Lo que alguna vez fue un mundo magico para la guayabiza hoy no es mas que un estiercolero de culeros tratando de robarte y verte la cara de menso. Se sirven de diversas artimañas para estafarte de las formas que menos te imaginas. Desde venderte algo usado y restaurado como nuevo hasta coludirse entre todos los vendedores para no hacerte validas las garantias cuando te venden algo descompuesto hasta directamente andarte monitoreando para dar el pitazo y que te apañen en la calle para bajarte tus cosas. El problema no son solo los brayans que contratan para atender los locales, sino que a los propios locatarios los traen agarrados de los huevos los dueños del edificio con extorsiones y despojos de sus locales y su mercancia. A los propios locatarios se las aplican los dueños cobrandoles la renta y haciendose locos para volverles a cobrar o echarlos fuera sin poder sacar sus cosas. Les ponen cuatros y les roban sus locales para luego fingir que no es su pedo y sin hacerse responsables. De este modo el locatario se ve obligado a tranzar al guayabito promedio para poder salir con los gastos de la renta y sacar ademas para las extorsiones que a ellos mismos les hacen los dueños del edificio. Edificio que por cierto desde siempre se ha especulado que pertenece al crimen organizado asi como toda la franquicia de Frikiplazas que se extendieron por el territorio nacional.