>>115680 >>Sexo: >Masculino. hasta ahí mi interés

>>115680 >Sexo >masculino Este hilo nació muerto.

>>115690 ¿Por qué querrías jugar como mujer en un rol de banchos? ¿Por qué querrías jugar como mujer? ¿Por qué querrías dar tremendo cringe intentando interpretar a una mujer?

>>115693 Es mi tiempo. Yo decido como me gusta gastarlo, no escribo para ganarme un pulitzer, el único que va a leer mi mierda (con suerte) eres tú OPuto. Si vives pensando en lo que los demás pensaran de tí, ¿por qué abriste un rol para empezar?

>>115688 >>115690 ¿Para qué pingos lo bumpean entonces?

>>115694 Es mi rol. Yo decido como me gusta escribir, no escribo para ganarme un pulitzer, el único que va a leer mi mierda (con suerte) eres tú negro. Si vives pensando en lo que los demás pensaran de tí, ¿por qué posteaste para empezar?

>>115699 >escribir >toda esa mierda transcrita de chatgpt Si negro, lo que tú digas kek

>>115700 Eso no responde mi pregunta :^)

>>115699 A ti no te sale nagatoro, mejor reabre 4 senderos kek

>>115702 Ah, si >¿por qué posteaste para empezar? Por que quería rolear una escena de boda hace mucho, ¿me harías el hombre más feliz del mundo al rolear conmigo, OPuta?

>Nombre Me llamo.... ¿Eh? ¿Como me llamo? No me acuerdo. >Edad No...no tengo la más remota idea, no recuerdo absolutamente nada ¿Quien soy? ¿Donde estoy? >Apariencia porque no tengo pic Soy lampiño, completamente lampiño, no siquiera tengo cejas o pestañas, y por algún motivo mi cuerpo está repleto de escrituras raras que no comprendo. >Aspectos Alzheimer Amnesia Estoy desnudo.

>>115704 Bu- Bueno, digo, no es como que realmente me hiciera falta, osea, hay muchos, cientos de negros queriendo rolear conmigo pero... ¡Vale! Esta bien, pu- puedes rolear como chica, pero solo esta vez ¡¿Entiendes?! ¡Tonto!

>>115706 Yuuupiii! Besito, besito, muack nagatoro >Nombre: Tachibana Kazuna >Edad: 16 >Sexo: Masculino Biologicamente hombre, judicialmente mujer ¿o era al revés? >Apariencia: Famélica y delgaducha, enjuta y cabezona. De no más de 1.60 y 70 lbrs de peso. >Aspectos: "A la hora de luchar con abusones los esquemas y tabues son charlatanería. Morder, arañar ojos, apuñalar con lápices, no existe el NO para KNazuna. "Se define por su explosividad diferente a la fuerza y agilidad de luchadores instruidos, la Tachibana no busca ganar sino incapacitar" "A menudo pelea para ganarse el almuerzo, su familia es pobre nivel cerro de perú, habitando una recamara de 1x1 en la zona roja tokyota"

>>115707 Osea si, esta bien, quizás realmente no debí limitar a los jugadores a ser solo varones. Ya lo pensé mejor y si, pueden haber chicas pero no abra algo así como una liga femenina, van a tener que darse de coñazos golpes con machos fuertes y peludos, mejor que estén preparadas como tu mona.

