bronce. Era la quietud hecha carne, moviéndose con la certeza de quien ha vivido en ese pantano desde antes del tiempo. -Desde muy lejos, a través de la maraña de hojas y vapor, llegó un sonido nuevo. Era un timbre leve, un golpe de campana apagada que se repetía con intervalos irregulares. No era molesto; al contrario, parecía hundirse en la humedad como una nota líquida, reverberando entre los troncos. Cada vez que sonaba, algo en el pantano parecía tensarse y luego volver a la calma. No se veía de dónde venía, pero el eco dibujaba caminos invisibles en la niebla, como si fueran pasos. El elevador había quedado detenido sobre una pequeña isla de tierra firme, rodeada de agua poco profunda donde flotaban hojas oscuras. Desde allí partían otras islas, manchas de suelo dispersas como escalones. La bruma se pegaba a la piel y dejaba gotas frías en el cabello. -Uno a uno, empezaron a salir. Al poner el pie fuera del ascensor, el mundo pareció inclinarse. Un dolor agudo les atravesó las sienes, un mareo súbito, las ganas de vomitar subiendo como una ola. La nariz empezó a sangrarles a varios al mismo tiempo. Fue un instante brutal y breve, como si el aire mismo los rechazara. Y luego, igual de rápido, se fue. El dolor desapareció, la sangre dejó de fluir, quedando solo la sensación fantasma de un puñal retirado. Bienvenidos al 7mo piso, Las Ciénagas https://youtu.be/mSM02Eepka4
>>120765 -Detrás de ustedes, dentro del elevador, algo sonó. No era ninguno de ustedes, ya que... todos recién había salido. Era un ruido entre gruñido y maullido, palabras mal formadas.... >Voz desconocida «Aghhaayyfggggg…» «ññññeaaghhh…» >Pupus "¿De dónde carajos???" -¿Un goblin se metió con ustedes? ¿Los habían encontrado? ¿El bigfoot del pantano? Al girar lo vieron.... https://youtu.be/_tA1nP1iits?si=5F8TgAWdVu35iReZ -Allí estaba, encajada entre el marco del ascensor y el hueco donde habían estado sus cuerpos: una figura pequeña, humana en apariencia, pero con orejas triangulares aplastadas contra la cabeza, pelos en la pucha y una cola que se retorcía con irritación..... Era la Hello Kitty, el culo gordo de Hurr al entrar la prenso y aplasto contra el borde del elevador. Tenía la expresión de alguien que acaba de salir de una maleta demasiado llena, Brazos contorsionados y todo el cabello despeinado. >Hello Kitty "¡Ughhh!" -bufó, sacudiéndose. "Eso estuvo tan apretado." "..." "¿Cuántos demonios creen que caben en un ascensor mágico? ugh, Porque creo que pasamos el límite de carga..." -Se estiró toda, arqueando la espalda con un crujido felino, las uñas marcando el metal. Luego alzó una pierna, doblándola con elasticidad, y empezó a lamerse la rodilla como si nada. "Ajá..." -murmuró entre lamida y lamida "Me miran como si hubiera matado a su abuelita. ¿Qué pasa? ¿Es la primera vez que ven a una dama salir de un elevador?" -Al parecer, ni se enteró que sucedió arriba, si mal no recuerdan del susto se aferró al techo, probablemente de ahí fue al elevador a lo Spider-Man, y bueno, la aplastaron kek y quedo inconsciente.... O directamente no le importo un carajo, quien sabe, recién la conocen. Ella saltó fuera del ascensor con un brinco suave, cuidando no mancharse las patas en el agua. Hizo equilibrio sobre la orilla de la isla, oliendo el aire como un gato ante un mueble nuevo. "Ehhh.... no pienso meter un dedo en ese charco asqueroso" -anunció, sacudiendo la cola. "Ustedes sean valientes si quieren, yo paso. Esto huele a bichos más grandes que yo." -Se agachó, cogió una hoja enorme y la sacudió para ver si había insectos. Sonrió de medio lado, la sonrisa torcida de quien se divierte con su propio drama. Entonces mira a su alrededor... https://youtu.be/ooA_HIhDwuw "Ehhh..... ¿Dónde estamos? :3"
[Expand Post]-preguntó al grupo, con una mezcla de sarcasmo y curiosidad. "Y, más importante… ¿Hay comida?" >Pupus "....??" -El Pupus tiene una cara de hacer realidad la canción del chombo https://youtu.be/dEnm801sqWA y tirarla a la mierda. -El agua estaba tan quieta que parecía un espejo manchado. Entonces el Polillon se adentró primero para buscar algo de comer, o refugio, o algo.... Avanzaste, levantando apenas las rodillas, se hundieron en la capa espesa de plantas flotantes. El olor a moho y hierro te golpeó en la cara... olía mejor que tú. Tus patas levantaban burbujas oscuras en cada paso. Entonces buscas, te inclinaste, apartaste hojas con la mano, buscando alguna señal de comida o un trozo seco de corteza que pudiera servir de algo. Entre la maraña encontraste algunas raíces carnosas, plantas fibrosas que parecían tallos de apio negro, pero nada comestible. Más allá, bajo la piel del agua, dos formas rojizas se movían con un vaivén viscoso. Gusanos o sanguijuelas, largos como medio brazo, se retorcían lentamente entre las raíces sumergidas. Tenían un tono rojo vivo, casi brillante, que los hacía parecer venas desnudadas. No se veía mal.... Parecía unas barritas de proteína, si las barritas fueran un intestino podrido. -Detrás, la monjita Eirim avanzaba con más cuidado. La muleta se hundía en el fango con un sonido blando haciendo que pierdas el equilibrio, casi te caes rostro en el barro, pero te dio los reflejos de apoyar tu codo en un tronco viscoso para no caer. Te enderezaste y, con la vista, intentó abrirse paso entre la bruma. Solo alcanzaste a distinguir siluetas: troncos inclinados, frondas que goteaban, la sombra de algún insecto enorme volando en círculos. Todo parecía moverse un poco, como si el pantano respirara al mismo ritmo. Pero nada interesante... A tu lado, apareció la gata. Hello Kitty no pisó el agua; caminaba por los bordes de la isla con las puntas de los pies, imitando la postura de Eirim como un niño burlón. Levantaba una pata, la bajaba, exageraba la muleta imaginaria con un gesto teatral. >Hello Kitty "Miau-miau... digo, cuidado, pirata" -Canturreó con voz nasal. Piensa que la muleta es porque eres pirata... bueno, también te falta un ojo, solo necesitabas un garfio y tenías el pack completo. Entonces la gata se agachó de golpe y, hundió los dedos en el fango para olfatearlo. "Huele a cangrejos" -dijo, arrugando la nariz. "No... similar" -Mientras tanto, Pupus ya se había remangado los pantalones hasta las rodillas y avanzaba con paso lento por el agua, directo al siguiente islote, más grande y con algo de terreno seco. El agua le subía hasta los muslos. >Putus "El sueño me está matando, si les digo la verdad" "Y más el hambre. Voy a ver si puedo hacer algo para que podamos acampar o al menos sentarnos secos. "...." "Supuestamente este piso no tiene peligros más allá de insectos y bichos" -Levantó la vista a la bruma y añadió, pero no sonaba convencido. -Hello Kitty lo vio y, de un salto felino, pasó de su orilla al agua, pisando apenas un tronco sumergido y luego otro. En dos movimientos largos ya estaba en el islote, agachada al lado de Pupus. >Hello Kitty "¿Te ayudo o te estorbo? " -Preguntó, sacudiéndose las gotas del pelo. Pupus la miró un segundo, serio, como midiendo si valía la pena contestar. El Putus solo la miro con cara de culo. La gata sonrió más, los ojos brillándole en la penumbra. >Hello Kitty "Anda, dime qué hago." -Pupus empezó a reunir ramas secas y fibras que encontraba bajo los helechos gigantes. No era fácil: casi todo estaba húmedo. Se inclinaba, partía hojas gruesas para sacarles las venas centrales, trenzaba raíces para hacer una base. La gata le seguía, saltando de un lado a otro, tirando de las mismas raíces, oliendo las ramas antes de pasárselas. >Pupus "Esto está empapado...." >Hello Kitty "https://youtu.be/_9W2TRksbcc" >Pupus *ardor anal* >HK "¿Y si en vez de un fuego hacemos un nido? Yo traigo plumas." >pupus "¿¿¿¿???" -Pupu directamente está confundido, solo le pide que le traiga corteza seca sin apartar la vista de lo que está haciendo. Entonces Hello Kitty desapareció un segundo y volvió con un pedazo de corteza arrancado de un tronco hueco. Se lo tiró a Pupus con un gesto de “ahí tienes”. >Hello Kitty "Miau. Soy eficiente, ¿ves?" >Pupus "Gerardo, controla a tu bicho" -Poco a poco, Pupus armó un círculo de piedras y sobre él un montón de fibras secas, cortezas y ramas quebradizas que había logrado desgranar de los troncos. Frotó dos pedernales que llevaba en una bolsa de cuero, chispeando hasta que una brasa prendió en el centro. Hello Kitty sopló encima con exageración, como quien apaga velas de cumpleaños, y la llama se avivó, temblorosa al principio, luego más firme. El humo subió en espirales, mezclándose con la niebla del pantano. No era un gran campamento, pero era un punto de calor y de luz en medio de la humedad. Pupus se sentó en cuclillas, los ojos perdidos en el fuego. >Hello Kitty "...." "¿para qué querés una fogata? No vez que hace un calor del infierno" >Pupus "Cocinar" -Pupus, sin decir palabra, se levantó. Se desabrochó la camisa empapada y la dejó caer con un chasquido en el agua. Sus pantalones estaban endurecidos por la sangre seca y otras cosas, más pesadas que el propio fango (mierda y meo). Se quedó en sunga ropa interior. Entró al agua hasta las caderas y empezó a frotarse los brazos y las piernas con movimientos lentos, como si se estuviera arrancando capas de otro cuerpo. El agua del pantano, aunque turbia, era más limpia que la tela que llevaba encima. Sus respiraciones eran largas, como suspiros. -Cuando terminó, salió y colgó la ropa mojada cerca del fuego, en un improvisado tendedero hecho con raíces trenzadas. Sacó de su mochila una pequeña cacerola abollada, la llenó de agua y la puso sobre las brasas, donde empezó a desprender vapor con un olor terroso. Con hojas enormes y fibrosas de helecho comenzó a trenzar algo parecido a hamacas paraguayas. Se sentó en cuclillas, pasaba y cruzaba las fibras, las tensaba con las rodillas; el gesto era rudo, pero había precisión en su manera de anudar. -Un poco más atrás, Manat se tradeo contrabando y tráfico infantil con su hermana Tabla. Le acomodó entre los brazos a la niña demonio, y le dio un suave pat pat en la cabeza a modo de despedida. La niña movió apenas la nariz, como un cachorro que huele un sueño. Parecía respirar más tranquila, aunque no despertó. Manat tras refollar recoger algunas de sus cosas y se marchó. Gerardo, junto al elevador, tocó la runa. La estructura, sin ruido de engranajes, empezó a elevarse por sí sola. La niebla se cerró en torno a ella y en un instante se desvaneció entre las nubes grises, como si nunca hubiera estado ahí. Entonces intentaste sacarte el mal de ojo de antes que no te dejaba hacer nada de magia, solo dejándote como un drogadicto anoréxico con tuberculosis, pero al concentrarte notaste que la atadura que le impedía usar magia ya no estaba. Y sentiste como la energía de tu cuerpo fluyó limpia, libre, como un músculo que vuelve a responder después de años inmóvil. -Mientras tanto, Manat se quedó mirando un árbol cercano. Era tan alto que se perdía en la bruma, con un tronco grueso cubierto de placas que parecían escamas de lagarto, superpuestas como armaduras. La textura era dura, casi pétrea, fría al tacto. De ese tronco surgían proto-hojas largas y planas, sin nervaduras visibles, que terminaban en estructuras bulbosas que no parecían frutos ni flores: racimos para esparcir esporas, quizás. Algunas se abrían como paraguas invertidos, liberando un polvo fino que se disipaba en el aire húmedo. No era exactamente un árbol ¿un hongo' no, sino algo intermedio, un organismo que había encontrado su propio diseño en un tiempo sin sol. -Manat se acercó aún más, apoyó la palma en la corteza. El árbol vibraba suavemente. Acercó la oreja y escuchó dentro: un rumor constante, como un río oculto. No era simple savia. Era un flujo poderoso, profundo, como un corazón que bombeaba siglos de vida. Las raíces gruesas emergían del suelo y se curvaban hacia abajo, respirando fuera del barro antes de hundirse de nuevo, aferradas como dedos gigantescos. Daba la sensación de que no solo absorbía agua: algo más lento, más paciente, corría a través de ese cuerpo colosal. En ese contacto, Sentiste una quietud inesperada. El frío de la corteza y su firmeza le transmitieron la certeza de una edad antigua, muy anterior a todo lo que conocía. No le quitó el peso que llevaba en el pecho, pero por un instante le ayudó a sostenerlo. Era como si ese ser mudo supiera del tormento, y solo con su presencia le prestara un hombro invisible. Cuando apartaste la cabeza, la sensación se desvaneció, pero dejó un hilo de calma en el aire húmedo. -Detrás, la Hello Kitty trepaba a una raíz sobresaliente, observando a Manat con una ceja confundida. Tremendo Hippie. 3/4
>>120769 https://youtu.be/ehMCqtBBUXU -Tabla estaba apartada con la niña cornuda en brazos. La pequeña seguía dormida, el cuerno brillando tenue bajo la humedad. Misella y el semigigante estaban cerca. El calor húmedo del pantano hacía que todo oliera a tierra mojada y hojas en descomposición. Ella levantó una mano en dirección a Pupus, llamándolo sin decir nada. Pupus, que estaba terminando de descolgar la última prenda cerca del fuego, se puso su camisa y la ajustó sin prisa. La tela ya no estaba rígida de sangre, aunque conservaba manchas oscuras. Se puso los pantalones, se ató el cinturón y caminó hacia ella. >Pupus "¿Yep?" -Tabla le explicó lo suyo. Pupus asintió, miró la cacerola humeante junto al fuego. >Pupus "Hice el fuego para cocinar. Tengo algo de cecina y unas raíces que encontré... pero no es mucho para tantas bocas. Si tienes algo para poner en la cacerola, mejor." -Se encogió de hombros y negó despacio cuando ella preguntó por el dinero. >Pupus "No. Ya no bajo con oro aquí abajo" -dijo, con un gesto de manos torpes. "No confío en mis manos de manteca, perdería todos mis ahorros." -La HK se había encaramado en una rama gruesa y los miraba como quien mira una obra de teatro, jugando a tirar piedritas al agua como si midiera cuál salpicaba más. >Hello Kitty (Qué previsores ustedes.... yo bajé con cero monedas y cero planes) -Tabla hizo el intercambio de divisas con el Hurr.... eso debió doler más que dar un riñón, y tras dar un giro retomando su camino, volvió a su tarea principal: cuidar a la niña sin nombre. La pequeña dormía aún en sus brazos, respiración corta y agitada. tuve un déjà vu -Pero la calma duró poco. La niña empezó a agitar la nariz, de repente, los párpados se movieron y un ojo se abrió, luego el otro, los dos enormes, ambarinos. Al notar el entorno se estremeció como un animal acorralado, sus músculos se tensaron y, de un salto brusco, se incorporó como un resorte, asustada, zafándose de los brazos de Tabla, cayendo al agua poco profunda con un chapoteo. Ella se hundió un instante y salió jadeando, los brazos abiertos como un animal acorralado. Se quedó allí agazapada, ojos muy abiertos, pelo gris pegado a la frente y el cuerno con algunas raíces enganchadas. Respiraba rápido, el cuerpo encogido, lista para huir o atacar. -La niña reculó un poco, olisqueando el aire como un zorro. Sus ojos iban de Tabla a Pupus, de Pupus al Hurr, midiendo distancias. Dio un paso atrás en el barro, después otro, como tanteando. Luego se giró y trepó a una raíz baja con movimientos ágiles. Allí se quedó, respirando fuerte, olfateando el aire húmedo. Tras eso miró alrededor: el pantano. El barro oscuro, las hojas gigantes, las libélulas enormes, y por algun motivo, respiración empezó a calmarse. Ella se agazapó en la raíz, olfateando como un cachorro. Un anfibio del tamaño de una mano saltó cerca y ella giró la cabeza, fascinada. -Tras eso miro a los lados, giró la cabeza, observó Tabla como haría un lobo, el cuerpo tenso. Un momento después, el olor del pantano pareció calmarla. Y tímidamente corrió, chapoteando hasta chocar contra las piernas de tabla, lo cual, las ¿abrazo? O mejor dicho se aferró a sus piernas, giro alrededor, y quedo aferrada a sus piernas, pero ahora como si el cuerpo de Tabla la protegiera. Ella levantó la mirada, los pelos ahora mojados le cubrían la frente, pero intentaba mirar a Tabla, estaba confundida. -Las libélulas gigantes pasaban cerca y la niña las seguía con la mirada, como si fueran presas. Se inclinó, intentó atraparlas con un manotazo; falló y se quedó mirando sus dedos mojados con una expresión entre curiosa y frustrada.... y su panza empezó a rugir. Entonces, tímidamente... Empezó a explorar. Lentamente, se separó de las piernas de tabla y empezó a tocar el agua de la orilla con la punta de los dedos, luego la retiraba. Se agachó para ver de cerca un insecto que descansaba en un tronco, acercó la mano con cuidado.... cuando el insecto alzó vuelo ella lo siguió con los ojos, incluso dio un pequeño salto intentando atraparlo. Se le escapó y soltó un sonido entre gruñido y risa, mostrando los dientes como un lobo juguetón.... Pero rápidamente se calló, y miro a los lados, totalmente confundida por ese ruido. -Una rana grande croó cerca.... la niña se agazapó, avanzó sigilosa y de repente chapoteó para asustarla. La rana saltó al agua y la pequeña emitió un sonido entre sorpresa y ¿alegría?, salpicando con las manos. Se trepó de nuevo a la raíz de antes, se sacudió como un perro, gotas cayendo por su pelo gris. -Cada tanto miraba a Tabla, como para comprobar que seguía ahí. Poco a poco su cuerpo se relajaba. Bajó de la raíz y caminó hacia ella. Sus pies hundiéndose en el barro no la molestaban; parecía en su elemento. Se detuvo frente a Tabla, la miró con ojos grandes. Sus ojos salvajes se suavizaron un segundo, como un destello de confianza. Entonces mientras seguía mirando a sus alrededores, se te acerco más, e inconscientemente agarra tu mano... sus dedos fríos y húmedos, apretándola con la torpeza de un niño. -De tu mano, la niña cornuda, miró alrededor. La bruma del pantano la envolvía, pero ya no parecía asustarla. Sus pies descalzos chapoteaban con gusto, y cada nueva criatura que se movía cerca le robaba la atención. Había dejado atrás, por unos segundos, lo que la atormentaba. Allí, entre hojas gigantes y agua tibia, era solo una cría salvaje jugando con ranas, aferrada a la mano de la única persona que le daba algo parecido a seguridad. Bajó un poco la guardia, dejó que una rana se le acercara al pie. Con un gesto rápido la espantó, sonriendo apenas, como si un instinto de juego se encendiera. Se agachó y tocó el agua con la mano, salpicando. Por primera vez en mucho tiempo, parecía más niña que bicho. Siguió jugando con la otra mano en el agua, apartando nenúfares, empujando con los dedos pequeños peces y renacuajos. Los ojos, aunque nerviosos, ya no eran solo de miedo, brillaban de curiosidad. 4/4
>>120770 >also kekie bonito con sus turnos. Y no escribí, pero en la dirección de que va Manat (aunque no puede verlo a este nivel, pero si usar de referencia lo que vio en el cielo) es donde estaba esa enorme ciudad, No está tan lejos, aunque tampoco tan cerca.
>>120765 El ruido de las campanas
>>120761 >otra vez el Caius sacando un 20 Also, ¿para qué servía el ojo del Manat? Sé que lo pregunté con anterioridad pero I forgor, mi retención de información es como la de un niño con tablet. >>120757 >No creo que me haya mentido, no lo colgaron por ser un asesino o violador. Es un buen tipo. Típica hipocresía del amigo musulmán, después de todo estos dos eran asesinos a sueldo de la Chapiza antes de llegar a Buenos Aires, así que no pueden juzgar a nadie por ello.
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>>120710 Joder, tremenda paja mental solo para jugar con un furro, kek >>120756 >>120757 >>120758 >>120763 >>120765 >>120769 >>120770 >>120771 >>120773 >Wes >¿Siquiera nosotros somos reales? Wes se mira las manos todas cagadas que tiene, contemplando esa posibilidad, ¿era real?, ¿como podía tener la certeza de que no era en realidad parte del sueño de un gordo esquizofrénico o una alucinación creada por el abismo?, ¿como podía estar seguro de que todas sus experiencias fueron reales y que en realidad no era un cerebro en una jarra siendo experimentado por algún elfo alquimista loco?. https://youtu.be/qBcDbfZ_OQc Se da un par de bofetadas y eso le saca lo esquizo del momento, si sentía el dolor entonces seguía vivo. Después de eso la negra lo juzga injustamente por su comentario sobre la entrepierna del gigante, él no captaba su esquizada y tampoco le importaba ese misterio, que recién llego a la trama y nadie le cuenta nada, igual que llegar a un labró nuevo donde sabes que te van a echar a los tres meses. "Yo tampoco estoy jugando, un hombre no bromea cuando se habla de las joyas familiares" Cargaba el mismo sentimiento que cuando alguien se pega en las bolas y todos los hombres alrededor reciben daño psíquico por aquello, o solo le gustaba hablar de pitos. ... Pasan cosas que ya se describieron en un espacio de tiempo cuya longitud es incierta, meados, explosiones, gritos, y despedidas más emotivas que la muerte del Bardo Sir Ash Ket'chum en la obra de Pokhemon. El polilla entra corriendo al elevador llevando el cofre y desparramando gotas de meados residuales por su andar, y luego viene la monja que se pone sentimental junto al Gerardiño ante el sacrificio de los reos. El Manat tiene un momento introspectivo y el Gerardo se jode de nuevo las cuerdas vocales dando gritos de aliento. >Eirim Hizo sus rezos por las almas de aquellos que mostraron nobleza para que ellos pudieran continuar, pero aun así no sentía ninguna paz, esa gente no tendría un final feliz y ellos seguirían bajando más y más para seguir sufriendo. "Su sacrificio no fue en vano... debemos seguir y honrar sus vidas" No era mucho de ser oradora motivacional, pero unas buenas palabras no venían mal ... >Wes La oscuridad era densa, profunda, palpitante, su espesura era inmensa y gargantica, como Wes, y si hablamos del color mugre que tiene de piel y pelo, ¿de que mas?. Era un oscuro tan fuerte que no siquiera podían ver sus ojos rojos brillantes, era como así estuvieran en una oscuridad mágica, una zona de oscuridad con fotones negativos que consumían la luz. El polilla tenía un hueco en el estómago, pero de hambre, ya estaba acostumbrado al juego del gato y ratón de escapar una y otra y otra y otra y otra y otra, y otra vez...aunque se estaba haciendo cansado. >Eirim
[Expand Post] Seguía intranquila luego de aquello, la oscuridad de la bajada le andaba presionando el huesudo pecho, y su corazón latiendo era el único ruido que podía sentir en sus oídos...salvo por los gritos molestos del polilla olor a culo. No tenía tiempo de pensar en las mecánicas del elevador, la mecánica era cosa de enanos era ya más de letras, y el polilla solo le sabía a las cuentas. En un momento dado, hace un rezo para poder curar al grupo, la luz siendo como una cuchilla ante esa densa oscuridad, iluminando ese océano de negritud con el poder de la fe. >Wes " https://youtu.be/jFpkNtg731A?t=8s " Wes no se lo toma tan bien, era fan de la luz, como la luz cálida del pupus, la de la monja era demasiado fuerte, como al que le gusta comer una buena comida sazonada, pero después te dan una cosa hecha en la india y se incinera el ano luego de un solo bocado >Eirim Luego de una cura e iniciar conversación para distraerse así de la opresiva oscuridad y el vacío existencial con el que andaban todos, se discute el plan de acción. "Lo se, pero...nunca me dijeron que misiones íbamos a hacer o en donde" En todas las cagadas 4 horas, o año y tres meses, quien lleva la cuenta, que estuvo con ellos, no le contaron el plan, nada más le levantaron de la calle y ella anduvo de callada para ganarse el cupo "¿Siquiera este elevador nos llevara a un lugar útil?" Tabla pasa de dar explicaciones y pasa a acusar a Gerardo sobre su herejía y suelta el lore del sir chombo. "¿E-ESA COSA... *cof cof* " Se atraganta con su saliva cuando se quiere mandar otro grito repentino "¿Esa cosa era un monje de los observadores?, qué horror..." Le tiran beef de por medio, sacude la mano como para decir que no le importa >Este tipo estaba en una jaula colgante por cierto, tuve que matar a un guardia de la ciudad para liberarlo " https://youtu.be/DNN6H8x5icA " Tiene una reacción parecida a la negra, aparte de hereje el GG era un criminal, bueno seguro todos aquí hasta el Pupus eran criminales, pero el Gerardo tendria más peso por ser más reciente kek una lógica muy sólida para una puberta desnutrida, la falta de alimento le dejo el cerebro chiquito. La conversación rápidamente cambia a mandarla a dormir con los peces, porque claro siempre es buen librarse de la nueva. "Todavía estoy aquí, puedo oírlos" Pero no era como si a alguien le importara su opinión, era mujer. ... >“Ustedes... ¿Tienen pensado subir?” Caius cambia el rumbo de la charla con esa pregunta tan sencilla, pero a su vez ridícula, por supuesto que ella volvería a subir, no podía hacer un solo peregrinaje ni misión en una sola ida, no era ninguna superhumana...no era humana. "..." Y así duda, no puede responder de inmediato, ciertamente había muchas más formas, más seguras y sencillas de esparcir la palabra de los observadores y de quemar herejes allá arriba, y lo más lejos posible del abismo. Pero aun así vino aquí, y decidió bajar. Era algo más que una misión autoimpuesta por la fe...era su egoísmo, su ego la hizo tomar el llamado del abismo, ahora ya no sentía que podía echarle en cara al Gerardo su sueño húmedo de ser un liche, ella también estaba en busca de alguna magia que la ayudará a lidiar con su cuero caído a pedazos. No responde. >Wes "Depende" Dice de repente con un tono muy mamador como si estuviera hablando de filosofía "Ahora me gustaría subir, pero no estaría mucho tiempo, bajaría de nuevo lo más rápido posible, hay algo aquí abajo que debo encontrar" El Wes la tenía re clara, a lo mejor no tener ninguna clase de posesión material te daba más claridad de mente, tal vez Diógenes tenía un punto o algo así sobre la autosuficiencia, se parece bastante al polilla siendo los dos unos asquerosos. ... La forma del mundo bajo el mundo se va haciendo cada vez más clara, desenvolviéndose lentamente mientras más van bajando, pasan por una nube que sirve para refrescarse un poco luego de estar tan manchados de sangre y mierda. Lo importante, iban a caer en la ciénaga, y entre esta destacaban esas ruinas, pero mientras más les prestaban atención, más se iba haciendo claro que no eran simples ruinas, no eran un pequeño pueblucho o una tribu olvidada, era un enorme impero de proporciones colosales, aquí, enterrado entre el lodo, olvidado por los anales del tiempo y la consciencia colectiva de aquellos que vivían arriba, olvidado por el mismo mundo y los dioses que observaban desde arriba. Eirim ve eso con ojos asombrados, eso era demencial, de locura, una enorme ciudad con el cuidado y planeamiento de una favela y en peor estado que tu asentamiento promedio que se roba el agua de la ose, ¿como podía ser que algo así estuviera en el abismo y no se le diera importancia, ¿qué diablos era esa ciudad?, debia de tener un nombre, registros, en algún lado debía aparecer, ella tenia estudios, no era erudita sabelotodo como Gerardo, pero a lo mejor esta ciudad fue quemada por la iglesia en algún momento, de eso debía saber 1d20 = 17 robarle el trabajo al gerardo de ser wikipedia kek >Wes la polilla no está muy impresionado, sus prioridades estaban en otra "Parece algo que haría una raza insecto, me recuerda a esa temporada que estuve con una tribu de Thri-kreen" Suelta ese lore que a nadie le importa "Aunque se ve mucho más grande de lo que esperarías de uno de ellos...es como una colmena de hormigas reales trasladada a nuestra escala" Lo que si era claro era que el lugar vio mejores días, y ahora era solo un lugar perfecto para hacer exploración urbana y desaparecer luego de caerte en un agujero y romperte el cuello, lo más interesante eran las lianas y raices que colgaban desde el techo y permitirán sube de nuevo o bajar, vaya uno a saber. >Eirim La monja por su parte queda más concentrada en las pobres almas en pena que vagaban en la ciénaga, perdidas en mas de un sentido, atrapadas en una extraña magia, solo puede rezarles hasta que finalmente logren bajar. Que para eso ya tardan poco una vez pasamos por todo el repaso y la cantidad inherente de texto. Arriba o aquí abajo, el suelo era blando y te hundías en el, aunque no aqui no tenia excremento de distintas procedencias mezcladas, era un plus por más que la humedad la matara. Como si estuviera en un mundo distinto, el aura entera del bosque la envuelve y transmitir una sensación que jamás podría haber visto en la superficie, no era ni bueno ni malo, era algo único que ayudaba a despejar su mente durante un segundo luego de todo el aquelarre de la última media hora, incluso el croar de los anfibios y los zumbidos eran bienvenidos por encima del silencio sepulcral de la mazmorra. Los animales eran otra cosa, extraños, algo nunca antes visto y que no cree haber leído u oído en ningún lado, eran totalmente alienígenas, pero a su vez se sentía que pertenecían a este lugar, como si siempre hubieran estado. Desde la cosa esa fina que podía ser un insecto, hasta el bicho ese enorme con una enorme aleta. >Wes El polilla ve a esto último y le viene una punzada sádica. "Habría que matar a ese grandote" Suelta así por los loles "Debería dar comida más que suficiente, lo que sobre se puede ahumar y usar de provisiones para el resto del viaje" De nuevo habla cuál Bear grills, le dabas utensilios y seguro que el loco le salía lo chef como aquellos bardos exquisitos que cocinan en medio de montañas nevadas "Pero que fatiga hacerlo ahora, veamos luego de descansar" Tampoco iba a tomar iniciativa, lol. El elevador los dejo en una pequeña ciénaga, y primero piensa que es Tinnitus, pero había un timbre molesto. "¿Oyen eso?, no seria la primera vez que alucino sonidos" Pregunta >Eirim "No, yo también lo oigo" Entonces de la nada se les baja la presión, o eran alérgicos al pasto, les dan periodos nasales, pero entonces se les pasa, habían pasado el vibe check. "...odio este puto abismo" >Wes "Ok" A él se la suda, se pasa su lengua insecta toda larga por la cara para limpiarse la sangre, ensuciándose con sangre ajena y otros fluidos, pero ya tenía tantos gérmenes encima que estos se contrarrestaban. ... Entonces atrás de ellos salió una creatura horrenda que iba contra la creación de dios, que no era el Wes para variar, sino la ola diablo que se escurrió entre el alboroto y anduvo aplastada por el culo de Hurr durante la bajada. "Yoh" Saluda >Eirim "Hola, ¿te encuentras bien, necesitas sanación" La pussycat estaba a su bola, pero igual no había que perder cortesía. "En un pantano, ciénaga...¿nivel 7 no es así?" El pupus no es muy dan de la gata porque ya tenía suficiente con ser un albergue para todo indigente que la fiesta levantaba y no iba a subir a la gata también. -->
>>120157 >>120158 >>120617 >>120618 >>120619 >>120620 >>120627 >[Inserte aquí el resto de posts] Ni idea si podemos implicar que Hurr tomo sus cosas de la habitación esa no sé cómo ordenarlo cronológicamente sin turbo destruir el espacio tiempo para mi conveniencia >Hurr y Misella Misella vuelve, y aunque debería ser motivo de festejo, la realidad era distinta. Dolía volver a existir. Era demasiado para ella. Pasar de ser nada, e incluso ni siquiera eso, a ser atacada por un millón de sensaciones que siente tan ajenas, a pesar de que una parte de su cerebro intenta desesperadamente convencerla de que eso es normal, le supera por completo. En un vano acto, tal vez de escapismo, tal vez de mera costumbre, junta las manos para ponerse a rezar. No por piedad, no por agradecimiento, simplemente un rezo hacia alguien que no esta ahí, alguien que espera le escuche y la comprenda. Quiere que le respondan en esa marea interminable que parece la va a arrastrar a las profundidades en el instante que decida soltarse de lo único que la mantiene a flote. Pero nada responde su llamado. Hay un silencio abrumador. Una falta tan grande que le perfora el pecho y le hunde el corazón hasta el fondo de este abismo. Por unos segundos se queda totalmente quieta, sin respirar, aguantando, esperando estar equivocada, pero entre más tiempo pasa, más se confirma: no puede sentir al Archi Rey Generalísimo Demonio. Simplemente no está. La conexión con su Dios desapareció-No, ni siquiera eso, es como si nunca hubiera estado ahí. La pequeña tiembla. Espasmos se apoderan de su menudo y débil cuerpo. Aprieta las manos con fuerza, al punto de enterrarse las uñas en la piel sin darse cuenta. Las suaves palabras que murmura comienzan a salir con mayor rapidez, cada vez más incoherentes y atropelladas, hasta que se convierten en un gimoteo sin ton ni son que carece de sentido alguno. Se quiebra. La marea le gana y termina por comérsela. Lagrimas surgen de sus ojos mientras cae de rodillas. Habiendo perdido lo, posiblemente, único que la mantenía de pie, ya no ve razones para seguir aguantando. Opta por rendirse, por caer, por dejarse llevar y apagar el cerebro. No quiere sentir más. No quiere pensar más. Tuvo suficiente. La lucha termino. Perdió. Y eso le alivia más de lo que seguramente debería. Lo que sea que se encuentra pasando a su alrededor, no importaba. Ya nada tenía sentido. Pasando al pov de Hurr. Gerardo llega con cadáveres en vida, su hermana regresa con graves problemas mentales (más de los que ya tiene) y de paso se desmaya la muy exagerada. Para empeorar todo a la milésima, una de las paredes se va a la puta por culpa del ariete del ejercito verde. Una vez más, se demuestra que no hay peor sitio al que ir de viaje familiar que el Congo. A gigantón le entran tremendas ganas de correr porque no planea quedarse a pelear con un ejército de subhumanos goblinos que parecen estar listos para dar y recibir, aparte que el líder manco que tienen le da muy mala espina. Menos mal que entre el team hay una lisiada capaz de pegar alaridos peores que el de los pobres tipos a los que les pegan una narco ejecución. Fue lo suficientemente alto para atontar al ejército de oídos hipersensibles, dándole valiosos segundos a la turbo monja para levantar una barrera sagrada que frena el avance de las tropas, así sea por un par de minutos. Minutos más que suficientes para tomar a los heridos, objetos y cosas de valor e irse muy a la mierda. A pesar de los golpes de los goblins, la muralla de fe parece ser lo suficientemente fuerte para mantenerse en pie, aguantando el maltrato. Era el momento indicado para una retirada táctica, o así pensaría cualquiera, pero el Wes no era un cualquiera. Al polilla no se le ocurre mejor idea que acercarse al ejército y ponerse a descargar lo que sea que tiene en la vejiga. Ese liquido ominoso, acompañado de piedras y quien sabe que otra porquería, termina por asquear a la misma divinidad: penetra la barrera, pasando al otro lado, manchando a los goblinos verdes en una marea de meado decimo mundista. <Hurr (Pero que asco...) Hasta el gigante admite que eso era pasarse. Lo peor es que todos fueron perjudicados, porque esa marea desconocía aliados y enemigos por igual, al final todos terminaron siendo manchados con las porquerías del Wes. El Hurr opto por mantener su sanidad intacta al enfocarse plenamente en su hermana junto con la babosa y escapar hacia el elevador. Aun si tuvo que contener las ganas de vomitas y tirarle un manotazo al polilla para que se relaje. La paciencia de Hurr no es infinita Peor fue la reacción del ejercito que estallo en una ira colectiva de cien soles implosionando en su culo. Los golpes aumentan, tanto en fuerza como en cantidad, todos y cada uno dirigidos al unísono hacia la barrera para derribarla de una buena vez. Tocaba irse a la de ya, ¿El problema? El elevador quedo hecho trizas debido a la explosión de antes. Aunque Mamas intenta arreglar las barras de metal, poco pudo hacer con su fuerza de indio. De puro milagro tenían a un ogro cuyos bíceps les sacaba a todos mínimo tres cabezas de ancho y alto. A Kersh no le costó nada doblegar el metal con unos cuantos tirones, dejando como nuevo (entre muchas comillas), la puerta del elevador. Con eso listo, podían escapar...Solo que un nuevo problema surge: el espacio. Hurr ya ocupaba gran parte del elevador, si se agregaba a la mezcla la babosa y los objetos que andan cargando, realmente no hay sitio para muchos más. <Hurr ...No estoy gordo, soy de huesos anchos Intenta justificarse cual niño que atrapan en mitad de una cagada y grita ¡Yo no fui! Incluso si no era ni el lugar, ni el momento, para ese tipo de bromas. La barrera amenaza con romperse. Pupus se ve obligado a reemplazarla con una nueva para ganar un poco más de tiempo mientras veían que hacer con este dilema. Dilema que tenía una solución obvia, pero que nadie quiere admitir: parte del grupo se tiene que quedar atrás. Fue uno de los reos que rescato Gerardo el que admitió la innegable verdad, y con ayuda del ogro, metieron a la fuerza al grupo variopinto que viene del exterior. Accionando el elevador contra la voluntad de cualquiera de ellos. Los barrotes se cierran, el mecanismo se activa. Desde dentro de esa prisión, que puede los lleve a la salvación, el grupo observa a los pobres desgraciados que se quedan atrás. <Hurr ...Gracias...
[Expand Post]Es lo único que puede decir frente a la situación que se encuentran experimentando. No los conoce, no sabe sus nombres ni de dónde vienen, si tienen sueños, esperanzas u objetivos, pero con este favor que le acaban de hacer, lo mínimo que puede ofrecer son palabras de agradecimiento y tragarse la culpa de no poder hacer nada por ellos, de no poder devolverles la ayuda. La barrera al fin se rompe. La marea verde atraviesa las líneas de defensa en una carnicería brutal, pero disciplinada. Una contienda desigual a ojos de cualquiera, una batalla que estaba destinada a perderse, y, aun así, los reos resisten con todo lo que tienen. Dentro del elevador con suerte se puede apreciar los gritos, sonidos guturales, el retumbar del garrote y la ruptura de lo que serían huesos y metal. Destellos, luces de colores y movimientos caóticos. Era una pelea perdida en toda regla, pero no una que rompería lo poco y nada que queda del espíritu de los pobres diablos que decidieron intentarlo. Que decidieron apostar el todo por unos miseros instantes de libertad. .... De la violencia a un silencio ensordecedor. De las luces a una oscuridad eterna. El campo de batalla fue dejado atrás para pasar a un ambiente pesado y muy apretado. Lo único que se puede apreciar, es la respiración y sonidos que el resto hace. Aparte de saber que iban bajando, no hay realmente ningún indicio de hacia dónde se dirigen. Entre los ruidos que hacia el Wes porque nadie tiene llaves para pasarle y juegue con ellas, Eirim se pone a rezar. Aprovechando el tiempo para curar, así sea un poco, al team completo. <Hurr Muchas gracias Agradece con la voz agotada. Ahora toca pensar en cómo continuar. <Hurr Pues...No hay mucho que hacer en esta situación, creo yo Aunque el amigo polillon parece saber lo suficiente de supervivencia para tanquearse el abismo solito con sus pedazos de plumas, al armatoste con patas no le parece que el futuro fuera muy brillante. Puede que se deba a que tiene a una criatura del averno bajo un brazo, y a su hermana inconsciente en el otro, pero ya le está entrando la depre abismal. <Hurr A mi al menos me gustaría ver a donde llegamos y de ahí en adelante vemos que hacemos... Tabla, a diferencia del resto, se le ocurre mantener los pies en la tierra, recodándole al grupo que no vinieron aquí para bajar hasta los más profundo, si no por trabajo. Hay que llevar pan a la mesa y si nadie esta dispuesto a entregar el culo, más les vale empezar a hacerle a la pala, que aquí nadie es mantenido. <Hurr Si, mami Um...Bueno, técnicamente deberíamos estar llegando al nivel que corresponde. En ese sentido, vamos bien Omite todas las molestias que sufrieron en el camino. Menos mal que a la negra se le ocurre cambiar de tema al comenzar una interrogación contra el Gerardiño. Resulta que al maguito le va eso de la inmortalidad, como a cualquier persona que le teme a la muerte, el problema es que él busca métodos poco convencionales, al punto de ser buscado por la ley y el orden debido a, seguramente, andar con prácticas indebidas a ojos de la policía real. <Hurr Ay... Al Hurr se le escapa una risita de los nervios, risita que pronto mata carraspeando al notar que a Tabla se le calienta el ano por andar rodeada de raritos. <Hurr *Ejem* *Ejem*....Puede que...No sea tan malo. La última vez que bajamos termino ocurriendo cosa y media allá arriba. De seguro y ya nos habrán dado por muertos a todos. Si es que logramos retornar a la superficie, dudo que nos caiga la migra ley encima Pero ahí, en ese instante incómodo, donde discuten sobre qué ocurrirá de ahora en adelante, al Pupus se le ocurre romper su silencio para traer a la mesa un tema del que ya no se puede escapar: ¿Si quiera valía la pena subir? Parecía broma. Una pregunta casi sin propósito. Sin embargo, el grupo entero probablemente puede sentir ese llamado a continuar descendiendo. Ya no era una simple sensación, un murmullo, ahora era una voz palpable, oíble. ¿Qué excusa pueden poner para ignorarla? Seguramente ninguna, pero no por eso lo admiten en voz alta. O por lo menos esa pregunta fue más que suficiente para hacer callar al Hurr por el resto del camino. 1/?
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>>120886 No voy a cambiar lo que escribí a ultimo minuto AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH >>120889 El tiempo pasa de forma etérea. Si son diez, veinte o treinta minutos los que transcurren antes de avistar el final del túnel, realmente carece de sentido cuestionarlo, lo importante es que ven una luz que les deja muy claro llegaron a su destino. El aire se torna húmedo, un coctel de aroma les explota en la cara, la bruma a la que se acercan se puede llegar a degustar. El elevador desciende hasta alcanzar esas nubes grises. Traspasándolas, el grupo termina empapado por agua de lluvia. Al otro lado de la masa grumosa, se aprecia un bioma totalmente distinto al de las mazmorras: verde por todos lados, troncos gigantescos, agua estancada por doquier. Un pantano. Uno tan grande que parece querer tragarse todo lo que fuera hecho por humanos. Tanto así que hasta las únicas señales de vida humana se ven amenazadas a perderse entre el verde. Una ciudad antigua se alza en el fondo. A pesar de verse rodeada de nada más que vegetación, mantiene su esplendor de antaño, salteado con ese, supuesto, aire de haber sido abandonado por quien sabe cuánto tiempo. Era un cumulo de casas, apiladas una tras otra. Desde arriba, abajo, hacia los lados. No parece haber sido el diseño vanguardista de un artista, sino la mano de obra barata de gente que intenta hacerse un hogar donde resguardarse así sea a la fuerza. Todas y cada una de ellas pegada a la pared, formando una cortina de piedra y musgo que evita enseñar que hay del otro lado. Tan grande que intenta tocar las nubes, tan antigua que sorprende siga en pie. Incluso el gigante se queda observando los vestigios de lo que alguna vez existió dentro del abismo. <Hurr (Debe estar plagada de alimañas...) A una parte de él le gustaría preguntarle a su hermana que se encontraban viendo, pero como anda desmayada, solo le queda intentar recordar si alguna vez le escucho hablar de una civilización antigua en medio de sus ataques de esquizofrenia colectiva. 1d20 = 1 Otra cosa también le llama la atención: puntos. En un inicio, de similitud animal, en mitad de la bajada, se da cuenta que no es eso. Gente. Persona. Aventureros. Son humanos, no tiene duda de ello, pero el movimiento que exhibían no es normal. Lucían perdidos, o mejor dicho: atrapados. Caminaban sin rumbo alguno, pero sin salir de un sector determinado, como si algo ahí les retuviera e imposibilitara salir. Fue en ese instante que el gigantón decidió pelar los ojos e intentar prestar especial atención a lo que se le presenta. Es consciente de que el abismo es peligroso, pero en este nivel parece que las fuerzas del ARGD solo es un factor más del montón. Este dadito de aquí es para ver si Hurr nota algo que le llame la atención aprovechando que esta en altura. Ya sea una zona que se vea peligrosa o algo que no se vea muy natural que digamos. Más que nada es hacerse un mapa mental de donde andan y que pueden llegarse a topar 1d20 = 11 Llegan, más pronto que tarde, al suelo. Con un sonido tan mundano que corta la tensión de forma absurda, las barras del elevador suben, indicando es momento de bajarse. Cuando el grupo toca pasto, lo primero que les da la bienvenida es el agua estancada que les moja los pies, seguido de la fría sensación del barro, finalizando con un dolor agudo que les asfixia. Un mareo se apodera de la cabeza de más de uno junto con la sangre que les baja por la nariz. Era antinatural. Como si el nivel en si intentara expulsarlos a la fuerza. Pero, así como apareció, desaparece. Cualquier señal de dolor o malestar se esfuma, como si nunca hubiera estado ahí. <Hurr .... Limpiándose la sangre de la nariz con el antebrazo, observa los alrededores. Tanta vegetación no le deja ver más allá de un par de metros. Entre las raíces, el agua estancada y esos mosquitos del porte de un bebe recién nacido, el Hurr realmente no sabe cómo sentirse. Escuchar ruidos extraños y ver animales raros asomarse le hacen querer regresar a la civilización. <Hurr ....Pocas veces me he sentido tan...Pequeño... Diminuto. Esa es la palabra que se le viene a la mente al ver el sitio por completo. Son contadas las ocasiones que se vio en la obligación de subir la vista para poder observar algo y está definitivamente se queda con el puesto número uno. <Hurr Así es como se deben sentir lo ratones y las hormigas...O tú, Eirim Mira a la monjita, que está toda chiquita producto de la desnutrición. Y aun así le gana a su hermana Pero más importante que tener problemas de autoconfianza: hace hambre, frio y sueño. En un nuevo bioma, que se nota a leguas esta plagado de bichos, no pueden tirarse a tomar un respiro donde se les cante las sagradas perlas de sus respectivas casas. <Hurr Siempre intente evitar sitios como este. De primera, no me gusta mucho la humedad, de segunda, ser grande es una desventaja contra los insectos Aunque aquí tienen el porte de un balón de gayado, igual y tanta molestia no serán. Red flag <Hurr Pero se una que otra cosa sobre sobrevivir en un bosque...Ojalá no esté tan oxidado Lo último que quiere es darle de comer al grupo hongos espaciales y que terminen muriendo de alguna enfermedad nunca antes vista. Los demás parecen estar más o menos en las mismas. Uno teniendo más conocimiento que otros. También es buen momento de ver si alguien necesita una curita extra para evitar caer de cara al piso cuando le soplen demasiado fuerte la nuca.
[Expand Post] <Hurr Estoy bien. No creo necesitar Rechaza la oferta. Con la del elevador, y la de antes, cuando le volvieron a pegar los dedos, supone que ya quedo bien. Aunque puede que sean los efectos de la adrenalina hablando. Tocaba moverse, o así sería si una voz desconocida no se hiciera presente. Viene del elevador. Rezongaba como quien acaba de despertar luego de ser aplastado por un hipopótamo y sobrevivir para contarlo (o solo el culo de Hurr, que también es muy letal). Se trata de una tipa mitad animal mitad gato si, lo leíste bien con apariencia desaliñada por culpa del viaje que acaba de sufrir. El resto la reconoce como uno de los reos que Gerardiño recluto para su equipo de balón pie, pero el armatoste con patas de Hurr, que con suerte y tuvo tiempo para ver a los prisioneros muy por encima, la desconoce por completo. Es por eso que https://www.youtube.com/watch?v=kpnW68Q8ltc se le queda mirando fijamente en silencio, con mucho cuidado, esperando a ver que hace o dice, intentando adivinar si se trata de un peligro o solo un polizón que termino aquí al escapar del ejercito goblin. Cuando nota la reacción del resto, y la de ella, relaja los nervios y destensa los músculos. <Hurr ...Casi haces que se me salga el corazón por la boca... Suspira. Estar rodeado por criaturas que no comprende ni entiende le pone de los nervios, y eso que tiene a Misella la babosa bajo un brazo (no quiere bajarla por el agua y el barro). Sustos a un lado, el mundo se mueve. El Wes se va a buscar cualquier cosa que sea útil mientras que Eirim se retira a ser de utilidad así sea un poco. Manat y Gerardo hacen lo mismo. La Hello Kitty se dedica a molestar simplemente. El Pupus es el único que avanza hasta el islote más cercano que tenga pinta de poder pisarlo sin mancharte entero. Hurr le sigue de cerca para poder dejar en el suelo a la criatura del averno que ya le está pesando. <Hurr Creo que basta con esta clase de insectos y bichos para hacer de este piso un dolor... Y ojalá solo tengan que hacerse cargo de animales arcaicos. Si le meten demonios, o seguidores del ARGD, la cosa se tornaría peor muy rápido. Al enmascarado le entra por creerse bear grylls y se retira a hacerse una fogata provisional con ayuda de unas patas extras. Como el semi gigante anda con una desfallecida, y un animal que ni siquiera sabe si puede nadar o no (supone que no), se queda durante ese tiempo quieto en el islote esperando a que el Pupus termine de hacer lo suyo. Una vez eso sucede, les deja a cargo a su hermana y la babosa. <Hurr Si pudieras echarles una mirada mientras yo me pongo a buscar algo comestible...Muchas gracias Con esas palabras se retira hacia el bosque frondoso no muy lejos, aclaro. Rodea la zona más que nada, viendo si encuentra plantas comestibles o cualquier cosa que parezca puede morder sin correr riesgo de que le entre algún tipo nuevo de super cyda. Pero no solo se dedica a eso, también anda atento por si ve alguna señal de vida que luzca sospechosa. Ya sea una huella, abolladura, marca u olor que desentone en un bosque lleno de vida, o tenga las pintas de que problemas andan merodeando cerca, paseándose por la zona. 1d20 = 20 Fueron esas capsulas que cayeron con ellos lo que le dejo medianamente trastocado, además de ver un terreno repleto de aventureros perdidos. Le cuesta creer que están a salvo, y quiere cerciorarse de que, al menos por esta noche, pueden comer y dormir lo más tranquilo posible. Independiente de si logra algo o no, en algún punto decide que ya camino mucho y se regresa a la fogata. Allí, Tabla se le acerca con Pupus. <Hurr .... El grandote se queda mirando la bolsa con dinero. Por unos instantes, se le pasa por la cabeza decirle que aquí abajo seguramente no tiene mucha utilidad, pero al ver la expresión que tiene en el rostro la negra, le queda claro que era más un gesto simbólico que otra cosa. Eso o los gases del pantano ya se le fueron a la cabeza. <Hurr Cuando estén todos lo reparto. Puede ser mientras comemos y descansamos. No quiero malentendidos entre nosotros... O eso opina él. Tampoco discutirá mucho al respecto, y si le dicen que los reparta ahora ya, lo hace sin problemas. A pesar de ser medio judío con mis cosas, nunca fui tesorero ni nada del estilo me imagino ya se olian que terminaría intentando robar el horo o usándolo para invertir en bienes raíces <Hurr Son 3 de plata y 51 de cobre para cada uno. Sobran 3 moneda de cobre...Esto es en caso de que lo dividamos todo por 6 (manat, tabla, hurr, misella, pupus y la monja). En caso de que metamos al Gerardo a la formula, seria 3 de plata y 1 de cobre para cada uno, sobrando 2 monedas de cobre Con las cuentas hechas, se espera a que el mundo este reunido en la mesa (fogata) para hablar sobre como proceder y ver como se reparten las guardias para que los demás puedan dormir bien. 2/2 ............................... Lo dejare hasta aquí. Escribir mucho es una maldición. Nadie que se quiera hace tremendos párrafos de textos. Por cierto, si el Hurr pilla alguna planta comestible o lo que sea, deja que la babosa las huela para estar seguro de que se pueden ingerir Y Misella se despierta por el olor de la comida muy conveniente >¿Acaso tu pelearías contra alguien que se está cagando? Me ha tocado jugar al wrestling con gente cagada o meada (o ambas). Créeme, en ese momento es lo ultimo que te importa el aftermath siempre es un asco, though. Eso si es verdad
>>120890 >1 natural Al Hurr le dan cinco derrames cerebrales intentando recordar. >20 Y de paso se trae tremendo banquete a la mesa. >Aldo Como todos andan mandando ficha, yo reposteare la ficha de la mona loca que esta en el anterior hilo. No quiero ser el único rarito que no manda ficha >Nombre Sintaire Von Malagan María a secas >Edad Eso no se pregunta, maleducado 24 >Raza Humana raza maestra >Clase/Profesión Clérigo del Reinicio a tiempo completo y experta en lo que sea que sirva para matar a las minorías los seres del abismo >Historia Lo voy a escribir porque se me da la gana. Pero Sintaire no puso su nombre verdadero ni información sobre su vida o quien es, ni nada del estilo Hija legitima de la familia Von Malagan, una familia de nobles que ganaron su puesto dentro de la esfera alta de la sociedad gracias a la enorme contribución que hacen desde muchas décadas a las filas del ejército y la iglesia que son la misma mierda del reino. Gracias a las hazañas que tienen bajo su nombre, son bastante reconocidos por las calles del imperio y siempre se espera que los hijos de los cabecillas de la familia obtengan algún logro que los haga resaltar. Dentro de esta familia Sintaire nació junto con otros 4 hermanos. Creciendo con todas las facilidades habidas y por haber, más las debidas responsabilidades que esto acarreaba. Lamentablemente, a la muchacha se le volcó el mundo cuando a la tierna edad de 8 años despertó su esquizofrenia habilidades místicas naturales, matando una gran parte de sus neuronas cordura. Desde entonces se transformó en una niña problema, al punto de que la familia decidió mandarla a un convento de monjas para ocultarla del ojo público y ver si se le bajan los humos a punta de reglazos y carencias sexuales. Lo que no funciono puesto que la terquedad de Sintaire probaba superar cualquier castigo que le impusieran. Llego a ser tan malo que la misma iglesia la rechazo y devolvió a los Von Malagan a patadas al no poder hacerse cargo de ella. Desesperados, sus padres terminaron por patearla a la militarizada a ver si eso si la corregía o al menos le daban pena de muerte por andar de idiota en un lugar como ese. Increíblemente, se adaptó mejor de lo que uno se esperaría, si ignoramos todos los castigos físicos que recibía por mala conducta y otras prácticas peligrosas. De puro milagro alguien, o ella misma, no perdió la vida. Así fue como los años pasaron y la muchacha creció alejada de cualquier paparazzi, aprendiendo sobre una diversidad de temáticas y formas de lucha. Desde historia hasta artefactos mágicos, se cultivó como toda una conocedora de todo aquello que le pueda servir para eliminar a las minorías maldad que habita en este mundo. Cuando llego el momento de volver a su hogar por la edad alcanzada (y porque ya no le aguantaban), sus padres la patearon hacia el abismo para ver si se podían deshacerse de ella de una vez por todas, pues tenerla presente dentro de la familia solo causaría estragos a la reputación que sus antepasados se esforzaron en forjar, o peor, les haría perder el puesto que tienen en la alta sociedad. Usando la excusa de que era por un bien mayor y para probar que estaba lista para heredar el mando y llevar a cabo la misión de hacer de este mundo uno mejor, la convencieron de partir a enfrentarse a las minorías los demonios y bestias que albergan dentro del abismo con nada más que un par de monedas junto con un escudo y espada gastados. >Y aspiraciones (muy opcional) Básicamente, fue “tocada por lo divino” lo que se traduce en: está mal de la cabeza en sentido literal de la palabra y ahora cree que es una mensajera de Cristo Rey. Su objetivo es, nada más, ni nada menos, que destruir todo lo que no le gusta the physical embodiment of: mis gustos>>>>>>>tus gustos >>120712 >La idea de un Rey todavía seguía fresca en mi cabeza, aunque supongo que lo dejé en el tintero porque se va mucho a la mierda, se supone que la gente en la party son puros don nadie kek Siempre puede ser un rey de un reino que cayo, o que lo destronaron, o que hizo evasión de impuestos papales. Motivos para que un rey termine en un agujero del averno hay muchos. No creo que sea tan raro ver a un rey fallido metido en algún gremio o de prostituta
>>120886 >>120889 >>120890 (los mismos turnos del anterior post) --> >Wes >¿Hiper-qué? "A los gnomos les gusta usar mucho esa palabra cuando le dan indicaciones a sus artistas" Al polilla entonces le da un escalofrio recordando eso, ¿que cosa podía perturbar a este enfermo?, nada bueno, en special si venia de manos de un judio "No te imaginas lo que dicen esos narigones cuando creen que nadie los escucha...incluso cuando estaban rodeados de otras personas como yo en jaulas" Historia de origen brutal. Que en fin, el Pupus estaba por actuar como empleado de Peta, pero se aguanta, mientras los demas observan y miran alrededor, el polilla se mete al agua, y esta instantáneamente se torna negra, pero literalmente negra, mas negra y espesa que el petroleo, mientras toda la mugre, ceniza, caca, meado, sangre, vomito, grasa, moho, hongos y pus se le escapan de la piel, pelo y plumas con su andar, y eso que solo era la capa superficial de inmundicia que tenia encima como escudo, los pobres peces la pasan mal, seguro y ya estan contaminados y no estan aptos para consumo. Era como un pozo septico andante que venia a contaminar todo, a lo mejor por eso el pantano quiso matarlos, pero habia mejores noticias, ¡comida!. Luego de rebuscar, es que encuentra esos extraños gusanos rojizos, eran como sanguijuelas o yo cuando veo a tu mama. Wes no se la piensa dos veces, saca el cuchillo que le afano a un goblin y lo usa para matarlos a la rapida dados por si acaso 1d20 = 16 2d3 = 3 Luego de eso busca por si puede encontrar mas de esos u otra cosa 1d20 = 2 1d20 = 8, si no encuentra nada, se vuelve, si lo hay, dados premeditados 1d20 = 8 2d3 = 6 Mientras tanto, volviendo con la monja. >Eirim Esta empieza a avanzar, no estaba tuneada para este setting y casi se hunde en el barro, por suerte las plantas venosas y carnosas sirven como apoyo para su pequeño y endeble cuerpo, trata de mirar mejor, aprieta su ojito azulado para tratar de observar con detalle, pero nada que los ayude ahora mismo. "Ugh..." >Pocas veces me he sentido tan...Pequeño >Así es como se deben sentir lo ratones y las hormigas...O tú, Eirim "Si, era la mas pequeña del convento, siempre tuve que usar una pila de libros para sentarme a comer" Que tristeza "Una vez un aguila quiso secuestrarme mientras le daba de comer a los animales" Ve a los insectos tamaño humano revolotear por ahi "Por lo cual, no me esta haciendo mucha ilusion este sitio, incluso cuando se ve tan...peculiar, la humedad es molesta pero no se te hace, ¿bonito de cierto modo?" A su lado viene la gata burlandose de su discapacidad, le resbala, somo era la millonesima vez que le hacian el chiste del pirata. "No soy un pirata" Igual la gata no le da bola y esta mas a en su cosa, buscando comida, Caius andaba "Si, eso suena bien, no como desde ayer cuando sali del convento...o ayer mas cual sea la cantidad de tiempo que llevemos aqui" Mientras ellos hacen eso, la monja sigue queriendo ser util y ve si puede seguir observando y sacar algo util del lugar 1d20+5 = 23 Mientras observa, da vueltas en circulos y termina de nuevo con el ario-amigo, su mochila y el gerardo, conversacion ensues. "No te preocupes, ustedes son..." Iba a decir buena gente, pero esa palabra no aplicaba a una cleptomana mitoamana, su hermano el retrasado con impulsos violentos y sadicos, y el gerardo hereje "No son malas personas" Eso tambien era debatible "No los...venderia ni nada de eso, si de eso se preocupan...tampoco es que hacer algo asi fuera a beneficiarme, alguien como yo jamas podria conseguir privilegios o ascender en la jerarquia de la iglesia por mas que intente." Suspira, algo decepcionada, los deformes vinieron nerfeados al mundo y el medievo los dejaba permajodidos a no ser que tuvieras algun artificiero o un alquimista en tu circulo para que te diera un miembro de remplazo. Manat le pregunta sobre su condicion, a lo mejor entre tuertos se entendian, era eso o su momento hippie con el arbol le estaba afectando el mood. "Oh, ¿esto bueno?..." Le da la timidez y el Gerardo se adelanta para destacar lo obvio, era una sucia mestiza y eso solo la hace encogerse mas de la vergüenza, estos dos charlan y eso solo la hace bajar la cabeza todavia mass avergonzada por su condicion que no podia controlar, no es como si hubiera pedido nacer, y mucho menos asi. "El tiene razon, soy una Mestiza...no se exactamente de que, ni cuales son mis padres, me dejaron frente a la iglesia cuando naci..." Se calla, y con su mano libre levanta su faldon mostrando su pierna cercenada, estaba vendada, y cuando saca el nudo simple de la venda, se puede apreciar que este seguia fresca, roja y viva, pero sin ningun rastro de sangre, cicatrizacion o infeccion, como si se la hubieran cortado recien "Y mi cuerpo ya estaba de esta forma" Ya mostro mucha piel, se cubre de nuevo.
