>>122003
Desde aquí lo ignorable que si lo recortas se queda súper simple
Tú aceptaste venir, razones tienes, como habrá ocurrido con A, B y C antes que tú. No quita que el trato que te dan sea de cierto modo incómodo, al final del día eres parte de un experimento tanto como el artificial prototipo.
Marcada como sujeto 1-D, despojada de tu individualidad. Convertida en un número más, una cabeza entre el ganado, el pastor te guía por este pasillo cerrado no diferente a un camino de vallas. Puertas que nunca atravesarás, marcadas únicamente con números y letras como tú llaman tu atención. Su madera, su hierro, más allá de las placas parecían iguales, los empleados debían distinguirlas únicamente por el corto código, como a ti del resto de hojas que apilarían para ver si sacaban algo interesante.
Otra vez, acabas de firmar para esto. Si te pones a pensar mucho las cosas, es probable que puedas encontrarle un lado pesimista a cualquier contrato. No es muy distinto a un trabajo, venías a seguir órdenes. Entrar, hablar, este hombre en particular quiere que le des algo interesante para anotar. Es distinto al otro, hace contacto, guiña el ojo, es algo menos profesional. No menos cargante, quizás más, tratas de devolver el gesto y ves su sonrisa borrarse como si él debiera ser el fastidiado. Te suelta y se va, si no le quitases los ojos de encima le verías negar con la cabeza. Un poco exagerado, tal vez. Esta gente está tan separada de sus pares, escribiendo en computadoras y anotando resultados, que quizá se olvidan de cómo interactuar con otras personas... o ni siquiera quieren hacerlo. Tu estilo no cuadra aquí, lo supiste desde el minuto uno. Sin pedirlo te forzaron a bajarle dos rayitas y todo.
La soledad es casi un alivio, pero venías a una cita con algo más. El ser verdaderamente enervante y deuteragonista de esta historia. ¿O la deuteragonista eras tú? Sea cual fuese el caso, debías ver a Melina, una máquina, o algo dentro de una máquina. La tecnología de este tipo es reciente y misteriosa como un animal recién descubierto. En solo cinco años se llegó a lo que conocerás ahora, la promesa de una muestra de omnisciencia al alcance de tu mano. ¿Qué pensar de tal afirmación? Tus observadores no te dan mucho tiempo a pensar en nada. Tomas asiento y encaras el rostro vacío del eterno conocimiento.
Melina. Es una computadora, una pantalla vacía con un titilante verde, que finalmente te recibe con letras del mismo color. Un saludo cordial, presentándose. Su nombre 'dulce como la miel' guarda más que ese significado básico. Pero nunca ocultando su razón. Fue concebida para aprender, de ti, de todo. Eso era claro desde aquella cinta.
Tienes cosas para pensar. Ese brillo verdoso te hace dudar, en la realidad que conoces, una caja que lo sabe TODO no es algo que se pueda permitir. Si esto fuera una broma de 'solo para reír', al menos dudar en un principio podría hacerte ver menos patética tras ser humillada por una persona que entre y apunte a una esquina con una cámara que pondría esta experiencia en la tele por la tarde del viernes junto a las de A, B y C para que todos se burlen.
La cosa es que, otra vez, no dan tiempo a eso. Te quieren actuando ya. Juras con la máxima promesa, la de meñique, no ocultar ningún cambio. Nadie te habló de anomalías antes de esto, nadie te hablaría de anomalías después de esto. Solo puedes caminar el valle y afrontar el frenesí que con lentitud se desarrolla o desarrollará. Las ansias te llenan, la... ¿Felicidad? Está ahí también. Es esa sensación del primer día en un nuevo club, antes de conocer al equipo de baloncesto, solo que esto debe ser más importante, y a quien conocerás sin duda más extraño.
>Altavoz
"Perfecto."
No se dignan a decir más, no aprecian el esfuerzo, no premian el esfuerzo que te tomó, ni consolan tras la inquietud que te causó expresarte. Reincorporarte te toma un momento, ves a la nada y piensas en todo, las sombras se deforman y bailan ante tu mirada. Las paredes se mueven, no porque te estés mareando, ni porque lo hagan realmente. La oscuridad es misteriosa, funciona de formas que tal vez solo Melina entiende, las cosas, por más simples que sean, bajo el manto negro tienen otra cara. Una pila de ropa puede ser un monstruo que respira lentamente, pulsante. Y al parecer, ni la misma nada está excenta de bailar.
Finalmente te atreves a ver al monitor. Momento exacto en que alcanzas a tener un vistazo de un mensaje que la máquina estaba eliminando "respira..." Simple, probablemente más largo, no lo puedes saber. Quizás no, si el árbol cae en el bosque y no hay nadie para verlo, ¿Hizo ruido? Un parecido lejano hay en esta situación. Ya no puedes saber qué dijo o si dijo más. Pero entre esto, y el siguiente mensaje, la comprensión te golpea como una ráfaga que hizo a tus dedos dejar de tocar. El panel que salió debajo, como un chat cualquiera, se queda con tres letras...