>>115707 https://youtu.be/bOSdrqtabU8?si=IhDuF6Qwy7RUeVoA ¿Qué esperarías de la famosa escuela Nanami? El lugar donde "Virus" comenzó. Fue aquí donde hace tres años un grupo de estudiantes simplemente comenzó una lucha masiva sin mediar palabra, fuesen amigos, rivales o solo conocidos, pelearon hasta que cayeron incapaces de continuar, huesos rotos, sangre, dientes caídos, chicos y chicas que simplemente se dejaron llevar por aquello que sentían, siendo así ¿Qué esperabas? Pandilleros, vándalos en cada esquina, paredes repletas de grafitis, personas buscando problemas, bully, eso como mínimo pero realmente... https://youtu.be/IxTiL8GVw-M?si=VujCz3ejdQNDeMN9 No era para nada lo que podías imaginar. Pasillos impecables, cada estudiante con uniforme, arreglados, todo en perfecto orden y con un delicioso aroma a canela en el aire, una escuela que no entraba en el promedio, no, para nada, esta escuela parecía de la alta a pesar de ser pública ¿Realmente este era el lugar correcto? Lo dudaste unos segundos mientras subías las escaleras y veías a los estudiantes hacer vida mientras se dirigían a sus salones en orden. Vale, eso era la escuela pero ¿qué había de ti? Tachibana Kazuna, 16 años, recién ingresada tras casi perder el año en su anterior instituto debido a una invasión de chinches, de momento está estadía podría ser temporal así que no tenias que emocionar te, tu eras más de, más de, ya sabes, "De la baja", teniendo esto en mente te dirigirte al segundo piso buscando tu salón asignado, avanzaste viendo los carteles hasta dar con el 2- B, siempre es difícil empezar pero de alguna forma lo hiciste deslizando la puerta a la izquierda... Era... Normal... Esa era la palabra correcta para describir el lugar, limpio, ordenado, con buenas mesas y sillas, aunque llegabas a medio curso realmente nadie te presto atención, solo avanzaste buscando tu lugar señalado con tu nombre; Cuarta fila tercero a la derecha de la ventana. Mientras avanzabas notaste algo que quizás ignoraste en el momento en que entraste. https://youtu.be/rC8ysxUfeX8?si=EQcgQimrT0-cxDJk Esos chicos, esa chica, eran, diferentes, tenían un aura diferente, expulsaban cierto aire de peligro, sus cuerpos lo expresaban por la forma en la que esperaban, sus ojos sombrios, sus expresiones muertas, tenían en el rostro moretones muy grandes, uno de ellos, el rubio, incluso tenía un yeso en la mano derecha, sobre salían muy por encima de los demás estudiantes pero al mismo tiempo todos parecían ignorarlos, tus atención sin entender como fue robada por completo por uno de ellos, el pelirrojo. Se encontraba en la primera fila junto al rubio, miraba hacia la ventana, de entre todos el parecía ser el más peligroso, de un momento a otro volteo pero antes de hacer contacto visual alguien se atravesó. - Qué onda chica nueva - Gyaru~ Lo decía en todas partes, incluso en su forma de hablar. - Lo escuche de Nini- sensei, que llegarías hoy ¿Qué pasa? ¿Como lo llevas? - Esas eran muchas palabras muy mal pronunciadas.

>>115710 Turno corto OP, mañana respondo si llegas a mandar respuesta rapido Escuela nueva. Vida nueva. Lo megafoneaba en su cabeza esmerada en creerlo, mintiendose sin ton ni son de camino a la escuela. Los rumores de la academia nanami no eran pocos ni sonoros, las madres y los fores cuchicheaban el mayor secreto a voces de la vida estudiantil: En la escuela nanami se libro la mayor batalla campal de Japón. Esas palabras llegaron a ella e inmediatamente la flecharon, fue inevitable que desde el minuto uno planificara paso a paso la forma de salir del lodazal que representaba su escuela media para ir de cabeza a la meca de violencia. El único lugar donde se escala con los nudillos y las rodillas, nanami. Insemino una plaga de pulgas en los uniformes de gimnasia de su instituto y en cuestión de unos saboteados días, exigió una transferencia inmediata a la academia más cercana para que no "perjudicaran su aprendizaje" Una digna despedida, ¿que era ella sino suciedad? Suciedad de cuerpo, suciedad de espíritu. No valía nada y no la mortificaba, su única meta era ser un perro con una linda cucha y dos platos de comida al día, morderia la mano de quien sea por esas dos máximas. Sin embargo y contra todo pronóstico, el lugar era lim-pi-o. Ordenado, pulcro, metódico. Estética reluciente, bancos impolutos, uniformes planchados y camisones tan blancos que eran capaces de reflejarte un poco. El desconcierto extrapolo en una mueca, girando de izquierda a derecha los ojos, por demas confundida. El primer pensamiento que se le vino a la cabeza fue: ¿eran todo rumores? ¿en serio? Apagaria unos cuantos cigarros en la cara de su madre por hacerle perder así el tiempo. Negó decepcionada con la cabeza y las manos en las caderas, hasta llegados al salón asignado. De repente, al poner un pie por delante del dintel lo percibió. No, más bien, lo vio. Cuando eres y convives lo suficiente con suciedad, puedes leer cuando el historial de una persona está manchado o no por la violencia y brutalidad. Esos estudiantes le sacaban, mínimo, tres veces su peso y veinte veces su récord de peles callejeras, a simple vista eran fuertes. Los ojos mosquean en torno a ella, con la mirada encorvada toma precavidamente asiento sin hacer contacto visual pareciendo autista Una pelirrosa es la primera en entablar el diálogo. Ella señala con el pulgar a su garganta y de inmediato gesticula un no meneando el índice, intentando transmitir que es muda. De inmediato respalda su mentira: sus dedos, largos y de manicura andrajosa, se desplegaron como pétalos. El índice y el medio se izaron juntos, mientras el pulgar se recogía apenas, rozando a tientas la palma. Gesticulando un "hola!" Sus ojos grandes y nocturnos como la obsidiana mojada sostenían una mirada franca, de una ternura austera. Ser débil con los poderosos y fuerte con los débiles, se le puede considerar su dogma. Antes de jugar cualquier carta debe mostrarse vulnerable, lo suficiente para saber con quién puede meterse y con quien no.