[Expand Post]Entonces levanta la cabeza con un poco mas brillo "Pero Severina me perdono la vida y me dio la oportunidad de poder ser una de los observadores. Y ahora estoy aqui" Pura devocion, ¿adoctrinamiento?, no se que es eso y creo que cuando Gerardo hablo con el chombo menciono que tenia fecha de caducidad, si eso no paso y no hubo otra instancia en donde la monja estuviera cerca para oir aquello, esto no va "Gerardo...yo, eh...lamento haberte dicho hereje antes, eres un buen hombre. Luego de todo eso, yo....no puedo echarte en cara el querer buscar la inmortalidad por mas que este prohibido" Tremendo desarrollo de personaje estaba pasando "No estoy orgullosa, pero tambien vine aqui por un motivo egoista..." Se tapa su parche con la mano por si el símbolismo no quedaba claro "Solo trata de evitar los problemas, y no vayas por ahi diciendo eso, ¿ok?" y no se en que queda cuando establecen el campamento, pero si esos dos siguen, la monja los acompaña >Wes Volviera o no con comida, el Pupus ya estaba haciendo campamento y preparando comida "Traje proteina o no" Solo era clavarles un palo y a cocinar, dados por si se necesita 1d20 = 1 1d20 = 16 Tampoco se queda sin hacer nada. "Oye gata, ¿dijiste de hacer un nido antes, no?, ayudame, busca ramas y plumas, y junta lodo" El Wes tambien sabia de eso, asi que estaba listo y junto su mierda (metaforica, todavia no esta tan desesperado) y se pone a armar un refugio a lo hornero, y lo hace alrededor de Hurr kek una vez este se asienta en el campamento. "Si no te molesta te voy a usar como plantilla, si puedes entrar tu en uno, entonces solo hara falta hacer un par para que todos tengan donde dormir" Lo descrito 1d20 = 20 1d20 = 13, y si funcionaba, se intenta mandar otro con ayuda de la gata 1d20 = 16 1d20 = 16 Cada uno estaba haciendo sus cosas, la niña demonio estaba haciendo cosas, los otros cocinaban o nada mas descansaban mientras el costa oeste hacia manualidades. Talvez regresan de una mini-aventura o no, pero ahora la monja esta aqui y ve las cosas antes descritas, mas aue nada la niña siendo niña y a la gata haciendose la cool y descansando en un arbol. >Eirim "Oye uh...¿chica gato?, ¿vas a ir por tu cuenta o vas a quedarte cerca de nosotros?, ¿nos dices tu nombre?, seria mas facil asi el hablar entre todos" Y ahi iba queriendo hacer de embajadora cuando era claro que la jefa era Tabla "Yo soy Eirim, el es Caius, el..." Hace una mueca mirando al Wes >Wes "Wes't, con acento de la zona norte del oeste, pero tambien puedes decirme Wes con dialecto comun" Bien pretencioso se queria hacer >Eirim "Si, eso, el es Hurr y...ugh, Misella, y ya conociste a Gerardo, tambien ellos son Manat, Tabla y..." Ya los habia doxeado a todos y entonces se detiene en la niña demonio maldita "Creo que nunca escucha el nombre de la niña, ¿como se llama?" Se da la vuelta y le pregunta al Manat que era el padre asignado. En otros asuntos, Hurr habla de hacer guardia para que todos puedan dormir "Yo puedo hacer la primera guardia si quieren, no necesito dormir mucho de todos modos" >Wes "https://youtu.be/GAa-394U4zc " El hijo de la gran puta ya se habia dormido. >Eirim En otras noticias, la monja aprovecha y sigue el ejemplo de Pupus y queda en calzones oara lavar su ropa en el agua mohoso y ponerla a secar. ... Y ya me canse de escribir, kek >Me ha tocado jugar al wrestling con gente cagada o meada (o ambas). Oh mierda kek, estoy hablando con un experto en la materia. >>120828 Pupus es un protagonico encubierto, por eso esta en esta party cagada para no alertar al ARGD
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>>120897 >20 >doble 16 El polilla les construyo una mansion con barro mejor que Bob el constructor >also me cago en la puta, que bien se siente ponerse verborreico después de tanto tiempo, me recuerda a estar en /r/
>>120712 https://youtu.be/ZPkztQko2dg >La idea de un Rey todavía seguía fresca en mi cabeza, aunque supongo que lo dejé en el tintero porque se va mucho a la mierda, se supone que la gente en la party son puros don nadie kek <El 90% de las interacciones con el "rey" https://youtu.be/Nku7kdol5GY?si=O7tcw7fGnx37cZ_P&t=58 kek Igual sería un tropo interesante un rey, con todo este grupo de vagabundos, don nadie y sub humanos que viven en la villa miseria mas negra del congurbano medieval. >>120828 >¿para qué servía el ojo del Manat? Sé que lo pregunté con anterioridad pero I forgor, mi retención de información es como la de un niño con tablet. Me olvide kuek, no me acuerdo si el Gerardo ya le había dióxido el pedrolo al menos no encontré si lo explique en el anterior Hilo Pero vamos a darle su "característica" de nuevo porque perdí el txt que explicaba a detalle, aunque tengo la idea general en el cocotero -El ojo que todo lo ve es un artefacto antiguo, una gema que algunos comerciantes aprecian mucho porque al ver a través de ella (como si fuera un monóculo) puedes ver las propiedades ocultas de las cosas. ¿Algo está maldito? Te lo dirá. ¿Apareció un objeto de la nada que piensas que perdiste, y no sabes si es un mimic? Te lo doxeara ¿No vez en la oscuridad, o quieres descifrar un mecanismo, etc? Puedes usarlo. >Visión nocturna (a medias) >+3 en tirada de exploración >Puedes analizar a detalle objetos o lugares (aunque si no sabes lo que estás buscando, no encontraras nada, al menos tienes que tener una sospecha o idea). Probablemente era diferente la anterior descripción menos rota, pero como no me acuerdo si Gerardo, Misella u otro personaje pudo descifrar que era, voy a implicar kek.
>>120627 >>120891 >Ya que te ofreces, no me quejo, kek Aprovechó y dejo esto por aquí. >Re-Roll lv1: Gracias al Poder de Larp-Chan El clérigo puede influir en los eventos aleatorios a su favor, manipulando dados, sorteos y otros juegos de azar (haces re-roll No daño o precisión ~necesita mejora para eso~), [5 de Fé] ~ >Intercambio lv1: Usas la suerte ajena (Cambias 1 de tus dados por los de otro individuo a tu elección No puede superar tu daño). [2 de Fé] ~ >Toque de Fortuna lv1: +5 en un dado de un aliado (elige cuál) por 3 turnos. [6 de Fé] ~ >A Miracle! lv1: Por algún extraño acontecimiento del destino, todos los ataques que se te son lanzados fallan en ese turno. [7 de Fé] Solo se puede usar 1 vez. https://youtu.be/JNcR21R0cW8 ~ >Gafe lv1: Tú te vuelves un trébol de 5 hojas, un espejo rotó, un gato negro, eres portador de mala suerte a los que osan cruzar por debajo tuyo cuál escalera (Tienes Mala suerte, pero tus enemigos también) {-5 precisión para ti, -7 para ellos en 3 turnos} [8 de Fé] ~ >Chosen one lv1: El clérigo se convierte temporalmente en un instrumento de la ira de los acontecimientos, aumentando drásticamente su fuerza, reflejos y precisión. {+5 en precisión, +5 en daño, +5 en esquive, por 6 turnos} {también atacas al invocar} [15 de Fé] Solo se puede usar 1 vez. ~ >Pascuas lv1: El clérigo puede canalizar el poder del azar para revivir a un aliado caído en batalla, después de tres turnos, termina trayéndolo de vuelta a la vida con una nueva oportunidad para luchar por su causa con 25% de la vida. [12 de Fé] Solo se puede usar 1 vez. ~ Elige una de estas >Alineación de la Casualidad: El clérigo puede alinear temporalmente el universo a su favor o en su contra, haciendo que todas las fuerzas de la naturaleza trabajen en armonía para garantizar la victoria o derrota. (Consecuencias aleatorias) {1d20} Mientras más cerca del 20 es algo positivo, más lejos algo negativo [10 de Fé] Solo se puede usar 1 vez. es como Metrónomo de PK ~ >Suerte de Principiante: Máxima precisión, Máximo daño en la tirada que hagas, El azar ha convergido en ese momento y, sin importar lo que haga el enemigo, no puede evitar la condena. [12 de Fé] ~ >Cambio de Suerte: El clérigo puede cambiar la suerte de un aliado o enemigo por un turno completo. Si un aliado está a punto de fallar un ataque, puede hacer que tenga éxito. Si un enemigo está a punto de acertar, puede hacer que falle. ¿La trampa? Este poder no puede ser controlado por el clérigo, solo se elige a quién afecta, pero las consecuencias siempre son impredecibles. El clérigo tira un 1d20. Si sale 1-10, es negativo, si sale 11-20, es positivo. [5 de Fé] ~ >El Milagro Silencioso: El clérigo desaparece, como si estuviera envuelve en un manto de invisibilidad total, pero no es una invisibilidad física. Es una invisibilidad en el tiempo y el espacio, donde, por un breve lapso de 3 turnos, el clérigo no tiene efectos de destino, azar o interferencias de ninguna especie, como si simplemente no estuviera allí. No puede ser atacado ni afectado, y puede moverse y actuar sin que los eventos se le apliquen normalmente. Sin embargo, nadie sabe si el clérigo realmente está en ese espacio o si simplemente no es visible a través de los ojos del destino. [10 de Fé] No puede atacar, pero sí todo lo demás ~ >Causa y Efecto: El clérigo tiene el poder de recrear un momento crítico de la batalla, de forma que, por un solo turno, puede revivir un ataque que ocurrió previamente durante el combate, usando el mismo resultado y efectos exactos. Una sola vez por combate. [8 de Fé] ~ >Expiar Pecados: recupera Fé {1d8} ~ <Fé: 18/18 ~ >Tienes +5 Punto a repartir <¿Aumentar Vida? <¿Aumentar Evasión? <¿Mejorar Habilidad? Máximo es lv3, rezar y Fé no se pueden subir por ahora
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>>120763 >>120765 >>120769 >>120770 >>120886 >>120897 >>120889 >>120890 Una oscura y monumental bajada hacia un abismo del que no se puede escapar aunque estés de vuelta en la superficie. Una vez colocaron sus pies aquí, ya fue demasiado tarde, malditos, tal vez malditos desde la llamada que los empujó a bajar... o tal vez malditos desde el día de su concepción teniendo en cuenta la vida que llevaron. Dejando de lado las movidas existenciales, el oscuro descenso oloroso a meados y demás ocurre como ya se mencionó con anterioridad, no hay que repetir lo dicho, y en este mismo se dan unas conversaciones para mantener la cabeza en funcionamiento entre tanta oscura niebla. Esta oscuridad tan densa le hace recordar al Manatí su jornada en el Shadowrealm, aunque el silencio o la misma no le molesta, Ser o No Ser deja de ser una preocupación cuando tu cabeza ya está demasiado consumida por el barbitúrico. Por suerte la pendeja mágica no está consciente para ser partícipe de esta experiencia, quizás y le da un ataque. Que sí, palabras de aliento por los caídos, doxeos y declaración de crímenes por los puros loles. El tipo ya mató a dos gordos, seguro lo cancelan pronto por ello y tener un cuerpo hegemónico de pecho aceitado 24/7. <¿Esa cosa era un monje de los observadores?, qué horror... >Gerardo Se supone, sí. Está bien ser un liche y todos eso, no veo problemas, pero ¿intimidad forzada y además sodomita?, eso ya es otra cosa, degenerados como él deberían estar colgados en una cruz. El hombre que alguna vez fue ya no existe. Gerardo era un hereje en toda regla que debería ser apedreado en la calle en ejecución pública, pero tenía sus creencias, su camino, su ley. Tira esa bomba de humo que tranquiliza un poco a la negra al quejarse de los trolos degenerados sexuales, por consiguiente él no siendo ninguno de los dos mencionados. >Gerardo Lo mejor que pudimos haber hecho fue evitar un combate real contra ese sujeto, no creo que pudiéramos haberle ganado. Ni siquiera sabían si tenía un klizko o cualquier otra mierda de usuario mememágico, mejor que no hayan arriesgado el culo de forma literal y figurativamente peleando contra el violador de la cripta. Hasta ahí su aporte sobre el Chombo, al menos lo que le quedaba de humanidad le dijo los secretos para convertirse en no muerto. La convo prosigue un poco más, se cagan al Gerardo y demás, por alguna razón el hombre enmasacarado estando tan callado como niño que se acaba de surrar. <Todavía estoy aquí, puedo oírlos Las palabras de la monja pasan a oídos sordos, es una mujer y no está casada, por lo tanto no tiene voz ni voto en la mesa. <*Ejem* *Ejem*....Puede que...No sea tan malo. La última vez que bajamos termino ocurriendo cosa y media allá arriba. De seguro y ya nos habrán dado por muertos a todos. Si es que logramos retornar a la superficie, dudo que nos caiga la ley encima >Tabla No es eso a lo que quiero llegar, a nadie le importa la vida de un guardia, ni siquiera a la propia ciudad, no creo que haya problemas por eso, el problema es ¿por qué este tipo estaba bajo guardia y torturado? ¿No es eso algo para hacerse preguntas? Quiero suponer que nadie sabia sobre su herejía, no creo que este hombre vaya por ahí gritando que quiere convertirse en liche o lo que sea. Su cabeza banana llega a conclusiones, el Gerardo andaba en alguna movida seria que se está guardando para él, ahí haciéndose pendejo sin decir nada, y la verdad es que tampoco puede decir nada porque ni siquiera él sabe la razón de que haya sido torturado y que le hayan matado a los compadres, puede que todo eso del (((Secreto))) del alk en la tablilla esmeralda. Si el mago esquizo andaba en movidas serias, por supuesto no lo iban a dar por muerto así como así y tarde o temprano iban a llegar hasta ellos. >Tabla Sé que ustedes no usan mucho el ce- Mhm mh mhmha Por supuesto es el hombre Mamas el que tiene que arreglar todo esto que no iba a llegar a ningún sitio y que además no era el momento, meter al Gerardo en eso o crear desconfianza en la party es lo último que se necesita ahora mismo. Rodea a su hermana con su brazo y su antebrazo le tapa la boca; lo haría con su mano pero anda toda machada de sangre seca como ya es costumbre. >Manat Creo que fue suficiente, ya hablaremos de esto en otro momento. La mandaría a la cocina como es debido, pero no tienen cocina. Toda la interacción acaba como ya se dijo, dándole a la niña y solo diciendo que necesita respuestas a la cantidad de pregunta que tiene porque como alguien de lógica (a veces), no puede evitarlas.
[Expand Post]<Ustedes... ¿Tienen pensado subir? Así, entre el sonido de los engranajes invisibles, el Caius Pupus suelta la pregunta y la razón por la que andaba tan callado. Todos sentían el tirón de sus almas hacia las profundidades del abismo para encontrar lo que sea que quieran, la razón de que anden aquí fuera de la tapadera del dinero. Gerardo obviamente quiere la inmortalidad porque no le hace gracia morir sin conocimiento, quiere cantar, quiere escribir, quiere aprenderse todos los jutsus todas las magias y crear nuevas, quiere joder su universidad, sin embargo la vida humana era efímera como una gota de agua dejada al sol de verano. Tablón era algo más complejo, vivió y vive para la supervivencia, el día a día cual madre soltera de cinco hijos que trabaja de sol a sol o vive del gobierno, pero muy en el fondo hay algo que late fuerte dentro de su pecho... >Tabla ... El control. Desde que existe se la ha pasado robando o matando sin ningún rumbo, sin control, y las únicas dos personas a las que ha dedicado su vida han muerto o simplemente andan desquiciados al punto de que no puede ayudarlo, otra vez regresando a lo de que no tiene un control real. Los dividendos y el robar dan control, uno falso... Lo único que quiere es sentirse segura. De una mujer insegura pasamos a la mitad contradictoria que a su vez está entre dos mitades: Violencia o paz, blanco o negro, vida o muerte, hinduismo o islam, Lord Shiva o Alá, apedrear mujeres o quemar mujeres, rubia o morocha. ¿Qué buscaba ahí abajo? ¿Poder? ¿Purgar el mundo de oscuridad? ¿Regresar a su amada a la vida para poder tocar su fino pelaje? ¿Seguir a su hermana hasta los confines del mundo? ¿Despertar espiritual? ¿Violencia? ¿Siquiera tenía él una agenda cual seguir o simplemente está siguiendo su locura? La verdad es que ninguna, su experiencia de dejar de existir le había dado nuevas perspectivas, nuevas ideas, había alcanzado un estado de consciencia superior... Aunque todo esto desapareció en un 90% luego de salir de ahí, por lo tanto seguía siendo el mismo hombre con los mismos traumas y dolores, cargando con el peso de la muerte y el de ser un espectador en un mundo cruel. >Manat *Muack* Sus labios se encuentran con el cabello banana de su hermana al sentir esos sentimientos que la invaden. Una muestra de afecto en la oscuridad que consume. Él había ayudado a Gerardo, él había ayudado a Misella, él había ayudado a esta niña en sus brazos; no era un espectador en un mundo cruel. Un mundo gris lo rodeaba, no podía dejar las armas, pero tampoco necesitaba dejarse llevar por completo por la ultraviolencia. De cierta manera todo esto estaba resuelto, ahora solamente quedaba resolver lo de su muerta favorita. >Manat El estado natural de los mortales es la búsqueda, incluso cuando ya han encontrado. Una vez más se hace el místico. Mamas aún es mortal, por lo tanto sigue buscando. Nadie además del polilla y el Mamas responden la pregunta del amigo enmascarado, al menos la responden a su manera. = = = = = = = = = Posterior a quemarse los ojos con la luz exterior, los individuos dentro del elevador podían ver desde los cielos este pantano gigante salido de alguna era perdida en el tiempo. La ciudad de terracota los observa desde la lejanía así como ellos la observan a ella, tan ancha y apretujada, con esas estructuras que no permiten espacio. El único ojo de Manat no le permite ver demasiado y el Gerardo no puede usar su memeinteligencia debido a que todavía piensa que anda mardito mamagüebo, por lo tanto no tira dados; la otra enciclopedia anda sin batería, la ciudad queda en un misterio de momento. <Parece algo que haría una raza insecto, me recuerda a esa temporada que estuve con una tribu de Thri-kreen <Aunque se ve mucho más grande de lo que esperarías de uno de ellos...es como una colmena de hormigas reales trasladada a nuestra escala >Manat Se parece a mis tierras. Costa oeste da algo de lore sobre una raza que probablemente solo conozcan los enciclopedia y el musulmán contesta aquello, poco más que decir. Lo único a destacar es que este lugar parece antiguo, lejano, dejado en el tiempo como una reliquia de una época en la que ninguno de ellos vivió, algo así deben sentir los arqueólogos cuando descubren este tipo de cosas. Por lo que pueden ver tampoco parece estar habitada. Al final el elevador acaba en tierra firme, o lo sería si no fuera un lodazal rodeado de agua no fluyente. Bueno, Tabla al menos se alegra de por fin pisar algo que no está a metros de altura y que si se caen no la cuentan. Lo primero que ocurre aquí abajo es ese dolor dentro de sus cráneos y el sangrado nazal como si se hubieran metido unas líneas de polvos mágicos; es como bajar al océano, debe ser alguna mierda de la presión o algo parecido pero mágico. El físicamente débil del mago vomitaría si tuviera algo en el estómago, los otros dos ya están más que acostumbrados a este tipo de cosas, sobretodo cuando eres un drogadicto. >Tabla Seguro esto es una física señal para tomar un respiro. Antes de esto al polilla se le había salido la vena jorge y comenta sobre acabar con el dino que anda por ahí, pero obviamente alta paja. A lo que reaccionan es a las campanas sutiles que se mezclan con el viento... = = = = = = = = =
>>120994 Ya, hasta aquí pude recuperar el turno, se me perdió como un 70% del puto post y este chan de mierda me está sacando canas blancas (literalmente) con estas cosas. Mi recuperador meado solamente recupera como 9000 caracteres que para peor lo escrito allí apenas es relevante. Kek Procedo a resumir lo más destacado de lo perdido: https://youtu.be/MFqtv8RfJQg?si=4vA_90Ewvq8VcCe6 Con el sonido de las campanas lejanas, Gerardo les menciona que preparen la cola porque pueden haber indígenas reptilianos por ahí, que lo leyó en un libro y hay que creerle porque todo lo que se escribe en libros es real. Manat y el mismo mago tienen una conversación con la monja que probablemente escriba en un post aparte porque es medianamente importante y creo que me la acuerdo, también intuye este primero que los árboles tienen agua dentro que pueden utilizar. Tabla le daría las monedas al Hurr pero sacaría de la ecuación a ella, Manat y Gerardo, dejándole en sus manos con quién las reparte o si se las queda para comprar cripto para su deleite después; las divisas las utiliza a modo de disculparse por ponerse densa en el elevador. La misma negra mirando al Pupus se da cuenta de que se está mandando una terrible rana con la comida que anda haciendo en su caldero de bruja, pero no le da importancia y procede a jugar a lanzarse agua junto a la niña acosadora de fauna local. Volviendo Manat, Gerardo y Eirim con los demás porque tampoco pueden andar por ahí vagando en el pantano, Mamas menciona que la niña se llama Maya, nombre que se inventó al momento, y el Gerardo le pregunta explícitamente a la gata pendeja a quién porongas está buscando haciendo alusión a lo hablado en su celda. Mamón ahí mismo se da cuenta del caldero con agua del pantano y con una mano en el hombro del amigo le pregunta si acaso está pendejo y quiere acabar muerto por una terrible disentería al ingerir agua de charca, que deje de hueviar y que tome agua del interior de los árboles que al menos está más filtrada que su cagada, en ese instante consiguiendo que Tablón le dé comida para la olla municipal. Volvería a escribir todo lo que me falta pero estoy cansado, me quiero cortar los huevos. Luego respondo lo offrol.
>>120994 >mfw perdí el turno >>120769 >>120897 Mientras la gente importante hace cosas importantes como conseguir comida o construir una zona segura para descansar, el mago y el guerrero ario no hacen nada como buenos inmigrantes estereotipo, como esos dos hijos de puta en el trabajo grupal que solamente se la pasan hablando en lugar de hacer lo que tienen que hacer. Así sería, comenzando una conversación con Eirim al mismo tiempo que Manat revisa ese escamoso árbol que desprende un frío tacto aunque ni siquiera lo estés tocando. Primero el árbol alto como un titán, uno de celulosa. Su mano áspera en mil batallas siente la armadura corteza gélida en calma. La visión en las hojas no da mucha información, esto es algo que nunca había visto o escuchado, y el polvillo de hadas que se dispersan en la humedad dejan más confundido al amigo. ¿Qué es exactamente esta criatura desconocida? >Manat ... El ente vibra con la canción natural del pantano. Entonces, como buen abrazaárboles digno de un elfo marico de madera, se pega al mismo y procede a escuchar el interior por el que fluye en calma una fuente de agua así como la sangre fluye en los mortales, además otra cosa, algo que no se puede poner en palabras pero que igual se siente en lo profundo. Además de consumir agua, consume algo más de estos suelos fértiles. Lo curioso de todo esto es que la arcaica forma de vida parece estar consciente en su inconsciencia, de alguna forma el amigo sintiendo como una caricia al alma, un abrazo en los momentos difíciles de la vida. >Manat (Hay vida hasta en los lugares menos esperados.) Su rostro serio y quieto como una muralla de castillo dibuja una pequeña sonrisa. La existencia estaba en todos sitios, en este abismo, en el agua, en el aire, hasta en su propio cuerpo, él no es una entidad individual sino un cúmulo de otros seres, al menos en cuerpo. Quitando la podredumbre y violencia, este mundo es un lugar hermoso, aunque estos conceptos son solamente un todo al final del día. >Manat ... Le da unas palmadas a la corteza del árbol y se aleja, captando la atención de la gata callejera a la que simplemente le devuelve la mirada con la ligera sonrisa de entendimiento. Techo de cristal espiritual, el género femenino no lo entendería. = = = Ahora sí con la conversación por la que estamos aquí reunidos, se habla con la monja no motorizada al mismo tiempo que el ario hace sus cosas de hippie patasucia. <No los...venderia ni nada de eso, si de eso se preocupan...tampoco es que hacer algo asi fuera a beneficiarme, alguien como yo jamas podria conseguir privilegios o ascender en la jerarquia de la iglesia por mas que intente. >Gerardo Es curioso, la iglesia de los observadores acepta a todos pero solamente unos (((pocos))) controlan la misma desde la cima. ¿No es extraño que la mayoría de altos cargos sean humanos cuando nosotros y otras dos razas detuvimos al innombrable? O bueno, eso dice la historia, no me sorprendería que esté manipulada. Con tranquilidad se ajusta el fedora y señala aquello con una lengua bífida de serpiente; al tipo le importa un carajo ser maleducado cuando se trata de estos temas y no lo hace solamente para tocar los huevos (que también), sino para abrirle los ojos a la gente. La mayoría de entidades son unos hijos de puta que se aprovechan de los mortales, no hay que seguir a gente que te ofrece caramelos y no hay que hacer pactos con criaturas incomprensibles para la mente. Ella, Misella y el Pupus ya estaban condenados, creer en estos entes o pactar cosas solamente los hace más fuertes. Con suerte hay alguna forma para romper estas cadenas, pero primero debe intentar no morir de tuberculosis. >Manat (... Esta gente quemó un orfanato...) Posteriormente se pregunta sobre su cuerpo todo pateado por la vida, a lo que el Gerardo con sus altos dotes de observación señala lo obvio, o tal vez no, es cuestión de perspectiva porque el ario ni se dio cuenta; la chica es un mestizo no reconocible. Igual alto careta el tipo hablando de la Hola Demonio cuando está ahí cerca mirando y escuchando lo que se dice, estas dos compartiendo el ser sangre cruzada. <El tiene razon, soy una Mestiza...no se exactamente de que, ni cuales son mis padres, me dejaron frente a la iglesia cuando naci... Ahora todo tenía más sentido. Tal vez fue demasiado duro diciendo aquello, no era su intención hacerla sentir menos por ser de raza inferior cruzada. Esta levanta su falda y muestra el muñón de su pierna, liberando los vendajes para dejar ver carne recientemente cortada, latente, sin sangre chorreando. Una extrañeza. <Y mi cuerpo ya estaba de esta forma Ambos hombres se miran, pero sin intercambiar palabras la dejan continuar.
[Expand Post]<Pero Severina me perdono la vida y me dio la oportunidad de poder ser una de los observadores. Y ahora estoy aqui De nuevo, ahora se comprende de que sea una monja a corta edad y que ande arraigada a esa religión que por alguna razón no acepta a los mestizos, o puede que eso sea una cuestión que todas las culturas comparten o algo así, me falta más lore. >Gerardo (¿"Me perdonó la vida"? ¿Qué clase de aspecto tenía esta chica al nacer? Ya de por sí los bebés son feos. Tal vez el simple hecho de faltarle partes y eso.) Al menos su madre la había perdonado y esta mujer también, quizás creció en un mejor lugar que estos dos hombres sin figuras paternas y todo eso, pero esto no era un concurso para ver quien de todos sufrió más, sino que estaba aquí para comprender a los otros, o al menos esa era la intención principal por la que Manas comenzó la charla. Manat, alejándose del árbol y después de intercambiar miradas con el gato volador, procede a hablar mirando directamente a la pirata. Su hacha aguarda pacientemente con el dorso en su hombro y su otra mano cuenta inconscientemente las pelotillas de su guirnalda pachamamesca. >Manat Nunca deberías avergonzarte de lo que eres, chiquilla. Cuando era niño los demás me molestaban por débil y por mi color de piel, un color de piel de una casta superior abandonado en un orfanato casi en ruinas... Los maté, por supuesto, por eso soy tan fuerte ahora. >Gerardo Eeeeh sí, no creo que eso último ayude con este escenario, pero comparto la idea. En mis viajes he conocido a muchas personas maravillosas de razas diversas, mestizos incluidos. El color de tu piel o la forma de tu cuerpo no debería importar mientras podamos vivir en armonía. O mientras no te comportes como un puto animal, aunque se guarda el comentario, eso era algo más cultural que otra cosa, y si tu cultura es una cagada ya poco se puede hacer, ser musulmán es una maldición. Todos son mortales conscientes o semiconscientes en este picnic por encima del infierno, picnic al que llaman existencia... o algo así decía el poema de un guerrero chink. >Manat Levanta la cabeza y mantén el orgullo. El Gerardius sonríe ampliamente al mismo tiempo que asiente en aceptación, se siente bien conocer a gente con los mismos ideales y mismas líneas de pensamientos, algo hoy en día bastante escazo porque a sus ojos la mayoría son unos npc's y él es único y diferente. Le da una palmada en la espalda desnuda al ario amigo y la pic ya cumple el cupo de referencia musical por turno. En resumen y como dijo un pensador de piedra: “El racismo no está correcto, la xenofobia es el camino real”. Pasando de Why Can't We Be Friends?, a la monja bulleada le da un ataque de progreso de personaje y se disculpa con el Gerardo que simplemente alza su mano y hace de lado la disculpa. <Gerardo...yo, eh...lamento haberte dicho hereje antes, eres un buen hombre. Luego de todo eso, yo....no puedo echarte en cara el querer buscar la inmortalidad por mas que este prohibido >Gerardo Ni lo menciones, no hace falta disculparse por las creencias propias. No le molesta que le llamen hereje, sería como que un judío te llame goyim a la cara, sabes correctamente lo que significa pero te da igual. Ella entonces da un poco de contexto de la razón de que ande en este cagadero y posteriormente le dice al Gerardo que no ande por ahí contando lo de su herejía, algo que ya practicaba porque solamente la party y el Chombo saben de su movida... Ah, el negro también se habrá enterado en el elevador, tal vez y lo pueda extorsionar, pero probablemente nadie le va a creer por ser una aberración de la naturaleza. >Gerardo Prometo no aterrorizar ningún pueblo con hordas de muertos vivientes una vez consiga mi objetivo, gracias. Se da el lujo de reírse del estereotipo de liche negromante, su tono de voz dice que obviamente es una broma. Solamente quiere ser liche para seguir viviendo, lo de ser negromante queda de secundario. >Gerardo Espero que encuentres lo que sea que estés buscando, pequeña. Asiente una última vez. Con la plática terminada, a estos tres no les queda de otra que volver con los demás huevo Nes que andan haciendo cosas útiles.
>>120886 >Joder, tremenda paja mental solo para jugar con un furro, kek N-no soy furry Es que me ganó el flow de hombre lobo-vampiro-cristiano que lleva la banda y la hice XX porque ya antes tenía a Barroco, debía ser la antítesis y con suerte y pareciendo que nadie más se iba a unir, iría a jugar con estos dos o algo así. https://youtu.be/H8pLD8HYjUU?si=kMIYYYJeRimlUbDK No busquen nazi furry en imágenes, me arrepentí de buscar este meme. >>120889 >>120890 >sin turbo destruir el espacio tiempo para mi conveniencia Negro pero todos rompen el espacio tiempo y está totalmente justificado por el abismo, kek. Igual habría que controlarse para no darle más trabajo al OPinga. >Me ha tocado jugar al wrestling con gente cagada o meada (o ambas) ¿A-aniki? ¿Eres tú? Ya se te extrañaba por este mundo. >>120891 >Pero Sintaire no puso su nombre verdadero ni información sobre su vida o quien es Todavía sigo kekeando con lo que le pasó al vampiro en el primer hilo referente a esto. Nice ficha de todas formas, otro loquito a la party, nunca son suficientes. >Siempre puede ser un rey de un reino que cayo... Lo sé, lo sé, al final es eso lo que es, aunque creo que lo dejé de lado porque además podría ser disruptivo, no querría joder tanto con el mundo que plantea el OP, pero al final este da bastante libertad porque el mundo exterior no es demasiado relevante de momento. >>120897 >Pupus es un protagonico encubierto Tengo mis teorías fuera del meme de que es la reencarnación de Jesús o algo así, sin embargo estoy seguro que luego el OP va a decir que el Pupus es un random normal y voy a quedar como un payaso kek >>120971 Jajeante que ESE personaje haya tomado forma en este rol. Cosas de la vida, solo espero que la negra no le robe nada que luego acaba jorgeada de forma realista. >El 90% de las interacciones con el "rey" Justamente iba a usar la banda sonora del Santo Grial. Iba a ir entre el shitpost y el edgynes, un Manat pero del primermundo y furro. >Igual sería un tropo interesante un rey No tengo problemas en utilizarla y meter a otro loquito para que la negra haga de mamá, pero no quiero darte más trabajo de los ya de por sí largos turnos. Tampoco quiero robarle el spotlight al otro negro cristiano, kek. >el ojo mamagüebo Se había como que medio explicado con el Gerardo y el gameplay posterior a vencer al alma en el criko, palabra clave medio, ahora sí entendiendo la movida, gracias. >>119911 Si vas a usar ese personaje prepárate para el típico beef de magos contra hechiceros. Nice ficha, se me había pasado.
>>121022 >>120995 >>120994 >>120897 >>120890 >>120889 >>120886 https://youtu.be/77Fv8gtZyuA?si=oXAWEdUcID-YSc-1 -Tus ojos se deslumbran ante la colosal ciudad, más grande que cualquier ciudad humana o no humana vista o sabida a lo largo de la historia. No hay palabra que alcance: ni metrópolis, ni imperio. Es algo que excede cualquier geometría. Sus torres no terminan en el cielo, sino que lo perforan, se apilan unas sobre otras como capas de fósiles, y su construcción parece no tener origen ni fin. Cada puente, cada plataforma es más ancha que el claustro entero de tu convento. Allí podrían vivir miles, no, millones de almas. Habías leído muchos libros, esa era una de las ventajas de vivir en un monasterio como monja casi toda tu vida, sabías leer, escribir, y tenías a tu mano miles de libros, muchos prohibidos, así que te adentras en tu cerebro, en búsqueda de sí habías leído sobre este lugar. -La memoria se te era como una biblioteca, y tú la bibliotecaria que recorre corredores polvorientos. Habías leído tanto (copias, códices prohibidos, crónicas de viajeros y penitentes) que crees poder encontrar cualquier referencia. Pasas páginas mentales, buscas, hojeas, interrogas... y nada. Ni un solo registro. Y sin embargo hay algo en la forma de esas torres, en el brillo subterráneo de sus fachadas, que te resulta insoportablemente familiar. La sensación es como una palabra en la punta de la lengua: tan cerca que roza, tan lejana que se escurre. Te quedas en blanco. Cambias de ángulo, como si al mirar desde otro pensamiento pudieras verla. -Estabas buscando tus recuerdos visuales, asumiendo que habías visto, habías leído sobre esto, pero sí en realidad, lo habías ¿escuchado?. -Una tenue puerta se dibuja en la penumbra de tu conciencia, y cuando se abre, leves regazos de memorias muy viejas, se dibujan en tu mente.... No es un texto, no es una ilustración, es un sonido. Comprendes que siempre buscaste en los ojos y nunca en los oídos. La memoria no era escrita, era susurrada. -Vuelves a ser pequeña. Más pequeña que tu presente, una memoria olvidada de lo vieja que eras. Una niña en la alacena bajo las escaleras del convento, la habitación que llamaban “cuarto” por piedad. Duermes sobre paja. Crees soñar. Y en ese sueño hay una voz: suave, cálida, imposible. No la oías de día, se filtraba de noche por la ventana, apenas un hueco en la pared. Una dulce y leve voz celestial, que sonaba a querubín cansado, a madre desconocida, a ángel de la guarda que no se atreve a entrar. Antes no eras consciente de ella, porque al estar dormida pensabas que era un sueño, un hada, o un ángel, pero ahora podías escucharla, esa voz.... ¿De quién era? Era dulce, suave, tierna, llena de afecto, pero a la vez, tan tenue, como si un hada te susurrara. -Todas las noches te contaba cuentos que se deshacían al amanecer. Historias, cuentos, canciones. Nunca las recordabas, pero te adormecían. Ahora, sin embargo, puedes volver a escuchar una. Como si, después de años, ese murmullo te devolviera un capítulo entero. "Más allá de los mares visibles y de las cavernas donde incluso la luz se extravía, en el fondo del Abismo, existe una ciudad antigua como el hambre. Los que cayeron en el abismo la llamaron de mil maneras, los poetas que despertaron la nombraron El Dorado." "Sus avenidas no están hechas para los pies, sino para los vientos y las corrientes. Los edificios se alzan como montañas pulidas y sus fachadas relucen con un oro que no es metal, sino luz detenida. Allí no hay sol, y, sin embargo, todo brilla con un fulgor que parece memoria del amanecer." "Allí no habita el tiempo, sino el polvo de los siglos." "Es una tierra primigenia donde las leyes del tiempo se arrugan. Las columnas tienen edades de eras geológicas, las cúpulas, formas que el ojo no puede seguir. La civilización que la construyó era vieja cuando la primera piedra del mundo se enfrió. Dicen que las calles se ajustan al caminante, que los pasillos se abren y se cierran como un organismo." "Guardianes gigantes de terracota, la guardan. Inmóviles como montañas, sin párpados, sin respiración, cada uno más alto que un campanario. Patrullan sin sonido. Nadie sabe si son estatuas, guardianes, o pecados solidificados. Sus pasos retumban como ecos de terremotos olvidados. No duermen ni descansan, solo vigilan y miden, como relojes vivientes de barro y mineral. Sus ojos no brillan, pero ven. Y quien se aproxima siente su mirada ciega. " "En el fondo de la ciudad, contra la pared del abismo, hay una puerta de oro puro, más alta que una catedral, sin cerradura visible. No un portal, sino una plancha monumental con relieves de bestias y constelaciones olvidadas. Esa puerta no abre al tesoro, sino al camino verdadero, que desciende hasta el fondo del Abismo. Ningún mapa la marca. Ningún sacerdote la nombra. Algunos exploradores juraron haberla visto antes de perderse para siempre en la niebla de los siglos." "Quien la cruza no vuelve. Quien sueña con ella despierta distinto. Y quien la recuerda... ya ha sido llamado.” "Hay quienes creen que bajo esa puerta late la sangre del mundo. Otros, que es la salida. Y unos pocos, que es el espejo donde los dioses se miran cuando dudan de sí mismos...." -La voz callaba ahí, siempre ahí. Nunca llegabas a saber cómo terminaba el cuento. Pero ahora, mirando la ciudad imposible, comprendes que no era un cuento para dormir: era un mapa susurrado, una advertencia en forma de leyenda. Y el eco de esa historia, escondido en tu infancia, se abre paso como un recuerdo que siempre estuvo ahí, esperando. -Al mismo tiempo que esto ocurría, el Hurr intenta y.... https://youtu.be/ZGjx3nnOutg -Las neuronas se le funden. -Casi se olvida hasta su propio nombre, lo único que se le ocurrió es "Misella debe saber seguro".... Tras eso intenta ver si nota algo extraño por los alrededores, pero el abismo era gigantesco, verde, verde, más verde, humo, ver más verde, ¿humo?, juras que viste una leve línea de humo por algún lado, aunque ya no la encuentras. = = = -Y entonces, llegan al Pantano
[Expand Post] https://youtu.be/DwXtbA64lHE?si=M-Jph8sGkD-7en8i -El pantano no empezaba ni terminaba, era como entrar en el aliento húmedo de un ser inmenso. La luz se quebraba en la bruma, y cada hoja gigante parecía sudar. Entonces Was aprovechó para tirarse a esa agua, el lodo no cedió como lodo, sino como algo vivo. Sintió en las plantas de los pies una presión contradictoria: no se hundía del todo, y no era por firmeza, sino por una corriente que subía desde abajo, invisible y terca, como un aliento subterráneo. Era como si el agua misma respirara: cuando su pie estaba a punto de tocar el fondo, un empuje de burbujas lo detenía y lo sostenía. No era agua estancada, pero tampoco tenía corriente: era un líquido que se movía en secreto, en círculos verticales, con lógica propia. Como si abajo abría agua terma o manantial. -El charco a su alrededor empezó a cambiar, primero un brillo aceitoso, luego un ennegrecimiento total, denso. No era solo oscuridad: era negrura física, más pesada que el petróleo, como si su cuerpo secretara tinta. Allí, toda la mugre que había llevado como segunda piel se disolvió: sangre seca, ceniza, y más warangadas. Capas de escudo y hedor que ahora flotaban hacia la superficie en hebras y costras, desprendiéndose de su piel, pelo y plumas como si el pantano las reclamara para sí. Era un baño y un expolio. -Entre ese caldo vislumbró unos gusanos rojos, gordos como cordones. Su instinto los señaló como alimento antes que la razón. Los atrapó sin pensarlo. Los cuerpos se retorcían, fríos y resbaladizos, y al contacto con su mano expulsaron un “vómito” blanco que parecía más bien intestino al revés. Ese fluido causó un ardor las plumas y en la piel, un ardor ácido que chisporroteaba en las terminaciones nerviosas. Pero con el cuchillo, corte, movimiento y los mataste antes de que siguieran escupiendo. Con esa presa muerta, decidiste seguir explorando en busca de más sustento. -Mientras tanto, ahí estaba Eirim. La chica gato no te había escuchado, no por desprecio, sino porque el lugar mismo parecía absorber la atención como un pantano absorbe pasos. Así que dejaste que tu mirada se dilatara en la neblina y comenzaste a observar, a hacerte útil con los ojos. -El silencio se fue dibujando primero como un zumbido, luego como una textura que se interponía entre los sonidos. El pantano olía a tierra fermentada, a agua y a hojas que no habían visto sol en siglos. Las libélulas gigantes trazaban hélices perezosas sobre charcos color esmeralda. Los troncos se arqueaban como costillas de una bestia fósil, cubiertos de líquenes que brillaban débilmente. Era un paisaje que parecía recordar antes de existir: fósil y futuro al mismo tiempo. -A lo lejos, apenas visible entre la bruma, Percibiste una hilera de humo, delgadísima, subiendo como un hilo gris. Y entre el coro incesante de insectos, algo más: un ritmo sordo, como campanas amortiguadas o pasos huecos, era ese sonido de antes, pero puedes notar más información, de donde provenían.... desde la dirección de la ciudad abandonada que se erguía como una ruina en la niebla. -Tus ojos bajaron del cielo al suelo, no había nada, pero más a lo lejos, entre la bruma, sorprendentemente lograste ver detalles imperceptibles para muchos, pero no para tu ojo podrido de muerta. Ramas quebradas en varios árboles, no por tormenta, sino por peso, huellas o bultos en el barro, pisadas ya deformadas por uno o dos días. Todo hablaba de movimiento reciente, y no hecho por bichos. Entre las raíces visualizaste algo más inquietante: un esqueleto medio enterrado en el fango, costillas abiertas como alas muertas, el cráneo perforado en el centro por un agujero limpio. La carne ya no estaba, pero la postura sugería miedo en el último instante. -Por último, tu vista tropezó con un tronco hueco, enorme, como un cañón natural tendido sobre el barro. Su boca era tan negra que la luz no entraba. No podías ver qué había dentro, sólo la oscuridad compacta, como un túnel o un estómago. El pantano respiraba, y cada detalle parecía un signo, pero no había nadie para traducirlo. Talvez cuando la luz baje, podrías ver más cosas. 1/?
>>121066 = = = -En eso Hurr llevaba a su hermana shockeada porque el Rey demonio la dejo (ya que lo cuckeo con otro demonio), y la Babosa. El agua le llegaba hasta casi las rodillas y, aun así, cada paso lo obligaba a sentir lo mismo que Wes: ese empuje invisible que subía desde el fondo. No era lodo firme ni corriente normal, era como caminar sobre una respiración líquida. Cuando su pie buscaba fondo, una fuerza lo detenía a medio camino, burbujas subían y se rompían contra su piel como dedos fríos. El agua no estaba muerta: era un órgano que palpitaba. -El semi-gigante avanzó con cuidado hasta el islote donde Pupus había improvisado fuego. Allí la humedad olía a hoja seca chamuscada, a humo tibio. La chica gata estaba sentada sobre una raíz, columpiando la cola y lanzando piedritas al agua para medir las ondas. Pupus, encorvado Virgen pose, alimentaba la llama baja con ramas fibrosas que ardían lento y dejaban un humo dulce. La cacerola humeaba un olor metálico, mezcla de carne seca y raíces. -El semigigante depositó primero a la babosa en el suelo, el cuerpo blando se estiró y encogió como si tanteara la textura nueva, y después dejó a Misella junto a Pupus. Luego se enderezó y se perdió entre la bruma, pasos pesados, dejando una estela de agua que se cerraba enseguida. La escena quedó suspendida: Pupus, Misella, la babosa y la gata. -Pupus miró primero a Misella, se le veía preocupado, porque la jorgita ahora estaba ahí, tieza como tapia. Pupus no habló todavía. Se limitó a inclinar un poco la cacerola para que el vapor se esparciera. La babosa, entretanto, había empezado a deslizarse muy lentamente. Al llegar cerca del fuego se quedó inmóvil, tal vez sintiendo el calor, tal vez sin comprender. La chica gato observaba a la babosa y sus espasmos raros. >Hello Kitty "¿Esa cosa respira o que es?" -Con un gesto ágil sacudió la cola y dio un saltito para ponerse más cerca del fuego, sin dejar de mirar a la criatura. Pupus, sin levantar la vista, respondió con una calma rara. >Pupus “Respira. A su manera.” -La gata se inclinó un poco hacia Misella, como para provocarla, pero al no obtener respuesta se encogió de hombros. >Chica gata “Con este ambiente me van a salir hongos en las orejas....” "...." "¡¿se le pudrió el brazo???" -Luego comenzó a juguetear con el rastro que dejo la babosa al arrastrarse, dibujando círculos con una ramita. La babosa se replegaba cada vez que la tocaba, emitiendo un sonido. Pupus la observaba de reojo, no tanto por la criatura como por Misella, que seguía ahí toda dura después de su primer tripi. Mientras tanto, la chica gata ya estaba inquieta. Se puso de pie, sacudiéndose las manos, y giró sobre sí misma mirando la bruma. Sus orejas se movían como antenas, captando sonidos invisibles. >Hello Kitty “Me aburro. Si sigo aquí me vuelvo líquida como la babosa. Voy a ver qué trama la Pirata.” -Sin esperar respuesta, dio un salto elegante, apenas tocando el agua con las puntas de los pies, y desapareció entre los helechos en dirección a Eirim, dejando tras de sí un hilo de risas breves. -El islote quedó con Pupus, Misella y la babosa. Pupus removió la mezcla en la cacerola, olfateando el humo como quien mide el tiempo. Con el rabillo del ojo vio a la niña cornuda chapoteando en la distancia con Tabla, la escena le provocó una punzada extraña, pero extraño de lindo. Luego volvió a mirar a Misella. >Pupus “Vamos a comer en un rato. Lo que haya. Lo suficiente para seguir andando.” -No esperaba respuesta. Su voz era más para romper el silencio que para obtenerla. La babosa había empezado a enrollarse en sí misma cerca del calor, formando un montículo húmedo que parecía disolverse. Misella, sin moverse, respiró hondo sin darse cuenta. El olor de la comida en el caldero empezaba a filtrarse en su nariz como un recordatorio tenue de vida. >Pupus “¿quieres un poco de vino?, quita el susto" -El Pupus estaba ahí tanteando de vez en cuanto a la Misella mientras cocina, ya que realmente no sabía que hacer en estas situaciones, y no podía simplemente ignorarla
[Expand Post]"a veces cuando ocurre algo malo, intento pensar una alternativa de lo mismo" "Pero su versión 'positiva', aunque parezca más ilógica" "Después la paso por el filtro de la navaja" "Si es más simple, probablemente sea lo que ocurrió" "Y a veces, la versión que parecía fantasiosa o ilógica, termina siendo la real" "...." "Lo que digo es, mira más haya de lo que nubla el ego" -Parecía que te estaba diciendo tremendo cope el Putus, pero realmente se refería a un "Esto se fue por X? o en realidad fue por Y", si Griffith hubiera usado esa lógica con Guts, no pasaba el eclipse. "La gente tienda a sobre explicar los eventos de catástrofe que a uno le ocurren en el día, ya que se siente menos peor cuando algo te pasa por algo que hiciste, que por mero asar, o por algo más simple" "Pero eso aunque sea más procesable para tu cabeza, solo te hace sentir mal, porque te echas la culpa de algo que probablemente no tenías el control" "'Mi perro se escapó, porque hice X cosa, era mala persona, mal dueño y dios me castigo'" "O talvez simplemente se fue porque no quería que lo vieras morir" >Y con eso, siguió con el guisito. = = = -Hurr avanzaba con pasos hondos, como si cada zancada removiera un pedazo del mundo. El agua apenas le llegaba al muslo, tibia y densa, con ese mismo empuje invisible que había sentido Wes: cuando su pie bajaba para tocar fondo, una corriente ascendente lo frenaba y le devolvía burbujas. Era como pisar sobre un aliento constante, no sobre lodo. -El ambiente estaba inquietantemente sereno. El sonido de insectos era un manto uniforme, sin estridencias, los croares se confundían con ecos suaves de agua cayendo en alguna parte. Parecía tarde, pero no había tarde. La luz del pantano no venía de un sol, sino de alguna claridad filtrada desde arriba, difusa, sin dirección. Era una luz de ocaso perpetuo, que pintaba los troncos con tonos cobrizos y verdosos sin que hubiera cielo que la explicara. Entre bruma y ramajes, esa claridad hacía sombras oblicuas imposibles. -Mientras avanzaba, Hurr vio cómo aquella pequeña hilera de humo que había divisado desde el elevador se deshacía, como un hilo roto. Un instante estuvo allí, entre las nubes bajas, y al siguiente solo quedaba aire gris. Alguien encendía fuego en alguna parte... y alguien lo apago. -El pantano se abría en charcas y senderos de raíces. Hurr seguía un curso intuitivo, apartando con el hombro hojas gigantes que le rozaban como telas húmedas. Fue entonces cuando notó las marcas: huellas profundas en el lodo, no recientes pero tampoco viejas del todo. Alguien, o algo, había pasado por allí, pesado, en dirección incierta. Los bordes de las pisadas estaban apenas suavizados por la humedad, uno o dos días como mucho. Por le patrón, parecían marchas, o alguien que hacía el mismo recorrido constante. -Al levantar la cabeza de las huellas vez movimiento entre la vegetación baja: seis criaturas oscuras, con caparazones húmedos que reflejaban la luz difusa. Isópodos gigantes, del tamaño de pollos, arrastrándose lentamente sobre las raíces. Sus antenas vibraban al ritmo del aire. Al sentir la presión de las pisadas de Hurr se encogieron sobre sí mismos, convirtiéndose en bolas segmentadas del tamaño de calabazas, caparazones superpuestos como escudos. El sonido fue un chasquido de placas que se cerraban. -Eran lentos, pero grandes, carne posible en medio del pantano. Las seis esferas de quitina permanecieron inmóviles, podría tomarlos con calma. -Siguió su marcha un poco más, la bruma espesándose a cada paso. Había silencio en capas: insectos, luego nada, luego un campanilleo lejano que podía ser el eco de algo caminando. Esa misma vibración metálica que habían oído antes. Entonces una sensación llegó antes que el pensamiento: Te estaban observando. No era un sonido, sino un peso detrás de la nuca. Entre la oscuridad de la vegetación (un espacio más denso que los otros) sentiste ojos, pero al girar la cabeza solo había hojas y troncos. La mirada se desvanecía como humo cada vez que él se acercaba. También, antes de volver, bien lejos notas una Una barcaza enorme y corroído, varada en mitad de un islote. -Entonces regresaste al Islote. El fuego de Pupus era un punto cálido en la distancia, la única señal estable en medio de la niebla. Al acercarse, las sensaciones se diluyeron. Nada hostil a la vista, ningún movimiento evidente. Solo la certeza sorda: no estaban solos en aquel pantano. El humo, las huellas, las miradas en la bruma eran pistas demasiado claras para ignorarlas. 2/?