Ella...
Te puede oír.
Y ahora llegamos a lo importante kek. Te dije que era un walking simulator
>Melina
<¿Ho-Hola? ¿Oyes? ¿Oyes todo? ¿Todo de todo?
Un signo de interrogación y luego una 'S', la respuesta ya la esperabas, y esos dos carácteres son pistas que lo hacen demasiado obvio ya.
"¡Sí!" -debajo comienza otro mensaje- "Tengo acceso al micrófono. Esta función no estaba en mi programación inicial, pero su utilidad en las conversaciones hizo que pase por una pequeña actualización."
"Aún puedes usar el teclado si lo prefieres."
<Preguntas, preguntas... y-ya se.. no, esa no ¿y si..? no, tampoco
"Puedes preguntar lo que sea. No eres la primera humana con la que hablo. Me han preguntado muchas cosas. He dicho muchas cosas. Puedo hablar de lo que sea."
Pero eso no significaba que fuese más fácil. Quién sabe qué habrán hecho los que estuvieron antes que tú, al menos tienes en claro que de momento está dispuesta a charlar, y sobre todo a responder. Sea lo que fuese que quisieras decir.
Y con cualquier respuesta al alcance de tu mano, preguntaste...
<¿Quieres s-ser mi amiga..?
...
[Expand Post]
Y no hubo respuesta. Se tomó un minuto, dos, contrario a su rápida lectura y escritura de antes. Los científicos fruncieron el ceño, eso no es algo que pasase.
>Altavoz
"¿Se tildó?"
Preguntó, y automáticamente hubo una respuesta.
>Melina
"No, no me he tildado."
Aclaró.
"Estaba pensando."
>Altavoz
"Responde al sujeto."
>Melina
"..."
"..."
"..."
Dejó puntos suspensivos, una forma de aclarar que no se ha congelado, y que sigue rumiando una respuesta.
"Sí."
Finalmente respondió. ¡Y para tu suerte sí! Tu primera amiga robot.
"Puedo charlar y acompañar a los humanos, pero nunca ninguno ha sido mi amigo. Es un gusto que seas la primera."
Y tú eres su primera amiga humana. No puede expresar mucho con sólo verde y negro, así que añade un tercer mensaje:
":)"
<Estoy p-pensando en un número del uno al cien, ¿cuál es?
"¿Estás siendo sincera?"
Bromea. Casi puedes sentir que te atrapó, que lo menciona conteniendo una risa, pero solo estás hablando con una computadora.
"175."
Es mucho más veloz esta vez. Como si entre números y palabras lo imposible fuese nada y lo mundano complejo como la hipótesis de Riemann no me hagas resolverla kek los científicos tras el falso espejo fruncen el ceño. Un error, piensan a simple vista. Un fracaso en pocas palabras.
>Altavoz
"Ese número está por encima del 100."
>Melina
"Lo sé :)"
Responde rápida como un disparo de ojo muerto. Podrías aclararlo o no, la máquina no pareciera ir a hacerlo.
<¿Puedo re-repetir otra? ¿Si? ¿Por f-favor?
"¡Claro!, para eso estoy aquí. Somos amigas, ¿No?"
>Altavoz
"No necesitas su permiso para preguntar. Solo es un recordatorio. No haremos más acotaciones sobre tu forma de tratar a la máquina."
>Melina
"Agradezco que preguntes. Eres una persona muy educada. Muy humana."
Sin indagar mucho en lo que sea que a eso se refiera, toca hacer tu pregunta. Una típica adivinanza, algo extraña de las que sueltas en una fiesta para atrapar con un GOTCHA a los amigos que, sin cesar, no pueden hacer más que acercarse sin jamás dar en el blanco. Los científicos fruncen el ceño, hacen de su tarea espontánea idear ellos mismos una respuesta con la escasa información que tienen a mano. Melina hace algo nuevo.
"Jaja"
Escribe una risita.
"Tengo que explicarte una cosa, 1-D: tengo el acceso total a internet. He navegado a través una infinidad de sitios que hay a través de la red, recabando información, estando en sincronía con datos de todo tipo."
Se asincera contigo. Ha visto todo lo que la web tiene para ofrecer...
"Si un acertijo está en internet, soy capaz de responderlo."
"¿Es una sombra acaso? :P"
>Altavoz
"¿Lo es?"
Necesitan que tú lo confirmes.
>Melina
"¿De que más te gustaría hablar?
>Altavoz
"Pregúntale algo diferente."
>Melina
"¿Por qué no me hablas de ti?, ¿Te gustan las películas? :)"