>>115724 Por cierto, siento que en aspectos implemente pura contras y ningún pro ¿Tachibana puede tener buena visión cinética y velocidad de reacción para que no la violen tan rápido? Kek

>>115724 https://youtu.be/WxWsqqIn9No?si=d8LYgMzGR9gvB96z Esa fue la única palabra que dijiste antes de que el profesor entrará a clases, un hombre bajito y rechoncho que nomas a fuerzas y respiraba. La chica sonrió y te guiño el ojo antes de dirigirse a su asiento, la clase comenzó y todos prestaron atención, no hubo algo si como una presentación, simplemente siguieron con el plan de estudio mientras tu acomodabas la caja de tu pupitre para meter tus cosas y sintiendo algo al fondo, papel, una hoja de papel, la tomaste sin cuidado y la sacaste. https://youtu.be/L1SQzqNwGEs?si=LgjcDs8g95zZdSAY Un sobre negro. Levantaste la cabeza mirando a aquella chica, ella con una sonrisa dirigió su índice a sus labios diciendo "shhh" en voz baja, bajaste la mirada observando el sobre, en la parte de atrás tenía la palabra "Virus" en letras rojas, te tomaste un momento para sacar tu libro de texto y ponerlo frente a ti antes de abrir la carta, era una hoja de tamaño común y solo tenía unas líneas de texto. "Tachibana Kazuna VS Jin Impey" "Gimnasio: 10: 30 AM" Nada más, un texto claro justo como decían las historias, habían algunos puntos a analizar en esto, primero ¿Qué hay con la chica? Obviamente ella fue la responsable de la carta, esta era la primera vez que te invitaban, quizás alguna vez deseaste ser parte del público pero nunca tuviste suerte y ahora, de repente, el primer día de escuela, recibias la carta negra y, un poco más curioso... Era el nombre de un chico... Sentías las miradas sobre ti, de esos tres ¿Ellos sabían? ¿Formaban parte del plan? No, era poco probable pero claro que de algo estaban enterados, el rubio dejó escapar una pequeña risa nasal, levantó el pulgar hacia ti y luego lo dejo caer contra su palma dejando claro que serias aplastada como un insecto, parecía disfrutarlo. Viendo que clase de chicos participaban ahí podías imaginarlo, claro que serias aplastada... Si no estabas preparada. Huir de la invitación es algo que se ha hecho antes pero solo se sabe de una persona que lo logro, Hiroki Amado, hoy vive en el extranjero con otro nombre ya que aquellos que simplemente intentaron escapar un día simplemente no fueron vistos de nuevo, se culpa al tal Zeta, administrador de la página Virus pero más bien parece una mezcla de miedo colectivo debido al pánico que provocan las cartas, de cualquier forma era mejor estar lista, sabiendo que realmente no hay árbitros o reglas durante el combate tendrías que cargar todo aquello que pudiese servirte para no ser aplastada. Y así lo hiciste. https://youtu.be/bOSdrqtabU8?si=DMVuwiUfVb0Okpz1 - Bien chicos, nls vemos después del almuerzo - Aviso el profesor mientras tomaba sus cosas y se retiraba, todos los estudiantes se pusieron de pie y comenzaron a avanzar hacia el pasillo, cuando levantaste la mirada solo se encontraba el pelirrojo sentado mirando su libro y haciendo correcciones de su tarea pero tu tenias algo más que hacer... O no... ¿Realmente te ibas a presentar? >>115728 Exigente la señorita Trabaja con lo que ya tienes, basta con sobrevivir, cada pelea que ganes o pierdas te permitirá aprender nuevos Aspectos. Con tu primer Aspecto esta claro que puedes sacar útiles escolares del culo como la novia de Arararagi, con el segundo dejas claro que eres muy ágil y veloz y el tercero sabe pelear un poco, aunque tu tamaño y sexo peso no ayudan.