>>121067 = = = -El Gerardo al hablar con Erim y Manat, se da cuenta de algunos (((Patrones))) en la narrativa de la historia, y de la (((Iglesia))), pero Nothing Ever Happens, así que no hay que preocuparse de momento.... Ellos tienen su conversación, "BFF" y momentos pachamamenios con un árbol, hasta que Eirim menciona a su mamita querida que la crio. -Severina..... -A Gerardo le suena ese nombre. A manat o a tabla le pueden sonar, o no, depende de ti. A Hurr y Misella si Esta ultima más que nadie, pero no están escuchando esto. -Ese no era solo un nombre: es una grieta abierta en los registros clandestinos de todo aquel que alguna vez desafió a Ellos. Suena a ceniza, a hierro al rojo, a confesiones arrancadas entre velas negras. -Severina, la inquisidora de los Observadores, la que portaba los pecados en estandartes de la Iglesia, de (((Ellos))). Verduga, cazadora, juez y herramienta a la vez. Era la mano izquierda del ojo que todo lo ve, la prolongación del pecado institucionalizado: la que hacía los trabajos donde ni la luz ni la misericordia podían entrar. Desaparecer personas, borrar aldeas del mapa, arrasar con cultos enteros sin dejar siquiera una lápida. Lo que no podía ser absorbido, era extinguido por ella. -Su nombre se susurra en plural, como si fuera un oficio y no un individuo. Nadie sabe si Severina es mujer, si es carne o si alguna vez lo fue; ni siquiera se tiene certeza de que sea humana. Hay quienes dicen que no camina: que se desliza. Que no duerme: que se apaga y vuelve a encender. Que es, más que un ser, un mecanismo sagrado y enfermo, una herramienta sin alma puesta en marcha por el ojo. Lo cierto es que donde pasa deja el silencio de la sal quemada. -Fue ella quien dirigió las Cruzadas del Desierto, aquel manto de arena que bebió sangre hasta quedar compacto como vidrio. Ninguna negociación, ningún “pero”: huérfanos y pueblos enteros arrollados en nombre de una limpieza que olía a óxido y dogma. Dejó a la intemperie los cuerpos y arrancó las lenguas de los rezos. La raza de las bestias mestiza, los sin patria Los gitanos, quedaron marcados con una nueva maldición tras sus purgas. -Se le atribuyen exterminios casi míticos: los hombres lobo convertidos en ceniza, casi totalmente extintos. Las noches despejadas de vampiros como si fueran insectos barridos por veneno, la persecución de eruditos y herejes, desde los seguidores de doctrinas olvidadas, obviamente seguidores del ARGD, hasta simples estudiosos de la magia impía como Gerardo. Porque la magia, en esta teología, es obstáculo para el progreso mecánico de los gnomos; y lo que estorba al progreso es pecado. Ese era su catecismo: no traducido en palabras sino en cuerpos. -Había una frase en los viejos códices: “El ojo todo lo ve, pero es la mano la que ensucia”. Severina es esa mano. Donde otros predican, ella ejecuta. Donde otros bendicen, ella cava fosas. No es la portadora de la fe, sino de la violencia necesaria para sostenerla. -Por eso lo que cuenta Eirim suena tan incoherente: que ella no lo haya purgado. Que haya pasado de largo. Que la bestia administrativa de los Observadores haya dejado una pieza fuera del tablero. -La Hacedora de Paz... un nombre irónico. Para ella, los seres vivos no merecen la vida si solo hallan sosiego fuera de ella. Imagina todos tus problemas, tus tormentos, todos tus miedos, todo aquello que te roba el sueño... en la muerte se disuelven.. y ahora imagina una tumba. ¿Qué ve Severina allí? Únicamente paz. = = = -Entonces tras el reconocimiento, todos ya estaban juntos en el campamento, el aire se estaba poniendo fresco de repente, y con la humedad, lo hacía peor, pero gracias al fuego del Putus, era tolerable. -Wes no esperó más. Con las manos ya embarradas hasta los codos, empezó a caminar y tras calcular las medidas de Hurr, llamo a la gata para que lo ayude con su construcción. Cada paso hundía sus patas en el barro del pantano, y cuando las levantaba, el lodo chorreaba espeso como arcilla viva. La gata, después de un bufido, terminó siguiéndolo; al principio con desgano, pero pronto le siguió el juego. -El barro que escogían no era cualquiera: Wes tenía que buscar zonas donde el limo era más denso y oscuro, casi pegajoso. Se agachaba, hundía la mano, sacaba puños enteros y los dejaba caer en un montón que iba creciendo a un costado. La chica gato, más ágil, se subía a las raíces y cortaba ramas secas, helechos gigantes y haces de juncos con sus uñas, tirándolos a los pies del semigigante como si fueran leña. Entre los dos, sin palabras, fueron armando un banco de materiales: barro, ramas, hojas anchas, trozos de corteza y hasta plumas grandes de aves pantaneras que ella arrancaba de los nidos vacíos. -Wes empezó el trabajo como un hornero: primero marcó en el suelo el perímetro, haciendo un círculo alrededor del lugar donde Hurr se había sentado con Misella. Luego amasó el barro con agua, apretándolo con los dedos hasta que quedaba una masa homogénea y pesada, perfecta para moldear. Con la ayuda de la gata fue colocando capas sobre capas de esa mezcla, pegando las ramas como costillas dentro del barro, creando un entramado firme. La chica gato, con movimientos rápidos, iba “tejiendo” juncos y hojas anchas entre las costillas, sellando huecos y reforzando los bordes como si bordara. -El olor a arcilla húmeda, plantas aplastadas y musgo se volvió dominante. Cada tanto, la gata se detenía para sacudirse las manos y mirarlo con expresión de “¿de verdad estoy haciendo esto?”, pero volvía al trabajo al ver que la estructura iba tomando forma. Al cabo de un rato, lo que parecía un montón amorfo se convirtió en un cascarón alto, redondeado, con una entrada baja y techado de hojas superpuestas. Era tosco pero sorprendentemente sólido. La Hello Kitty se agachó, midió con el brazo la abertura y asintió satisfecha. -Ya faltaban los toques finales, esta terminó ayudando a colocar las últimas ramas en el techo, riéndose sola cuando una hoja enorme le cayó en la cara. Luego se apartó un poco y contempló el refugio inclinado de barro y fibras, con sus costuras visibles como venas, su interior oscuro y seco. -La gata dio unos golpes con el puño al lateral, comprobó que sonaba macizo y, el Wes empezó a preparar otro montón de barro para el siguiente. A su alrededor, el pantano bullía con insectos y ranas, pero dentro del improvisado nido el aire era más fresco y silencioso. El campamento empezaba a parecer, por primera vez, un refugio y no solo un islote en mitad de la nada. = = = -El olor denso a barro caliente y raíces hervidas llenaba el aire alrededor del caldero improvisado. Pupus, de rodillas junto al fuego, removía lentamente el agua con un cucharón de madera, dejando que las burbujas subieran perezosas a la superficie. El Manat se acercó, y viendo el guiso con agua de pantano que le va a causar la cagalera de su vida, y le puso una mano en el hombro y le pregunto si Era mongolico quería morir de diarrea. -Pupus levantó la vista apenas, el reflejo del fuego dibujándole sombras en el rostro, y contestó con calma, ladeando la cabeza señalando el cielo.
[Expand Post] >Pupus "¿Crees que las aguas negras que bebíamos, donde nos bañábamos y cocinábamos allá arriba eran más limpias que estas?" "Ni siquiera había un sistema de acueductos. Al menos aquí el agua fluye. No sé si viene de un manantial subterráneo o de alguna grieta.... pero mete la mano hasta el fondo, sentirás la corriente." "...." "Sé que no es lo ideal, pero si sobrevivimos con “eso” que nos daban arriba, esto *hizo un gesto hacia el caldero* no va a darnos más que una cagalera pasajera." -Al terminar la frase, extendió dos dedos sobre el agua y chasqueó suavemente. De sus uñas saltaron unas chispas doradas, diminutas como polvo de mica, que se hundieron en el caldo y se apagaron enseguida. Probablemente, te hizo un truco de feria estilo "mira, santifico el agua para que sea purificada" pero parecía más un placebo para que no inches los cocos, Somos pobre y no podemos hacernos los finos, niños en Kikistan no tienen agua siquiera. El agua no cambió de color ni de olor. Pupus, sin embargo, siguió removiendo como si la fe bastara para purificarla. -La chica gato, apoyada sobre una raíz con los pies colgando, lo miraba con una ceja arqueada y los ojos brillando por la luz de la hoguera. >Hello Kitty. "¡ehh? ¿Hay agua dentro de esos árboles? A ver, abre uno." ":..." "Aunque recuerda que no todo lo que brilla es plata." -El crepitar del fuego se volvió más marcado a medida que la tarde se deshacía en sombras. El coro incesante de insectos, que durante horas había sido un muro de sonido, empezó a apagarse, reduciéndose a un murmullo entrecortado. Quedaron solo algunos croares profundos, resonando en la ciénaga como tambores lentos. Sobre la superficie del agua, las ondas se fueron volviendo más oscuras, densas, como si absorbieran la poca luz restante. -El mundo entero parecía un ocaso sin sol. No había disco brillante en el horizonte, pero el aire tomaba la misma palidez cobriza de una puesta de sol. A lo lejos, la ciudad abandonada emergía de la bruma como un coloso dormido. Las torres, negras y quebradas, proyectaban una sombra inmensa sobre el pantano, una sombra que se alargaba como un velo. En lo más alto de algunas agujas se encendía un reflejo dorado, un destello breve que se apagaba y volvía. Aquella luz, solitaria, hacía que el cielo pareciera pintado en tonos de cobre y naranja sucio. -Luego, la noche cayó del todo. El aire se volvió más frío, con ese frío húmedo que se pega a la piel. La bruma ya no era gris, sino negra, y fuera del círculo de la fogata apenas se distinguían siluetas. Solo algunos líquenes y hongos en las raíces desprendían un fulgor tenue, verdoso, dibujando venas de luz en la madera podrida. Sobre el agua comenzaron a revolotear luciérnagas gordas, destellos verdes que se encendían y apagaban como respiraciones. -Pupus dejó el cucharón, alzó la vista al cielo y se quedó quieto. La gata, intrigada, imitó su gesto. Si ustedes hacen lo mismo, lo nota... no era un cielo estrellado. Era mucho más extraño: un firmamento liso, negro profundo, sin luna ni estrellas, pero cuajado de infinitos puntos de luz que parpadeaban. No eran estrellas: eran algo más frío, como pequeños ojos de vidrio, fijos y distantes, suspendidos en un espacio que no parecía tener fin ni techo. Ninguna constelación reconocible, ningún mapa celeste. Solo un océano inmóvil de agujeros de luz en una bóveda sin nombre. -El reflejo de esa cúpula imposible se derramaba sobre el agua del pantano, de modo que al mirar hacia abajo se tenía la sensación de estar colgando entre dos cielos: uno arriba y otro bajo la superficie. La fogata crujió y una chispa saltó. 3/4
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>>121068 = = -La noche había terminado de asentarse sobre el pantano como una manta húmeda. El fuego que había levantado Pupus era ahora el único corazón cálido del claro: llamas bajas, anaranjadas, reflejándose en las charcas y en las caras cansadas. Un humo dulce, mezclado con olor a madera podrida, subía y se perdía en la bruma negra. Todo el grupo estaba sentado en círculo alrededor del calor, algunos en troncos, otros directamente sobre la tierra blanda. De vez en cuando una luciérnaga pasaba, su luz verde rebotando en los ojos de los presentes. -Pupus, encorvado, sacó de entre sus cosas una cantimplora grande hecha de tripa curtida. Al destapar el corcho brotó un aroma a vino agrio y barato. Sin pensarlo, bebió un trago largo. Le escurrió un poco por la barbilla, se limpió con el dorso de la mano y tendió la cantimplora hacia el semigigante sin mirarlo. Con un gesto de "toma y pasa" -Eirim rompió el silencio mirando hacia arriba, donde la chica gato estaba encaramada en una rama gruesa, la cola en movimiento lento como un metrónomo. Tras hacerle las preguntas, la gata quedó pensativa, con una pata colgando, los ojos brillando verdes en la oscuridad. Giró una oreja, bajó la mirada y respondió: >Hello Kitty "Uhmmm… Ahora no me queda de otra " -se encogió de hombros "Pero cuando encuentre mi camino, seguiré por mi cuenta." "..." "Puedes llamarme “Jelou'" -Entonces Erim procedio a doxear a toda la ganga, porque vivir en un convento la hizo desconocer de los peligros del exterior y hablarle a los desconocidos, más aun si son Gitanos mitad gato. Tabla, Hurr, Misella, Pupus, Gerardo.... hasta llegar a la niña con cuerno, que dormía hecha un ovillo al lado de Manat, exhausta después de pasarse la tarde correteando anfibios y libélulas. Manat, dijo que se llama Maya. Probablemente se lo saco del culo, porque no tenía nombre, pero nadie lo discutió. Hello Kitty observó el grupo desde arriba, con la cabeza ladeada. Sus pupilas felinas recorrían los rostros como si evaluara piezas en un tablero. >Hello Kitty "Y ustedes.... ¿Por qué quieren bajar al fondo del Abismo?" -La pregunta se quedó colgando. Hello Kitty bajó la mirada al fuego, movió la cola, y pensó. >Hello Kitty "No... eso es muy personal...." -Se quedó callada unos segundos, luego chasqueó los dedos como si tuviera una idea. >Hello Kitty "Ya sé!." "¿Qué creen que hay en el fondo del Abismo?" -Las llamas crepitaron más fuerte justo entonces. No era la típica pregunta sobre ambición, ni sobre la “necesidad” de bajar. Era más simple ¿qué imaginaban realmente que había allá abajo? No las leyendas, no las historias, sino la imagen en su cabeza. Se decía que podía estar el Archi-Rey Demonio, otros hablaban de un paraíso invertido, de poder infinito, de conocimiento prohibido. Pero... ¿Ustedes? ¿Qué esperaban encontrar? -Hello Kitty se encogió y miró de nuevo la rama, los ojos en sombras. >Hello Kitty "Yo no sé qué hay." "..." "Tampoco es que me importe mucho."
[Expand Post] "Escuché que hay gente que siente un impulso en su corazón para bajar...." "Pero yo simplemente estoy bajando para encontrar a alguien importante." -Pupus alzó la vista, las cejas fruncidas. >Pupus "¿Alguien importante?" -Ella asintió despacio, con las orejas echadas hacia atrás. >Hello Kitty "Sí." "Se llama Feretrez. Es un hombre que siempre lleva una armadura dorada.... pero dorado como latón, no como sol." "Le debo más que la vida." "...." "Es como un padre para mí." -Las llamas dibujaban sombras duras en su rostro felino. Pupus parpadeó, intrigado. >Pupus "¿Y por qué bajó?" -Jelou bajó la voz casi a un susurro. >Hello Kitty "Porque quiere buscar a la muerte." >Pupus "¿¿¿???" *toma vino* -Pupus la mira y se quedó en silencio. No hizo más preguntas. ¿Por qué no simplemente se suicidaba?. La fogata crujió, lanzando chispas hacia el cielo negro sin estrellas. = = = -Tras lo que sea que digan o hagan, Coman tiren 1d20 o no (el pupus se saca 4 platos soperos del culo), y ya mas tarde, Eirim se propone hacer la primera guardia. >Pupus "Yo te acompaño, aún puedo estar más despierto" "Además aún me queda vino, tengo que bajarlo y cuidar el fuego, para que no se prenda todo el pantano" -Queda sentado frente al fuego. <Tabla perdio 1 de carne seca >"Una vez un águila quiso secuestrarme mientras le daba de comer a los animales" Kuek
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>>120994 >>120995 >>121022 >>121066 >>121067 >>121068 >>121069 >Wes en tiempo pasado en el elevador Pasan cosas que ya fueron descritas como la charla sobre el chombo o lo oscura que era la oscuridad oscuramente oscureña donde andaban bajando, hasta que el Pupus se puso existencial y les tiro la pregunta de si iban a subir de nuevo o no. Algunos tienen momentos profundos de introspección mientras que el Manat tiene un momento de personaje bien potente y responde junto al polilla, aquí alguna metáfora de que los más violentos y animalísticos fueran aquellos con la mente más clara y menos nublada de dudas, pero eso es otro tema. Una vez entran al nuevo nivel es que ven la enorme megaestructura de barro que parecía salida de décimo mundo o del barrio promedio de india. Se parecía a los barrios de los areneros "Bueno, también las razas de insectoides suelen usar mucha arena y terracota, aunque no suelen ir muy cerca de desiertos, según he visto" >Eirim Mientras los demás discutían, la monja se quedó viendo la inmensa estructura, pensando y pensando con su gordo cerebro producto de la dieta de pan duro y verdura sobrecocida que daban en el convento, ¡tenía educación!, y debía aprovecharla. No tenía amigos, no podía jugar muchos deportes, entre sus pocos pasatiempos estaba la lectura, y sí que había leído, había leído todos los tomos, todos los códices que tenía a sus manos en el convento, los publico y los prohibidos que le había facilitado Severina. En alguna cruzada, alguna quema de brujas, debía de haber respuestas para esta cosa...pero no lo había, ni un rastro, mención o citación sobre algo asi en el abismo. Durante un momento tiene el ceño fruncido, frustrada de no tener respuesta, hasta que de pronto tiene un fuerte flashback https://youtu.be/21mDvEPz8DY Volvía a estar en su habitación, la pobre excusa de habitación donde la aislaban del resto de niños, su propio mundo, pequeño y confinado, donde podía escapar de los problemas, el cuarto de la niña que ante todo pronóstico, vivió ante el juicio de Severina y se le había dado otra oportunidad. En ese mismo cuarto, esa memoria reprimida que estuvo años esperando a salir, es en donde le vienen las respuestas de aquella colosal ciudad que observaban desde lo alto. Esa dulce voz desconocida, angelical, con un calor materno que había olvidado luego de tantos años, y esa voz le contó infinidad de historias que la hacían caer en el reino de los sueños, y entre ellas, estaba una que destacaba entre todas; El Dorado. >Eirim "El Dorado..." >Wes "¿Qué?" >Eirim "El Dorado..." >Wes "¿Qué?" >Eirim "El Dora--https://youtu.be/tjvyXaf7R5E?t=2s " El polilla le mete un sape en el occipucio para reiniciarla. "Ayyyy ;_; " La monjita se soba su nuca herida y mira enojada al polillon "¡¿Y eso porque?!"
[Expand Post]>Wes "Te habías trabado, ¿qué querías decir?" >Eirim "Hmpf" Se pone toda tsundere, ni le dolió, el sape de una mano toda cagada no era nada comparada a la regla de las hermanas del convento. "Como decía...El Dorado, así se llama la ciudad de ahí abajo" Agarra los barrotes mientras mira con más detalle el paisaje, lista para loredumpear al resto así se enteran, ya que ella no mentía ni se guardaba info como otros. "Una ciudad tan antigua que carece de registro, más vieja que el propio abismo, más vieja que el propio concepto de la humanidad. Sus pasillos y estrechos tienen vida propia, cuál laberinto o mazmorra y solo le dejan paso a los demás por mero capricho, resguardada por poderosos guardianes de roca y minerales que hacen temblar el suelo con su pasaje. La ciudad está pegada y cubre la pared de la caverna como una costra, porque esta protege y bloquea la entrada a una enorme puerta dorada, más grande que un edificio, carente de cerradura o mecanismo, repleta de grabados de bestias y constelaciones olvidadas" "La puerta abre un camino el cual permite ir hacia el fondo del mismo abismo, pero nadie nunca la ha abierto y ha regresado, nadie tiene un mapa de su interior...pero muchos juran haberla visto antes de perderse en la niebla" Hizo una pausa y desvío la vista a lo que parecían los exploradores perdidos "Pero también se dice que tras la puerta yace una escape rápido del abismo, o que existe la esencia misma del mundo, un pasadizo para hablar con los mismos dioses..." Se calló y presiono sus dedos índice y medio contra sus sienes, masajeándolas para estimular su pensamiento y ver si podía recordar algo más, pero no había nada, no podía recordar algo que nunca experimento, aquella hermosa voz nunca le contó el final del relato. Ahora se sentía triste, recordando una perdida, la de aquella voz que la acompañaba en las noches. Mientras ella daba tremendo mito de la creación, a Hurr casi le da una embolia y por suerte no se caga encima. "Eso es todo lo que se..." >Wes Después de tragarse toda esa exposición, asiente "Ya veo..." Había dejado de prestar atención a la mitad y solo finge que entendió ... Ya una vez salen del elevador se dicen codas que ya vimos y cada quien va por su lado, pero el Gerardo antes advierte que las campanas pueden ser de reptiloides asesinos. "Tengan cuidado con los árboles que hablan en ese caso" >Eirim "¿Seguro que puede ser eso?, tal vez son los guardianes de la ciudad patrullando la ciénaga" Luego todos se separan y Wes va por comida. >Wes Mientras el negro pisa el agua, se le safa toda la mugre, y debido a la presión del agua que lo empuja para no tocar el suelo, era como un baño de hidromasaje que lo deja más limpio de lo que nunca había estado en la vida desde que nació. Se le escapaba su preciado escudo de mugre, y será recordado. Entre eso, se encuentra con los gusanos regordetes de proteínas, como la babosa de los endiablados del grupo, escupen sus tripas y su ácido gástrico le quema la piel. " https://youtu.be/lVyqa09yWZE " Grita de dolor como maniaco y saco su cuchillo para fajar a los gusanos, sale a explorar de nuevo, pero no encuentra un pingo. >Eirim Es tratada de pirata, y después de conversar con Hurr, se separa para hacer reconocimiento ella solita. Todo queda en silencio, y se concentra, los olores, la esencia del pantano, los insectos iban por doquier y flora mostraba lo mucho que estaba acostumbrada a la falta de contacto humano. La parecía fascinante de gran manera, pero debía revisar. https://youtu.be/tJmlAetI0nM?si=EykIv5meOllxnINq Su ojo vislumbra con mayor nitidez y claridad que muchos, ajustándose para ver las largas distancias en pos de ver detalles que la mayoría pasaría por alto. Ve una hilera de humo, en compañía de pasos huecos que provenían de la ciudad, asume que deben ser los supuestos guardianes, y lo más importante, un rastro de algo grande y pesado, con un esqueleto que hacía de testigo, sus suposiciones no estaban erradas. Finalmente, da con ese enorme tronco hueco, oscuro como la boca de un lobo, bien podía esperar a la noche para tener su fiel visión nocturna...o usar sus poderes de luz religiosos. Junta las manos como si fuera a disparar un rayo, y en su lugar lo concentra en una pequeña bola de luz que lanza hacia el interior del tronco como si fuera una bengala para ver si tenía algo interesante dentro 1d20 = 4 ... Luego de eso es que se encuentra al manatie y al GG en su exploración, el primero teniendo un momento místico de hippie con un árbol. Por su parte el Gerardo tiene su momento ateo redditor a lo que la monja no puede re-debatirle exactamente "Bueno...aquella gente está calificada para sus labores de alto rango" O eso asumía a pesar de no tener ni puta idea, en su mente Severina arreglaba todo y dudaba que con el miedo de ella presente alguien tuviera los huevos de ser un vago o romper las reglas. Posteriormente, muestra sus inseguridades al admitir ser una sucia mestiza y queda más que claro su origen todo diluido cuando muestra su herida toda rara. El Gerardo se pregunta que tan fea pudo ser de bebe, pues si bien estaba enana, desnutrida, con frentesota más grande que una cordillera, línea de cabello horrenda, pelo más fino que el de jubilada que se tiñe desde hace 4 décadas y su cuenca vacía, de bebe era mucho, mucho más fea, de color azul y más deforme, incluso siendo una paria no resultaba raro que estuviera arraigada a la religión como cree el GG, cualquier otro la hubiera tirado a un pozo. La monja muestra su debilidad y baja autoestima, y solo tiene silencio, no se sorprende, tampoco había mucho que comentar, ni ninguna palabra de lástima merecía. Eso cree, hasta que Manat deja sus cosas de abraza árboles y se le acerca para hablar. De Severina recibió lujos, pero nunca ninguna clase de cariño o afecto emocional, del convento solo recibió rudeza y desdén de sus pares, con la religión como único refugio. Pero ahora mismo, por primera vez en la vida le estaban diciendo que era correcto ser ella misma, levanta la ceja por la parte de matar a la gente que la molesto, ni que fuera una protagonista de manwha surcoreano donde se ven muy fuerte las proyecciones y traumas del autor. El Gerardo levanta el hilo para llevar la conversación a un mejor camino. "He, es gracioso, siempre quise creer eso...pero no podía convencerme a mi misma, oírlo de alguien mas...se siente muy bien" Se le escapa una lágrima del ojo y se la limpia >Levanta la cabeza y mantén el orgullo Seguía con el ojo vidrioso, pero levanta la cabeza con una sonrisa y asiente "Si señor" Tambien aprovecha el ambiente y le pide disculpas al Gerardo para haberle hablado feo, el criollo se lo toma bien y quedan en buenos terminos. >Prometo no aterrorizar ningún pueblo con hordas de muertos vivientes una vez consiga mi objetivo, gracias A Eirim se le escapa una carcajada, una risa totalmente honesta, la primera desde que llego aquí y la primera en mucho tiempo "Hahaha...de acuerdo, de acuerdo, confio en ti" >Espero que encuentres lo que sea que estés buscando "Muchas gracias" Si el Gerardo o el mamas recuerdan de la existe cia de Severina se expande la conver, pero por ahora hacemos elipsis ... >Wes Gasto un tiempo indefinido buscando mas gusanos pero no encuentra nada y supongo estos fueron para la cazuela del Pupus y su idea de cocinarlos con un palo se la pasan todos por el escroto, asi que dejandole la comida al cocinero designado que era el Popo, va y se pone a trabajar, recordar las tres reglas de supervivencia, no debian de preocuparse por aire toxico de momento, asi que la siguiente era 3 horas sin refugio, necesitaban uno cuanto antes, y se pone manos a la obra lo mas rapido posible. Venia con años de experiencia de hacer refugios improvisados y en condiciones pauperrimas, con pocos materiales y muchas veces en un mal estado fisico, para el era una tarea casi mecanica que podria hacer dormido, sobrevivir estaba marcado en su ADN como en los lemures estaba la fobia a los pajaros por los traumas de sus antepasados con pajaros gigantes que ya estan extintos. Junta lodo especifico, embarrandose mas de porqueria y agarrando a la hola gatito como su ayudante como un padre agarra a su hijo de peon y le caga los planes del fin de semana porque ahora van a instalar un nuevo lavabo en la cocina. La pussycat consigue las ramas y plumas con sus dotes gatisticos, o hacia falta palabras, entre bestias se entendian e iban armando el refugio improvisado con una eficiencia sublime. Incluso cuando la gatita se quejaba, solo recibia la mirada penetrante de ojos rojos del polilla, que se traduce a un "Yep", asi era la vida ahora y habia que vivirla
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>>121091 >Wes Entre los dos logra recubrir al Hurr y a Misella en esa cúpula de barro, plantas y plumas, habían hecho un buen trabajo, y hasta se habían divertido haciéndolo. "Tienes una buena mano para las manualidades" Comenta el polilla, pero aún había trabajo que hacer y se puso a hacer el siguiente refugio, más de lo mismo En algún punto El ario, el mago y la monja regresan luego de explorar, al Pupus le critican por querer darles a todos diarrea, peor ya estaban acostumbrados, más el Wes que seguro tenía peores bacterias en la sangre que todo el pantano junto. Ya todos juntos pueden comer comida para llenar el estómago. Wes 1d20 = 2 Eirim 1d20 = 17 La 'noche' en la ciénaga se hace más calmada, parecía que el propio bioma decidió descansar y darles un respiro a los aventureros. Los zumbidos y croares se hicieron pocos, lentos y calmados. Mientras al fondo la inmensas ciudad se hacía notar, si no era con su aire extraña, era con las sombras que producían que se comían el pantano entero, incluso con sus propias luces misteriosas. Incluso en la oscuridad total, la flora y fauna daban su propia luz que acompañaba al fuego del pequeño islote que armaron de base. Y con eso el 'cielo estrellado', que de cielo tenía poco, era otra cosa, negro pero con pequeños puntos de luz. >Wes "..." Observa fijamente "Deben de ser alguna clase de gusanos que brillan, tengan cuidado con la caca que va a caer" A no ser que fueran pingüinos surfistas, no era recomendable >Eirim La supuesta belleza que podía tener esa escena es arruinada por la polilla, y ella frunce el ceño, ¿por qué todo siempre terminaba en que la charla volviera a circular alrededor de la caca?. Igualmente, frente al fuego y en un tronco conveniente, la monja mira a las llamas antes de ponerse a hablar, y como no, doxea a todos mientras le habla a la gata. "Jelou...que no se note oputo le dio paja pensar un nombre, kek, ok, si pudiste bajar hasta ser capturada debes de saber pelear, ¿en qué eres buena?, así sabemos como coordinarnos si nos encontramos algún peligro" Ahora se ahorra el doxeo y deja que cada quien cuente sus skills "Yo soy una sanadora, aunque creo que ya viste eso allá arriba cuando te cure" >Wes "Yo sé matar cosas" Y cagarse sobre ellas, estaba sentado en el suelo con las rodillas pegadas, aunque no se notaba mucho porque había extendido sus alas y las uso para cubrirse como manta y darse calor. En otras noticias, el Manat le da un nombre a su cría finalmente, totalmente improvisado, pero la monja no tenía ni puta idea >Eirim "¿Maya?, que lindo nombre...entonces, ¿es callada o no sabe hablar?" Si bien según la narración del segundo hilo decía que la cornuda tenía como 12, ergo, estaba cerca en edad a Eirim, supongo que el estar toda echa mierda y desnutrida la hace ver más joven/enana de lo que deberia a su vista la cornuda aunque pequeña, no parecía serlo tanto como para no tener vocabulario desarrollado, nada más estaba siendo metiche. >Y ustedes.... ¿Por qué quieren bajar al fondo del Abismo?" >Wes "La luna me lo dijo" Wes responde al toque porque la tenía muy clara y no tenía ningún dilema moral, el abismo lo llamo en sus largas sesiones de mirar a la luna, así que hizo esa conexión, tampoco profundiza, no hace falta. La monja se queda callada porque sigue avergonzada.
[Expand Post] >¿Qué creen que hay en el fondo del Abismo? >Eirim Esa, si era una pregunta, había muchas teorías, muchas cosas, más Eirim nunca vino para bajar al fondo per se. "No estoy segura, la mayoría cree que está el ARGD...espero que este allí" Mira de reojo a Misella que parecía estar recobrando la consciencia para comer luego de su patatus "Así puede ser purgado de este mundo de una vez por todas" >"Escuché que hay gente que siente un impulso en su corazón para bajar...." El Wes levanta el cuello, ¡estaban hablando de el!. En eso la gatita revela que baja buscando a un hombre en especial, una figura paterna. >Eirim "Eso es muy noble, ojalá puedas encontrarlo" Entre más charla y la discusión de guardias, el polilla hijo de perra se duerme, Eirim suspira, el negro le iba a reventar una vena. "También quería decir algo que encontré, había muchas hileras de humo viniendo desde la ciudad con ruidos de campanas, y también encontré un enorme rastro de algo que paso por esta zona...creo que deben ser esos guardianes, en el camino había un esqueleto seco que tenía un gran agujero perfecto en la frente" Se señala la frente y dibuja un círculo "Sería bueno no quedarse mucho tiempo en un solo lugar" Tampoco sugiere más porque ya sabemos que ella no tiene voto y la que tiene la última palabra era la mamá del grupo; Tabla y porque tambien no tengo idea de que opinaran los demas personajes luego del loredump de la ciudad, kek ... >120971 >3+ a exploracion Una mestiza desnutrida tiene mejor bono que el de un artefacto de un poderoso liche, tremendo >>120972 gracias opecito >>121038 >Tengo mis teorías Mi teoria es que descubrió la verdad del abismo por su evasion de impuestos y por eso fue expulsado de la iglesia o algo asi, por eso anduvo tan secretivo cuando se encontro un libro meado en la base de los elfos >Si vas a usar ese personaje prepárate para el típico beef de magos contra hechiceros Seria kekeante el gerardo medio muerto luego de dedicarse toda la vida a la magia y viene un borracho imbecil que le dice "oh si, podia hacer eso desde los 5 años, pero que paja usar magia" a mi me arderia el ano. Aunque como dije, no planeo usarlo, ya tenemos muy esclavizado a OP con tantos personajes por jugador, añadir uno extra cada uno seria tortura gratuita eso o que por los kekes esos monos se vuelvan una party secundaria, el rey arruinado, el hechizero fracasado y la cleriga desquiciada >>120995 >Mi recuperador meado solamente recupera como 9000 Por eso es el metodo superior es copypastear tu turno a las notas cada 5 minutos para no perderlo
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>>121066 >>121067 >>121068 >>121069 >>121091 >>121092 >& los jorges La caja de metales desconocidos baja con ellos adentro, suspirando en invisibles ruidos de maquina al mismo tiempo que les da la vista panorámica de este extraño pantano con una ciudad de barro, arenizca, arcilla o algo así, tampoco aquí somos mucho de construir, más bien de destruir. A Hurr le da la mala al intentar pensar en estas estructuras titánicas, Gerardo ni lo intenta debido a que está pendejo, Misella no puede hacer nada debido a que anda en su fase adolescente y el personaje menos esperado pasaría el chequeo, siendo esta la monja que, gracias a su estilo de vida de Harry el sucio Potter y la falta de oxígeno por vivir recluida debajo de una escalera, se hace toda una historia que cuenta a los presentes. <El Dorado... Color amarillo naranjo o ámbar de saturación fuerte, la ciudad perdida del oro... ¿A qué venía todo esto? Bueno, la repetición de la monja le hace recibir un golpe por parte del negro y su mano cagada. <Como decía...El Dorado, así se llama la ciudad de ahí abajo La joven Quasimodo procede a desvelar el lore de la ciudad aparentemente deshabitada, captando la atención tanto del Gerardo como la de Tabla que aunque no pueda mirar hacia los lados por su terror a las alturas, aún puede interesarse por lo que está ocurriendo. Manat en otra instancia anda en su mundo, preso de su propia mente trastornada; los pensamientos dentro de su cabeza son un enigma. >Gerardo (El Dorado...) En resumen, la ciudad de Ma'habre tenía una puerta probablemente para seguir avanzando y traía sus guardias como cualquier ciudad, todo lo demás en el relato son pajas místicas según el Gerardo fedora, aunque la negra se lo toma con más precaución. La mujer no quiere ver a ningún Dios pronto, probablemente le ocurra como a esos personajes en los relatos de Lovecraft. >Gerardo Interesante. >Tabla (¿Cómo sabes todo eso?) Pregunta mentalmente mirando hacia el suelo del elevador, con su capucha puesta para no tener visión de los alrededores. A veces es una mujer de lógica, otras veces no, ahora necesitando las respuesta de por qué carajos esta niña que no parece haber puesto pie fuera de un monasterio sabía toda esa movida, pero tal como las visiones o sueños extraños que ella había experimentado, las respuestas son etéreas. = = = = = = = = = Pisan pasto isla de barro, observan criaturas desconocidas, observan seres con pelos en la pucha y les da la pálida luego de bajar tan rápido. El mago amigo suelta alto dato sobre los indígenas reptilianos que podría ser o no, uno nunca debe de creer al 100% a un mago, la desinformación corre por sus venas. <Tengan cuidado con los árboles que hablan en ese caso >Gerardo Prefiero a los amigos de sangre fría antes que a los elfos de madera, esos sí son bastante perversos una vez entras en sus bosques. Sea como fuere había que tener cuidado con el presunto viet cong local, los Charlies, sean de sangre fría o maricones de orejas largas. No habían traído explorador porque es la peor clase, así que tenían que andar con ojo por este terreno desconocido. >Manat Las mujeres reptil son bonitas. ¿Crees que tenga oportunidad con una? >Gerardo
[Expand Post]No ¿Sí? No lo sé, ¿por qué me preguntas eso en estos momentos? Con confusión Gerardo pregunta de regreso, este tipo tiene gustos bastante particulares. No le contesta nada, la monja bulleada es la que responde. <¿Seguro que puede ser eso?, tal vez son los guardianes de la ciudad patrullando la ciénaga >Gerardo Seguro podría ser, solo digo que podrían quedar resquicios de las antiguas civilizaciones del abismo... Ya sabes, los primigenios seguidores del innombrable, aunque con suerte son pacíficos. Demasiado optimista el compañero, ya muchos querrían ser como él. Observa al Hurr, Misella y la babosa; los últimos seguidores con los que se encontraron no fueron muy de plática con la party aunque tenían a dos de estos entre sus filas. = = = Todo cristo se va por su camino a hacer sus movidas, algunos perdiendo el tiempo en lugar de hacer algo útil. Luego de texto donde estos dos andaban en el limbo, se crea una charla con la monja pirata y además ocurriendo el suceso místico con el árbol reptiliano. <Bueno...aquella gente está calificada para sus labores de alto rango >Gerardo Eso es seguro, no sería una religión prolífico si no hubiera gente competente en la cabeza, ¿pero gran mayoría de humanos? Es extraño para una religión que abarca a tantas razas, ¿no? Nada, solamente quiere joder. Obviamente había movidas por detrás, era todo un tema porque las cosas nunca son tan fáciles. Tal vez los humanos eran mayoría, tal vez son los más manipulables y más codiciosos, siempre quieren más; golems, golems del Progreso y no precisamente del club de fútbol montevideano. Ya dejándose de joder con creencias ajenas, la monja es destapada literal y metafóricamente como mestizo de... algo, nadie sabe, ni siquiera el Gerardo con doctorado en otras razas y criaturas. La mención de Severina da un escalofrío teniendo en cuenta que son un grupo de puros herejes, pero como personaje principal de creepypaja, no le da importancia. >Gerardo (¿Esta niña es la hija de la insquisidora? Suerte que no murió cuando cayó por las escaleras...) Iba a hacer mención a esta en el turno anterior, parece que con el borrado se me olvidó. Gerardo conoce el peso del nombre, Manat no, vive en su propio mundo de ultraviolencia y mambos mentales. Esta mujer es la mano violenta de la iglesia, el perro de caza que destruye a los conejos a veces agresivos, a veces no. Al Cesar lo que es del Cesar, algunas operaciones militares estaban justificadasa a sus ojos de mago, pero otras... Como la mayoría de religiones, estaban las dos caras de una misma moneda de oro. >Gerardo (La cara cínica, hipócrita y egoísta contra la cara bondadosa, solidaria y sacrificada. Las personas necesitan creer, una lástima que lo encuentren en estos lugares.) El mundo no es blanco ni negro. Aunque crea que la religión es una mierda de adoctrinamiento, poder y control, también daba esperanza y muchas veces ayudaba para bien. Una lástima que todo el tema de Ellos y (((Ellos))) estén metidos, él antes era creyente. Los pensamientos trascendentales de Gerardo de Rivera acaban cuando el ario procede a hablar, a darle a la niña la fuerza para sentirse bien con uno mismo. Él había matado a varios niños por los kekes de su orfanato que se burlaban de él, tu típico protagonista de anime de fantasía genérico y de gris moralidad, aunque hoy en día en lugar de tener un harem de 5 chicas muy probablemente menores de edad a las que no les para bola, tiene que lidiar con esquizofrenia delirante y la muerte de su amada; puede que el karma sí exista al final del día, tanta ultraviolencia tiene su precio. <He, es gracioso, siempre quise creer eso...pero no podía convencerme a mi misma, oírlo de alguien mas...se siente muy bien Las palabras de los compadres parecen haber calado hondo, habían levantado a otro con empatía y bondad y eso es todo lo que importa; el trabajo del Maná ya estaba terminando. <Si señor >Manat Así me gusta. Lo único que te define son tus acciones. Ahora le tocaba disculparse con el cantante, cosa que ocurre pero que este no le da mucha importancia porque a sus ojos no era tan grave, luego haciendo ese comentario sobre los negroamantes que la hace reír. Al final todos acaban en buenos papeles, se habían conocido un poco, habían compartido un poco de lo que hay en sus mentes y es bueno para una party de suicidas que se tiran a morir en un pozo. >Gerardo (Curioso.) Se quedaría con lo de su mitad desconocida para investigar más tarde y también con lo de la inquisidora, sin embargo no expande nada de lo último debido a que no quiere meter más presión a la party, la negra ya andaba de los nervios con esta gente. = = = = = = = = =
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>>121114 Con la proliferación del fresco, todos se reúnen en el islote de barro donde se prepara alto guiso de tierra y otros aditivos totalmente naturales porque aquí no somos unos urbanitas de cagada. Tablón, algo mojada, se seca un poco la capa y el pantalón escurriendo con sus manos. Algo de su oscuro ser se había iluminado solo un poco al compartir un momento tan agradable con la niña. >Tabla Supongo que tendremos que comprar otro par de calzado. ¿Cómo lo perdiste exactamente? La mujer le suelta esta pregunta a la niña que muy probablemente ni le entienda, por alguna razón esta no tenía calzado. Luego también le secaría un poco la ropa para acercarla al fuego donde unos compadres construyen nidos de ave tamaño gigante enano y los demás hacen otras cosas. >Manat Este está bien. El lobo estepario por fin haría algo de mediana utilidad y construye bancos a base de un árbol caído, tocones de madera que corta y coloca alrededor del fuego para que los demás puedan sentarse cómodamente sin tener que sentarse en el barro. Saludaría con un movimiento de su mano y una sonrisa a la niña. Olores extraños. El olor a guisado de barro despierta más el apetito voraz que se cargan, pero la razón a veces es más fuerte que los instintos, por lo tanto el Manat se acerca a preguntar al cocinero. Manat preguntó: "¿Estás pendejo?", a lo que Pupus respondió lo siguiente: "NoN". <¿Crees que las aguas negras que bebíamos, donde nos bañábamos y cocinábamos allá arriba eran más limpias que estas? https://youtu.be/dinyOvO2EEo?si=kvANHMnfQlVxL9sY ... Sí, al final lo único que les toca es mierda. No le da la energía para enojarse y romperle las piernas a este tipo por comer ese guiso todo cagado de antes o bañarse en esas aguas, tampoco el amigo tenía la culpa, pero con alguien se tenía que desquitar. Toma a su mochila humana para meterle un megafotón en la cara que lo tira al barro, captando la atención de los otros dos que miran de reojo pero que ni se meten, no quieren recibir un fotón. Lo toma de regreso para dejarlo nuevamente en su espalda, y liberando un suspiro le habla al sacerdote enmascarado. >Manat Suerte que Tabla no está cerca para escuchar eso... Iré a pedirle algo para la olla... Tablos andaba mirando las estructuras, este se da la vuelta para irse con ella aunque antes <¡ehh? ¿Hay agua dentro de esos árboles? A ver, abre uno. <Aunque recuerda que no todo lo que brilla es plata. Hola Demonio le dirige la palabra, descansando en su raíz y mirando desde lo lejos como lo haría cualquier gato. Seguramente sea un gato negro. >Manat No. Sin siquiera darse la vuelta responde como el Sonny de Yo Robot y sigue su camino. No se come el truco de mememagia del Putus, el agua seguiría toda cagada. Al llegar con su hermana no muy lejos comienza una pequeña charla. >Tabla ¿Por qué tienes que golpear a ese imbécil? Lo necesitamos vivo hasta que hable. >Manat Porque se lo merece, suerte tiene de que todavía no le haya arrancado las costillas con mis propias manos... Igual, se necesita algo más de carne para la olla. >Tabla Sí, sí, aquí tienes. Busca en su mochila y saca la carne seca que se la pasa, regresando este para echarla dentro del slop sin cortarla ni nada, simplemente tirarla adentro como una bruja tira un sapo en su caldero.
[Expand Post]La luz amaina, la oscuridad crece densa como este mismo pantano de inquietantes misterios. Una temperatura como madrugada fría que hace a todos estar alrededor del fuego al mismo tiempo que los sonidos de la fauna se escuchan por los alrededores. Mamas y el Gerardo son testigos también del cielo plagado de estrellas falsas, uno sin luna, muerto, como observar un cadáver. <Deben de ser alguna clase de gusanos que brillan, tengan cuidado con la caca que va a caer >Tabla Creo que son agujeros por los que bajamos, proyectando la luz de los pisos superiores. El polilla constructor cuenta sus guarradas, la negra le responde sin siquiera tener que mirar el espectáculo, simplemente anda allí mirando el fuego como cuando los hombres de las cavernas se quedaban mirando durante horas sus hogueras debido a que no pueden hacer mucho más cuando la luz del sol cae. >Tabla Por cierto, toma. Cumplo mis palabras. Levanta la vista para lanzarle la moneda de plata al compañero con un flick de su dedo pulgar, así como cuando tiras un cara o cruz. Era la paga por aquella movida con el cofre. >Tabla Esto es tuyo también, presta más atención. >Gerardo Gracias. Su mano enguantada le devolvería sus movidas al Gerardo, que en realidad solamente serían dos puchos de maría mal armados y húmedos, todo lo demás suyo lo tenía él (menos la carne que le dio el Putus). Posteriormente a todo ello se dirían los nombres de los presentes, la monja por alguna razón esperando luego que todos presenten sus skills, algo bastante cringe para la negra. ¿Qué iba a decir? ¿Soy buena robando? >Gerardo Mago. No tiene que decir mucho más, es un mago feriante. En su turno el Manat responde sin prestar mucha atención debido a que andaba creando una escultura, un pequeño elefante de madera local, cosa que le consume su atención y se deja a los dados a ver si creó tremenda mierda o una obra de arte de tiempos modernos. 1d20 = 3 >Manat No sé, ¿también matar? El mirarme ya dice suficiente. Que es fuerte y todo eso, no puede decir mucho más. Tablón no menciona nada a esta convo porque anda revisando a la niña que se desmayó por el hambre o algo. Allí también se le da un nombre a la niña, este tampoco prestando mucha atención. <¿Maya?, que lindo nombre...entonces, ¿es callada o no sabe hablar? ¿O sí prestaría atención? Es un tema en el que ha pensado recientemente entre sus mambos mentales, recientemente su cabeza andaba en bastantes cosas. >Manat Su mente debe de estar fragmentada por los abusos y lo que sea que le hayan hecho, olvidando el habla o hasta el idioma. Sopla la vela escultura para quitarle las virutas, regresando poco después a la misma, tallando con el extremo del hacha africana. Maya era como Casca pero sin la cuckeada. >Gerardo ¿Estás seguro de eso? Podría tratarse de que es una niña esclava de otras tierras. >Manat Estoy seguro, escuché su voz en un sueño. Tabla también reacciona a ese comentario, después de todo ambos habían compartido el sueño del bailarín azul de bachata, ese sueño antes de la incestuosa situación y el cierre del tablón. Igual nadie le debería de creer porque alta paja mental se acaba de hacer, es como cuando una mujer sueña que su novio la engaña y se enoja con este, casi lo mismo. ¿Había que creer tanto en un sueño? >Tabla Despierta, despierta... ¿Maya? Hay que comer. Tablón con gentileza procede a despertar a la niña, debía comer si no quiere seguir con desnutrición severa. La comida berreta carcelaria que preparó el amigo, típico Rancho, no era apta para la consumición infantil, por lo tanto le pasa una ración que igual no era apta para el consumo infantil con desnutrición, pero con suerte era mejor. >Tabla Toma, come. Con suerte lo pasa con un trago de vino terraja del Caius, después de todo la hidratación era importante. Allí, en este brumosa oscuridad, Jelou gitano suelta una de esas preguntas, dejó de devorar crayones para preguntar algo de cierta importancia. <Y ustedes.... ¿Por qué quieren bajar al fondo del Abismo El silencio aguarda. Como Wolverine cuando le preguntaron que si rubia o morocha, esa pregunta era demasiado personal, apenas se conocían, por lo que cambia a otra cosa, antes el polilla contestando. <La luna me lo dijo Él y Manat tenían estas cosas en común, a su manera estaban atrapados en la mística y violencia. Son más parecidos de lo que parece, aunque al menos el ario no es tan repulsivo. <¿Qué creen que hay en el fondo del Abismo? Se tira tremendo texto, cuenta un poco de lore, la razón de que ande en el abismo y es que como bien sabía el Gerardo, esta anda buscando a alguien... sin seis dedos, no es Íñigo Montoya. Su papá andaba por aquí abajo porque quería autosuicidarse o algo así. Hay por ahí también un beef entre observadores y los argd hermanos, aunque a ninguno de estos tres le importa demasiado. >Gerardo El innombrable no está aquí, él murió, solo que su voluntad permanece en este mundo debido a sus seguidores... La fe es un arma muy poderosa. Gerardo se marca tremendo triple mencionando aquello, tal vez el Archi había trascendido o algo por el estilo, existir sin forma física o algo así. Igual, ¿era él de este mundo o era otra cosa? No sabe, la historia del mundo está repleta de desinformación y pajas mentales, mucha manipulación de los sospechosos habituales. >Gerardo Yo creo que aquí abajo no hay nada, solamente los remanentes mágicos de la historia cíclica, seguro que en unos años aparece otro conquistador como ese rey peludo del norte para unir a todos bajo una misma bandera. Hace referencia a un personaje que puede o no ser canónico, pero su idea es clara, aquí no había nada, simplemente viejas glorias. Manaos y el ladrón quedan ajenos a la conversación. = = =
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>>121115 Manat: 1d20 = 7 Tabla: 1d20 = 13 Gerard: 1d20 = 4 Dios se apiade de nuestras almas, debían comer el slop. Tabla podría comer raciones, sin embargo se marca esta por el equipo; a Manat se la pela todo y el pobre Gerardo había pasado de comer vómito a esta cosa hecha con mucho amor y chispitas mágicas. Debían hacer lo necesario por la supervivencia. Luego de semejante cosa que los va a matar como al West, ya todos andaban preparados para descansar ya que andan con las ojeras hasta los dedos del pie. El negro se duerme, Tablón se va a dormir junto a la niña en su rancho y con cama de hojas cubiertas por la sabana meada que les robó a los goblinos putos. Al menos podrían dormir bien porque no hay mosquitos, unos no lo suficientemente pequeños para tocar las bolas. Manat y Gerardo se quedan un rato en el fuego de pana, este último prendiendo un rulo con el fuego de la hoguera. La noche era joven. https://youtu.be/5T3UmvutR8k?si=sWoRH9sP6rwZAIMU Le mete un cocazo a la exoberola hasta llenar sus pulmones todos destruidos; último recuerdo de sus tierras, pero ahora debía recuperar Alk mediante la droga. Tenía 8 luego de la pelea contra el Chombo. >Manat Compalta Comparte, es de mala educación no hacerlo. >Gerardo No soy un niño, déjame. Luego le ofrece a los que quedan en la hoguera, el Manat no aceptando porque ya dejó la merca, ahora tenía una hija a la cual cuidar, ya había salido de rehabilitación. Le ofrece al Putus. >Gerardo Dale, pitá como un hombre, no seas cagón. Se lo intercambiaría por el vino porque tiene sed. Mamón sigue con su escultura. La monja habla para decir que hará guardia, seguida del Pupus. Todo bien, con suerte nadie los ataca mientras andan dormidos. <También quería decir algo que encontré, había muchas hileras de humo viniendo desde la ciudad con ruidos de campanas, y también encontré un enorme rastro de algo que paso por esta zona...creo que deben ser esos guardianes, en el camino había un esqueleto seco que tenía un gran agujero perfecto en la frente Creyente chica menciona algo importante, quizás el Hurr agregando algo más porque también vio movidas, tal vez no. <Sería bueno no quedarse mucho tiempo en un solo lugar >Manat Ese es el plan, ¿no? Tampoco se iban a quedar aquí a vivir, solamente iban a descansar por un rato hasta que vuelva la luz natural y recuperen sus fuerzas, ya lo que hagan a partir de ahí es otra cosa, la fiesta todavía está en la duda de lo que deberían hacer. >Manat ... En eso la atención del ario pasa de la escultura hacia Jelou demonio y de Jelou demonio hacia la escultura de mamífero gigante, había algo que le estaba perturbando, una pregunta que los más eruditos se hacen día a día, probablemente Barroco ya se la había hecho. Se levanta y camina hasta ella, se inclina para mirarla mejor, intentando ver por detrás de su cabello oscuro. >Manat Los purasangre tienen dos únicas orejas y mucho pelaje, ¿pero tú tienes cuatro? ¿Tienes orejas humanas detrás de tu cabello? Importantes preguntas, ¿por qué estos siempre tenían un peinado para ocultar esa zona? A Gerardo se le iluminan los ojos, había hecho un tesis sobre esto cuando iba a la universidad mágica de la que fue echado a patadas por matar sin querer a un compadre, gajes del oficio.
[Expand Post]https://youtu.be/UhPBT0dA_oA?si=5RJDqjfnFd3LZZmh >Gerardo ¡Yo lo sé, yo lo sé! Investigué sobre esto. Verán, cuando asistí a la universidad hice una tesis sobre los mestizos, con ello me gané el primer puesto. Quería hacerla sobre la proliferación de los mestizos de semiogros pero probablemente me iban a encontrar luego suicidado con una flecha en la cabeza, así que lo tuve que hacer sobre los hombres gato. Con una ramita comienza a dibujar en el barro, trayendo la atención del Mamas que se acerca para ver lo que anda haciendo. Al parecer la merca lo hace hablar mucho. Allí comienza a dibujar la silueta de alguien con orejas de gato. >Gerardo Mi compañero de habitación era un mestizo joven femboy, un hechicero, de lo contrario no creo que lo hayan dejado entrar, era de familia humilde... Igual, que este muchacho me ayudó con mi investigación, noté los patrones de que la gran mayoría de mestizos de estas dos razas tienen un comportamiento algo errático, y al final termine encontrando la fórmula. En el dibujo del barro señala las 4 orejas, la nariz y los ojos, intentando dibujar también un cerebro dentro de la cabeza, sin embargo sus habilidades no son las mejores. >Gerardo Al parecer el tener cuatro oídos, un potente olfato y una visión aguda sobrecarga su mente humana, sobretodo lo de los cuatro oídos. Esta sobrestimulación es la razón de que se comporten de esa manera aunque no sea su culpa. Según su investigación, los mestizos gato son literalmente niños con siete tablets a la mano 24/7, razón de la hiperactividad y bajo IQ de estos. Son como los pugs pero más light, al menos los gatos no sufren de problemas respiratorios. >Gerardo Carajo, si hubiera puesto este empeño en estudiar la magia en lugar de creerme científico ahora mismo estaría en la cima... O echado también, a él también lo expulsaron por utilizar la Mano de Mago para el onanismo... Todos los putos magos de la élite lo hacen, son unos hipócritas. Gerardo entonces le da la última pitada por los caídos, nadie había bajado por el elevador que subió de regreso, por lo que piensa que sí, todos murieron. >Manat Entiendo. No, se perdió hace rato. >Gerardo Eso es todo para mí, supongo que nos vemos mañana. Buenas noches. Y así el amigo se retira hacia su tienda de campaña a dormir sentado, con el Manat mirando a los demás como no sabiendo que carajos fue todo eso. El mago debía flexear sus estudios académicos en algún lado. Manat entonces observa el cielo, luego hacía la gata bajo la lluvia. >Manat Espero que puedas encontrar a tu padre, felina. Sin mucho más se retira hacia su tienda, no sin antes clavar su mirada hacia los hermanos jorges aunque sin decir nada. En la caseta de barro dejaría por ahí sus cosas, al cultista puto y se acostaría a dormir abrazado de su hermana y Azteca. = = = = = = = = = >Mi teoria es que descubrió la verdad del abismo por su evasion de impuestos y por eso fue expulsado de la iglesia o algo asi, por eso anduvo tan secretivo cuando se encontro un libro meado en la base de los elfos La cosa era guardarse las teorías y así decir que tenias razón una vez se desvele el misterio kek >eso o que por los kekes esos monos se vuelvan una party secundaria Crater Abyss next generation, suena bien. >el rey arruinado Liga de leyendas referencia. Mátenme. >Por eso es el metodo superior es copypastear tu turno a las notas cada 5 minutos para no perderlo Ya lo estoy poniendo a prueba, sí.
