Lordran, aquella antigua tierra donde los grandes señores de la primera llama, encabezados por el Sabio y Magnánimo Señor Gwyn, habitaban tras su exitosa cruzada contra los antiguos dragones, gobernantes de todas las tierras y todas las razas. Gracias al enorme poder conferido por la primera llama; los enormes ejércitos del Primero de los No-Muertos, Nyto; los vastos conocimientos y usos de las piromancias por parte de la Bruja de Izalith y sus hijas; los todopoderosos rayos del señor Gwyn; y finalmente, el conocimiento y traición de uno de los antiguos dragones, Seath el descamado, la que se conoció como "La Edad Oscura", llegó a su fin, trayendo consigo una nueva época de paz y armonía en todo el mundo, conocida como "La Edad Del Fuego", a su vez que los humanos, descendientes del Furtivo Pigmeo, empezaban a habitar las vastas y casi infinitas tierras de Lordran,
Allí, en dónde antaño, había Sido el escenario de una de las más grandes victorias de los señores de la primera llama, fue erigida la capital de aquel enorme reino: Anor Londo, la ciudad de los dioses, aquel lugar donde el señor del rayo, Gwyn, y sus descendientes, habitarían hasta el mismísimo final de los tiempos... No obstante, el poder de la primera llama, fue debilitándose, marchitandose como una florecilla cuya existencia dependía del constante riego del agua, dando a su vez, los primeros indicios del posible final de aquella prospera edad. La Bruja de Izalith, y sus hijas, usando sus antiguos conocimientos de piromancia, hicieron todo lo posible y a su alcance para poder recrear una Segunda Gran llama, solo para terminar tal aventura, en un enorme y estrepitoso fracaso. Seath, aquel ahora convertido en Gran Duque, y obsequiado con todo el conocimiento habido en el mundo, y con un laboratorio propio para poner en práctica todos los conocimientos de ciencias, magias y alquimia antigua, fue consumido poco a poco por la gran locura de saber que algún día moriría, debido al fracaso de no poder crear sus tan anheladas escamas... Anor Londo, a pesar de todo esto, ha mantenido su paz y su estatus como capital de Lordran, pero los vestigios marchitos de la primera llama, están empezando a mostrar sus consecuencias: Una extraña enfermedad que carcome la piel de las personas y les enloquece, está asediando a todo el reino, así como la práctica inmortabilidad, al ser estos afectados asesinados una y otra vez, para ser puestos de vuelta en vida... Aquel extraño mal, fue denominado "La Maldición de los No-Muertos", y, su aparición, además de coincidir con el cada vez más frecuente debilitamiento de la primera llama, ha coincidido con extraños sucesos en el Municipio de Oolacile, cercano a Anor Londo: Una extraña niebla de proporciones desconocidas, que deja a su paso negruzcos charcos viscosos, ha ido tomando el control de todo el municipio y sus inmediaciones, y, en el corazón del mismo, gritos humanos y bestiales, pueden ser escuchados a cualquier hora del día.
Los caballeros del Señor Gwyn, han hecho que la población se mantenga al máximo posible al margen de la situación, y sus caballeros más cercanos y leales, han Sido enviados a investigar los sucesos que allí acontecen... No obstante, a pesar de todo ello, se han avistado grupos de personas que se adentran en las profundidades de Oolacile, sin ser vueltas a ver.
¿Que es el mal que está aquejando está ciudad? ¿De dónde vino?, Y, más importante aún, ¿Es siquiera posible detenerlo?... Aquellas preguntas se sumen en las cabezas y mentes de todos los ciudadanos de Lordran, que han escuchado acerca de la historia y sucesos de dicha ciudad.
Entonces... ¿Quien eres tu? ¿Y que estás haciendo aquí?...
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