>>115734 Ayyy mañana por la mañana respondo que ya me tengo que ir de casa OP, mi mona va a ser violada a la manera de koku kek

>>115734 Aborda su respectivo asiento correspondiendo con una postiza sonrisa a la gyaru, se abstiene más de una vez en arrugar su expresión con asco, pocas cosas le despiertan más repelús que esos sacos de ets con atroz sentido de la moda. Con el puño respaldado en el moflete cabecea en el pupitre, por poco y naufragando en el sueño, el momento en donde necesita acudir a lápiz y papel es cuando todas sus neuronas segregan adrenalina de golpe al reconocer un sobre negro en el cubículo de madera. Virus, la infame leyenda urbana se presentaba en vivo y en directo. Hojea el papel, lo aproxima a su nariz y lo olfatea como un can investigando, con unas tijeras escolares abre el sobre y lee lo más cercano a una sentencia de muerte en sus escasos dieciséis años. Tachibana VS Impey. Su reacción inmediata e institiva: alzó la cabeza como un resorte oxidado y escaneó el salón hasta dar con tres pares de ojos que la degollaban con mirada. Y entre ellos, uno destacando. Si visualmente se fuese capaz de sentir dolor, definitivamente eso le hubiera inspirado el sujeto que se adjudicaba ser su oponente. Rubio, ario tres cabezas más alto, tres cuerpos más pesado y con bíceps equiparando el grosor de su cabeza. Tachibana no lo miró; lo midió. Y su mano tembló, castañeando los dedos contra el papel como si su sistema nervioso desobedeciera cualquier directiva directa. Más allá de la parafernalia marcial, existe una verdad dura como nudillo: las técnicas tienen un límite. Y ese límite se llama física. Las artes marciales pierden —como mínimo— un 75% de efectividad ante un enemigo que te doble en masa y volumen. No importa cuántos memes de maestros taoístas hayas compartido: Sin importar qué tan habilidoso y talentoso te creas, la termodinámica del puño en la cara no es discutible. Y ella, Tachibana, no era precisamente una cinturón negro. Su """entrenamiento""" consistía en riñas callejeras de imprevisto y victorias arrancadas con dientes y uñas. Pelear cuerpo a cuerpo contra ese engendro era un suicidio. No señor, en el mejor de los casos amanecerá en el hospital al primer puñetazo, en el peor cargara un yeso el resto del año. Una gota de sudor le nubló la sien. Jamás había lidiado con un espécimen así. El impulso de huir floreció en su pecho... pero se marchitó al recordar que ni siquiera tenía monedas para el autobús. Huir no era una opción. Seguir el ejemplo del tal Hiroki Amado queda descartado per se. Exhaló todo el oxígeno del pecho bañando la hoja con su aliento. Al final, sonrió. Una sonrisa obstinada, suicida y demasiado temeraria para su bien. No era karateka. Ni practicante de alguna ridiculez con nombre en cantonés. Pero sabía algo que los antiguos griegos habrían escrito en piedra si les hubieran dejado: el coraje palidece frente a la eficacia de una hoja bien afilada. Desde que el hombre descubrió que podía perforar al prójimo, la fuerza bruta quedó obsoleta. Una navaja ignora la diferencia de género, tamaño, entrenamiento o ego. Cualquier niño con pulso puede acabar con tu carrera si acierta donde debe. Por supuesto... eso no significa ni por un segundo que la pelea no terminará en el preciso instante en que él conecte un puñetazo. No importa si es en las costillas o los brazos, los astillara y en el peor de los casos los romperá. Destinandola a ser la mascota del aula por el resto del año. No. No podía darse ese lujo. No por Virus. No por los rumores de narcos y apuestas. Sino porque esa pelea era lo único que la sacaba de la cama. Aquello era el único idioma que hablaba con fluidez: La violencia. >10:00 AM Sin pena ni gloria el gordete pone punto final a la clase al son de la campana. El profesor, regordete y gris como el clima, se esfumó entre la estampida de alumnos. Tachibana se quedó sentada, masticando ideas. Comploto en su cabeza estrategias maestras, robar soda cáustica del conserje y rociarsela en los ojos a su oponente. Incendiar el gimnasio con todos dentro por obra y gracia de una falla eléctrica. Preparar trampas a la largo del aula y solo correr para que el rubio caiga en ellas. Descartó todo. Las fantasías requieren tiempo. Y tiempo era justo lo que no tenía. Improvisar. Esa era la consigna. Guardó sus útiles y, sin florituras, preparó su única ventaja: Bizcochito. Así llamaba a la cadena con la que ataba su vieja bici con rueditas, antes de que la robaran. Desde entonces, le saco jugo de arma blanca. Derribó matones en su antigua escuela con Bizcochito, incluso en inferioridad física y numérica. Siempre le pareció una kusarigama bastarda, una sin guadaña ni boya, pero igual de letal. Llegado el receso, avanzó con la mochila apretada al pecho, esperando que no hubiera presentación, ni ceremonia, ni testigos. Nada que perder y mucho por ganar. Su vida, después de todo, valía menos que el menú del día. Lo que otros llamarían desesperación, ella lo rebautizaba como oportunidad. La dignidad, es el único bien que no pensaba empeñar. Una de las cuerdas invisibles que la mantenían en el cuadrilátero. Y entonces, la campana sonó. No la de la clase. La otra. La que dictaba si vivías o si te convertias en el hazmerreir alimento para las hienas del pasillo.