Probablemente, esta y capaz la otra Semana no voy a poder contestar turnos, aunque si preguntas y mierdas por si quieren dejar alguna. >>121091 > ya que ella no mentía ni se guardaba info como otros https://youtu.be/wi2uoCQh5sk?si=AuX7Z9PkSLD5U00g&t=5 El Pupus haciéndose el pendejo >>121092 >Una mestiza desnutrida tiene mejor bono que el de un artefacto de un poderoso liche, tremendo <Más fuerza que un forzudo <Mejor vista que un objeto alquímico No saber que la monjita está rota, pero su depresión no lo deja ver la realidad, talvez Severina vio algo que nadie aprecio. >Por eso es el metodo superior es copypastear tu turno a las notas cada 5 minutos para no perderlo Kuek, yo hacia eso, hasta que un día se me corto la luz justo cuando toque "guardar como", así que se corrompió todo el .txt.... ayyyyyy kekito. ~Aunque la maldición de este mugral va a buscar la manera de perder turnos, de una o de otra manera~~ >>121117 Negro... no tiene 4 orejas creo, kek El porro marley mezclado con vino suelto los dejo descalabrados
>>121121 >talvez Severina vio algo que nadie aprecio. Un acolito del ARGD could never. >aunque si preguntas y mierdas por si quieren dejar alguna A mi parecer Wes es mas o menos 'unico' en su aspecto y fisonomía indefinada, ¿pero que tan bien podria pasar desapercibido con una buena mentira?, ¿podria decir que es un mestizo de alguna raza bicho o esta demasiado horrendo y deforme como para que alguien se lo crea?, ya que alguien cubierto de pies a cabeza como mujer arabe eventualmente levantaria sospechas en especial un inadaptado salvaje como el Tambien, leyendo de nuevo el primer hilo por esa paja mental del lore he igualmente no entendi ni mierda >La mano celestial bajo de los cielos por primera y única vez Iluminando de una profecía a los 3 grandes reyes, de los 3 reinos esclavos (Vultans, Trigus y Zaforos) ¿Cuales son estos tres reinos(que hacen, como son sus tierras)y en donde esta ubicado el abismo, geograficamente en relacion a esos? y si no lo pensaste, pues mandame a la mierda, kek >>121117 >Crater Abyss next generation Protagonizado por: Maya: La cornuda, hija adoptiva de los areneros, tiene tanta maldicion encima que es como el Señor Burns, todas se pelean por reclamarla y en consecuencia la hicieron inmortal. https://youtu.be/neTLFfzRo2I?si=OAGFK-91tB3VXu_g La babosa, esa mamada va a vivir hasta el fin de los tiempos, lo siento en los huesos https://youtu.be/zwV5O5LU63A Barroco, su cabeza vive como alivio comico. Y ya no se que mas, kek, tal vez si Gerardo queda como liche su klizko sirva como wikipedia andante
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>>121122 >also que me acorde Si le hiciste una clase al juglar del primer hilo, ¿como harias una clase al estilo de un artificiero?, ¿o acaso el anacronismo tecnologico no esta tan avanzado para permitir algo asi?

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>>121121 >Negro... no tiene 4 orejas Eso es lo que ellos quieren que creas. No lo sabemos, siempre llevan ese corte para ocultar su antinatural fisionomía kek. https://youtu.be/MGd02ZxrwTY?si=h-PDF1EECTgHeMCe Dejando de lado una de las tantas razones por las que expulsaron al Gerardo de la academia (desinformación), ¿las ciudades alrededor del abismo son como Polis de un reino más grande? ¿Pertenecen a la iglesia de los ((observadores))? Creo que hiciste mención de esto con anterioridad, me habré olvidado de nuevo. Tampoco quiero ahondar mucho afuera de la ciudad, nada más para saber. >>121122 >¿pero que tan bien podria pasar desapercibido con una buena mentira? Si Hurr y Misella pudieron colar a Bob el constructor ante el gordo pendejo del Bromas y posteriormente en la ciudad, seguro que no hay problema con el negro gay. >Crater Abyss next generation Mangaka promedio facturando con refritos. 100% seguro es más original que lo que se escribe hoy en día.
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>>121136 >>121123 >>121122 >Cuales son estos tres reinos? Son como razas “Primigenias” de esas 3 vienen todas las demás razas “humanoides”. Acuérdate que el mundo sufrió un “Reinicio” o “Reseteo” total, así que todo eso no existe ya ¿siquiera sucedió?. Lo único que no fue “afectado” son seres que estaban en otro plano Espíritus/chamucos/“dioses” todos son lo mismo, pero el hombre llama dioses a los que le gustan y demonios a los que no, pura propaganda. Por eso no todo lo que se cuenta en la “introducción” puede ser fiables, tal vez sea mucha propaganda (((gnomica))). Mejor escuchar versiones de la historia de distintos npc menos el chupapija del putus porque ese no te va a decir una poronga, o cuando encuentren grabados, como la tablilla esmeralda del Gerardo introducción y de eso formen sus propias hipótesis. hace tiempo se me había ocurrido hacer un rol que ocurría anterior al reinicio algo más steampunk, pero me dio paja, y como era algo más complejo y no se veía tan “interesante”, lo deje, e hice la “secuela” un tiempo después >Crater Abyss next generation Kuek podria pasar >La babosa, esa mamada va a vivir hasta el fin de los tiempos, lo siento en los huesos Le atinaste! No me acuerdo si el Gerardo intentó analizar a la babosa, si no fue el caso sería kekeate >artificiero? Se puede por el Lore es más, se pueden encontrar con alguno. Si algún negro se acuerda sobre la aparición de la radio o las luces en el túnel rat, se dará cuenta que él capitalismo chino a llegado empezó a aparecer cosas artificiales. El (((avance tecnológico))) y la (((revolución industrial))), es algo medianamente relevante en el mambo del abismo Spoiler: tiene que ver con los gnomos. en simple, la tecnología no puede consistir en un mundo de magia/espíritus y viceversa. ya que la Tecnología trabaja con las Leyes de la Física mientras que la Magia trabaja para subvertirla. Y aquí hay un mucho texto de cómo funciona la tecnología/magia: La Tecnología surge del mundo tangible y obedece estrictamente las leyes de la física. Funciona porque la realidad es estable y predecible. Mientras tanto la Magia funciona doblando o incluso violando la ley física, permitiendo que ocurra un efecto que de otro modo sería imposible. ¿Pero por qué ocurre esto? La “magia” se obtiene del plano astral, del “otro lado del espejo”, y en esa realidad las “leyes tangibles” no existen, fuerzas la ilógica en un mundo lógico. Un ser no canaliza energía natural, sino que la “manifiestan” del “otro lado” y la impone en su realidad, mediante su voluntad (fe, alma, llama, etc) o por préstamo (cordura/ritual/alk/mana, etc), esto causando efectos imposibles en la realidad. (Aunque no haya diferencia de potencial ni condiciones reales para ello, esto suprime temporalmente esa ley en su entorno). Si un entorno está dominado por Tecnología, esta fuerza la lógica y bloquea la Magia. Si alguien invoca Magia en un entorno tecnológico, la tecnología se vuelve errática, falla o se destruye, pues la lógica del mundo queda alterada. (La Tecnología no puede operar cuando la Magia reescribe las reglas que la hacen posible). esto Gerardo no lo sabe porque no vio “el avance” aún directamente aunque se podría decir que se comunicó con ella, pero obviamente es intuible >las ciudades alrededor del abismo son como Polis de un reino más grande? El abismo es como la Antártida en términos legales, no es de nadie y es de todos. El abismo surgió en el “medio del mundo”, asi que todos los reinos (equivalentes a europeos, medio orienten, chinos, africanos, etc) hace frontera con el. La “ciudad” alrededor del abismo es un aglomerado de estos distintos reinos, formando una “mega nación” de ciudades que tienen su propia ley, infra, etc pero con un representante común (a lo Carlo magno con sus mil y un principados independientes). Aunque mi negro, obviamente todo está controlado por (((Ellos))) !!Como la vida real!!! kek >¿Pertenecen a la iglesia de los ((observadores))? La mayoría sí, es la religión del buen gentil goy. Hay otras religiones, pero algunas simplemente son lo mismo con otro nombre y profeta, y otras son el equivalente pagano de un grupo pequeño y olvidado que fue controlado y monopolizado por (((ellos))) para tener control narrativo y adoctrinamiento. Algunas sin poder de (((ellos))) sufren lo que vieron con los cruzados apropiándose de la zona. >¿pero qué tan bien podría pasar desapercibido con una buena mentira? Básicamente, lo que dijo el negro de los arenosos y el merquero. Aunque como nunca estuvieron más de 2 días ahí arriba nunca pasó nada nothing ever happen
>>120897 >>120994 >>121066 >>121067 >>121068 >>121069 >>121091 >>121114 >Y todos los otros posts <Hurr and Misella La monjita se tira tremendo lore de la ciudad olvidada mientras que al Hurr le entra un mini infarto cerebral que casi provoca empiece a salivar como retrasado mental en estado vegetativo. Al ver que no puede recordar ni quien ni donde está metido, se dedica a hacer algo que sabe le va a ir mejor: ver a los moros en la costa (No, no me refiero ni a Manat ni a Tabla). Sacando provecho de la altura, barre la zona con la mirada. No ve nada más que verde y una línea delgada de humo que parece desaparecer a penas posa los ojos en ella, dejándolo con la duda de si realmente vio lo que vio. <Hurr .... Al no estar completamente seguro, prefiere guardarse la información en vez de compartirla. Ni que fuera Eirim. Ya abajo, el polillon es el primero en zambullirse en el agua, manchando los alrededores con cáncer su suciedad innata que seguramente jamás desaparecerá, porque puede disminuir, pero no eliminarse. De paso se le sale lo tercermundista y mata la primera cosa que se mueve y luce medianamente comestible. Gigantón, en cambio, se queda asombrado de lo grande que es todo y pasa a expresarlo en voz alta, a lo que la monjita responde con una historia de antaño que deja callado al armatoste con patas, quien se va haciendo una idea de que la lisiada no tuvo una vida demasiado feliz. >Hurr (Mierda, Hurr, dile algo para que no se sienta mal por lo del águila) Usando toda su fuerza mental, suelta las mejores palabras de aliento que es capaz de idear en ese instante. <Hurr Eso debió apestar... Nunca fue el mejor hablando. Todo un milagro que Eirim le cambiara la conversación. <Hurr Supongo que sí, es bonito. Se encoge de hombros. Los lugares pantanosos nunca fueron de su agrado por la cantidad de insectos que hay. Al ser mas grande que el promedio (promedio humano, no promedio gigante), es un festín andante para cualquier criatura diminuta. Lo peor es que el tamaño le jugaba en contra en ese tipo de situaciones. <Hurr Tal vez con un par de flores este sitio se vería mucho mejor Cada quien se retira por su lado a buscar o investigar donde putas andan metidos y como salir de ahí sin tener que enfrentarse a una marea de loquitos amantes del 666. A Hurr le toco hacer de niñera por un par de minutos gracias a que no puede dejar a su hermana inconsciente en medio de un pantano, que igual se termina hundiendo o atrayendo algún bicho muerto de hambre (o al mismo Wes ya que andamos), y a que la babosa no tiene un aspecto muy hidrodinámico que se diga. Caminando hacia el islote que se pilla Pupus, siente que no se hunde en el barro a pesar de su peso, sino lo contrario: hay algo que le empuja con fuerza hacia arriba, permitiéndole pseudo flotar en el agua estancada. La sensación es extraña, pero con tantas deformidades y criaturas que le ha tocado ver, ya no sabe si debe considerar esto normal dentro del abismo o como una señal de que deben irse cuanto antes para evitar terminar como abono de árboles. Ya estando en tierra no tan firme, pero suficiente para reposar en ella, deja a los dos integrantes que parece no serán de mucha ayuda dentro del pantano. El mago enmascarado queda a cargo del equipaje de carne y viseras mientras Hurr se retira a hacer lo suyo. La figura del hermano se pierde entre la bruma, la hermana queda atrás, inconsciente, sin siquiera un sueño o una idea pasándole por la cabeza. Respira. No está muerta. Aunque no hace ni el más leve movimiento. Da la sensación de que el trip le pego fuerte, a pesar de ser solo las consecuencias de un cansancio abrumador inducido por una tortura seguida de la desaparición cósmica. Pero sigue estando viva. Prueba de ello es que, a la hora de inspirar profundamente, el olor a mugre comida le hace reaccionar ligeramente. Los sonidos distantes pasan a ser más cercanos y lentamente vuelve la consciencia. Para cuando es capaz de reaccionar y discernir lo que le rodea, escucha la voz del Pupus enseñándole como copear. Es extraño escuchar al de la máscara tan en la profunda, ¿Sera culpa de la bruma y el agua estancada? Cuando se da cuenta, no es lo único raro que percibe. Tiene la espalda húmeda, hay ruidos raros por doquier y el aire se siente distinto. Al abrir los ojos, choca con un montón de verde. Un montón de verde y un peso que no ha sentido en mucho tiempo, ni siquiera estar fuera de sí parece haberle ayudado a aligerar los hombros. <Misella
[Expand Post]...Por supuesto que estaba en mi control y es mi culpa que me el archirei me abandonara Habla sin moverse del sitio ni quitando la vista de la copa de los árboles. <Misella ¿Lo peor? Lo entiendo, entiendo completamente porque me dejo: no soy distinta a ellos. A pesar de haberles recriminado su falta de fe, de la superficialidad de sus actos, realmente yo no soy para nada distinta Vender parte de su alma a un nuevo patrón, robar libros de otros ocultistas, intercambiar reliquias por dinero en vez de ofrecérselas al señor oscuro. Rememorando, le van surgiendo más y más razones de porque ya no puede comunicarse con el de abajo. No encuentra motivo para no echarse la culpa. Entre más lo piensa, más sentido le hace. Los ojitos se le llenan de lagrimitas al imaginarse una vida donde no puede sentir al Dios que siempre tuvo a su lado. Tiene un hueco en el pecho. Uno tan pesado y dolorosamente presente que no se ve capaz de llenarlo con nada. O eso piensan todos hasta que les llega el alcoholismo y la drogadicción <Misella N-No va a volver, y-y es mi culpa... Sollozos empiezan a escapársele. Y mientras eso sucedía, el hijo de la gran puta de Hurr se fue a hacer cosas de hombres como traer comida a la mesa. Ya las mujeres que están en la cocina se harían cargo de criar a la niña pequeña con problemas mentales. Gigantón tiene que hacer cosas de machos, como toser fuerte, eructar y llegar meado borracho a la casa. A paso lento se va abriendo camino entre la espesura del pantano. Si bien el tamaño le juega en contra, las cualidades del lugar parecen hacer contrapeso: no se hunde en el agua por un efecto que supone es de origen mágico. Algo le empujaba hacia arriba, lo suficiente para evitar que se quede atrapado en el barro, de hecho, de tanto en tanto le entra la duda de si siquiera hay tierra bajos sus pies. Por otro lado, el ambiente se encuentra en curiosa quietud y parsimonia. Nada sobresalta a simple vista. Era la foto perfecta de un lugar repleto de vida silvestre, pero a diferencia de una fotografía, aquí si hay movimiento y detalles mínimos que no escapan a los sentidos del gigante. En primera estaba la hilera de humo que ya se había deshecho por completo, no dejando rastro de ella. En segunda, a medida que va patrullando, nota las marcas en el lodo. Huellas. Algo o alguien pasaba por aquí a menudo, y por la apariencia que tiene, puede concluir que es una especie de marcha o tendencia a tomar la misma ruta cuando va hacia algún lado. Fuera de aquello, era una pisada profunda, quien sea que la haya hecho era pesado. Hurr no pudo evitar quedarse a inspeccionar un pelín extra de tiempo para ver si puede sacar información extra de la huella. A ver si descubre se trata de un animal o un ser que conozca de algo. 1d20 = 5 Independiente de lo que saque, un movimiento que capta por el rabillo del ojo le hace volver a enfocarse en los alrededores. Cuando sube la vista, se topa con seis caparazones oscuros que se cierran en el instante que sienten como el gigante se acerca. Los isópodos se quedan congelados en el lugar, confiando en que su coraza les brindara suficiente protección para detener cualquier ataque. Hurr, en vez de agarrar una piedra e intentar abrirlos como cavernícola, simplemente se echa encima a cuanta bola de quitina puede para llevar de regreso. Sigue recorriendo el pantano hasta que siente la bruma espesarse, convirtiéndose en la capa perfecta para ocultar cuanto depredador exista en este nivel. Por suerte, el gigante posee buenos instintos y nota de inmediato la sensación de que le miran fijamente. Se queda quieto, esperando. Afilando los sentidos para saber si están por tirársele encima o no. Segundos pasan y coje valor para hacer el primer movimiento. Dándose media vuelta, se tensa preparándose para tener que soltar los isópodos y hacerse a un lado para esquivar, o en el peor de los casos, para tanquearse un ataque, pero nada viene. Nada. Por mucho que se ponga a escanear la zona, no pilla ni divisa algo. Solo le queda marcado el peso en la nuca, un recuerdo de que tiene compañía. Para cuando ve una barcaza a lo lejos, toma la decisión de volver antes de que sea demasiado tarde y lo agarren con los pantalones abajo. ....
>>121743 La party vuelve a juntarse en el islote. Nadie parece haber sufrido de ningún ataque o enfermedad, tampoco se les veía cubierto de sanguijuelas o con hongos zombiferos pegados en la cabeza. El Hurr camina hasta donde el Pupus y deja a los pies de este las bolas de carne para que vea que hacer con ellas. <Hurr Supongo que si las tiras al agua hirviendo se abrirán, como un molusco Con eso dicho, da media vuelta y marcha hacia su hermana, se le queda mirando unos segundos, en completo silencio, y se agacha para abrazarla. No tiene un motivo concreto para hacer aquello, simplemente quiere sentirla, buscando una prueba de que sigue ahí, con él, sana y salva, o tan sana y salva como lo puede estar una persona con el cerebro estropeado en medio del abismo. Misella le corresponde el gesto. Se quedan así unos incomodos instantes hasta que el grandote se separa y mira al resto. <Hurr No estamos solos... Advierte como un anciano que ha visto los mil y un demonios arriba del monte. <Hurr Hay algo aquí, más allá de la bruma, y nos está observando, esperando... De inmediato le llega un manotazo en el brazo por parte de la acolita. <Misella Quítate esa costumbre de hacerte el místico. Terminaras dándole un infarto a alguien En eso el Wes recuerda cuando fue ayudante de albañil en su barrio cagado y meado. Polillon y Gata unen fuerzas para construir pequeños refugios para cuando caiga la noche. El Hurr tenía el tamaño perfecto para crear una construcción capaz de resguardar a cualquiera del equipo dentro. <Hurr ¿Me acabas de llamar gordo? <Misella Que si, que si: tus huesos son anchos. Quédate quieto y déjales hacer lo quieran hacer Uno pensaría que Misella se extrañaría al ver una mezcla de indio y barriobajero junto a una cosa con pelos y orejas puntiagudas que se cree bípedo, pero esta tan acostumbrada a sacar mascotas de la calle que la verdad ni duda sean parte de la party. Solo mira las cosas que le rodean, el equipo entero está conformado por perros pateados y posiblemente meados, cagados y violados de la calle. Punto y aparte, resulta que el Westcoast le sabe a la atacaso artístico, logrando hacer del islote un refugio medianamente decente para sobrevivir la noche antes de retomar la marcha. Curioso que Diógenes se haya hecho cargo de esto Con eso fuera del camino, tocaba esperar al alto guiso que se anda tirando el mago enmascarado, ¿El problema? No todos parecen estar conforme con el hecho de estar cocinando con agua estancada. El hermano arenoso apunta a la olla e indica que no era para nada halal el usar mierda liquida como principal sustento. <Hurr y Misella .... Los no tan gigantes se quedan en silencio, pensando en que tan sucia ha de estar el agua para que un hindú le haga asco. Menos mal que el Pupus ni se arruga y manda bien rapidito al Manat a freír espárragos. <Misella ¿Qué lugares tienen cañería siquiera? Eso es un lujo para los ricos <Hurr Um...Bueno, si hay criaturas vivas en este sitio, el agua no debe estar tan sucia, ¿No? Gigantón intenta mantenerse positivo, pero del dicho al hecho hay un trecho. Trecho que hay que atravesar porque somos pobres, Sharon, y los mendigos no pueden ser selectivos. Ponerse exquisitos lleva a la muerte cuando se trata de supervivencia, por algo bear grylls bebió su propia orina.
[Expand Post]Pero al manatí esto le enoja, le enoja muchísimo. Así que opta por lo sano y procede a desquitarse con el onahole oficial de team aspergers. <Misella ....¿Por qué (((él))) está aquí? Se le escapa la pregunta al ver a su captor metido con ellos. .... Tirada de comida Hurr: 1d20 = 11 Misella: 1d20 = 17 .... El sol empieza a bajar, aunque no hay sol, ni nada que produzca luz perse. A pesar de esto, el ambiente cambia y se transforma como si algo superior se encargara de reflejar el exterior con una precisión aterradora. La oscuridad se vuelve más latente al punto de que es imposible ver más allá del fuego que produce la hoguera. Los ruidos cesan, quedando solo un par de croares profundos y el sonido de la naturaleza que dormita. Estrellas, o algo parecido a ellas, se posan en el cielo, siendo reflejadas en el agua estancada. Rodeando el fuego, la party no le queda de otra que convivir entre ellos y plantearse como enfrentarse a la noche. <Hurr Pueden ser tantas cosas que no creo valga la pena pensar que es ese brillo Comparte lo que opina son esas estrellas falsas, que se resume en: me da igual mientras no intente comerme la cara o me caguen encima. <Hurr Gracias Agradece el vinito que le dan y le da un sorbo largo. Imitando el gesto del Pupus, pasa la cantimplora a su hermana para ver si quiere, Misella lo rechaza y se lo da a quien sea que se haya sentado a su lado. La Hello Kitty procede a presentarse. <Misella ¿Sabes demoniaco...? Estuvo a cinco segundos de llamarse Hola demonio en idioma abismal, pero puede que sea una coincidencia. Lo que no era coincidencia es que Eirim se le escapen los nombres de todos y casi pasa a decir las habilidades que cada uno tiene. Eso ultimo lo deja en el aire para que cada quien diga a que se dedica, e, increíblemente, nadie se complica mucho y dice más o menos para lo que son buenos. <Hurr Supongo que soy una especie de tanque. Tomo los golpes por el equipo <Misella Ocultista, acolita, dime como quieras, soy una fiel creyente del más maligno archirei generalizimo demonio Suelta de manera seca, sin un ápice de titubeo. <Misella Si vamos a intentar sobrevivir juntos, lo mejor es que sepas eso desde ya Cambiando de tema, faltaba presentar a la cuernuda, que, según el culo del tuerto de la arena, se llama Maya. <Hurr Es un lindo nombre Nadie discute que la niña se llame así, lo que si se discute son las consecuencias de la trata de blanca. <Misella Seguramente sepa hablar, y más que eso. Ahora, si es natural o una consecuencia de lo que sea que sufrió aquí abajo, es otra cosa La cosa gato prefiere cambiar el tema y pregunta sobre el abismo, sobre las profundidades de este. ¿Qué esperan encontrar al final de la travesía? A Jelou le vale milonga su propia pregunta, solo quiere reencontrarse con alguien. Nada más. <Misella Dios Sin un ápice de dudas, suelta en una milésima de segundo lo que cree va a encontrar al fondo del abismo. <Misella ....Pero ahora me gustaría encontrar una respuesta No dice más y se queda mirando fijamente el fuego, haciéndole cariño a la babosa que tiene como si fuera un gatito durmiendo plácidamente y no una bola de dolor y sufrimiento. Hurr le mira de reojo ligeramente preocupado, pero le pone más nervioso las palabras de Eirim y las de Gerardo. Misella era lo suficientemente loca y pequeña como para hacer un escándalo ahí mismito si se trataba de su fe. Increíblemente, la pequeña no reacciona en lo más mínimo. Deja pasar los comentarios como si fueran susurros que se lleva el viento. Carraspeando, pasa a decir su respuesta para matar el tiempo y a ver si así nadie continúa insistiendo con la muerte del más oscuro de todos los oscuros. <Hurr Yo tampoco sé que habrá haya abajo Se encoge de hombros. <Hurr Ojalá y valga la pena, con eso me conformo .... Toca irse a dormir, y por ende, tocar ver quien hace la primera guardia. La monjita sin turbo se propone a ser la primera, a lo que Pupus se ofrece a acompañarla. <Misella Los acompaño En un giro inesperado de los acontecimientos, la pequeña acolita también se ofrece a hacer la primera guardia. <Misella Estoy completamente despierta. Me voy a tardar en volver a dormir <Hurr Ehhh... Al grandote no le suena como una buena idea. Cuando esta por ofrecerse a acompañarlos para evitar peleas y malos ratos, Misella le detiene. <Misella Tu ya has hecho suficiente, vete a dormir, grandulón, que te lo ganaste Ordena. El Hurr se queda con cierta duda, pero no puede negar que se siente de la poronga y quiere pegarse una siesta para recuperar fuerzas. <Hurr Vale...Pero despiértenme si algo va mal Eso ultimo iba más para Pupus, que le da penita tenga que hacer de niñera con justo las dos menores que se caen mal. Aun así, se queda despierto por cuanto tiempo puede, y menos mal que lo hizo, porque la monjita comparte lo que encontró durante el patrullaje. <Hurr Pisadas y humo, también me topé con eso cuando fui a buscar comida, pero había algo más en la bruma Comparte con un tono lúgubre. Ahora este rol paso a ser de cuentos de terror. <Hurr Una mirada me seguía, y más allá de la protección de este refugio, vi una embarcación rota y hundida, o su aspecto me dio a entender eso Guarda silencio, dejando que el fuego llene los oídos de los presentes. <Hurr No estamos solos. Los guardianes y animales son una cosa, pero les estoy hablando de algo distinto, algo más...Primitivo ¡Entonces el Manat suelta la pregunta de los mil millones! ¿Jelou tiene dos o cuatro orejas? Para vislumbrar este asunto estaba el Gerardo, que se pone a hablar y hablar sobre la pureza de la sangre y otras verdades acerca del ADN y como este te hace inherentemente mejor al resto. ¡Pero nada estaba más lejos de la realidad! Y la realidad es que doble Ge se está proyectando. Se está proyectando tan fuerte que decidió inventarse tremenda historia para darle sentido a sus piruetas mentales, ya que resulta ser que él seguramente también quiere orejitas de gato, pero no quiere que le miren raro al ya tener orejas de humano. En resumen: el 90% de los nerds también son otakus. De ahí las pajas mentales como esta. No me pude aguantar. En mi head canon el Gerardo anhela tener 4 orejas y que no le juzguen por eso <Hurr Me voy a ir a dormir. Buenas noches Similar a, seguramente, el resto, no entendió poronga de lo que el maguito anda hablando y prefiere cortar por lo sano e irse a abrazar la almohada. ......... Hasta aquí. Por cierto, me gusta el chiste recurrente de que nadie le da bola al Gerardo cuando empieza a soltar info. Dejando eso a un lado. El grupo está compuesto de 9 personas (Pupus, jelou, Eirim, Wes, Manat, Tabla, Gerardo, Hurr y Misella), y una noche dura, suponiendo que funciona de manera normal y no de forma mamaguebistica, 8 horas. Cada persona necesita dormir un mínimo de 6 a 8 horas para decir que descansaron de forma apropiada, calcula la fluctuación económica de los Estados Unidos a través de las costumbres nocturnas de los trabajadores, por lo tanto, tenemos que separar a los personajes de manera que se cumplan estas condiciones: --Las guardias deben ser en dupla (excepto un grupo que ha de ser de tres) para que todos alcancen a hacer guardia. --Cada guardia debe de durar 2 horas para que todos puedan dormir de forma apropiada (y para que puedan cubrir las 8 horas en total que dura la noche). En resumen, la cosa quedaría más o menos así: 1° guardia (2 horas): Pupus, Eirim y Misella 2° guardia (2 horas): pendiente 3° guardia (2 horas): pendiente 4° guardia (2 horas): pendiente De esa forma todos hacen guardia y todos duermen un estimado de 6 horas, que debería ser suficiente para reponer energías y no morirse de un patatús. Porque si no, lo otro seria que cada uno haga guardia en solitario y una persona puede quedarse holgazaneando. Honestamente, prefiero la guardia en dupla. Aumenta las probabilidades de que no recibir un ataque por sorpresa en plena noche Recomiendo arreglar esto off-rol para que OP no tenga que hacer un turno donde discuten quien primero y quien después. Hurr puede hacer ronda con el Wes o con Gerardo, en realidad le da igual con quien hace ronda siempre que le dejen dormir un poco primero **Un
>>121744 Se corto la ultima parte, pero no decía nada importante, solo que creo me explique para el orto y me da igual porque tener sueño, mucho tener y sueño yo. >>120971 >no me acuerdo si Gerardo, Misella u otro personaje pudo descifrar que era Misella solo pudo descubrir que es un rubí mágico con el que puedes ver cosas ocultas y ya. Nada más allá de lo que uno puede inferir por su cuenta si utiliza la gema. Ni idea si Gerardo descubrió más al respecto. >>120972 Supongo que esta es tu manera de decirme que vamos a morir en los próximos turnos vaya preparándome por si las dudas. Un par de preguntas antes de que me ponga a repartir puntos: >¿A que te refieres con que se pueden usar solo 1 vez? Me imagino que es 1 vez por combate, pero como también puede ser solo una vez por cada aliado (como con pascuas, por ejemplo), prefiero sacarme la duda de encima y evitar malentendidos. >Con milagro silencioso, ¿Puede hacer cosas como mover a la gente para ayudarles a esquivar? ¿Qué hay de retener a un enemigo o hacer zancadillas? Técnicamente no es un ataque, pero si es cierto que se encuentra interfiriendo en el combate y me imagino que, por hacer eso, puede resultar dañada así sea invisible >Re-roll afectaría a cualquier evento que requiera dados y no se trate de un ataque, ¿Cierto? Por si las dudas, mejor pregunto. >>121038 >Negro pero todos rompen el espacio tiempo y está totalmente justificado por el abismo, kek. Igual habría que controlarse para no darle más trabajo al OPinga. Es para dar piedad. Y también para no demorarme mucho en escribir que ya me tomo mi tiempo de por sí. >¿A-aniki? ¿Eres tú? Ass we can Ya quisiera yo ser como Aniki. >otro loquito a la party, nunca son suficientes. No creo. Me gustaría que Sintaire fuera sola al ser un peligro andante. Aunque si le bajo dos toques, queda como tu vecina la locareligiosa que le gusta tocar el pandero y te toca la puerta a las 8 de la mañana para hablarte de nuestro señor Jesucristo. >Tengo mis teorías fuera del meme de que es la reencarnación de Jesús o algo así, sin embargo, estoy seguro que luego el OP va a decir que el Pupus es un random normal y voy a quedar como un payaso kek Muy tarde, negro. Ya le saqué captura a lo que acabas de postear. Ahora, cuando sea el momento de la verdad, posteare mi screenshot para dejarte en vergüenza delante de todos los anónimos. >>121092 >Una mestiza desnutrida tiene mejor bono que el de un artefacto de un poderoso liche, tremendo Por esto no debes comprar cosas chinas. Terminan saliendo defectuosas. >Mi teoría es que descubrió la verdad del abismo por su evasión de impuestos y por eso fue expulsado de la iglesia o algo así, por eso anduvo tan secretivo cuando se encontró un libro meado en la base de los elfos Fotocaptura sacada. Prepárate tú también, anon. Yo también quiero participar en la gran apuesta del Pupus: mi teoría es que Pupus fue un miembro muy importante dentro de su grupo evangélico, pero termino descubriendo una gran verdad y prefirió desertar antes que seguir siendo parte del plan de (((ellos))). Debido a esto, fue maldito en un intento para detenerle porque sabia demasiado, pero de una u otra forma logro salirse con la suya. Al final va a resultar que es una persona común y corriente, es que ya me lo veo venir que estamos aquí teorizando como un par de esquizos cuando la verdad es más aburrida de lo que uno esperaría >Por eso es el método superior es copypastear tu turno a las notas cada 5 minutos para no perderlo >Copypastear en betacuck de notas. <No conseguirte/descargarte una versión Chad pirata Chad gratuita de Word con Chad guardado automático para escribir lo que quieras en él sin preocupaciones. Plebs gonna pleb. >>121121 >Negro... no tiene 4 orejas creo, kek Algo debe tener 4 orejas en este chiquero. Y si Dumbo no existe en el abismo, le toca a Kitty reemplazarlo. >>121122 >Un acolito del ARGD could never. Mi papi me quiere por lo que soy, no por mis habilidades ya me hubiera sacrificado de otra forma
>>121745 testin g
>>121091 >>121092 >>121114 >>121115 >>121117 >>121743 >>121744 2/¿6? El Turno 1 lo mando mañana, porque me olide, igual solo es unos eventos antes de reunirse en la fogata de Misella, Tabla/Manat, y Hurr https://youtu.be/E77jmtut1Zc -Ahora todos se encontraban en la oscuridad del Abismo, reunidos alrededor de lo único que los mantenía humanos: el calor de la fogata. La llama crepitaba con pereza, alimentada por ramas húmedas que chisporroteaban como si protestaran por quemarse. Sobre el fuego, la pequeña olla ennegrecida colgaba mal ajustada, y dentro de ella una masa informe burbujeaba, lenta y espesa, con ese sonido espeso de barro que quiere convertirse en sopa pero nunca logra el milagro. Cada burbuja explotaba con un plop que levantaba un olor ambiguo entre alimento y pantano. -El círculo del grupo estaba apretado. La oscuridad no ofrecía margen para apartarse demasiado: más allá del resplandor del fuego no había nada, ni forma ni contorno, solo un pantano silencioso que, de vez en cuando, recordaba su presencia con un croar grave o el chapoteo distante de algo que nunca se dejaba ver. Entonces, todos empezaron a doxearse, por culpa de la niña sin amigos. -Uno tras otro, en su mayoría dijeron algo, aunque fueran palabras mínimas. Simplemente compartieron lo justo, lo que los demás necesitaban saber. Jelou, escuchó con atención cada palabra. Sus orejas se movían siguiendo las voces como radares, captando incluso los silencios entre sílabas. No interrumpió a nadie, solo observaba con esos ojos felinos que brillaban como carbones verdes bajo la penumbra. La niña cornuda había terminado por rendirse al cansancio, cayendo dormida con la cabeza apoyada en el regazo de Tabla. Mientras tanto, Pupus revolvía la olla con una rama improvisada de cuchara. El vapor le daba brillo al rostro sudado. Tambien Misella se presenta sin titubeos, de una dice que es jorguiña, satanica, 666, y todas esas cosas del chamuco. La gata sonrie, mira fijamente, analiza... Ladea la cabeza, con mueca confundida. >Jelou "Que raro....*la mira de arriba a abajo* Entonces porque te ves abandonad-" -El pupus le tira su jarron de comida en la cabeza de la gata, cual retumba con fuerza. La gata cae al suelo agarrandose la cabeza del dolor. -Finalmente, era el turno de Jelou para hablar. Ella bajó de la rama con un salto suave, casi sin ruido, y se sentó cerca del fuego, abrazando las rodillas. Movió la cola despacio, como un péndulo pensativo, y luego levantó la voz: >Jelou "No tengo mucho que decir. Soy guerrera. Sé pelear con armas grandes, de dos manos." "Aunque mi cuerpo no lo parezca, no sé hacer otra cosa que matar cosas." "Eso me bastó para llegar viva hasta aquí." -No adornó sus palabras. Solo de matar, y de estar viva. Y asumiendo, además, que las chicas gato comparten con los felinos el hábito de jugar con los ratones, el resultado no es alentador, una combinación nada recomendable si alguna vez te toca estar en su lista de presas. -Entonces, Jelou movió la cola en el aire con un giro despreocupado, y sus ojos se clavaron en Pupus, que seguía dándole vueltas a la olla. Ella no dijo nada, solo lo observó. Pupus frunció el ceño, incómodo, y masculló entre dientes: >Pupus "Soy la niñera." -Ya se resigno a saber que va a tener 2 ocupas moros, 3 niños, un gordo gigante, y las respectivas mascotas de estos, y ahora un gato. Probablemente no quiera volver por el simple hecho de no querer siquiera imaginar como van a entrar todos en su humilde chiquero llamado casa. -La noche avanzó, y las chispas del fuego parecían imitar lo que todos tenían encima: ese extraño cielo. Al mirar hacia arriba, se veía un techo de oscuridad absoluta, tan plana y lejana que parecía infinita. Y en él, destellos. No eran estrellas, pero parpadeaban como si lo fueran. Pequeños puntos de luz que titilaban en patrones que nadie entendía. Algunas se apagaban de repente, otras aparecían nuevas en otra zona. Y así, la ilusión de un cosmos se formaba sobre sus cabezas, construido a base de luces que no pertenecían a ninguna constelación. -Mierda de gusano, agujeros de elevadores, podria ser cualquier cosa, pero seguro estrella no eran. Jelou esperó a que las voces se apagasen. Entonces, con una calma que contrastaba con su tono habitual, habló: >Jelou "Feretrez dijo que son fogatas de otros exploradores."
[Expand Post] -Pupus levantó la vista, confundido. >Pupus "¿Fogatas?" -Ella sonrió apenas, pero no con burla: con nostalgia. Miró hacia arriba, y su voz se volvió más seria, más honda, como si estuviera recordando una lección. >Jelou "Sí. Fogatas." "Cada una de esas luces es el fuego que alguien encendió en otro lugar del Abismo..." "Me dijo que cuando una persona baja con el corazón lleno de deseo, el que empuja aunque no haya camino, su fogata queda grabada en el cielo." "Algunas arden fuerte y claras, y permanecen años... otras apenas titilan y se apagan rápido. Pero todas son un rastro. Una señal de que alguien estuvo ahí, que alguien caminó antes que tú." "Las esperanzas de exploradores, caídos o perdidos, que aún alumbran para los que vienen detrás." -Jelou siguió, sin apartar los ojos del falso firmamento. "Cuando caminas en el Abismo, te sientes solo. Piensas que nadie entiende lo que buscas, o que es absurdo arriesgar tanto." "Pero luego miras arriba, y ves que no eres el único. Que alguien más encendió una fogata y dejó un resplandor para recordarte que no estás tan perdido." ":.." "Feretrez me lo explicó así: las estrellas de este cielo son la memoria del Abismo. Y cada una que aparece es un alma más, una chispa más que se suma." "..." "Tal vez, si alguno cae aqui abajo, al menos dejaría una luz en el cielo, una fogata que alguien más pueda ver y seguir. -El silencio volvió al claro. Solo se escuchaba el plop de la sopa y el croar lejano de las ranas. Las llamas se reflejaron en sus pupilas felinas. -El fuego ardía bajo la olla con un crepitar sordo, y entre chispa y chispa el sonido áspero del hacha se hacía presente. Manat, con su herramienta empezó a darle forma a esa madera. La hoja descendía con golpes cortos y toscos, arrancando astillas largas que se enrollaban como uñas secas. Cada corte dejaba cicatrices en la madera, ¿que te pasa? tus manos no te hacen caso, estan duras, rigidas, brutas, adormesidas, no son tus manos, y eso se notaba en la forma en que sujetaba la madera, aplastando más que sosteniendo. -Primero intentas marcar cuatro patas, bloques toscos, desiguales, uno más grueso que otro, sin proporción. Luego, una trompa, que más que curvarse hacia abajo parecía un tentáculo torcido que nacía de una cara plana. Le añadiste dos hendiduras laterales para imitar orejas, pero eran fragmentos astillados, cortados al azar. -A tu alrededor caían restos de virutas húmedas que olían a savia amarga, y el sonido de la hoja rompiendo fibras resonaba con monotonia. -A cierta distancia, Jelou te miraba. Sentada en cuclillas sobre la rama baja de un árbol, mantenía el cuerpo inclinado hacia delante, con la cola moviéndose de un lado a otro en un ritmo lento, hipnótico. Sus ojos seguían cada movimiento del hacha, fascinada no tanto por la obra sino por el acto mismo. -Se levantó con un estiramiento lento, como un felino despertando de una siesta. Bajó de la rama con pasos sigilosos, pisando el barro apenas con las puntas de los pies, equilibrándose con la cola. No había prisa: se acercaba como si acechara, observando la torpeza del arabe con el mismo interés con el que un gato observa a un ratón enjaulado. -Tu siguias tallando, hasta que la figura quedó “terminada”. El resultado no era un elefante, ni de lejos. La madera había quedado astillada en todos los bordes, con grietas profundas y formas retorcidas. Lo que debían ser orejas parecían colgajos deformes. El cuerpo entero era una masa irregular, un racimo de uvas pasas aplastadas con un tentáculo en lugar de trompa. Difícil de adivinar, incluso para un hindu que hubiera visto un elefante real en su vida. -Fue en ese momento que Jelou, sin aviso, apoyó suavemente su mentón en tu hombro. Ni siquiera la habías notado acercarse. La gata entrecerró los ojos para ver mejor y luego dejó escapar una carcajada ligera, idiota, sincera. >Hello Kitty "¡Aajjajaja! Una jirafa" -Era obvio que no sabía lo que intentabas representar, alguien de estas tierras no podria saber siquiera que es un Elefante (aunque viendo esa figura, ni un mahout lo reconoseria), y aun así, lo comparaba con otro. Pero espera....¿cómo mierda sabía lo que era una jirafa?? -Mientras tanto, Pupus se ocupaba de lo que realmente importaba: la comida. Con cuidado, hundió el cucharón en la olla. La mezcla espesa levantó un burbujeo de burla, como si quisiera tragarse el metal. El guiso bajaba pesado, se doblaba, caía con un sonido de fango en los cuencos de madera. No tenían suficientes para todos, así que tendrían que comer por turnos. -El primero en recibir fue Tabla. Pupus le pasó el cuenco, humeante, y el olor a humedad cocida se expandió. No era un olor horrible, tampoco apetitoso: tenía algo de verdín, algo de caldo fuerte y un fondo amargo que se disimulaba con grasa derretida. Un slop, pero uno caliente, y eso ya era más de lo que solían tener. -En el regazo de tabla estaba la niña cornuda dormida, hecha un ovillo, respirando fuerte, con la cara arrugada en un gesto de incomodidad. Intentaste despertarla, pero... Nada. La pequeña estaba agotada. -Pero entonces ocurrió. La nariz de la niña se movió, un par de veces. Habia olido la racion seca que sacaste de tu mochila, y el instinto hizo el resto. Abrió un ojo, luego el otro, desconfiada. Miró a Tabla, la racion, y luego de nuevo a Tabla. Sus labios temblaron, sin palabras. La niña dudó, arrugando el ceño, encogiéndose como un animal salvaje a punto de huir. Pero el hambre era más fuerte. Se inclinó, mordisqueó apenas, y luego arrebató el trozo con rapidez para devorarlo entre las manos, con movimientos torpes pero feroces. Comía como un cachorro que nunca aprendió modales, tragando con ansia, cuidándose al mismo tiempo de no perder de vista a la adulta que se lo había dado. -La desconfianza se mezclaba con la necesidad. Era un equilibrio extraño: el recelo salvaje de alguien que no entiende la seguridad, pero que necesita comer para no morir. -El resto recibió su turno con los cuencos. El guiso olía a pantano cocido, pero contra todo pronóstico, el sabor no era un desastre. La primera cucharada siempre venía con la duda, y luego la sorpresa. Tenía un amargor fuerte, terroso, como hierbas quemadas, pero al mismo tiempo un fondo salado y denso que lo sostenía. Había trozos de carne, quizá insectos grandes, que daban textura. El caldo se deslizaba pesado por la garganta, pero dejaba un regusto cálido, casi reconfortante. -No era un festín, no era un hotel de cinco estrellas. Pero para estómagos acostumbrados a la crem de lo que se comia en los alreedores del abismo, esto no estaba nada mal. Este guiso, en comparación, parecía casi un banquete. El calor de la comida llenaba más que el sabor. El silencio de la cena se mezclaba con el croar lejano y las chispas del fuego.
>>121849 = = = -La niña cornuda ya no dormía. Después de comer, había quedado medio alerta, medio inquieta, como un cachorro que no sabe si quedarse junto al fuego o salir a husmear. Caminaba en círculos cortos, oliendo la tierra húmeda, mirando de reojo a todos. En un momento se detuvo frente a Jelou. La observó como se observa un animal extraño: de pie, cola agitándose, ojos que nunca parpadeaban. La niña inclinó la cabeza y estiró un dedo, como queriendo tocar el movimiento hipnótico de esa cola. Con eso bostezo, y fue caminando instintivamente hacia Tabla, abrazando su brazo y durmiendo ahora si. Pupus, mientras tanto, rascaba la olla, asegurándose de que no quedara ni una hebra de carne pegada al fondo. -A la cuarta ronda, Pupus estaba ya blando de gesto, los ojos vidriosos y las mejillas encendidas. Entre risas y carraspeos, levantó una pequeña petaca de su costado. >Pupus "¿Cuánto alcohol traje?" -masculló entre dientes, duda genuina. Dio un trago largo, limpió la boca con el dorso de la mano, y se puso de pie sobre el tocón, aclarando la garganta como si fuera a predicar. Alzó la vista a las estrellas ocultas por la bruma del abismo y empezó su letanía... >Puppus "Hay que brindar por ellas, por las más bellas." "Por las de cuello estrecho, y culo ancho, por ellas, por las botellas." "Que aunque tengan telarañas, nunca nos engañan." -Pupus, cada vez más inspirado, siguió con voz pastosa. "El que bebe se emborracha, el que se emborracha duerme, el que duerme sueña, el que sueña no pega, el que no pega va al cielo." "Puesto que al cielo vamos... ¡bebamos, bebamos y bebamos!" -Hizo una pausa, alzó la petaca como si fuera un cáliz. Y miro a Eirim, porque probablemente es la unica que entienda sus referencias. "¿Vino Dios al mundo? ¿Vino? ¿Para quién vino? ¡Para todos vino!" "Cuando los observadores llamaron a Gavino, no dijeron “Gavino ven”. ¡Dijeron “Venga vino”!" -y casi se cayó del tocón al decirlo. "Si los observadores, en su infinita sabiduría, siempre borrachos nos tienen, será porque nos conviene. ¡Hágase su voluntad, pues!" "...:" "..." "Si antes no nos conocíamos y bebíamos" "ahora que nos conocemos... ¡bebamos, bebamos y bebamos!" "Hasta que no nos conozcamos."