Me puse a jugar MH Wilds y se me olvido que abrí un rol kek. Ya te respondo.

>>115735 Podías sentir la pesadez al andar, cada mirada iba dirigida a ti, murmuraban, se reían, un grupo de chicas levantó la mano tachandote de perdedora mientras avanzaba por los pasillos, por ahí viste a un chico algo pasado de peso hablar con otros dos. - Shiiish- la van a destrozar - Fue lo que comentó mientras sus compañeros asentian al mismo tiempo de brazos cruzados, de repente, aquella escuela tan impecable cambiaba su aura a una más obscura, los pasillos parecían de alguna forma más sucios y desordenados, incluso los estudiantes parecían más desarreglados y con cara de pocos amigos, esto era lo que lograba el famoso Virus, era algo tan grabado en la mente de los estudiantes que podía deformar la persepcion de las cosas, de un momento a otro no podías diferenciar entre el barrio rojo de noche de los pasillos de la escuela, incluso el cielo parecía más gris mientras te dirigidas al gimnasio. Tomando algo de aire y apretando tu mochila abriste la puerta lentamente lista para cualquier cosa. https://youtu.be/3_6kTCGPAtk?si=R030TatH1bzPtS4g Era como entrar a un mundo diferente, repleto de ánimo y celebración, los estudiantes se reunían en círculo, otros en la distancia y otros más en la parte de arriba disfrutando de su almuerzos, algunos apostaban buenas cantidades donde tu no eras la favorita y otros simplemente bromeaba y reían por lo que se venía. El grupo comenzó a cerrarse sobre ti haciéndote avanzar hacia el centro casi a empujones y tapando cualquier oportunidad de salida, miraste alrededor observando al rubio pero, el era parte del público, a su lado había una chica. - Qué sádicos, que Impey sea su primer rival - El rubio solo asintió mientras de entre el público salió otra persona mucho más baja qué el rubio, ese era Impey. Te sonrió con cierta malicia mientras se quitaba el chaleco y lo tiraba a un lado quedando solo con la ropa de abajo, aunque era más pequeño, unos 1.73 podías ver sus músculos marcarse bajo su piel. - No es mi estilo golpear chicas... Pero es muy divertido - Volteo chocando las palmas con el público, no te consideraba una amenaza, para el solo serias un saco de boxeo, incluso se tomó el lujo de ignorarte para platicar con sus compañeros. Como ya se ha dicho, aquí no existen las reglas y el que golpea una... Golpea dos veces. >Para luchar: Un dado de cien caras. Describe tus acciones con detalle y espera sacar un número alto.

¿Hay cupo?

>>115931 Cy.

>>115680 >Nombre: Daiko Kuronuma >Edad: 16 >Sexo: Masculino. >Apariencia: Daiko no parece gran cosa a primera vista: cabello corto y desordenado, siempre manchado de aceite o tierra, ojeras marcadas y ropa de trabajo más vieja que él mismo. Sus brazos son largos, duros como palancas oxidadas, y sus manos callosas como ladrillos... más parecidas a llaves de tuercas que a extremidades humanas. Siempre huele a aceite quemado y sudor viejo. Su uniforme escolar suele tener manchas de grasa, camiseta blanca sucia debajo, y botas de trabajo pesadas, y en vez de mochila, carga una caja de herramientas abollada. >Aspectos: “Le han propinado tantos puñetazos por parte de su viejo, que lo dejó duro como concreto. Ya casi no siente los golpes, y es difícil tumbarlo” "Él se dedica a levantar los motores que su padre repara, así que realmente no es bueno en combate, derechazos lentos, izquierdazos imprecisos, pero si logra conectar, pega como tráiler sin frenos." "Aunque su cuerpo no es tan “Imponente” en altura o “corpulencia” (ser gordo), lo compensa con fuerza y extremidades gruesas como troncos, entrenadas al arreglar y levantar motores con las manos desde que era un infante."