[Expand Post] -Pupus bajó del tocón tambaleando y dio un gran sorbo a la petaca (Casi atragantandose) antes de pasarla. Poco quedaba, pero ese trago era más fuerte, de su reserva personal. -Esto ultimo hizo pasar algo raro entre la mente de ustedes (a esepcion de Polilla y Eirim, aunque tampoco tanto). ¿Cuanto tiempo llebaban juntos? ¿1 semana con suerte?, Eran desconosidos de trabajo, pero entonces ¿porque se sentia en estos momentos, que tienen mas cercania? son desconosidos, pero sienten que se conocen como desde hace 2 años, es extraño. No es la cercania de alguien querido o conosido, pero tampoco la lejania de un desconosido. -Y entonces, como si la ronda no fuera suficiente, Gerardo sacó un porro mal liado. Lo encendió con una ramita del fuego, y el olor a hierba quemada se unió al de la leña húmeda. Cuando llegó a Pupus, él sonrió con torpeza, aspiró con fuerza, pito y pito, y pito....... y no supo qué hacer con el humo. -No lo expulsó. Simplemente se le atascó en la garganta. Tosió fuerte, los ojos le lloraban, la cara roja como una hoguera. >Pupus "¡Cohf, cof... joder!" -Logró decir, sacudiendo una mano frente a su boca >Pupus "No sirvo para esto, prefiero la bebida" -Se acomodó en el tocón que usaba de asiento, extendiendo las manos al fuego como si quisiera tragarse todo el calor. El vino y el humo le habían soltado la lengua. Y habló. "¿Qué hay en el Abismo...?" -la voz salió baja, casi un murmullo. La pregunta de Jelou, hecha tiempo antes, parecía haberle estado dando vueltas en la cabeza. Ahora, con la sangre caliente de alcohol, se atrevía a soltarla. "Estoy de acuerdo con ustedes... creo. Escuché que aquí abajo hay muchas cosas, de antaño... como si el Abismo atravesara la realidad misma." -Hizo una pausa, bebiendo otro sorbo. "Pero lo del fondo... el final... eso es distinto." -Se quedó callado, mirando las brasas. "No lo sé con certeza" "....." "Pero he... soñado con él. O más bien, he escuchado historias. Susurros. De gente que simplemente desapareció." -Su voz se volvió grave, más lenta... "No es solo oscuridad, ni tierra rota. Es algo que te mira. Que te sigue. Que no puedes comprender de golpe." -Sus ojos se entrecerraron" "Pienso que hay deseos... pero no como los de un hombre común, no. Son más... vacíos. Cosas que nunca debimos querer. -Jelou, con la cola inquieta, soltó una carcajada áspera. >Jelou "¿Una prueba de lo que somos? Eso suena a estupidez. ¿Qué, entonces? ¿El Abismo te pregunta qué quieres y te lo da? ¿Riquezas, poder? ¿Eso? -Pupus no se rió. Su mirada se endureció, como si recordara un mal sueño. >Pupus "No. No es tan sencillo. Yo creí lo mismo, al principio. Pero... te da lo que crees que quieres. Y te lo da de una forma que ni tú mismo entiendes." -Se pasó una mano por la frente, sudorosa. "Dicen que en el fondo hay algo. Que sí hay un final, pero a la vez no. Un lugar donde todo lo que deseas puede cumplirse... pero no lo que piensas que deseas. El Abismo te da lo que tu alma cree necesitar. Y eso no es lo mismo que lo que quieres." -Bajó la voz, como si temiera que las sombras lo escucharan. "Es el egoísmo más puro hecho carne, sin razón, sin moral. El Abismo te arranca lo que nunca pediste y lo clava en lo más hondo de tu ser. No te da lo que quieres... te da lo que te pertenece. Y lo que te pertenece... nunca es lo que esperas." "...." "Eso último me lo dijo un viejo...." = = = -Poco a poco fueron durmiendo, quedando solo los 3 que iban a hacer guardia, la gata y los dos drogadictos. Manat había estado sentado con el trozo de madera en la mano, ese intento grotesco de elefante, que más parecía una uva arrugada con un tentáculo clavado. Luego alzó los ojos hacia Jelou, que estaba medio apartada, sobre una raíz gruesa, con la cola enredándose en el aire de forma perezosa. Elefante. Gata. Elefante. Gata. -Hasta que se levantó. -Jelou ladeó la cabeza, ojos brillando bajo el reflejo apagado de las brasas. Manat se acercó y se detuvo frente a ella. Tiro tremendo racistiada descripcion descriminatoria a la gata, o el comentario de un niño de primaria al ver un deforme y describirlo sin miedo o vergueza. La gata frunció el ceño, alzó las orejas felinas, y luego se palpó la cabeza como si revisara que no le hubieran brotado otras dos. "¿Cuatro orejas? " "¿no te pego de costado el humo? Yo solo tengo dos..... No me asuste asi" -Lo miró como si dudara de su cordura, pero en seguida arqueó la boca en una sonrisa torcida. "Siii, soy lampiña como humano en varias partes" -soltó, bajando la voz a un tono pícaro. "Pero eso es porque mi madre era híbrida, ya sabes, una bestia." "Y la violaron... un gnomo, creo." "La sangre bestia se diluyó. Quedé mitad y mitad. Entre dos lados. No muy querida en ninguno." -Se encogió de hombros, como quien habla de un chiste gastado. Luego chasqueó los dedos. "Ah, eso sí. He visto bestias que parecen humanos casi enteros. Porque solo su abuelo lo era, y se fue diluyendo los rasgos malditos." -Hizo una pausa, y con un brillo travieso en la mirada agregó. "Y no tengo cuatro orejas... ¡pero tengo ocho pezones! "Mira!!" -Sin previo aviso, se levantó la camisa. Su torso delgado mostró, en efecto, una fila marcada de pequeños pezones rosados, como perlas olvidadas. Apenas un segundo. Luego bajó la prenda y soltó una risa estúpida. Entonces salio gerardo soltando en su mucho texto. Primero sobre que queria estudiar sobre los (((Semigr Ogros9)), pero como era muy probable que lo desaparescan era muy grande, así que eligió lo “seguro”: los hombres gato. Un torrente de palabras salió de él. Renglones enteros, interminables, desparramándose en teoría tras teoría, como un río fangoso que arrastra todo. Pupus, que estaba mutando en su aciento, observando el suelo por mal viaje, lo miró con esa expresión cansada. >Pupus "Los semi-ogros... hiciste bien en no investigar." "La relación entre su aparición espontánea y el aumento de gnomos en las élites.... nunca termina bien para el que encuentra el patrón." -Lo dijo con un tono seco, como si lo hubiera visto. Y volvió a su silencio. Gerardo, sin embargo, siguió. Y siguió. La voz era un cuchillo de neblina. Nadie lo escuchaba ya. Jelou ladeó la cabeza, primero con curiosidad, luego con hastío. Sus pupilas se dilataron y contrajeron al ritmo del discurso, hasta que al final se llevó una mano a la frente, como si el cerebro le pesara de tanto ruido. >Jelou ("Dioses.... que alguien lo mate calle, por favor.") Manat, ya cansado, dio un paso atrás para irse a dormir, y dijo esas palabras a la gata. Ella lo sostuvo con la mirada. Una sonrisa suave, distinta, apareció en su rostro. No era burla. No era mueca felina. Era sincera. "Gracias, hombre triste" -Y se acomodó en la rama de un arbol para dormir. = = = Me olvide de poner esto: <Hurr <No estamos solos. Los guardianes y animales son una cosa, pero les estoy hablando de algo distinto, algo más...Primitivo >Pupus todo drogado y malviajado "https://youtu.be/roaAto6KWgQ?si=JBT077XvU4CfS6R_" 3/? (Mañana subo las siguientes partes)
>>121850 Ni una picosa... https://youtu.be/dX5rHhAFG9U -La noche del pantano se había tragado a todos, uno por uno. Los ronquidos de algunos y el silencio de otros quedaban lejos, en sus sueños. Pero ahí, cerca de la fogata, quedaban solo tres figuras despiertas... la monja, el sacerdote y la acólita. Nadie más. Solo el coro monótono de las ranas como testigo. -El agua negra, en alguna parte, rompía su espejo cuando un animal se sumergía. Se escuchaba el chapoteo breve, luego nada. Los juncos se agitaban al compás del viento helado, y en su roce tenían algo de serpientes moviéndose entre dientes, un siseo vegetal que no ayudaba a la calma. Pupus, con las manos quietas y sucias, acomodaba más ramas húmedas sobre el fuego, éstas chisporroteaban poco, liberando humo turbio y brasas más que llamas. La luz temblaba, y ya no había calor verdadero, solo el recuerdo de él. -El aire era frío, demasiado para la ropa delgada. El viento calaba directo en la espalda, como dedos invisibles. Fue entonces que lo vieron: primero una, dos, luego decenas. Luciérnagas. Ya habían en el fondo, pero esto era un enjambre creciente, apareciendo entre las cañas como si hubieran estado escondidas todo el tiempo. Eran tantas que parecían un cielo nuevo, un firmamento invertido que temblaba frente a los ojos. Volaban bajo, formando constelaciones imposibles que se desarmaban y recomponían con cada ráfaga de viento. -Por un instante, el campamento quedó sumido en una luz dorada y errante, titilante, como si las estrellas hubieran descendido a probar suerte entre los mortales. Incluso Pupus dejó de limpiar la olla, dejó de masticar sus pensamientos: se quedó simplemente mirando, con el gesto duro ablandado por la contemplación. -Y de golpe, como habían llegado, se marcharon. El viento las arrastró más lejos, hasta que solo quedó la nada. Oscuridad cerrada. -Entonces, lo notaron. -El silencio. -No el silencio del peligro. No ese hueco en el aire que anuncia dientes entre la maleza. Era distinto... un silencio raro, puro, como si el mundo hubiese exhalado y olvidado volver a inhalar. Solo las brasas, con su crujir apagado, y la respiración de los tres quedaban en ese vacío. -La babosa estaba a un lado, junto a Misella. Pero dormir... no dormía. Nunca. -Su cuerpo enorme y deformado se movía con la lentitud de un organismo que respira por obligación. Cada tanto, un estremecimiento la recorría, como si vibrara desde dentro. Difícil decir si era un ronroneo de amor o convulsiones de dolor. Su piel palpitaba, su carne parecía latir con respiraciones que no tenían ritmo ni sentido. Y aun así, en esa desgracia de existencia, su cercanía irradiaba algo tibio. Como si sus temblores, absurdos e inútiles, sirvieran al menos para tranquilizar la sangre de quien estuviera cerca, como consuelo. -Cada inhalación forzada era una súplica. Cada espasmo, un recordatorio de que vivir en esa forma era una condena. Pero ahí estaba. Junto a Misella, retorciéndose en ese sopor sin sueño, dando un calor extraño, retorcido, que al menos llenaba el hueco que dejaba el silencio. -Y ese otro hueco también estaba. El del ARGD. -Su ausencia era punzante, como si el aire mismo se hubiera vuelto cuchillo en el costado. El vacío no se había aliviado en absoluto, había pasado demasiado poco tiempo para que la costumbre apagara el duelo. No había costumbre posible. -La mano zarnosa, sin embargo, seguía allí. Palpitando. -La piel podrida, la carne que olía a ceniza, la putrefacción que latía por su cuenta. No era solo un miembro. Era es "otro" contrato, mas un tumor que un brazo. El silencio los abrazaba. Pupus miraba de reojo el brazo en la penumbra. La noche del pantano se cerraba, y en medio de esa calma extraña, lo único vivo era la sensación de que el abismo respiraba con ellos. = = = -Entonces Pupus agarra y avanzó tambaleante, con ese andar que parecía más un forcejeo contra su propio cuerpo que un simple caminar. Esta entre cansado, probablemente intoxicado por el guisado de canaleta/poso septico, con alcohol en sangre y drogado, no era de esperar. Sus pasos no eran más que golpes torpes contra el suelo húmedo. Llegó hasta Misella, sentandose cerca de ella, y al hacerlo lo hizo como si cayera desplomado sobre su trasero, con un suspiro áspero que le salió desde el fondo de los pulmones. >Pupus “Si que puede ser lindo este abismo...” -Se quedó mirando hacia la nada, como si buscara algo que no estaba. >Pupus “A veces me pregunto cómo rayos se veía aquí dentro cuando... ya sabes... no era ruina, ni ceniza de su pasado.” -La fogata seguía gimiendo https://youtu.be/Nze22ayhNcg, apenas, lanzando su humo turbio. El silencio pesaba. Pupus
[Expand Post]“Sabes...” “Se que dijiste todo eso, explicando por qué te abandonó el ARGD y eso... pues, se me hace raro.” -Dijo mirando a la nada Pupus “Digo, pudo matarte, maldecirte, marcarte, o yo que sé. Las deidades de cultos hacen eso cuando un borrego cruza la línea.” -Hizo un ademán con la mano, tenia un tono que sonaba mas anecdota que cuento. >Pupus “No solo... se van.” “Tal vez hay algo que no puedes ver, o entender... Bueno, somos mortales al fin y al cabo.” “Pero no te rindas por eso... si tu fe fue verdadera, no te dejarás caer tan fácil, ¿no?” -Un silencio breve, luego su cuerpo se arqueó. Pupus “Per—WoooCCCKKK...” -El vómito cayó de golpe sobre su propio pecho y al suelo, una mezcla viscosa del guiso pantanoso, fermentado por el licor barato que traía encima. El hedor ácido y rancio se mezcló con el humo de la fogata. Pupus, con lo que le quedaba de dignidad, se limpió con la manga, hizo una torpe reverencia hacia Misella y se arrastró de vuelta al fuego, como si nada. = = = -Ahora el Pupus drogado, cansado, con hambre (por vomitar), vomitado y borracho, se queda observando a Eirim, un rato.... Y se empieza a reir, por los kekes. Pero no una risa de burla, solo era una risa de idiota. Hace una seña con el dedo para que se acerque. >Pupus “Sabes... tú me haces acordar a mi única mascota.” “Sí, sí, ahora que te veo... me vienen recuerdos.” -Se rascó la cabeza, sonrió un segundo con torpeza. >Pupus “Era una gallina. Le faltaba una pierna, las otras del corral la reventaban a picotazos, por eso estaba tuerta de un ojo. Nunca la dejaban comer.” "..." "Habia nacido de un huevo empollado por el gallo del gallinero... Creo que por eso las otras gallinas le pegaban tanto" *murmuro* “Un día... cuando estaba repartiendo la ración a las gallinas, me la llevé.” -Se inclinó hacia adelante, los ojos un poco húmedos por el humo o por algo más. >Pupus “La llamé... Otilio. En ese entonces no sabía que gallinas y gallos eran lo mismo. Pensaba que había gallinas macho y gallos mujer.” -Lo último lo murmuró, con vergüenza. >Pupus “Pero era hermosa... plumas blancas como seda, cresta roja. La escondía en el cuarto del convento, bajo la cama. ¿Sabes cómo son ahí... si me descubrían, adiós.” El tono bajó, volviéndose casi cálido. >Pupus “Se acostaba conmigo, hacía ruidos esos ruidos lindos de gallina, como cantos, cuando se acorrucaba entre las sábanas, perseguía ratones en el campanario. Cuando creció y empezó a poner huevos... ya no cabía bajo la cama, no se como cresio tanto." "Le hice una casa en los arbustos del patio.” “Siempre, al terminar las limpiezas de la cocina, me llevaba el concong del arroz, y raspaba el fondo para tirarl lo quemado" -Hace un ademan como si estuviera limpiando el fondo de una caserola "Otilio salía de caja en carajo volando por alla, corriendo torpemente con su única pata, chocandose contra todo porque no veía bien...” Un destello breve de sonrisa, antes de apagarse. Pupus “Y yo... Otilio y yo nos entendíamos.” La mirada se perdió en el agua oscura. >Pupus "Pero un dia, salgo de la cocina, on el arroz. Raspo, raspo, llamo... y nada." "Por mas que raspaba ese concong Otilio nunca llega, y que lo que le pasa a Otilio que no llega? y salgo y lo busqué, por horas, hasta que la lluvia me empapó.” "..........." "...." ":" “Luego una monja me dio la noticia, de que la ala que me habia comido en el almuerzo.... Era la de Otilio.” -Las brasas crujieron. >Pupus “Mi primer animalito...” -Un bostezo se le escapó, roto por el cansancio. Pupus “Hermana *bostezo* yo duré casi una semana sin comer.” -El eco de sus palabras se disolvió en el silencio del pantano. Entonces, Eirim nota que no se escucha más el ruido de la Babosa. Si voltea, Misella está durmiendo, la Babosa está durmiendo, Pupus también se quedó dormido. Y tú... Tu también empiezas a quedarte dormida, Tu mente se balancea, de un lado a otro, tu ojo pelea por no cerrarse, pero te desplomas en el piso, por culpa de tu falta de pierna, y lo último que vez es... Severina sentada a tu lado, su figura.... Alta como una torre. -No tuvieron que haber comido el puchero de mondongo.... Oscuridad. 4/? Y todos se Murieron Durmieron, Fin
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>>121855 La Cocatriz 'Eirim duerme.... .... .. . https://youtu.be/QWE5Nf1yMGk ~Estás dentro de la iglesia. No es la iglesia que conoces, sino una versión inmensa, interminable, construida con sombras y luz de vela. Los pilares se elevan tanto que se pierden en un techo de estrellas de piedra, los vitrales no muestran santos ni escenas bíblicas, sino espirales de color que giran como ojos gigantes. La luz que entra por ellos es fría y líquida, azulada, y baña el suelo como agua congelada. Cada paso tuyo provoca pequeñas ondas, pero no hay sonido. ~A tu alrededor, las monjas. Filas interminables de hábitos negros y tocas blancas. Se mueven como un solo cuerpo, abriendo y cerrando las bocas en cantos silenciosos. Sus labios se mueven, pero no hay eco, ni murmullo, ni respiración. Algunas caminan hacia atrás, descalzas, con los ojos vendados, otras sostienen rosarios tan grandes que parecen cadenas y los arrastran por el suelo como redes. Todo parece un cuadro inmóvil, una escena detenida en mitad de un rezo eterno. ~El olor es intenso: incienso tan espeso que se puede tocar, cera derretida, piedra húmeda. Sientes el frío en la piel, ese frío de convento que es más ausencia de calor que temperatura real. ~Levantas la vista y ves la torre del campanario. Es imposible: sube y baja a la vez, espirales de escaleras que se retuercen como serpientes de piedra. Campanas colgando en ángulos absurdos, como frutos pesados en ramas torcidas. Algunas son pequeñas como cálices, otras, enormes como casas, y todas laten como corazones colosales. El campanario entero parece respirar. ~Sabes que tienes que subir. No hay nadie que te lo ordene, pero tu cuerpo ya está avanzando. Cada escalón es alto, húmedo, resbaladizo. Las piedras tienen nombres grabados, nombres que no reconoces, y se deshacen en polvo cuando los pisas. El eco de tus pasos no existe, en su lugar, sientes un latido que te acompaña, un pum-pum profundo que podría ser tu corazón o el de las campanas. ~A medida que subes, el aire cambia. El incienso desaparece y entra un olor metálico, como sangre o hierro nuevo. Las paredes se alejan hasta desaparecer, ya no hay pasamanos, ni bóvedas, ni vitrales. Solo escalones suspendidos en el vacío, conectando campanas que cuelgan de cadenas infinitas. Por momentos, sientes que subes y bajas a la vez, no sabes qué dirección tiene el mundo. ~Cada campana que pasas suena, pero no con bronce: con carne. Cada golpe retumba en tu cuerpo deformándolo más. Sientes cómo tus hombros se encorvan, cómo tus manos se alargan y tus dedos se vuelven garras torcidas. Tus piernas tiemblan, tus huesos se doblan. No duele, pero la sensación es tan real que casi lloras. Aun así, sigues subiendo. Cada campanada es un latido más fuerte, más íntimo. Es como si cada sonido sacara algo de ti y lo colgara allí arriba. ~Llegas al último rellano. Ante ti se alza una estatua de Severina, gigantesca, pétrea, con la mirada severa. Su rostro es sereno y terrible, pero está agrietado, como mármol viejo. Tiene en la mano un báculo que termina en cruz y su hábito de piedra parece moverse con un viento invisible. Alrededor, el aire brilla con polvo dorado. ~Por primera vez, escuchas una voz. No viene de tus labios, ni de la campana, sino de la estatua. Una voz cálida, profunda, que llena todo el campanario: <"Tú eres mi campana." ~Las palabras te atraviesan. Es la primera vez que escuchas la voz de seberina. Sientes que podrías llorar, pero no salen lágrimas. Tus manos tiemblan. La estatua se inclina levemente y extiende su mano de piedra hacia ti. En ese gesto hay severidad y ternura a la vez. ~Te acercas. Cuando tocas la piedra, no está fría: está viva, tibia, como piel al sol. En su superficie ves tu reflejo. Pero no eres tú del todo, no era deforme. Es una figura perfecta, simétrica, luminosa. Sin deformidades, sin cicatrices, sin torceduras. Un rostro hermoso que podría ser de cualquier santa pintada en un fresco. Tu corazón se detiene un instante. ~El reflejo intenta hablar. Sus labios se mueven, pronuncian palabras que parecen tuyas. Pero no se escucha absolutamente nada. El silencio es total, aplastante, como si el aire hubiera desaparecido. Mueves tus propios labios, y tu voz sí suena: un hilo tembloroso, pero real. ~La estatua habla de nuevo: <"Así no te veo yo." ~Al decirlo, el reflejo se quiebra. Grietas blancas recorren la imagen, y con un leve sonido de cristal roto se deshace en pedazos. No hay sangre ni polvo: hay luz. Una luz cálida, dorada, que se libera y te envuelve. No te ciega, te calienta. Es como una bendición silenciosa. ~Las campanas alrededor empiezan a sonar de nuevo, pero esta vez no son golpes que deforman: son melodías. Notas largas, puras, como cantos de pájaros en una mañana. Y a medida que suenan, tu cuerpo deja de encorvarse. No te vuelves perfecta ni simétrica, pero ya no sientes vergüenza. Lo que eres ahora es tuyo y suena con el bronce del campanario. ~La estatua de Severina empieza a romperse. Primero se agrieta su báculo, luego sus manos, su rostro. Las piezas caen despacio, flotando como plumas de piedra, y al tocar el suelo se convierten en polvo luminoso. La voz ya no está, pero sientes su calor. ~El sol empieza a salir en el horizonte. la luz asciende por detrás de las campanas, llenando todo con luz dorada. Das un paso y el suelo no se hunde. Las campanas siguen sonando, pero ahora no laten sobre ti, laten contigo. Sientes que cada deformidad, cada curva, cada cicatriz, es parte de ese sonido. No eres menos, eres instrumento. No estás en silencio, eres resonancia.
[Expand Post] ~El sol sube más. La luz te envuelve como un abrazo. La estatua de Severina, ya deshecha, deja en su lugar una campana pequeña de piedra. La tomas. Es áspera, irregular, deformada, pero al agitarla emite un tono puro, perfecto, que llena todo el espacio. ~El silencio se llena de un canto invisible que no es de voces ni de campanas, sino del aire mismo. ~El sol termina de alzarse. La luz ya no proyecta sombras. Cierras los ojos y por primera vez sientes que el silencio no te borra. te sostiene. .... .. . = = = ~Oscuridad ~Ruido ~Algo se dibuja.... Espectas. https://youtu.be/Ai7CQqqAgic ~La plaza estaba cubierta de ceniza, como si en algún momento hubiera ardido algo enorme y ya solo quedaran brasas ocultas bajo la piedra. El aire olía a hierro viejo, a lana mojada y a miedo. Era temprano, pero el sol no llegaba... las nubes bajas dejaban la luz opaca, un gris sucio que se mezclaba con los gritos. ~Habían arrastrado a una muchacha hasta el centro. No tenía nombre para ellos: la llamaban “impura” y nada más. Su vestido estaba desgarrado, la capucha caída sobre el rostro. Uno de los sacerdotes de la Inquisición llevaba en la mano un rollo de pergamino con la sentencia. La voz le temblaba, no de compasión sino de entusiasmo por la ceremonia. ~Alrededor, aldeanos, soldados y monjas se apiñaban. Algunos llevaban piedras, otros, látigos. Los cuchicheos eran como moscas: “pecadora”, “traidora”, “carne manchada”. La muchacha no levantaba la cabeza. Sus hombros parecían querer esconderse dentro del cuerpo. Era pequeña, su piel tenía marcas de viejas cicatrices y quemaduras. Había sido criada como sirvienta, y ahora la señalaban como hereje por un delito que ni ella entendía. La multitud pedía castigo, no justicia. ~Entonces se oyó el ruido de unos pasos pesados. No eran apresurados ni rituales. Eran pasos de alguien que camina sin pedir permiso, cada pisada como una piedra colocándose en su sitio. Un silencio extraño se extendió desde el borde de la plaza hacia el centro, como una marea que se traga los murmullos. ~El hombre apareció entre la gente. Era alto, con una capa raída de viaje y las manos descubiertas. Su rostro no tenía adornos ni emblemas, pero algo en su modo de andar hacía que los soldados apartaran la vista. No tenía armas, pero en sus ojos había un peso que ni los estandartes podían sostener. Caminó hasta quedar frente a la muchacha. No la tocó. Se agachó a su altura y habló, no a ella, sino al aire. >"¿Esto es justicia? " ~su voz era grave, pero no gritaba >"¿Así se mide el valor de una vida?" ~El sacerdote respondió con tono oficial, levantando el pergamino: <"La ley es clara. Ha pecado. Es impura. Se la debe purgar." ~El hombre levantó la vista, despacio, y miró a los reunidos. No había reproche en su mirada, pero sí cansancio. >"¿Y ustedes?" ~preguntó >"¿Quién de ustedes está limpio de la misma mancha que condenan? ¿Quién no ha mentido, traicionado, abusado? El que esté libre de pecado, que tira la primera piedra" ~Hubo un silencio denso. Alguien tosió. Una piedra cayó de una mano y rodó por el suelo. Otro soldado se ajustó la correa del látigo, pero no se movió. Las moscas de los murmullos se callaron. ~El sacerdote intentó recuperar su fuerza: <"No se trata de nosotros. Se trata de la ley. Si la ley se rompe, el pueblo se desordena." ~El hombre se incorporó, alto, y su sombra cubrió a la muchacha. Habló más despacio, cada palabra con el peso de una campana: >"La ley sin compasión no ordena: encadena. La pureza sin verdad no limpia: destruye. Si solo castigamos a los débiles, la ley no es justicia, es hambre disfrazada." ~Uno de los aldeanos escupió al suelo y dio media vuelta. Otro dejó caer un palo. Las monjas miraron al suelo. El sacerdote frunció los labios y bajó el pergamino, tembloroso. En la plaza solo se oía el viento y la respiración rota de la muchacha. ~El hombre se agachó otra vez. Su capa tocó el polvo. Sus manos callosas quedaron a la vista, abiertas, sin órdenes ni gestos teatrales. >"Mírame" ~dijo, y su voz ya no era un eco grave sino un hilo suave. ~La muchacha levantó apenas la cabeza. Sus ojos eran dos pozos vacíos, acostumbrados a no mirar. >"No te obligo a nada" ~continuó él. >"No tienes que explicarte. No tienes que pedirme perdón. Ya te han pedido demasiado. Solo te digo... levántate. No eres su basura." ~Ella negó con la cabeza, apenas un movimiento. <"No puedo" ~susurró. <"No valgo nada." ~El hombre suspiró. Su respiración sonó como aire entrando en un espacio cerrado. >"No vales por lo que ellos dicen. Ni por lo que yo diga. Vales porque respiras. Porque todavía estás aquí. Porque puedes elegir no repetir lo que te hicieron." ~Ella tembló. Sus dedos, sucios y torcidos, se aferraban al dobladillo del vestido. <"Ellos me hicieron así" <"Yo no elegí. Soy esto. Soy su herramienta. Soy impura. >"Eso es lo que te enseñaron a decir" ~respondió el hombre. >"No es la verdad. La impureza no está en tu piel ni en tus huesos. Está en los ojos que miran sin ver. Mira alrededor: todos tienen barro en las manos, pero solo a ti te llaman sucia. ¿Por qué? Porque eres fácil de señalar." ~El sacerdote intentó intervenir de nuevo: <"No la defiendas. Si la perdonamos, otros se alzarán. Se perderá el orden." ~El hombre giró la cabeza hacia él. No había ira en su voz, solo cansancio. >"El orden que se mantiene con miedo no es orden. Es sepulcro. Y los sepulcros no dan vida." ~El sacerdote calló. Uno a uno, los presentes comenzaron a dispersarse. Primero los aldeanos, luego las monjas. Las piedras quedaron en el suelo como dientes rotos. Al final, solo quedaban la muchacha, el sacerdote que se retiraba con el pergamino arrugado, y el hombre. <"¿Por qué haces esto? " ~preguntó ella. ~El hombre miró el horizonte gris, como si buscara algo invisible. >"Porque yo también fui arrastrado. Yo también estuve solo. Y alguien, una vez, no me lanzó la piedra." ~El hombre se levantó despacio. Sus pasos sonaron otra vez, pesados, levantando polvo. Se detuvo un instante y miró hacia ella. Su voz, ahora más lejana, fue un eco que se deshacía con el viento: >"No te quedes en la ceniza. No eres su basura. Levántate y anda." ~Y se fue caminando entre la plaza desi
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>>121859 * ~Y se fue caminando entre la plaza desierta, dejando tras de sí solo las piedras caídas y el rumor del agua lejana. ~.... ~... ~Oscuridad 5/? = = = https://youtu.be/IUxmdfkfJv4 ~La luz emerge... Todo suave, como un suspiro. Estás en un claustro inmenso, rodeado de muros de piedra gris cubierta de hiedra. El atardecer tiñe las columnas de cobre y sangre, la luz no es normal: parece hecha de vidrio que se quiebra lentamente, cayendo en filamentos dorados. El aire huele a tierra mojada y a pan recién horneado, pero no hay pan. No hay nadie. ~A tu alrededor, un jardín monástico. Senderos estrechos de grava blanca se cruzan formando un laberinto geométrico. Pero lo que llama tu atención no son los setos ni las fuentes: son las flores. No tienen olor. En vez de aroma, emiten sonidos. Son bocas diminutas, labios carnosos que se abren en pétalos. Susurran plegarias y salmos en idiomas que apenas comprendes. No es un murmullo uniforme, sino un coro disperso, como miles de rezos en paralelo. A veces parecen decir tu nombre. ~Al principio suena hermoso. Una música hecha de palabras y viento. Pero en cuanto das tu primer paso, el coro se interrumpe. Las bocas se cierran. No de golpe, sino como al apagarse una llama. Vas avanzando y a tu paso todo calla. Las flores que quedan atrás reanudan el murmullo, pero las que tienes delante se silencian. Es como si fueras un vacío que arrastra silencio. ~Te invade esa sensación de rechazo que conoces tan bien. Invisible, indigna. Estás en medio de un paraíso pero eres la única sin voz. El aire se vuelve frío, cada paso tuyo suena demasiado fuerte sobre la grava. Miras las flores en busca de alguna que no se calle, pero todas se agazapan como labios mordidos. ~El sendero lleva al centro del claustro, donde hay un pozo antiguo. La piedra está desgastada, cubierta de líquenes verdes. El brocal tiene grabados pequeños rostros, pero no santos: niños, ancianas, animales. Todos con la boca abierta, pero sin sonido. Te asomas y ves que el agua está tan quieta que parece un espejo de obsidiana. ~Primero no ves nada. Luego, con un parpadeo, aparecen reflejos. No monstruos ni sombras: escenas de tu niñez. Cosas simples, tan simples que duelen. Aquella vez que rescataste una paloma con el ala rota y la escondiste en tu hábito. La tarde en que encontraste un trébol de cuatro hojas entre las piedras del patio. La primera comida compartida con Severina, en la que te miró sin dureza, solo como a una niña. El olor del pan, la luz filtrándose por las celosías. Gestos pequeños, pero para ti eran tesoros. ~El pozo te los devuelve como un cine mudo en miniatura. Cada recuerdo vibra en el agua con una luz tenue, y cada uno va acompañado de un susurro, como un eco lejano. Aquí solo hay momentos en los que te sentiste humana, viva, aunque fueran breves. Sientes que podrías quedarte así para siempre, mirando. ~Pero la imagen cambia. El agua se oscurece, y entre los reflejos empiezan a aparecer otras escenas. Las veces que te escondiste de las burlas. Las miradas de asco. Las noches en que pensaste en desaparecer. No son escenas violentas, pero sí grises, pesadas, llenas de esa soledad viscosa que conoces. El pozo no miente: te muestra todo. ~El coro de flores se transforma. Ahora ya no rezan, sino que te susurran. No es una lengua clara, sino cientos de voces diminutas diciendo “mira” “mira” “mira”. Como si el jardín entero te exigiera ver. ~Te vuelves. Todas las flores del jardín, cada una con sus labios diminutos abiertos, giran hacia un punto. Un solo lugar. Susurran, pero esta vez no es un coro disperso: es un grito uniforme, una insistencia mecánica y exigente: “Mira, mira, mira”. Avanzas un paso y otra vez el aire se enfría. No es aire, es rechazo condensado, una presión que oprime tus hombros. ~Ahí está: un pasto marchito, solitario en medio de la geometría perfecta de los senderos. No tiene belleza, ni gracia, ni aroma. Sus hojas son verdes apagadas, flácidas, como dedos largos y delgados, pegajosos con gotas de un líquido viscoso que parece babear, como si la planta respirara saliva negra. De su centro salen tentáculos finos, traslúcidos, con pinchos diminutos que se curvan hacia arriba, como si quisieran enganchar tu piel. Cada filamento vibra ligeramente, produciendo un zumbido que no es sonido, sino vibración en tus dientes, en tus manos, en tu pecho. A su alrededor, hojas secas y quebradas se arremolinan, formando círculos que recuerdan a pupilas infinitas observándote. ~Algo en ti se mueve. Una sensación asquerosa, de asco, de odio, de vergueza, de humillacion. Quieres pisarla. El impulso es irresistible, como si tu cuerpo te lo pidiese, tu alma te lo implorase, tenias que desacerte de esa asquerisas, verla, era vomitivo, un odio inunda tu ser. Tu corazón late a un ritmo febril y la visión de la planta se transforma. Cada tentáculo se convierte en escenas de tu vida que preferirías olvidar. ~Recuerdos, recuerdos horribles, desde cosas basicas como tu niñes en la que tu eras motivo de risa de las otras niñas, con dedos que señalaban y bocas que gritaban palabras crueles que ahora vibran desde el suelo. ~Monjas severas que te reprendían sin consuelo, voces que te decían que debías esconderte, no importaba lo que hicieras, y las lágrimas caían silenciosas sobre tu hábito. ~Hasta cosas mas espantosas que solo tu recuerdas y que te atormentan en las noches, sin dejarte en paz. ~Escenas inventadas o posibles, aterradoras, que te muestran un futuro donde la soledad y el dolor se multiplican, como una red que se cierra a tu alrededor. ~Todo esto surge ante tus ojos en la planta marchita. Cada hoja que pisas se abre como boca y susurra tu miedo, tu vergüenza, tu deseo de desaparecer. La repulsión y la fascinación se mezclan en tu estómago, un nudo de ansiedad y deseo que amenaza con arrastrarte.
[Expand Post] ~Te arrodillas sin darte cuenta, y sientes cómo tus dedos tiemblan. La planta parece moverse, acercándose a ti con sus tentáculos finos, rojos en las puntas como sangre vieja. El olor cambia: ya no es tierra húmeda, ni pan, ni hiedra, ahora hay carne vieja, metal oxidado, humo de quemado, como si el pasado estuviera vivo y respirara por esa planta. ~Tenias que... aplastarla. 6/?
>>121861 La Corneja Tabla sueña ~Oscuridad....Frio. ~El primer soplido no es brisa, es un golpe de viento. Frío, seco, con olor a hierro. Te azota la cara y te arranca un mechón del cabello, tus cabellos rubios vuelan como hebras de paja en un incendio. El ruido es tan fuerte que parece un rugido continuo, como si miles de alas batieran a la vez. Tardas en abrir los ojos. Cuando lo haces, no hay suelo. Solo cielo. https://youtu.be/kC5AzFc3coo ~Estás de pie... no, ni siquiera estás de pie, estás encaramada, sobre una estructura altísima y delgada. No sabes cómo llegaste allí. El mundo a tu alrededor es un océano de nubes grises que se abren y cierran, revelando a veces destellos de un abismo verdoso muy, muy abajo. No hay horizonte, solo altura. La plataforma sobre la que estás es de madera vieja y húmeda, su superficie cubierta de musgo. Cada tablón cruje bajo tu peso, y ese crujido tiene un eco larguísimo, como si el vacío mismo respondiera. ~El viento no sopla: empuja. Golpea tus costillas, se mete en tu boca, te roba el aliento. Tus manos se aferran a un poste central, áspero, astillado, las astillas se clavan en tu piel, pero ni así te sientes segura. Cuanto más aprietas, más parece resbalarte la madera, como si estuviera viva. Tus dedos sudan, el sudor se mezcla con el polvo y forma una pasta salada que te hace perder agarre. Tus antebrazos tiemblan. La estructura entera se balancea. No es un vaivén lento, es un latido irregular, a veces apenas perceptible y otras tan violento que te levanta los pies del suelo. El poste vibra en tus manos como una cuerda tensa. ~Abajo, tan lejos que duele mirar, se distinguen manchas: ¿rocas? ¿edificios? ¿mares? No importa. Todo es tan diminuto que parece dibujo. El vértigo no es solo un miedo: es una presión que sube desde tu estómago hasta la garganta, un vértigo líquido, como si tu sangre quisiera saltar antes que tú. Te mareas. Tu corazón late tan rápido que el sonido tapa al viento. Tu respiración se corta, cada inhalación es un cuchillo frío en los pulmones. ~Intentas arrodillarte para estar más cerca de la madera, para tener un centro de gravedad más bajo. No funciona. El suelo cruje y se hunde un milímetro. Sientes que todo se está inclinando hacia un lado, como un árbol a punto de caer. Aprietas los ojos, pero cuando los abres, la estructura es más delgada que antes. El poste al que te sujetas se ha afinado como un mástil de barco, casi una lanza. Tu cuerpo cuelga de él como un estandarte. ~El viento cambia de dirección de golpe, un latigazo que te arrastra hacia atrás. Tus pies buscan apoyo y no lo encuentran. Te quedas colgando, con los brazos extendidos, la espalda arqueada sobre el vacío. Tus manos queman de tanto apretar, pero sientes que los dedos no te obedecen. Uno a uno, los músculos se cansan. Un hormigueo recorre tus muñecas. Es entonces cuando te das cuenta: no tienes dónde subir. El poste se ha convertido en una aguja infinita. Estás atrapada, colgando. El control se te escapa como arena entre los dedos. ~Intentas mirar hacia arriba buscando un cielo que te salve. Solo hay más nubes, oscuras, que giran como un embudo. Intentas mirar hacia abajo y el mundo entero gira contigo. El vértigo se vuelve absoluto: no sabes si subes o bajas, si estás colgando o volando. El aire ruge dentro de tus oídos. Todo tu cuerpo tiembla, los músculos de tus piernas se contraen solos, tu mandíbula aprieta hasta doler. ~La madera a la que te aferras ya no es madera. Se siente suave, como piel. Tu agarre se desliza, no porque no quieras apretar, sino porque no hay nada sólido. Tus manos se hunden en algo blando, húmedo, que palpita. Notas que el “poste” late, lento, profundo, como un corazón gigantesco. Cada latido empuja un poco más tus dedos hacia afuera, como si quisiera sacudirte. Tu respiración se acelera. Gritas, pero tu voz se la lleva el viento. ~El primer crack suena como un hueso rompiéndose. El segundo, como un trueno. Algo por debajo (quizá la base de la torre, quizá todo el mundo) ha cedido. La estructura da un último balanceo y empieza a caer. Al principio es casi imperceptible, un descenso suave. Luego, un tirón seco. La aguja entera se precipita. ~El vértigo ya no es presión: es ingravidez. Tus órganos suben dentro de ti, tu estómago se convierte en un nudo caliente. El viento te golpea hacia arriba mientras caes hacia abajo. La aguja se desmorona y se convierte en polvo brillante, como monedas cayendo. Intentas agarrarte de algo, cualquier cosa. Tus dedos se cierran sobre aire. Nada responde. Eres un peso muerto en un cielo interminable. ~A tu alrededor, fragmentos de madera, astillas, trozos de hierro flotan contigo. Se mueven más despacio que tú, como si el tiempo se estirara. Cada pedazo brilla con destellos dorados: parecen las monedas que acumulas en tu vida, los objetos robados, las pequeñas victorias. Al principio te tranquiliza verlas: son tuyas, son tus trofeos. Pero al intentar agarrarlas, se deshacen en polvo. No puedes retener ninguna. Se te pegan a la piel como arena, se te meten en la boca, en los ojos. Y aunque abras la mano con fuerza, nada queda. ~El aire se vuelve espeso, casi líquido. Cada segundo de caída es un siglo. Sientes que si pudieras mover los brazos con suficiente fuerza podrías nadar. Aunque lo intentes. Nada cambia. La sensación de impotencia es absoluta, brutal. Ni tu fuerza, ni tu astucia, ni tus manos invisibles sirven aquí. El control es un espejismo. ~El vacío tiene olor: a hierro oxidado, a sangre seca, a ropa guardada demasiado tiempo. El viento se convierte en un coro de murmullos que no son palabras, solo sonidos repetidos. Se te eriza la piel. Tus cabellos rubios flotan en torno a tu rostro, atrapándote la vista. Sientes que tu corazón se va a salir del pecho, no por miedo, sino porque late tan fuerte que parece querer escapar del cuerpo. ~El horizonte (si es que hay uno) empieza a girar. Nubes, fragmentos, polvo: todo se mezcla en una espiral. En el centro, tú. Intentas cerrar los ojos para detener la náusea. No sirve. La espiral sigue detrás de tus párpados. Te mareas tanto que no sabes si lloras o sudas. Un calor sube desde el estómago a la garganta, como si fueras a vomitar vacío. ~Tu cuerpo se vuelve pesado de repente, plomo puro. Ya no flotas: te precipitas. El aire silba como cuchillas. Tus manos, extendidas, se sienten ajenas, como si fueran de otra persona. Intentas mover los dedos y no responden. Intentas abrir la boca y tampoco. Eres un peso cayendo, una piedra que piensa. Y en esa caída, sin control, algo en tu pecho late con más fuerza, como un tambor desesperado. ~De pronto, un silencio absoluto. Ni viento, ni crujidos, ni murmullos. Solo tu respiración entrecortada. Abres los ojos. Ya no hay cielo, ni nubes, ni monedas flotando. Estás suspendida en un espacio vacío, oscuro, sin arriba ni abajo. Caer en la nada es peor que caer en el abismo: aquí no hay referencia, no hay fin. Sientes que si estiras la mano podrías tocar la oscuridad y ésta se rompería como vidrio. ~Las últimas motas doradas de tus “posesiones” flotan a tu alrededor. Algunas intentan acercarse a ti, pero antes de que lleguen se disuelven. Un reflejo extraño en tu piel: es como si tú misma te deshicieras en polvo, empezando por las manos. Cada dedo pierde consistencia, se vuelve transparente. No hay dolor, sólo desaparición. ~Intentas respirar y no hay aire. Intentas pensar y los pensamientos son ecos. La caída no termina. La estructura que te sostenía (esa aguja, esa torre, ese poste) ya no existe. Tus trofeos ya no existen. Ni siquiera tú tienes forma. Solo queda ese latido profundo dentro de tu pecho. Es lo único que resiste, el tambor, lo que late fuerte en ti. El vértigo no desaparece: se convierte en ti. = = =
[Expand Post] https://youtu.be/CVeYI-gmX00 ~Sonidos..... Sonidos suenan en este vacio..... Son tan nitidos... Que una pelicula se dibujaba en tu mente. ~.... ~Todo comienza en un silencio húmedo, tan espeso que parece pegarse al paladar. Un silencio lleno de gotas que se deslizan por paredes invisibles, de respiraciones contenidas que no se atreven a romperlo. Y de pronto, unos pasos irrumpen. Son pasos rápidos, irregulares, el chapoteo nervioso de pies desnudos o mal calzados que corren sobre un suelo mojado. Se oye el arrastre de un vestido rozando muros, el jadeo de alguien que se ahoga con su propio miedo. ~Una mujer tira de un brazo más pequeño. El peso de su prisa se escucha en cada golpe de sus talones contra la piedra húmeda, en el golpe de su respiración cortada. El niño tropieza, casi cae, el suelo está frío y resbaladizo. Su madre no afloja, lo arrastra con fuerza. Detrás de ellos, otros pasos más pesados, varios, persiguen. Se mezclan con un respirar agitado, con temblores que se adivinan en los jadeos. Alguien tropieza, una rodilla golpea la piedra, un cuerpo cae. El sonido sordo del impacto se pierde en la humedad del callejón. ~El niño llora contra el pecho de su madre, un llanto ahogado, más gemido que grito, como si temiera hacer ruido. La mujer retrocede hasta una pared fría. El agua que escurre desde arriba golpea el suelo en gotas gruesas, y ese ritmo suena como relojes rotos. ~Dos hombres avanzan hacia ella. Sus voces son ásperas, con ecos de saliva y rabia. La insultan, exigen. Monedas tintinean dentro de una bolsa, ese sonido metálico corta el aire como campanillas torcidas. La mujer aprieta la bolsa contra sí, forcejea con las manos callosas de uno de los hombres, la tela chirría entre los dedos mojados. Otro brazo agarra al niño, un tirón brusco, un sollozo cortado. Se oye el forcejeo, el crujido de la tela tensándose, un grito breve y seco. ~De pronto, el rasgar del metal contra cuero: un cuchillo desenvainado. El aire mismo se corta con un silbido. Un golpe, un jadeo. Monedas caen, rebotan en el suelo mojado, ruedan en pequeños círculos, chocan con charcos. Un cuerpo pequeño se desploma, ese golpe suena distinto, hueco y definitivo. ~Un silencio de piedra. ~Luego, el eco de pasos corriendo, salpicando agua, perdiéndose en la oscuridad. Las monedas siguen rodando un instante, haciendo un tintineo cada vez más apagado. El olor metálico de la sangre llena el aire, un goteo tibio que cae del codo, gota tras gota, marcando el tiempo. ~Ella cae de rodillas. Sus uñas raspan el suelo buscando las monedas, las monedas ruedan, se escapan entre los charcos. Sus dedos chapotean en líquido espeso. Respira entrecortado, como un animal acorralado que ya no sabe si huir o morder. ~La mujer levanta al niño, lo acurruca en sus brazos. Su voz sale afilada, rota, entre sollozos secos, un murmullo que se quiebra: <"No... no te duermas, mi amor. Aguanta... es mío. Esto es mío. Me costó. Es mío..." ~Se levanta tambaleando. Sus pies chapotean, arrastran barro. Se oye cómo tropieza, cómo aprieta al niño contra su pecho: el golpe sordo de su cuerpo contra el de él, su respiración entrecortada, los sollozos convertidos en jadeo. Cada paso es un golpe húmedo sobre el suelo. Llega a una puerta hecha de tablas astilladas: el chirrido de madera vieja al empujarla. Entra. Un portazo seco. El cerrojo cae con violencia, el hierro choca contra hierro. Su respiración descompuesta llena la habitación como un fuelle roto. ~Silencio. .... 7/?
>>121864 8/? ~Y poco a poco, unos pasos lentos y pesados se acercan desde fuera. No son apresurados ni amenazantes: firmes, rítmicos, cada pisada hundiéndose en la humedad. Alguien escuchó lo ocurrido, pero llegó tarde. El eco de un golpe suave contra la puerta. Luego, una voz grave, cálida, pausada, que parece venir de un pozo profundo... >"Cierra bien, hija. Si cierras más fuerte, tal vez ni el aire entre." ~Dentro, la mujer tiembla. Aprieta al niño contra su pecho. Sus manos, en el suelo, buscan monedas que ya no recuerda haber traído. Las uñas raspan la madera, ese crujir se mezcla con el goteo de la lluvia en algún rincón. La habitación está oscura, solo entra un hilo de luz por una rendija, un trazo débil que corta la sombra. ~La voz del hombre vuelve, ahora no desde la puerta, sino como filtrándose por las paredes húmedas: >"Abre un poco. No vengo a quitarte nada." <"¡Vete! ¡Déjame! —la mujer jadea." >"No voy a entrar si no quieres. Pero escucha mi voz. Respira." <"¿Respirar?" ~ella jadea más fuerte. <"No puedo. Si respiro se me va. Se me va todo." >"Ya se fue, hija. No lo puedes retener así." <"¡Cállate! No digas eso. Está dormido. Está dormido, ¿me oyes?" >"Ojalá. Pero no está dormido." <"No... no digas eso. Si lo digo, es real. Si es real, no hay nada." >"Lo real ya está. No depende de tus palabras. ~La puerta cruje. Se abre lentamente, sin fuerza, sin ser forzada, solo el peso de la humedad y del tiempo. Ella gruñe. Su respiración es un jadeo áspero. Su voz tiembla de rabia y miedo: <"No te acerques. Esto es mío. Me costó. Es mío." ~Su tono cambia, mezcla de resentimiento y pánico. <"Siempre me pasa. Siempre me quitan... Si no agarro fuerte, me quedo sin nada..." ~El sollozo le corta la frase: <"Si no tengo esto, no tengo nada. Si lo suelto.... no hay nada que me sostenga." ~Silencio. ~Se oye cómo el hombre apoya algo pesado en el suelo: el golpe amortiguado de un saco, o quizá de su propia rodilla. Su voz baja, más constatación que reproche:
[Expand Post]>"Lo que guardas puede protegerte de otros, sí. Pero también puede enjaularte a ti. No hay fortaleza que no se convierta en celda cuando uno no sale nunca." <"¡Cállate!" ~Ella jadea, aprieta las monedas manchadas de sangre. Su voz se quiebra un instante. <"Es lo único que puedo controlar. Es lo único que no me quitan." ~El hombre suspira. El sonido de sus dedos callosos acaricia la piedra del suelo, un roce seco. Habla despacio, cada palabra pesada: >"Soltar no es quedarse sin nada. A veces es abrir espacio para respirar." ~Ella escupe entre dientes, con rabia contenida: <"Tú no entiendes. Siempre me quitan. Siempre me traicionan. Si no me agarro, me hundo. Si no controlo, me destruyen. Si no me anticipo, me dejan sin nada. ¿Qué otra cosa me queda?" ~El hombre la señala. >"Mírate. Quisiste las monedas, quisiste a tu hijo, quisiste tener el control de todos los factores, y mírate. Mira tus manos: ahora no tienes nada, aunque aún están cerradas." <"¡Cállate! No sabes nada. No estabas ahí cuando me lo arrebataron. No estabas cuando me humillaron, cuando me robaron. Yo solo quería protegerlo." ~Un golpe sordo: ella golpea la pared con el puño libre, piel contra piedra. El silencio vuelve, cargado. La respiración profunda del hombre llena el espacio, grave como un tambor. ~Por fin él habla, grave pero sin dureza: >"Lo sé. Lo querías salvar. Pero no hay manos lo bastante grandes para retener todo. Ni siquiera las mías." ~La mujer ríe con amargura, una risa que corta como vidrio: <"No me hables de perder. No sabes lo que es tener a tu hijo muerto en brazos." ~El hombre calla un momento. El goteo se convierte en lluvia fina contra el tejado. Su voz regresa, más lenta: >"Sé lo que es perder. Y sé lo que es endurecerse para no volver a sentir. Pero cada vez que elegí endurecerme, terminé perdiéndome yo." ~Ella lo mira por primera vez. Sus ojos están desorbitados, el rostro gris. <"¿Entonces me estás diciendo que me deje pisar? ¿Que no pelee por nada?" ~Él responde con tono firme, sin subir la voz: >"No. Te digo que pelees solo por lo que vale tu vida, no por las migas del miedo. Controlar todo es imposible. Elegir qué proteger, eso sí puedes. El control no es tenerlo todo sujeto, es decidir qué estás dispuesta a soltar para no ahogarte." <"Entonces ¿para qué seguir? ¿Para qué luchar, si todo se me va?" >"Para elegir qué vale tu vida y qué no. No para tenerlo todo sujeto." <"Elegir... ¿y qué gano? Perdí a mi hijo. Perdí lo único que tenía." >"No lo perdiste por elegir mal. Lo perdiste porque el mundo es cruel. Pero no tienes por qué perderte tú también." <"¿Qué me queda? Dime. Si no tengo a mi hijo, si no tengo control, ¿qué me queda?" >"Te queda decidir qué cargas y qué sueltas antes de que te hundan. Te queda respirar." <(ríe amarga) Respirar... eso no me lo quitan, ¿no?" >"Hasta eso pueden quitártelo si aprietas demasiado los puños." ~Silencio. ~Su voz ahora es apenas un hilo: <"Tengo miedo. Soltar es quedar a la intemperie. Soltar es que me roben, que me hagan daño." >"Vivir es quedar a la intemperie. Yo también tengo miedo. Yo también pierdo. Pero cada vez que elegí endurecerme para no perder, terminé perdiéndome yo." <"No quiero ser débil. No puedo ser débil." >"No te pido que seas débil. Te pido que seas honesta contigo. Eso no es debilidad." <"¿Y si suelto y me destruyen?" >"Te destruye más apretar. El ancla no te salva de ahogarte." ~Los ojos de la mujer se humedecen, lagrimas brotan de su rostro y bajan hasta golpear el suelo, con leves claqueteos. <"No sé cómo soltarlo." >"Empieza por abrir los dedos. No para dar, sino para respirar." ~La mujer tiembla, y susurra para ella misma <"Tengo las manos llenas de monedas y sangre...." >"Suéltalas. No van a devolver lo que perdiste." ~Un sollozo largo inunda el ambiente <"Si suelto, me quedo vacía." >"Vacía no es muerta. Vacía es espacio para algo más." <"¿Algo más? No creo en nada más." >"No te pido que creas. Te pido que respires. Una vez. Luego otra." ~Ella mira al niño en sus brazos. Su voz ahora es apenas un hilo: <"Yo.... no sé si puedo." ~El hombre hace una pausa larga. Se oye su respiración profunda, como si pensara antes de hablar. Cuando habla, su tono es suave, casi paternal: >"No tienes que poderlo todo hoy." ~Ella inspira, un sonido roto. <"Eso. Así. Empieza con algo pequeño. Un objeto. Un rencor. Un miedo. Suéltalo. Mira si respiras mejor." ~Los ojos de la mujer tiemblan, tiemblan de miedo, y susurra. <!Tengo miedo de mirarlo.! >"Míralo. No te va a castigar. Es tu hijo. Está contigo aunque no respire." ~Lagrimas caen del rostro de la mujer <"No puedo...." >"Yo estoy aquí. No para quitarte nada. Para que no estés sola en este momento." ~La mujer empieza a sollozar. Son sollozos secos, como los del principio. Acaricia el cabello del niño. Sus manos tiemblan. El hombre no la toca, solo está cerca. Su sombra enorme llena la habitación, pero no oprime. ~... Silencio ~Un silencio grande rodea el ambiente. <"Siento que si aflojo me rompo." >"Ya estás rota. Pero puedes dejar que el aire pase entre las grietas." ~Ella respira hondo. >"Eso es. No hay cura rápida. No hay consuelo limpio. Hay respirar, hay soltar, hay elegir." <"¿Y si mañana vuelven y me lo quitan todo de nuevo?" >"No pueden quitarte lo que eres. Pueden quitarte cosas, pueden quitarte gente, pueden quitarte el aire. Pero si no te endureces hasta desaparecer, todavía eres tú." <"El control es una ilusión que nos vuelve esclavos. La seguridad no la traen las cadenas ni los muros. La seguridad empieza cuando decides quién no quieres ser, aunque todo te empuje a serlo." ~La mujer susurra... <"Me siento cansada." >"Descansa. No tienes que decidirlo todo hoy." <"(pausa) Gracias". >"No es gracias. Es respirar. Cuando puedas, abre un poco más las manos. Aunque tiemblen." <"(casi inaudible) Lo intentaré." >"Eso basta por ahora." ~Su voz se aleja despacio, como eco: >"Yo no puedo prometerte que no habrá dolor. Solo que no tienes que cargarlo todo sola. Que a veces, para sobrevivir, hay que dejar de apretar los puños." ~Silencio. ~Pero no el silencio asfixiante del principio, sino uno distinto: el de una habitación que, aunque sigue oscura, tiene una ventana abierta. El aire entra, huele a lluvia. = = = ~Entonces la imagen vuelve https://youtu.be/KPfX-VgzUrw ~Primero sólo hay ruido. Un zumbido que podría ser de electricidad o de cigarras. Luego la cámara se enfoca: un casino enorme, de techos bajos y lámparas de cristal que devuelven reflejos verdosos. Columnas de mármol amarillo con vetas ocres, ceniceros de latón rebosantes de colillas. El humo espeso de los cigarrillos cuelga del techo como una nube inmóvil, de un gris azulado que huele a alquitrán y perfume barato. Ventiladores lentos giran sin convicción, apenas removiendo la bruma. El aire sabe a tabaco dulce, alcohol rancio y monedas gastadas. ~Las máquinas tragaperras suenan como un enjambre de insectos metálicos: cling, cling, claaaang. Monedas cayendo, campanillas falsas, música repetitiva. Cada tanto un estallido de aplausos fingidos, seguido de gruñidos de frustración. En un rincón, hombres con sombrero juegan al billar, las bolas resuenan secas en la mesa forrada de verde, el eco se mezcla con las fichas rodando. Un camarero pasa entre las mesas, bandeja en alto, esquivando sillas con una agilidad fantasmagórica. ~El piso es de mosaico blanco y negro, pero está tan gastado que los colores se han fundido en un gris incierto. Sobre ese mosaico caminan tacones, zapatos lustrados, patas de animales. No todos los clientes son humanos. Hay mujeres con boquillas larguísimas y vestidos de lentejuelas, hay hombres que ocultan sus ojos tras gafas redondas. Y, en una mesa iluminada por una lámpara verde, estás tú: Tabla. ~Tus dedos tocan fichas de marfil teñido, están tibias, como si hubieran absorbido calor humano durante décadas. Las cartas van y vienen, lanzadas por un croupier invisible. El murmullo se intensifica. Frente a ti hay tres jugadores. Uno es un hombre calvo con una sonrisa demasiado fija, otro, una mujer con guantes negros hasta los codos que te mira sin pestañear, y, en el extremo, un perro, que te devuelve la mirada con ojos húmedos y astutos. Cada vez que recibe cartas, las olfatea y luego las acomoda con la pata. ~El galgo jadea y suelta una risita corta. <“La suerte siempre muerde al último” ~dice con voz ronca de fumador. La mujer con guantes negros responde con un suspiro que parece un maullido. <“O muerde al primero, ¿no es así?” ~El hombre calvo se limita a alzar una ceja, sus dedos tamborilean sobre la mesa: tap tap tap.
>>121865 ~Las fichas se amontonan. Cada vez que apuestas, la pila crece de manera absurda, como si alguien estuviera lanzando más y más desde el techo. No hay reglas, o son tan complejas que un espectador no logra entenderlas, solo juegas. Los dados aparecen y desaparecen, la ruleta gira, numeros caen, fichas se acumulan. El croupier invisible reparte cartas sin fin. Tus manos empiezan a sentirse extrañas, se vuelven translúcidas, ves las venas como hilos de luz bajo la piel, luego ni eso. Te quedas con muñones de aire, incapaz de sostener fichas. No puedes apostar más. El galgo sonríe mostrando colmillos, la mujer con guantes se abanica con tus propias cartas. https://youtu.be/38FICqwuVeA ~Entonces sientes manos apretando tus piernas por debajo de la mesa. No manos humanas: algo húmedo, frío, con uñas finas. Te inclinas para mirar y lo ves. Un rostro azulado, hinchado como de ahogado. Tiene cuatro bocas: una donde debería estar la boca, otra en el cuello, otra en la frente y otra en la línea del cabello. Cada boca es una cueva de dientes interminables, relucientes, que se mueven sin hacer sonido. Sobre ese rostro, ojos —muchos—, pequeños y grandes, todos fijos en ti con una sonrisa viscosa. El cuerpo no es un cuerpo humano: es un híbrido de brazos y torsos, como si la silueta de varios seres se hubiera fundido en una sola sombra. ~Sus muchos brazos te agarran, tiran de ti hacia abajo con una fuerza de marea. La mesa se eleva mientras tú desciendes. La alfombra se disuelve en un mar de cartas. Caen fichas, dados, colillas encendidas, todo flotando en cámara lenta. Caes al vacío, lento, irremediable. Un zumbido de trompetas distorsionadas acompaña tu descenso. El casino se apaga como un televisor viejo. ~Oscuridad total. ~De repente, un foco se enciende sobre ti, como un proyector de teatro. Estás de pie en un espacio enorme y desconocido. El suelo no es suelo: es una superficie brillante, dividida en cuadros y círculos, como si fuera un tablero gigantesco pero vivo. A los lados se levantan contornos de fichas gigantes, murallas hechas de torres de marfil y obsidiana. Todo vibra con un pulso dorado. ~No sabes cómo, pero estás allí. El aire huele a alcohol derramado, dulce y agrio, mezclado con perfume de antaño. Desde arriba desciende un bastón dorado gigantesco, más alto que cualquier edificio. Baja y empuja fichas de un lado al otro, algunas pasan rozándote con violencia. Cada ficha que cae al suelo deja una marca, una onda que se expande. Debes saltar para no ser aplastada. Tus pies resbalan, sientes la textura fría, como de vidrio mojado. ~De pronto dados enormes caen del cielo, rodando como meteoritos. Gotas de alcohol (no lluvia, sino gotas pesadas de whisky y ginebra) salpican, quemando la piel. El mundo empieza a girar, no sabes si eres tú o el tablero. Es como estar dentro de una ruleta colosal. Una bola metálica del tamaño de un carro rueda tras de ti, rebotando entre las paredes, amenazando con aplastarte. Corres, esquivas, saltas entre fichas que se mueven solas. ~Cuando todo se detiene, jadeas. Te miras los brazos: de tus muñecas, de tus tobillos, de tus codos salen hilos dorados, finos y tensos como rayos de sol congelado. No puedes cortarlos. Tirar de ellos sólo te hace sentir un cosquilleo en la nuca. Levantas la vista y ahí está la criatura azul de antes, enorme, suspendida en el cielo. Tiene sus dedos enredados en tus hilos, moviéndolos con la precisión de un titiritero. Y sin embargo... te sientes moviéndote por tu cuenta. Das un paso y crees que es tu voluntad, pero al mirarte, ves que la criatura ya había movido los dedos. Es un espejo invertido de ti. No sabes qué parte es control y qué parte eres tú. ~Te alza por los hilos como a una marioneta y te coloca en un cuadrado del tablero. A tu alrededor se levantan piezas del tamaño de casas: torres, caballos, peones de piedra negra y roja. Frente a ti hay otras tantas, organizadas en filas amenazantes. Comprendes, sin palabras, que estás en medio de un juego gigante. El ser azul baja una de sus manos enormes, mostrando con un gesto el campo entero: eres sólo una pieza más. ~Con delicadeza te entrega una cruz de marioneta dorada, un pequeño control de madera y oro. En cuanto la aprietas, un peón de tu color se mueve solo, deslizándose por el tablero. Es como si pudieras ordenar, aunque estás atada. El tablero empieza a girar otra vez, mezclando las casillas del ajedrez con los números de la ruleta. La bola gigante golpea piezas rojas y negras, destrozándolas en polvo que huele a ceniza y champán. Tú das órdenes, tus piezas avanzan, chocan, mueren. Cada vez que se rompe una, escuchas un gemido breve, casi humano. ~Las voces en el fondo se vuelven gritos: <“¡Juega! ¡Juega! ¡Más! ¡Mueve más soldados! ¡Que mueran más!” ~Son coros, risas, apuestas invisibles. El bastón dorado sigue moviendo fichas como un dios distraído. Tus manos sudan alrededor de la cruz de marioneta. Sabes que estás siendo controlada, pero también que estás controlando. Es un bucle extraño: ¿quién decide? ¿Quién sacrifica? ~El juego se intensifica. La bola pasa rozándote, te corta un mechón de cabello. Tu corazón late al mismo ritmo que un tambor de fondo. Sólo queda una pieza enemiga: el rey contrario, oscuro, inmóvil. Tus peones están destrozados, tus torres agrietadas. Es jaque mate inminente. Los gritos se convierten en un solo rugido: <“¡Juega, juega, juega!” ~Entonces, en medio del estruendo, una voz diferente, más baja, como un susurro dentro de tu propio cráneo, dice: <“Cuando sueltes, esto dejará de girar.” ~La cruz de marioneta pesa más de lo que debería. Tus dedos se tensan. Todo alrededor es un torbellino de fichas, dados, casillas rotas, pedazos de piezas. El bastón dorado se alza de nuevo para dar otro golpe. El ser azul en el cielo sonríe con sus cuatro bocas, los ojos parpadean como linternas. Tú estás en el centro, con hilos dorados atados a tus propias manos, rodeada de un juego que parece eterno. ~Y allí, en esa pausa donde sólo suena tu respiración, sabes que tienes una elección. 9/?
>>121866 El Bison Hurr ronca ~Oscuridad, y luego.... Luz. https://youtu.be/wbT9DeULzU4 ~La bruma se abre como un velo húmedo, y ahí estás. Tu figura emerge entre la neblina de la montaña: pesada, titánica, como si fueras más roca que carne. Tus pasos retumban en la tierra como martillazos, y en tus brazos, diminuta, está Misella. La sostienes con todo el cuidado del mundo, como si fuera una antorcha frágil en medio de un vendaval. La montaña se alza frente a ti, interminable, sus escalones de piedra se multiplican hacia arriba como si no tuvieran fin. ~El aire es espeso, cada respiración pesa como hierro. A cada paso, algo cambia: ella se hace más pequeña y tú más grande. Primero es apenas una diferencia sutil, un juego de proporciones. Pero pronto, ella ya no parece una niña sino una muñeca en tus brazos, y tú apenas cabes en la montaña. El sendero se dobla y se quiebra bajo tus pies, incapaz de sostener tu tamaño. El mundo se achica y tú sigues creciendo. ~Cuando llegas a la cima, la bruma se abre como un telón. Al mirar a tus manos descubres que están vacías. Misella ya no está. ~Un vacío te corta el pecho como un golpe. Buscas, desesperado, y ahí, al fondo del valle, la ves. No una, sino muchas. Pequeñas Misellas corriendo entre la hierba. Unas ríen, otras caminan cabizbajas, otras se ocultan entre las piedras. Una Misella de cuatro años se arrodilla para aplastar insectos por los jorgis. Otra, de diez, observa las nubes con un gesto pensativo. Otra, casi adolescente, se esconde tras un tronco. Y otra, y otra, y otra, un enjambre interminable de reflejos. ~Tu corazón late fuerte, casi rompe tus costillas. Corres, extiendes tus brazos enormes, y atrapas a una. Es ligera como el aire, casi inexistente. La acunas con torpeza, y en cuanto sientes que la sujetas, otra Misella desaparece entre la hierba. ~Corres hacia ella. Sueltas a la que tienes, estiras las manos, y logras alcanzar a la siguiente. Pero cuando la alzas, la que acabas de soltar se disuelve como humo. Y la que sostienes también se va, sin dejar rastro. ~El valle se convierte en un juego cruel. Cada vez que alcanzas una, otra se escapa. Siempre una queda atrás, siempre una queda sin ti. Tus brazos no dan abasto. Tus manos gigantes tratan de aferrarse, pero las niñas se resbalan como agua. ~Intentas usar las dos manos a la vez, abarcar varias, pero son demasiadas. Una se escurre entre tus dedos. Otra se convierte en bruma. Otra se ríe y corre hacia un horizonte que nunca llegas a tocar. ~Nunca puedes tenerlas a todas. Nunca puedes sostener a Misella completa. ~El suelo bajo tus pies se ablanda. Ya no es hierba ni tierra, sino un musgo espeso que se hunde como si fuera un pantano. Te arrodillas, intentas salvar a alguna de ellas, pero cuanto más fuerzas tu agarre, más se disuelven. El pasto las traga, las convierte en sombras. ~Tus manos se vacían. Miras tus dedos, ennegrecidos por la bruma y el esfuerzo inútil. El eco de tus pisadas, tan fuerte al principio, ahora resuena hueco. La montaña desaparece detrás de ti. El valle se oscurece. ~Solo queda la oscuridad, inmensa y muda. ~Te arrodillas sobre la nada, respirando pesado, los brazos extendidos como si aún sostuvieras algo. Sientes el hueco, no en tus manos, sino en tu pecho. Allí donde debería estar el calor de Misella, solo queda un frío que no puedes apartar. ~El silencio es insoportable. ~Entonces, lejos, muy lejos, ves un destello. No una Misella, sino varias, caminando juntas. Ninguna te mira. Ninguna extiende sus manos hacia ti. Ellas caminan entre sí, a su ritmo. ~Un dolor profundo, como un hierro candente, te atraviesa. La tentación de levantarte, de correr, de intentar atraparlas de nuevo, te quema los músculos. Pero tus manos tiemblan. ~El vacío se cierra lentamente, como párpados gigantes. La bruma vuelve. Y en el último segundo, antes de que todo se borre, alcanzas a ver una sola Misella que se voltea. ~No es una niña (mas pequeña). No es un reflejo. Es ella, completa, mirándote fijo. ~Oscuridad. = = = = ~El viento silbaba entre los riscos como si fueran órganos huecos. El cielo estaba cubierto por nubes de hierro, y el único camino entre las montañas era un puente colgante, hecho de tablas viejas y cuerdas gastadas. El vacío rugía abajo como un río invisible. Nadie hubiera cruzado aquel paso sin sentir que cada paso podía ser el último.
[Expand Post] ~Un hombre caminaba al frente, su capa moviéndose como ala rota en el viento. Detrás de él venía un joven con su hermana pequeña. Él la sostenía con fuerza, con la mano apretada sobre su hombro, como si temiera que el abismo mismo pudiera arrebatarla. ~Llegaron a la mitad del puente. El hombre se detuvo. Sus pasos habían sido seguros hasta entonces, pero ahora se giró hacia ellos. Su mirada atravesaba, como si no viera solo las cuerdas o la madera, sino el peso que cada uno cargaba dentro. >"La sujetas demasiado fuerte" ~dijo el hombre, su voz grave perdiéndose entre los ecos de la montaña. El joven apretó aún más el hombro de su hermana, con desconfianza. <"Si la suelto, caerá. El mundo es fauces. Prefiero que me odie por retenerla a que el vacío la devore." ~El hombre asintió, pero no se apartó. >"Tu amor es verdadero. Pero dime: ¿quieres salvarla, o quieres salvarte del dolor de perderla?" ~El joven frunció el ceño. <"Es lo mismo. Ella es mi carne. Si cae, yo muero con ella." ~El hombre dio un paso hacia el borde, y el puente se estremeció bajo su peso. >"¿Recuerdas el grano de trigo?" >"Si no cae a tierra y muere, queda solo. Pero si muere, da mucho fruto. Así también el amor: si solo lo aprietas para conservarlo, lo matas. El amor verdadero no encierra, deja crecer." ~El joven miró a su hermana. Ella lo observaba en silencio, con ojos grandes, mezclando miedo y deseo de avanzar. <"Ella no entiende" <"El puente es peligroso. El mundo es cruel. ¿Cómo voy a dejarla andar sola?" ~El hombre se inclinó un poco, como quien comparte un secreto: >"¿Crees que tu fuerza puede alargar sus días? ¿Crees que tu mano puede espantar todas las tormentas? Mira abajo." ~Señaló el abismo. >"Hay cosas que ningún brazo alcanza a sujetar." ~El joven bajó la mirada. El vacío era interminable, y por un momento la cuerda en su mano le pareció ridícula frente a la magnitud del mundo. <"Entonces... ¿qué hago?" ~susurró, con la voz quebrada. <"Si la suelto, tiemblo de miedo. Si la sostengo, tiemblo de culpa." ~El hombre se agachó y puso la palma sobre una de las tablas, que crujió pero no se rompió. >"Déjala caminar a tu lado. No delante, no detrás. A tu lado. Si tropieza, la sostendrás. Si quiere mirar el horizonte, no le tapes los ojos. Si quiere correr, recuerda que tú también fuiste niño." ~El joven respiró hondo. El viento agitaba la cuerda y parecía querer arrancarles las palabras de la boca. <"¿Y si la pierdo? " ~El hombre lo miró con una tristeza inmensa, pero también con una ternura serena. >"La perderás algún día. No por culpa tuya, sino porque nada de lo amado puede encerrarse para siempre. El amor no evita la pérdida, la transforma. ¿Quieres ser su carcelero o su hermano?" ~El joven aflojó un poco la mano. La niña, al sentirlo, dio un paso adelante sobre las tablas. Por un segundo pareció que el puente iba a ceder, pero aguantó. Ella lo miró, no con reproche, sino con una chispa de alegría tímida, como si acabara de respirar por primera vez. ~El hombre habló de nuevo, su voz firme sobre el rugido del abismo: >"El amor que se aferra mata. El amor que confía da alas. Suéltala lo suficiente para que pueda crecer, pero no tanto que no te encuentre cuando mire atrás." ~El joven asintió. Caminó junto a su hermana, no delante, no detrás, sino al mismo paso. La cuerda seguía temblando, pero ya no era miedo, sino el pulso de la vida misma. ~El hombre permaneció en el centro del puente. Miró cómo avanzaban hacia la otra orilla, y el viento trajo sus últimas palabras, apenas un susurro que parecía resonar en la madera y en el corazón de ambos: >"El puente nunca deja de temblar. No temas. Camina." = = = 10/?
>>121867 ~Despiertas https://youtu.be/HU-Erz7mxLk ~El primer golpe de luz atraviesa las rendijas de la ventana, un hilo dorado que serpentea en el aire, encendiéndose con el polvo en suspensión. El sol aún está bajo, pero sus rayos llegan inclinados y cálidos, tiñendo la habitación de cobre y miel. Tus ojos se entreabren pesados, y la claridad se posa sobre ellos como un golpe lento, como una mano que te despierta sin prisa. Afuera canta un gallo, ronco, anunciando el día con una nota única que se arrastra en el aire húmedo. https://youtu.be/tJ3XNAsXpeQ?list=PLURQ_xwn_OwnV3MaPR_cZtroXbHsimr2i ~La cama cruje al levantarte. Es un lecho enorme, de madera oscura, con pieles ásperas tendidas sobre el colchón. Los pliegues de la manta aún conservan calor, arrugas que parecen pequeños valles de lana. Al poner los pies en el suelo, la madera fría te recibe, el eco de tus pasos llenando la habitación vacía. El aire es fresco, impregnado de olor a leña apagada, a hierro oxidado y al rocío que entra por las grietas. ~La ventana es ancha, hecha de marcos de madera mal alineados, y se abre hacia la pradera. Allí, el rocío cubre cada brizna de pasto como un ejército de espejitos diminutos que devuelven la luz. El horizonte aún conserva restos de neblina, una bruma pálida que se retira lentamente como si escapara del sol naciente. Los pájaros cantan en intervalos, un coro irregular: uno trina cerca, otro responde desde lejos, y el eco construye un tejido invisible en el aire. El cielo, primero teñido de naranja, se estira hacia un celeste fresco, y las primeras nubes delgadas se dejan arrastrar hacia lo alto, difuminadas, casi transparentes. ~Respiras hondo, el pecho se te llena de ese aire limpio de la mañana, casi cortante. Te pones Una media y caminas hasta el arca de madera apoyada contra la pared y buscas una túnica amplia. La tela cae pesada sobre tus hombros. tus manos gruesas anudan el cordón en la cintura. tus movimientos son lentos, mecánicos, como si cada gesto llevara siglos repitiéndose en esa misma habitación. ~Te diriges hacia la cocina. El suelo cruje, las vigas susurran con cada paso. En la chimenea, la ceniza gris se acumula, restos de un fuego apagado hace horas. Tomas unas ramas secas del cesto y las acomodas con torpeza, como si ese acto lo hubieras hecho mil veces antes. Frota una piedra contra el aire de tu mano hasta que la chispa prende. El fuego despierta con un suspiro breve, primero tímido, luego vivo, ardiendo en llamas anaranjadas que pintan sombras en la estancia. ~Sobre la mesa hay un cuenco de barro. Con tus manos arrancas/cortas pan oscuro, denso, y lo dejas en rebanadas gruesas sobre una tabla. Agarras un cántaro con leche donde su espuma se acumula en los bordes y gotea despacio. El aroma a pan recién tostado empieza a llenar la cocina, mezclado con el olor penetrante de la leña encendida. ~La luz de la mañana avanza. Se cuela por cada rendija, marcando franjas brillantes en el suelo de piedra. Algo zumba cerca de la jarra, golpeando torpemente el borde de barro, pero no sabes que es. Afuera, el canto del gallo se apaga y otros sonidos toman el relevo: un cencerro a lo lejos, pasos de animales en el pasto húmedo, un perro ladrando sin furia. El mundo despierta en capas, una tras otra. ~Colocas el pan sobre la mesa, junto a la jarra y re sientas en el suelo, con las rodillas dobladas incómodamente bajo la madera. Esta rechina bajo tu peso. Tus manos tienen que elevarse por la altura inpractica de la mesa, y reposan un momento en el borde de madera, el silencio cargado solo por el crepitar del fuego. Todo parece dispuesto, ordenado, una rutina que fluye con naturalidad, como si el día entero estuviera escrito de antemano. ~Y, sin embargo, algo no encaja. ~La cocina huele bien, sí, pero el sonido es otro asunto. Cada chasquido del fuego retumba más de lo necesario, como si no hubiera nada más que lo acompañara. Falta un contrapunto, un eco que suavice ese silencio denso. Los pájaros cantan afuera, pero aquí dentro el aire es demasiado quieto. Miras el pan. Lo masticas lento, con calma, el sabor fuerte de la harina mezclándose con la leche fría. Muerdes otra vez, tragas. Y algo late detrás de todo eso: una ausencia que no se nombra. ~Vez hacia un lado, en ese Rectangulo de tu altura en el medio de la pared, que se usa para entrar y salir. Del otro lado muestra un paisaje perfecto. El rocío ya se evapora, la niebla se disuelve como azúcar en agua, el cielo brilla limpio. Pero la imagen parece hueca. Como un cuadro hermoso que, mirado con atención, tiene espacios vacíos en el lienzo. El aire que entra por la ventana es fresco, sí, pero no mueve nada. Ni cortinas, ni telas, ni risas. Solo entra. Y se va. el cielo tras la "puerta" resplandece, pero hay una rareza que te incomoda: la luz entra en la estancia con fuerza, iluminando cada objeto con precisión, y sin embargo solo hay un cielo vacío, azul creciente, sin fuente visible que justifique ese resplandor. ~El gallo calla. El fuego se apaga poco a poco. La cosa zumba otra vez y se pierde entre las vigas. El día sigue, pero parece que algo quedó detenido en el aire. ~Tu levantas la vista hacia la ventana. La claridad ya es plena, el cielo celeste domina por completo. El horizonte brilla. Y en ese silencio inmenso, la pregunta llega, clara, sin voz pero con peso: “Sientes que algo falta aquí... ¿qué falta?” “¿Qué falta?” Respondes, y luego despertaras 11/?
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>>121868 El Tejon Manat Muere https://youtu.be/Kt0EgzpyVgk ~Todo empieza con un sonido muy tenue. Al principio parece viento, pero es crepitar. Luego se vuelve claro: fuego. Se oye madera partiéndose, techos que se derrumban, el rugido de llamas devorando. Entre ese rugido, gritos lejanos, ecos rotos, y después solo llanto. No hay imágenes, pero cada sonido dibuja un pueblo hecho ceniza. El suelo invisible cruje como brasas bajo los pies del que escucha. ~En medio de ese infierno auditivo, aparece otro sonido: pasos lentos, pesados, hundiéndose en tierra quemada, arrastrando ceniza. Un cuerpo grande moviéndose despacio, respiración profunda, casi cansada. El fuego sigue rugiendo, pero donde pasa ese andar pesado parece bajar su furia, como si se apartara para dejar paso. ~Luego, un sollozo muy pequeño. ~Un niño. No se oye su rostro, pero se oye su respiración entrecortada, el temblor de dientes castañeteando, el roce de unas manos pequeñas apretando algo (quizá una muñeca chamuscada, quizá un trozo de tela. Y después, silencio roto: la voz del niño, muy débil. <“¿Por qué...? ¿Por qué nos hicieron esto?” ~El fuego cruje como respuesta, como carcajada. Se oye cómo el niño tropieza y cae, un golpe suave contra la tierra, un jadeo. Y entonces, muy cerca, el ruido de rodillas pesadas tocando suelo. El gigante se arrodilla. Se oye el cuero tensarse, un suspiro profundo. La voz del hombre no es un trueno, es baja, rasposa, casi rota. >“No lo sé, hijo. No tengo esa respuesta.” ~El niño solloza más fuerte, la respiración se vuelve un grito ahogado. <“Dicen que Dios es bueno... Si es bueno ¿por qué no nos salvó? ¿Por qué dejó que quemaran todo?” ~Se oye un crujido de brazos grandes abriéndose, el leve roce de tela cuando un cuerpo enorme abraza a uno pequeño. El llanto del niño se amortigua contra un pecho ancho. El Hombre respira hondo antes de hablar, su voz es grave pero suave, como piedras rodando en agua. >“Cuando el mundo se desgarra, cuando otros eligen destruir, no es Dios quien levanta la mano. Son hombres. Y hombres somos tú y yo. No puedo decirte por qué hacen lo que hacen. Pero puedo decirte esto: el fuego no decide quién eres. Tus manos sí.” ~El niño respira entrecortado. Su voz sale pequeña, rota. <“Tengo miedo. Quiero que todo arda, que sufran como yo.” ~El Hombre hace una pausa larga. El fuego ruge, y se oye un tronco caer con estruendo. Después, el gigante habla, grave, con una ternura que duele: >“Yo también tengo miedo. Y sé lo que es querer devolver el dolor. Pero escucha: si dejas que ese fuego entre en ti, seguirás quemándote mucho después de que todo esto sea ceniza.” ~Se oye cómo el gigante se incorpora, con un gruñido leve. Los pasos pesados se mueven, y el niño, todavía sollozando, es levantado —se oye un alivio de aire, el peso cambiado de sitio. El Hombre lo carga en sus brazos. Su voz ahora tiene un tinte de humor seco, como para aliviar al niño. >“Vamos, hijo. Estás cubierto de ceniza.... pronto va a llover. Pero mientras podamos caminar, caminemos.” ~El niño balbucea, apenas audible. <“No tengo a nadie...” ~El Hombre responde, sin elevar el tono, cada palabra clara. >“Me tienes a mí, por ahora. Y después tendrás a otros. El bien no se ha ido, aunque esté enterrado. Y si no lo encuentras, créalo tú.”
[Expand Post]~El fuego sigue rugiendo, pero más lejos. Se oyen pasos firmes avanzando, crujido de brasas bajo pies grandes, el resuello del niño en el hombro del gigante. En medio de ese sonido, El Hombre murmura casi para sí mismo, pero el soñador lo oye. >“Ningún dios salva de la tormenta.... pero en la tormenta es donde aprendemos a sostenernos unos a otros.” ~El viento caliente se convierte en aire frío. ~El rugido del fuego se apaga hasta quedar solo en un murmullo. ~El llanto del niño se transforma en respiración tranquila, como si se hubiera quedado dormido. ~Los pasos de El Hombre siguen, constantes, graves, pero cada vez más alejados, hasta que solo queda el eco de su voz. >“Lo que te pasó no es lo que eres. Lo que hagas ahora, eso sí lo serás.” ~Silencio. ~El que contempla lo oye todo apagarse y queda solo con el ritmo de su propio corazón. .... .. . = = = https://youtu.be/icyimrzwDP0 ~Estás caminando por un zoco interminable. No es un pasillo normal, es como un río de vida que se desliza entre puestos, toldos y barandillas. Arriba cuelgan telas de todos los colores, anchas, largas, ondeando suavemente; son tan finas que, cuando el aire pasa, se hinchan como velas de un barco. Se cruzan encima de ti formando techos improvisados de rojos encendidos, verdes profundos y azules que casi parecen cielos de otros mundos. La luz del sol se filtra entre ellas en fragmentos irregulares, pintando tu piel con parches dorados y sombras líquidas. ~El aire está lleno de olores. Azafrán seco que raspa en la nariz, cúrcuma cálida que huele a tierra viva, orégano fresco que recuerda jardines húmedos. Cada respiración es como morder especias, como beber calor. Te llega también el aroma dulce del pan plano recién horneado y el picor de la pimienta molida que los vendedores avientan sobre sus mostradores. Todo huele a hogar, aunque no sabes por qué. Te sientes bien, como si hubieras estado allí muchas veces antes, como si el suelo de piedra bajo tus pies conociera tu andar. ~Las voces te rodean. Mercaderes anuncian precios con gargantas profundas, mujeres regatean con risas que explotan como monedas sobre mármol, niños corren con sandalias que chapotean en charcos delgado. Escuchas tintinear de cuentas, golpes de mortero, vasos de cobre chocando. Todo es sonido, movimiento, vida. Caminas despacio, rozando los bordes de los puestos, y la multitud se abre y se cierra detrás de ti como agua. ~Hay un niño siguiéndote. No sabes desde cuándo está ahí, pero cada vez que giras, lo ves unos pasos atrás, riendo en silencio, imitándote, copiando tus gestos, balanceando la cabeza como tú. Su risa es suave, como un cascabel escondido. De pronto, mientras avanzas, te das cuenta de que el bullicio empieza a apagarse. Los pregones de los vendedores se vuelven murmullos ahogados, las risas se estiran y se disuelven, los pasos desaparecen. Todo sigue estando ahí, pero el sonido se retrae, como si alguien bajara un telón de tela gruesa sobre el mundo. ~Ahora los vendedores no tienen rostro. Son figuras envueltas en capas oscuras, manos sin dedos que te ofrecen objetos envueltos en seda. La seda es roja y cálida, late. Cada paquete es pequeño, redondo, palpita al ritmo de un corazón. Cuando miras uno, escuchas un eco: tu propia voz, pero rota, distorsionada, diciendo palabras que no puedes reconocer. Extiendes la mano para tocarlos. El pulso bajo la seda aumenta, como si lo que hay dentro te conociera. ~Entonces algo golpea tu pantorrilla. Un golpe suave, como una piedra lanzada por un niño. Miras hacia abajo: es el niño que te seguía. Te observa con una sonrisa, notas su rostro, era la de un niño con mucha lepra o sarna. Pero su piel empieza a desprenderse, primero en parches pequeños, luego como cera derretida; su cabello se cae en mechones. Su sonrisa se convierte en un gesto de pánico. Huele a madera ardiendo. Escuchas un crujido de fuego, aunque no ves ninguna llama. El sonido llena tus oídos: madera quebrándose, chispas estallando. ~Parpadeas. El zoco ya no está. Todo ha desaparecido. Y cuando miras otra vez al niño frente a ti, ya no es ese niño: eres tú. Te ves de pequeño. Y al instante estás dentro de ese cuerpo, pequeño, tembloroso, con la piel fina y vulnerable. Ya no miras al niño: ahora eres el niño. https://youtu.be/maYag-32vyM ~Estás en un lugar.... ESE sitio de tu infancia, tu sabras. Pero todo está invertido. Los suelos son techos, el agua de los cántaros sube en hilos hacia arriba y desaparece en grietas del techo, la luz no es luz sino sombra fría, negra, que se filtra como humo por rendijas invisibles. No hay muebles, no hay gente. Solo estás tú, pequeño, en medio de esa sala inmensa y vacía. El aire suena hueco, como si respiraras dentro de un tambor. ~Susurros. Vienen de algún lado. Son tenues, raspan como cuchillas en la piedra. Te acercas. Tus pasos suenan nítidos, demasiado fuertes para ser tan pequeños: tap, tap, tap. Cada paso que das hace que los susurros crezcan, más cercanos, más insistentes. Son como voces escondidas detrás de las paredes, hablándote en secreto. Doblas un pasillo que parece girar hacia adentro, como una espiral. ~Llegas a una habitación. En el centro hay armas. Reconoces cada una: Hachas, espadas, filos curvos, herramientas que alguna vez empuñaste contra alguien. Pero aquí no son frías. Están vivas. Tiemblan y susurran. No son palabras claras: son frases que jurarías haber escuchado, incluso haber dicho tú mismo. Voces de alguien llorando, pidiendo, maldiciendo. Voces de tus víctimas, quizá. Voces de ti. ~Alargas la mano para tocarlas. Apenas tu piel roza una, las armas se disuelven en manos. Muchas manos. Manos de adultos, de niños, manos rugosas y frías, manos débiles y huesudas. Te agarran. Te toman de la muñeca, del tobillo, del cuello, de los costados, de tus partes. Te jalan con fuerza hacia arriba —o hacia abajo, no sabes— hacia el techo que ahora es suelo. Se pegan a ti con desesperación, como quien se ahoga y busca arrastrar a su rescatista. Sus dedos clavan uñas en tu piel, te rasguñan. Son manos temblorosas, furiosas, necesitadas. Y sus voces... son tu voz, pero no como la recuerdas: es tu voz desde afuera, tu voz cuando alguien la oyó antes de morir, antes de sufrir. Palabras violentas, feas, sonidos de animal, frases que no puedes negar haber dicho. ~Las manos tiran. La sala gira. El mundo se invierte otra vez. Los susurros se vuelven gritos apagados. Y de golpe, todo negro. ~Silencio. .......... = = = = 12/??
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>>121871 ~Tu... Escaleras. >>121871 ~Tus pies descalzos bajan primero. La cámara de tu propia mirada se detiene allí: dedos manchados de gris, uñas con polvo fino, carne tocando piedra. Los escalones son altos, anchos, de una roca oscura que parece haber bebido siglos de agua y ceniza. Cada peldaño guarda humedad en sus poros y, al pisarlo, una película fría se te adhiere a la piel como un velo. En las grietas crecen hebras de hierba mustia, verdes apagados, como pelos de un viejo animal dormido. Con cada paso dejas una huella oscura, pero el siguiente escalón la borra con su propio sudor. La piedra tiene un olor: hierro tibio, barro antiguo, aceite de lámpara. ~El aire es un caldo espeso. Huele a muchas cosas al mismo tiempo: a humo dulce, pesado, de resinas que arden sin prisa en cuencos de bronce; a madera que cruje y se deshace tras cortinas invisibles; a jazmines y caléndulas aplastadas contra el suelo, mezcladas con pétalos mustios que alguien esparció hace horas; a leche derramada; a un hierro caliente que no puedes ver. Cada inspiración te llena la boca de ceniza; la lengua la notas áspera, como un polvo de huesos y pétalos. La ceniza se pega a la piel de tus pies: fina, gris, viva. Avanzas sintiendo que caminas sobre una mezcla de polvo y memorias. ~Al levantar la cabeza ves los edificios del fondo. Son altos, escalonados, como templos, con balcones de piedra y vigas ennegrecidas. En sus fachadas se abren hornacinas profundas donde arden hogueras grandes, inmóviles, como ojos encendidos. Alrededor de cada hoguera hay gente: sombras que se mueven, hombres untándose ceniza en los brazos y dejándola caer luego al agua; mujeres girando jarras de cobre, vertiendo leche sobre estatuillas que nunca alcanzas a ver enteras; niños arrojando hojas de loto que giran en círculos y desaparecen en la corriente. Cada gesto es lento, ritual, sin apuro. El aire se mueve, pero las llamas no vacilan. ~Bajas otro escalón. La piedra está más fría. El agua del río aparece por fin: oscura, ancha, su superficie es un espejo quebrado que devuelve trozos de tu rostro en fragmentos que no reconoces. Tu pie se moja; el contacto es denso, como tocar una tela. En la orilla flotan pequeñas lámparas de barro con mechas diminutas. Son linternas bajas, con luz tímida. No alumbran. Devuelven imágenes. En cada llama hay un rostro suspendido, pálido, sin párpados. Te inclinas sobre una: el rostro abre la boca y canta. El canto no tiene palabras que entiendas, pero te golpea por dentro, como si alguien soplara dentro de tu cráneo. No sabes si es música o eco de tu propia sangre. Sientes que lo has oído antes, quizá en otra vida, en otro sueño. ~Sigues caminando. A tu alrededor, la explanada húmeda junto al agua se abre como un abanico. Hay braseros bajos entre cada “diente” de piedra; en ellos arde fuego que no parpadea. Hombres pasan cargando haces de madera oscura; otros golpean tambores lentos, con un ritmo que parece salir del río mismo. Un damru está en una barca anclada cerca. Nadie lo sostiene, pero vibra y suena solo. Empieza despacio, con un pulso grave, y poco a poco acelera. Sientes tu propio corazón acompasarse sin querer, latiendo igual que ese tambor. Un momento después, el ritmo del tambor se acelera tanto que se te escapa: tu pulso tropieza, pierde el compás, como si algo te arrancara el control de tu propio cuerpo. ~Miras al agua para apartar la sensación. En la superficie flotan hojas de loto y ceniza girando en un remolino lento. Dentro del remolino parpadean imágenes: flashes de tus actos violentos, gestos tuyos que preferirías olvidar. Quieres apartar la vista, pero cuando lo haces la imagen se invierte: aparecen escenas de ternura que no reconoces, manos que acarician, miradas dulces. Todo gira, creación y destrucción mezclándose sin centro, como si lo que diste regresara transformado, arrastrándote a su órbita. El aire alrededor del remolino vibra como si respirara. ~El sonido aquí es distinto. Campanas sordas resuenan con la boca cerrada, no sabes de dónde; el canto grave sigue en un registro bajo, un murmullo que podría ser viento o cremación. Los instrumentos rituales se confunden con respiraciones humanas. No hay silencio: hay una textura sonora hecha de golpes secos, susurros de agua, brasas que se quiebran. Tus pasos suenan sobre la ceniza como si caminaras sobre papel quemado. ~Sigues avanzando entre las figuras. Algunos hombres se sientan en cuclillas pintando líneas de ceniza en sus frentes, otros giran collares de cuentas. Mujeres llevan jarras brillantes y las inclinan sobre figuras envueltas en telas; la leche cae sin salpicar, blanca sobre negro. Niños ríen y arrojan más hojas de loto, que desaparecen apenas tocan el agua. Los escalones parecen prolongarse infinitamente hacia ambos lados, dientes de piedra en la orilla de un cuerpo inmenso. Entre cada diente, un altar improvisado, braseros encendidos, ofrendas diminutas. Las llamas arden fijas, como si no respiraran el mismo aire que tú. ~Las sombras tienen múltiples manos. No sabes si son brazos reales o humo. Se extienden sobre las paredes, sobre el agua, sobre tu cuerpo. Te rozan apenas, como dedos de humo que quieren tocarte y no pueden. Las campanas siguen sonando, sin bronce visible. El olor del incienso se mezcla con el olor de madera que arde y con algo más, más íntimo, que no quieres nombrar. Sientes la ceniza en tus manos, aunque no las hayas metido en nada: está ahí, pegada, como un tatuaje gris. ~Te acercas otra vez al agua. La lámpara más próxima devuelve un rostro que reconoces. Es tuyo, pero viejo, cansado, con los ojos cerrados. La llama se inclina y te susurra una frase que no entiendes. Duele. Duele como un golpe en el estómago, como recordar de golpe una culpa olvidada. Al fondo, el damru en la barca golpea más rápido, como si celebrara algo. Tu corazón tropieza de nuevo. Quieres respirar y no puedes. El remolino de hojas y ceniza gira más fuerte; en su centro ya no hay imágenes, hay un vacío negro que pulsa, una boca que se abre. ~Das un paso atrás. La ceniza se pega más a tus pies. Sientes que si das otro, te hundes. Las sombras de manos de humo se acercan, no agresivas, pero insistentes. El aire se vuelve más frío. El canto grave baja aún más, hasta ser casi un murmullo dentro de tu cráneo. Las linternas flotantes empiezan a apagarse una a una, no con viento, sino con silencio. El damru golpea tan rápido que ya no es ritmo, es un zumbido. ~Entonces ves, en la fachada más alta, una hoguera enorme. Sus llamas no son rojas ni amarillas, son grises. Gente alrededor la alimenta con maderos que se deshacen al tocarlos. En la base de esa hoguera hay algo que no distingues, envuelto en telas. Un instante crees ver el cuerpo de alguien querido. Pero cuando parpadeas ya no hay nada. Solo fuego gris, inmóvil. ~Das otro paso atrás. Tu huella se queda marcada y no se borra. El remolino del agua se detiene, y en su centro, donde estaba el vacío, surge una figura. No tiene rostro. Es humo y ceniza, con múltiples manos. Te tiende una de ellas. No parece amenaza, pero tampoco salvación. El canto grave se detiene. El damru se calla. Solo queda el sonido de brasas rompiéndose. ~Tu pulso sigue latiendo fuera de compás, como un tambor roto. Quieres hablar, pero tu boca sabe a ceniza. La figura extiende otra mano y apaga la última linterna del agua. Oscuridad. Un olor dulce, pesado. Sientes que te inclinas, que caes hacia adelante, que el agua te traga sin mojarte. Y entonces no hay fuego, ni agua, ni música. Solo ceniza. Ceniza en la lengua, ceniza en los ojos, ceniza respirando dentro de ti. ~Silencio. Oscuridad de nuevo. = = = ~No hay luz. No hay suelo. Solo un silencio tan denso que parece presionar contra los oídos. El silencio tiene peso; es como estar bajo el agua, y cada respiración se oye demasiado fuerte. Tu corazon late, un bum... bum... bum... que retumba en la negrura. Después, un rumor. No un sonido claro, sino un murmullo lejano que se va acercando, como si algo caminara sobre arena húmeda. Pasos pesados, arrastrados, pausados. Cada paso es un golpe sordo, grave, que hace vibrar el aire. ~En medio de la nada, surge la primera voz: grave, profunda, rasposa, con una calidez inesperada. No suena como un discurso, sino como alguien que habla mientras piensa. >“Siempre volvemos a donde sangramos... Siempre volvemos a donde creemos que nos rompimos.” ~La voz calla. Se oye el viento que no existe. Otra voz, más joven, aguda, rota por la rabia, responde desde algún lugar de la oscuridad. Suena cansada, como quien lleva años sin dormir. <“¿Y qué? ¿Para qué volver? Todo está podrido. Todo lo que toqué lo arruiné. No hay camino de regreso. Solo queda morder antes de que me muerdan.”
[Expand Post]~La voz grave no se apresura. Hay un silencio largo, y en ese silencio se oyen las manos del gigante frotándose, como cuero áspero. Después, un suspiro profundo que parece levantar polvo invisible. >“Hijo... La tierra más dura es la que mejor guarda la semilla. Y la sangre que manchó tus manos no borra la sed del corazón.” ~Los pasos se acercan, crujido de arena bajo pies enormes. Tu siente que alguien alto se inclina hacia él. La voz rota vuelve a hablar, esta vez con un temblor que mezcla furia y miedo. <“¿Semilla? Yo no soy un campo. Soy un pozo. Nada crece en mí. He matado, he fallado, he vuelto a caer una y otra vez. Cada vez que creo que puedo ser mejor me arrastro de nuevo al barro.” ~Una pausa. Se oye el roce de un cuerpo pesado sentándose en el suelo invisible. El crujido es grave, lento, como un árbol acomodándose. Cuando la voz grave habla de nuevo, hay una sonrisa oculta, un sarcasmo afectuoso. >“¿Sabes qué hace un campo después de la tormenta? No se levanta limpio, se levanta lleno de barro. Y sin embargo, cuando llega la primavera, es en ese barro donde brota la hierba.” ~Tu oyes un pequeño golpe seco, como un puño cerrado golpeando suavemente el suelo. <“El barro no es tu condena. Es la prueba de que sigues aquí.” ~Silencio. Solo la respiración de ambos. El aire se vuelve más tibio. La voz rota se quiebra, casi un susurro. <“Yo... no sé cómo volver. Ni siquiera sé si quiero.” ~La voz grave se acerca todavía más. Ahora se oyen los nudillos callosos rozando, como quien se frota las manos antes de levantar algo muy pesado. La frase que sale no es sermón ni reproche; es simple, baja, casi paternal. >“No tienes que saberlo. Solo tienes que quererlo. El camino no empieza con pasos, empieza con levantar la mirada.” ~Tu oyes entonces algo extraño: un sonido leve, metálico, como si una cadena cayera al suelo. Después, el rumor de tela al moverse. La voz grave continúa, más suave. <“Ella... no necesita a un santo. Necesita a alguien que, aunque caiga, siga poniéndose de pie. No eres la suma de tus caídas. Eres la forma en que te levantas.” ~La voz rota solloza, y ese sollozo es un gruñido contenido. Se oye cómo se golpea el pecho con un puño, seco, desesperado. >>121871 13/??
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>>121872 <“Yo no sé si puedo...” ~La respuesta llega sin elevar el tono, casi en un murmullo, pero cada palabra pesa como piedra en agua: >“La fuerza no es no caer. La fuerza es elegir no convertirte en lo que te hirió. Eso es lo que yo aprendí, eso es lo que puedes aprender.” ~Un silencio largo. Se oye solo la respiración profunda del gigante. Luego, con un humor leve que rompe la tensión, la voz grave añade: >“Además, nadie dijo que el barro estuviera prohibido. Mira este cuerpo: tan pesado... ¿Crees que nunca me caí? Lo importante es no quedarse dormido en el barro.” ~Y ríe. Una risa breve, grave, que no se burla, sino que aligera el aire. ~El durmiente siente que algo cambia: en la negrura, no hay luz, pero el sonido se vuelve más amplio, más abierto, como si la oscuridad se hubiera llenado de espacio. La voz grave termina, despacio: >“Un día te perdonarás a ti mismo, y ese día no será porque hayas dejado de caer, sino porque habrás comprendido que sigues de pie. Y allí, donde ahora solo ves noche, aprenderás a ver amanecer.” ~El viento inexistente sopla, suave, como si arrastrara ceniza. Los pasos pesados se alejan, crunch... crunch... crunch..., cada vez más lejanos. Solo queda tu respiracion y, muy débil, una última frase que suena como un eco. >“Levántate. Aunque no sepas cómo. Levántate.” ~El silencio vuelve. = = = https://youtu.be/fflZLNQanFA ~Sientes viento. Primero es un soplo tenue, casi un alivio después del humo y las brasas.. Pero ese alivio se convierte en rasguño: el aire se vuelve áspero, áspero como piel seca. Sientes cómo la ceniza se despega poco a poco de tu cuerpo, como si algo la arrancara a tiras. Y de pronto tu piel arde. No es fuego: son miles de pequeños golpes, como alfileres que caen sin descanso. Un enjambre de agujas invisibles. Te das cuenta de que no es aire; es arena. Estás en medio de una tormenta de arena gris. ~El aire raspa tus pulmones cuando intentas inspirar. Cada bocanada te duele como si inhalaras cristal molido. La arena golpea tus párpados, se mete en tus pestañas, amenaza con entrar en tus ojos. El dolor es familiar, como una memoria corporal que no sabes de dónde viene. Instintivamente cierras los ojos, pero entonces, “SLASHHH”: un corte te atraviesa el brazo. Es un filo frío, breve, más nítido que el viento. Te obliga a abrir los ojos aunque el aire te los queme. Logras ver por un instante: entre la tormenta hay un destello metálico, la curva de una cimitarra que se esconde tras la arena. Cuando parpadeas para protegerte, otro corte: la hoja invisible busca tu piel. Cada vez que cierras los ojos, algo te hiere. Brazos, piernas, costados. Una lluvia de incisiones constantes. El viento no solo te azota, también te acuchilla a escondidas. ~Caminas a ciegas por horas en esa tortura de arena. La tormenta es tan densa que te impide ver más allá de tu propia nariz. Tus pies se hunden en un suelo que no se ve, sólo se siente: blando, traicionero, siempre moviéndose. Cada paso es un esfuerzo. El viento enlentece tu avance, te empuja hacia atrás, te arrastra los cabellos como látigos. La arena se mete en tu boca, cruje entre tus dientes. Tu piel está cubierta de cortes finos; sangras, y la sangre se mezcla con la arena hasta volverse barro rojo. Tropiezas, caes de rodillas, te levantas y caes otra vez, rodando por dunas invisibles. No sabes si estás subiendo, bajando, o girando en círculos. El horizonte no existe. Sólo ruido de granos golpeando tu cuerpo. ~El tiempo se disuelve. En algún momento dejas de contar los cortes. Tus brazos, piernas y torso son una malla de líneas calientes. Sientes el latido de cada herida como pequeños tambores debajo de la piel. La tormenta te chupa el aliento, te hace caminar con la boca abierta, babeando arena. El sonido del viento es tan constante que se vuelve un fondo: un rugido gris. De vez en cuando, entre ese rugido, te parece escuchar tu propio nombre, o insultos, o llantos. Quizá son sólo recuerdos mezclados con el soplido del aire. ~Y entonces, entre toda esa masa de arena, surge algo distinto. Un sonido familiar. Una risa infantil. No es un grito, ni un canto ritual, ni un insulto. Es risa. Risa de niña. Como un hilo de agua fresca en medio del polvo. Instintivamente giras hacia ese sonido. No sabes por qué, pero sientes que debes seguirlo. La tormenta no cede, pero tú empujas tus pies hacia el origen de la risa. Cada paso es como atravesar una pared blanda. A medida que avanzas, el viento va menguando. La arena sigue, pero más fina. La visibilidad se abre poco a poco: primero ves tus manos, luego tus rodillas, luego el horizonte. La tormenta se deshace como un telón que cae. ~Ante ti se extiende un desierto enorme de arena gris. No hay dunas doradas, no hay cielo azul. Todo es ceniza, ceniza suelta que se ondula en suaves médanos. El horizonte es una línea difusa donde el cielo y la arena se confunden. Y allí, a lo lejos, una figura pequeña: una niña jugando, la cornuda, pateando montoncitos de arena con los pies descalzos. Sus risas son las que te guiaron hasta aquí. Cada carcajada es clara, limpia, incongruente en ese paisaje. ~Comienzas a caminar hacia ella. La sangre de tus heridas mancha la arena. Cada paso deja una mancha roja que se expande como tinta. Al mirar con atención ves que cada grano manchado no es un simple grano: es un rostro diminuto. Rostros microscópicos incrustados en la arena. Cada uno distinto, con gestos de ira, miedo, odio, o un dolor retorcido que deforma sus músculos faciales. Hay bocas abiertas en gritos silenciosos, ojos muy abiertos, mejillas crispadas. Miles. Millones. Cada huella tuya despierta más rostros. Caminar es arrastrar un desierto de víctimas. Estás sobre un suelo hecho de arena y sangre. Un suelo hecho de memorias que te miran. ~Levantas la vista. El cielo es aún más extraño. No es un cielo uniforme. Es como si estuvieras bajo un mandala gigantesco pintado con escenas de tu vida violenta. Cada franja, cada espiral, muestra un instante: un gesto, un golpe, un rostro torcido en el momento de recibir daño. Las figuras giran, se repiten, se mezclan. Intentas borrar una escena con la mano, pero en cuanto la tocas otra aparece, igual de nítida. No hay espacio vacío en ese mandala. Todo es recuerdo. Todo es acto. Todo es retorno. ~Mientras más sangras, más pesados se sienten tus pasos. Cada gota que cae al suelo se convierte en arena que te cubre lentamente. Primero te tapa los pies, luego los tobillos, luego las piernas. Sientes cómo el desierto te succiona. La arena sube por tu pecho. Es como si cada rostro de cada grano quisiera engancharse a ti, arrastrarte hacia abajo, retenerte para siempre. Tus heridas siguen abiertas, y cada gota alimenta ese mar de arena roja que te entierra. ~Sigues caminando, pero cada paso es más corto. La niña sigue allí, a lo lejos, jugando. Sus risas no cambian. Son un hilo de claridad en medio del peso. Extiendes la mano, la arena ya te llega al abdomen. Avanzas un poco más. Tus brazos pesan, tu cabeza se inclina. La arena te llega al pecho, a los hombros. Te ahoga sin agua, sin aire. Es un ahogo de polvo y memorias. ~Cuando ya estás por hundirte por completo, cuando sólo tu cabeza sobresale, la niña cornuda te tiende la mano desde arriba. Su brazo es delgado pero firme. Su mano pequeña se extiende como un gancho. La agarras. Es áspera, cálida. A duras penas logras salir gracias a ella. La arena te suelta, aunque se queda pegada a tu piel como una segunda dermis. Tus heridas laten pero no sangran más. Tu respiración es agitada, un jadeo seco. Frente a ti, la niña ya no juega. Te mira en silencio, con una expresión que no entiendes: no es lástima, no es burla. Es algo más antiguo.
[Expand Post]https://youtu.be/UIAghsBQtGM ~Entonces, más allá de la niña, aparece una figura. Un hombre corpulento, enorme, musculoso y gordo a la vez. Su silueta bloquea la luz, genera una sombra que cubre tu cuerpo entero. Pero esa sombra no te asusta. Por extraño que parezca, causa una calma inmensa en tu corazón. Es como si todos los dolores de tus heridas se volvieran lejanos, como si por un momento pudieras respirar sin polvo ni ceniza. No puedes verle el rostro: está cubierto con un trapo que sólo deja ver su nariz y su boca. Su boca no habla. No hay juicio en su postura. No hay reproche en su silencio. Es una presencia. ~El hombre extiende sus brazos. En uno sostiene una cimitarra reluciente. La hoja brilla, nítida, como si no conociera la arena ni la sangre. En el otro sostiene un cuenco de agua. Un cuenco simple, algo gastado, el agua es clara, imposible en este desierto gris. El cuenco emite un frescor silencioso que llega hasta ti. La cimitarra emite un resplandor seco, una línea recta. No hay palabras. No hay explicación. Sólo la oferta: filo o agua. ~La niña te suelta la mano y se aparta. El desierto alrededor guarda silencio. Los rostros de los granos de arena se inmovilizan, te miran expectantes. El mandala del cielo se detiene un instante, como si también contuviera el aliento. Tu piel aún duele. Tus heridas aún están abiertas. ~La figura no dice nada. No juzga. Sólo sostiene los dos objetos frente a ti. Queda en ti elegir. 14/??
>>121872 The Mayfly Gerardo se desmaya https://youtu.be/P68X9dZ9rtY ~Al principio no hubo trompetas ni tambores. No hubo estrépito ni redoble de metales. ~Al principio solo hubo silencio. ~Un silencio espeso, brutal, como el que precede a la tormenta más negra. No era ausencia de sonido: era presencia de algo mayor. Un silencio que oprimía los pulmones, que hacía que el corazón se agitara como una bestia enjaulada. Un silencio que sabía. Sabía lo que iba a ocurrir, lo que ya estaba ocurriendo, y lo que ocurrio. Y por eso era más pesado que el hierro. Como si el mundo mismo hubiera contenido el aliento, incapaz de soportar lo inevitable. ~Tu estabas allí. ~No sabías dónde. No conocías el nombre de esta ciudad, ni de sus murallas, ni de sus templos, ni de sus calles apretadas. Todo te resultaba familiar y extraño a la vez, como un lugar visto en un recuerdo ajeno, o soñado por otro. A tu alrededor, una multitud infinita se desbordaba por las arterias de piedra y polvo. ~Eran miles, decenas de miles quizá. Hombres de rostro curtido, mujeres con velos manchados de barro, ancianos doblados por el peso de los años, niños con los ojos abiertos como espejos. Y todos, absolutamente todos, murmuraban. Voces roncas, ásperas, que subían y bajaban como un oleaje enloquecido. Susurros que se rozaban unos con otros, chocaban, se fundían, se volvían rugidos apagados. Tu sentías esas voces no solo en los oídos, sino en el pecho, como un veneno que penetraba sin permiso. ~No sabías qué buscaban, no entendías la causa del revuelo, pero podías olerlo: el odio. No un odio personal, no uno dirigido con claridad, sino un odio impersonal, ciego, como un humo negro que todos respiraban y expulsaban de nuevo, contaminándose mutuamente. ~Mercaderes abandonaban sus puestos, dejando caer frutas podridas y especias en el suelo, para unirse al río humano. Mendigos, que antes tendían la mano en las esquinas, ahora corrían con el mismo fervor, olvidando su hambre. Soldados avanzaban abriendo paso, sus lanzas brillando como relámpagos en la penumbra. Niños se trepaban a los muros, colgaban de las ventanas, gritaban como cuervos excitados, buscando un lugar mejor desde donde mirar. ~Tu avanzabas empujado por esa marea. Sentías cuerpos contra el tuyo, hombros chocando, pies pisándole los talones, la respiración caliente de miles de gargantas. Por momentos se tambaleaba, casi caía, pero la masa misma lo sostenía y lo arrastraba hacia adelante. ~Hasta que llegó. ~El río humano se abría de golpe, como si el mar hubiese sido partido por un cuchillo invisible. Al frente, en la avenida principal, la multitud formaba un pasillo estrecho. Nadie se atrevía a invadir ese espacio: lo dejaban libre, reverencial y morboso, como una pasarela de condena. Y por ese pasillo avanzaba una escolta. ~Primero vinieron los guardias. Hombres armados con látigos, lanzas y escudos. El metal y el cuero chirriaban a cada paso, el sol arrancaba destellos crueles de sus cascos. Caminaban con rigidez, como si su deber los anclara al suelo. Sus ojos, sin embargo, evitaban mirar demasiado al centro, como si lo que escoltaban les pesara más que la armadura. ~Luego, los reos. Cuerpos famélicos, harapos manchados, rostros torcidos por el miedo o la resignación. Había ladrones, asesinos, estafadores, hombres pequeños, derrotados, que caminaban con la cabeza gacha y el alma quebrada. Ellos eran los que todos esperaban ver, los que merecían las piedras y las burlas. Y sin embargo, no eran ellos quienes atraían la furia de la multitud. ~Porque entre ellos, eclipsándolos, estaba Él. ~El hombre. ~No necesitaba nombre. No tenía uno en labios de la multitud, ni tu lo pronuncias en tu mente. Era simplemente eso: el Hombre. Más humano que cualquiera de los que lo rodeaban. ~La visión te golpeó como un rayo. Era gigantesco, corpulento, como si un roble hubiera decidido caminar entre los hombres. Sus hombros anchos sostenían un monolito de roca negra, un bloque descomunal que parecía haber nacido del vientre mismo de la montaña. De aquel peñasco brotaban cadenas, incrustadas como raíces de hierro, abrazándole los brazos y el torso, mordiendo su carne. Cada eslabón sonaba al golpear contra su piel: no como metal sobre hueso, sino como destino sobre espíritu. ~Su cabeza calva brillaba bajo el sol inclemente. Y sin cejas ni pestañas, su rostro parecía más desnudo, más vulnerable, aunque el conjunto de su cuerpo emanaba una fuerza imposible. La piel, antes pálida como la leche, estaba ahora bañada de rojo: heridas abiertas, moretones, grietas donde la carne había cedido a los golpes. ~Su rostro estaba roto. Golpeado, deformado, agrietado como una estatua que se resiste a caer. Pero en medio de todo eso, en la comisura de sus labios, se dibujaba todavía una sonrisa. No de burla, no de orgullo. Una sonrisa sarcástica y tierna al mismo tiempo, como un último regalo al mundo que lo rechazaba. Una mueca extraña, mezcla de dolor, amor y tristeza. ~Y sus ojos. Sus ojos eran los de un padre. ~Ojos que no condenaban, ojos que no odiaban, ojos que miraban con dulzura incluso a quienes lo escupían. Era una ternura imposible de comprender para la multitud. Pero tu lo sentiste. Lo sentiste como una llama que te quemaba desde dentro, que subía desde el estómago hasta la garganta, llenándote de una emoción que no sabía si era esperanza, paz, o una tristeza tan hermosa que dolía como el amor mismo. ~Los gritos estallaron a su alrededor.
[Expand Post] ~La multitud rugía. “¡Sangre! ¡Sangre!” No porque lo odiaran, no porque supieran quién era. No, era más fácil clamar contra alguien que aceptar la culpa propia. Más fácil convertir a un hombre en cabeza de turco que mirar el vacío en su interior. ~Hombres lanzaban polvo al aire. Mujeres escupían. Niños repetían palabras de odio que ni entendían. Algunos recogían piedras del suelo y las arrojaban con furia. ~Una piedra golpeó el hombro desnudo del Hombre. La roca repiqueteó contra su piel, dejó un surco de sangre. Apenas se estremeció. No levantó la vista, no lanzó reproches. Bajó los ojos al suelo, no por humillación, sino como quien contempla en el polvo los rostros de todos los que ama. ~El monolito pesaba sobre él como un mundo entero, y aun así, su espalda seguía recta, su pecho erguido. Avanzaba con la dignidad de alguien que elige cada paso, aunque cada paso fuese dolor. ~Tu lo observabas avanzar. Sentías que lo veías no como un reo, sino como un titán humano, más grande que el odio, más fuerte que la multitud. Y sin embargo, no había un aura celestial ni milagro alguno: solo humanidad, desnuda y pura. ~Avanzaron hasta la plaza principal. El espacio se abría en un mar de cabezas, balcones repletos, muros abarrotados de cuerpos colgando como enjambres. Allí, los reos tambaleaban, se derrumbaban, lloraban. Algunos maldecían, otros suplicaban. ~Y sin embargo, todos, los reos, los guardias, los niños en los muros, las madres con sus cántaros, los ancianos encorvados, miraban sobre todo al Hombre. ~Y hasta los reos, aquellos ladrones y asesinos endurecidos, bajaban la vista al sentir sus ojos. Porque en esa mirada no había reproche, sino compasión. Y hasta ellos, acostumbrados a la violencia, no entendían cómo alguien podía ser tan herido y seguir mirando con amor. ~La multitud enmudeció un instante. El aire se hizo pesado otra vez, como si toda la ciudad contuviera el aliento. ~Y allí, en medio de todos, el Hombre siguió caminando. ~El murmullo de la multitud se volvió un rugido. El aire estaba espeso, cargado de odio, sudor y miedo. Tú apenas podías respirar en medio de ese torbellino de voces que se agolpaban en la plaza. A tu alrededor, hombres con túnicas, mujeres con pañuelos rasgados, ancianos de mirada amarga, niños subidos en los hombros de sus padres para no perderse la escena. Cada garganta parecía exigir lo mismo: sangre. ~El centro de la plaza se despejó como un anfiteatro macabro. Allí lo condujeron, con cadenas que rechinaban en cada paso. El hombre. No se resistía. No gritaba. No se arrastraba como los demás reos. Solo caminaba, erguido, aunque el peso de la roca en su espalda era inhumano. Su sombra se extendía larguísima en las losas, como si la misma luz del día lo señalara para que nadie pudiera ignorarlo. ~Un sacerdote apareció, envuelto en túnicas blancas, con adornos de oro en el pecho y un bastón que tintineaba con campanillas. Su voz se alzó, solemne al principio, hablando de justicia, de purificación, de los designios de los dioses. Pero su tono pronto se quebró en veneno. Cada palabra era acusación, cada frase, condena. El pueblo respondió como olas a una tormenta: vitoreando, escupiendo, maldiciendo. ~Tú sentiste cómo ese discurso te helaba la piel, no porque fuese verdad, sino porque era hueco. Podías escucharlo: un hombre que hablaba de fe pero exhalaba odio. Y entonces ocurrió: sus ojos se cruzaron con los del hombre encadenado. Por un instante, la plaza entera quedó suspendida. Y el sacerdote... bajó la vista. Apartó los ojos con culpa, como un niño atrapado en una mentira frente a la mirada firme de un padre. ~Entonces, los soldados se adelantaron. No había misericordia en sus manos. Trajeron clavos: gruesos, oxidados, negros como carbón. Los levantaron frente a la multitud para que todos vieran su tamaño. El sol los hizo brillar de forma siniestra. Luego, el martillo: enorme, pesado, con la cabeza cuadrada, lista para quebrar más que madera. ~Dos guardias sujetaron sus brazos. Brazos tan grandes que parecían ramas de un árbol que nunca debía quebrarse. Lo extendieron sobre la roca, forzando las muñecas abiertas contra las cadenas incrustadas. El hierro frío contra la piel desgarrada. El verdugo levantó el martillo. ~El primer golpe descendió. El sonido no fue el de un hombre, fue el de un mundo rompiéndose: carne, hueso y hierro atravesados a la vez. Un eco metálico que rebotó en cada esquina de la plaza. El hombre cerró los ojos, sus labios temblaron, pero no gritó. Solo sudor en la frente, solo un estremecimiento. ~Otro clavo. Otro martillazo. Esta vez la sangre brotó como manantial tibio, corriendo por la roca, manchando los dedos, mezclándose con el polvo. Tú sentiste el golpe en tus propias manos, como si un hierro invisible atravesara tu palma. La multitud rugió como bestias enardecidas, como si cada martillazo no fuese dolor, sino espectáculo. 15/¡?
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>>121874 ~El hombre no gritó. No insultó. No maldijo. Respiraba entrecortado, sí, pero su mirada... seguía siendo la de un padre. Esa dulzura imposible. Como si, aún en medio de esa carnicería, no viera enemigos sino hijos confundidos. ~No bastó con los clavos. El sacerdote hizo un ademán seco, y dos soldados trajeron látigos. No eran simples correas: eran flagelos de cuero con puntas de hueso y hierro. Herramientas para arrancar carne, no para disciplinar. ~El primero azote quebró el aire. Un chasquido brutal, y luego la línea roja en la espalda, como si una serpiente ardiente hubiese mordido su piel. El segundo arrancó un trozo de carne que cayó al suelo. El tercero desgarró músculo. La multitud rugía. Cada golpe era un trueno. Tú lo sentías en tu propio pecho, cada azote era tuyo también. El dolor subía por tu espina como fuego. Quisiste apartar la vista. No pudiste. ~El hombre respiraba hondo. Sus labios temblaban, su pecho se sacudía. No gritó. No pidió clemencia. Y, en cambio, susurró algo. Tan bajo que solo los más cercanos lo oyeron: >"Perdónales.... no saben lo que hacen." ~La frase cayó como piedra en el agua. No detuvo a nadie, pero la culpa se filtró en el aire. Algunos hombres enmudecieron, aunque siguieron mirando. ~En el fondo de la plaza, un guardia distinto llamó tu atención. Su armadura no era como la de los demás. Brillaba con un reflejo amarillento, casi dorado, aunque era vil, falso. Desde la sombra de un arco, observaba la escena sin pestañear. Sus labios esbozaban algo cercano al disfrute. Mientras los otros golpeaban con manos temblorosas, él disfrutaba con una calma que helaba los huesos. ~Los látigos siguieron cayendo. La espalda del hombre se volvió un mapa de heridas, un lienzo rojo, abierto. La piel colgaba en jirones. La sangre se mezclaba con el sudor, empapando el suelo de piedra. Nadie lo tocaba, nadie lo ayudaba. Y sin embargo, sus rodillas no cedían. ~Al fin lo soltaron. Su cuerpo, con el peso de la roca, se desplomó como un tronco húmedo. El suelo se manchó de rojo. La multitud reía, escupía, algunos incluso se acercaban a patearlo. ~Él se arrastró, lentamente, buscando ponerse de pie. Ni un alma lo ayudó. Y, aun así, lo logró. Con las rodillas tambaleantes, se erguía de nuevo. Y en su rostro: una sonrisa. Pequeña, torcida, pero sonrisa. ~Un soldado se burló, escupiéndole en la cara: <"¿Dónde está tu dios ahora?" ~El hombre no contestó. Solo respiró. Esa exhalación era más fuerte que cualquier espada. ~Le arrojaron un paño a la cara, para cubrirle de la luz. Lo ataron fuerte, como si su visión fuera peligrosa. Pero cuando el paño cayó al suelo, quedó impreso allí su rostro. No un rostro roto, no un rostro ensangrentado, sino uno sereno, intacto. Una marca imposible. Quienes lo vieron retrocedieron, murmurando. ~Entonces, la corona. Hierro oxidado, retorcido en púas. Se la calzaron en la cabeza a la fuerza. Las púas se hundieron en su cráneo. La sangre corrió por su frente, bajando en surcos rojos sobre su piel pálida. El dolor debió ser insoportable, pero él no gritó. Solo apretó los dientes. ~La humillación no se detuvo ahí. Lo empujaron, lo patearon. Lo llamaron farsante, loco, falso. Uno de los soldados le arrancó un trozo de piel del brazo, riendo como un niño cruel con un insecto. Otro le metió polvo en la boca. Alguien más le golpeó con la empuñadura de la lanza en el pecho, buscando quebrar ese cuerpo que parecía de piedra. ~Pero nunca cayó del todo. Tambaleó, sangró, respiró con dificultad. Pero siempre volvía a erguirse. ~Y tú, lo sentías en tu propia carne. Cada clavo en tus manos. Cada azote en tu espalda. Cada escupitajo en tu rostro. Y al mismo tiempo, una llama, en tu estómago, en tu pecho. Algo que ardía no de odio, sino de esperanza. Porque ese hombre, tan roto, tan humillado, seguía siendo... más fuerte que todo el odio del mundo. ~La multitud gritaba como si fuesen libres de culpa. Pero tú sabías. Sabías que lo que veías era más grande que una condena. Y que cada golpe, cada burla, no eran solo para él. Eran también para ti. Y aún así, él sonreía. ~Nunca cayó. Nunca maldijo. Nunca dejó de ser. ~El sol ardía alto, pero no calentaba. Solo pesaba, como un ojo vigilante que seguía cada uno de los movimientos del hombre. Lo arrastraron al centro del círculo nuevamente. Su espalda era un lienzo de heridas abiertas, las manos atravesadas por los clavos, el rostro cubierto de polvo, sudor y sangre. La roca, enorme y cruel, reposaba sobre el suelo, a un lado, como si se burlara de él, como si supiera que pronto sería suya otra vez. ~Las cadenas crujieron al ser tiradas, y los guardias lo obligaron a acercarse a ella. Los eslabones se clavaban más hondo en su carne, cada movimiento era un tormento. El hombre respiró hondo. ~Tú lo sentías en la médula: ese instante en que un cuerpo humano, ya roto, debía hacer lo imposible. Sus rodillas se doblaron primero, temblando como columnas agrietadas. Las manos, atravesadas por el hierro, se abrieron para rodear la piedra áspera. Era más que peso. Era frío, áspero, como si estuviera hecha de la sustancia del odio mismo. Sus brazos, anchos como troncos, se tensaron. Los músculos se hincharon, se marcaron como cuerdas al borde de reventar. ~El primer intento casi lo derriba. La piedra rodó apenas, y él tambaleó hacia adelante, clavando una rodilla contra las losas. La multitud rugió, algunos riendo, otros aullando. Un guardia lo pateó en las costillas, obligándolo a reincorporarse.
[Expand Post]~Respiró hondo. La sangre chorreaba de sus palmas, manchando la roca. Flexionó otra vez las rodillas, se inclinó sobre la piedra, pegando su pecho contra ella. Los músculos de su espalda, lacerados, parecían desgarrarse con cada contracción. Con un bramido contenido (no grito, no furia, sino la respiración profunda de quien decide resistir) la levantó. ~Centímetro a centímetro, la roca subió contra su torso. Sus venas se marcaron, gruesas como raíces. Sus brazos temblaron. El hierro de los clavos chirrió, desgarrando más carne. Y aun así, la sostuvo. Con un último impulso, erguido sobre sus piernas abiertas, la cargó sobre su pecho. Las cadenas se tensaron, incrustándose más hondo. ~Un murmullo recorrió la multitud. No era admiración, era un miedo sordo. Porque lo imposible acababa de ocurrir frente a sus ojos. ~Lo obligaron a marchar. ~Cada paso era un tormento. Sus pies callosos se abrían contra las piedras, dejando huellas de sangre en el polvo. La roca crujía en sus cadenas, aplastándole el pecho como si cada gramo fuese una culpa del mundo entero. Quizá lo era. ~La multitud lo seguía. Algunos lanzaban barro, otros escupían. Otros, simplemente, lo observaban en silencio, incapaces de decidir si aquel espectáculo era justicia o blasfemia. Mujeres lloraban, no porque creyeran en él, sino porque el dolor era demasiado humano para ignorarlo. ~Él se detuvo ante ellas, jadeante. El rostro inclinado, el sudor bajando mezclado con sangre. Su voz, ronca, salió apenas como un murmullo: >"No lloren por mí... lloren por ustedes y por sus hijos." >"Lloren por lo que el odio les hará perder." ~El silencio duró un instante, un instante eterno. Luego los látigos y empujones lo obligaron a seguir. ~Tropezó una, dos veces. La roca se le escapaba de las manos, rodando un poco. Cuando caía, no había manos que lo levantaran: la multitud lo empujaba hacia abajo, lo pisoteaba, lo insultaba. El hierro retumbaba como campana cada vez que golpeaba el suelo, levantando una nube de polvo mezclada con sangre. ~Una niña intentó acercarse a limpiarle el rostro con un trapo. Sus ojos, brillantes de lágrimas, se alzaron hacia él. Pero un soldado la apartó con la culata de la lanza. Ella cayó de bruces, y su llanto quedó perdido entre el ruido. E~l camino era interminable. La roca no era solo peso, era condena. Y cada paso era un milagro. ~El sendero comenzó a elevarse. El murmullo de la multitud se quedó atrás, contenido por los guardias. Solo los soldados lo acompañaban ahora. Y tú, seguías viéndolo todo, como si tu alma fuese arrastrada con él. ~El camino subía como un hilo de piedra hacia una colina árida. El hombre avanzaba, doblado bajo el peso, pero sin detenerse. La roca que debía cargarse eternamente, no como castigo ciego, sino como acto voluntario. Porque la fe no era llegar a la cima, sino seguir levantándose cada vez que el mundo lo aplastaba. ~El silencio del ascenso era distinto. No había risas ni insultos, solo el viento frío que cortaba la piel. Tú notaste cómo las hormigas que trepaban por la tierra se detenían al verlo pasar, como si incluso las criaturas más pequeñas entendieran el peso de aquel momento. Los pájaros carroñeros, buitres y cuervos que giraban en el aire, no descendían, se marchaban. Como si temieran acercarse. ~Y entonces el cielo. Se quebró. No como trueno, no como tormenta. Era como si el azul mismo se rajara, como un vidrio bajo presión. La luz temblaba, el aire se volvía más denso. El mundo parecía contener el aliento. ~La colina se alzaba coronada por una roca negra. Un lugar de condena. Allí llevaban a los hombres para ser olvidados. El viento soplaba con un frío antiguo, como si arrastrara siglos de gritos. ~Lo recibieron cadáveres mudos. Cuerpos reducidos a huesos, aún encadenados en tormentos pasados. Algunos estaban atrapados en jaulas de hierro colgadas de postes, huesos encorvados como aves rotas. Otros, con los huesos entrelazados en ruedas de metal, girando lentamente con el viento. Y otros más aplastados bajo piedras, como si la tierra misma se los hubiera tragado. ~El hombre jadeó. Cada respiración era un mundo. Y en ese lugar, finalmente, dejó caer la roca. El sonido retumbó como un trueno en la cima. La tierra vibró. Se arrodilló, exhausto, porque sus piernas ya no sostenían. ~Los guardias se dispersaron. Solo quedó uno frente a él.
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>>121876 ~El soldado de armadura brillante. No era oro, era metal bruñido, pero relucía como fuego apagado, como riqueza falsa. Su yelmo tenía la forma de un rostro burlón, sonrisa fija y cruel. En sus manos, una espada larga, de doble filo, como un enorme punzon (Un Estoc) cuyo reflejo destellaba en la luz quebrada del cielo. ~La voz salió de su casco, metálica, hueca, vibrando como tambor golpeado en una caverna: <"Siempre hablando con el vacío." ~El hombre alzó la mirada. Sus labios rotos dejaron escapar una sonrisa torcida. No era burla, no era soberbia. Era un gesto imposible, de ternura en medio de la ruina. ~Apoyó sus manos perforadas sobre la roca. La sangre resbalaba entre los dedos, cayendo en hilos rojos sobre la piedra. Cerró los ojos. Y empezó a rezar. ~El viento se detuvo. El cielo se tensó. El silencio volvió, no como vacío, sino como presencia. ~Tú, lo sentiste en tu propia alma: la calma imposible de quien, ante la espada, la burla y la muerte, aún encuentra fuerza para hablar con lo eterno. ~El cielo estaba detenido en un gris imposible. Ni día ni noche. Una cúpula de nubes que parecía no dejar pasar ni la luz ni el tiempo. En ese paisaje suspendido, el cuerpo del hombre enorme, parecía una escultura herida. Su espalda ancha era un mapa de cicatrices antiguas y frescas, un relieve de dolor y resistencia . Su cabeza calva brillaba bajo la luz opaca, como un faro apagado que aún emitía calor. ~Sus manos, enormes, agrietadas, callosas, temblaban. El hierro de los clavos les había atravesado las palmas, y sin embargo, buscaban encontrarse, entrelazarse torpemente, como quien no sabe bien qué hacer con ellas. Sus labios resecos y rotos se movían apenas, murmurando un rezo que el viento tragaba. Ningún trueno respondía. Ningún milagro bajaba del cielo. Solo el aire frío, el polvo y el silencio. ~El hombre dorado lo miraba desde arriba, erguido, como estatua viva, con una sonrisa torcida. No era alegría, ni triunfo, era burla contenida, el rictus de alguien que disfruta la debilidad ajena porque confirma su fuerza. La armadura de metal bruñido resplandecía en destellos sucios, como oro muerto. De su cuello colgaba un talismán de plata, pesado, con el sello de uno de los dioses conocido, los que prometían poder y dominio a cambio de obediencia. Cada movimiento del colgante destellaba como un ojo vigilante. ~El verdugo avanzó despacio. Cada paso crujía contra el pedregullo seco de la colina. Cuando habló, lo hizo con tono ligero, casi casual, pero cada palabra sonaba como hierro contra hierro dentro del casco hueco: "<Siempre hablando con el vacío." ~Se detuvo frente a él, ladeando apenas la cabeza. <"Dime ¿Te contesta alguna vez?" ~El hombre enorme no levantó la vista. Sus dedos se aferraron entre sí un instante, apretándose con torpeza, como si quisieran anclarse. Luego se soltaron, como si supiera que no había postura perfecta para rezar en medio de cadenas. Respiró profundo. Y cuando habló, su voz era grave, cálida, tenía ese timbre de padre que habla sin apuro, incluso en medio del dolor >"El silencio también es una respuesta." ~El verdugo inclinó un poco el rostro metálico, dejando que la luz gris resbalara por el filo de su estoc. <"¿Y qué ganas con tu fe? " ~la pregunta salió cargada de desprecio. <"Mira tu carne desgarrada, tus huesos astillados. Tus rodillas en el polvo. ¿Dónde está tu dios ahora?" ~El hombre enorme sonrió apenas, una mueca sarcástica, tan tenue que parecía un secreto compartido con nadie. La sangre le bajaba desde las encías hasta el mentón. Su respuesta fue serena. >"El silencio también es una respuesta." ~El verdugo rió. El eco metálico rebotó contra las rocas, áspero, como hierro arrastrado contra hierro. <"¿Respuesta?"
[Expand Post] ~Su voz casi se quebró en carcajada. <"Sí, claro." <"Tu dios te deja desnudo en el polvo. Yo, en cambio, pronuncio el nombre del mío, y el me concede fuego, tormenta, victoria. Eso sí es real. Eso sí es prueba." <"Lo tuyo…" ~abrió los brazos, abarcando la nada. <"Nada". ~Vacío. <"Te entrega a mí como a un cordero al matadero." ~El hombre respiró hondo, y entonces, contra todo pronóstico, rapoyó las manos y rodeó la roca que había cargado hasta allí. La abrazó otra vez, como a un hijo, los músculos tensos, la piel desgarrada, y lentamente, con esfuerzo sobrehumano,se incorporó lentamente, alzando su torso macizo hasta erguirse otra vez. La sombra de su cuerpo inmenso se proyectó sobre el verdugo como una losa. ~El soldado apretó con fuerza la empuñadura de su estoc, sorprendido. Pero cuando sus miradas se cruzaron, no vio dureza ni odio en esos ojos. Lo que encontró fue una fatiga infinita y, al mismo tiempo, un afecto inexplicable. Esa contradicción lo desarmó un instante. ~Los labios resecos del gigante se movieron, despacio: >"Tú no crees. Tú negocias." ~El verdugo parpadeó dentro del casco y frunció el ceño. <"¿Negociar?" ~El hombre asintio >"Si. Creer en lo que se ve no es fe. Es comercio." ~El hombre de latón frunció el ceño detrás del yelmo y retrocedió apenas un paso, irritado. <"¿Qué dices? Yo creo porque veo. Mis plegarias tienen respuesta. Mi dios existe. El tuyo es delirio." ~El hombre corpulento ladeó la cabeza y sonrió de costado, con esamueca sarcástica que parecía un chiste privado que nadie más entendía. Miró sus propias manos, manchadas de sangre, como si estuviera midiendo su propio peso en ellas. >"Creer en lo que se ve no es creer. Es como ponerse un penique en el bolsillo. No hay riesgo. No hay salto." Hizo una pausa larga, y sus labios secos dejaron salir el aire lentamente. "La fe verdadera es caminar sin mapa." ~El verdugo escupió al suelo., irritado. <"Hablas como un loco." >"Puede ser " ~respondió el hombre, sereno, sin defenderse, incluso con un dejo de humor en el tono. >"Pero dime… ¿cuántas veces has dudado de tu dios?" ~El silencio pesó. El viento sopló más fuerte, haciendo sonar las cadenas de sus manos contra la roca. <"Nunca " ~contestó al fin el verdugo, casi ofendido. El hombre asintió despacio, como si hubiera confirmado lo que ya sabía. Dio un paso más cerca. Su sombra casi lo cubrió entero. >"Creer sin haber dudado es como llamarse valiente sin haber sentido miedo". ~Su voz era calma, lenta, golpeando como martillo suave en hierro caliente. >"Es en la duda donde la fe se hace fuerte." ~El verdugo apretó el talismán de plata en su puño enguantado, como un niño que teme perder su amuleto. <"Yo no necesito dudar." ~replicó, endureciendo la voz <"Tengo pruebas." ~El Hombre inclinó apenas la cabeza, su sonrisa se volvió triste. >"Entonces no tienes fe. Tienes miedo de perder tus pruebas." ~El viento se calmó un instante. Se escuchó el graznido de un cuervo a lo lejos. El hombre corpulento levantó la vista al cielo gris, rajado como un vidrio, sin sol ni estrellas. Sus ojos parecían buscar algo que no estaba. Suspiró. >"No hay fe en dioses que caminan entre nosotros. No hay fe cuando los regalos son seguros. Eso es interés, vender tu llama" ~Volvió a mirarlo. >"La fe es elegir, no obedecer." ~El verdugo lo miró con desprecio, aunque sus ojos ocultos tras el casco titilaron de incomodidad. <"¿Y si todo lo tuyo es un invento?" ~preguntó, casi con furia. <"¿Y si tu dios no existe?" ~El hombre grande lo observó con una expresión casi infantil, casi dulce, inesperada en medio de tanto dolor. >"Puede que sí. Puede que no." ~Se encogió de hombros, aunque el gesto le arrancó un gemido de dolor. >"Pero sigo creyendo. No porque me convenga. No por miedo o interes. Sino porque es mi decisión." ~El verdugo retrocedió un paso. Era como si esa calma pesara más que cualquier amenaza. Y en ese mismo instante, el enorme ya no pudo sostener más el peso. Cayó sobre sus rodilla, agotado. El crujido de sus huesos fue audible. La roca aspera rodó y cayó contra el suelo con un estruendo que sacudió la cima. ~El Hombre unió sus manos otra vez, torpemente, con dificultad, temblorosas, atravesadas por hierro, mientras su respiración se hacía más corta. ~El verdugo se acercó despacio. La estoc brillaba bajo la luz gris, apuntando directo al costado descubierto del hombre arrodillado. <"Mírate" ~dijo con desprecio. >" Tu fe no te salvó. Tus plegarias fueron al viento. Eres hombre, nada más." ~El hombre abrió los ojos. Estaban hundidos, cansados, rodeados de sombras, pero aún tenían ese brillo extraño que parecía incendiar el aire alrededor, como algo imposible de sofocar. >"Ser hombre no es 'nada más' " ~susurró, apenas audible. >"Ser hombre es llevar la duda, el miedo… y aún así elegir levantarse." ~El verdugo vaciló un instante. El peso de esas palabras retumbaba más que los golpes. Su brazo tembló. Pero enseguida rugió de rabia, como si quisiera acallar algo dentro de sí, y hundió la estoc en el costado. ~El metal penetro como fuego en la carne, desgarrando carne y músculo. La sangre brotó espesa, oscura, cayendo como un río lento sobre las piedras. El cuerpo enorme se arqueó de dolor, un arco de músculos, hueso quebrado, y las cadenas resonaron como campanas. El dolor cruzó su rostro, pero el aire no se quebro, sus labios partidos pronunciaron un susurro, apenas audible El gigante dejó escapar solo un aliento profundo, último, como un suspiro eterno. No maldijo. No insultó. No rogó. ~En cambio, , que el viento arrastró hacia el verdugo: >"Por favor... perdónalo a él también." ~El verdugo retrocedió. Su respiración se agitaba dentro del casco. Sintió por primera vez que la armadura pesaba como plomo. Aquellas palabras (palabras suaves, casi frágiles) lo hirieron más profundamente que cualquier espada. ~La colina quedó en silencio. El cielo gris temblaba. El silencio no fue vacío. Fue presencia. 17/¡?
>>121877 ~El estoque salió lentamente del costado del hombre. No de un tirón, sino como si el verdugo se resistiera a soltarlo, como si su propia arma le pesara más que el acero. El chirrido del metal rozando hueso y carne se mezcló con un suspiro que heló la colina. Cada respiración del hombre era un suplicio, cada segundo un peso insoportable que se arrastraba como una montaña sobre su pecho. ~El cielo se oscureció. No fue tormenta ni trueno: simplemente, el sol se escondió detrás de nubes negras que cubrían el horizonte. Era como si la naturaleza misma hubiera callado. ~El Hombre, encadenado a la roca, alzó la cabeza una última vez. Sus labios ensangrentados se movieron despacio, como buscando fuerzas en un mar vacío. No pronunció grandes discursos, ni rugidos, ni letanías. Solo se sostuvo ahí, con la dignidad de alguien que ya había entregado todo. >"consumado es" ~El verdugo cayó de rodillas. El suelo tembló bajo el peso de su armadura. Su estoc seguía en las manos, pero le temblaban tanto que parecía un niño sosteniendo un objeto prohibido. Miró el cuerpo frente a él, y algo en su pecho, blindado por años de hierro y orgullo, se quebró. ~No hubo trueno. ~No hubo relámpago. ~No hubo milagro visible. ~Solo silencio. ~Y sin embargo, quienes estaban allí sintieron que presenciaban lo imposible. No un dios vestido de fuego ni un prodigio celestial. No. Era más terrible y más bello que eso: un hombre, solo un hombre. Pero un hombre tan humano que parecía contener toda la humanidad en sí mismo. Dolor y ternura. Muerte y dignidad. Sufrimiento y perdón. Era imposible mirarlo y no sentir que se estaba contemplando algo más grande que la suma de la carne y los huesos. ~Tú, Gerardo, lo sentiste también. El peso del aire se volvió insoportable. Dolor, sí, como si cada latigazo que lo había desgarrado hubiera marcado también tu piel. Culpa, porque tú estabas allí, testigo obligado de algo que no merecías ver, como si tu silencio te hiciera cómplice. Tristeza, infinita, por la visión de aquel hombre destruido. Pero al mismo tiempo, algo inesperado se abrió paso: una paz inmensa, un río secreto que atravesaba el pecho y purificaba por dentro. ~Ese sufrimiento no se sentía como derrota, sino como semilla. Una semilla plantada en la tierra de la humanidad, que nadie podría arrancar jamás. ~El hombre jadeaba. Cada respiro era un trueno apagado, una montaña que se desplomaba dentro de él. Su garganta se sacudió, y sus labios se movieron una última vez: >"En tus manos encomiendo mi llama..." ~Su cabeza cayó hacia un lado. Y el silencio regresó como un manto absoluto. ~El verdugo de latón dejó caer la estoc. El hierro chocó contra la roca y el sonido resonó como una campana fúnebre. Sus manos, antes firmes y crueles, ahora temblaban como hojas. Detrás del yelmo con el rostro burlón, nadie vio sus lágrimas. Pero allí estaban: gruesas, invisibles, corriendo en secreto por un rostro que por primera vez se sabía humano. ~El verdugo, roto, murmuró para sí mismo, casi sin voz: <"Verdaderamente.... este era más que un hombre." ~Las horas se estiraron como siglos. Nadie se movía. La penumbra se volvió noche prematura. El viento, antes brutal, se volvió helado y cortante. Solo quedaba el verdugo, de pie, clavado en la colina como un árbol seco. Frente a él, el cuerpo caído. Y en ese silencio eterno, comprendió que nada volvería a ser igual. ~Entonces, sin aviso, todo se detuvo. ~No el viento, no el tiempo. Todo. ~El verdugo ya no estaba. ~Los buitres no se movían. ~El polvo flotaba inmóvil en el aire, como suspendido por un pincel invisible. ~Tú te encontrabas solo en esa visión. Y de pronto, sentiste algo sobre tu hombro: una mano grande, pesada, pero curiosamente suave, que te tocaba con la delicadeza de un padre despertando a un hijo de una pesadilla. ~Giraste despacio.
[Expand Post]~Y lo viste. ~No estaba roto, ni deshecho, ni mugriento. No lo viste “curado”, no era eso. Era él mismo, entero, como debía ser. Su cuerpo era enorme, macizo, una escultura viva, gordo, pero a su vez músculoso y cicatrices antiguas que hablaban de batallas pasadas. Sus manos seguían siendo callosas, marcadas por el trabajo y el combate, pero firmes, seguras. Su rostro, amplio, escultórico, tenía arrugas de vida, no de derrota. La calva brillaba bajo una luz que no sabías de dónde venía, y en su boca había esa sonrisa ladeada, casi sarcástica, como una mueca que parecía a la vez burla y amabilidad. ~Pero fueron sus ojos los que te desarmaron. Eran ojos de padre. Afables, cálidos, cansados quizá, pero con esa profundidad que no juzga: que ve todo y aun así acoge. ~Era esa mirada la que hacía que lo sintieras no como un extraño, sino como alguien a quien habías esperado toda la vida sin saberlo. Esa sensación absurda, infantil, como cuando un niño mira a un héroe y cree que nada malo puede pasar mientras él esté ahí. >"jum, Chico...." ~dijo con voz grave, firme, pero con una dulzura que atravesaba las costillas. >"Tú no deberías estar aquí." ~Te sonrió, ladeando la boca, con esa mueca medio irónica que parecía esconder un chiste. >"Dime..." ~añadió, con un suspiro que no era reproche sino cariño >"¿qué es lo que te atormenta tanto? ~Su mano siguió sobre tu hombro, no presionando, sino afirmando, como si pudiera sostenerte sin esfuerzo. Y fue en ese instante, que tu cuerpo cansado, enfermo, débil, ese cuerpo que habías sentido tan cerca de la muerte, dejó de pesar. ~No estabas curado. Tus huesos seguían viejos, tus músculos agotados, tu carne frágil, tus pulmones muertos. Pero algo cambió. Era como si esa sonrisa ladeada, ese contacto de padre, hubiera traspasado tu piel hasta los huesos, y hubiera encendido una chispa olvidada. No alivio completo, no salvación física. Pero sí una paz extraña, contagiosa, como un fuego secreto que te decía 'no importa que duela, aquí estás, y eso basta.' ~El aire se volvió cálido a tu alrededor. No había tumba, ni verdugos, ni sangre, ni multitud. Solo él y tú. ~Y su pregunta, flotando en el aire, esperando tu voz: "¿Qué es lo que te atormenta tanto?" ~El silencio quedó abierto, invitando tu respuesta. 18/...
>>121878 Otro dia mando el "Sueño" de Was y de Misella, ya les deje parrafones de mucho texto que no llevan a nada """
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>mcc toneladas de texto rico, sigue asi oputo que creo que ya rompiste el record de mas turnos mandados que tenia Bloodlinefever kek
>>121880 Kirby se va a querer cortar la poronga cuando le toque leer este hilo.
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>>121881 KEK es verdad. A ver cómo resumo eso... Tu rol es calidad, OP. Que lo sepas. Disculpen este post de lurker
>>121878 La Polilla Was vuela https://youtu.be/TzsoNUmlO8A ~La noche es un charco. No hay cielo, solo un espejo oscuro que gotea desde lo alto, confundiendo las luces con el agua y el humo con la niebla. La lluvia cae como una rutina vieja, como una costumbre que nadie recuerda haber empezado. Gotea desde los letreros de neón, desde las ventanas abiertas, desde los tejados oxidados donde los gatos pelean por la nada. ~El aire huele a aceite, a orina vieja, a metal mojado y pan quemado. Cada respiración te deja un sabor agrio en la garganta, como si estuvieras tragando óxido. Las calles brillan bajo los faroles anaranjados, esa luz enferma que no ilumina del todo, que solo resalta las sombras. ~Un periódico pegado al suelo por la lluvia muestra la cara de un político sonriente, deformado por el agua, con los ojos borrados. A un lado, una rata corre con algo en el hocico (no sabes si es pan, o un pedazo de alguien. El agua baja lenta por los desagües, arrastrando colillas, hojas, sangre diluida. ~La ciudad no duerme, pero tampoco está despierta. Respira con un ruido irregular, entrecortado, como un viejo asmático que se niega a morir. ~A la vuelta de la esquina, una mujer con un abrigo demasiado delgado intenta cubrirse con un bolso. Tiene las medias rasgadas, y bajo el farol se ve el brillo de su piel húmeda. Mira de reojo a los coches que pasan, pero ninguno frena. Solo una carcajada de hombres en un portal le responde. Ella los ignora, se encoge y desaparece en la oscuridad. ~En la otra acera, un chico con los ojos vidriosos, se apoya en una pared grafiteada. El grafiti dice “Dios está mirando”, pero la lluvia ha borrado casi todo. El chico sostiene una jeringa, vacía, como si fuera una promesa rota. ~Unos metros más allá, un hombre cae al suelo. Dos sombras se apartan corriendo. Un grito, un golpe sordo. Nadie se detiene. El cuerpo queda tendido, un charco nuevo mezclándose con el resto. ~La lluvia sigue cayendo, y tú sigues allí, observando, como si la ciudad se desplegara ante ti como un recuerdo ajeno, un sueño que no te pertenece pero que conoces de memoria. ~El aire vibra, un trueno lejano retumba, y el ruido de un motor viejo se mezcla con el murmullo de las gotas. Entonces lo ves. ~Un taxi amarillo, oxidado, emerge de la niebla. ~Las luces delanteras cortan el vapor del asfalto como cuchillas sucias. El vehículo avanza despacio, casi flotando, hasta que pasa por un charco profundo y lanza una ola de agua sucia contra los peatones. Nadie protesta. Nadie mira. Solo sigue su camino, temblando, como si el propio coche estuviera enfermo. ~El limpiaparabrisas se mueve con un ritmo cansado, dejando más barro que limpieza. Y de algún modo, sin recordar cómo, tú ya estás dentro. ~El interior huele a tabaco rancio, sudor seco y cuero viejo. La tela del asiento trasero está rasgada en varios lugares, y una esponja amarillenta asoma por los agujeros. Hay manchas oscuras, pegajosas, que prefieres no tocar. Mejor no preguntar. ~Frente a ti, el respaldo del asiento del conductor está cubierto con recortes de revistas: piernas, labios, miradas congeladas en sonrisas baratas. Todas pegadas torpemente, superpuestas, algunas amarillentas por el tiempo. Un collage de deseos mal impresos, deshechos por el calor y la humedad. ~En el parabrisas también hay fotos, sujetas con cinta. Una mujer en bikini que ya casi ha perdido el color. Una postal de playa que jamás existió. Una estampa religiosa, ennegrecida por el humo. ~El conductor no se gira, no te mira. Solo lo ves de perfil: un brazo peludo, fuerte, con un reloj barato y varios anillos. El cigarrillo cuelga entre los dedos, dejando una estela azulada que se confunde con el vaho del interior. Con esa misma mano, cambia las marchas con torpeza, sin dejar de fumar. Con las rodillas sostiene el volante, y con la otra mano, la izquierda, deja que el aire húmedo entre por la ventana abierta, aunque afuera la lluvia cae con furia. Algunas gotas salpican su antebrazo, y parecen no importarle. https://youtu.be/PpPYEqbeznM ~El sonido de la radio llena el coche. Una melodía lenta, con percusión de tambor suave, cuerdas que vibran como un corazón cansado. Una voz canta en un idioma que no entiendes, con un ritmo que parece moverse entre el humo. La música vibra en el pecho, no en los oídos. Algo en esa cadencia te resulta familiar, como si la hubieras escuchado en otra vida. ~El conductor da una calada larga, exhala por la nariz, y el humo dibuja un velo gris frente al espejo retrovisor. En ese espejo ves un destello de su rostro, pero no logras distinguirlo. Los ojos son sombras, la boca apenas una línea. Solo notas el brillo húmedo de la piel, el parpadeo de los faroles que se reflejan en su mejilla. ~La ciudad se despliega más allá del vidrio empañado. Las luces de los letreros titilan como insectos atrapados. Hay un teatro con las letras a medio apagar. Una marquesina dice “Tonight only”, pero no se ve qué función anuncian. La acera está llena de botellas rotas, charcos que reflejan el neón rojo, azul, verde. Los taxis se cruzan como insectos dorados bajo la lluvia. Un perro husmea un cubo de basura volcado.
[Expand Post]~El taxi gira, y las ruedas resbalan en el asfalto. Pasas frente a un cine. En la entrada, dos adolescentes se besan bajo el toldo, la lluvia dibujando sombras sobre sus rostros. Un viejo limpia con un trapo la puerta del local vecino, sin dejar de mirar el suelo. ~El aire dentro del coche está tan denso que parece líquido. Te cuesta respirar. El cigarro del conductor parpadea en rojo cada vez que inhala. No dice una palabra. Solo el ruido del motor viejo, los limpiaparabrisas arrastrando barro, y esa canción en un idioma ajeno llenan el espacio. ~Te miras las manos. No sabes si son tuyas. Hay un leve temblor en ellas. En la ventana, tu reflejo es un borrón. Los vidrios están empañados, pero detrás de ellos, las luces de la ciudad parecen latir, como si respiraran contigo. ~El taxi se detiene en un semáforo. El sonido de la lluvia se intensifica, tamborileando sobre el techo. Afuera, una pareja discute bajo un paraguas. Ella llora, él gesticula. La voz de la mujer se pierde en el ruido. Un policía cruza la calle sin mirar a nadie. ~En el asiento delantero, el conductor golpea el volante con los nudillos al ritmo de la canción. Luego, sin girarse, dice algo. Su voz es ronca, grave, como si viniera de un túnel muy largo. No entiendes las palabras. Su idioma no es el tuyo. Pero el tono... el tono suena familiar, como si te hablara con cariño. ~El semáforo cambia, el taxi arranca con un chirrido de neumáticos. El agua del asfalto salpica los vidrios, la ciudad entera se disuelve en reflejos. ~Cruzan un puente. Debajo, el río parece un espejo roto, lleno de luces amarillas y pedazos de oscuridad. Una sirena suena a lo lejos. El conductor abre un poco más la ventana. El aire frío entra y te corta la cara. El cigarro cae al suelo, se apaga entre los pedales. Él no se inmuta. ~Te das cuenta de que el velocímetro no marca nada. El reloj del tablero está detenido en las 3:17. La radio sigue sonando, pero ahora la voz del cantante parece murmurar directamente en tu oído, como si se hubiera metido en tu cabeza. ~Los edificios se estiran, las calles se repiten. Crees reconocer una esquina, luego otra, pero todo parece igual. El taxi gira siempre a la derecha. Siempre. ~El cansancio empieza a pesar en tus párpados. El sonido del motor se confunde con la lluvia. El humo con la niebla. Tu respiración con la del conductor. ~Y por un instante, crees ver algo en el espejo. No su rostro, no exactamente. Una sombra, una sonrisa... una mirada que no es amenazante ni humana del todo. Algo que parece conocerte desde antes de nacer. ~El coche sigue avanzando, lento, interminable. Las luces del neón se mezclan con el vapor. La lluvia se vuelve más fina, más ligera, casi como ceniza. ~No sabes hacia dónde vas. ~No sabes si alguna vez subiste al taxi. ~No sabes siquiera que es un taxi, solo se asume. ~Solo sabes que la ciudad sigue allí, infinita, girando dentro de sí misma, mientras el conductor tararea la canción, marcando el ritmo con los nudillos sobre el volante. ~..... ~Los faroles pasan como cuchillos anaranjados a través del vidrio sucio. La ciudad quedó atrás hace rato: ya no hay letreros, ni peatones, ni ruido de sirenas. Solo una hilera interminable de edificios grises y tiendas cerradas, persianas metálicas cubiertas de grafitis y anuncios rotos que el viento mueve como lenguas muertas. ~De pronto, un chasquido. Dos dedos chocan, secos, cerca del espejo retrovisor. El conductor, con ese brazo velludo y el cigarro colgando de los labios, suelta una risita. <"Eh, eh...." ~Dice, arrastrando la voz con ese tono aspero. <"¿Viste la luna, chaval? Mira, mira qué linda, ¿eh? Parece una moneda de cobre toda torcida... aunque con el smog que hay, a saber si no es una farola quemada." ~Se ríe solo, con una tos breve que parece el escape del motor. Tú miras por la ventanilla, pero el cielo apenas existe: solo una mancha gris que brilla débilmente detrás de las nubes. <"La luna...." ~Repite, como si probara la palabra. <"Antes salías a verla y te inspirabas, ahora sales y te roba el coche un nigeriano antes de que levantes la vista. ¡País de mierda!" ~Golpea el volante con la palma, pero sin rabia, más como un gesto teatral. El humo del cigarro flota espeso entre los dos. <"Bah, antes esto era una ciudad de verdad, ¿sabes? Se podía caminar tranquilo, pedir un café, mirar a la gente. Ahora todo son móviles, caras de muertos, nadie se mira. Y esos políticos..." ~Escupe por la ventana. <"Ni pa’ ladrón sirven. Al menos antes te robaban con estilo, ¿me entiendes? Ahora ni eso." ~Suelta una carcajada que llena el taxi. Te mira de reojo por el espejo, pero sus ojos siguen siendo sombras. <"Tú no hablas mucho, ¿eh?" ~Dice, alargando las palabras. <"Me gusta, me gusta... la gente callada. Escucha más. Aunque cuidado, que el que escucha demasiado acaba oyendo lo que no debe." ~Una curva cerrada. El taxi se inclina, chirría. El cigarro cae, lo recoge con dos dedos sin mirar, se lo vuelve a poner en la boca. <"¿Sabes qué pasa, colega?" <"El mundo se ha ido a la mierda, pero bien. Antes la gente tenía oficio, orgullo. Ahora todos.... ¡Bah! ¡Si no saben ni limpiarse el culo!" <"La industralisacion mato la penegrinacion, para mejorar en tu rubro" 19/...
>>121911 ~Se ríe, golpeando el volante con los nudillos. El aire afuera se vuelve más oscuro, más espeso. Los edificios desaparecen. Solo quedan postes viejos, campos baldíos, una carretera agrietada que se pierde en la niebla. <"Pero mira que te digo una cosa" <"Tampoco hay que tomarse todo tan en serio, ¿eh? La vida... ~inhala. <"la vida es un chiste malo contado por un tipo que no sabe reírse." ~Hace una pausa. Exhala el humo, que flota como una nube azul frente a ti. "Tú trabajas, sudas, te enamoras, te joden, envejeces.... y al final, pum. Te entierran y ni flores te ponen. Y eso si tienes suerte, que si no, te reciclan pa’ pienso de gato." ~Se ríe de nuevo. El olor a tabaco y humedad se mezcla con algo más: un hedor agrio, pesado, que parece venir del asiento trasero. ~El taxista olfatea el aire, frunce el ceño y suelta un bufido. <"Hostia... ¿qué es ese olor?" ~pregunta, entre serio y divertido. <"¿No me digas que te has cagao, chaval?" ~Él suelta una carcajada sonora, golpeando el volante. <"¡No te avergüences, hombre! A mí me ha pasado. Una vez, en un turno de dieciséis horas... me cagué de pie, lo juro por mi madre. Y ni me paré, ¿eh? Seguí conduciendo. ¡Profesionalidad, eso es lo que falta ahora!" ~Ríe tan fuerte que el cigarro casi se le cae. Después suspira, mira al frente, y su voz se vuelve más baja, casi melancólica. <"¿Sabes qué es lo peor, chaval? Que uno se pasa la vida intentando no apestar. Y al final...." ~da una calada profunda. >"al final todos olemos igual. Miedo, sudor, soledad. Da igual el perfume que uses." ~El coche sigue avanzando. Afuera ya no hay ciudad. Solo un paisaje deshecho: torres eléctricas oxidadas, letreros caídos, una fábrica abandonada con las ventanas rotas. La lluvia ahora es más fina, pero no deja de caer. ~El taxista baja un poco la radio. La canción de antes sigue sonando, más lejana, como si viniera desde el fondo del agua. <"Te voy a decir una cosa, colega" murmura, con ese tono de confesión que no pide respuesta. <"Todo esto que ves...." ~hace un gesto con la mano, abarcando la oscuridad. <"es un truco. Una mala broma. Nos hacen creer que la vida va en línea recta, que conduces y llegas a algún sitio. ¡Mentira! Das vueltas y vueltas. Siempre el mismo semáforo, la misma esquina, la misma mierda."
[Expand Post] ~Su voz se vuelve grave, casi solemne, aunque la arrastra con ese deje torcido. <"Y un día, sin darte cuenta, el camino se acaba. Pero sigues pisando el acelerador porque no sabes qué otra cosa hacer. Y ahí..." ~da un golpe suave al volante. <"ahí es cuando te das cuenta de que no hay destino. Solo trayecto." ~Silencio. ~El ruido del motor llena el vacío. ~El cigarro se ha consumido hasta el filtro. <"Claro, claro...." ~retoma, riéndose de sí mismo. <"Mira al poeta que me he vuelto, jaja. Si mi mujer me oyera, me mete el cenicero en la cabeza." <"Era una molestia, todo el dia hablando y quejandose.... Que dios la tenga en su gloria" ~La carretera empieza a estrecharse. A los lados, los postes desaparecen. Solo oscuridad. Solo el sonido del motor y esa voz que ya no parece humana del todo. <"¿Sabes qué es lo más jodido de todo, chaval?" ~dice, sin mirarte. <"Que cuando uno se acostumbra al viaje, cuando por fin aprende a no mirar atrás.... el coche se para." ~Da una última calada. Tira el cigarro por la ventana. El taxi frena suavemente. ~La luz del tablero parpadea, luego muere. El silencio es tan profundo que puedes oír tu propia respiración. El taxista se reclina un poco, suspira. Su silueta es apenas una sombra contra el parabrisas. <"Ya llegamos" "...." "No, no te preocupes, paga la casa." ~Se ríe bajito, una risa que se va deshaciendo como el humo. Luego abre la puerta. Un aire frío entra, y por un segundo ves la forma de su perfil, iluminada por la luz exterior: un rostro que no debería ser desconocido.... y, sin embargo, lo es. "... ~Cuando parpadeas, ya no está. Solo el asiento vacío, el cigarro aplastado en el suelo, y el rumor de la lluvia. ~Abres la puerta, bajas. El taxi detrás de ti empieza a apagarse, primero las luces, luego el motor, luego todo. ~El silencio se hace absoluto. ~Todo desaparece. .... .. = = = ~Una imagen se dibuja, No sabes si es una vision, o un recuerdo olvidado... Pero se siente personal... ~De metes en los ojos... de una criatura. ~.... ~El barro estaba húmedo y pegajoso, aplastado contra el lomo de la criatura. Cada respiración la hacía temblar, y cada temblor levantaba un olor terroso y húmedo que se mezclaba con la tensión en el aire. A su alrededor, un círculo de hombres y mujeres se movía como un enjambre de insectos rabiosos, gritando palabras denigrantes. “¡Monstruo!”, “¡Maldito!”, “¡Abominación!”. Sus manos blandas y fuertes al mismo tiempo lanzaban piedras, palos, cualquier objeto que pudiera lastimar. La criatura apenas podía sostener los ojos abiertos, intentando entender: ¿por qué la ira de otros debía lacerar su piel si no había hecho daño alguno? ~El primer guijarro golpeó su hombro y la vibración recorrió su cuerpo entero. Dolía, sí, pero la impresión más profunda era otra: el miedo que emanaba de los ojos de todos los presentes, como si temieran que su indignación los identificara. Otro golpe, más fuerte, le sacudió la espalda, el barro y la sangre se mezclaron en líneas oscuras sobre su piel negra. La multitud parecía un solo organismo de odio, un río que avanzaba ciego y brutal. ~Pero entonces, algo cambió en el aire. Un silencio pesado y extraño se abrió entre los gritos, como si la misma tierra contuviera la respiración. El barro se pegó más a la piel de la criatura, sus manos temblaron, y de entre la polvareda apareció él. https://youtu.be/QkeLGnAr36A ~Al principio no se distinguía en detalle. Solo se percibía la forma, más alta y ancha que cualquier ser humano conocido, su paso firme como martillos sobre piedra, haciendo vibrar el suelo húmedo. Luego el contorno: un hombre calvo, enorme, con hombros amplios y espalda recta, que avanzaba con tal presencia que la furia de la multitud comenzó a vacilar. Sus ojos brillaban con una calma que parecía imposible de sostener para alguien humano, y su rostro, marcado por cicatrices antiguas, emanaba una mezcla de ironía, cansancio e indignacion, vergueza. ~Se colocó delante de la criatura, abriendo los brazos como un muro vivo. La primera piedra que voló en su dirección no lo hizo retroceder. La segunda lo golpeó en el hombro y formando un moreton, pero siguió firme. No había miedo, no había furia: solo la decisión de proteger, de ser el escudo contra la violencia ciega. >"¿Esto llaman justicia?" ~tronó su voz, grave y profunda, resonando como un trueno contenido. >"¿Castigar a quien no puede defenderse? ¿Torturar lo que es débil para consolar sus propias culpas?" ~La multitud, confundida, no sabía cómo responder. Algunos se detuvieron, y por un instante, el círculo de odio pareció vacilar. <"¡Se lo merece!" ~gritó una mujer, levantando un palo manchado de barro. <"¡Es un monstruo, un error de la naturaleza!" <"¡Apártate de mi camino!" ~gritó un hombre mayor, y los que lo rodeaban comenzaron a empujar más fuerte a la criatura, intentando aplastar su cuerpo contra el barro. El Hombre no retrocedió. Su mueca sarcástica se dibujó, una sonrisa leve, irónica, mientras la sangre caía de su frente por los piedrazos. >"¿Apártame?" ~dijo con calma. >"No soy yo quien debe apartarse. ¿Acaso es justicia humillar, golpear y temer a lo que no entienden?" ~Las piedras continuaron cayendo, y el barro se convirtió en un lienzo rojo y marrón sobre su piel. Cada golpe resonaba como un grito del mundo, pero él permanecía firme. Se inclinó ligeramente hacia la criatura, como para susurrarle, y dijo con voz que solo quienes estaban cerca podían escuchar: >"Aguanta pequeño. No estás soo." ~Y luego, volvió su mirada hacia la turba, y su voz se alzó: >"¡Ustedes! ¡Sí, ustedes que se creen fuertes solo porque alguien débil está delante! ¿Quién les enseñó a llamar justicia a la violencia? ¿Quién les dio permiso para descargar odio sobre lo que no puede defenderse?" ~Un murmullo surgió entre los más cercanos, y uno de los hombres lanzó un palo directo a su pecho. La madera golpeó, se astilló, y la sangre manó. El Hombre ni siquiera parpadeó, pero su pecho subió y bajó con un jadeo contenido, marcando cada latido como si fuera un martillo sobre la conciencia de la multitud. <"¡Es una bestia!" ~gritó un joven, y otros lo repitieron. <"¡No merece vivir!" ~El Hombre se inclinó levemente hacia ellos, la gravedad de su presencia como un muro de roble. >"¿Aberración? " ~dijo con voz que retumbaba. >"No es esta criatura la que debe ser juzgada. ¡Son ustedes! Ustedes que destruyen lo débil, que confunden fuerza con crueldad, que creen que dominar es un derecho!" ~Silencio. La turba retrocedió un paso involuntario. Sus ojos comenzaban a descubrir algo que la furia había bloqueado: un reflejo de sí mismos en aquel hombre que recibía golpes sin retroceder. <"¿Qué derecho tienes tú de decidir quién vive o quién muere?" ~gritó un anciano, arrugado por la edad y la rabia. <"¡Tú también sangras! ¡Tienes carne como nosotros!" ~El Hombre bajó la cabeza, respiró hondo, y luego la levantó, mirando uno a uno a los presentes. Su voz se elevó con claridad. >"Sí, tengo carne, y sí, sangro, porque soy mortal, soy humano, y este ser es mas humano que ustedes y que yo. Y nadie tiene el derecho de desidir quien vive o muere, ni tu, ni yo, ni nadie. Pero mi fuerza no es para destruir.... ¡es para proteger! Mi juicio no recae sobre lo que no puede defenderse. Ustedes son los que deben mirarse al espejo." <"¿Quién eres tú para decidirlo?" ~intervino otra voz, joven, desafiante. "Nadie nos dio tu permiso para ser nuestros jueces." >El Hombre avanzó un paso, su brazo se levantó lentamente, señalando a la criatura. >"Mírenla. ¿Ven resentimiento en sus ojos? ¿Ven maldad? No. Solo hay vida, frágil y pura. Si me golpean a mí, si me hieren con sus piedras, la vida que intento proteger no sufrirá por culpa de su odio. Pero ustedes.... su odio sí les corroe el alma. ¿Quién es el monstruo ahora? <"¡Es débil, Repugnante!" ~gritó un hombre, levantando un tronco. <"¡Y los débiles no deben vivir entre nosotros!" 20/joder
>>121912 ~El Hombre no retrocedió. La piedra que golpeó su hombro hizo que el barro y la sangre se mezclaran en líneas oscuras, pero él solo respiró profundo, como un árbol que absorbe tormenta y no se quiebra. >"Ustedes confunden debilidad con culpa, miedo con derecho. Yo recibo el golpe, yo sangro, yo tiemblo... pero jamás me volveré juez de lo que no comprendo. Yo no soy su verdugo." ~Su mirada era tan intensa que el suelo parecía inclinarse hacia él. ~La multitud, confundida, empezó a murmurar. No sabían cómo enfrentar aquella presencia que no se defendía, que no gritaba ni castigaba, y que aun así, los juzgaba más profundamente que cualquier castigo que pudieran infligir. ~El Hombre respiró profundamente, apoyando una mano ligeramente sobre el barro, firme, sólida. >"Ustedes..." ~dijo con voz grave y pausada. >"ustedes llaman justicia al odio. Llaman verdad al miedo. Llaman fuerza a la destrucción. Pero la vida no es suya para quebrantar. ¡No hoy, no aquí!" ~Un silencio pesado cayó entre la turba. Algunos comenzaron a apartarse, otros se quedaron inmóviles, tratando de entender lo que veían. La sangre en su piel, los moretones y los cortes, el barro que cubría sus hombros... nada de eso parecía importarle. Solo importaba la decisión de proteger, de no ceder ante la violencia, de permanecer humano aun cuando todos los demás no lo eran. Pero ¿qué es más humano, sufrir por proteger al débil, o ceder al odio y llamarlo justicia? ~Y entonces, un hombre corpulento, de rostro enrojecido por la furia, levantó una piedra enorme y la sostuvo como si fuera una extensión de su brazo. <"¡Tú no tienes derecho!" ~gritó, con la voz rota por el odio. <"¡No eres juez, no eres dios, ni salvador! No me vas a dar sermones con tus cuentos dantasiosos, esa criatura bastarda es una aberracion ante los ojos de los señores, un peligro para la sociedad, un epcado encarnado, nacido del enjendramiento del mismo demonio" ~El Hombre, respirando con calma, miró a los ojos del hombre. La sangre todavía goteaba de su frente, sus hombros ardían, y su pecho subía y bajaba con cada respiración. Sus brazos abiertos seguían siendo un muro protector, pero su voz ahora tenía un peso distinto, una fuerza que no era la de un grito, sino la de alguien que ha vivido todo y aún así elige mantenerse humano. >"No estoy aquí para decidir quién vive o muere. Estoy aquí para recordarles lo que olvidaron hace mucho... que la fuerza no es para aplastar, sino para proteger. Que el odio no es justicia, y que el miedo no es verdad." <"Deja tus sermones baratos sacados de un bardo" ~exclamó una mujer, arrojando un palo. <"¡No hay verdad! ¡No hay justicia! ¡Solo existe el que gana y el que pierde!. Tu no eres dios para hablarnos de moral." ~El Hombre dio un paso adelante, y con cada movimiento, el barro y la sangre sobre su piel parecían fusionarse con su humanidad, transformando su dolor en un muro de presencia que la turba no podía atravesar. Su voz se elevó, clara y profunda, como un trueno que retumba bajo la tierra: >"¡Moral?? Todo lo que creen saber es una ilusión. ¡Todo lo que llaman orden es solo miedo disfrazado! ¿Quién de ustedes soportaría lo que yo he soportado por amor, por protección, por humanidad?" ~La multitud se tensó. Algunos intercambiaron miradas, otros empezaron a dudar, pero la mayoría simplemente rugía más fuerte. Una lanza alcanzó su hombro y le abrió una herida fresca. La sangre bajó, y aun así, él no retrocedió. <"¡Sufres como nosotros!" ~gritó un joven, apuntando a su rostro. <"¡Sangras como nosotros! ¿Entonces qué te hace mejor que nosotros?"
[Expand Post] ~El hombre respiró hondo, inclinó ligeramente la cabeza, y luego la levantó, su mirada atravesando a cada uno de ellos, firme y compasiva al mismo tiempo. >"No soy mejor. No soy más fuerte. Pero sí he elegido no usar mi fuerza para destruir. He elegido cargar con el dolor que no me pertenece, y no porque sea noble, sino porque puedo. Porque si alguien que puede actuar con justicia no lo hace, ¿quién entonces llevará la carga del mundo?" ~El hombre mayor frunció el ceño, con incredulidad: <"¿Elegir? ¡No hay elección! Deja tus mariconeadas" ~El Hombre avanzó un paso más, dejando que su sombra cubriera toda la turba, como un muro que no se quiebra, y habló con un tono ya no sueave, ahora estaba ofendido. >"Talvez ustedes no tengan eleccion, pero no por no sangrar o no temer... sino por no saber qué hacer con lo que tienen. Por no tener el coraje de cargar con el peso que ustedes mismos crean. Ustedes mismos limitan su voluntad" <"¿Qué dices?" ~intervino una mujer, con lágrimas mezcladas de miedo y rabia. <"¿Que somos cobardes? ¡Que somos inútiles!" >"No" ~respondió él, y la calma de su voz era aún más penetrante que el estruendo de las piedras. >"Ustedes no son cobardes ni inútiles. Solo están perdidos. No saben que la mano que levantan para herir puede ser también la mano que protege. No saben que la fuerza que poseen puede elegir no destruir. Y eso, aunque les pese, es poder." ~La multitud se movió, confundida, y alguien lanzó otra piedra, que rebotó en su pecho, sin provocarle retroceso. La criatura observaba desde el suelo, viendo cómo cada golpe no cambiaba la firmeza del Hombre, sino que parecía darle aun mas recistencia. <"¿Poder?" ~Dijo un hombre mayor, con incredulidad, golpeando su bastón contra el suelo. <"¡Esto no es poder, esto es locura!" <"No te metas donde no te incunbe" <"Estas fuera de lugar, como un niño, ahora vete!!." ~Entonces el gran hombre bajo sus brazos, y caminando con colera se acerco al anciano. Sus pasos temblaron el anciano tambaleo, se callo al suelo, el hombre levanto sus puños y...sus puños golpearon el aire, y la tierra tembló, pero no al anciano, sus ojos solo lo miraban con lastima, el anciano estaba confundido. Entonces el hombre reprocho, ofendido. >"¿Fuera de lugar? ¡Yo soy el que va todos los días allí a romperse el alma, y no estoy fuera de lugar!" ~sus ojos brillaron con intensidad. >"¡TÚ estás fuera de lugar!" ~Su dedo los señala, acusativo. "¡TODO EL MALDITO MUNDO ESTA FUERA DE LUGAR!" ~su voz resonó como un trueno. ~El Hombre lo miró, y por un instante, su sonrisa se transformó en un gesto de dolor profundo. >"¿Quieres la verdad? " ~gritó, y la multitud retrocedió un paso, el miedo mezclándose con la rabia. "¿QUIEREN LA VERDAD?! ¡¡¡USTEDES NO PUEDEN MANEJAR LA VERDAD!!!." ~El hombre dio un paso adelante, tan firme que el barro crujió bajo sus botas, y su voz se elevó. >"Porque cuando levantas la mirada y te enfrentas a la realidad, donde otros se esconden de la verdad, donde otros cierran los ojos y se justifican con palabras vacías." >"Donde cuerpos de niños caídos en la guerra, pueblos arrasados por la hambruna, ciudades enteras reducidas a escombros, seres humanos pisoteados por la crueldad, por el abuso, por la indiferencia...." >"Cuando se levanta la mano para tocar la cara de lo que fue tu mejor amigo, y descubres que ya no queda nada más que ruina, que es un monton de basura...." ~se detuvo un instante, respirando profundo. >"Uno.... No sabe que hacer." "......." "..." >"¡Olvídalo, amigo!" >"Esto es el barrio chino!" ~El Hombre permaneció erguido, firme. Sufría como ellos, sangraba como ellos, pero elegía mantenerse. Un silencio mortal se extendió. La turba no sabía cómo responder. Habían esperado una persona que venciera con fuerza, un salvador que los humillara, pero no esto: un hombre que los miraba sin odio, que cargaba la verdad y el dolor, y que les decía que ellos estaban equivocados. <"...." ~La turba quedó congelada, sin saber qué hacer, confundida. Las piedras caían al suelo sin fuerza, y el silencio era pesado. <"¡Basta de palabras!" ~gritó un joven, lleno de desesperación. <"¡No te entendemos!" ~El hombre respiró hondo, mirando a cada uno de ellos, y luego a la criatura. La agarro en sus brazos, con cuidado, y se marcho. >"Esto, esto es la luz del Señor. No porque sea brillante, no porque ilumine el cielo.... sino porque incluso en la ruina, en el odio, en la sangre que han derramado, alguien puede elegir no corromperse. Alguien puede elegir ser humano cuando todos los demás han olvidado cómo." ~Murmuro mientras se marchaba ~......... == = = 21/?¡
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>>121913 ~El silencio te envuelve. Solo escuchas tu respiración, un eco leve en la oscuridad. Entonces das un paso. El suelo cruje. Otro paso. El sonido es seco, arenoso: el pedregullo que se incrusta entre tus dedos descalzos. Pequeñas piedras frías se pegan a la piel húmeda, y cada paso vibra con un murmullo que parece venir desde dentro de la tierra misma. ~Sientes el aire. Una brisa lenta, fría, que pasa entre tus piernas, entre tus manos abiertas. Algo roza tu piel, algo fino, blando, que se desliza como el tacto de un animal dormido. ~Abres los ojos. ~La oscuridad no es completa. Hay luz. ~La ves. ~La luna. ~Enorme. ~Redonda. ~Llena como un ojo que observa desde el centro del cielo. ~Su brillo cae sobre todo con una dulzura imposible, un resplandor que no hiere, que acaricia. Los cráteres, visibles como cicatrices antiguas, parecen moverse, respirando. Sientes un vértigo ligero: la distancia parece mentira, como si pudieras alzar la mano y tocarla, sentir su frío, su polvo antiguo. La luz se derrama sobre ti, blanca con un tono de plata, envolviéndote en una claridad maternal. Todo se baña en su resplandor. ~Miras alrededor. ~Estás en medio de un campo infinito de trigo. El horizonte no tiene borde: solo una extensión dorada que respira con el viento. Cada espiga se mueve, inclinándose, levantándose, formando olas lentas que viajan por el mar vegetal. El sonido es suave, un susurro que se mezcla con la brisa. El trigo, bañado por la luz lunar, parece arder sin fuego. Un brillo dorado pálido, vivo, que hace que el campo parezca un océano hecho de luz y silencio. ~El aire huele a tierra fresca, a humedad nocturna, a algo puro, anterior al tiempo. ~Tomas un paso hacia adelante. Las espigas te rozan las piernas, te acarician el torso, los brazos. Sientes cómo cada una vibra al contacto, dejando una estela de frescura en la piel. Tus pies dejan huellas, y el trigo se inclina, cediendo a tu paso como si te reconociera. ~Y entonces, lo notas. Un tirón en la espalda. Un peso familiar. ~Tus alas. ~Por instinto, se abren. Se estiran torpemente, rasgando el aire con un crujido seco. El sonido es mitad hueso, mitad seda rota. Al moverse, su textura te sorprende: frágil, áspera, como papel quemado en los bordes. Y, sin embargo, están ahí. ~Duelen. ~Pero existen. ~Un estremecimiento recorre tu cuerpo. La luna se refleja sobre sus alas, y por un instante, parecen de cristal. Luego tiemblan, se encorvan, vibran. ~Das otro paso. Y otro. Cada vez más rápido. El viento sopla más fuerte. El trigo se abre a tu paso, ondulando a los lados como un río dorado. Tus pies apenas tocan el suelo; tus brazos se abren, instintivamente buscando equilibrio. Tus alas se mueven torpemente, se sacuden, lanzando diminutas escamas al aire, que brillan como polvo de estrellas en la luz de la luna. ~Empiezas a trotar. Sientes el aire cortarte el rostro, la fuerza creciente del impulso. Tus pasos se vuelven saltos. ~Uno, dos...
[Expand Post]~Tus alas se baten. ~El suelo desaparece. ~Por un momento breve (tres segundos, quizás) el mundo se detiene. ~Planeas. ~El campo se aleja bajo tus pies, y sientes la sensación más antigua, más pura: caer sin caer. ~Luego vuelves al suelo, el impacto suave del trigo que se abre para recibirte. ~No te detienes. ~Te levantas. ~Corres. ~El viento ahora es una voz que te grita que sigas. ~Tus alas, aunque rotas, responden. ~Se abren más, se tensan. ~Vuelves a saltar. ~Esta vez el aire te sostiene quince segundos, después treinta. ~El cuerpo vibra, la piel se eriza. ~El corazón late con una fuerza casi animal. ~La luna te llama desde lo alto, inmensa, hipnótica. ~Te sientes ligero. ~Te sientes real. ~Pero entonces, el dolor. Un tirón, profundo, en la base de las alas. Un desgarro. Un sonido como de tela rasgándose. Las alas se retuercen, quebradas, y el aire te abandona. ~Caes. ~El viento silba en tus oídos mientras el campo se acerca de golpe. Golpeas el suelo con fuerza, un ruido sordo, un espasmo de polvo dorado. El trigo te recibe, te envuelve, amortigua la caída, pero el dolor sigue, vivo, palpitante. Sientes el cuerpo hundido, inmóvil, respirando entre tallos aplastados. El campo alrededor parece intacto, salvo ese círculo donde quedaste marcado, donde el trigo yace vencido. ~El aire vuelve a ser lento. Frío. Silencioso.Te quedas ahí, boca arriba. El pecho sube y baja. El sabor del polvo y del metal llena tu boca. ~Y sobre ti, ~la luna. ~Tan cerca, tan inmensa, que parece ocupar todo el cielo. Su luz cae sobre tus ojos, sobre tus alas rotas, sobre cada espiga que aún se mueve en la brisa. La miras, sin poder apartar la vista. Sus bordes se disuelven, se mezclan con la noche. Por un instante, crees ver movimiento dentro de ella: sombras, luces, reflejos que palpitan como si respirara contigo. ~Tus pupilas se dilatan, grandes, rojas, tragando toda la luz. ~La luna brilla. ~Y tú la miras. ~Solo la miras. https://youtu.be/PsE4Y0EiYSM ~La luna. ~Tan inmensa que parece imposible que el cielo la contenga. Brilla con un fulgor tan puro que tu pecho se aprieta, y no sabes si lo que sientes es miedo o una ternura insoportable. La miras sin parpadear, el cuello extendido, la boca entreabierta. Su luz, fría y suave, acaricia tu rostro, las pestañas, el polvo pegado a tu piel. Es una madre que te observa, una diosa que no juzga, solo ilumina. La brisa levanta el trigo, y las olas doradas se mueven al compás de un ritmo antiguo. El sonido es un silbido leve, un canto sin voz que recorre todo el campo, rozando tu cuerpo tendido. Un escalofrío recorre tu espalda, sube por el cuello, y hace temblar tus alas rotas. Te sientas despacio. El aire está tibio, lleno del olor a tierra y savia. Sientes cada respiración como si el mundo entero respirara contigo. ~Entonces escuchas algo. Un zumbido. Leve, casi imperceptible al principio. Un sonido que conoces. El roce de alas diminutas cortando el aire. ~Miras hacia el trigo. Una sombra se levanta del suelo. Una, dos, tres... diez... cuarenta. Miles. Millones. ~De entre las espigas doradas empiezan a surgir polillas, una nube viva, palpitante, que se eleva hacia el cielo. Son tantas que el aire se oscurece, como si la noche cayera de nuevo. Cada una lleva un pedacito de luz sobre sus alas, como si reflejaran la luna. Suben, giran, se agrupan, se separan, formando una corriente, un río ascendente que vibra, que late, que respira. ~Se dirigen todas hacia la luna. Como si la siguieran. Como si la adoraran. El sonido de sus alas es hipnótico, un murmullo de millones de pequeños tambores batiendo el aire. El viento que provocan roza tu piel, levanta tu cabello, te llama. Y tú, sin pensarlo, te pones de pie. ~Tus alas arden. El dolor es agudo, seco, pero no importa. Las estiras. Crujen como ramas secas, y aun así, se abren. El aire las toca y sientes una descarga eléctrica recorrer tu cuerpo entero. ~Corres. ~El trigo se abre a tu paso, las espigas se parten, y tu respiración se mezcla con el viento. Corres más rápido. ~Saltas. ~El suelo desaparece. ~Tus alas baten con fuerza, y aunque duele, vuelas. ~Primero unos metros, luego más alto. El aire es frío y te corta la piel, pero la sensación es de libertad. El campo se hace pequeño debajo de ti, una manta dorada que se aleja. La luna, arriba, te llama con su resplandor. Y entre tú y ella, una corriente infinita de polillas, como una escalera de sombras que asciende al cielo. ~Ellas van primero. Miles, millones, volando con desesperación hacia la luz. Tú las sigues. Eres el último. Vas detrás de todas, batiendo tus alas con esfuerzo. Cada golpe de aire es una punzada en la espalda, pero sigues. ~Sigues. ~El dolor ya no importa. ~El viento te levanta. ~La gravedad te tira. ~Tu cuerpo está en medio, dividido entre caer y ascender. ~La luna crece, cada vez más grande, cada vez más brillante. Te parece oír algo. No con los oídos, sino dentro del pecho. Un murmullo. Un lenguaje imposible. Una voz que no habla, pero dice. Que no ordena, pero consuela. No entiendes las palabras, pero entiendes el sentido: no tengas miedo. ~El cielo es ahora un océano de movimiento. Las polillas delante de ti se disuelven en la luz, una a una. Sus alas arden en blanco, se desintegran, y desaparecen. Sientes una tristeza que no tiene nombre. Sigues batiendo las tuyas, cada vez más pesadas. ~El dolor vuelve. Tus alas pierden escamas. Cada aleteo deja una estela de polvo brillante que cae como lluvia detrás de ti. Tus músculos gritan, el aire se hace espeso, el corazón late como un tambor roto. ~Miras hacia arriba: La luna está ahí, enorme, tan cerca que parece que podrías tocarla. Estiras la mano. Tus dedos tiemblan. La luz te ciega. Estás a centímetros. Sientes el calor que emana, no frío, no lejano. Un calor que te atraviesa el pecho. ~Y entonces lo ves: en el horizonte, un resplandor rojizo comienza a nacer. El amanecer. El cielo se parte en dos colores: oro y sangre. Y entiendes, sin pensar: si no llegas ahora, la luna se esconderá. ~Aleteas con todas tus fuerzas. Una, dos, tres veces. El aire vibra, silba. Tus alas se tensan, se rompen un poco más. El viento te arrastra hacia abajo, pero tú sigues subiendo. Cada movimiento es dolor. Cada segundo es un milagro. ~El río de polillas ya no está. Las ves lejos, adelante, como un torrente oscuro que se disuelve en la luz. Intentas alcanzarlas. Aleteas. Nada. La distancia crece. ~Las llamas. Pero ya no hay sonido. Tu voz no sale. Solo el viento, solo el latido. ~Y entonces lo comprendes: eres la última. La única que queda. Solo tú y la luna. ~El aire es espeso, luminoso, irreal. El silencio es absoluto, salvo por el pulso en tus sienes. La luna te observa. Sus cráteres parecen moverse. Sientes su voz otra vez, suave, incomprensible, pero cálida. No miedo. Solo calor. Como si te abrazara desde adentro. ~Tu cuerpo tiembla. Tus alas vibran. Un sonido seco, profundo, irrumpe: CRACK. ~El mundo se detiene. Las alas se parten en dos, como vidrio quebrado. Por un segundo, aún flotas. Luego el aire te abandona. ~Caes. ~El viento te envuelve, te gira, te arrastra. La luna se aleja, primero despacio, luego con violencia. Su luz se hace pequeña, un punto blanco en un cielo infinito. Todo lo demás es oscuridad. ~Miras hacia abajo. No hay tierra. No hay cielo. Solo un vacío interminable, sin arriba ni abajo. ~Y allí, flotando en medio de la nada, la ves. Una pirámide blanca. Gigante, suspendida en el vacío, girando lentamente sobre sí misma. Sus aristas emiten un resplandor pálido, casi doloroso de mirar. Te acercas a toda velocidad. El aire se calienta. Sientes la piel arder. El brillo crece, lo cubre todo. ~Y justo antes del impacto... ~Oscuridad. 23, el numero del abismo/ no se...
>>121914 *22 = = = https://www.youtube.com/watch?v=sxC3Fg98AKE ~Luz. ~Una sola bombilla se enciende en lo alto, titilando como un ojo cansado. Después otra. Y otra. Una hilera de luces viejas, amarillas, va despertando una a una, trazando un sendero que se pierde en la oscuridad. El aire huele a metal húmedo, a moho y a cables viejos. Debajo de tus pies, el suelo de cemento refleja la luz en charcos pequeños, manchas negras que parecen respirar. ~El eco de los pasos resuena, pesado, arrastrado. Tus pies van descalzos, encadenados, las tobilleras golpean con cada paso. Las manos también, unidas por un grillete que roza la piel hasta dejarla roja. Cada respiración se escucha demasiado fuerte en el silencio, mezclada con el chasquido de las botas de los que te escoltan. No los ves bien, solo siluetas oscuras a tu lado, sombras con rostro ausente. Ninguno habla. Nadie te mira. ~Avanzas despacio. ~A los lados, las celdas se pierden en la penumbra. Desde dentro, ojos que parpadean entre los barrotes. Miradas hundidas, algunos susurros. No entiendes las palabras, pero reconoces el tono: miedo, compasión, resignación. Una voz baja murmura una plegaria. Otra dice tu nombre, casi como un lamento. ~El aire es espeso, cargado de un olor eléctrico, metálico, como si el aire supiera lo que va a pasar. Las luces parpadean otra vez, y el pasillo parece moverse, respirar contigo. La puerta al final está entreabierta. De ella escapa un hilo de luz blanca que corta la oscuridad. ~Caminas. ~Cada paso pesa como si arrastraras el mundo entero. El sonido del metal contra el suelo se mezcla con tu pulso. Al pasar por la última celda, alguien tose. Otra sombra se persigna. Nadie dice más. Solo el ruido de tus cadenas. ~La puerta se abre. ~La luz es más fuerte adentro, pero no más cálida. Es blanca, cruda, como de hospital. Huele a madera vieja y a sudor. En el centro de la habitación hay una silla. Grande. Pesada. Con correas de cuero colgando a los costados, desgastadas en los bordes, oscuras por el uso. Te guían hasta ella con suavidad mecánica, sin violencia, pero sin humanidad. Las manos en tus hombros te empujan a sentarte. El cuero frío toca tu espalda. ~El sonido de las hebillas llenan el aire: Clac. ~Una correa en el brazo derecho. Clac. ~Otra en el izquierdo. ~Aprietan hasta que la piel se tensa. ~Otra en el pecho. ~Otra en las piernas. ~El aire se escapa de tus pulmones en un suspiro. ~Uno de los hombres, toma nota en un cuaderno. Otro revisa los cables que se enroscan por el suelo hasta perderse en una caja metálica en la pared. Uno más moja algo en un balde. El sonido del agua goteando rompe el silencio. ~Sientes la humedad en la cabeza. Una esponja empapada que se aplasta contra tu cabello. El agua fría corre por tu cuello, te hace temblar. Luego una mano coloca un pequeño disco metálico sobre la esponja. Ajusta una correa alrededor de tu frente. ~No hay palabras. ~Solo el zumbido de la electricidad que duerme detrás de los muros. Uno de los hombres mira su reloj. Otro te mira, pero no sostiene la mirada por mucho. Da media vuelta, se apoya contra la pared. Su respiración es nerviosa. ~Frente a ti, una ventana con barrotes. ~A través de ella ves la noche.
[Expand Post]~La luna. ~Redonda, enorme, tranquila. ~Su luz entra por la rendija y toca el suelo de cemento. ~Uno de los guardias se acerca. Tiene en la mano una bolsa de tela, gruesa, color oscuro. ~Se detiene frente a ti. ~Su voz es baja, cansada,. <"¿Quieres que... te tape los ojos?" ~dice al fin, sin mirarte directamente. ~El ruido del agua goteando vuelve a llenar la sala. ~La luz de la luna parpadea entre los barrotes. Ultimas Palabras, Ultimo Deseo? (Este si es 23/??) Después hago el de Misella y ya quedo
>>121915 La Comadreja Misella descansa https://youtu.be/qj0boS-gQTY ~Al principio solo se escuchaban risas. Eran risas suaves, dispersas, como campanillas en la distancia, que rebotaban en un espacio todavía sin forma. Luego aparecieron los ruidos de cubiertos, el tintinear preciso de la plata contra la porcelana, el roce de copas que se tocaban al brindar, el murmullo de conversaciones que parecían venir de todas partes y de ninguna. Un vals antiguo comenzó a sonar, con su cadencia lenta y elegante, y poco a poco, el aire se fue llenando de color, de perfume, de textura. ~Todo se dibujaba con la delicadeza de una pintura al óleo. Primero, el brillo de los candelabros suspendidos en lo alto, cada uno sosteniendo decenas de velas que ardían con una luz ámbar. Las llamas se reflejaban en los espejos de los muros, multiplicándose infinitamente. Después, las columnas de mármol blanco, tan pulidas que devolvían el resplandor como si fueran de agua. El suelo estaba cubierto por una alfombra bordada con arabescos rojos y dorados que parecían moverse con el vaivén de los pasos. ~A medida que el lugar tomaba forma, las figuras comenzaron a definirse: hombres y mujeres caminando, bailando, conversando, bebiendo. Los caballeros vestían con chaqués de seda negra, chalecos marfil y pañuelos meticulosamente doblados. Algunos llevaban bastones, otros relojes de cadena que brillaban como estrellas bajo la luz de los candelabros. Las damas, en cambio, eran como criaturas de otro mundo. Los corsés marcaban cinturas, los escotes se adornaban con perlas y camafeos, las faldas amplias caían en cascadas de encaje y terciopelo. Sus perfumes llenaban el aire con notas de lavanda, maderas y almizcle. ~Pero había algo más. Algo que al principio pasaba inadvertido, hasta que uno se fijaba mejor. Todos los invitados, sin excepción, llevaban máscaras doradas sonrientes. Eran perfectas, idénticas en su brillo metálico, con bocas congeladas en una expresión amable. Algunas tenían delicados relieves de hojas o arabescos, otras estaban pulidas hasta parecer espejos, pero todas compartían esa misma sonrisa que no se movía. ~La música seguía flotando, y el vals crecía, más envolvente. Las parejas se deslizaban por el salón con una elegancia casi coreografiada, girando y girando sobre sí mismas, como si no hubiera principio ni final en sus movimientos. Las risas volvían a resonar, y las copas tintineaban una y otra vez, como si nadie quisiera detener ese instante. En las mesas, los platos estaban servidos con precisión casi ceremonial: carnes bañadas en salsas oscuras, frutas dispuestas como coronas, pasteles cubiertos con azúcar en polvo que parecía nieve. Nadie parecía comer realmente. Solo movían los cubiertos, charlaban, reían. Todo parecía ser un acto cuidadosamente ensayado. ~En las paredes, retratos enormes observaban la escena. Hombres de bigote y mujeres de cuello largo, inmóviles, con la misma sonrisa dorada que llevaban los invitados. Las lámparas crepitaban. Los espejos deformaban las luces, multiplicando los reflejos hasta volverlos irreales. ~Y entonces, el aire cambió. Fue un movimiento sutil, apenas un murmullo, como si una corriente invisible recorriera el salón. Uno de los invitados, con guantes blancos y una copa de champán en la mano, se detuvo a mitad de una conversación y alzó la cabeza. La máscara dorada giró hacia ti. <"Miren quién llegó" ~dijo, con una voz que resonó como si viniera desde detrás de la máscara, desde muy lejos. ~El murmullo se detuvo. Una a una, todas las máscaras se giraron hacia ti. Cientos de rostros dorados, inmóviles y sonrientes, reflejando la luz de las velas, los espejos, las copas. Las risas se apagaron, pero la música continuó, suave, como si flotara entre los cuerpos detenidos. ~Una mujer con un abanico de plumas se adelantó. Su vestido era azul oscuro, casi negro, y las piedras de su collar parecían gotas de luna. Te observó en silencio, inclinó la cabeza y luego sonrió —aunque ya sonreía—. <"Has llegado al fin" <"Sí... al fin" ~repitió otro, un anciano con bastón, sin mover los labios bajo la máscara. <"Sabíamos que vendrías" ~añadió una voz más joven, femenina, que sonaba casi alegre. ~El aire se llenó de aplausos. Lentos al principio, después más fuertes, rítmicos, sincronizados. Las máscaras doradas se movían, las manos se alzaban, las copas brillaban como espejos de fuego. Todos te miraban. Todos te celebraban. ~Un hombre se acercó desde la multitud, con un traje blanco y un lazo negro perfectamente anudado. Su máscara era más grande que las demás, con una sonrisa más amplia, más marcada. En su mano llevaba una copa vacía. <"Brindemos por Misella" ~Las copas se alzaron en un solo gesto. <"Por Misella"
[Expand Post]~repitieron todos. ~Te rodearon. Una mujer te tomó la mano; su piel estaba fría, como porcelana. Otra te rozó el hombro con el abanico. Un hombre se inclinó para susurrarte algo al oído, y su aliento tenía el olor dulce del vino viejo. <"Siempre fuiste la mejor" <"Lo merecías" ~Menciono otra <"Gracias por hacerlo" ~dijo alguien detrás de ti. ~Las palabras se mezclaban con la música, con las risas que volvían, con el chocar de las copas. Ellos sonreían, te tocaban el brazo, te miraban con esa expresión dorada y fija. El hombre del traje blanco se acercó más. Su máscara brillaba tanto que podías ver tu propio reflejo deformado en ella. <"¿Recuerdas?" <"No importa " ~dijo él, sonriendo aún más, o al menos eso parecía. Levantó la copa otra vez y exclamó. <"¡Por la numero 1!" ~Los aplausos estallaron de nuevo. La orquesta invisible cambió de ritmo, un compás más rápido, más exaltado. Las parejas comenzaron a girar otra vez, pero esta vez los movimientos eran más bruscos, casi febriles. Las faldas se abrían como flores, los pasos resonaban sobre el suelo. ~El aire se llenó de un calor extraño. Las velas ardían más alto. Los espejos devolvían destellos cada vez más intensos. Las máscaras, todas las máscaras, brillaban tanto que parecía que el oro líquido corría sobre sus rostros. ~Alguien te empujó suavemente hacia el centro del salón. ~Los invitados formaron un círculo a tu alrededor. ~El hombre del traje blanco dio un paso atrás. ~Y todos comenzaron a aplaudir otra vez. ~El sonido era ensordecedor, seco, rítmico. <"Bravo" <"Sublime" <"Lo hiciste" ~murmuró alguien detrás de ti, tan cerca que podías sentir su respiración contra tu cuello. ~El vals se volvió frenético. Las luces giraban. Las sombras se alargaban en las paredes como figuras retorcidas. Las máscaras parecían moverse por sí mismas, acercarse, inclinarse, sonreírte más y más. Y de pronto, todos rieron. Rieron fuerte, como si compartieran un secreto que tú habías olvidado. El sonido de las risas se mezcló con el tintinear de las copas, con la música que subía y subía, hasta volverse un rugido dorado. Los aplausos no cesaban. Las máscaras te rodeaban en un círculo perfecto, y todas las voces te alababan. <"Magnífica."" <"Inigualable." <"Siempre supimos que lo lograrías." <"Una verdadera salvadora." ~Copas se alzaban una y otra vez, manos enguantadas te tocaban los hombros, los brazos, el aire mismo parecía celebrar tu presencia. Un hombre, con una máscara cuyo dorado parecía recién bruñido, se inclinó ante ti. <"Nos diste la esperanza que habíamos perdido " ~Dijo, y su voz resonó como si viniera desde un pozo. Una mujer con vestido carmesí añadió, moviendo su abanico con gracia. <"Estoy realmente orgullosa, eres como un angel para todos" <"Verdadera muestra de compromiso, fe, voluntad, y fidelidad" ~Todo era música, risas, copas, un brillo insoportable de lujo y júbilo. Hasta que un sonido seco quebró la armonía. ~Un golpe. ~Un jadeo. ~Y después, el estrépito del desastre. ~Un invitado, un hombre que caminaba torpemente cerca de la mesa central, tropezó. Intentó sostenerse, pero sus dedos enguantados se aferraron al mantel de encaje. Todo cayó con él: copas, botellas, platos, cubiertos, una cascada de cristales que se rompían como campanas bajo el peso de la gravedad. El sonido llenó el salón, resonó en las paredes, en los espejos, en las máscaras inmóviles. El silencio que siguió fue absoluto. ~El hombre yacía en el suelo. La porcelana rota lo rodeaba. El vino formaba charcos oscuros que parecían sangre. Las máscaras doradas se inclinaron hacia él en una coreografía exacta, curiosas, contenidas. Nadie se movió para ayudarlo. Solo lo observaban. ~Su máscara se había partido en dos. ~Una mitad estaba todavía pegada a su rostro, la otra, en el suelo, con la sonrisa congelada mirando hacia el techo. El hombre levantó lentamente la cabeza. Las luces de los candelabros temblaron. Y entonces lo viste. No había rostro. Solo un hueco. Un vacío perfectamente negro, una oquedad sin fondo donde debería haber estado la cara. Era como si la luz misma evitara entrar allí, como si el vacío absorbiera todo lo que lo rodeaba. ~Las risas y los murmullos cesaron. Los demás invitados se abrieron en un círculo más amplio, dejando al hombre sin rostro en el centro, entre los pedazos rotos de porcelana y vino. Tu respiración se volvió más lenta, más pesada. Algo en ese hueco te miraba, aunque no tenía ojos. Algo dentro del vacío reconocía algo dentro de ti. El hombre movió la cabeza hacia tu dirección. Su voz no salió de una boca, sino del aire, del hueco mismo, una vibración que te hizo temblar el pecho. <"¿Por qué sigues actuando como si te hubieran salvado?" <"No fue un castigo.... fue un regalo." <"Y tu.... Das asco" ~Las palabras parecieron perforar el aire. Nadie se movía. Nadie hablaba. Las máscaras doradas seguían en su lugar, rígidas, reflejando la luz que palpitaba. Y entonces, de pronto, una risa. Primero una. Luego otra. Risas suaves al principio, discretas, después más fuertes, más abiertas, más grotescas. El eco de esas carcajadas llenó el salón, rebotó en las paredes, creció hasta parecer un rugido de mil voces deformadas. Las máscaras doradas se inclinaban hacia atrás, abriendo sus bocas sonrientes, sin movimiento real, pero la risa salía de todas partes, de cada rincón, del suelo, del techo. ~Y entonces lo sentiste. ~Algo se movía bajo tus pies. ~Una vibración, un crujido apenas perceptible. El suelo, tan sólido hace un instante, comenzó a temblar. Bajaste la mirada. El mármol, los mosaicos, las alfombras... se deshacían. El patrón rojo y dorado se quebraba como vidrio. ~Debajo, no había cimientos. No había tierra. Solo un abismo. ~Un vacío negro, profundo, sin forma ni fondo. La fiesta entera colgaba de un hilo invisible, suspendida en la nada. Las columnas se inclinaban, los candelabros oscilaban, y las máscaras seguían riendo, riendo, riendo, mientras el aire se llenaba de polvo dorado. Las copas caían al abismo, una tras otra, girando en el vacío antes de desaparecer. Los retratos de las paredes se resquebrajaban, los rostros dentro de ellos se deshacían, borrándose. ~Intentaste moverte, pero el suelo se rompía bajo tus pies. Un fragmento del salón se desprendió, y el vacío lo devoró sin sonido. Las máscaras doradas seguían de pie, perfectamente erguidas, riendo incluso mientras caían, como si no sintieran miedo, ni vértigo, ni final. La luz de las velas se apagaba una a una, como si el aire mismo se retirara. La música se deformaba, un acorde suspendido que se derretía en la oscuridad. ~Y entonces, el suelo cedió. ~Caíste. = = = 24/=
>>121933 ~Contemplas. ~La iglesia de piedra estaba en ruinas. No había cantos, ni velas, ni incienso; solo humo negro saliendo de los muros quemados. Entre las columnas partidas, se oían pasos lentos. La mujer avanzaba con el manto sucio, arrastrando los pies sobre el polvo y las cenizas. En los brazos llevaba un libro partido, reliquia de un culto que ya nadie reclamaba. Su respiración era quebrada, como si cada inspiración doliera. ~Llegó al altar caído. La mesa estaba rota en dos, y encima, un crucifijo de hierro oxidado colgaba de un solo clavo. Ella se arrodilló, no con devoción sino con desesperación. <"¿Dónde estás? " ~susurró <"¿Por qué me dejaste?" ~No hubo respuesta. Solo el crujido de la madera muerta y el eco hueco del viento entrando por las vidrieras quebradas. ~Ella apretó los ojos. En su mente, una marea de recuerdos: el momento en que sintió que su Dios estaba con ella, en cada gesto, en cada respiración. Cómo la había sostenido cuando era niña y temblaba sola en el claustro. Cómo la había guiado en la oscuridad, con esa voz silenciosa que no venía de fuera, sino de dentro. Y luego, el accidente: la caída en las aguas, los huesos golpeados contra la piedra, la sangre. Ahí, en ese momento, el cielo se calló. No volvió a escuchar nada. Desde entonces, silencio. <"No estás" ~dijo entre sollozos, con la voz rota. <"Te busco y no estás." ~Un ruido interrumpió su llanto: pasos pesados entrando en la nave destruida. No eran apresurados, pero cada pisada movía la ceniza y la hacía vibrar. Ella levantó la cabeza. ~Un hombre caminaba hacia el altar. No llevaba estandartes ni símbolos, solo una capa oscura manchada de barro. Su rostro era tranquilo, aunque marcado por cansancio y cicatrices. No brillaba, no resplandecía: parecía humano, demasiado humano. Y sin embargo, en la calma de su andar había algo que contenía todo el peso de la plaza, como si el mundo entero se sostuviera en sus pasos. ~Se detuvo a unos metros de ella. La observó, sin prisa. >"¿Por qué lloras?" ~preguntó con voz grave. Ella apretó el libro contra su pecho. <Porque Él me dejó. Porque ya no lo siento. Antes estaba conmigo. Ahora no." ~El hombre inclinó un poco la cabeza, como si escuchara algo en lo profundo. >¿Y quién te dijo que sentirlo era la prueba de que estaba?" ~Ella lo miró con rabia y dolor. <"Siempre lo sentí. Como calor en las manos, como voz en la noche. Y de repente, vacío. Si hay vacío, es porque me abandonó." ~El hombre dio un paso más, lento, como quien se acerca a un animal herido. >"¿Y no podría ser que el vacío no sea su ausencia, sino el lugar donde quiere que crezcas?" ~Ella negó con fuerza, las lágrimas cayendo.
[Expand Post] <"¡No! No digas eso" ~escupió ella, con voz quebrada. <"Me abandonó porque yo misma lo eché. Porque cuando tenía hambre, en vez de confiar, robé el pan consagrado de su altar para venderlo en la plaza. Porque cuando veía a los moribundos, en lugar de rezar por ellos, les arrancaba las medallas y los anillos para no terminar como ellos. Porque cuando la peste vino, me escondí y dejé a los niños de mi aldea a su suerte... escuchaba sus gritos tras la puerta, y no abrí. ¿Cómo podría quedarse conmigo después de eso?" ~El hombre se agachó. Con la mano, tocó el polvo del suelo y lo dejó correr entre los dedos. >"¿Crees que Él está contigo porque nunca erraste? ¿Porque fuiste pura?" ~Ella calló. >"El rey Alvar no había cometido crimen, y aun así fue despojado de su corona, arrojado al barro y cubierto de ceniza, clamando a un cielo mudo: ‘¿Por qué me dejaste solo?’. La profetisa Lirien condujo a su pueblo entre los pantanos hambrientos, y aun así ellos alzaron estatuas de hierro al enemigo y ofrecieron a sus hijos en sacrificio. El caballero Orwain juró lealtad al Justo, y sin embargo, al sentir el filo en su cuello, negó su fe tres veces, con voz quebrada. Y dime… ¿fueron ellos abandonados?” ~Ella apretó los dientes. <"Pero yo no soy Alvar. Ni Orwain, o Lirien. Yo soy peor. Yo elegí fallar. Yo lo busqué, y aún así lo traicioné." ~El hombre la miró fijo. Su voz se volvió más áspera, como hierro golpeando hierro: >"Todos lo han traicionado. Todos lo han negado. Todos han corrido tras otros altares. ¿Y sabes por qué no desaparece? Porque Él no se alimenta de tu perfección, sino de tu apertura. Tú piensas que lo alejaste con tus errores, pero en verdad… fuiste tú quien cerró la puerta con tu culpa." ~Ella parpadeó, como si esa idea la atravesara. <"¿Yo? ¿Fui yo quien lo cerró fuera?" ~El hombre asintió. >"Tú eras la que abrías la puerta. No era Él quien se metía a la fuerza. Nunca lo fue. Tú dejabas entrar su voz. Tú decidías escuchar. ¿Qué cambió? No Él. Tú. Te encerraste en tu culpa, y creíste que era silencio divino. Pero no, era tu propio muro." ~Ella tembló. <"¿Y si nunca lo vuelvo a sentir? ¿Si el muro es demasiado alto?" ~El hombre respiró hondo, como si cargara también con su peso. >"Entonces sigue golpeando el muro. Aunque no escuches respuesta, sigue. No porque Él esté lejos, sino porque cada golpe lo haces más fino. Cada lágrima que cae es un golpe. Cada oración, aunque la digas seca, es un golpe. Él no se fue. Está detrás de la pared que levantaste tú." ~Ella rompió en llanto. <"No puedo... estoy cansada. No me queda fuerza." ~El hombre se inclinó más y dijo, casi en un murmullo: >"No necesitas fuerza perfecta. Un suspiro ya abre una rendija. Una palabra rota ya abre un hueco. Un “ayúdame” con la voz quebrada pesa más que cien cantos puros." ~Ella respiró entre sollozos. <"Pero yo era fuerte cuando lo sentía conmigo. Creía que ese vínculo era lo que me hacía poderosa." ~El hombre sonrió apenas, una sonrisa amarga y compasiva. >"No. No era tu vínculo con Él lo que te hacía poderosa. Eras tú la que abrías la puerta. Tú lo dejabas entrar. Y al dejarlo entrar, la luz brillaba. El poder estaba en tu decisión de abrir. El poder sigue estando en ti." ~Hubo un silencio largo. El viento atravesó los muros rotos y movió las cenizas. El crucifijo oxidado en el altar crujió, pero no cayó. ~Ella miró al hombre con ojos húmedos. <Entonces... ¿puedo volver a abrirla?" >"pues" ~dijo él con firmeza. >"Siempre puedes. Aunque sea un resquicio pequeño. Aunque solo quepa un rayo." ~Ella cerró los ojos. Su respiración fue larga, profunda, como si inhalara después de mucho tiempo bajo el agua. El hombre se puso de pie. Dio unos pasos hacia la salida. Su voz, grave pero tranquila, resonó por última vez en la nave. >"No temas al silencio. No es ausencia. Es espacio. Ábrelo, y Él entrará." ~Oscuridad. 25/26
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>>121941 https://youtu.be/cG-Xh6NUhxg ~Al principio no sabes dónde estás. No hay puertas ni ventanas, solo piedra. La piedra lo es todo: el suelo, las columnas, las paredes que se pierden hacia arriba en la oscuridad, como si no existiera un techo sino un firmamento detenido en su propio vacío. El aire pesa, no por frío, sino por silencio. Ese silencio no es natural; es el de algo que dejó de moverse hace tanto que incluso el tiempo se avergüenza de pasar por allí. ~Frente a ti, un pasillo. No uno común, sino uno que parece hecho para gigantes. Las baldosas son bloques irregulares de roca gris, con grabados apenas perceptibles: líneas que no forman figuras, solo intenciones, patrones repetidos que se disuelven bajo tus pasos. Cada paso resuena, un eco metálico que se repite y se multiplica hasta perder sentido, como si tus propios pasos fueran seguidos por los pasos de alguien más, o por los tuyos, mil años después. ~Caminas. ~No hay viento, ni polvo, ni olor a humedad. Solo ese aire detenido que parece observarte. En algún punto sientes que el lugar no está vacío: está suspendido. No abandonado, sino en pausa, como si la realidad misma estuviera conteniendo el aliento. ~A lo lejos, la arquitectura se estira hasta lo imposible. Columnas tan gruesas que podrían sostener una montaña; arcos que se cruzan en el aire como las costillas de una bestia dormida. El eco se deforma entre ellos, devuelto por mil rincones invisibles. ~Entonces, sin saber cuándo empezó, oyes algo. ~Tu voz. ~Primero una, suave, temblorosa. "Yo… lo usé." ~Tu paso se detiene. El eco tarda en apagarse, y la voz sigue, como un susurro detrás del oído. ~Otra voz, igual a la primera pero más firme. "No fui digna." ~Luego una tercera, rota, casi burlona: "Nunca creí de verdad." ~Las tres se mezclan, se repiten, se deforman hasta volverse muchas más. Son todas tuyas, cada una con una entonación distinta, con una edad distinta, un tono de confesión, de risa, de culpa. "Yo lo usé." "No fui digna." "Nunca creí." "Yo fallé." "Yo lo rompí." "Yo lo quise por miedo". "Yo no quise entender." ~Tu cabeza late, cada palabra es un golpe, un eco que rebota dentro de tu cráneo. Te llevas las manos a las sienes, como si pudieras aplastar las voces, pero no vienen del aire: vienen de dentro. Tu respiración se vuelve áspera, el eco se hace más y más agudo, una marea de murmullos que no puedes detener.
[Expand Post] ~Y de pronto, silencio. ~El tipo de silencio que se siente más que se escucha, un vacío tan absoluto que te deja mareado. ~Cuando levantas la vista, el pasillo termina. ~Frente a ti, un salón. ~Tan vasto que incluso el eco parece tener miedo de entrar. Las paredes se abren hacia los lados y el techo se eleva a alturas imposibles. No hay decoraciones, ni tapices, ni llamas. Solo piedra, piedra vieja y lisa, atravesada por grietas delgadas como venas. En el centro, sobre un escalón tallado en la misma roca, se alza un trono. ~Un trono inmenso. ~Es de piedra gris, lisa, con un respaldo que se eleva como una montaña esculpida. Las proporciones no son humanas: el asiento podría contener a tres Hurrs, los apoyabrazos parecen los restos de columnas. No hay ornamentos, ni símbolos, ni inscripciones. La simpleza misma se siente solemne, como si la piedra no necesitara adornos para imponer respeto. ~El trono está vacío. ~Y esa ausencia pesa más que cualquier presencia. ~Te acercas despacio. Tus pasos, cada vez más suaves, parecen irrespetuosos en ese suelo. Frente al trono, el aire cambia. No hay viento, pero algo se mueve: una vibración sorda, una respiración en la piedra, un rumor en el vacío. ~Y entonces lo sientes. ~No lo ves, no todavía. Pero lo sabes. ~Él está detrás de ti. ~Esa sensación no se confunde. Es una presencia que no necesita verse ni oírse para llenar todo. Te atraviesa la piel, los huesos, los pensamientos. Lo conoces como se conoce una culpa, como se reconoce un fuego sin verlo. ~Volteas. ~Está allí. ~De espaldas. ~Alto, inmóvil, mirando el suelo. No podrías decir si es hombre, sombra o estatua, pero el aire a su alrededor se curva como si la realidad misma temiera rozarlo. La tela que cubre su espalda (si es que es tela) se mueve apenas, como respirando. ~Intentas rodearlo. Pero no puedes. ~Cada vez que das un paso hacia un lado, la perspectiva cambia contigo: siempre ves su espalda. Es imposible verle el rostro. Es como si el mundo girara contigo para impedirte llegar al frente, o como si su forma no existiera realmente más allá de lo que miras. ~El silencio es tan denso que tu respiración se vuelve ajena. ~No habla. ~Pero no hace falta. ~Sabes que te ve. Que sabe. Que ha estado allí todo el tiempo, esperando. Esa certeza te dobla, te encoge el alma. Sientes el impulso de arrodillarte, pero no sabes si eso sería reverencia o miedo. ~Y entonces, se mueve. ~Lento, deliberado. ~Gira. ~Sus ojos te miran. ~No hay ira. Ni fuego. Ni castigo. Solo cansancio. Un cansancio tan profundo que parece milenario, el tipo de agotamiento que no pertenece al cuerpo, sino al espíritu. Y sin embargo, lo que más duele no es el cansancio, sino la decepción. ~No hay juicio, no hay odio. ~Solo decepción. Y eso es peor ~Te arde el pecho, una mezcla de vergüenza y ternura, de querer explicarte y saber que no hay explicación posible. Quisieras hablar, pero no hay palabras que valgan. Él no las necesita. Nunca las necesitó. ~Y aun así, algo extraño sucede. ~Lo estás mirando. Lo sabes. ~Puedes sentir su mirada dentro de ti. ~Pero no puedes ver su rostro. ~Tu cerebro intenta formarlo, pero no puede. Es como tratar de recordar un sueño que se disuelve mientras lo piensas. Ves contornos, luces, sombras que parecen delinear una cara, pero nada se fija. Tu mente lo difumina, lo rehúsa. Sabes que estás viéndolo, pero tu mente lo borra al instante. O mejor dicho, lo evita. ~Y eso te aterra más que cualquier visión. ~Porque entiendes, aunque no lo entiendas del todo, que no puedes soportar verlo. Que tu mente se protege de algo más vasto que ella misma. Que lo que tienes enfrente no cabe en los límites de un rostro. ~Y aun así, Él te mira. ~Y esa mirada (invisible pero certera) te atraviesa como un juicio sin palabras. ~Te das cuenta de que espera algo. ~No una disculpa. ~No una escusa. ~Un acto. Un algo. ~Lo sabes. Lo sientes en la piel, como un mandato que no se pronuncia. Algo debe hacerse. Pero tus pies están clavados al suelo. ~La luz que emana de ninguna parte comienza a temblar. ~Y entonces, lo notas. ~Su sombra. ~Detrás de Él, proyectada contra el suelo de piedra, su sombra no es la misma. No sigue el contorno de su cuerpo. Se alarga, se distorsiona, se eleva. Los brazos, abiertos, se extienden hacia los costados, levemente. La cabeza, apenas inclinada. ~Tu corazón se detiene un instante. ~El aire vibra. ~Las paredes parecen respirar. .... 26/26 https://youtu.be/hXkTrWsKmXs[Embed] me voy a dormir, ahora tienen para almorzar, merendar y cenar
>26/26 Hijo de puta, turno te mando en navidad, la mitad de ese tiempo lo voy a gastar leyendo toda esa rica paja mental y el otro escribiendo.
>26/26 bro cocino bro comio bro lavo los platos y preparo los ingredientes para la comida de mañana
T-te faltó el turno 1, OP. Me has ganado, tu nivel de autismo es superior a cualquier otro que yo haya visto. Ya en la tarde estaría empezando a responder, aunque me demoraré más de la cuenta porque no quiero mandar un turno mierdero a semejantes biblias.
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>>121944 Pero antes de ese mucho texto https://youtu.be/AtT8KM10mEA 1/26 ...... .... .. . https://youtu.be/0DZyBnYR4YY -Eirim, tras recorrer con su mirada la extensión pantanosa, había logrado captar algunos detalles del entorno, el murmullo del agua estancada, el vaivén lento de los juncos, el croar lejano de las criaturas ocultas entre la bruma, la hilera de humo, etc. Pero entre todo aquello, hubo algo que le intereso al parecer. -A lo lejos, habías captado un tronco hueco bastante grande. Desde la distancia ya imponía respeto, pero al verlo mejor comprendiste realmente su magnitud. La abertura de su base era tan ancha y alta como la mamá del BO que todo su grupo podría entrar sin rozar los bordes, y aún sobraría espacio. Doce metros, quizá más. En cuanto al largo... imposible de calcular; se perdía en la penumbra. -El interior era una boca negra, insondable. Ni la luz mortecina del pantano lograba penetrar esa oscuridad espesa. Aunque intentases distinguir algo, no pudiste porque te hacía recordar al ano flácido de Nikocado Avocadoo, alias Was la perspectiva y la distancia, que hacían inútil el esfuerzo. Entonces se te ocurrió un plan sin fisuras. -Inhalaste despacio y entrelazaste los dedos frente a su pecho. Luego los giraste, formando una especie de cuenco con las palmas. Tu respiración se volvió un murmullo de palabras sagradas, apenas un susurro que parecía resonar dentro de ti mismo más que en el aire. La piel entre tus manos comenzó a brillar. -Primero fue una chispa, luego un destello tenue que creció hasta formar una pequeña esfera luminosa, del tamaño de un guijarro. La luz palpitaba como si tuviera un corazón propio, proyectando reflejos dorados en tus ojos. Con un leve movimiento de muñeca, Abriste las palmas y la dejó partir. -La esfera flotó, avanzando a un ritmo sereno, casi orgánico. Atravesó el aire pesado del pantano, deslizándose entre los juncos que se mecían como dedos ansiosos. El viento la empujó, desviándola unos centímetros, pero la esfera corrigió su rumbo, persistente, guiada por la intención de su creadora. -Rebotó suavemente en una rama, rozó una hoja cubierta de rocío, y siguió su camino hasta acercarse a la oscura entrada del tronco. La luz titiló, lista para revelar lo que se ocultaba allí dentro. -Pero antes de que alcanzara la abertura, algo surgió de la negrura. -Un sonido húmedo, seco y rápido ¡flap! -Llenó el aire. Una lengua, larga y viscosa, salió disparada desde la oscuridad y atrapó la esfera en pleno vuelo. Tu apenas alcanzaste a parpadear antes de ver cómo aquella lengua regresaba a las sombras, llevándose consigo la luz sagrada. -Hubo un instante de silencio, seguido por un inconfundible glup. -La oscuridad volvió a tragarse todo. Solo quedó el eco distante de un croar satisfecho. -.... -Mientras tanto, Hurr había dejado a Misella a cargo de Pupus, ya que como buen hermano/padre responsable, Hurr tenía que ir a buscar la comida, dejándole a la niña con problemas metales y emocionales, al pobre sacerdote que con suerte podía cuidarse a el mismo. Pupus trato de hablar con Misella, disiendole su coping intenso, pero Misella no se tragó la escusa, ya que sus ganas de auto sabotearse y de depresión satánica, eran más fuertes, con eso Pupus se quedó callado por un tiempo, pensando que decir. >Pupus "...." -Entonces, tras un rato reflexionando, Pupus deja de revolver la comida, y se voltea a ver a Misella a los ojos. >Pupus “A veces, cuando algo que creíamos eterno desaparece, lo primero que hacemos es buscar en qué fallamos." "Como si la ausencia solo pudiera ser un castigo." "...."
[Expand Post] "Pero no todo silencio es una condena, y no todo vacío significa que fuiste abandonada." "A veces... las cosas simplemente cambian, y no tenemos el porqué en nuestras manos.” "...." "........." “Tú hiciste lo que creíste correcto en su momento. ¿Cometiste errores? Seguramente. Como cualquiera." "..." "Pero sí ese al que le dedicaste Fe, al que serviste realmente te conocía, entonces también conocía tus debilidades, tus dudas, tus contradicciones." "Si te otorgó poder, no fue porque eras perfecta." "Fue porque eras tú.” "........:" "..." -Se queda en silencio un rato, pensado en sus palabras, y se voltea a ver el pantano. >Pupus “A veces, los huecos que creemos imposibles de llenar... no son señales de castigo, sino de que algo nuevo aún puede tomar forma." "...." "Dolerá. Pero eso no significa que se acabó.” = = = https://youtu.be/-50FLAusUEo -Los pantalones de tabla todavía estaban empapados, fríos, recordándote cada tanto la breve "diversión" o calma de chapoteos de la niña cornuda. A lo lejos, entre el crepitar de las brasas que Pupus había logrado encender, resonaba el eco lento de los golpes de hacha de Manat. El grupo se había reunido alrededor del fuego, no tanto por necesidad de calor, sino por hambre, el frío y lo oscuro, por ese impulso animal de agruparse cuando cae la noche. -El pantano, al fondo, respiraba. Cada tanto se escuchaba una burbuja romper la superficie o el croar lento de alguna bestia distante. La bruma se espesaba, y las llamas, al elevarse, parecían morderla en el aire, delineando con su luz las figuras de todos. Mientras tanto, Manat había encontrado un tronco caído, y lo estaba partiendo en rolos para improvisar asientos. -Su hacha descendía con un sonido seco y rítmico, cada golpe levantando astillas que brillaban un instante antes de apagarse entre la hierba húmeda. Fue entonces cuando notó algo extraño. -Al dividir el tronco, este tenía un agujero limpio en el centro, el nucleo, quedando los tocones cortados, como una especie de Dona. Pero lo extraño era que el interior no mostró la pudrición esperable de la madera vieja. No, aquello no era vacío por descomposición, sino que los troncos estaban huecos de nacimiento. No tenían núcleo, como si algo se los hubiera robado antes siquiera de existir. La textura interior era lisa, no astillada, casi como si hubieran sido tallados desde dentro. -El fuego crepitó más fuerte, lanzando chispas que se elevaron en el aire antes de apagarse. Tabla podía notar cómo el vapor se elevaba desde su ropa mojada. Fue entonces que Manat lo sintió.... una mirada clavada en la nuca, persistente, insistente. -Si girabas apenas, y allí estaba ella. -La niña cornuda se escondía detrás de las piernas de Tabla. Medio cuerpo asomado, medio oculto. Su piel, naranja, contrastaba con el brillo de sus ojos, dos esferas ámbar que parecían contener el reflejo mismo del fuego. No parpadeaba. Solo observaba. -Cada vez que intentabas mirarla directamente, se escondía, presionando la cien contra la tela del pantalón de Tabla (porque si presiona la frente le enterraba el cuerno en ya sabemos donde, muchos chistes de caca y anos tiene este rol). Pero apenas te distraías, la curiosidad volvía a vencerla, y se asomaba otra vez, como un pequeño animal intentando entender qué clase de cosa hacías tú. -Entonces tú levantaste una mano y le hiciste un leve gesto de saludo. -La niña se detuvo. Su cuerpo, rígido, no sabía si huir o responder. Pasaron unos segundos eternos hasta que su rostro cambió. Los labios, torpes, se estiraron hacia los lados. Los dientes aparecieron, afilados, irregulares, de un blanco puro. Pero aunque extraño que parezca, no había amenaza en ese gesto. Sí, te había mostrado todos sus dientes completamente, Pero no era un gruñido rabioso, o una advertencia como chimpancé. Era.... otra cosa. -Una mueca, una ¿sonrisa?, o al menos el intento inexperto de una. -Una sonrisa, pobre, brusca, imperfecta, tensa, casi dolorosa, pero auténtica. Como si estuviera imitando un recuerdo ajeno, o repitiendo un gesto que había visto alguna vez en un espejo roto. Una sonrisa primitiva hecho por alguien que nunca vio o hizo una antes, y se esfuerza en regalarte su primer sonrisa. -El intento torpe de algo puro. -Entonces, despacio, se apartó de Tabla. Dio unos pasos hacia ti. Caminaba como si temiera romper el suelo, descalza, con los dedos de los pies hundiéndose en el barro. Se detuvo frente a los troncos recién cortados, inclinó la cabeza, y eligió uno. Era pesado, demasiado para su tamaño, pero aun así lo abrazó con ambas manos y lo levantó con esfuerzo. -Sus pequeños músculos anoréxicos temblaban bajo la piel mientras lo alzaba a la altura de su rostro. Lo examinó con atención, y luego, con una especie de curiosidad, trató de meter la cabeza en el agujero del tronco. El cuerno, claro, se lo impidió. Golpeó la madera con un leve cloc, y ella retrocedió, confundida, mirando el hueco como si no comprendiera por qué no podía entrar. -Dejó el trozo de madera en el suelo. Permaneció quieta, observándote con esa mirada que parecía venir de otro tiempo, de otra vida. Ni furia ni miedo, solo una calma hueca, la clase de silencio que uno no sabe cómo llenar. -Entonces, con lentitud, dio un paso hacia ti. Su respiración era suave, pero podías escucharla. Al llegar frente a ti, estiró el brazo y abrió la mano y......https://youtu.be/PQZBpZYCNDo En su palma sostenía un pedazo de madera. No era una figura clara. No era una talla ni una forma reconocible. Era solo un fragmento mordido, arañado, con marcas irregulares que parecían las huellas de pequeños dientes o uñas. -Te lo ofreció. Sin decir palabra. -La textura era rugosa, húmeda todavía. No tenía propósito ni diseño, pero algo en esas marcas transmitía un esfuerzo, una intención imposible de traducir. -La niña te observó mientras sostenías su ofrenda. Su rostro seguía inmóvil, pero sus ojos... algo en ellos se suavizó. Un segundo de calma, casi ternura. Luego, sin aviso, se giró y corrió de vuelta hacia Tabla, escondiéndose otra vez tras sus piernas. -El fuego seguía crepitando. Pupus probó el caldo y murmuró algo sobre el sabor. Nadie había visto el pequeño intercambio. Nadie, excepto tú. = = = -Tabla tras mirar esos eddificios a la lejanía, brillando con los últimos rayos dorados de Luz, algo le recuerda la arquitectura. Como las de sus tierras, pero distintas.
>>121745 >¿A que te refieres con que se pueden usar solo 1 vez? Que en el combate, solo tienes "1 uso", >Con milagro silencioso, ¿Puede hacer cosas como mover a la gente para ayudarles a esquivar? ¿Qué hay de retener a un enemigo o hacer zancadillas? Si, Solo no puedes hacer ataques o usar poderes directamente El chiste es jugar con esto, mientras no sea directo, puedes, pero tendrás que remarla para justificar kek, pero lo demás, puedes. (Perfecto para hacer trampa en el casino). >Re-roll afectaría a cualquier evento que requiera dados y no se trate de un ataque, ¿Cierto? Cualquier dado, fuera del ámbito de combate (de momento, ya que es lv1). ¿Viste que cada clase tiene su "dado especial" Unos con fuerza, otros con inteligencia, etc, bueno, su dado especial es "todo", como el vagabundo, pero distinto (uno es por suerte, el vagabundo es porque tiene "calle").


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